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Botellas de agua en las esquinas

Botellas de agua en las esquinas
Imagen con la duda de si no funciona o si ha sido dispuesta para evitar lo ya sucedido.

La estampa superior es muy habitual por el sur de España, o en el Mediterráneo. Botellas, o garrafones, de agua, transparente o teñida de amarillo, abundan por doquier especialmente situadas en las esquinas de las casas, en las puertas, junto a plantas o árboles, o ruedas de coches,... 
Botellas de agua en las esquinas
¿Para qué sirven? La creencia general, que todavía parece que la ciencia no ha validado, es que este obstáculo evita la micción de perros y gatos. Si el efecto es dudoso, aunque alguna validez debe obtener por su uso extensivo, las causas que con frecuencia se mencionan son totalmente inverosímiles: Que si los animales se ven y reconocen distorsionados,... 

El mito se amplía incluso con virtualidades como alejar moscas y mosquitos,... pero generalmente se usa para evitar los restos, líquidos o sólidos, de mascotas en manos de personas maleducadas. Lo cierto es que por su volumen les aleja del punto a proteger.
¿Qué opináis al respecto? ¿Conocéis a alguien que crea en este invento?


Como Bonus final, este tuit con la enésima leyenda urbana de quienes creen que el número 58 impreso en papel ahuyenta moscas. Suponemos que la eficacia es la misma, pero molesta menos al paso (aunque la inteligencia se resiente ante estas exhibiciones de incultura científica).

Proyectos de Gratitud (1º de la Serie GRECIA)

Hay muchos proyectos comunitarios que podemos realizar para fomentar el agradecimiento en nuestro entorno. Así alcanzaremos una mirada apreciativa sobre nuestra vida. La gratitud puede tener numerosos beneficios tanto a nivel individual como colectivo en una comunidad: Fortalecimiento de vínculos, promoción de la empatía, generación de un ciclo positivo, estímulo de la colaboración y mejora del bienestar emocional. 

Al enfocarnos en las cosas positivas y expresar agradecimiento, cultivamos una actitud más optimista y reducimos el estrés y la ansiedad todo lo cual mejora las opciones de longevidad. Aquí os compartimos algunos modelos que encontramos para trabajar la serie etiquetada con GRECIA, G de Gratitud (y seguirán Relax, Ejercicio, Conexión, Ikigai y Alimentación):

  • Proyecto Gratitud Pallars: Este proyecto en Pallars (provincia de Lérida) es un buen modelo porque tiene como objetivo devolver a la naturaleza, al paisaje y al territorio toda la felicidad que nos brindan. Busca reforzar los vínculos entre las personas —locales y visitantes— y los valores del territorio a través de propuestas de protección de la naturaleza y de recuperación del patrimonio. 
  • Programas de Voluntariado: Los programas de voluntariado pueden ser una excelente manera de expresar gratitud hacia la ciudad. Los voluntarios pueden participar en diversas actividades, como la limpieza de parques, la plantación de árboles, la ayuda en refugios de animales, entre otros. Todo el Trabajo comunitario implica involucrarse en acciones voluntarias que buscan mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables o desfavorecidas. Podemos colaborar con organizaciones como Cáritas, Oxfam Intermón, Cruz Roja, Unicef o cualquier otra entidad que trabaje por causas sociales.
  • Reconocimiento al Trabajo en Equipo: Mostrar gratitud en un proyecto es una forma de reconocer que, aunque cada persona tiene una responsabilidad específica, cada aporte es necesario para alcanzar el éxito. 
  • Cartas de Agradecimiento a Instituciones y Empresas: Las cartas de agradecimiento pueden ser una excelente manera de fomentar relaciones duraderas con entidades o empresas, manifestar el aprecio que se siente por el trabajo de una compañía, aumentar la motivación de los colaboradores o generar buenas referencias. 
  • Huellas de amor: Rescate y adopción de animales en situación de calle. Este proyecto busca darle un hogar y una familia a los animales abandonados, así como concientizar a la comunidad sobre la importancia de cuidarlos y respetarlos. Puedes organizar actividades como talleres, campañas, rifas o eventos para recaudar fondos y recursos para este proyecto.
  • Cambiando vidas un libro a la vez: Promoción de la lectura y la escritura entre los niños y jóvenes. Este proyecto pretende estimular el hábito lector y el desarrollo de habilidades comunicativas en los estudiantes, así como compartir historias inspiradoras y motivadoras. Podemos realizar actividades como talleres, clubes, ferias o concursos literarios para difundir este proyecto.
  • Aprendizaje basado en proyectos comunitarios: Desarrollo de competencias transversales mediante la resolución de problemas reales. Este proyecto consiste en plantear una problemática o tema de interés para los alumnos, que deben investigar, analizar, crear y presentar una solución innovadora y colaborativa. Podemos elegir un problema relacionado con el medio ambiente, la salud, la educación o cualquier otro ámbito social que te preocupe.

