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¿Cómo afecta la hora de comer a tu longevidad?

Resumen en 40 palabras: Es aconsejable acomodar todas las comidas del día a los ciclos de luz y mayor actividad, desde el amanecer al anochecer, dejando un período de ayuno nocturno prolongado (al menos de doce horas). Conozcamos mejor las biorritmos (ritmos circadianos) para sincronizar mejor nuestra vida (próximo post). 

La investigación del neurobiólogo Joseph Takahashi demuestra que el reloj biológico influye más de lo que se creía en numerosas funciones del organismo, en particular en el metabolismo. De ahí se deriva que la hora de comer parece que sí importa en la longevidad, así como la restricción calórica.

El reloj biológico humano está controlado por una decena de genes. Juntos conforman un mecanismo molecular importante para la evolución, algo que se sabe porque seres muy diversos – moscas, gusanos u hongos- tienen uno muy parecido. El neurobiólogo Joseph Takahashi ha dedicado décadas a descifrar el funcionamiento del reloj biológico y su papel en nuestro comportamiento, después de descubrir el primer gen relacionado con él en mamíferos. 

Según afirmó en una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), hay una relación directa entre el reloj biológico y la salud y, entenderla a escala molecular permitirá abrir nuevas vías contra el cáncer y otras enfermedades. Takahashi fue presentado por la investigadora del CNIO María Casanova, que busca mejorar las terapias oncológicas ajustando a los biorritmos la hora de administración, y estudia también cómo reacciona el sistema inmunitario en función del momento del día. 

Una prueba de la importancia del reloj biológico es su relación con la longevidad. Takahashi demuestra en un reciente trabajo en Science que un método experimental usado para prolongar la vida en animales modelo, la restricción calórica (ingerir menos calorías de manera controlada), es más efectiva si se aplica teniendo en cuenta los ritmos biológicos. En la investigación varios grupos de ratones comieron toda su vida un 30% menos de lo habitual, pero algunos lo hicieron con restricciones horarias. 

Los ratones que podían comer en cualquier momento del día fueron un 10% más longevos; los que comían solo de día vivieron un 20% más; y los que comían solo de noche, cuando los ratones son más activos, un 35% más. “Esto sorprendió mucho a toda la comunidad de longevidad, porque muestra que la hora en que se come es quizás el factor más importante”, afirma Takahashi. 

El poder de este experimento es que los animales comen exactamente lo mismo cada día, la única diferencia es el patrón temporal que siguen al hacerlo. Estamos muy emocionados con este resultado”. “Nuestra hipótesis es que el reloj biológico está en la base de todos los mecanismos del organismo que sabemos que están relacionados con la longevidad”, dijo Takahashi en el CNIO. 
Un ciclo de energía convertido en un ciclo de instrucciones genéticas Que los ritmos biológicos sean importantes tiene sentido, dados los cambios ambientales que trae el ciclo de luz/oscuridad: “Es en realidad un ciclo de energía. No solo las plantas, que obtienen energía del sol, sino todos los sistemas vivos han desarrollado relojes para anticiparse y aprovechar el ciclo de energía en la Tierra”, explicó Takahashi. Él y otros han mostrado en las últimas décadas que, a escala molecular, la adaptación a este ciclo de energía implica que también hay un ciclo en la ‘lectura’ (o transcripción) de nuestros genes. Los genes dan las instrucciones para el funcionamiento cotidiano del cuerpo, y ahora se sabe que cada una de esas órdenes entra en juego en un momento determinado del día. Como dice Takahashi, “hay un ciclo de transcripción genética que tarda 24 horas en completarse”. 

El primer gen CLOCK relacionado con ritmos circadianos se identificó en la mosca de la fruta –la Drosophila melanogaster— en los años setenta. Los años siguientes empezó una carrera por encontrar más bases genéticas de relojes circadianos. Takahashi encontró el gen CLOCK en 1997, y poco después BMAl1. Son genes que activan la lectura de otros implicados en ritmos circadianos, de los que se conocen ya una decena. Estos genes interactúan formando un sistema que se sincroniza con el entorno, y su acción influye en miles de otros genes. Takahashi ha descubierto que alrededor del 10% de los genes que se expresan en cualquier tejido están sometidos a control circadiano. Muchos son genes implicados en rutas metabólicas y del ciclo celular. En su investigación con restricción calórica observó que, en el hígado, los patrones de lectura (transcripción) de unos 2.500 genes variaban según los animales comieran de día o de noche. El grupo en que esta lectura de las instrucciones genéticas se desviaba menos de la habitual era el de los ratones más longevos –los que comían solo por la noche, coincidiendo con su periodo natural de actividad. Los investigadores registraron también una mayor pérdida de peso en este grupo. 

El grupo de Joseph Takahashi quiere ahora investigar si alterar el gen CLOCK tiene efectos sobre la longevidad, y también buscan modular la actividad de este gen mediante un fármaco. Antes de bajar a la escala molecular los investigadores abordaron la fisiología del reloj biológico. Hoy se sabe que los biorritmos se mantienen también en ausencia de señales externas, como la luz –que es solo una las señales que pueden influir en el ritmo circadiano–. Estas señales, sin embargo, son importantes para resetear y sincronizar el reloj. También ha sido importante descubrir que no hay un único reloj en el cerebro, como se creía: “La investigación del reloj circadiano de los mamíferos se ha centrado durante mucho tiempo en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, pero ahora sabemos que cada célula tiene su propio reloj, y el sistema nervioso central, el cerebro, los sincroniza”, dijo Takahashi. 

