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XXIII Día del SEAT 600 en Euskadi

Sábado 3 de Junio- GERNIKA
16,00 h. Inscripción y recepción de participantes en Pasealeku (Pza. de las Antiguas Escuelas Públicas, uno de los pocos edificios que sobrevivió al bombardeo de 1.937).
18,00 h. Visita guiada a La Casa de Juntas (Sede del máximo órgano institucional de Bizkaia, la Casa de Juntas de Gernika se levanta junto al mítico Árbol, . Este roble es el símbolo más universal de todos los vascos y  punto de encuentro de los junteros del Señorío de Bizkaia desde la Edad Media. Acoge importantes actos, como la toma de posesión y el juramento del Lehendakari).
Durante la tarde se podrá visitar el Parque de los Pueblos de Europa con las esculturas de Chillida y Henry Moore, conocer la Villa y como no, la merienda que no falte.
20,00 h. Recorrido por la localidad y salida hacia el Restaurante disfrutando de las maravillosas vistas de la Costa Vasca
22,30 h. Cena-Baile en el Hotel-Restaurante Loiu
Domingo 4 de Junio- GETXO
10,00 h. Inscripción y recepción de nuevos participantes entorno a la Playa de Ereaga.
11,30 h. Nuestra clásica y espectacular "Gran Sardinada y Vino", amenizada por la Fanfarria
13,30 h. Recorrido por el Municipio, y parada de rigor en Las Arenas. Seguidamente salida hacia el Restaurante.
14,30 h. Comida en el Hotel-Restaurante Igeretxe, en Playa de Ereaga.
Entrega de trofeos, sorteo de regalos y despedida.
Esto es lo que hemos preparado para este año. Espero que os animéis y os acerquéis a estas "nuestras tierras" para disfrutar con nosotros de este fin de semana. Buena acogida y buen trato lo tenéis asegurado.
XVIII Día del 600 de Euskadi Pronto sustituiremos estas fotos de 2012 por el álbum de imágenes de 2017 (ver abajo y el vídeo del día al inicio del post).
XXIII Día del SEAT 600 en Euskadi

Juntas Generales de Bizkaia en Gernika

Juntas Generales de Bizkaia en Gernika
Toda visita a Gernika, como la apresurada de hoy, exige un saludo reverencial a la sede del Árbol de Gernika (foto e historia), ubicado en el recinto de Juntas Generales de Bizkaia (véase su historia). Ahora se ha suscitado un debate sobre si la capital de Euskadi debiera estar ubicada en Gernika, algo sobre lo que no nos pronunciamos porque creemos que la patria de cada uno se lleva en el alma y es algo muy personal, íntimo, que nos hace diversos y entrañables, semejantes y hermanos con raíces profundas y variadas. Nuestra tesis es más radical que dónde ubicar una capital: Creemos que Gernika debiera ser el nombre de Euskadi. Rectificamos; seamos más ambiciosos. Gernika debiera ser el nombre de... la humanidad.
Porque en Gernika se creó la democracia por el pacto entre iguales, desarrollando instrumentos democráticos tales como el Habeas Corpus, la prohibición del tormento o la Hidalguía Universal, (la igualdad universal) mucho antes de que lo hicieran otras instituciones en Europa. Y también porque Gernika fue un escenario de dolor humano, inmortalizado por Pablo Picasso en la obra pictórica más relevante del siglo XX, tras un brutal intento de destruir la libertad humana por la violencia de las armas. Fotos de hoy. ¡Ah, por todo ello y mucho más, GuBai! (Nosotros Sí, plataforma en pro de la instalación de un nuevo Guggenheim en UrdaiBai, en torno a Gernika!
Juntas Generales de Bizkaia en Gernika

En lugares históricos,... los coches sobran

Casa de Juntas de Gernika... rodeada de furgonetas. Un cuidado edificio de estilo de neoclásico, diseñado por el arquitecto Antonio Echeverría y construido entre 1824 y 1833, junto al emblemático Árbol de Gernika. Fue imposible hacer una foto sin coches...

Museo de la Paz de Gernika

Interesante y recomendable visita. También es posible una breve visita virtual. Exposición temporal actual: Huellas de Paz (del 20 de septiembre al 11 de noviembre). Una frase expuesta de la sabiduría de los indios americanos: "Cuando hayáis talado el último árbol, matado el último animal y contaminado el último río comprenderéis que el dinero no se come". [Con dos días de retraso, pero aportación tardía al Blog Action Day]

El otro árbol vasco


Un referente histórico como metáfora vital: nuestros derechos acaban donde empiezan los de los demás.


