Inmigrantes en el Athletic
A pesar de esta modesta opinión de profano futbolero, espero no perder mi nacionalidad de ‘bilbaíno’, de toda la vida y del mismo Indautxu.
Por herencia familiar siempre he creído en las esencias vascas, de jugadores nacidos o criados en Euskadi, y en aquella maldición de que a los demás equipos, “el diablo los llenó de extranjeros”. Pero, mi trabajo de educador, en Bizkaia, me ha obligado a reconsiderar esta posición.
En nuestra labor docente de interculturalidad con alumnados y colectivos de tantos países, hemos dispuesto de un argumento menos que nuestros colegas guipuzcoanos o alaveses. Ellos han recurrido a futbolistas extranjeros, como Karpin, como personajes referenciales en pro de una integración plena en nuestra sociedad vasca.
En el título, he empleado deliberadamente el término inmigrantes y no extranjeros, porque un recién llegado puede dejar de ser foráneo si así lo decide y porque son palabras intercambiables, sin connotación peyorativa ninguna de ellas. Seguramente los necesitamos, a todos ellos, extranjeros e inmigrantes, jugadores y niños.
En este siglo XXI de globalización y emigración, un Athletic multiétnico y plurilingüe quizá sea un referente más representativo de la actual sociedad vasca. De paso, así no tendremos que ampliar las vitrinas con trofeos… de segunda división.
Por herencia familiar siempre he creído en las esencias vascas, de jugadores nacidos o criados en Euskadi, y en aquella maldición de que a los demás equipos, “el diablo los llenó de extranjeros”. Pero, mi trabajo de educador, en Bizkaia, me ha obligado a reconsiderar esta posición.
En nuestra labor docente de interculturalidad con alumnados y colectivos de tantos países, hemos dispuesto de un argumento menos que nuestros colegas guipuzcoanos o alaveses. Ellos han recurrido a futbolistas extranjeros, como Karpin, como personajes referenciales en pro de una integración plena en nuestra sociedad vasca.
En el título, he empleado deliberadamente el término inmigrantes y no extranjeros, porque un recién llegado puede dejar de ser foráneo si así lo decide y porque son palabras intercambiables, sin connotación peyorativa ninguna de ellas. Seguramente los necesitamos, a todos ellos, extranjeros e inmigrantes, jugadores y niños.
En este siglo XXI de globalización y emigración, un Athletic multiétnico y plurilingüe quizá sea un referente más representativo de la actual sociedad vasca. De paso, así no tendremos que ampliar las vitrinas con trofeos… de segunda división.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/athletic.DOC
Un inesperado regalo de cumpleaños... por ser bloguero
(Hacía 32 años que no tenía noticias de este antiguo amigo, que parece lee mi blog...)
Felicidades, Josemi
Mira lo que he rescatado del baúl de recuerdos... es ¡inédita!
Est-ce que tu t'en souviens?
Saludos
Tomás S. A.
(Por discreción oculto los apellidos, pero éstos de IBM...)
En la foto, de izquierda a derecha, Manu, Tomás, Etxeba y Mikel (JoseMi con gafas). Y una 2ª foto remitida por Tomás...
[Cumpleaños para un 3 de abril,....]
Felicidades, Josemi
Mira lo que he rescatado del baúl de recuerdos... es ¡inédita!
Est-ce que tu t'en souviens?
Saludos
Tomás S. A.
(Por discreción oculto los apellidos, pero éstos de IBM...)
En la foto, de izquierda a derecha, Manu, Tomás, Etxeba y Mikel (JoseMi con gafas). Y una 2ª foto remitida por Tomás...
[Cumpleaños para un 3 de abril,....]
3-A: Hoy es mi cumpleaños... quincuagésimo cuarto
Familiares y amistades (Ricardo,...) me lo han recordado,... y también el PDA,... y los robots de Internet (TodoPocket,... también el lotonazo).
Otros sucesos, más relevantes, que también acontecieron un 3 de abril...
Sin cero
Los árabes estarán tristes, en su calidad de inventores del guarismo y de los sistemas de numeración, pero algunos quieren que el cero desaparezca de las notas finales.