El envejecimiento se asocia con el declive gradual de los ritmos circadianos, lo que plantea la cuestión de si los mecanismos farmacológicos o conductuales que aumentan la solidez circadiana pueden ralentizar el proceso de envejecimiento. La alimentación restringida en el tiempo es un mecanismo para aumentar los ritmos internos, e incluso la administración restringida en el tiempo de una dieta rica en grasas durante la fase activa, en concreto, puede prevenir la obesidad inducida por la dieta y las comorbilidades asociadas, incluso en un contexto de alteración circadiana. Aunque la restricción calórica favorece la longevidad, no está tan claro hasta qué punto está implicado el reloj biológico de 24 horas.

Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos

Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos
Poema, que algunos atribuyen a Gabriel García Márquez, aunque todo parece apuntar a que pertenece a un autor desconocido, que expresa a la perfección toda esa nostalgia y esa melancolía de ver el paso de los niños a adultos, de observar cómo se van haciendo grandes ante la atenta mirada de unos padres que solo quieren lo mejor para ellos. Cómo hay una etapa en la que los padres quedan huérfanos de sus hijos, pero con un mensaje claro: hay que disfrutar cada instante de los hijos, hay que vivir cada etapa de su desarrollo porque todas pueden ser maravillosas. Y apunta algo más: la segunda oportunidad que dan los nietos. Un poema lleno de sentimiento, nostalgia y emoción. Aquí dejamos el texto completo:

Hay un período / cuando los padres / quedamos huérfanos / de nuestros hijos.

Es que los niños crecen independientemente de nosotros, / como árboles murmurantes / y pájaros imprudentes.

Crecen / sin pedir permiso a la vida. / Crecen / con una estridencia alegre / y, a veces, / con alardeada arrogancia. / Pero / no crecen todos los días, / crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti / y con una naturalidad increíble / te dicen cualquier cosa / que te indica que / esa criatura de pañales, / ¡ya creció!

¿Cuándo creció / que no lo percibiste?

¿Dónde quedaron / las fiestas infantiles, / el juego en la arena, / los cumpleaños con payasos?

El niño crece / en un ritual de / obediencia orgánica / y desobediencia civil.

Ahora estás allí, / en la puerta / de la discoteca / esperando no sólo que no crezca, / sino que aparezca.

Allí están / muchos padres al volante / esperando que salgan.

Y allí están / nuestros hijos, / entre hamburguesas y gaseosas.

Con el uniforme / de su generación / y sus incómodas / y pesadas mochilas / en los hombros.

Allá estamos nosotros, / con los cabellos canos.

Y esos son / nuestros hijos, / los que amamos / a pesar / de los golpes de los vientos, / de las escasas cosechas de paz, / de las malas noticias / y la dictadura de las horas.

Ellos crecieron amaestrados, / observando y aprendiendo / con nuestros errores / y nuestros aciertos.

Principalmente / con los errores / que esperamos no se repitan.

Hay un periodo / en que los padres / vamos quedando / huérfanos de los hijos.

Ya no los buscaremos más / en las puertas de las discotecas / y del cine.

Pasó el tiempo del piano, / el fútbol, / el ballet, / la natación.

Salieron del asiento de atrás / y pasaron / al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido más / junto a su cama, / al anochecer, / para oír su alma respirando / conversaciones y confidencias / entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes,  cubrecamas de aquellas piezas / con calcomanías, / afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores.

Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos.

Sí, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.

Quedamos los padres exiliados de los hijos.

Teníamos la soledad que siempre deseamos, y nos llegó el momento en que sólo miramos de lejos, oramos mucho (en ese momento se nos había olvidado) para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad / conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

Nieto y abuelo, Julen y su aitxitxe

El secreto es esperar. / En cualquier momento nos darán nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos.

Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. / Así es.

Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser padres; sólo aprendemos
a ser padres después de ser abuelos.

En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos va pasando.

Los hijos, como los buques

Los Croods, una metáfora de innovación perturbadora

Es una maravilla que un nieto de 3 años recién cumplidos lleve al cine a un aitxitxe (abuelo). Ayer lo hizo el mío, porque quería ver por tercera vez la película "The Croods", cuyo tema "Shine you way" (vídeo) canta a todas horas. Resulta increíble cómo me guió por el concurrido Centro Comercial Artea en un sábado lluvioso repleto de gente, para comprar alguna golosina previa y luego esperar cenando a que el resto de la familia acabase su película alternativa.

Tal y como me la había avanzado mi nieto, el largometraje ya prometía. Una familia de cavernícolas con un esforzado padre Grug, al mismo tiempo fuerte y temeroso, además de aficionado a la fotografía prehistórica y las pinturas rupestres. Toda su experiencia le llevaba a una única norma paleolítica para transmitir a su prole, "lo nuevo siempre es peligroso y nunca pierdas el miedo", tras ver la desaparición total de otras familias vecinas devoradas o aniquiladas por el entorno hostil. Pero su hija mayor, Eep es una rebelde que quiere explorar y se niega a recluirse en una caverna tras otra, sin más expectativas que sobrevivir a duras penas. Completan el repertorio la cabal madre Ugga, la abuela Gran (suegra de Grug), el tontorrón hijo Thunk, y la hija pequeña Sandy, una bebé muy espabilada.

Cuando la protagonista Eep conoce a un nómada llamado Chico (o Guy),  que sabe hacer fuego y entiende lo que son los zapatos o las provisiones (con los restos de comida no engullidos de inmediato), se produce un dilema al iniciar los siete únicos humanos del film un azaroso viaje en un mundo con terremotos. Choca el inmovilismo que les ha mantenido con vida del padre Grug Crood con la innovación de un mundo nuevo que conoce el joven Chico.