Esperemos que estos ejemplos os hayan sido útiles e interesantes. Recordad que el agradecimiento es una actitud que se cultiva con el tiempo y con las pequeñas gestos cotidianas. Os invitamos a practicarlo cada día con las personas que te rodean y con las cosas que tienes. Así podremos contribuir a crear un mundo más feliz y armonioso. 😊


Algunos tuits sobre el agradecimiento. El primero muestra la cultura de gratitud en Japón: Los niños dan las gracias al conductor del vehículo que se detuvo y les permitió cruzar la calle.

Tesla en el Centro de Formación de Somorrostro

Tesla en el Centro de Formación de Somorrostro 
Álbum con 53 imágenes del Centro de Formación Somorrostro.

Acompañados por Aitor Fernández Fernández, responsable del PdR (Punto de Recarga) gratuito que se ofrece desde hace años, hemos visitado el referencial Centro de Formación Somorrostro de Bizkaia. Se trata de uno de los mayores campus con millares de alumnas y alumnos que acude desde múltiples localidades de Euskadi y Cantabria. 

Este centro histórico, ubicado en Muskiz es obra milagrosa en plena zona minera desde 1947, liderada por el sacerdote Marcelo Gangoiti Urrutia (véase en esta imagen). Cuenta con múltiples edificios y un sorprendente Jardín Botánico (SomoGarden), que recomendamos visitar. Entre sus árboles centenarios destaca un Cedro del Líbano (imagen).

El PdR (Punto de Recarga) se encuentra a la entrada del Centro de Formación Somorrostro, plenamente accesible de modo gratuito. Para un uso ocasional, en horario laboral, basta acercarse al adyacente edificio para solicitar la tarjeta. Usuarios habituales pueden hacerse con una tarjeta propia, para recargar en cualquier momento (24/7).

Cuando estas dos plazas de recarga, debidamente señalizadas y con conectores Tipo 2, se conecten a la potente instalación fotovoltaica (de 99 kW de potencia) ya presente en el Centro de Formación, la solución será un modelo PERFECTO de fotolinera a imitar por otros centros e instituciones. 
Felicitamos al Centro de Formación Somorrostro, a su innovador Director Javier Laiseka y a Aitor Fernández por este proyecto ya operativo. Es una muestra representativa de la ingente labor de toda la red de Centros Diocesanos de Bizkaia.

Por último, nos parece una visita eco-turística referenciada por EnerTrip este Centro de Formación Somorrostro, porque reúne un Jardín Botánico (SomoGarden) con un Punto de Recarga gratuito.

Post del CF Somorrostro de su PdR tras Real Decreto 
(Disposición 5089 del BOE núm. 83 de 2019)

Actualización a 15-4-21: El Centro de Formación Somorrostro y Edinor apoyan la primera comunidad energética en el ámbito escolar vasco

Rumbo al Bocho (Bilbao)

Quienes nacimos en Bilbao conocemos, de sobra, el apelativo cariñoso con que se conoce desde antiguo a nuestra Villa, centro del mapamundi: el “Bocho” (o Botxo). Algunos añaden el diminutivo hipocorístico para acentuar el carácter familiar de la voz, llamándolo “bochito” (botxito). Es ésta una denominación que ha tenido un gran éxito a lo largo del tiempo, y que, aunque hoy parezca haber caído algo en desuso por los miembros de las nuevas generaciones, sigue gozando de una gran expansión entre los naturales de Bilbao. 

Denota que Bilbao está rodeada de colinas, en un botxo, u hondonada o el agujero del juego de canicas, mostrando lo pequeña y grande que es esta metrópoli que es el Gran Bilbao, incluyendo a municipios como Barakaldo, Getxo,...  que reúnen más de la mitad de la población de la Comunidad Autónoma Vasca.

Un buen indicador del uso actual de un término es su penetración en Internet. Google, conocido buscador, ofrece más de mil páginas web donde el término “bocho” o su variante “bochito” aparecen vinculados a la villa de Bilbao (en un 70% de las veces, por cierto, con la grafía euskérica “botxo” o incluso “botxito”. Por tratarse de un término tradicional, es lógico buscar su origen, o al menos el comienzo de su uso, en la época en la que se forja de manera más singular la identidad tradicional de la villa bilbaina: el final del siglo XIX y los comienzos del XX.
Bilbo, El Botxo 
El 26 de marzo de 1891, Miguel de Unamuno había publicado un artículo llamado “Sartas sin cuerda” en el periódico El Nervión, en el que describía, con tintes costumbristas, una mañana por las calles de Bilbao. En una de sus páginas describe el entorno del Arenal y La Naja como “El mejor pedazo de cielo de que gozamos desde el bocho, el puente más ancho, la estación, tras los pelados árboles, las arboladuras peladas de los buques y allí delante, la fila de hermosos castaños y el tilo”. 

Unamuno fue también quien más hizo por popularizar este vocablo. Uno de sus artículos más importantes, que da nombre a la recopilación de sus escritos de tema bilbaino publicada en la colección El Cofre del Bilbaino en 1965, es precisamente Mi bochito, escrito en Salamanca en julio de 1900, para conmemorar el 600 aniversario de la fundación de la villa. En este artículo se dice, aclarando el significado del título: “Por si este libro cae en manos de quienes no sean de Bilbao, ni conozcan sus cosas y sus dichos, he de decir que bocho significa en bilbaino un hoyo hecho en el suelo, como el que se hace para jugar a las canicas”.

