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Política: De la ‘Polépica’ a la 'Polírica'

’Polírica’ y ‘Polépica’ son neologismos que proponemos, derivados respectivamente del concepto binomial de "política lírica” y "política épica".

La historia de la humanidad ha recorrido un largo camino donde la política, incluso la pacífica y democrática, se ha basado en el esquema de derrotar al adversario. La fórmula del voto universal y los partidos políticos ha demostrado ser mejorable, como señaló Churchill, “la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el género humano,... con excepción de todos los demás”. El anhelo de superación y las nuevas posibilidades de participación ciudadana permiten sospechar en mejoras sustanciales para la gestión compartida de la convivencia.

La ‘polépica’ habla de entelequias abstractas (como identidades excluyentes), cree que sólo hay un partido correcto, produce afiliados clónicos de pensamiento uniforme (llega a crear fanáticos), se atrinchera, divide, levanta barreras, busca la conquista como dominio con una visión maniquea de la realidad política con fracciones separadas entre "nosotros y los otros". Por el contrario, la ‘polírica’ descubre a las personas solidarias (que quieren ser en función del hacer junto a los demás), busca encuentros constructivos desde posiciones diversas, levanta puentes, suma e integra, entiende la conquista como seducción y busca una “relación amable” entre un único todos nosotros.

Existen numerosos y significativos detalles no sólo del agotamiento del modelo de enfrentamiento gobierno-oposición, sino incluso de soluciones inéditas que empiezan a proliferar y divulgarse en los medios de comunicación. De las sospechas de agotamiento del esquema “épico” da cuenta la desafección creciente hacia la política de bloques, el cansancio del electorado por campañas ruines basadas en el descrédito del oponente y la ineficacia de gobiernos débiles, monocolores, sin mayorías solventes.

Más esperanzadores son datos puntuales, pero innovadores en toda la escala de políticas autonómicas, estatales o mundiales. Como la búsqueda de transversalidad en la política vasca, el apoyo a los presupuestos ajenos en época de crisis (con renuncia a la acción destructiva de la habitual oposición mal entendida), o la petición de respeto hacia el adversario directo del mismísimo candidato del partido republicano en plena y disputada campaña electoral.

Ha surgido una era en la que el electorado se nutre de fuentes muy diversas, participando más activa y bidireccionalmente (gracias a Internet) en el debate social, escuchando y hablando tanto con quienes simpatizan o discrepan en ideas políticas. Ese encuentro produce una fertilización de frutos aún poco visibles, pero con promesas ciertas de realización a corto, medio y largo plazo. Algunos ejemplos de buen hacer, en este sentido, son Think Gaur o las Plataformas Ciudadanas.

Uno de los primeros productos de esa aproximación ha sido el atenuar la distancia entre la clase política y el resto de la ciudadanía. Se están acercando y colaborando más y más quienes se dedican a la política y aquellas personas a quienes representan. Y esa escucha se produce de forma continua, no sólo en período electoral. Más aún, se están auscultando también electores y simpatizantes de distintas tendencias, comprobando que junto a las legítimas e inevitables diferencias de opinión, existen grandes áreas de coincidencia y acuerdo.
Así, de un modo imperceptible pero continuo, está surgiendo un movimiento de “polírica”, donde lo compartido se destaca en la acción política, frente a la “polémica polépica” de que ganen los mejores y los demás esperen tiempo mejores sin participar en la cosa pública. A modo de exploración de una determinada opción partidista, señalemos algunos signos indicativos de una promisoria práctica de “polírica”, producida cuando…

1. Escucha al conjunto de la ciudadanía, además de a su propia afiliación, facilitando en todo momento la máxima participación en la toma de decisiones y ofreciendo posiciones nítidas y sin artificio. Así se supera la situación actual en muchos partidos, cuyas propuestas son cerradas, limitadas a la militancia e incluso sólo al “aparato interno”, para generar, en la práctica, proyectos, prioridades y candidaturas con listas cerradas.
2. Transmite mensajes claros basados en sus propuestas, citando promesas y dificultades, sin demagogia y sin ocultar la propia trayectoria, presentando con sinceridad aciertos y sin hurtar los errores cometidos que serán presentados como camino de mejora.
3. Construye identidad política atesorando centralidad, a fin de extender sus potenciales alianzas por las múltiples conexiones y coincidencias con otras opciones. Basta la trillada radicalidad por la vía de acumular retahílas de viejos conflictos frente a otras disyuntivas. Ha de renunciarse a desacreditar otras candidaturas, definiéndose por sí mismo y abandonando la dialéctica de oposición con antítesis a otras propuestas.
4. Interpreta el resultado de las urnas, aceptando el apoyo recibido por cada partido, sin medias verdades para negar ni atenuar la voz de la ciudadanía que se pronuncia con sus votos y con su participación previa, simultánea y ulterior a los comicios a través de fórmulas de participación.
5. Resalta los puntos de acuerdo con otras opciones políticas, que siempre respetará en sus matices porque cuentan con cierto respaldo social. Encuentra y favorece lo mejor de la sociedad, destacando los puntos fuertes y compartidos del arco político, sin desacreditar a quienes piensen de modo discrepante.
6. Comprende las perspectivas divergentes a la suya que coexisten en su entorno, entendiéndolas como un elemento de riqueza, pluralidad y de búsqueda conjunta de los objetivos comunes. Del análisis de tales disensiones, habrá de hallar sendas de superación progresiva o de avance convergente sobre los raíles basados en elementos de consenso.
7. Busca acuerdos estables, diferenciando entre pensamiento y acción política que requiere capacidad de gobernar desde mayorías lo más amplias posibles, pero respetando a las minorías de oposición. Para ello, suma voluntades de todo el espectro parlamentario en pro de objetivos comunes, que beneficien al conjunto de la sociedad.
8. La clase dirigente entiende su labor como servicio público, como una etapa personal delimitada en el tiempo, precedida y seguida de otras labores profesionales. En su responsabilidad social se aprecia la misión de representar a la comunidad, con una dedicación volcada en buscar el bien común, nunca el beneficio (ni siquiera el protagonismo) personal o grupal.
La nueva sociedad en red sugiere avances en los canales de e-democracia posible. El sistema político ha de acomodarse a las nuevas realidades de la comunicación contemporánea. Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy y, probablemente, Barak Obama supieron recoger las ventajas de enlazar mejor con su electorado a través de la radio, la televisión e Internet.
El mundo actual está intercomunicado y distribuido en red nodal y multicéntrica. Los partidos políticos han de superar sus estructuras centralizadas, piramidales y rígidas. Si no lo hacen, perderán gradualmente posiciones frente a alternativas más abiertas y participativas. La grandeza y visión de futuro de cada opción partidista se refleja con nitidez en su cultura organizativa interna. Necesitamos candidaturas tejidas y partidos en red, una nueva dimensión política adicional al previo Estado-Nación.
A ser demócrata se aprende en la escuela, en la familia, mucho antes de votar para un parlamento. Es una actitud suprema ante la vida, de respeto, de aprecio, de colaboración, y la clase política debiera ser el mejor referente de esa superioridad social y ética. Cuando esta forma de hacer una positiva Política 2.0 se extienda, el electorado sólo atenderá a quienes hayan demostrado que también son capaces de escuchar. Tags Technorati: | | | | .