Finalmente, saben actuar en equipo, aunando las dos narrativas (la más conservadora y la novedosa) y salvan su vida descubriendo un mundo menos polvoriento y más estrellado (en la escena más sublime de apagar la antorcha y descubrir al raso -no encerrados en una gruta desde el anochecer- el cielo estrellado de una noche despejada).

Una divertida película para los jóvenes y una lección para los mayores de cómo transformar nuestro mundo, combinando lo tradicional y lo novedoso, aprendiendo juntos de nuevas realidades (como el mundo virtualizado de Internet), que puede aportarnos grandes posibilidades si reconocemos y eludimos sus riesgos. Así, unidos y pensando juntos, en esa dialéctica del sentido común y de apertura a lo nuevo, somos imparables. Los Croods, porque ya cuentan con la curiosidad y el afán de Eep, y Chico saben sumar sus anhelos e incorporar una innovación disruptiva que podía acabar con todos. Desde ese Paleolítico Inferior hasta nuestros días, la humanidad ha sabido solucionar sus problemas. Hoy también confiamos y porfiamos por que siga siendo así.
Todo el elenco de personajes de esta obra, recién estrenada pero que quedará en el inconsciente colectivo:  Sandy, su madre Ugga, la otra hija adolescente Eep, el padre Grug, Chico (el único ajeno a la familia Crood), el hijo Thunk y su abuela Gran (y una mascota, adoptada tras descubrir que son los animales que no se comen). Una versión completa de la película puede verse en www.vergratispeliculas.com.

Alicante en junio... de 2021

Hemos llegado antes que los socorristas
Por primera vez hemos llegado antes del 40 de mayo, o 10 de junio, incluso antes de que los socorristas de la playa de Mil Palmeras comiencen su trabajo. Aquí y ahora se cumple el deseo que expresó Jonathan Swift entre otras muchas citas¡Ojalá vivas todos los días de tu vida!” Foto inicial de la instalación de su puesto de vigilancia.

Primer descubrimiento, que ya sospechábamos, pero que nunca pudimos verificar: Lo mejor de Julio es Junio, como lo mejor de Agosto es Septiembre. Quizá porque lo mejor del verano es la primavera final o el otoño inicial. Elegir los meses es un privilegio de los jubilados,... o de los teletrabajadores de verdad, al 100%.  

Desde esta fecha, la de quitarse el sayo, el agua tanto del mar como de la piscina superan los 22º grados y el baño prolongado es perfectamente factible. Como todos los años, las actividades y propuestas son tantas, que ni hemos encendido la televisión aún, no sabemos ni siquiera si funciona. Pero lo excepcional es que tampoco hemos arrancado los aparatos de aire acondicionado, ni de día ni de noche. Los ventiladores, sí. 
Naturaleza muy cercana
Será por el mes de llegada, quizá acentuado por la falta de residentes y visitantes de turismo, pero la naturaleza se ha aproximado a nuestros hogares más que nunca. Gorriones que se acercan hasta el plato, ardillas que ya no se esconden y gaviotas que casi chocan con nuestras cabezas sobre la playa.

Lo mejor de la #AlicanTerapia es que las horas y los días pasan sin que nos demos cuenta, ya es el mediodía, ya es la noche, ya es el amanecer del día siguiente,... Cada una de las actividades rutinarias son igualmente placenteras: El despacioso desayuno, el baño en el mar y en la piscina, la comida a ser posible con amistades, la sobremesa para el recuerdo, la siesta sin prisa, el paseo vespertino, la cena en compañía, el anochecer de cielos sorprendentes,... 

Prohibido fumar, por la pandemia pero ojalá siga así para siempre
Centros comerciales como La Zenia Boulevard donde, al fin, se prohíbe fumar. Por supuesto, ni la normativa ni el civismo ha llegado a tanto, pero la pandemia puede que nos vaya acostumbrando.
Símbolo de una época
El signo de la COVID-19 en una etapa se vacunación,... Ya podemos comer y cenar en restaurantes y las mascarillas se cuelgan de donde se puede, como de los sujeta-manteles. Y esas cenas con sol declinante son una maravilla.

El sábado de la vida

Hace dos meses, el 3 de abril de 2018, cumplimos 65 años y "nos" jubilaron. Comprendimos que habíamos entrado en "el sábado de la vida" o la madurez de la existencia.

Una larga (y ancha) vida puede analizarse en períodos de 13 años. No sufrimos de triscaidecafobia, esa manía o miedo, en cualquier caso irracional, al número 13.

El lunes de la vida son los primeros 13 años, el ciclo desde el nacimiento hasta el décimo tercer año. Conforma lo que conocemos como la infancia. Es una etapa feliz, tanto como lo son las demás, si bien esta depende más de la suerte que se tenga al nacer,... Las siguientes dependen, sobre todo, de las decisiones de cada persona.

El martes de la vida abarca de los 14 a los 26 años, ambos inclusive. Podemos hablar de la adolescencia (sí, ahora se vive más, y se retrasa la juventud). Otro tramo que se añora cuando ha pasado, que marca la transición entre los (primeros) estudios y el paso a la etapa laboral.

El miércoles de la vida va desde los 27 a los 39 años, cuando vivimos la juventud, tardía en la era contemporánea. Sí, ese estado que se trata de prolongar, incluso que se sobrevalora en exceso, pero que concluye cuando se cumplen los malditos cuarenta años. Si antes era el momento de ser "hijos o hijas", ahora es cuando nos convertimos en padres o madres,...

