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Expresiones marinas: A palo seco,...

Expresiones marinas: A palo seco,...
A palo seco,... La ya imprescindible Wikipedia es mucho más exacta y cataloga la expresión “a palo seco” entre las expresiones de origen marinero, dando, además, su verdadero significado, de un modo muy escueto, en apenas una línea, pero bastante acertado. La criatura de Jimmy Wales, nos dice, en efecto, que “a palo seco” era la expresión que se utilizaba entre los marinos para referirse a la navegación a vela en las peores condiciones posibles.
  Expresiones marinas: A palo seco,...
Pacotilla. Se utiliza el término ‘pacotilla’ para referirnos a algo que tiene poca importancia, valor, es de mala calidad e incluso para señalar lo malo que es alguien en una cosa determinada. La pacotilla (que deriva de paca) era el fardo en el que los marineros portaban sus pertenecías a la hora de embarcar y que estaba libre de pagar impuestos. Como es de suponer, esos enseres y cosas de uso personal solían tener muy poco valor, por lo que con el tiempo empezó a utilizarse el término ‘pacotilla’ para referirse a aquello que es de poca calidad o que está hecho sin esmero alguno.
Expresiones marinas: A palo seco,...
Salvarse por los pelos.  El origen de esta expresión, que se utiliza vulgarmente para decir que alguien ha logrado salir de una situación complicada o arriesgada en el último momento y con dificultad, se remonta al reinado de José I Bonaparte (1768-1844), hermano mayor de Napoleón I. Parece ser que, en 1809, este rey dictó una orden que obligaba a los marineros a cortarse el pelo, lo que originó la protesta de éstos, pues la melena larga tenía sus utilidades. Una de ellas, por ejemplo, era la de salvavidas. Tras caer al mar, más de un marinero no se ahogó gracias a que pudo ser cogido por los cabellos. Sus compañeros le decían que se había "salvado por los pelos".
  Expresiones marinas: A palo seco,...
Ser un viva la Virgen, Este dicho tiene su origen en los buques de guerra, donde se cantaban los nombres de los marineros que entraban de guardia en los respectivos turnos que se les asignaba a lo largo de toda la jornada. Pues bien, al último individuo que había formado en la fila le correspondía, lógicamente, la última guardia y así, además de decir su nombre en voz alta, debía también exclamar un ¡Viva la Virgen!…, para indicar que no faltaba nadie a bordo. Aunque no conocemos exactamente la razón, podemos imaginar que esto se hacía así por las arraigadas costumbres religiosas que acompañaban el día a día de la sociedad de aquellos tiempos, especialmente entre la gente de mar, en los que constantemente se invocaba a Dios, a la Virgen y a los Santos para pedir su protección. Quienes solían dar este grito eran casi siempre los mismos marineros, es decir, los más holgazanes, torpes o indolentes, se fue asociando esta expresión a los más «rezagados», frase que ha perdurado a lo largo de los tiempos y sin duda en sentido despectivo.

El algoritmo de Dios

El algoritmo de Dios 
Seguramente Ernő Rubik no imaginó “la que se iba a montar” con su juguete. Si ahora miramos hacia atrás, podemos comprobar que el cubo de Rubik, el rompecabezas que este profesor húngaro inventó en 1974 para ayudar a sus estudiantes a comprender ciertos problemas en tres dimensiones. Pero el Cubo de Rubik es el juguete más vendido de la historia

¿Cuál es el máximo número de movimientos que necesitaríamos para resolver un cubo de Rubik, sea cual sea la posición inicial?  Esto ha mantenido entretenidos a investigadores prácticamente desde la aparición de este rompecabezas. Existen, como ya hemos dicho, muchos tutoriales y manuales para resolver el cubo de Rubik comenzando desde cualquier posición, pero muchos de ellos nos “obligan” a realizar más movimientos de los que quizás podríamos haber hecho partiendo de la posición inicial que tengamos entre manos. 

La cosa es que Dios, si existiera, seguro que dispondría de un algoritmo de resolución (es decir, una secuencia de pasos para resolver el cubo) totalmente eficiente, un algoritmo que resolviera el cubo de Rubik en el menor número de pasos posibles. A este algoritmo se le llamó Algoritmo de Dios, y al número máximo de movimientos necesarios para resolver cualquier cubo de Rubik se le denomina el Número de Dios.

Este número de Dios, que en 1981 estaba acotado entre 18 y 52, era el Santo Grial del cubo de Rubik, el número deseado por todos los amantes del estudio de la resolución de este rompecabezas. En 1990 ya lo teníamos acotado entre 18 y 42; en 1995 entre 20 y 29; en 2008 Tomas Rokicki lo reduce a entre 20 y 22; y, por fin, en 2010 Tomas Rokicki, Herbert Kociemba, Morley Davidson y John Dethridge demostraron que el Número de Dios es exactamente 20

Esto significa que todo cubo de Rubik, sea cual sea la posición inicial de sus piezas, se puede resolver en, como mucho, 20 movimientos. Habrá posiciones iniciales que necesiten menos de 20 movimientos, pero no hay ninguna para la que estemos obligados a realizar más de 20. Y, además, está demostrado que este número no se puede mejorar, ya que se sabe que hay posiciones concretas que necesitan de exactamente 20 movimientos. Por tanto, esta búsqueda está completamente cerrada: el número de Dios es 20. Si queréis más información sobre esto, vale la pena acudir a Cube20.
El algoritmo de Dios
El Algoritmo de Dios (God's algorithm, AI) es un concepto originado en discusiones sobre formas de resolver el rompecabezas del Cubo de Rubik, pero que también se puede aplicar a otros rompecabezas combinatorios y juegos matemáticos. Se refiere a cualquier algoritmo que produzca una solución con la menor cantidad de movimientos posibles, siendo la idea que solo un ser omnisciente conocería un paso óptimo de cualquier configuración dada.