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2008/polirica.DOC

Letreros innecesarios... o insuficientes

Desde el "Plan E" hemos visto el letrero de cada obra mucho antes que el inicio de la misma. Incluso ha habido casos, como el de la imagen adjunta, donde el coste del cartelón (1.800€) superaba a la inversión publicitada (973€). El texto "obra financiada por el Gobierno", parece transmitir que es la clase política dirigente de la institución quien subvenciona el proyecto. Sería más exacto apuntar que somos los contribuyentes quienes pagamos lo anunciado,... y a los propios políticos que han decidido tan aparatosa explicación. Porque es algo obvio que el dinero proveniente de los bolsillos de la ciudadanía es el que paga los bienes comunes, a través de los organismos públicos pertinentes.

Si la casta política quiere apuntarse méritos desde las diversas instancias (Municipios, Comunidades,...) podría encargar más chapas para ponérselos sobre la solapa de sus costosos trajes, sus coches oficiales, sus lujosos despachos,... donde también debería expresarse "pagado con el dinero de los contribuyentes". Incluso estos adhesivos deberían llevarse en la solapa tras dejar el cargo público (si conservan privilegios de ex-presidente,... o de ex-cargo de lo que sea) e incluso durante su jubilación de oro por haber sido parlamentarios, viceconsejeros de aquí o de allá,... con prerrogativas escandalosas a las que no han renunciado ni en vísperas de las próximas elecciones.

Así que se dejen de paneles superfluos, que renuncien a las prebendas autoconcedidas, y que no harten más al votante con estas actuaciones que sólo recuerdan que estamos gobernados - en demasiadas ocasiones - por personas muy propagandistas, malas gestoras, poco sutiles, nada austeras y sin una pizca del altruismo exigible para servir honestamente en política.
¿Dónde está la obra?
Una visión políRica (política lírica más propia de nuestra era) implica que ejercer un cargo político no signifique ninguna ventaja personal ni familiar. Para exigir y dar ejemplo en la administración del presupuesto logrado con los impuestos directos e indirectos que pagamos todos, incluidos los más desfavorecidos de la sociedad, es preciso renunciar a las "habituales prerrogativas" de la clase política.

El salario de cualquier puesto político debiern ser justo el anterior a ejercer la política (incluso con un tope máximo). No se debiera consolidar ningún complemento de por vida, activa o en el retiro. Debieran desaparecer toda forma de cesantía por concluir un mandato político. Los viajes en clase popular, como son los de quienes pagamos tales desplazamientos. La jubilación sin ventajas ni en adelanto, ni en suplemento alguno. Eso es servir en política, y no servirse de la política.
Letrero hinchado

Una metáfora, dos tiempos y tres cualidades de la política

Tras votar la ciudadanía debe seguir vigilante y exigente con su clase política.

Por razones familiares he vivido estas elecciones desde una Europa con mayor tradición democrática, en un idioma de gran historia cultural y desde una razonable distancia. Conversar y explicar nuestra realidad política a amigos extranjeros, y sobre todo escuchar sus apreciaciones, ha resultado sumamente clarificador. También el hecho de que, por primera vez he ejercido el derecho de voto por correo, hace unos días. Pude comprobar que es, a un tiempo y por extraño que parezca, engorroso y susceptible de manipulación. Espinoso porque exige ir por dos veces a Correos en persona, y problemático porque cuando llega la hora de votar no se requiere y no se asegura el secreto del voto, por lo que es posible –como se ha denunciado y verificado- que algún desaprensivo pueda exigir el voto por correo para controlar su destino. Esto debiera ser corregido, aunque no es el núcleo central de este artículo.

Concluidas las elecciones, y cuando todos los analistas y partidos se aprestan a usar la calculadora para explotar la aritmética del resultado, quizá lo más conveniente sea una reflexión cualitativa para la ciudadanía, haya o no ejercido su opción de acudir a las urnas. Todo ello con el fin de presionar y transmitir a nuestros representantes políticos lo que esperamos de ellos y lo que hemos de exigirles.

Una metáfora de la política. Las elecciones suelen ser vistas como competiciones deportivas, donde unos ganan y otros pierden. Es una desafortunada alegoría. Todos sentimos una relativa repulsión cuando la noche electoral todos los partidos proclaman que han ganado: ¿A quién? Porque todos percibimos que nadie nos ha ganado, hayamos o no depositado nuestra papeleta, y haya sido coincidente con más o menos de nuestros convecinos.

La política se percibe mejor como la construcción de una gran casa donde quepamos todos, donde toda la sociedad se sienta lo más confortablemente acomodada. Es cierto que cuando un municipio, una diputación, una autonomía, un estado o un continente deciden configurar un marco común de convivencia las visiones pueden ser diversas e, incluso, divergentes. Por ello, la política –que es el mejor sistema inventado para vivir en sociedad- se articula en dos etapas consecutivas y cíclicas.

Dos tiempos políticos. Para ir evolucionando y eligiendo lo mejor en cada momento histórico, las elecciones se suceden periódicamente cada cuatro o cinco años (siete en otros países). Y en cada legislatura pueden y deben diferenciarse dos fases: El período de campaña electoral y el curso de acción de gobierno. En el breve lapso previo a las votaciones conviene que las distintas opciones políticas diferencien y maticen sus mensajes alternativos para buscar y ampliar sus electorados. En estas semanas cabe exacerbar el contraste, rivalizar en las soluciones e incluso predicar la superioridad de algunas medidas en comparación con otras disyuntivas. Por desgracia, algunos políticos se confunden y permanentemente se mantienen en campaña electoral, sin ejercer su papel de gobierno o de oposición en las instituciones. Con ello, actúan en una labor de zapa que no permite el avance alcanzable bajo la batuta de quienes han sido elegidos para administrar durante un plazo.

Una vez que la ciudadanía ha hablado con su voto, incluida la abstención, el voto blanco o nulo, e incluso los resultados de partidos minoritarios, es tiempo de aplicarse al trabajo, con sistemas eficaces basados en las mayorías. Entonces es cuando se puede apreciar la bondad y la inteligencia de la clase política, cuyos mejores atributos deben manifestarse en tres ejes básicos.

Tres cualidades políticas. La misma noche electoral es un momento idóneo para advertir la calidad de los políticos, sobre una triple observación. Primero, la humildad. Alguien designado por sus conciudadanos ha de saber, aunque haya sido elegido por una mayoría abrumadora, que sólo es una designación temporal, por unos años, y que se debe no sólo a sus electores, sino al conjunto de la sociedad ante la que se ha presentado y a la que sirve con un grado mayor o menor de representación. Esta primera cualidad escasea sobremanera, y muchos de nuestros representantes políticos se creen ungidos por algo sobrenatural, o sólo por su aparato de partido, olvidando que son meros intérpretes circunstanciales de la voluntad popular.