El jueves de la vida es ese intermedio existencial que va desde los 40 a los 52 años. Podríamos definirlo como la primera madurez. Necesitamos un neologismo para delimitar eso que conocemos como la fase de las personas cuarentonas,...

El viernes de la vida el el tramo desde los 53 a los 65, algo como la segunda madurez. Es una estación, de paso como todas, donde se vislumbra una transición que deje atrás la vida laboral a plena jornada,... Con suerte por estas fechas, nosotros con 56 años, nos estrenamos como abuelos y abuelos.

El sábado de la vida es la primera vejez, una andadura gloriosa (de puro senderismo) desde los 66 hasta los 78 años (si la salud lo permite). Nuestro eslabón temporal preferido, simplemente porque es el que nos toca vivir ahora.  Es una edad maravillosa, cuando cada jornada al despertar se entiende que todos los días de la semana son sábados, un día perfecto, precedido de un día inmejorable y seguido de otro día insuperable. Os recomendamos llegar hasta aquí, entender que esta "abuelescencia" es un pack de todo en uno: lo mejor de la infancia, de la adolescencia, de la juventud y de la madurez con tiempo libre para disfrutarlo,..

El domingo de la vida es el estadio final, de llegada (y salida) o la segunda vejez entre los 79 y los 91 años,... Quizá algunos años más, lo que cada individuo pueda sobrevivir, la propina que los afortunados,... Si todo ha ido bien, quizá alcancemos la categoría de bisabuelos, incluso tatarabuelos,... Todo será como un domingo, pero al anochecer se recuerda lo que viene y no es algo cíclico como las semanas ordinarias,... ¿o sí (y creemos en la reencarnación)?
Cientos de posts sobre infanciaadolescenciajuventudmadurez y vejez.

El verano se acaba...


Los indicios surgen por doquier, más allá de los calendarios. Las urbanizaciones se van apagando, las casas encendidas son menos cada día. La piscina, triste, se muestra esquiva, casi arisca. La playa vacía ha perdido juventud, y los bañistas parecen mirar sus relojes para comprobar cómo terminan estas jornadas festivas. La gota fría se avecina. La excavadora limpia el cauce del Río Seco (vídeo inferior). 

El transcurrir de los días deja sus huellas, hasta en esas chanclas que se rompen dado que parecen programadas para sólo un verano. Y ese tenue retraso en el amanecer y adelanto del anochecer son muestras inexorables que te van diciendo: "Tus vacaciones son historia, muchacho". Han sido muchas y variadas las despedidas. Unos se han ido antes; otros, lo harán después. Un clamor interior te dice: "¡No te vayas, quédate!". 

Pero el ti-tac del almanaque no perdona. Mañana, de viaje. Pasado, de llegada. Pasado mañana, lunes uno de septiembre, a encontrar el portal, y el piso donde trabajo. Y entrar preguntando: ¿A qué nos dedicamos en este negociado? Un poco de humor, para sobrevivir... Ya sólo queda un año para volver a... donde vivo. Porque vivir, lo que se dice vivir, vivo en Alicante aunque sólo pase allí unos pocos días al año... Technorati tag:

Física veraniega

Descubriendo los secretos del verano, las esencias de la estación suprema.

Treinta y tres años después de acabar mi licenciatura en Física Teórica y tras once trienios laborables, he comprendido las medidas físicas que definen el veraneo. Son tres y comienzan todas por la letra T. La primera es una magnitud derivada y es obvia: el Trabajo. Cambiar de actividad, abandonar por una temporada nuestra profesión, es un elemento clave y definitorio. Quizás, a menudo, el estío es más trabajoso, pero en labores distintas, consideradas como lúdicas.

Las otras dos referencias son “magnitudes fundamentales”, las principales de la Física. La Temperatura es primordial, para asegurarnos un estilo y una calidad de vida inigualables. Buscamos un clima que nos permita disfrutar del aire y del agua, en el rostro y en todo el cuerpo. La brisa marina, el contacto con el océano, o la piscina, en todo momento, al alba, a la mañana, al mediodía, al atardecer, o de madrugada,…

Y por último, y principal, la dimensión Tiempo. El disfrute vacacional se sostiene por disponer de periodos largos sin horarios prefijados. Podemos desayunar con la familia, pasar la mañana con gente que amas, comer y conversar en compañía, sestear sin despertador y reiniciar la jornada antes del anochecer prometedor. Tiempo para paladear con los seres queridos esos instantes memorables, esos minutos únicos, esas horas irrepetibles y esos días que desearíamos fuesen eternos.

Nuestras fotos más visitadas


Castillos de arena... en Torrevieja
A diferencia de la profusión de plataformas online donde almacenamos nuestros vídeos, las imágenes las guardamos en la nube casi exclusivamente en Flickr. Las estadísticas de nuestra cuenta Flickr muestran ya más de 1.235.000 visitas entre fotos y vídeos ("fotos largas" de hasta minuto y medio), galerías, álbumes, colecciones y expos.

Nuestras imágenes más visitadas (ver enlace) parece que responden a títulos que llaman la atención, como "sexo gratis" de un anuncio engañoso, hablan de "castillos de arena", cuentan con el reclamo de Marilyn_Monroe, o son de fauna marina,... También parece que algunas son utilizadas en presentaciones en paneles lo que da visitas adicionales, o han disfrutado del tirón del fotoblog .