La noción se aplica a los rompecabezas que pueden disponer de un número finito de "configuraciones", con un arsenal relativamente pequeño y bien definido de "movimientos" que pueden ser aplicables a configuraciones y luego conducir a una nueva configuración. Resolver el rompecabezas significa llegar a una "configuración final" designada, una configuración singular o una de una colección de configuraciones. Para resolver el rompecabezas se aplica una secuencia de movimientos, partiendo de alguna configuración inicial arbitraria.

Se puede considerar que un algoritmo resuelve tal rompecabezas si toma como entrada una configuración inicial arbitraria y produce como salida una secuencia de movimientos que conducen a una configuración final (si el rompecabezas se puede resolver a partir de esa configuración inicial, de lo contrario, indica la imposibilidad de una solución). Una solución es óptima si la secuencia de movimientos es lo más corta posible. Este recuento se conoce como el Número de Dios, o, más formalmente, el valor minimax.​ El algoritmo de Dios, entonces, para un rompecabezas dado, es un algoritmo que resuelve el rompecabezas y produce solo soluciones óptimas.

Algunos escritores, como David Joyner, consideran que para que un algoritmo se denomine correctamente "Algoritmo de Dios", también debería ser práctico, lo que significa que el algoritmo no requiere cantidades extraordinarias de memoria o tiempo. Por ejemplo, el uso de una tabla de búsqueda gigante indexada por configuraciones iniciales permitiría encontrar soluciones muy rápidamente, pero requeriría una cantidad extraordinaria de memoria.
Algunos juegos bien conocidos con un conjunto muy limitado de reglas y movimientos simples y bien definidos nunca han tenido el Algoritmo de Dios para una estrategia ganadora determinada. Algunos ejemplos son los juegos de mesa ajedrez y go. Ambos juegos tienen un número de posiciones que aumenta rápidamente con cada movimiento. El número total de todas las posiciones posibles, aproximadamente 10^154 para el ajedrez y 10^180 (en un tablero de 19 × 19) para el go, es demasiado grande para permitir una solución de fuerza bruta con la tecnología informática actual (compare el ahora resuelto, con gran dificultad, el cubo de Rubik en solo aproximadamente 4.3×10^19 posiciones, es decir más de 43 trillones de posiciones). 


El algoritmo de Dios
En consecuencia, no es posible una determinación de fuerza bruta del algoritmo de Dios para estos juegos. Si bien se han construido computadoras de ajedrez que son capaces de vencer incluso a los mejores jugadores humanos, no calculan el juego hasta el final. El IBM Deep Blue, por ejemplo, buscaba solo 11 movimientos hacia adelante (contando un movimiento de cada jugador como dos movimientos), reduciendo el espacio de búsqueda a solo 10^17. Después de esto, evaluó la ventaja de cada posición de acuerdo con las reglas derivadas del juego y la experiencia humanos.

Por otro lado, las damas, con similitudes superficiales con el ajedrez, han sido sospechadas durante mucho tiempo de ser "jugadas" por sus expertos practicantes. En 2007, se demostró que esto era así calculando una base de datos de todas las posiciones con diez o menos piezas. Por lo tanto, tiene un Algoritmo de Dios para todos los juegos finales de damas y lo utilizó para demostrar que todos los juegos de damas perfectamente jugados terminarán en empate. Sin embargo, las damas con sólo 5×10^20 posiciones​ e incluso menos, 3.9×10^13, es un problema mucho más fácil de descifrar y es del mismo orden que el cubo de Rubik.

Los nombres de los meses y la brevedad de febrero


El calendario es un sistema de medida de tiempo utilizado para largos periodos y basado principalmente en una sucesión de actividades relacionadas con las estaciones del año, como la época de cosecha de distintos alimentos. Los calendarios iniciales eran lunares, se estructuraban en torno a las fases de nuestro satélite, como en el calendario musulmán. Pero se ajustaban mejor a las estaciones los calendarios solares o en función del sol como hacían en el Antiguo Egipto. 

Se trata de una herramienta que ha acompañado al hombre desde hace mucho tiempo, siendo el calendario más antiguo encontrado uno que data del 8.000 a.C. y que medía el tiempo tanto por la luna como por el sol. 

El calendario que ha llegado hasta nuestros días, como casi todo, es herencia del poderosos Imperio Romano. Originariamente, el calendario primitivo de Roma se dividía solamente en diez meses y no coincidía con los ciclos astronómicos. Los nombres que los romanos utilizaban para designar los meses del año tienen su origen en dioses, emperadores o números, y estos se han conservado en las lenguas inglesa, española, francesa, italiana y portuguesa.

El año romano original de Romulus, de diez meses porque los siguientes enero y febrero no valían ni para sembrar y, por tanto, ni se contaban, comenzaba con la primavera, con marzo.