Sin esta premisa de servidumbre en un dirigente político, es difícil cumplir debidamente con la necesaria segunda actitud: el respeto. Todo candidato electo debe, inexcusablemente, un máximo respeto a la sociedad ante la que se ha postulado, ante todo ese extenso cuerpo social, tanto ante quienes le han elegido, como ante quienes NO le han escogido por haber preferido a otras personas. Por tanto, todos los políticos democráticos deben ser respetuosos con sus adversarios políticos, porque son personas que también representan a porciones de sociedad, al igual que ellos mismos. Por ello, toda falta de respeto e incluso el habitual desprecio del oponente sólo desdice de la capacidad de representación. Tristemente, no hemos superado la época del insulto extemporáneo y de la descalificación del contrario, sin advertir que se está despreciando a los sectores sociales que han elegido a esas opciones políticas, con independencia del peso electoral relativo que alcancen.

La tercera y última aptitud política es la eficacia. Esta facultad se basa y fundamenta en las dos anteriores virtudes: la humildad y el respeto. La capacidad ejecutiva debe considerar permanentemente su respaldo temporal y la complejidad de una sociedad plural. Esta competencia debe leer el resultado global en su municipio o en su autonomía y avanzar de acuerdo con la mayor parte de la totalidad de los electores. Tampoco abunda entre nuestros políticos en este tiempo. Todavía hay quienes buscan ventajas partidistas, aún a riesgo de provocar grave división o fractura social.

Como síntesis final, y en aplicación de los resultados más próximos a nuestro entorno, podrían apuntarse algunas convenientes tendencias, que previsiblemente NO serán seguidas en ningún caso por la clase dirigente que sigue gobernando con fórmulas basadas en metáforas de competición, mezclando etapas electorales y con insuficientes cualidades políticas. En Getxo, donde PNV y PP han obtenido el mismo número de concejales (10) junto a 4 del PSOE y 1 de EB-Berdeak-Aralar, debiera gobernar un alcalde del partido más votado (PNV) en coalición paritaria y circunstancial con el PP, porque así lo ha querido el electorado de Getxo, nos guste más o menos a unos u otros. En Bilbao, con un reparto de 13 concejales del PNV, 9 PP, 9 PSOE y 2 de EB-Berdeak-Aralar, también lo más representativo sería un gobierno PNV-PP. En las Juntas Generales de Bizkaia, con 23 junteros de PNV, 14 del PSOE, 8 del PP, 4 de EB-B/A, 1 de EA y 1 de EAE.ANV, debiera presidirlo una coalición coyuntural PNV-PSOE también con amplia mayoría, y que respetase el reparto general del corpus electoral y de todas las sensibilidades representadas.

La clase política debería ser educada y educadora para toda la ciudadanía. Los políticos habrían de comprometerse a enseñarnos a convivir, con humildad del poder que se transitoriamente les otorgamos, con exquisito respeto para los demás representantes que lo son porque algunos de nosotros los hemos elegido, y con la eficacia que surge mejor de la suma de las mayorías del electorado. Si a algunos aspirantes a gobernantes les parece incómodo, no ajustado a sus expectativas o difícil de conseguir, que se retiran a las posiciones de meros electores para dejar paso a verdaderos estadistas que actúen en base a lo que las urnas fielmente han expresado.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/123pol.DOC

Susurros políticos

La clase política bien podría aprender de la infancia.

Cualquier docente de Educación Infantil sabe que, cuando un problema de afonía le aqueja, sus escolares se acomodan inmediatamente y le contestan con bisbiseos a la comunicación susurrada por la maestra. No hay aula menos bulliciosa que aquella en la que la profesora apenas puede hablar. Esta lección de la escuela podría ser aprendida por la clase política.

Algunos políticos han pervertido en gran medida su acción representativa, por un exceso de engreimiento que les hace soberbios e ineficaces. La administración pública es esencial para una sociedad moderna, y su ejercicio favorece y facilita la vida de toda la ciudadanía. Pero la acción de las instituciones y de los poderes públicos, la ejercen fundamental y básicamente sus funcionarios y sus empleados. El ministro de turno no paga las pensiones, sino que éstas son recaudadas entre los trabajadores cotizantes, canalizadas por funcionarios y reintegradas a la misma ciudadanía que las proveyó. El “servicio público” funciona porque miles de educadores, sanitarios, bomberos o barrenderos trabajan diligentemente día tras día, y no por un puñado de políticos que acaparan los informativos insultándose y discutiendo entre ellos.

Complacidos dirigentes se creen salvadores (si no salvapatrias, que es peor), cuando en muchas ocasiones su aportación real al bienestar general es mínima o incluso negativa. Una precisa medida de la “inutilidad política” es el protagonismo que se auto-concede un mandatario, o la medida de lo que vocifera. La política es el arte de convencer, de negociar, de dialogar. El foro de la política se llama, no casualmente, “Parlamento”. Un político que no sepa hablar, no vale para esta noble profesión. El preclaro Unamuno sentenció: “Los hombres gritan para no oírse. Eso de que por más chillar se tenga más razón, resulta, de hecho, una tontería”.

La legislatura que ahora termina ha sido una gritona algarabía desde la insolencia despectiva de la altanería. El peor aprendizaje para un nuevo siglo de la tolerancia. Un pésimo espectáculo brindado por unos malos políticos remedando a Rudyard Kipling, en su pesimista mensaje de “Todos somos islas, gritándonos mentiras unos a otros, a través de mares de incomprensión”.

Hay dos clases de personas: Las que tienen algo que decir y las que tienen que decir algo. En la política abunda la segunda categoría, la de hombres que no tienen nada importante que decir, pero lo dicen a voces. El saber y la razón hablan; sólo la ignorancia y el error gritan. Un proverbio irlandés, válido para la política, asegura que “los suspiros llegan más lejos que los aullidos”. Las acciones de los políticos anuncian más fielmente que los bramidos su gestión: ¿qué resultados en paro, en vivienda, en seguridad, en educación, en sanidad, en solidaridad o en democracia?

Las exclamaciones deben quedar reservadas a ¡eureka, eureka!, o a ¡tierra!, propias de los descubrimiento. Señores políticos: Aprendan a hacer política sin berrear. Basta de gritos de ¡fuego!, ¡al ladrón! o ¡que viene el lobo!, para obligar al pueblo a la única opción de proferir "amén". Queremos una política inteligente, conducida desde el sosiego y el pacto, como una susurrante brisa sutil y gentil que actúe para bien… no de ustedes, sino de la comunidad.

Matemática política


Aplicando la Lógica Matemática a la Política para ofrecer una mejorada descripción de nuestra sociedad.

Antecedentes: Habitualmente, en política se hacen muchas “cuentas de la vieja”, y lo que es aún peor, demasiadas “cuentas de la lechera”. Los partidos se ven a sí mismos, y a sus propios electorados, más como “rebaños” que como “fuerzas”. Y claro, los rebaños sólo pueden “contarse” aritméticamente, mientras que las fuerzas pueden “componerse” geométricamente.

