... o los límites en los servicios gratuitos de Internet. A algunas personas que nos han escrito preguntan por qué razón no nos unimos a grupos que nos sugieren o por qué no les "ajuntamos" como amigos o nos hacemos fan suyos en Facebook. A todos ellos y a las muchas que quizá se lo han preguntado, les adelantamos la respuesta: Porque Facebook no nos deja pasar de 5.000 amistades y entusiasmos (fans), ni pertenecer a más de 300 grupos. Y aunque ya se sabe que la amistad en Facebook es relativa, jamás retiraríamos a alguien la amistad para reconocérsela a otra persona.
No sabemos si nuestro caso es especial y abusamos de estos servicios gratuitos de Internet, pero estamos topando con múltiples restricciones demasiado evidentes para no comentarlas. Quizá esta hiperbólica intensidad cuantitativa, que no calidad cualitativa (valga la redundancia), haya servido para que nos incluyan, más por amistad que por otro motivo, en las listas de "10 bloggers más influyentes de Euskadi" (la de José A. del Moral y la de Iker Merodio).
Repasemos algunas restricciones impuestas por exceder en uso algunas aplicaciones, aunque en otras como Gmail no hemos llegado a su tope gratuito a pesar de contar con 70.000 correos electrónicos almacenados, pletóricos de pesados fichero anexos,... En general, las aplicaciones Google resisten bien , con dos excepciones que, al menos nosotros hemos detectado) que luego enunciamos al final del post.
Facebook: Hace muchos meses que llegamos al tope de 300 grupos, luego nos obligaba a dejar de ser fan de otros para poder admitir a nuevas amistades, y pronto llegamos a los 5.000 amigos y ya no no permite seguir aceptando la creciente lista de espera de otros usuarios que se sienten defraudados o, peor aún, rechazados sin saber que quisiéramos ser sus amigos... pero no nos deja Facebook (en la imagen antigua se contabilizan 242 peticiones a la espera). Al intentar añadir amistades surge la maldita frase (ver ampliando la imagen siguiente): "Hay un límite de 5.000 amigos. Tu cuenta de amigos debería ser bajo (sic) de este número para agregar más amigos".
Google Reader: Aparece un mensaje con "demasiadas suscripciones que pueden no ser mostradas debidamente", inoportuno fenómeno que, por desgracia, sí nos sucede. Ni cuenta bien (hay categorías que totalizan menos posts pendientes de leer que algunos de los blogs que contienen, o dice cero entradas sin leer y sigue habiendo por cientos...), ni aparecen todos los apartados,...
Blogger: El gestor de blog no contabiliza sino 5.000 entradas y quienes hemos superado las 6.000 no vemos las anteriores, a menos que recurramos a búsquedas por etiquetas, fechas,... Además, cuando el blog es tan extenso en fechas y posts las búsquedas con la aplicación que facilita el servicio no localiza debidamente por lenguaje natural de palabras,...
Flickr: La cuenta gratuita es muy restringida para subir fotos y apenas vídeos, por lo que se hace necesario comprar una cuenta PRO. Pero incluso pagando, si el volumen de fotos subidas (más de 100.000, aunque sólo 20.000 son públicas), el servicio contiene algunas limitaciones en las búsquedas por etiquetas o titulares.
Youtube: Es una aplicación esencial muy bien localizo en los buscadores, espléndidamente integrado en otras aplicaciones (como Plurk,...) y permite subir vídeos en alta resolución (HD). Su restricción almacenar vídeos con una duración máxima de diez minutos nos obliga a pagar otros servicios de vídeo como Blip.tv que ofrecen más posibilidades de gestión como programar el momento de hacer públicos los vídeos, manteniendo la HD.
Podríamos seguir analizando otros servicios, pero conviene relativizar el contexto y reconocer que vivimos una época de "gratis total" en muchos casos, que podría ser no durase demasiado. La pérdida de gratuidad de redes referenciales como Ning forma parte de otros anuncios nada tranquilizadores. Por todo ello conviene aprovechar el momento feliz y exprimir al máximo estos servicios gratuitos en una época en la que quizá nos están habituando a que se conviertan en esenciales en nuestras vidas... para luego pasarnos las correspondientes facturas.
Facebook: Hace muchos meses que llegamos al tope de 300 grupos, luego nos obligaba a dejar de ser fan de otros para poder admitir a nuevas amistades, y pronto llegamos a los 5.000 amigos y ya no no permite seguir aceptando la creciente lista de espera de otros usuarios que se sienten defraudados o, peor aún, rechazados sin saber que quisiéramos ser sus amigos... pero no nos deja Facebook (en la imagen antigua se contabilizan 242 peticiones a la espera). Al intentar añadir amistades surge la maldita frase (ver ampliando la imagen siguiente): "Hay un límite de 5.000 amigos. Tu cuenta de amigos debería ser bajo (sic) de este número para agregar más amigos".
Google Reader: Aparece un mensaje con "demasiadas suscripciones que pueden no ser mostradas debidamente", inoportuno fenómeno que, por desgracia, sí nos sucede. Ni cuenta bien (hay categorías que totalizan menos posts pendientes de leer que algunos de los blogs que contienen, o dice cero entradas sin leer y sigue habiendo por cientos...), ni aparecen todos los apartados,...
Blogger: El gestor de blog no contabiliza sino 5.000 entradas y quienes hemos superado las 6.000 no vemos las anteriores, a menos que recurramos a búsquedas por etiquetas, fechas,... Además, cuando el blog es tan extenso en fechas y posts las búsquedas con la aplicación que facilita el servicio no localiza debidamente por lenguaje natural de palabras,...
Flickr: La cuenta gratuita es muy restringida para subir fotos y apenas vídeos, por lo que se hace necesario comprar una cuenta PRO. Pero incluso pagando, si el volumen de fotos subidas (más de 100.000, aunque sólo 20.000 son públicas), el servicio contiene algunas limitaciones en las búsquedas por etiquetas o titulares.
Youtube: Es una aplicación esencial muy bien localizo en los buscadores, espléndidamente integrado en otras aplicaciones (como Plurk,...) y permite subir vídeos en alta resolución (HD). Su restricción almacenar vídeos con una duración máxima de diez minutos nos obliga a pagar otros servicios de vídeo como Blip.tv que ofrecen más posibilidades de gestión como programar el momento de hacer públicos los vídeos, manteniendo la HD.
Podríamos seguir analizando otros servicios, pero conviene relativizar el contexto y reconocer que vivimos una época de "gratis total" en muchos casos, que podría ser no durase demasiado. La pérdida de gratuidad de redes referenciales como Ning forma parte de otros anuncios nada tranquilizadores. Por todo ello conviene aprovechar el momento feliz y exprimir al máximo estos servicios gratuitos en una época en la que quizá nos están habituando a que se conviertan en esenciales en nuestras vidas... para luego pasarnos las correspondientes facturas.