MARZO. Proviene de Marte, dios de la guerra, porque en este mes con la primavera y el calor se iniciaban las campañas bélicas de las legiones romanas. 
ABRIL. Procede del término griego afros, que significa espuma, de la que surgió Venus. Este mes se dedicó a la fertilidad. 
MAYO. Es un homenaje a los mayores, ancianos o protectores del pueblo, ya que deriva de la palabra latina majorum, que significa seniors. Otros atribuyen su nombre a la diosa Maya, esposa de Vulcano, conocida también por Bona Dea. Representa la fertilidad, la castidad y la salud;. Su festival se celebraba por los romanos en el mes Maius.
JUNIO. Representado como un segador de heno, supone un homenaje a los jóvenes, ya que proviene del término latino 'junior'. También se dice que proviene del latín (mensis) Iunius 'mes de Juno'. Juno era la hermana y esposa de Júpiter. Representaba la feminidad y reunía los atributos que se le asignaban a esta en la sociedad tradicional, sobre todo, los de esposa y madre.
JULIO, o quintilis (quinto mes). El general Julio César le dio su nombre, ya que él nació en este mes. Debido a que era la época en que se llevaba a cabo la recolección del trigo, se representaba con un segador practicando esta faena agrícola. En un principio, comprendía 36 días pero fue cambiado a 31 por el rey Rómulo y reducido a 30 por el segundo rey de Roma Numa Pompilio, señalándose finalmente los 31 que tiene ahora por el dictador Julio César.
AGOSTO, o sextilis (sexto mes). Rinde homenaje al primer Emperador Augusto, que eligió este mes para que llevara su nombre debido a que fue cuando derrotó a Cleopatra y Marco Antonio, sus mayores enemigos. Inicialmente sextilis contaba un día menos que quintilis, pero para que un emperador no fuese menos que un general, se igualaron y ahora hay dos meses seguidos con 31 días.
SEPTIEMBRE. Como al principio ocupaba el séptimo lugar (septem, en latín), conservó su originaria denominación a pesar de haber pasado al noveno puesto. Diferentes escenas de vendimia representan este mes, dedicado al dios Vulcano. 
OCTUBRE. En este caso, ha conservado también su nombre original de la época de Rómulo, del término latino october: octavo. Tanto la vendimia como la siembra, tareas de la época que marca, servían para simbolizarlo. 
NOVIEMBRE. Mientras que su denominación ha perdurado desde que ocupaba el noveno lugar (november), sus días sufrieron cambios hasta la llegada de Augusto, quien los dejó en 30. 
DICIEMBRE. A pesar de estar en el último puesto, se le sigue conociendo por la décima posición que ocupaba originalmente.

Fue Numa Pompilio, el segundo rey de Roma (715-672 a. de C.), quien adaptó el calendario al año solar según el modelo egipcio y le agregó los dos meses restantes al comienzo del año. Desde que Roma lo hiciera su calendario oficial, el modelo compuesto por doce meses se extendió por toda Europa y fue utilizado hasta el siglo XV, cuando hizo su entrada el calendario gregoriano. 

ENERO. Éste fue el primer mes que se tuvo que añadir. Su nombre antiguo era Ianuro, en honor al dios Iano, que era el protector de puertas y entradas. A esta divinidad se la representaba con una vara y una llave.  
FEBRERO. Incorporado en segundo lugar por Numa Pompilio, lo dedicó a Plutón o Februo, para que éste aplacara sus iras.  

Los romanos teniendo la necesidad de alinear su calendario con las lunas, acabaron estableciendo años de 355 días y 12 meses. Fue entonces cuando se añadió al listado enero y febrero y, por pura superstición, pues querían que los días del año fuesen impares, se dejó a febrero solo con 28 días.

Los emperadores, conscientes del desajuste de los 355 días que había en su calendario respecto al Sol, llegaron a añadir días a placer haciendo que unos meses tuviesen más días que otros según sus propias necesidades. Julio César, para superar esos cambios puntuales, en el año 45 a.C, pidió a Sosígenes de Alejandría, un calendario con 365 días y seis horas, la misma cifra que tenían los egipcios y que mejor se ajustaba al calendario solar. 

Los nuevos diez días que hubieron de añadirse fueron repartiéndose de forma ordenada a cada uno de los meses del año empezando por el primero, marzo, hasta llegar al penúltimo, enero. Así, todos los meses sumaron un día más y pasaron de tener 29 días a 30 o de 30 a 31. La excepción fue febrero, que, por ser el último, no se llevó día extra y se ratificó como el mes más corto del calendario. Además, se estableció también que, con el objetivo de evitar el desajuste que existía respecto al año solar, cada cuatro años habría un año bisiesto.

Una triste realidad que sucede en demasía

Una triste realidad que sucede en demasía
Una narración anónima que nos ha impactado. Ojalá no retrate ningún caso real

Al final de la tarde fría, recibo una visita inesperada de mis dos hijos. Uno es médico, el otro ingeniero. Ambos exitosos en sus profesiones. Hace menos de una semana sufrí la muerte de mi amada esposa. Todavía me siento abatido por la pérdida que cambió el rumbo y el sentido de la vida para mí.

Sentados en la mesa de la sala de una casa sencilla y simple, donde vivo ahora solo, empezamos a hablar. El tema es sobre mi futuro. Un frío me recorre la espalda. Pronto ellos tratan de convencerme de que lo mejor para mí sería vivir en una residencia para ancianos.

Reacciono,... Argumento que la sombra de la soledad no me asusta y la vejez, mucho menos. Pero mis hijos insisten "preocupados". Lamentan, mientras tanto, que las dependencias de sus amplios apartamentos junto al mar estén ocupadas y por lo tanto yo no pueda estar ni con uno, ni con otro,... Así dicen ellos. Además, ellos y mis nueras viven muy atareados. Así que no podrían verme. Tampoco mis nietos, dado que estudian casi todo el día,...

En mi favor, argumento ya sin mucha convicción que, en ese caso, ellos bien podrían ayudarme a pagar una cuidadora. Frente a mí, el médico y el ingeniero dicen que serían necesarias, en realidad, "tres cuidadoras en tres turnos y todas con papeles". Lo que sería, en tiempos de crisis, una pequeña fortuna al final de cada mes. 

Me niego aceptar la propuesta de vivir en un refugio. Entonces viene otra puñalada: Me piden que venda mi casa. El dinero servirá para pagar los gastos del hogar adonde iré por un buen tiempo, para que nadie se preocupe. Ni ellos, ni yo. "Es la mejor solución para todos",...

Me rindo a los argumentos, sin fuerzas para enfrentar tanta ingratitud y desafecto. Cierro mis labios y no hablo del sacrificio que he hice durante toda mi vida para financiar los estudios de ambos. No digo que dejé de viajar con la familia, de frecuentar restaurantes, de ir a un teatro o cambiar de coche para que nada les faltara a ellos. No valdría la pena alegar tales hechos a esa altura de la conversación. 

