Para seguir avanzando
puso la mayoría de su nostalgia
en el futuro, a corto, medio y largo plazo.
Porque los “recuerdos”
pueden ser memorias o proyectos.
Así veía juntos a sus tatarabuelas con sus biznietos.
Unas habían muerto. Otros aún no nacido.
Siete generaciones entre tres siglos.
Hoy es el mejor momento,
para hacer un gran día.
Porque ahora lo ha decidido.
El presente une añoranza e ilusión.
El presente ofrece regalo y camino.
El presente suma ánimo y acción.
El presente es el fruto y el destino.
[Post incluido en el blog colectivo: Despertar a la escritura]