III FERIA DE PLANTAS DE LOS CINCO CONTINENTES

Acudiremos a la III FERIA DE PLANTAS DE LOS CINCO CONTINENTES que se celebrará los días 30 de septiembre y 1 de Octubre de 2017 en el Arboretum del Campus de la Universidad del País Vasco en Leioa. Esta feria, organizada por el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación Foral de Bizkaia y la Universidad del País Vasco, estará apoyada por los Ayuntamientos de Leioa y Erandio así como por la Obra Social de la BBK.

Además de constituir un foro de encuentro entre productores/as de plantas para dar a conocer las diferentes especies y variedades existentes en el planeta, esta Feria ofrece un escaparate para mejorar las relaciones comerciales y compartir técnicas y conocimientos de cultivo.
Han confirmado su presencia 36 expositores/as que nos presentarán sus colecciones. Podremos admirar y adquirir, a precios realmente competitivos, plantas procedentes de los 5 continentes, la mayoría de ellas desconocidas en nuestras latitudes pero que podemos cultivar fácilmente en jardines y balcones. Plantas como Camelias, Magnolias, Ilex, Orquídeas, Helechos de colección, Rosales antiguos, Bromelias, Cactus y plantas crasas, Vivaces y gramíneas ornamentales, Plantas aromáticas y medicinales, Variedades de bonsáis, Clematíes, Fuchsias y Begonias, Palmeras y otras exóticas, Peonias,...

El Arboretum donde se desarrollará la feria, inaugurado en 2008, dispone de una superficie de 19 Ha, albergando 1.700 árboles de 130 especies de los 5 continentes. Además de su gran interés botánico su ubicación privilegiada, muy cercana al Bilbao Metropolitano y dotada de todos los servicios necesarios (autobuses, aparcamientos, buenos accesos, aulas de conferencias), hace que este espacio sea el lugar idóneo para la celebración de esta feria.

Documento PDF con toda la información de esta III Feria.
Habrá servicios especiales de E!Busa de Leioa desde Astrabudua (paradas del Metro y Iturribengoa). Este servicio será gratuito. Funcionará tanto el sábado como el domingo en horario de 10:00 hasta las 18:00.

Cómo NO hacer amigos

Interesante recopilación con 270 formas de molestar a la gente. Extraído de La Frikipedia, la enciclopedia '''extremadamente''' seria, ... Merece la pena leerlo: te ríes... y aprendes.
Mordisquea los bolis que te hayan prestado.
Asómate por encima del hombro de alguien, murmurando mientras lees.
No mires nunca a los ojos de tu interlocutor.
Mantén fijamente tu mirada en los ojos de tu interlocutor, sin apartarla.
Cambia siempre de canal, justo 5 minutos antes del final de cada programa.

Luz vespertina

La pena de mi corazón se ha convertido en paz como el atardecer entre los árboles silenciosas. Rabindranath Tagore

Galicia en el país de las maravillas

Durante mucho tiempo se creyó que los libros de Alicia eran relatos especialmente destinados a la niñez. Hasta que, a mediados del siglo XX, fueron leídos más atentamente y se advirtió la complejidad, la carga de angustia de ese universo onírico, antecedente del surrealismo y del absurdo. No eran meras obras infantiles, porque revelan mucha agresividad, una amenaza permanente y situaciones de gran arbitrariedad. Una creación literaria tan exuberante puede ser interpretada de múltiples formas: Los niños disfrutan de la vertiente más lúdica y fantasiosa de la aventura y el riesgo; los jóvenes se identifican con algunas facetas de Alicia relacionadas con la identidad y el crecimiento; y los adultos advierten otras sutilezas aplicables a la educación, e incluso a la política.

Versión 1ª: Lewis Carroll, un diácono y profesor de matemáticas, aquella tarde estival del 4 de julio de 1862 les contó a las chicas Liddell (Lorina, Edith y, desde luego, Alicia) la historia de la niña que cae en la conejera. Un pozo muy profundo (‘‘¿nunca terminaremos de caer?’’), al final del cual emerge el territorio de los prodigios, donde el primer ser vivo que se le aparece es un conejo parlanchín perpetuamente preocupado por no llegar tarde. En tanto que Alicia, melindrosa y remilgada, mediante bebidas, hongos o pasteles, se achica, se agranda o se le estira muchísimo el cuello (hasta ser confundida con una víbora), van surgiendo otros personajes sorprendentes. Hasta que, en el preciso momento en que un mazo de cartas cae sobre la protagonista y después de que la Reina ordena que le cortaran la cabeza, llega el despertar salvador, el final de la siesta bajo los árboles. Alicia ha vuelto a la normalidad.

