
Acababa de nacer Leire, la primera de nuestros hijos, y sólo teníamos ojos para ella. Vivíamos entonces en la Avda. Santa Ana de Leioa, junto a Las Arenas (Getxo). Quedamos casi incomunicados de Bilbao, porque la riada se llevó (y tardó meses en poder ser reconstruido al menos provisionalmente, a pesar del perjuicio causado) el puente de Lutxana (Erandio, que aparece en la foto de la derecha).
Nuestra mayor preocupación, y la de toda la familia, fue el suministro de agua potable para la bebé de dos meses, porque el desabastecimiento inicial fue muy preocupante y el agua del grifo salía de color marrón sucio. No pudimos acudir a Bilbao durante muchos días, y sólo fuimos testigos de lo que la ría Ibaizabal-Nervión transportaba junto a nuestra casa (coches, vacas, bidones tóxicos -como en la foto inferior-,...) y de los inmensos restos depositados en las playas de Las Arenas, Ereaga,... Fuente de las fotos: El Correo. 