Flickr establece otras clasificaciones por interés, o por haber sido designadas como favoritas, lo que marca otras jerarquías con vistas como la anexada abajo. Seguimos esperando nuestras visitas y quizá os interesen nuestras colecciones sobre moda, sobre deporte (que también acumulan muchas visitas tras los eventos), o turismo por Euskadi o Alicante,...
Anochecer en Riomar (Pilar de la Horadada, Alicante)
Quizá también os interesen nuestros vídeos más visitados.

Atardecer en el Mediterráneo

Atardecer en el Mediterráneo
Se acaba otro tormentoso (en lo espiritual) mes de julio. Pero la calma de Alicante nos alivia. Un gran atardecer de Technicolor nos sale al encuentro, como cada día de verano, cuando los colores se desbocan y se van al cine... Siempre con esa extraña belleza de una alucinación déjà vu. Son esos momentos en los que se comprende a Quinto Curcio Rufo: "El alma es antípoda del cuerpo, y así amanece para ella cuando anochece para él".

Un rojizo y poético anochecer digno de Edmond Rostand cuando señaló en Cyrano de Bergerac: "Yo quisiera morir en un atardecer, bajo un cielo teñido de rosa, con una hermosa frase, digna de una hermosa causa en los labios". Suena mejor en francés:

Ruta Alicante - Teruel - Bizkaia, finales de 2021

Playa de Mil Palmeras al anochecer en otoño.
¡Qué fácil es ir de costa a costa, del Mediterráneo al Cantábrico!
Supercargador de Tesla en Valencia (que estamos sustituyendo por los de Torrent o Sagunto)
Esta vez, con primera parada en el PDR (Punto De Recarga) de Valencia, aunque ya preferimos los SuperChargers de Torrent o Sagunto.
Plaza del Torico, Teruel, en otoño 
Teruel y su ternasco en el 1900, punto perfecto para pernoctar en un viaje con dos etapas.
Supercargador de Tesla en Zaragoza (uno de nuestros habituales)
Segunda parada, apenas veinte minutos porque es la "larga", en el PDR de Zaragoza, uno de los SuperCargadores (exclusivos hasta ahora) de Tesla.
Crucero Sky Princess en Getxo (Bizkaia)
Llegada a Getxo, con los cruceros de nuevo tras la pandemia. Foto desde el Tesla.

39 años con la MEJOR ESPOSA: CARMEN

Carmen y Mikel
Ya son 39 años casados con la mejor esposa, Carmen. La felicidad es encontrar una pareja que te acompañe a lo largo de la vida. Nosotros llevamos juntos 43 años,... La felicidad es completa cuando tu pareja es y siempre será la mejor hija, la mejor novia, la mejor esposa, la mejor amante, la mejor madre, la mejor abuela,....

Quiero, necesito, Carmen, que estés siempre a mi lado, cuando te necesite y cuando no te necesite, cuando te merezca y cuando te anhele, cuando respiro y cuando respires, cuando suspiremos y cuando nos hayamos escapado,...

Carmen contigo he descubierto que la felicidad no es un accidente, una suerte o una casualidad,... La felicidad es una compañía, una mano amiga, una sonrisa por la mañana y un beso al anochecer, un miedo a perderte, una respiración al despertar, una complicidad tan íntima que ni la poesía puede explicar,... 
39 años con la MEJOR ESPOSA: CARMEN
Entradas de nuestro aniversario en 20092010201120122013,2014, 2015,...

Pedimos demasiado a la vida

La vida es generosa. Nos otorga dones con espléndido derroche. Pero nosotros le pedimos incansablemente más y más…

Pedimos salud para nosotros, para nuestras parejas, para nuestros hijos, para nuestros padres, pedimos salud para nuestros familiares y amigos,.. También pedimos amor, también amistad, también dinero, también felicidad, también futuro, también ilusión,… Lo pedimos todo. Y se lo pedimos para hoy, para mañana y para pasado mañana; también para el año que viene, el lustro siguiente, la década posterior,… Pedimos, todos pedimos, una vida larga y ancha.

Tanto y tanto solicitamos que la vida nos dé, que siempre –mejor tarde que pronto- acaba llegando el momento en el que el chorro de gozos va menguando. La vida es pródiga, pero nuestro tiempo es limitado. Mientras sigamos en la etapa (más o menos) plácida, recordemos el largo listado de nuestras demandas. Seamos conscientes de todo lo que se nos concede y apreciémoslo. Olvidemos esas pequeñas displicencias, esos minúsculos problemas, esas ridículas contrariedades.

Pongamos en su debido orden esas insignificantes preocupaciones que nos consumen día a día. Riámonos del coche viejo que no podemos sustituir, o de esa calvicie incipiente que acredita nuestra experiencia. Qué más dan unos michelines sobre el traje de baño, si afortunados todavía podemos ir a la playa. Dejémonos de pesadumbres por incertidumbres del porvenir, que quizás nunca sucedan, si aún tenemos unas horas esplendoras hasta el anochecer de hoy. Carpe diem!

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2008/demasiado.DOC

Borrachín en navidad... y en el resto del año

Hace unos días se han celebrado las Fiestas de Las Mercedes en Las Arenas (Getxo). Aparte de la interesante programación oficial, el sábado 26 en su tarde-noche la localidad se llenó de gente próxima y remota, en grupos con edades que iban desde los 12 años hasta "la juventud" de 30 años. Un pupurrí de esa adultescencia que se entremezclaba con el otro extremo de la precoz puerilescencia... Lo peor del conglomerado que se iba acumulando hacia el anochecer era la profusión de droga legal visible (alcohol en bolsas de supermercado) y la sospecha de otras sustancias más sentidas por el olfato que por la vista. Un espectáculo tan poco edificante como nulo ejemplarizante.