Versión 2ª: José María Aznar, un inspector de hacienda y presidente español, aquella mañana del 19 de noviembre de 2002 no contó nada a la ciudadanía de lo que iba a pasar después de que el ‘‘Prestige’’ se hundiera definitivamente a 270 kilómetros de las Islas Cíes. Una fosa muy profunda (‘‘¿nunca terminará de fluir el fuel?’’), al final de la cual surge el país de las meigas donde el primer ente vivo que aparece es la plataforma impertinente ‘‘Nunca Máis’’. En tanto que Galicia, sufrida y nostálgica, mediante chapapote, protestas y despertares, se achica, se agranda o se estira muchísimo (hasta ser confundida con otros ‘‘nacionalismos’’), van desapareciendo otros personajes como Humpty-Fraga-Dumpty, el huevo zancudo en equilibrio imposible,... La Reina Naturaleza herida en su seno por el errante petrolero, amenaza a su capricho toda la costa atlántica y no se ve el final de esta pesadilla. En unos días, miles de personas han perdido su trabajo, su dinero, su futuro. ¿Cuándo volverá Galicia, y todo el Cantábrico, a la normalidad?

La siguiente obra será ‘‘Galicia a través del espejo… de las elecciones’’. Esperamos impacientes su entrega.

Ilusiones horizontales

Este artículo se refiere a la ciencia pura y a la obscena política. Se presentan dos teorías científicas y su sicalíptica aplicación a la política. Si el lector esperaba algo distinto, por exceso de imaginación ante la ambigüedad del título, pase de página.

La "Ilusión de la Luna" o técnicamente la "Hipótesis de Distancia Aparente" se manifiesta cuando se ve una Luna "inflada" al observarla sobre el horizonte. También es aplicable al Sol, grandioso en su albor o en su ocaso. Podría pensarse que es un efecto óptico producto de la difracción producida por la más densa capa atmosférica superficial, pero se trata de un efecto psicológico de percepción. Nuestro procesador de visión tiende a "asociar" la distancia hasta los objetos observados con algunos patrones reconocibles. Este mecanismo mental nos ayuda a percibir en perspectiva, pero produce secuelas ficticias. El cerebro usa “claves de profundidad” conocidas, como la copa de los árboles, la cima de los cerros,… para "completar" información sobre el alejamiento de cada elemento en el plano de visión. Mientras más de estas "ayudas" aparezcan, se perciben crecidamente "magnificados" los objetos que están detrás de estas "referencias". Una prueba irrefutable para corroborar esta tesis consiste en mirar la Luna sobre el horizonte cubriendo todas las concomitancias terrestres, lo que se logra a través de un elemental "catalejo" construido con un periódico enrollado. Entonces se percibirá que el satélite mágicamente se "achica", en comparación con su imagen al natural. En política, esto sucede con el terrorismo: Esta luna, representación lorquiana y vasca (hil-argia) de la muerte, al estar allende de los más elementales derechos humanos se hipertrofia en nuestro enfoque, engañándonos sobre su dimensión y cubriendo de desolada desesperación todo el cuadro.

El “Efecto horizonte” se definió en Cibernética como la limitación de los análisis de fuerza bruta de los ordenadores dedicados al ajedrez, que calculaban todas las posiciones hasta un límite, sin poder ver más allá, lo que les llevaba a cometer graves errores. Por ejemplo, desestimaban una jugada aparentemente perdedora porque no computaban que tras un movimiento adicional ganaban con jaque mate. Los programas más modernos, como Deep Junior que ha empatado con Kasparov, han superado este síndrome de la inteligencia artificial y son capaces de optar por variantes arriesgadas, aunque no puedan previsualizar la posición final ganadora. La política sufre en grandes dosis el “efecto horizonte”. Se actúa con una perspectiva máxima de la próxima convocatoria electoral: Pocos políticos piensan en un futuro a medio o largo plazo. ¿Quiénes nos proyectan su visión hasta el 2010 o el 2025? Debemos distinguir a los partidos proactivos y prospectivos, que presentan planes, de los partidos que actúan por reflejos, por reacciones, por electoralismo cortoplacista. La profundidad y el rigor de los análisis determinan el índice de acierto de las actuaciones adoptadas cotidianamente.

La política debe prescindir de las orejeras de los burros, que sólo conducen a parcos destinos partidistas, y comenzar a utilizar optimistas telescopios de clarividente perspicacia, prismáticos entusiastas de realidad ciudadana y gafas fraternas de solidaria humanidad. Nos conviene una Política con menos ilusionismo de corto horizonte, y con más altura de miras, más proyección, más planificación y más hondura pacifista y ética.

Mansión familiar

Esta historia es rigurosamente verídica. Desvela un secreto familiar, que muy pocos de nuestros amigos conocen. Hacia 1922 nuestro abuelo Ezequiel Agirregabiria Usobiaga, y su único hermano menor Ángel, adquirieron una hermosa morada en la mejor localidad vizcaína, para legarla a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Situada en la mejor avenida, manzana 19, rodeada de quietud de los espigados árboles, un cuidado jardín de césped y una señorial reja exterior, se destaca sobre las construcciones de su alrededor. No estaba en la capital, porque este tipo de residencia señorial, tranquila y recogida no tendría cabida, ni entonces, en la Gran Vía bilbaína. Para ambos hermanos debió suponer un importante esfuerzo económico que aún no acertamos a comprender cómo pudieron afrontar, pero lo cierto es que nos donaron completamente libre de cargas esta finca que jamás venderemos.