De ahí, sin decir una sola palabra, decido juntar mis pertenencias. En poco tiempo, veo toda una vida resumida en dos maletas. Con ellas, me embarco hacia otra realidad, mucho más dura. Un hogar para ancianos, lejos de los hijos y los nietos.

Una triste realidad que sucede en demasía
Hoy, en los brazos de la soledad, reconozco que pude enseñar valores morales a mis hijos. Parece que no transmití a ninguno de ambos una virtud llamada gratitud. La culpa fue nuestra por cuanto siempre le estamos dando lo que quieren o piden, cuando debemos enseñarle que deben "ganárselo". ¿Cómo? Trabajando con esfuerzo, ayudando a limpiar la casa, cocinar, lavar platos,... Para cuando lleguen a adultos sepan que las cosas se consiguen con esfuerzo y sean responsables y agradecidos. Quizá así quieran a sus progenitores por haberle enseñado a ser buenos hijos.

La juventud actual te busca cuando quiere algo, cuando te necesita, pero cómo es lógico existen sus excepciones. La gratitud hay que forjarla, no viene incluida en el corazón de los humanos. 

Pido disculpas por manifestar lo que pienso, pero deben saber que cuando lleguen a ser "viejos" querrán ser bien tratados por sus hijos y nietos. Eso no se consigue con dinero, sino con la bondad sembrada en sus corazones. Habrá padres y madres que están a tiempo de forjar esos sentimientos. Si no, Dios tenga misericordia de las nuevas generaciones. 

Un relato anónimo que circula en Facebook. Algo que quizá sucede en demasía, ,...

Anagnórisis y peripeteia, desde Ulises a Luke Skywalker


La anagnórisis (del griego antiguo ἀναγνώρισις, «reconocimiento») o agnición es un recurso narrativo que consiste en el descubrimiento por parte de un personaje de datos esenciales sobre su identidad, sus seres queridos o su entorno, ocultos para él hasta ese momento. La revelación altera la conducta del personaje y lo obliga a hacerse una idea más exacta de sí mismo y de lo que le rodea. 

También se produce anagnórisis cuando un personaje principal revela su identidad hasta entonces oculta o velada a otros personajes secundarios cambiando así la relación, normalmente de un nexo débil o inexistente (un mendigo o simple huésped) hacia un nexo fuerte (el hijo de un enemigo que clama venganza, el retorno de un rey por largo tiempo ausente,...), produciendo un punto de giro en la historia que la hace avanzar hacia su desenlace.

Al regresar a Ítaca Ulises se presenta o revela hasta en diez ocasiones su identidad a sus seres queridos, puesto que sus rasgos físicos han sido cambiados por los dioses y el tiempo y no siempre le reconocen. El término fue utilizado por primera vez por Aristóteles en su Poética. Aunque la anagnórisis es un recurso frecuente en muchos géneros, Aristóteles la describió en relación con la tragedia clásica griega, con la que está asociada de modo especial.

De acuerdo con Aristóteles, el momento ideal para la anagnórisis trágica es la peripecia (giro de la fortuna): en un momento crucial, todo se le revela y hace claro al protagonista, con efectos casi siempre demoledores. Por ejemplo, el descubrimiento por parte del héroe trágico de alguna verdad sobre sí mismo, otras personas, o de algunas acciones que significan que, ahora que las sabe, toda la trama cambia de dirección como resultado de su reacción a las noticias. La revelación de esta verdad (que ya era un hecho, pero el protagonista ignoraba) cambia la perspectiva y la reacción del héroe, que se adapta y se acomoda aceptando su destino y en consecuencia ayudando a que este ocurra.
Ejemplos: Edipo, rey de Tebas descubre que el verdadero origen de las plagas que asuelan su polis son causadas por él mismo al cumplir sin saberlo con el oráculo de Delfos: "Matarás a tu padre y te casarás con tu madre", con quien ha tenido cuatro hijos. Un ejemplo clásico de anagnórisis en la tragedia griega se halla en el «Edipo Rey» de Sófocles, cuando Edipo se entera de que la persona que había matado era su padre y que su esposa es su madre. Otro caso especialmente emotivo es el de Ágave al final de «Las bacantes» de Eurípides, que llega a Tebas con lo que cree la cabeza de una fiera en su mano. A medida que el dios Dioniso se va retirando de su ser, comprende que se trata de su propio hijo, Penteo, al que ella y las demás bacantes han despedazado en una orgía de sangre.

En la comedia griega, la anagnórisis es también un recurso frecuente: en las obras de Menandro y sus imitadores latinos, abundan los personajes que han sido abandonados de pequeños y criados como miembros de una clase social inferior. Al entablar una relación con un personaje noble, su extracción humilde supone un estorbo; al final de la obra, se descubre por algún indicio (una marca de nacimiento, un objeto personal que la madre dejó junto al bebé) su verdadera identidad, y la pareja puede unirse felizmente en matrimonio.

En la épica griega tenemos un buen ejemplo de anagnórisis en los últimos cantos de la «Odisea», cuando Ulises vuelve a Ítaca, su patria, y varios personajes lo van reconociendo (su viejo perro Argos, su nodriza Euriclea, su hijo Telémaco, su padre Laertes,...), en una gradación que termina cuando su esposa Penélope, la más reacia a aceptar la revelación, lo somete a una última prueba para confirmar su identidad.

En la literatura española, la anagnórisis es moneda corriente en las novelas de caballerías, el teatro barroco (p. ej. «La dama duende», de Pedro Calderón de la Barca) y el drama romántico. Y también está presente en La gitanilla y en varias de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes. En la literatura inglesa renacentista, William Shakespeare también utiliza las características asociadas a este término en sus obras dramáticas, específicamente en sus tragedias. A pesar del momento de anagnórisis, de reconocimiento, todo acaba mal por el hecho de la inclusión del fatalismo, propio de las obras trágicas.