La Ciencia inventó los vectores y los tensores, cuando los números no fueron suficientes para interpretar los fenómenos naturales. Los números sólo expresan cantidades escalares, mientras que los vectores incluyen cuantía (módulo), dirección y sentido. Los tensores o matrices son vectores multidimensionales, de mayor complejidad, de necesidad obligada en Física, Economía,… o Política. Como ejemplo de metáfora del progreso de la Historia con validez en la política pragmática, señalemos que los vectores explican cómo un montañero corona una montaña por pendientes accesibles o cómo un velero puede avanzar en zigzag contra el viento.

La política sigue en la prehistoria matemática, cuando se contaba con los dedos o se creía en la numerología. Exceptuando la Estadística, manejada por asesores externos para la azarosa predicción de resultados electorales, y una Tabla de Cálculo para la Ley d’Hont, sólo se utiliza la Aritmética más simple en la política. Ya en el siglo VI A.C., el filósofo griego Pitágoras sugirió que "la naturaleza geometriza", por lo que convendría en política manejar, al menos, vectores y no sólo números.

Si en países bipartidistas, o cuasibipartidistas, la mera aritmética numérica es insuficiente en el análisis político, aún lo es aún más en casos como la política vasca, donde los partidos significativos son más de siete. Así se producen en el Parlamento Vasco los frecuentes bloqueos numéricos de “empate infinito” o el “repita usted 33”,... mientras se cuentan y descuentan los escaños. Simple “teoría de conjuntos” y subconjuntos disjuntos. Aquello de si tengo 29 pero me quitan 7, más 3 y 1 que negocio, 7 que me suman temporalmente, menos 19 y 14 regalados, con 9 que no juegan a nada, me dan… ¡CERO PATATERO!

Porque a base de manejar sólo números, los políticos han llegado a poder ser clasificados como los tipos de números. Existen números y políticos naturales, nulos, negativos, enteros, racionales, irracionales, reales, imaginarios, trascendentes, complejos,… Incluso abundan hasta el infinito los números y los políticos primos, abundantes, amigos, defectivos o deficientes, perfectos, sociables, pares e impares, infinitos o transfinitos, superreales, hiperreales, subrreales,…

Mantenemos la vaga esperanza de que esta infrecuente asociación entre Matemáticas y Política nos sugieran a todos algunas reflexiones sobre las posibles combinatorias de los partidos políticos. Queremos que la “clase política” con sus quebraderos y quebrados “solucionen nuestros problemas” con nuevas fórmulas de adicionar, componer o reunir alianzas. De ahí que convenga observar bien con quién se complementa cada cual y, sobre todo, con quién se multiplica.

Conclusión: Se recomiendan clases adicionales de Matemáticas de la ESO para los políticos, a fin de que progresen desde las “sumas numéricas” hasta las “composiciones vectoriales” (véase la imagen adjuntada). Q.E.D., el viejo epílogo matemático ‘como se quería demostrar’ (Quad Est Demonstrandum).

Versión final: mikel.agirregabiria.net/2005/mate.htm

Salario justo del político: El anterior con un tope

El sistema de retribución en los cargos públicos ha creado una artificial "clase política", con multitud de efectos negativos para una democracia real. En primer lugar, se aspira a ejercer la política por razones espurias como el enriquecimiento personal y los privilegios derivados de ocupar un puesto que debiera ser de servicio a la comunidad. En segundo lugar, y sin agotar los males inducidos, los partidos se financian (para crear aparatos y liberados que resultan obstaculizantes de la democracia interna) con un porcentaje que detraen de sus políticos con sueldos superiores a lo que se merecen.

Para regenerar la política y cribar a quienes se dedican a ello por motivos crematísticos, el salario justo de quienes ocupen cargos de designación debiera ser exactamente el promedio que mantuvieron en los años previos fuera de la política. Se haría un cálculo de lo ganado (¡y declarado ante el fisco!) en los últimos cinco o diez años anteriores a la toma de posesión, corregido el IPC, y sólo esa sería su retribución durante su período político, como los liberados sindicales. En el caso de personas muy ricas, se limitaría a un tope algo superior al de los funcionarios del máximo nivel de la administración en cuestión. A quienes trabajaban por cuenta ajena les seguiría pagando su empresa de origen, a la que se le compensaría para contratar una sustitución.

La política debe ser una vocación de servicio, y no un camino de lucro personal de quienes no encuentran otra vía. Así nadie olvidaría la clase social de la que procede y a la que debiera volver pasada una etapa coyuntural en la política. Con este sistema se evitaría la anomalía social de personas que sólo se han dedicado a la política en toda su vida adulta, dado que cobrarían el equivalente a alguna beca previa.... Nuestros parlamentos se llenarían de abogados, profesores, electricistas, obreros, parados,... y no de una élite que reniega de su pasado, sabiendo que el paso por la política les eleva a una categoría superior de por vida con ventajas incluso durante su jubilación.



Quizá todo esto no deje de ser otra receta políRica, como la de políticos sin privilegios, pero ahí queda.
[Escrito de un tirón, y se nota, en la madrugada de hoy, entre las 5:00 y las 6:00]

Política desde la Escuela

La escuela y la política coinciden en su objetivo primordial: Ambas deben crear y formar ciudadanos.

Con frecuencia se escuchan quejas de que la mayoría de nuestra juventud es crecientemente apolítica y que, en ocasiones, su comportamiento social se manifiesta inmaduro e irresponsable. Lamentablemente vemos actitudes y conductas deleznables por parte de algunos jóvenes, lo que puede llevar a suponer un fracaso educativo en valores de convivencia, que evidenciaría una escasa preparación para mejorar la democracia y la participación en nuestra sociedad futura.

Sin entrar en el debate polémico sobre la oportunidad de una asignatura obligatoria como la prevista “Educación para la Ciudadanía”, cabe sugerir metodologías probadas que, más eficazmente que por contenidos, trasmitan mediante el ejemplo y la vivencia en qué consiste la política. Como los adultos aprendemos en la comunidad de vecinos a elegir al presidente por un año, desde edades tempranas de la enseñanza primaria puede procederse a la elección de representantes dentro de cada clase.

Atribuyéndose funciones propias de cada edad, como el cuidado del aula o la delegación en foros superiores como el Consejo Escolar, los escolares aprenden y viven las bases de la democracia. La persona designada lo es sólo temporalmente, sólo para encarnar el sentir de la clase y su labor no es de mando, sino de servicio al colectivo que representa.

Deberíamos reconocer y revalorizar la figura del Delegado de grupo, y de los representantes del alumnado en los OMR (Órganos Máximos de Representación escolar). Para ello, dignifiquemos al máximo el proceso y los resultados de las votaciones internas por grupo y por centro de sus respectivos delegados. Para ello, se podría definir una campaña de presentación de candidaturas y un modelo de campaña electoral como inicio a la participación democrática.