Toda la familia mantiene inolvidables recuerdos vividos en esta heredad, que los extraños verán como un simple monumento, pero que para nosotros es un hogar y un templo. En realidad, pocas veces nos reunimos en ella, pero siempre es con ocasión de emotivas circunstancias que han logrado estrechar los fuertes lazos familiares que constantemente nos han unido a la cada vez más extensa parentela de apellido común. Cinco y dos hijos respectivamente tuvieron aquellos hermanos, veinte nietos, muchos biznietos y pronto tataranietos, que siempre les recordarán por la previsión que intuyeron, por la provisión transmitida y por sus innumerables cualidades personales.

Disponer de un patrimonio inmobiliario recóndito y compartido, con una fortísima significación espiritual, siempre ha sido un aliento para nuestras vidas, en la seguridad de que –aún en el peor de los casos- dispondremos de un refugio fortificado por piedra dispuesto por nuestros precavidos antecesores para nuestro descanso y el de nuestros cónyuges. Siempre que acudimos allí, en grupo o individualmente, para encontrarnos con nuestros seres más queridos, padres, tíos,… llevamos algún regalo entre las manos, generalmente un ramillete de flores. Ello apenas puede compensar la incalculable dosis de consuelo, serenidad, amor, paz y trascendencia que indefectiblemente recibimos sólo por acudir a esta casa para saludar a los cada vez más numerosos parientes allí reunidos y para encontrarnos directamente con nuestro infalible destino. Anualmente hay un día preferente que nos reúne allí, a distintas horas, a toda la familia: el Día de Todos los Santos, en el que acudimos sin falta a cuidar de nuestra principal propiedad terrenal, el panteón familiar en el cementerio de Derio, la mejor zona residencial de Bizkaia.
[Actualización: Derio, el cementerio de Bilbao, figura entre los más significativos de Europa (ASCE)]

Niños contra la guerra

En un belicoso mundo de adultos, donde se presenta la guerra como un inevitable videojuego para los vencedores, el mejor argumento por la paz proviene de la inteligencia infantil desde el candor de sus diarios.

Parece imposible que hayan sido los niños quienes han escrito los mejores alegatos contra la guerra. Con sólo un lápiz y unas cuartillas, respaldados por el poder la palabra, algunas de sus composiciones infantiles en forma de cuadernos constituyen los ensayos pacifistas más memorables.

Probablemente, el más representativo de los fascinantes documentos históricos basados en relatos cotidianos de seres maravillosos que vivieron épocas y situaciones que nunca deberían ser olvidadas por la Humanidad sea el sublime “Diario de Ana Frank” (ver íntegramente en bitacoradefarrio.webcindario.com), la niña de 14 años que no llegó a crecer.
El 3 de mayo de 1944, Ana escribía a su amiga Kitty: “Primero, las noticias de la semana. La política está de asueto: nada, absolutamente nada que señalar. ¿De qué sirve esta guerra? ¿Por qué los hombres no pueden vivir en paz? ¿Por qué esta devastación?... ¿Por qué se gasta cada día millones en la guerra y no hay un céntimo disponible para le medicina, los artistas y los pobres? ¿Por qué hay hombres que sufren hambre, mientras que en otras partes del mundo los alimentos se pudren en el lugar porque sobran? ¡Oh! ¿Por qué los hombres han enloquecido así? Jamás creeré que únicamente los hombres poderosos, los gobernantes y los capitalistas sean responsables de la guerra. No. El hombre de la calle se alegra también mucho en hacerla. Si no, los pueblos hace rato que se habrían rebelado”.

Recientemente se ha descubierto otro caso similar, el de Helga Deen, una holandesa adolescente judía también exterminada en el Holocausto nazi. El diario que escribió Helga antes de perecer refleja, con mayor brevedad pero superior calidad prosística derivada de sus 18 años, la misma desesperación que Ana provocada por aquella indescriptible tragedia que aconteció en el centro de Europa hace sólo 60 años.

Helga, en su libreta colegial de química de 20 páginas escasas y en cinco cartas dirigidas a su novio Kees van den Berg, nos narra allá por junio de 1943, estando ya encerrada en un barracón: "Cariño, hasta ahora no hay mayores problemas. Ocupo una litera de tres pisos y, desde la ventana, veo árboles, pájaros, el cielo azul y alguna nube. Qué desesperación. Todo es horrible. Las crisis de histeria a mi alrededor, la falta de disciplina... Y el ruido”. El 2 de julio, antes de ser deportada a Sobibor para su asesinato, anotó: "Todos los días vemos la libertad tras el alambre de espino que nos encierra".