En la literatura prehispánica, específicamente en el drama Ollantay encontramos una hermosa anagnórisis cuando el inca Túpac Yupanqui encuentra a Cusi Coyllur, prisionera, y reconoce que ella es su hermana.

El ejemplo más moderno sería en el episodio V de la Saga cinematográfica de Star Wars: Cuando Darth Vader revela a Luke Skywalker que él es su padre, la trama pasa de ser una batalla entre el bien contra el mal a ser un conflicto existencial del protagonista entre su deber de luchar contra el mal o redimir a su padre caído.
La peripeteia (en griego antiguo, περιπέτεια) o peripecia es el acontecimiento de una trama que supone un punto de inflexión, un giro en la suerte de los personajes. Este término especialmente se aplica a las obras dramáticas. Dicha historia se presenta como una adversa y repentina que sucede accidentalmente y sin previo aviso, lo cual provoca un cambio en la situación actual que se vive en lo relatado.

En las tragedias supone el punto en el que la trama toma el cariz propiamente trágico, es decir, el punto de inflexión en el que la suerte del héroe protagonista se trunca y comienzan las desgracias que le llevarán inevitablemente a un final desdichado.

Aristóteles define la Peripeteia como «un cambio por el cual la acción gira hacia su opuesto, sujeto siempre a nuestra regla de probabilidad o necesidad». Según Aristóteles, la peripecia, junto con el descubrimiento, es la más efectiva cuando se trata de drama, particularmente tragedia: «la mejor forma de Descubrimiento es aquella que asiste a Peripeteia, como la que conduce al Descubrimiento a Edipo».

La peripeteia incluye cambios en el personaje, además de cambios externos. Por ejemplo, si un personaje pobre y oscuro se ha vuelto rico y famoso, ha sufrido una peripeteia, incluso si su personaje sigue siendo el mismo. La peripeteia o peripecia se distingue de la anagnorisis o agnición, cuando un personaje descubre una información que previamente ignoraba. Esta distinción proviene de la Poética, que consideró que la anagnórisis, que lleva a la peripeteia, un aspecto superior de la tragedia. 

Dos de estas obras son Edipo Rey, donde la información proporcionada por el oráculo de Delfos (que Edipo mató a su padre y se casó con su madre) provocó la muerte de su madre, Yocasta y su propia ceguera y exilio, e Ifigenia entre los tauros, donde Ifigenia se da cuenta de que los extraños que ella debe sacrificar son su hermano y su amigo, lo que resultó en que los tres escaparan de Tauris. Consideró estas tramas complejas y superiores a las simples sin anagnórisis ni peripeteia, como cuando Medea decide matar a sus hijos sabiendo que lo son y aun así lo hace. Aristóteles identificó a Edipo Rey como la principal obra para ejemplificar la peripecia.
Otro recurso literario citado en este vídeo es el Arma de Chéjov: "Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí", indicó Antón Chéjov.

Humanimales o quimeras humanas animales: ¿Algo posible, ético,...?

Humanimales o quimeras humanas animales: ¿Algo posible, ético,...?
Hasta ahora, quimera tenía dos acepciones: 1ª Sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice. 2ª Monstruo fabuloso que se representa con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón.

Hoy día, una quimera es un individuo real compuesto por células con diferentes orígenes embrionarios. El aislamiento exitoso de cinco líneas de células madre embrionarias humanas (hESC) en 1998 aumentó la capacidad de los científicos para crear quimeras humanas y no humanas y provocó una amplia discusión sobre bioética, lo que resultó en lo que se ha denominado "el debate sobre otras células madre"

El debate sobre las quimeras se ha centrado en cinco argumentos principales: 
  1. La antinaturalidad explora la ética de violar los límites de las especies naturales. 
  2. La Confusión Moral alega que la existencia de entidades que no pueden ser clasificadas definitivamente como humanas o no humanas provocará una confusión moral que socavará valiosas prácticas sociales y culturales. 
  3. La condición de persona límite se centra en los grandes simios y concluye que su condición de persona límite les confiere un grado lo suficientemente alto de estatus moral como para hacer que la mayoría, si no todas, las investigaciones quiméricas sobre ellos sean inadmisibles. 
  4. La Dignidad Humana afirma que es una afrenta a la dignidad humana otorgar a un individuo "atrapado" en el cuerpo de un animal no humano las capacidades asociadas con la dignidad humana. 
  5. Finalmente, el Marco del Estado Moral sostiene que la investigación en la que el estado moral de un animal no humano se mejora al de un humano adulto normal es inadmisible a menos que existan garantías razonables de que se respetará su nuevo estado moral, lo cual es poco probable dadas las motivaciones. para la investigación quimérica y la supervisión que probablemente se proporcionará.
Estos argumentos proporcionan diferentes fundamentos para evaluar la investigación quimérica y, en consecuencia, difieren en sus implicaciones tanto para el rango de investigación quimérica que no es ética como para la forma en que la investigación quimérica debería abordarse en las políticas públicas.

Una preocupación más profunda por la legitimidad también se aplica a la investigación de quimeras. El moralismo legal, la opinión de que el hecho de que un acto sea moralmente incorrecto proporciona una razón legítima para que el estado lo prohíba, es incompatible con puntos de vista muy plausibles sobre el requisito de que la política pública legítima se base en consideraciones que son neutrales en ciertos tipos de cuestiones. Por ejemplo, incluso suponiendo que el argumento de la antinaturalidad, interpretado como una objeción religiosa en contra de interferir con los planes de Dios, sea sólido, todavía no proporcionaría motivos legítimos para una restricción de política pública sobre las quimeras. 
Humanimales o quimeras humanas animales: ¿Algo posible, ético,...?
De manera similar, los defensores de la investigación sobre quimeras no pueden argumentar legítimamente que debería ser financiada, o incluso simplemente que debería estar legalmente permitida.porque representa el cumplimiento parcial de la humanidad de un imperativo divino de adquirir conocimiento y mejorar la condición humana. 