Se puede aprender mucho de cualquier ancestral cultura aborigen, porque la misma y común naturaleza humana se manifiesta con sorprendente diversidad y riqueza en cada comunidad en función del devenir social de su propia historia. Los vascos, menos de tres millones de personas habitando a ambos lados del río Bidasoa entre Francia y España, somos los indígenas más antiguos de Europa con un idioma (euskera) de origen desconocido, y con sorprendentes peculiaridades en ámbitos significativos como la organización política o los deportes autóctonos.


Una característica propia es el deseo de autogobierno, pero no sólo entendido frente a los Estados en los que estamos integrados administrativamente, sino incluso entre nuestros propios territorios. Nos han rodeado imperios poderosos y hemos sabido asimilar sus lenguas y culturas, pero siempre preservando nuestro milenario euskera y las tradiciones propias.

El término “vasco”, procedente del "vascón" citado por los romanos en el año 76 a. C. durante las guerras sertorianas, fue postulado como originado por "basoko" (‘habitante del bosque’ en euskera), lo que da idea del valor mitológico atribuido a los árboles. El panteísmo originario ocasionó la veneración de los robles como protectores vivos de los vascos. Hace apenas un siglo, la oración ritual de nuestros leñadores pedía perdón al árbol cortado: “Guk botako zaitugu eta barkatu iguzu” (Te derribaremos y nos perdonarás).

Sólo en uno de sus siete territorios históricos vascos, Bizkaia (Vizcaya), existen cinco árboles sagrados. El más conocido es el roble de Gernika, corazón del Señorío, donde los monarcas deben jurar respeto a nuestros centenarios Fueros. Pero en Bizkaia hay más de un Parlamento, y los robles de Avellaneda y Gerediaga señalan las Juntas de las Encartaciones y del Duranguesado, además del roble de Aretxabalagana donde los vizcaínos recibían a su Señor.

En Luyando se alza el “árbol malato”, cuyo origen se remonta al año 840. Ejércitos leoneses habían llegado hasta el puerto de Bakio en una incursión de castigo. Se juntaron en consejo las cinco merindades vizcaínas para darles batalla y eligieron como Señor de Bizkaia a don Zuria, personaje vasco hijo de una infanta escocesa venida por mar y nieto del rey de Escocia. Las tropas vizcaínas vencieron en la batalla de Padura, en un lugar que por la mucha sangre vertida se llamó Arrigorriaga (Piedras rojas). Los leoneses supervivientes fueron perseguidos hasta el Árbol Gafo, denominado así porque no pasaron de allí. En su tronco clavaban sus armas los combatientes vizcaínos para indicar su negativa a proseguir la guerra más al Sur. El árbol malato fue considerado frontera militar desde entonces. Los hijosdalgos vizcaínos estaban obligados a prestar servicio militar si lo requería la defensa del territorio propio. Este deber no se podía exigir fuera del territorio. Si el Señor de Bizkaia insistía en continuar la lucha, debía pagar soldadas a quienes estuviesen dispuestos a seguirle.

Este testimonio permite comprender mejor el espíritu vasco de independencia, de defensa de lo propio, nunca de imposición a los demás. Episodios complejos como las “guerras carlistas” o el “Pacto de Santoña” de 1937 deben interpretarse a la luz de quienes, incluso con innumerables derrotas, continuaron infatigables en la custodia de su identidad. Los versos de Gabriel Aresti también sintetizan inmejorablemente este sentimiento en “Nire aitaren etxea defendituko dut” (defenderé la casa de mi padre).

En la vida personal, cada misión, cada proyecto… siempre debe mantener un “árbol malato”: Un linde a no traspasar. La política es una noble actividad, pero en su perímetro vital de lo que es justo, en defensa de lo propio y sin atacar lo ajeno. Sin entrometerse en la vida de los demás, sin pretender que piensen o sientan a nuestra manera, respetando su forma de organizarse y de vivir, único modo de reclamarles la misma tolerancia para con nosotros. Si conocemos lo propio, lo amaremos; y estimando lo nuestro, habremos de apreciar y admirar igualmente todo lo que los demás han elegido en ejercicio de su propia libertad.

Separatistas irredentistas

En un pequeño planeta que viaja por la galaxia...

Cuando se va a exponer una propuesta políticamente incorrecta, y probablemente polémica, conviene fijar previamente la posición del autor, que primero siempre ha creído y creerá que la violencia no es éticamente aceptable, ni eficaz políticamente; y segundo, que nunca ha sido independentista, ni nunca lo será. Pero los separatistas existen y abundan en nuestro entorno, incluso en este esperanzador siglo XXI. Están en plena efervescencia, con una preocupante e inusitada presencia institucional. Cotidianamente la ciudadanía sufre sus embates, y sólo existe una legítima respuesta final admisible para su demanda secesionista: Si quieren separarse, que se separen.