Ambos diarios no son los únicos testimonios íntimos, a la vez que universales, de la desolación en las guerras. Inolvidables, y dignos de ser releídos, son también “Un saco de canicas” de Joseph Joffo, sobre las aventuras que vive junto a un hermano, con 10 y 12 años, para escapar de los nazis en Paris y reunirse con sus hermanos mayores en la zona libre de Francia, y “El diario de Zlata”, que empezó a escribir septiembre de 1991, poco antes de cumplir 11 años. Su autora, Zlata Filipovic, describe con gran emotividad la vida en la Sarajevo desangrada de hace apenas una década. Ambas obras resultan imperecederas declaraciones pacifistas, siendo la primera más una memoria autobiográfica que enraíza con la divertida novela picaresca y la segunda un diario de una niña croata que había leído a Ana y que se encuentra prisionera en su propia casa, sin agua, gas ni electricidad. La conclusión de todos estos muchachos, la resume Zlata: “Nosotros [los niños] seguro que no habríamos escogido la guerra".

Existen muchas iniciativas pedagógicas y metodologías didácticas de “niños contra la guerra”. Desde la escuela, con una educación en valores éticos y en defensa de los derechos humanos de todas las personas, se puede transformar el mundo. Las guerras acabarán cuando los escolares crezcan sin renunciar a su idealismo utópico, según el cual “no merece la pena escoger la guerra, porque no conviene ni a los niños ni a los hombres de la calle”, como nos contaron Ana, Helga, Joseph y Zlata.

La revolución de la ternura

La última revolución habrá de ser de ternura para comprender las diferencias y hallar el camino hacia una singularidad convivida en la abundancia de la multiplicidad.

Pablo Neruda citó, hablando del poeta Mayakovski, el invento de una alianza indestructible entre la revolución y la ternura. También Víctor Hugo sugirió que “la indignación y la ternura constituyen la misma facultad vuelta en los dos sentidos de la dolorosa esclavitud humana; y quienes son capaces de encolerizarse son también capaces de amar”. El mismo Ernesto "Ché" Guevara señaló que “a veces debemos endurecernos, pero jamás debemos olvidarnos de la ternura”. Antes se decía que una mujer sin ternura era una monstruosidad, todavía más que un hombre sin coraje; ahora, hemos de considerar que toda persona sin coraje y sin ternura es alguien truncado.

Lo cierto es que la ternura aunque soterrada, se halla por doquier. Jacques Brel, el trovador de la ternura, cantaba “Cuando sabemos dar la ternura y también sabemos recibirla, nos damos cuenta que se halla presente todas partes: en un perro, en un amigo o en una desconocida”. Hay una ternura infinita en todos los corazones humanos como en una noche llena de estrellas.

Aún los más centenarios y gigantes árboles, los que inspiran solidez, altura y firmeza, se rodean de una tierna corteza donde los amantes graban sus nombres y amores para la posteridad. La ternura nos hace vulnerables, nos convierte en humanos, y nos eleva a la categoría de ángeles mortales. Tenemos la misma edad que nuestra ternura. Nuestro desgaste de ternura no es más que amor sin utilizar, porque el amor crea ternura… que sobrevive al amor. La ternura es esa realidad que consigue superar al ensueño de la utopía.

Hay ternuras de todas clases. Todas, menos las ternuras postizas, son válidas. Un niño describió la ternura como una luz y un calor que permanece en nuestro corazón aunque afuera esté lloviendo. Por ello, la ternura infantil es la más entrañable, pero en la mirada de una mujer alcanza la ternura su expresión suprema. Aunque jamás en la vida encontraremos ternura mejor, más profunda, más desinteresada, ni más verdadera que la de una madre. Nunca agradecemos lo suficiente a las mujeres del mundo, por mantener algo de ternura y sensatez en nuestras infancias, en nuestros juegos y en nuestra existencia a lo largo de la historia.

La ternura es el reposo de la pasión, eso que convierte la existencia de la otra persona en nuestra segunda piel. Por ello, cuando se expresa la ternura, se expresa en plural. El escritor de la ternura, Jacques Salomé, cree que la ternura no es un estado permanente, sino un descubrimiento perpetuo que cada uno de nosotros podemos hacer, no a través de la fragilidad de las apariencias o la rutina de las costumbres, sino en una vivencia consciente y completa del presente. La ternura no nace de lo imposible, sino que engendra vitalmente lo posible.

Nada es pequeño para la ternura. Aquellos que esperan las grandes ocasiones para probar su ternura,… no saben amar. Si sólo por el sufrimiento se alcanza la grandeza, sólo por la ternura se descubre los grandes amores. Ternura es una palabra o un silencio convertido en ofrenda... para quien sabe escucharlo con confianza. Saber escuchar con tolerancia es otra de las mejores manifestaciones de la ternura. Una risa sin fronteras, un ligero roce y una caricia que hace temblar el suelo bajo nuestros pies,… son cumplidos reflejos de la ternura.

La ternura reencontrada es igual que unas gafas graduadas, destinadas a corregir nuestra prosaica visión de la vida. Cuando la muerte, la gran reconciliadora, llega a nosotros, nunca nos arrepentimos de nuestra ternura, sino de nuestra severidad. Nadie puede llamarse feliz hasta que haya aprendido a cultivar la alegría, la estima, la ternura y la buena voluntad hasta el punto de hallarse determinado a ser feliz todos los días, haciendo felices a los otros.