La investigación de las quimeras plantea cuestiones sobre la antinaturalidad, el plan de Dios, la dignidad humana y el estado moral de los animales y los seres humanos en todas las etapas de desarrollo. Para evaluar estos problemas en el contexto de la investigación de quimeras, algunos académicos están comenzando a desarrollar marcos basados ​​en la fe, así como marcos aristotélicos-tomistas (DiSilvestro 2004; Degeling, Irvine y Kerridge 2013; Eberl y Ballard 2009). En tales discusiones, muchas consideraciones que se consideran de peso moral no deben considerarse como razones legítimas para la política pública (Basl 2010; Streiffer 2010). Grupos que abogan, hacen. Por lo tanto, la implementación de políticas públicas sobre la investigación de quimeras debe ser sensible a la distinción entre una ética sólida y una política pública legítima.
Humanimales o quimeras humanas animales: ¿Algo posible, ético,...?

Inteligencia artificial: Un documental y una serie

Inteligencia artificial: Un documental y una serie
Recomendamos este reciente documental, que nos ha remitido su directora Ana Montserrat Rosell. Se titula ¡AI, AI, AI! Inteligencia artificial y está disponible desde el 28 de enero de 2021. Basta pulsar en ESTE ENLACE para poder visionarla. Contenido disponible en todo el territorio hasta el 11 de febrero de 2021 y en España hasta el 28 de abril de 2021.

Recoge testimonios de grandes expertos mundiales en Inteligencia Artificial AI. Responden a cuestiones como las siguientes: ¿Cómo están afectando los algoritmos de Inteligencia Artificial a nuestros cerebros, opiniones, libertades, profesiones, ejércitos y cerebros? ¿Nos curaremos de todo o terminaremos siendo siervos de las máquinas? En nuestras manos está el delegar más decisiones en las máquinas, o no. 
 
El documental ¡AI, AI, AI! Inteligencia artificial incluye la noticia de esta Campaña mundial contra los robots asesinos (ver en el vídeo sobre este párrafo). Objetivo: Prohibir el desarrollo, producción y uso de armas autónomas. 

Suscribimos www.StopKillerRobots.org, movimiento contra estos sistemas robóticos de armamento con autonomía importante en funciones críticas para seleccionar y atacar objetivos. EE. UU., China, Israel, Corea del Sur, Rusia y el Reino Unido las están desarrollando. Si no se hace nada al respecto, el mundo podría entrar en una carrera desestabilizante de armas robóticas. 
Inteligencia artificial: Un documental y una serie
La serie a visionar también despierta recelo en su visión distópica presente, no a medio o largo plazo. La miniserie británica Years and Years sigue a los Lyon, una ajetreada familia de Manchester. Daniel está a punto de casarse con Ralph. Stephen y Celeste están preocupados por sus hijos. Rosie, con espina bífida, va tras un chico nuevo. Edith no ha estado en casa en años. A la cabeza de la familia está Muriel (interpretada por Anne Reid), la matriarca bisabuela nonagenaria. Una crucial noche de 2019 hace que las vidas de todos los personajes se unan y la historia se adelanta 15 años, narrando el día a día de los Lyon en el futuro.

Years and Years (2019), una serie de Russell T. Davies para BBC, ha revolucionado a crítica y espectadores con su ambiciosa propuesta. Todas las críticas han destacado especialmente el tramo final del primero de sus síes episodios. En esa primera hora, Years and Years sorprendió a cada paso con el tratamiento del paso del tiempo y por su mezcla de géneros, haciendo que de alguna manera parezca varias series a la vez. 
Inteligencia artificial: Un documental y una serie
Deliciosa la petición de transhumanismo de la adolescente Bethany (hija mayor de Stephen y Celeste interpretada por Lydia West), y la reacción de sus padres en dos tiempos. Aunque algunas subtramas se despliegan en demasía, como en casi todas las series, el guion proyecta los riesgos y oportunidades de rebelarse que impulsa la bisabuela Muriel en los próximos 15 años, empezando en nuestro presente. En este período de tiempo veremos cómo la realidad política del Reino Unido y la internacional son cada vez más inestables, mientras asistimos todos los cambios que ocurren en la sociedad a nivel económico, social y tecnológico

Years and Years puede describirse inicialmente como un drama familiar tipo This is us, con toques de Black Mirror, que responde al panorama político y la crispación social actuales. Además de ver a Emma Thompson como Vivienne Rook, una figura política populista y embaucadora que nos llevará al abismo durante la trama. Otro éxito de Russell T. Davies como creador y guionista, que se añade a su envidiable currículum que incluye créditos en Queer as Folk, Doctor Who (2005–2010), Torchwood, Cucumber, Banana, Tofu y la más reciente, A very English scandal.
 
Lección magistral de la bisabuela Muriel cuando ante una situación que parece ya irreversible: «Los bancos, el Gobierno, la recesión, Estados Unidos, la Sra. Rook. Todo lo que ha ido mal es culpa vuestra. Todos somos responsables, cada uno de nosotros. Podemos pasarnos el día culpando a otros. Culpamos a la economía, a Europa, a la oposición, al clima y al vasto incontrolable curso de la historia, como si no dependiera de nosotros, seres indefensos e insignificantes. Pero sigue siendo culpa nuestra. ¿Sabéis por qué? Por la camiseta de una libra. Una camiseta que cuesta una libra. No podemos resistirnos, ninguno de nosotros. Vemos una camiseta que cuesta una libre y pensamos: «Qué ganga, me la quedo». Y la compramos. No para vestir, Dios nos libre, pero servirá como camisetita interior para el invierno. Y el tendero se lleva cinco peniques miserables por esa camiseta. Y un pobre campesino recibe cero coma cero un penique, y nos parece bien. Todos entregamos nuestra libra y contribuimos a ese modo de vida».