Nos interesa a todos que nuestra escuela sea un aprendizaje efectivo de la vida, que incluye una componente política. Además sabemos que no se puede estudiar separadamente ética y política, a menos que se pretenda no llegar a comprender nunca ni una, ni otra.

La política, como los idiomas o la música, conviene empezar a practicarla en edad temprana, aunque sin confundir la familia o la escuela como organizaciones entre iguales. Los padres y los hijos, los profesores y los alumnos, no tienen las mismas responsabilidades. Pero los alumnos entre sí, sí son iguales y nadie puede imponer su criterio a otros.

Elegir a los delegados de clase es una excelente primera lección de democracia. No olvidemos que la política es la historia que se está haciendo (o deshaciendo), y los menores al acudir a clase y elegir a quienes les representen también están escribiendo su futuro, que es el de todos nosotros.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/politicaescuela.DOC

El discurso de Clint Eastwood

Discurso traducido al español tras el inevitable anuncio.

Se puede discrepar (nosotros lo hacemos en gran parte de lo expuesto), pero hay que reconocer que el actor y director de cine Clint Eastwood en la convención de Tampa de hoy, ante una silla vacía y el candidato republicano nos ha recordado algunas de las grandes verdades de la democracia:

"El país es nuestro (de la ciudadanía), los políticos son nuestros empleados y si no cumplen con su trabajo, hay que despedirlos".
La clase política nos ha de servir, nos ha de dar cuenta del cumplimiento del mandato que les hicimos cuando los elegimos, y somos el pueblo es soberano. Desde el rey al presidente, pasando por todos los cargos electos, todos son meros sirvientes del mandato popular y deben cumplir exacta y puntualmente con lo encomendado. Y, cuando no lo hagan, deben desaparecer para siempre de los cargos públicos, siendo sustituidos por caras nuevas, dado que seguirá habiendo muchos ciudadanos y ciudadanas que lo pueden hacer mejor.

Quizá estas licencias, las de decir en alto exactamente lo que se piensa y se comparte en privado, es algo reservado a los genios, los ancianos, los famosos, los locos o los niños (o los bloggers de políRica ;-). Clint Eastwood es suficientemente independiente para opinar como mejor le parece (y sin duda se advierte que como más le conviene a un multimillonario como él).

En Estados Unidos hay cosas que van bien y otras no tanto, como en Europa, pero aún se pueden escuchar críticas abiertas a la clase política (y no sólo desde la perspectiva más neoliberal). Tampoco es nuevo que el mundo del cine intervenga en las campañas electorales (desde los diferentes ángulos).

Lo envidiable es que los distintos sectores sociales (cultura, educación, sanidad, economía,...) apelen y argumenten sobre política ante quienes votarán con argumentos adicionales a los contados eslóganes que se predicarán insistente y reiteradamente desde la partitocracia galopante, reduciendo el discurso de la alta política. Todo ello, aprovechando el analfabetismo político del pueblo, al que se distrae con deportes, informaciones irrelevantes de chismes y polítiqueos de bajo nivel.

Reflexionando ante unas elecciones diferentes

Día de Reflexión: 21M2011
Hoy es el día de la . Ahora mismo, los temas del momento en Twitter son #reflexion, #elfindelmundo y #perosasol. Esta última semana, desde el , los virales han sido , , , , , , ,, #globalcamp, , , , , , , #sinpartidos, #sinbanderas,... y webs frescas como democraciarealya.es, tomalaplaza.net, spanishrevolution.es, yeswecamp.org, juventudsinfuturo.net, nolesvotes.com,... Creemos que unas elecciones cercanas, municipales o forales, pueden actuar como regeneradoras de la vieja política.

Desde HAMAR y desde GetxoBlog hemos analizado en la medida de nuestros escasos recursos la campaña de algunos de quienes se presentan el 22M a estas elecciones municipales y forales. Ahora, a título personal, queremos dejar un simple testimonio de cómo hemos vivido y en qué hemos cambiado por los acontecimientos externos.

En primer lugar, y antes de desatarse el , por nuestra parte ya habíamos decidido no acudir a actos monopartidistas por ser monocolores, monotemáticos y, en definitiva, una sucesión de monólogos monótonos. Nunca más, ni de paso, permaneceremos ante eventos de un solo partido, con sólo sus partidarios y afines, únicamente congregados a fin de demostrar que son muchos ante los caducos medios de comunicación de masas. Resultan demasiado polépicos (de política épica) por su semejanza con situaciones militares, como mostrar la fuerza de un "ejército propio", sin el menor ánimo de entablar un diálogo con otras "formaciones", ni siquiera de atraer a interesados indecisos. Como dijimos en Twitter: "Para estas campañas electorales tan inútiles, ¿por qué no las reducimos a un día y damos dos semanas de reflexión?".

Algún partido podría innovar con convocatorias donde se invite a otros partidos para conversar en un tono abierto, dando la palabra a la audiencia. O congregar para algo útil, algo festivo donde se pueda cuestionar, debatir o aportar algunas propuestas con los candidatos, y mejor si se puede contrastar entre diferentes opciones partidistas para valorar su diferente escucha y receptividad. También interesaría entrevistas con unos analistas plurales, amables pero críticos, no limitados por los intereses de los medios que representan.

Las campañas decimonónicas como la que hemos vivido son insufribles, tratando de "vender" siglas con sistemas antidiluvianos y agresivos como los coches con megafonía, un modo de publicidad grosero prohibido en Europa y que a algunos nos recuerda a los "afiladores ambulantes", aunque era más agradable la música de sus silbatos o chiflos. Por no citar a blogosferas haciendo de altavoces, aunque esto parece haberse superado... a costa de acallarlas por miedo a no controlarlas en todas sus dimensiones. El efecto Obama está olvidado, y seguimos esperando a Godot...

Ya es imprescindible reconocer la validez de las blogosferas propias,... y atender a la blogosfera general que tiene mucho que decir y lo hace vía Twitter con micromensajes y vía blogs exigiendo el paso de una democracia representativa (mal entendida y a la que apenas se le permite opinar una vez cada cuatro o cinco años) a una democracia más participativa que siempre es consultada.

El momento que vivimos requiere nuevas formas de hacer política. Los graves problemas económicos, sociales, culturales,... que acucian a nuestra sociedad no podrán ser solventados con la vieja forma de hacer política. Hace años sugerimos que necesitábamos mutar de la imperante y obsoleta política épica (polépica) hacia una política lírica (políRica) propia de un siglo XXI donde la red de redes permite el empoderamiento de la ciudadanía sin intermediarios olvidadizos.

Corren malos tiempos para la (po)líRica, pero la juventud, la esperanza de toda sociedad, parece despertar tras haberse comida la manzana envenenada del bienestar que parecía creciente y sin costes. Nosotros también nos sumamos a la , esa que está descolocando a la clase política que no quiere renunciar a sus privilegios.