Todos buscamos ternura natural de forma desesperada. Jacques Brel lo cantó “Somos como barcos partiendo todos juntos en la pesca de la ternura”. Y recuerda: La ternura no pide nada, no espera nada, se basta a sí misma. Jamás hay que prestar la ternura; hay que obsequiarla, si no, duele demasiado.
 Versión final en: http://www.agirregabiria.net/mikel/2006/ternura.htm
Post reparado en 2021, sustituyendo el vídeo final.

Espíritu navideño

El cambio de año es un momento oportuno para reflexionar sobre la vida, sobre su principio y su final, y sobre qué hacer ahora.

Una parábola, de autor desconocido, narra los sueños de tres arbolitos en la cumbre de una montaña. El primero esperaba convertirse en un cofre de tesoros; el segundo confiaba en transformarse en un gran navío; el tercero anhelaba para ser admirado como el árbol más grandioso de todos los tiempos. Pero pocos años después, aún sin crecer demasiado, sus esperanzas se trucaron. Fueron talados y vendidos. El primero acabó en un establo como cajón de paja; el segundo fue convertido en una barquichuela de pesca; el tercero sólo sirvió para hacer dos tablones olvidados. Aquellas humildes maderas lamentaron su anónimo destino.

Un frío día de invierno aquel tosco pesebre sirvió de cuna para un niño visitado por reyes y ángeles. Años más tarde, aquella frágil embarcación parecía hundirse bajo una gran tormenta. Uno de los pescadores ordenó remansarse a las olas y se presenció el milagro de la calma en medio de la tempestad. Un viernes, poco tiempo después, aquellos pobres maderos –clavados como vil medio de tortura-, se convirtieron en cruz, el símbolo más universal de la humanidad. Esta historia, protagonizada por Jesucristo, sucedió en el portal de Belén, en el lago de Genesaret y en Jerusalén. Ocurrió hace dos siglos, pero sigue siendo un referente para creyentes e incrédulos.

En navidad solemos analizar hacia dónde va nuestra vida. Comprendemos que nacimos y que moriremos, que ha pasado vertiginosamente un año más. Nos preguntamos qué fue de nuestros planes de infancia y juventud. Seguramente muchos empeños han quedado arrinconados, enterrados por los acontecimientos que nos desbordan. En medio de nuestra existencia, sentimos el ajetreo que nos zarandea como a la barca de Pedro. Necesitamos un reposo navideño para descubrir la trascendencia de nuestro destino, que nos parece tan anodino en ocasiones.

El nuevo año es una oportunidad inmejorable. Los tres árboles alcanzaron lo que pidieron, sólo que no en la forma en que lo imaginaron. Nosotros también podemos obtener lo que ansiamos, aunque quizá sea de modo diferente al que lo suponemos. La vida tiene sentido: Su significado profundo está bien descrito por el “espíritu navideño”. Paz, amor, buena voluntad entre las gentes y entre los pueblos. No es una utopía, es posible,… sólo hay que creérselo y aplicarlo. ¿Por qué no lo intentamos todos en 2006?

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/remanso.htm

Manzanas famosas

©Mikel AgirregabiriaLa Oda a la Manzana de Neruda, “... quiero ver a toda la población del mundo unida, reunida, en el acto más simple de la Tierra: mordiendo una manzana”. Sigamos su ejemplo. A propósito: ¿Cuántas manzanas famosas conocemos?

Muchos confiamos en ese refrán de “una al día, la manzana sana”, porque es un proverbio que existe en muchas lenguas, con expresiones tan diversas como halagüeñas tales como “una manzana cada mañana, aparta al médico de la cama”. Después de la cena, el mejor cepillado de dientes es comerse una manzana, una solución naturista inmejorable. Además la manzana es rica en minerales, vitaminas, azúcares y fibras, proporciona sensación de saciedad que evita la obesidad y es de reconocido valor para combatir el colesterol, así como tónica para la circulación e inhibitoria del cáncer.

Siendo el manzano el árbol frutal más extendido a escala mundial por su facilidad de adaptación a diferentes climas y suelos, y siendo su cultivo tan antiguo como la humanidad agrícola, la manzana puede ser apreciada con distintas elaboraciones, desde bebidas como la sidra, el txakoli, o el vinagre de manzana hasta como ingrediente básico de tartas de manzana, manzanas caramelizadas, compotas, membrillos, zumos o mermeladas. Pero para “estar sano como una manzana”, la forma suprema de la saludable manzana es fresca y con piel bien lavada. Además la manzana cruda se conserva sin necesidad de frío, se puede transportar fácilmente sin aplastarse y se puede mordisquear sin mancharse ni de interrumpir otras actividades simultáneas.

Sólo los incontables méritos y referencias culturales de la manzana pueden igualarse a sus abundantes cualidades medicinales y gastronómicas. Comamos una Reineta en ocho bocados mientras repasamos la historia literaria a través de ocho célebres manzanas.