Este panorama festivo se prolonga por toda Bizkaia cada fin de semana durante todo el verano y gran parte del año. Son muchas las personas que pasan de fiesta en fiesta, largos meses a diferencia de lo que sucedía antaño. La facilidad de viajar hace que se haya perdido el sentido de unos días especiales, donde quizá se toleraban algunos excesos. Ahora lo generalizado recuerda a lo que antes sólo pasaba al borrachín del pueblo. Toda la vida beodo, al llegar navidad y tomar su primer trago decía para excusarse: "Un día, es un día".

Sugerimos que para romper esta cadena festiva de despropósito continuado, se disponga de unas solas fechas para los excesos, únicas por provincia... o, al menos, por municipio. Ya que ahora se puede viajar con facilidad por el espacio, que no sea tan fácil viajar por el tiempo. Y es que sólo en nuestro municipio de Getxo se convocan demasiadas fiestas, hasta nueve con el siguiente calendario casi ininterrumpido:
  • 7-16 de Mayo: San Isidro (en Andra Mari).
  • 19-23 de Junio: San Juan (Zubilleta).
  • 10-12 de Julio: Carmen (Neguri).
  • 24-26 de Julio: Santa Ana (en el barrio del mismo nombre).
  • 29 de Julio - 1 de Agosto: San Ignacio (en el barrio con su nombre).
  • 5-9 de Agosto: Fiestas del barrio de Romo.
  • 12-15 de Agosto: Fiestas del Puerto Viejo.
  • 25-27 de Septiembre: Las Mercedes (el barrio con su nombre), incluye la fiesta local general de todo Getxo el 24 de septiembre.
  • 6-9 de Noviembre: Fiestas de San Martín (Algorta).
La foto superior corresponde a la noche de San de Juan de este año.

Kindle Paperwhite, el mejor por el momento


El verano es tiempo de lectura a destajo y nuestro Amazon Kindle original era frecuentemente disputado entre Carmen y quien suscribe, de modo que había llegado el momento de adquirir un Kindle táctil, y mejor con luz incorporada para evitar el engorro de iluminar el eBook cuando el atardecer daba paso al anochecer.

Además queríamos conocer el último producto presentado por Amazon: el Kindle Paperwhite, en la versión más sencilla de wifi (sin 3G), por 129 euros. Es un lector con pantalla táctil iluminada por una luz frontal integrada, sin botones de ningún tipo que no sea el de encendido (incluso se sacrifican los eficaces pasa-páginas de ambos laterales) y que prescinde del engorro de teclear con un primitivo teclado donde se elegían las letras con el cursor.

Es una maravilla la iluminación proporcionada por cuatro LEDs situados en la parte inferior de la pantalla del Kindle Paperwhite, de intensidad ajustable, que permite leer en plena oscuridad y sin molestar a quien nos acompañe. El sistema patentado por Kindle no proyecta hacia fuera la luz, como en los sistemas retroalimentados de las tabletas, asemejándose a una superficie iluminada (no luminosa), por lo que no cansa la vista. La batería se anuncia para ocho semanas, pero con un uso intensivo propio de las vacaciones lo cierto es que lo estamos recargando cada dos o tres días, con un cable conectable a un puerto USB 2.0 como único accesorio incluido en la compra.

Para el paso de las páginas, una vez estamos leyendo un libro electrónico, basta pulsar en una de las tres zonas activas (distribuidas como en la imagen adjunta): la superior que nos lleva a un menú de opciones, la pequeña zona de la izquierda para retroceder en la lectura y la amplia superficie de la derecha para avanzar la página.

También se puede compartir párrafos en las redes sociales, donde se adjunta automáticamente la referencia del libro, pero siempre y cuando el libro sea original del almacén Amazon, porque no funciona con documentos propios o descargados ilegalmente.

El Kindle Paperwhite puede almacenar unos 1.100 títulos en sus 2 GB de memoria interna. La descarga se realiza con rapidez y la ventaja que ofrece Amazon para ojearlos previamente en su inmensa biblioteca de más de un millón de obras diferentes, bien vía Wi-Fi o 3G (gratuita en 100 países), a precios más competitivos que los de soporte papel. Esto es lo legal, incluyendo libros clásicos que son enteramente gratuitos (aparte de otras fórmulas de consecución que no respetan los derechos de autor, pero que se ofrecen e instalan con una facilidad pasmosa).

En cualquier momento se puede pulsar una palabra durante un instante para activar el diccionario correspondiente (que adivina el Kindle Paperwhite),... o consultar la Wikipedia. la lectura basta con apretar el dedo sobre una palabra para que aparezca su definición el el diccionario y para acceder a su definición en la Wikipedia o a su traducción con un par de pulsaciones más (siempre que estemos conectados).
Kindle Whitepaper recibido, junto a su viejo hermano
Conclusiones:
  •  El Kindle Paperwhite es el mejor eBook a fecha de hoy, aunque podría y debería ser menos caro (recomendación, comprarlo en EE.UU. o en dólares). Vale la pena su adquisición, aunque es seguro que pronto bajará de precio (algo que haría sino fuese por el dominio oligopólico de Kindle y Amazon  en este ámbito).
  • Su gran baza doble es la pantalla táctil e iluminada, aunque apenas sirve para navegar por Internet por los tonos sólo de 16 escalas de grises, 6" (15 cm) y resolución de 758×1.024 (que incluso hace poco definidos los gráficos de los libros). Por tanto, no pretende sustituir a ninguna tableta y muestra de ello es que Amazon sigue denominando "experimental" al navegador .