Mañana HAY QUE VOTAR, algo, no en blanco ni en nulo que premia la concentración de poder que genera más prepotencia de la casta política. Quienes creemos en la políRica somos plurales y tenemos preferencias diversas, pero una exigencia común también. O las cúpulas se desintegran, se abre el debate interno... y externo, o no acompañaremos a partidos hasta el fin de su historia por la negativa a evolucionar de quienes detentan la dirección de modo no participativo.

Una perspectiva políRica no teme, sino que mantiene una preferencia por realidades sociales complejas, sin duopolios ni oligopolios partitocráticos, más aún sin pensamos con mentalidad blogger (¿alguien se imagina un mundo tecnológico sólo con IBM y Hewlett-Packard? como hace 40 años). Necesitamos un modo Google de hacer políRica. Las partidos llamados a crecer son aquellos que saben agrupar a otros en escenarios multipartidistas, pero no gobernando como compartimentos estancos a modo de feudos adyacentes donde se actúa sin control ajeno.

Los partidos políticos se juegan su última oportunidad. Ante una demanda de no hemos visto ni un solo dirigente que haya analizado este fenómeno con un rigor mínimo. Más bien ha habido quienes aún se han desacreditado más arrimando el ascua a su sardina, sin entender nada de lo está pasando y que ya no se contiene. Los políticos no lo entienden, pero sí gentes sabias indignadas como José Luis Sampedro (cuyo vídeo antecede a estas líneas) y otros como Stéphane Hessel (con el vídeo final anexado con una entrevista).


Aportar para el futuro

La carta de despedida de Josu Jon Imaz es una lección política, que podría ser suscrita en sus aspectos no específicos por quienes, desde cualquier partido, se dedican a la función de servir a sus conciudadanos.

Hay momentos en la vida en los que las personas debemos enfrentarnos a decisiones complejas. Dar importancia a los proyectos en los que creemos o apostar por vincular esos proyectos a nuestra propia participación en los mismos... Volveré a la actividad profesional después de… años de compromiso intenso con aquellas funciones que… me han encomendado…

Siempre he creído en la política como servicio a la sociedad. He recibido mucho de esta sociedad desde niño, y he entendido la actividad política como compromiso personal con ella y sus ciudadanos. Como forma de devolver, aún a costa de más de un sacrificio, lo mucho que este país me ha dado. Por eso, siempre he defendido la política como un camino de entrada y salida. Finalizado este servicio, lo normal es que salgamos sin perpetuarnos en la actividad política. Ello sirve para mantener viva la conexión entre clase política y sociedad civil, tan necesaria en los tiempos que vivimos.

He trabajado en la medida de mis posibilidades por un país en paz, en la que la violencia, la amenaza y la extorsión sean para siempre desterradas desde el firme compromiso con los valores de la persona como clave de bóveda para construir la sociedad... Y me siento muy orgulloso de haber mamado desde joven estos valores a través de mi militancia en el Partido...

Creo en una… en la que los diferentes sentimientos de pertenencia de quienes componemos la sociedad… convivamos compartiendo un proyecto de país, cuyo futuro construyamos entre todos. Creo en una… en la que la voluntad democrática de sus ciudadanos sea la base de la mutua convivencia y en la que los acuerdos amplios entre diferentes sirvan para hacer frente a los retos de futuro. Un país pensando en nuestras hijas e hijos, en el que encuentren las mejores oportunidades para desarrollarse como personas en su integridad. Trabajo por una… en la que nuestra identidad… se construya en base a valores en un mundo cada vez más abierto y complejo, en el que el amor a lo propio no nos lleve a construir el futuro contra nadie. Como ese árbol al que equiparaba su obra el universal escultor Eduardo Chillida, enraizado en tierra… pero con sus ramas y hojas abiertas al mundo

Me siento orgulloso de haber tenido esta responsabilidad en un Partido... Pero este patrimonio no es nuestro. Nos toca gestionarlo. La pluralidad de discursos, la división y la tensión que en algunos momentos ha trasladado mi partido a la ciudadanía, contribuyen a debilitar nuestro proyecto, a confundir a la sociedad… y a perjudicar la capacidad de este partido para articular en torno a él a las mayorías sociales… necesarias para construir el modelo de país que queremos.

Hoy, el esfuerzo por conseguir la unión en el seno del partido nos obliga a todos. A mí también… Siempre he creído que en la vida no debe esperarse a lo que hagan los demás. Uno mismo debe dar los pasos que estima necesarios. Por ello, mi decisión de no ser candidato responde a una contribución que facilite un proceso interno que cohesione y una a nuestra opción política… Por tanto, sin pretender patrimonializar ningún activo que sólo nos corresponde en el porcentaje de voto que tenemos, entiendo que por encima de actitudes cortoplacistas, el riesgo de división en el Partido… añadiría dosis de inestabilidad y radicalidad a la política…

…El mundo está cambiando aceleradamente y, al igual que otras generaciones han hecho un esfuerzo ímprobo por modernizar y actualizar nuestro proyecto, también nuestra generación debe llevarlo a cabo. Conceptos como estado-nación, soberanía o independencia adquieren hoy tintes necesariamente diferentes de lo que en el pasado representaban. Las fronteras se debilitan e incluso desaparecen en nuestro entorno, y desde un partido democrático tenemos que ser pioneros en las reflexiones de actualización de nuestro bagaje fundacional, de un partido que nace para preservar un pueblo que perdía su identidad y su régimen de libertades histórico. Pero un partido no puede llevar adelante una modernización necesaria en un contexto de competición por el discurso. La reflexión serena exige liderazgos no cuestionados y partidos unidos y sólidos.

Quiero terminar mostrando mi plena confianza en las personas que componemos el Partido…, así como en la propia sociedad... En la capacidad de avanzar con éxito a través de los retos presentes y futuros, así como la convicción de que mi decisión será un pequeño grano de arena en este camino. Agradezco de todo corazón el apoyo de los que tanto desde el seno del partido como del conjunto de la sociedad me han ayudado en mi labor. Y también, sinceramente, a los que desde la crítica interna o externa, han contribuido a hacer más contrastadas y reflexivas cada una de mis decisiones. La cohesión del partido saldrá fortalecida. Y creo honradamente que es un capital para el conjunto de la sociedad... Incluso para muchos que no comparten nuestras ideas y proyectos.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/jjimaz.DOC

Re-solución vasca

Al final todos hemos entendido que primero es la paz y después la política. Sólo falta que también deduzcamos que el interés partidista viene detrás de la convivencia democrática en una sociedad plural.

Batasuna se enorgullece de que cuando ellos lo entendieron (el 14 de noviembre de 2004 en Anoeta y proclamaron su compromiso de usar vías "exclusivamente políticas y democráticas"), lo entendieron todos. Aunque no es mérito alguno ser el último de la clase (política) en comprender el problema, sí es motivo de satisfacción para todos y un hito histórico que, al final, la esencia de la cuestión sea indiscutible.

ETA sobraba y estorbaba, como decíamos casi todos antes y ahora absolutamente todos. ETA desperdició, una vez más, la penúltima tregua que ofreció en septiembre de 1998, poco después de aquel viernes santo (10-4-98), fecha en la que pudo sincronizar con el IRA el cese definitivo de la violencia política en Europa.