Porque seamos concientes de que la brecha la están abriendo y ahondando ellos, quienes buscan la división. Si no aceptan los reiterados resultados electorales, ni les gustan nuestros dirigentes elegidos en las urnas democráticas, si desdeñan nuestro Parlamento, si no quieren que tengamos un poder judicial independiente, ni aceptan nuestra policía,… Si en sus escuelas sólo priman su cultura y su idioma, pero desdeñan los nuestros; si en sus medios de comunicación nos atacan inmisericorde e insistentemente; si no quieren saber nada de lo nuestro, y si todo esto ocurre desde hace años y décadas, y si todo esto no se reconduce, entonces nos abocarán al abismo de la traumática separación, en la que todos perderíamos mucho.

Dicho con toda claridad: Si España quiere separarse de Euskadi, que lo haga. Nosotros, los vascos que pensamos de una u otra manera, siempre seguiremos aquí, porque Euskadi es nuestro hogar, nuestro único refugio, nuestra última casa.

La mayoría de nosotros, los vascos, y ojalá la mayoría de españoles, franceses y europeos, no creemos en anacrónicas independencias decimonónicas de Estados obsoletos, ni menos aún en sojuzgadas dependencias, ni en codependencias obligadas, ni en contradependencias destructivas. Amamos la libertad desde el origen de los tiempos y supimos organizarnos democráticamente bajo el Árbol de Gernika, constituyendo la primera democracia de la que se tiene noticia.

Somos muchos, casi todos los seres humanos, los que soñamos y aspiramos a una plena y profunda interdependencia, en un plano de igualdad, de respeto a la diversidad y a las minorías, de integración de lo foráneo enriquecedor y de plurilingüe interculturalidad social. Siempre buscaremos la unidad en una Europa y en un mundo más justo, más solidario y más hermanado. Creemos en la libre adhesión de personas y pueblos a estimulantes proyectos comunes, sin imposiciones ni coacciones, mediante el diálogo pacífico y el pacto acordado, respetando todos los derechos humanos y, en su infinita complejidad, la identidad individual de cada persona y de cada pueblo.

El Derecho de la derecha

El día 3 de diciembre, el día de Navarra, el día de Francisco de Javier y el día del Euskera (Euskararen Eguna), el Presidente del Parlamento Vasco Juan María Atutxa de EAJ-PNV y los miembros de su Mesa Gorka Knörr (EA) y Kontxi Bilbao (EB-IU) se han visto forzados a presentarse ante un tribunal de justicia.

La voluntad libremente expresada por la ciudadanía vasca, por el pueblo vasco, se ve sometida a un extraño fuero. ¡Qué imagen queda grabada desde hoy! Con actuaciones como ésta, propia por un “Estado de derechas” al más puro estilo franquista sin naftalina, incluso pueden legitimarse indirectamente a otros que pasaron por esos mismos juzgados por aborrecibles delitos de sangre, hasta de aquellos que intentaron asesinar a Atutxa. ¿Dónde está el “Estado de Derecho” y la independencia de poderes, bases de la democracia? ¿Cómo puede retocarse el mismo Código Penal para encarcelar a electos como si fuesen criminales? Sólo falta un nuevo TOP, que podría llamarse Tribunal de Orden Pepero. La justicia española se ha convertido en una tercera cámara, con jueces elegidos por el partido dominante, de pensamiento único y con vocación de partido único, con la consiguiente fractura democrática.

Las libertades vascas estaban mejor representadas por aquella institución antiquísima, que se reunía junto al Árbol de Gernika desde tiempos inmemoriales. Los mismos monarcas debían jurar respeto y acatamiento a los Fueros bajo el Roble sagrado. El Escudo de Bizkaia grabado en el Capitolio de Washington declara ‘‘La más antigua, la más admirable y ejemplar de las Instituciones Democráticas que se han conocido en el Mundo’’. Ahora, en Euskadi, necesitamos una Justicia independiente. Atutxa, Knörr, Bilbao: Zuekin gaude! (¡Estamos con vosotros!)

Getxo: Ciudad de la Convivencia

Quienes pertenecemos a esas generaciones que ya han cruzado el paso del ecuador vital hemos aprendido a apreciar el valor supremo de la tolerancia. Más aún si, como habitantes de Getxo, también hemos sufrido el azote de la violencia, con gravísimos sucesos como el asesinato por ETA del magistrado José María Lidón Corbi, el 7 de noviembre de 2001. Este municipio, por su creciente trascendencia histórica, ha sido asimismo objeto de una especial atención política e informativa, que ha podido provocar un incremento de la tensión social entre sus habitantes.