Diablogs

Padre: Vale, ya sabemos que podemos leer tu blog, pero tú también podrías contarnos cómo te ha ido el día en la escuela…Cual don Alonso Quijano, que por leer en exceso novelas de caballerías terminó con los sesos secos, la sobreabundancia de información provoca pesadillas y aventuras inciertas.

Me sucedió una extravagante alucinación por creerme un moderno caballero andante. Desperté de un sueño extraño. Como de costumbre, impelido por el insomnio, me dirigí casi sonámbulo a mi cuarto de máquinas. Allí bullía el ordenador secundario, pero desperté el portátil principal. Al repasar el correo electrónico y comprobar dónde me habían publicado algún artículo remitido, nada parecía alterado; luego, comprendí que se avecinaba una madrugada extraña.

Al encenderse la pantalla empezaron a salir y rodearme personajes vestidos de carnaval. Dos remedaban a El País y El Mundo. Uno faroleaba, ‘Yo publico más’; el otro replicaba,’Pero yo estoy más cerca del poder… económico’. No le di gran importancia. Supuse que seguiría aún dormido, pensando qué escribir sobre la base del sueño recién truncado. La incorporación de nuevos personajes, Estrella Digital entre otros, me impresionó definitivamente: Aquello no era racional.

Debatían sobre prensa impresa y on-line, pero nadie respondía a mi pregunta de cómo publicar en sus ‘Cartas al Director’. Entonces se escuchó a Gumersindo Lafuente, ex-director de elmundo.es, que con rotundidad decía: “Los periódicos tradicionales ya están muertos,... Quieren dominar algo que se les ha escapado de las manos. Tienen miedo de sus propias webs". Luego surgieron otros diablos de aquella caverna de Platón, gurús de blogs, ecos de podcasting,… Finalmente desperté y tecleé esto.

Quizá todo sea culpa de mi rutina diaria. De camino al trabajo escucho tres emisoras de radio, Radio Euskadi, Euskadi Irratia (en euskera) y Radio 5 Todo Noticias. En un semáforo me regalan el primero de los seis diarios gratuitos, El Bolsín. Luego recojo, QUÉ!, ADN, El Nervión, 20 Minutos y Metro. Estoy suscrito a la versión digital de dos diarios de pago, El País y DEIA, que ojeo en sus versiones íntegras en PDF. Al mediodía, ojeo con Google Reader las noticias sindicadas de mis 240 preferidas webs (2.0, en varios idiomas).

Al anochecer, repaso Internet y zapeo entre los más de 100 canales de televisión vía Euskaltel. Sólo después de leer todo esto, incluidos 150 blogs, escribo cada día al menos un post en mi blog.agirregabiria.net, y remito el texto a unos 200 medios de comunicación (digitales en su inmensa mayoría).

A falta del ingenio de Don Quijote, y sólo con sus mismas visiones de malignos molinos de viento a los que vencer, los bloggers debemos medir nuestras fuerzas, limitar nuestras fuentes y especializarnos a fin de aportar algo con valor propio. Hoy, seguramente, tampoco lo he conseguido; pero quede aquí mi modesto testimonio.
Versión .DOC para imprimirVersión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/diablogs.doc

Flamantes cincuentones

He ingresado en la legión grisácea de los cincuentones, sin eufemismos paliativos tales como jóvenes maduros o veteranos juveniles. Cuando publiquen esta nota, ya habrá pasado mi cumpleaños, así que pueden abstenerse de felicitarme. Nací un viernes santo cualquiera, justo hace diez lustros. Este quincuagésimo cumpleaños es la fecha en la que descubres que todo es más sencillo de lo que pensabas, y coincides con tus hijos adolescentes en que el día para pegarte el banquete o la fiesta de tu vida es… hoy mismo, sin esperar a mañana, y eso cada día de los próximos mientras puedas decidir. Con todo, la crisis de los 50 me parece más llevadera que la depresión de los 40, y de la angustia de los 30, que ni siquiera recuerdo bien. Convertirse en cincuentón es una trágica y traqueteada experiencia, pero que se vive en compañía de todos los coetáneos. A ellos están dedicadas estas líneas. Siempre pensamos que aquélla fue una gran cosecha, la del 53, aunque ahora lo dudamos tras descubrir que son de la misma quinta Aznar y Blair (quien dijo sentir mariposas en el estómago el día que cumplió 50).

Aquel nuestro año 1953  finalizó la Guerra de Corea, Franco firmó el Concordato con el Vaticano y los primeros acuerdos económicos y militares con los EE.UU., llegó la Coca-Cola, se escaló en Everest, se demostró la relación entre cáncer y tabaco, se descubrió la estructura en doble hélice del ADN, se simplificó la famosa ecuación de Einstein a E=m.c2, se inventó el bolígrafo Bic y se pusieron de moda los pantalones vaqueros. Murieron Stalin, el compositor Prokófiev, el poeta Dylan Thomas,…, pero ahora lo que importa es cómo fuimos, y cómo somos los que entonces nacimos –más exactamente, los que todavía quedamos-.