11 +11 =22. Después vendrían los trágicos 11-S de 2001 y el 11-M de 2004, que resaltaban hasta el infinito la aberración ética y política de la violencia, incluso ante las conciencias más aletargadas o ideologizadas. Aquello, de impacto en el panorama internacional, provocó este feliz 22-M de 2006, cuando se comunicó el alto el fuego permanente.

El fin del latrocinio. Se ponía final a un insufrible robo de vidas humanas, de familias rotas, de personas mutiladas, y de daños personales irreparables. Pero el rapto había sido inconmensurable en otros aspectos también decisivos: la violencia nos había hurtado una inmensidad de recursos humanos y materiales, de tiempo de reflexión, de espacios de debate, de incalculables frutos de una convivencia abierta y dialogante que no disfrutamos.

De la regresión hacia el progreso. Ahora se abre una etapa acelerada de reconversión de enfrentamientos en sinergias, y de escoltas en educadores. Confiamos que nuestros hijos puedan olvidar y que todos vivamos una fase de relanzamiento de una sociedad puntera que cierra una profunda herida, y que pone a la política en su lugar propio, pero no en el centro de toda nuestra existencia como ciudadanos.

De la alta política a la gestión política. Queremos que se traten y resuelvan, con políticas sectoriales, nuestros problemas cercanos y que nos afectan a todos (educación, sanidad, pensiones, vivienda, economía,…), y de ahí se derivará la necesidad de revisar periódicamente los marcos políticos o administrativos.

Participación política por las urnas. Estamos hartos de tanta manifestación histórica… cada semana. Las manifestaciones que queden para las grandes ocasiones. Nos sobran muchos de esos compulsivos convocadores de desfiles callejeros cada sábado. Nos reservamos el voto, que es lo que cuenta, para el intenso calendario electoral que se avecina en 2007-2008-2009, y para alguna consulta popular final bien pergeñada.

Panorama partidista simplificado. El cóctel político vasco se va remansando, y se encaminan mejor aquellas formaciones que buscan el voto sereno, en las convocatorias electorales previstas o en una consulta popular final prevista para un nuevo Estatuto o Estatus político. Probablemente se reordenará el escenario de partidos, desapareciendo rarezas coyunturales (como EHAK) y la desproporcionada representación de algunos partidos testimoniales (como EA, EB o Aralar).

La definitiva solución del problema vasco está cada día más cerca… porque es firme, unánime e imparable nuestra resolución de buscarla, acordarla y construirla sobre cimientos de paz.
Versión .DOC para imprimir
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/resolucion.htm

Crónica de un encuentro entre políticos y periodistas

Ha sido una tarde calurosa en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Sarriko (Bilbao). Tras la comida de hermandad, nos hemos encontrado varios bloggers habituales como Iñaki Murua, Josu Garro, Raimundo Rubio, Mikel Agirregabiria, Juan Karlos Pérez, Alvaro (Bori), además de Estefanía Jiménez e Iker Merodio que actuaban de anfitriones desde la mañana. Tras saludar a nuestro viejo amigo Alfonso Unceta, con quien hemos departido sobre temas eternos (educación), ha comenzado la reunión en un ambiente de cercanía entre ponentes y audiencia, a lo que ha contribuido la audiencia escasa pero selecta y joven (con excepciones como quien suscribe).
Andoni Ortuzar (EAJ-PNV) ha disertado desde su extensa e intensa experiencia como periodista y como político sobre cómo organiza una campaña electoral. Es el único ponente que ha utilizado algún apoyo a su exposición verbal como ha sido una presentación sintética con unas pocas diapositivas. Comparativamente ha sido el ponente que más se ha centrado y desmenuzado en todos los aspectos de prensa y del área audiovisual (radio y televisión), pero apenas ha citado el efecto diferencial de los nuevos media (Internet). Esta primera exposición ha sido una lección magistral de cómo son (o quizá, de cómo han sido) las campañas electorales... hasta la fecha.
Laura Garrido (PP) ha sido la única en emplear ambas lenguas oficiales, con una primera parte en euskara (45"). Ha reconocido, y en ello han coincidido los tres, la mutua dependencia y necesidad de entendimiento entre periodistas y políticos. Aceptando la simpatía de cada medio o empresa con alguna de las opciones políticas, ha señalado que ello también comporta la tentación de condicionar o interferir en las decisiones de dicha formación, manifestando que han de ser los partidos quienes hagan política. Ha resaltado el valor de la "imagen" sobre el mensaje, por lo que para empatizar con la ciudadanía se emplea tanto lo no verbal y lo paraverbal más que lo meramente verbal. Ha sospechado la intencionalidad real de las encuestas en períodos electorales, más dirigidas a influir que a informar al electorado.
Denis Itxaso (PSE) ha sido el más breve, probablemente por el orden de intervención. Ha compartido "casi" todo lo expresado por quienes le han precedido en el análisis de la interrelación entre política y la prensa. Ha situado la política como un área más en medio de otros ámbitos (otras noticias, publicidad,...) que tratan de atraer la atención mediática. Ha defendido las oportunidades (participación, interacción,...) que ofrece el ciberespacio... debidamente utilizado, no únicamente como un canal más de repetir mensajes simplificados. Ha reseñado que en la comunicación política hay que mover también "emociones" y demostrado una mayor soltura que sus interlocutores en las posibilidades de la web 2.0 para tal fin.
El debate ha comenzado con una pregunta de Raimundo (ver arriba), seguida de varias más (ver abajo).
Al final de este vídeo (aunque no se ha grabado la aportación) hemos sugerido a los representantes de nuestros partidos más votados que apuesten por la políRica como estrategia segura para ganar,... quizá no como partidarios de una opción, sino como conciudadanos de un mundo más solidario y bien avenido. El debate ha concluido con este vídeo inferior.
Lo mejor de la mesa redonda ha sido el tono no sólo cortés y educado entre los ponentes, sino una cierta complicidad de compartir (desde colores, territorios históricos y niveles distintos) las mismas tareas en sus diferentes partidos. Los tres ponentes han estado totalmente distendidos y casi a gusto compartiendo sus saberes en la materia, y también en el turno de preguntas desde el público. Se ha podido apreciar dosis inhabituales de sinceridad (canutazos, coleguismo entre periodistas y políticos,...), e incluso de reconocimiento de algunos aciertos... ajenos y casi algunos errores propios. Han apartado, los tres, el monotema (la violencia) simplificador y atenazante de la política vasca, acercándonos a una sociedad más democrática y normalizada.
Parece que la políRica puede asomar y desplegarse cuando se debate en petit comité, entre interlocutores de opinión decidida y no hay búsqueda ni apremiante ni premiosa de votos. En síntesis, se han impartido algunos muy valiosos consejos sobre cómo se gestionan las delicadas relaciones entre política y prensa, cuáles son las tendencias de futuro y qué cabe esperar en próximas elecciones. Por último, la mesa política ha pedido a los medios de comunicación que sean honestos (aunque los seres humanos siempre sean subjetivos) y que no mezclen información con opinión.
En días como hoy, cuando muestran todas sus facetas humanas, podemos sentirnos orgullosos de nuestra clase política. Andoni, Laura y Denis nos han reconciliado con la "imagen" que habitualmente parece que recibimos de nuestros dirigentes. Creemos, con sinceridad, que los políticos son realmente como hoy se han presentado y les hemos visto. Personas amenas, apasionadas, que se entienden entre sí y que coinciden en la mayoría de los temas, que saben construir juntos entre sí... y con el electorado (nosotros), a quien escuchan y de quien aprenden, en un proceso creciente de entendimiento y de mejora de la convivencia desde el respeto y mediante la aportación de todos. Documentos audiovisuales de la Mesa Final. Presentación a cargo de Igor Filibi. Intervenciones iniciales de Andoni Ortuzar (26'), Laura Garrido (27') y Denis Itxaso (15' de quien ha sustituido a Gemma Zabaleta). Fotos y vídeos casi íntegros del encuentro de la tarde ( presentación, Ortuzar, Garrido, Itxaso, preguntas del público , y ). Foto superior: Laura Garrido, Andoni Ortuzar, Denis Itxaso y Alfonso Unceta. Otras crónicas de: Otxolua-Josu (fotos en su galería), Raimundo,...