A partir de ahora, será imposible que el alumnado obtenga un cero en alguna asignatura (aunque lo merezca), porque el Ministerio de Educación y Ciencia lo ha eliminado de las notas definitivas en la enseñanza obligatoria (Primaria y Secundaria), al considerar que la evaluación final es "continua y sumatoria". Esta valoración mide el progreso del alumno desde su entrada hasta el fin del curso, analizando también la asistencia, los deberes, las pruebas de control y los exámenes escritos. Un cero significaría la "ausencia total del estudiante", algo imposible en la enseñanza obligatoria porque superado un número máximo de faltas a clase se pierde la escolaridad.
Quienes pertenecemos al universo educativo, hemos perdido un personaje clave. Hemos perdido el ‘rosco’, el cero pelotero y patatero, el ‘carolo’, el cero cerote, el cero tercero, el cero carnicero, el cero de aguacero, el cero de cenicero, el cero de crucero, el cero del lapicero hechicero, el cero del romancero,... Contradictoria “tolerancia cero” han demostrado quienes lo han suprimido, posiblemente porque cargaron con él en sus notas escolares y, traumatizados, le juraron venganza. Politicastros disfrazados de pedagogos pretenden suprimirlo, pero ellos son cera y él, un cero de acero.
El orondo número merece un monumento, como el que tiene en Budapest. Ha inspirado no sólo a matemáticos y físicos, sino a literatos y filósofos, como Víctor Hugo cuando señaló: “Cero, rehusando andar desnudo, se ha vestido de vanidad. La nada no existe; el cero no existe; todo es algo; nada es nada. Todo número es cero ante el infinito”. Tirso de Molina apuntó: “A una verdad le añaden muchos ceros”. Y el humorista Perich concluyó: “En qué sociedad vivimos, que hasta los ceros para ser algo han de estar a la derecha”.
El chiste postrero es que, por el mismo decreto, los historiales académicos, los “libros de escolaridad”, serán digitalizados. Estos documentos modernizados serán registrados con los mismos datos, pero en formato digital, es decir, sólo con unos y ceros. ¿Cómo pretenden algunos indocumentados anuméricos que los ceros pasen a ser unos?
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/cero.DOC
A partir de ahora, será imposible que el alumnado obtenga un cero en alguna asignatura (aunque lo merezca), porque el Ministerio de Educación y Ciencia lo ha eliminado de las notas definitivas en la enseñanza obligatoria (Primaria y Secundaria), al considerar que la evaluación final es "continua y sumatoria". Esta valoración mide el progreso del alumno desde su entrada hasta el fin del curso, analizando también la asistencia, los deberes, las pruebas de control y los exámenes escritos. Un cero significaría la "ausencia total del estudiante", algo imposible en la enseñanza obligatoria porque superado un número máximo de faltas a clase se pierde la escolaridad.
Quienes pertenecemos al universo educativo, hemos perdido un personaje clave. Hemos perdido el ‘rosco’, el cero pelotero y patatero, el ‘carolo’, el cero cerote, el cero tercero, el cero carnicero, el cero de aguacero, el cero de cenicero, el cero de crucero, el cero del lapicero hechicero, el cero del romancero,... Contradictoria “tolerancia cero” han demostrado quienes lo han suprimido, posiblemente porque cargaron con él en sus notas escolares y, traumatizados, le juraron venganza. Politicastros disfrazados de pedagogos pretenden suprimirlo, pero ellos son cera y él, un cero de acero.
El orondo número merece un monumento, como el que tiene en Budapest. Ha inspirado no sólo a matemáticos y físicos, sino a literatos y filósofos, como Víctor Hugo cuando señaló: “Cero, rehusando andar desnudo, se ha vestido de vanidad. La nada no existe; el cero no existe; todo es algo; nada es nada. Todo número es cero ante el infinito”. Tirso de Molina apuntó: “A una verdad le añaden muchos ceros”. Y el humorista Perich concluyó: “En qué sociedad vivimos, que hasta los ceros para ser algo han de estar a la derecha”.
El chiste postrero es que, por el mismo decreto, los historiales académicos, los “libros de escolaridad”, serán digitalizados. Estos documentos modernizados serán registrados con los mismos datos, pero en formato digital, es decir, sólo con unos y ceros. ¿Cómo pretenden algunos indocumentados anuméricos que los ceros pasen a ser unos?
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/cero.DOC
Soy un bloguero viejo... según BlogEdad
Pachelbel reinventado mil veces
Rob Paravonian, un humorista neoyorquino que realiza una queja al público en general expresando su rabia porque todas las canciones modernas suenan como el Canon de Pachelbel (leído en Emezeta Blog).
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