Nosotros nos criamos a lo bestia. Hacíamos lo que jamás permitimos luego a nuestros hijos. Corríamos en pequeñas e inadecuadas bicicletas sin casco, los columpios eran de metal roñoso y con esquinas en pico, y jugábamos a ver quien era más bruto. Construimos goitiberas para bajar por las cuestas y descubríamos que habíamos olvidado los frenos. Jugábamos a "chorro, morro, pico, tallo, qué" (no pregunten eso qué significaba), procurando caer en plan bomba, y nadie sufrió dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos al anochecer. Nadie podía localizarnos por ningún móvil. O hacíamos una fogata para asar patatas y contarnos historias de miedo. Nos abríamos la cabeza jugando a “guerra de piedras” y no pasaba nada, eran “cosa de niños” y se curaba con Mercromina y un cachete adicional de castigo. Comíamos moras, pipas de melón y porquerías, bebiendo aquel refresco de color butano, pero no fuimos obesos. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. No tuvimos Playstation, Nintendo, películas en vídeo, móviles, computadores ni Internet: sólo un canal de televisión en blanco y negro,.. en casa de algún amigo rico. Siempre recordaremos nuestros escasos juguetes, pero nos sobraban los amigos y primos. Quedábamos con ellos en el parque más cercano. O ni siquiera quedábamos, con la merienda íbamos a la plaza y allí nos encontrábamos. Ligábamos con las chicas persiguiéndolas, no en un chat tecleando ;-D. Y jugábamos a las chapas, a las canicas, al “hinque” con clavos herrumbrosos, con pólvora,... en fin, con tecnología punta. Bebíamos agua directamente del grifo, cazábamos lagartijas y gorriones con la "chimbera de balines", sin adultos vigilándonos. En los juegos del patio, no todos participaban en los equipos; debías ser elegido. Los otros tuvieron que aprender a superar la decepción. Los menos estudiosos, repetían curso y les ponían a trabajar prematuramente de “botones”… en una Caja de Ahorros y cuando pasadas las décadas te los reencontrabas, te denegaban el crédito.

Viajábamos en minúsculos coches sin cinturones de seguridad ni air-bag, durante viajes de 8 horas con cuatro adultos y cuatro niños en un 600, sin síndromes de la clase turista. Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. Si transgredíamos alguno de los numerosos preceptos, nuestros padres no sólo no nos protegían, sino que además nos castigaban aparte. Tuvimos media libertad, mucho fracaso, poco éxito y moderada responsabilidad, pero aprendimos a crecer con todo ello.

Ha pasado la mayor parte, pero quizá no la mejor, de la vida familiar y profesional. Nuestros hijos son insufribles y eternos adolescentes, nuestra pareja ha engordado casi tanto como nosotros, y ya estamos plenamente instalados en esa burguesía postmoderna y acomodada,… que tanto se parece a la de nuestros abuelos y que fue mejor que la de nuestros sufridos padres. Nuestros rutinarios paseos con la parienta, esos recorridos de café con leche en café con leche (descafeinados por supuesto), con muchas paradas, permiten a los comerciantes poner en hora sus relojes cuando nos ven desfilar puntualmente cada atardecer. Nuestra carrera laboral ya ha acumulado suficiente mediocridad como para no quitarnos el sueño las pasadas aspiraciones, que han envejecido más prematuramente que nosotros. Ya sabemos adónde vamos a llegar, y eso con suerte: a la prejubilación. Pero nos sentimos bien, nada de esa "sensación de que la vida se me está escapando". Chispeantes, seguimos creciendo. Los pies, por ejemplo, cada vez están más lejos y cada día te cuesta más llegar hasta ellos, sobre todo el izquierdo. Cierto que ya no podemos pasar de los tres platos en las alubiadas, y que crecen los periféricos de ayuda (gafas de presbicia, y pronto audífonos), pero hay otras ventajas: Vas perdiendo la vergüenza, y desarrollándose una “cara dura” con la edad,…, y disminuye drásticamente el riesgo de morir… joven.

Comenzamos a adivinar lo que se nos avecina en las próximas décadas. Los ruiditos que nos acompañan a cada movimiento, sobre todo de alzada. Disfrutamos de ese sueño “camembert”, plagado de periodos de insomnio, y cuando te levantas recuerdas eso de que si no te duele nada, es que ya estás muerto… El tango dice que “veinte años no es nada”, pero “cincuenta años” otorgan una madura lucidez,… que estremece. Nosotros que fuimos testigos de la carrera por la Luna, pertenecemos a la maldita “generación sándwich”, de selectividades dobles, de “mili” larga, siendo jóvenes cuando se llevaban los veteranos y llegando a expertos cuando mandan los novatos. Fuimos obedientes con nuestros padres y con las demás autoridades de turno, y ahora nos tienen en jaque nuestros hijos a los que, en general, malcriamos por miedo a repetir nuestra historia. Debimos aprender a liberarnos de muchos prejuicios y cuando lo conseguimos, resulta que estábamos cargados de años. Pero disfrutamos de regalos tardíos, como redescubrir y recuperar la música de los ’70 por Internet y ver a la siguiente generación cometer nuestros mismos errores. La nostalgia empieza a invadirnos y cada vez nos parecemos más a nuestros progenitores, e incluso a nuestros abuelos. Pronto añoraremos cuando hablábamos… todo seguido, y no recordaremos a ese tal “Al..zheimer”, y se acerca el día en el que ingresaremos en esos grupos de “ancianas de los dos sexos”. - “Es cruel”, digo, y mi mujer replica: - “Sí, para ellas”.

La vejez es lo más inesperado que le sucede al hombre y llega sin ser invitada. Sólo comienza cuando se pierde la curiosidad y cesa de indignación por todo lo que está mal a nuestro alrededor. La madurez, incluso la vejez bien llevada, puede ser el tiempo de nuestra dicha. La felicidad es el antídoto de la edad. ¡Seamos felices! 
[Cumpleaños para un 3 de abril,....]