1ª) Manzana de Eva. Fue elegida para simbolizar el pecado original, convirtiéndose en la imagen bíblica de la tentación, según la tradición cristiana, si bien el Génesis no cita expresamente que fuese una manzana el fruto prohibido que provocó la expulsión del ser humano del paraíso. Mark Twain señalaba jocosamente que “El error fue prohibir la manzana. Adán se comió la manzana porque estaba prohibida. Si Dios hubiese prohibido la serpiente, Adán se hubiera comido la serpiente”.

2ª) Manzana de Afrodita. En la mitología griega, aparece nuevamente la áurea “manzana de la discordia” dedicada a la mujer más bella, puesto que se disputaron Hera, Atenea y Afrodita, diosa del amor que finalmente fue la designada, no sin provocar la Guerra de Troya. Todo empezó cuando Tetis y Peleo celebraron sus bodas, invitando a todos los dioses, excepto a Eris (la Discordia). Ésta, furibunda, arrojó una manzana que llevaba inscrito en su cáscara: “Para la más hermosa”. Las diosas se pelearon por la manzana y Zeus determinó que fuera un mortal, el príncipe Paris de Troya, quien señalara a la más bella. Hera le prometió a Paris la conquista de toda Asia si la señalaba como la beldad; Atenea le aseguró que lo haría sabio e invencible; Afrodita le prometió el amor de la mujer más bella, de modo que un seducido Paris le entregó a la diosa del amor la manzana funesta. Cuando Afrodita guiaba a Paris hacia Esparta, donde vivía la mortal más hermosa, Helena, las desairadas Hera y Atenea fraguaron una venganza terrible inmortalizada en La Ilíada.

3ª) Manzanas de las Hespérides. También es memorable el jardín mítico de las bellas ‘Ninfas del Ocaso’ que vigilaban un huerto mágico de árboles con manzanas de oro que otorgaban a sus poseedores la vida eterna.

4ª) Manzana de Guillermo Tell. El héroe más popular del folklore suizo, obligado por el invasor austriaco Gessler al negarse a inclinarse ante su sombrero colgado en un poste de la plaza, hubo de disparar su ballesta contra la manzana colocada sobre la cabeza de su hijo menor Walter.

5ª) Manzana de Isaac Newton. Lord Byron escribió sobre una anécdota del mayor físico y científico de todos los tiempos: “Newton vio caer una manzana, y entonces... descubrió una forma de probar la rotación terrena en un remolino del todo natural, llamado gravitación. Y así, desde Adán, ha sido el primer mortal que pudo coger una manzana o una caída”.

6ª) Manzana de la Isla del Tesoro. Robert L. Stevenson narra en su pasaje más emocionante cómo el joven protagonista Jim Hawkings, embarcado en la expedición a una isla desconocida en busca del mítico tesoro del capitán Flint, escucha al malvado Long Silver John desde el barril de manzanas (siempre previsto para largas travesías por los antiguos navegantes). Recordemos su relato: “Tuve que meterme en el barril para poder coger una manzana, ya que sólo quedaban unas pocas en el fondo. Me senté en aquella oscuridad para comérmela, y, por el rumor de las olas o el balanceo del barco, el hecho es que me adormecí. Entonces noté que alguien, y debió ser alguno de los marineros más corpulentos, se sentó apoyando su espalda en el barril, lo que dio a éste un violento empujón. Me despejé de golpe y ya iba a saltar fuera de la barrica, cuando un hombre, cuya voz me era conocida, empezó a hablar. Era Silver, y no bien escuché una docena de sus palabras, cuando ya ni por todo el oro del mundo hubiera dejado de permanecer escondido, pues no sé qué fue más fuerte en mí si la curiosidad o el temor: aquellas pocas palabras me habían hecho comprender que las vidas de todos los hombres honrados que iban a bordo dependían únicamente de mí…”.

7ª) Manzana de Blancanieves. Hasta los hermanos Grimm eligieron esta fruta como la pieza envenenada que la malvada bruja utilizó para intentar acabar con la belleza de Blancanieves.

8ª) La manzana de Turing. El conspicuo físico Alan Turing se suicidó comiendo una manzana emponzoñada con cianuro potásico, perseguido por su condición de homosexual en la Inglaterra de los años 50, y obligado a seguir un tratamiento hormonal con estrógenos que le destrozó física y espiritualmente. Este científico, pionero de la Inteligencia Artificial, había contribuido decisivamente a que los Aliados ganasen la II Guerra Mundial al descifrar el código secreto nazi generado por la máquina Enigma. Su apellido es universalmente conocido por la sencillez solemne de su artículo más famoso (“Computing machinery and intelligence”, de 1950), donde establece su regla de oro para atribuir inteligencia a los ordenadores, en el denominado “test de Turing”.
Este recorrido literario e histórico, con la manzana como protagonista, reafirma que las cosas más sencillas también pueden ser sublimes. Acertadamente, otro físico y celebérrimo divulgador como Carl Sagan afirmaba: “Para hacer una tarta de manzana, primero tienes que crear un universo”. ¡Ah, y en tanta manzana no olvidemos la de Apple!
Artículo ilustrado: mikel.agirregabiria.net/2005/manzanas.htm