Malapropismos


Dios menguante, a cobro divertido, una foto para la prosperidad,...

El término, malapropismo, proviene de la señora Malaprop, un personaje de la comedia The Rivals escrita por el inglés Richard Brinsley Sheridan. El autor sacó el nombre del francés «Mal à propos» (hablar mal a propósito). La mujer retiene vagos recuerdos de palabras oídas a personas de clase elevada y por aparentar distinción las reutiliza, confundiéndolas con otras en base a su similitud. Este personaje adquirió tanta notoriedad que dio origen a la voz malapropism

Los malapropismos son intraducibles de un idioma a otro, dado que juegan con palabras fonéticamente similares pero que pueden representar conceptos muy diferentes. En este post nos referiremos a malapropismos en castellano.

Dependiendo de un caso u otro, estos lapsus léxicos pueden deberse a causas diversas: 
  • La ultracorrección («ostentóreo» en vez de «ostentoso» o «estentóreo»; «bacalado» en lugar de «bacalao»; incluso hemos oído y no una vez «Bilbado» en lugar de «Bilbao»;) 
  • La etimología popular, muchas veces errores muy arraigados («balandronada» por «baladronada», «antena paranoica» por «antena parabólica» o «rintintín» en lugar de «retintín». 
  • Una alolalia (afasia consistente en pronunciar una palabra por otra), si es un hecho recurrente.
  • Otras causas: desconocimiento, prisas,... («estar entre la espalda y la pared», «rascarse las vestiduras»). 
Los malapropismos ocasionales son, incluso, una muestra de creatividad y abundan en las comedias como gags lingüísticos. En relatos como los que siguen:

"Confundía los churros con las meninas" (las churras con las merinas) y cuando se enfadaba aclamaba (clamaba) al cielo. Su actitud era descabechada (descabellada + escabeche). Me dejaba "entre la espalda (espada) y la pared". Vivía muy bien: "Nadaba en la ambulancia" (abundancia). Un amigo suyo era "más viejo que Jerusalén" (Matusalén). Escuchaba a la orquesta "filatélica" (filarmónica), de la que era "mercenario" (mecenas). Malgastaba en lo que no le "sucumbía" (incumbía), que le era "indisoluble" (indiferente) e "inverosímil" (indiferente otra vez). El tiempo se le pasaba "velando" (volando). Fue a  un "confesionario" (concesionario) a comprar un coche gris "mentalizado" (metalizado) con faros "alucinógenos" (halógenos). Lo cierto es que la "profesión" (procesión) iba por dentro.

Otro diálogo cómico podría ser este entre una pareja y su médico: 

- Doctor, mi mujer y yo queremos tener condescendencia y no podemos. No sabemos si es porque soy omnipotente o porque mi mujer es esmeril. Hemos ido a otro médico y nos dijo que mi mujer tenía la vajilla rota y la emperatriz subida. Como además la operaron de la basílica balear, no sabemos si eso puede influir. En aquella consulta le hicieron una coreografía a mi mujer y no vieron nada raro. Y también a mí hace años me operaron de la protesta y a lo mejor me han dejado escuelas en el cuerpo. Nos recomendó que hiciéramos el cojito en nuestra vida marítima, pero tampoco. Además a mi mujer le nació un féretro muerto cuando tuvo un alboroto. Yo creo que mi mujer es frigorífica, porque nunca llega al orégano. Llegado a este punto responde el ginecólogo con sorna: 
- ¡A ver si va usted a tener un problema de especulación atroz!

Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
A partir de este año 2021, el 25 de enero será el Día Mundial del Robot #WorldRobotDay

Hoy, 25 de enero de 2021, ha sido una fecha esperada. Se cumple un siglo desde que el dramaturgo checo Karel Capek acuñara la palabra 'robot' . Cada aniversario del fallecimiento de Karel Capek (el 25-12-38), se acumulan juguetes-robots en su tumba, en Praga.  

El concepto  'robot' apareció su inmortal obra teatral R.U.R., Rossum's Universal Robots escrita en 1920, que se estrenó en esa fecha. En tan solo dos años, la representación fue traducida a 30 idiomas y se representó con éxito en Londres y en numerosas ciudades de los Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, se realizaron 184 actuaciones en una producción en la que debutaron en Broadway interpretando a robots mudos los actores Spencer Tracy (luego con más de 50 películas en su haber, 2 Oscars y 9 nominaciones) y Pat O’Brien (que haría más de 100 películas en su carrera).

El término 'robottiene su raíz en la Iglesia Tradicional Eslava, siendo su referencia la palabra rabota, que significa servidumbre de trabajo forzado, esclavo, siervo,... Es decir, el término robot tiene ecos en el sistema feudal de explotación de la tierra y, al parecer, fue una sugerencia de su hermano el pintor Josef Ĉapek, que propuso roboti

Con ello, Ĉapek quería referirse a unos trabajadores, producidos por la referida R.U.R., que son capaces de hacer todo lo que puede hacer un ser humano, pero que éste no quiere hacer. Para ello, se les dota de todos los materiales y avances fisiológicos, químicos o biológicos. De todo, menos de alma, de voluntad. La palabra fue traducida como robot al inglés. Es interesante este origen. 

Claro que antes se llegaron a construir entidades mecánicas, articuladas y con más o menos aspecto antropomórfico como los autómatas de ajedrez (ved el post El Turco); pero eran concebidas como juguetes para élites exclusivas, o como entretenimiento de ingeniosos técnicos y científicos. En cualquier caso, lo que destacaba de ellas es su parecido con el ser humano. La divina ambición humana de crear un hombre, de adquirir las competencias de un dios. Ĉapek, además de darles nombre, los pasó del juego, la feria o el entretenimiento, al campo del trabajo. 