¿Podremos cambiar la política con "Podemos"? #EsAhora31E

Hoy, ahora, es 31 de enero de 2015, #EsAhora31E. La red, desde hace horas, y los medios de comunicación están vertiendo muchas opiniones, diversas y encontradas, sobre esta marcha hacia la "Tuerca de Sol". Quizá, es aventurado decir que será una fecha histórica, un hito a estudiar esta marcha del cambio (vídeo en streaming) en los libros de texto, como apuntan desde Podemos.

En todo caso, a cualquier observador político (y por ello, activista de la más noble pasión de servir a los demás), este día suscita cuestiones (retóricas o no) que brotan a borbotones: 
  • ¿Parece que todavía hay opciones políticas que entusiasman a muchas personas que ya habían perdido toda esperanza en la política? ¿No es algo a estudiar por todos los partidos políticos?
  • ¿Queda espacio para la política en este mundo regido por la economía? ¿Qué pasa y lo aceptamos como inevitable cuando hasta el Papa Francisco arremete contra el absolutismo de los mercados?
  • ¿A alguien no le conmueve ver a representantes de otras profesiones y de otras edades (ver abajo a la investigadora en el minuto 1:31:50) hablar en un mitín político, y no siempre a los mismos personajes que parece que sólo han estado y desde siempre en la política?
  • ¿No sugiere la web de podemos.info a repensar muchos aspectos esenciales del modo de hacer política, pidiendo financiación... a la "gente como tú", mientras está cayendo tanta trama de corrupción? ¿No sorprende ver en abierto las candidaturas, persona a persona, de la CAPV por ejemplo, o de cualquier lugar?
  • Puede que sea populismo, pero ¿no era hora de ventilar verdades que siempre lo fueron, pero que no lo contaban la mayoría de la clase política, como quién recuperó la democracia en los '70?
  • ¿Los círculos desplegados por todo el mundo, con aplicaciones de participación y de decisión, que siguen atrayendo a quienes quieren hablar de política, venciendo el desencanto y la rendición ante lo que no es inevitable? ¿No es algo a estudiar por todos los partidos políticos?
El máximo impacto de este fenómeno Podemos, y sin duda un agente político de primer orden desde las europeas, sería que los partidos políticos no ignorasen estas nuevas realidades,... ¿Será mucho esperar? 
No es la primera vez que hablamos de "Podemos",....

Entre la política representativa y la participativa...

Primera Tertulia "La Grúa Carola"
Hoy, jueves 30 de julio de 2011 a la misma hora, 19:30, estamos invitados a disfrutar de la política en su doble formato: El más convencional de un debate con políticos profesionales en una tertulia de La Grúa Carola en Bilbao o en una asamblea del #15m en Getxo.

Es una curiosa coincidencia que plantea un dilema de actualidad: Política representativa, con cargos electos, o política participativa con convecinos y convecinas interesados en mejorar las fórmulas al uso para la gestión de lo público. A quienes nos apasiona la política como servicio a los demás, disfrutamos con la experiencia (y los vicios, en ocasiones) de los políticos de siempre, y nos sublima el acercamiento intergeneracional y la pluralidad de las asambleas abiertas, donde todas y todos ejercen el derecho a hablar y ser escuchados.

Ambos encuentros serán muy interesantes, aunque ambos están muy condicionados por planteamientos previos. Los políticos al uso suelen recurrir a lo "políticamente correcto" para decir lo que creen se espera que digan, ajustándose tanto al guión que resultan demasiado predecibles. Por otra parte, el modelo asambleario -aunque esté bien conducido- suele derivar hacia propuestas poco concretas y a una sucesión de monólogos de la que se infieren pocas conclusiones.

En todo caso, es muy grato el advenimiento de un nuevo tiempo donde la clase política acepta reuniones informales y deben acudir con espíritu abierto y de escucha, así como la eclosión de ágoras de diálogo ciudadano sobre temas acuciantes para la gente que se ve empoderada por la visibilidad derivada del poder de la red de tantas y tantas asambleas interconectadas en casi todos los barrios y municipios. Lo ideal sería acercar ambos debates, y que acudiesen alcaldes y concejales a las asambleas, y que los colectivos del #15m se hiciesen presentes en en los plenos municipales.

La elección no es fácil, y resulta incompatible acabar pronto en Getxo para acudir a Bilbao. Así apenas apreciaríamos ninguno de los foros. ¿Qué hacer? ¿Dadnos vuestra opinión? ¿Qué haríais en este caso? Con todo, quizá otros gratificantes deberes familiares, aprender de nuestro nieto, nos ayuden a tomar la mejor decisión final.
III Asamblea #15M en Getxo
Posts previos sobre ambas opciones, en sus últimas reuniones:
1ª Tertulia "La Grúa Carola"; III Asamblea #15M en Getxo.
Fotos anexadas de las citas previas en Bilbao y Getxo.

[Actualización al de dos horas de su primera publicación: Las primeras contribuciones de este post, publicado hace apenas unos minutos, han sido nuevas inscripciones a la Tertulia de La Grúa Carola, con gente muy cualificada como Alfredo Retortillo, Mikel Ortiz de Etxebarria (Eztabai),... Esperamos que también nutra adicionalmente a la Asamblea en Plaza de la Estación en Las Arenas (Getxo, mapa), también conocida popularmente como la Plaza del Ajedrez.

Fuente: Irekia - Gobierno Vasco.

Actualización en la madrugada del día siguiente: Finalmente hemos estado jugando, aprendiendo y criando al futuro en forma de nieto maravilloso, en un universo 3.0 muy superior a otras formas de la realidad,... Leeremos las crónicas, y veremos el vídeo grabado por Irekia (adjuntado sobre estas líneas).]