Por otra parte, Getxo es un modelo cívico y ciudadano de “calidad de vida”, aunque con necesidades sociales nunca suficientemente atendidas. La identidad de los diferenciados barrios, Algorta, Las Arenas, Andra Mari, Romo o Neguri, ha permitido mantener una cohesión social, de relación y conocimiento mutuo, al menos, entre sus residentes menos recientes. Generalmente, y en cada zona, ha sido fácil conservar los amplios círculos de conocidos y vecinos que acaban encontrándose periódicamente en lugares comunes con ocasión de las frecuentes fiestas locales (casi por parroquias), festivales, ferias,… También es una realidad palpable las cuadrillas de amigos, con pluralidad y coexistencia de opiniones políticas diversas, donde el debate e incluso la abierta polémica partidista es uno de los temas recurrentes de conversación. Todo dentro de los cauces democráticos y pacíficos, en la inmensa mayoría de los casos. Pero en nuestro entorno local, al igual que en Euskadi, pervive desgraciadamente aún una violencia de persecución por la opción política, que coacciona especialmente a los ediles populares y socialistas, y a sus militantes. El reelegido alcalde Iñaki Zarraoa ha puesto de manifiesto en su toma de posesión “esta falta de libertad de infinita gravedad”, expresando su solidaridad y asegurando que su prioridad en los próximos cuatro años será la de “realizar un esfuerzo por la convivencia”, como ya adelantó en su campaña electoral.

Getxo, el municipio del que nos sentimos orgullosos todos los aquí nacidos y los que lo elegimos como hogar, debe encabezar una campaña por la paz y la convivencia cívica, para toda su ciudadanía, por encima de las legítimas opciones políticas. Sería oportuno analizar y planificar una batería de acciones, que transversalmente incidiesen en los valores éticos de la tolerancia y del diálogo, en todas las actuaciones municipales y sociales. Gexto debe llenarse de Puntos de Encuentro, Elkarguneak, Meeting Points,… para la Paz. Lugares y oportunidades en las que comprobemos que lo que nos une a todos los getxoztarrak es mucho más que lo que nos diferencia. Los adversarios políticos no son sino ciudadanos que se ayudan mutuamente a descubrir cómo cohabitar mejor, sirviendo con mayor calidad a la sociedad de la que todos formamos parte. Los barrios, las plazas y el consistorio deben ser, y ya lo son en una medida siempre mejorable, lugares cálidos de relaciones personales afables, que ordenada y democráticamente busquen el entendimiento y la solución mejor a los problemas reales, dado que la vida es muy corta para desaprovecharla en disputas.

Como una de las primeras iniciativas, los grupos políticos podrían negociar y liderar un plan de “Getxo por la Convivencia”, que proponga la creación en el municipio de un "Observatorio para la Paz", con su correspondiente escuela de “Educación para la Tolerancia”. Incluiría erigir un emblemático “Monumento por las libertades y los derechos humanos, en memoria de todas las víctimas”, mirando al mar para complementar nuestro mundialmente reconocido “Puente Colgante”. Esta escultura podría señalar el inicio de una “Vereda de la Convivencia”, que avanzase entre Areeta, Neguri y Algorta. Para urbanizar la paz y construir un rompeolas contra la violencia, podemos inspirarnos en el precursor ingeniero Evaristo Churruca, que tras estudiar detenidamente los vientos, mareas, corrientes y aluviones prolongó el dique de hierro para lograr conjurar el peligro histórico de las inundaciones y formar un cauce profundo y navegable. La obra que históricamente ahora nos corresponde cimentar será como nuestro Muelle de Churruca, que apenas denota el esfuerzo constructivo necesario ya que queda mayoritariamente sumergido, pero que añade a la belleza de un paisaje natural la contribución de una ingeniería humanista, minimalista, respetuosa e integradora.

Gernika-Lumo, denominada la “Ciudad de la Paz” ya cuenta con su monumento, el "Gure Aitaren Etxea" del escultor Eduardo Chillida, orientado hacia el Árbol, símbolo de la tradición y el “Museo Gernika-Museo de la Paz”. En Getxo todos esperamos impacientes constituirnos como la “Ciudad de la Convivencia" creando nuevos “espacios de tolerancia”, porque la utopía existe. Y los “areneros” sabemos bien que ¡debajo de nuestros adoquines, está la playa realmente!