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Eran esclavos de los hombres y, con ello, deja caer la crítica al momento histórico en el que vive: los robots somos nosotros, es como nos están produciendo industrialmente a nosotros, para que, a su vez, trabajemos industrialmente. Eran los tiempos en que el concepto sociedad de masas se concreta, en el que la producción industrial de bienes duraderos estandarizados –sin alma, desde la perspectiva artesanal- toma las riendas de la economía, y, sobre todo, de ideologías (futuristas, en cuanto línea artístico-estética) totalitarias como el comunismo y el nacionalsocialismo. 

De hecho, se ha interpretado la obra de Ĉapek como una sutil e irónica crítica a estos regímenes políticos. A partir de aquí, el imaginario de los robots se nos ha mostrado atravesado de ambivalencias, que nos llegan a lo más profundo, como sociedad y como seres humanos. Algunos esquemas se repiten. Es el caso de la reflexión especular entre ser humano y robot. Los segundos como reflejo desalmado de los primeros. Pero, a la vez, la creación de seres desalmados solo puede ser obra de seres desalmados. Los robots nos devuelven nuestra imagen. 

Como en toda dialéctica, se desemboca en la síntesis, en una convergencia entre tesis y antítesis, entre humanos con alma y robots desalmados. Esto llega a la actualidad. Así, se puede interpretar la reflexión del filósofo John Danaher, al analizar la relación que se establece con los robots sexuales. Se establece una dialéctica entre deshumanización, inicial de los robots, que lleva a la deshumanización de los propios hombres –aunque parezca paradójico- que tiende a resolverse con la humanización de los robots, proyectando sobre ellos unos sentimientos de los que carecían de fábrica. 

Tal esquema es el que puede atribuirse a la mítica película Blade Runner de Ridley Scott, aunque no exactamente con robots, sino con androides: los replicantes –esclavos fabricados por Tyrell Corporation- son fabricados para ser más humanos que los humanos; pero sin sentimientos y para llevar a cabo las funciones y misiones más peligrosas. Son declarados ilegales, tras un motín, lo que ya indicaba un límite a su subordinación y, sobre todo, que no estaban carentes de sentimientos y dignidad. 

Incluso, más sentimientos y dignidad que la de sus creadores y, posteriormente, perseguidores. Ahí está también el otro esquema frecuentemente utilizado, el de la rebelión de los robots. Al fin y al cabo, se hace eco de su origen, de la rebelión de los esclavos, de los siervos. Esquema que está en la popularizada propuesta de Asimov y sus leyes, que eran una especie de venda antes de la herida, ante el potencial peligro de rebelión de los robots: ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra daño; todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos, a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley, y todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.

Leyes lógicas de protección, salvo por un pequeño problema: los seres humanos son contradictorios y hacen robots para ir a la guerra y acabar con la vida de otros seres humanos, bajo el argumento de que estos últimos seres humanos amenazan de muerte a los primeros. Las reglas de los robots saltan por los aires.
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Hoy, 25 de enero, también se cumple el aniversario de la primera muerte causada por un robot en 1979. Robert Williams, de Michigan, fue el primer humano asesinado por un robot. Tenía 25 años. El accidente en la Ford Motor Company dio lugar a una demanda de 10 millones de dólares. El jurado deliberó durante dos horas y media antes de anunciar la decisión contra Unit Handling Systems, una división de Litton Industries. Ordenó al fabricante del robot de una tonelada que mató a Williams que pagara a su familia 10 millones de dólares. Williams estaba sacando una pieza de un almacén cuando el brazo del robot le golpeó en la cabeza, matándolo al instante. En la demanda, la familia alegó que el robot no tenía ningún mecanismo de seguridad, ni siquiera un ruido de advertencia para avisar a los trabajadores de que estaba cerca.

En nuestros días de Cuarta Revolución Industrial, los robots han dejado de ser un juguete y han saltado de la ficción a la realidad. Están aquí, aun cuando equipados con las mismas amenazas que describieron escritores y cineastas. La inteligencia artificial es ya más eficaz y, en cierta forma, más inteligente para muchas tareas que muchos seres humanos. Si lo que se quiere es una respuesta inteligente, pregunta a Siri, en lugar de a tu cuñado. 

Ahora bien, si lo que se busca es una respuesta emocional, la cosa está más igualada. Cien años después de su nacimiento en los diccionarios, los robots amenazan con quitar el trabajo a millones de personas. Cuando, desde el Foro Económico Mundial, su fundador Klaus Schwab apunta los empleos del futuro, serán aquellos que, de momento, todavía serán inaccesibles a la capacidad laboral de los robots. Una sociedad en la que la mayor parte de la producción está en manos de los robots es una sociedad muy distinta a la actual. 
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
La cuestión está ahí y pone patas arriba cuestiones como la fiscalidad, la relación entre renta (para vivir) y trabajo, las relaciones personales y un largo etcétera de prácticas, reglas, instituciones y perspectivas de análisis que, hoy, nos parecen casi naturales. Se empiezan a discutir, por ejemplo, los derechos de los propios robots, empezando por los derechos laborales. 

 Como en otros muchos aspectos relacionados con la transformación digital, la pandemia ha acelerado la demanda de robots, de máquinas inatacables por un ente biológico –como un virus- que hubieran sido capaces, de haberse acelerado su producción, de cosas como traernos la comida a casa, llevar a cabo las denominadas tareas esenciales, realizar tareas sanitarias, dar aire para la respiración de los más necesitados o incluso investigar las evoluciones del virus y su propagación o, tal vez algo más accesible y sin connotaciones de ciencia ficción, como mantenernos constantemente informados del estado de nuestros próximos internados en las urgencias de un hospital o una residencia de ancianos. Como en el caso del cuñado, nos darían información; pero no comunicación,... O sí, como los hace el avatar de Empathic Project (véase el post de hace unos días). 

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Muchos más posts sobre ROBOTS.