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¡Vuelven los de la ESO!

El verano es ese caluroso periodo en el que alumnos y profesores descansan unos de otros, mientras padres e hijos se sobrellevan mutuamente a jornada completa. Aquellos matrimonios con hijos en los que ambos cónyuges son docentes constituyen los parias de la sociedad: nunca disponen de vacaciones plenas. A medida que los hijos crecen en años, la amenaza del “descanso” estival en familia alcanza dimensiones pavorosas, llegando a todo su apogeo con la adolescencia de los retoños. Ésas son nuestras penosas circunstancias actuales.

Cuando los nenes eran pequeños, el veraneo era una rutina fatigosa pero llevadera, fichando las ocho horas reglamentarias en la playa, tras cargar todos los bártulos como porteadores sherpas y recorrer bajo un sol de justicia los sólo varios kilómetros que te separaban de la mayor aglomeración humana que imaginar se pueda. Esos arenales donde los niños aprenden lo grande y poblado que está el mundo, con toda la diversa humanidad que se puede hacinar en tan poco espacio. Al nene le comprabas un completo juego de obrero de la construcción con pala, cubo y rastrillo, a la nena otro con figuritas y gafas de sol, y tras excavar varias toneladas de arena y transportar hectolitros de agua salada, podías confiar en que necesitaran simultáneamente una siesta. Incluso te quedaban fuerzas al anochecer para repasar, por aquello de que “los críos vayan adelantados”, algunos de esos piadosos cuadernos de vacaciones, con el que las editoriales cubrían su estación negra. Según los niños ganaban en autonomía locomotora y digestiva, se llegaba a poder viajar sin baca king size y tras el regreso, en sólo once meses te recuperabas plenamente para afrontar el siguiente verano.

Pero llega el fatídico día en el que tus obedientes y enmadrados hijos son abducidos hacia un extraño estado denominado adolescencia, mientras sus padres deambulan hacia otra estación llamada desesperación. La pubertad comienza cuando se encierran en su cuarto con un portazo para escuchar música y salen transformados en miembros de una tribu en la que rigen unas vestimentas estrambóticas y unas normas grotescas. Estos especímenes púberes comparten características comunes de la juventud de todos los tiempos, aunque han desarrollado mutaciones propias.

Con pantalones hipercantinflados, pendientes de filibustero y pelambreras paleolíticas, en definitiva pura moda lumpen, se permiten llamarte antiguo por tu forma de vestir. Ocultan a sus padres ante sus amigos, como si éstos no tuvieran sus propios padres y hubiesen surgido como berzas o por generación espontánea. Esta generación PlayStation son la prole Nescafé, que reclaman el éxito instantáneo. Primero exigen el premio, y luego ya se lo merecerán. Se creen todos que son hijos únicos, incluso en familias numerosas: demandan toda la atención sólo para cada uno de ellos.

Esta estirpe la forman aquellos niños del llavín en el cuello, que cuando volvían del colegio abrían la puerta de casa, donde sus padres no habían llegado todavía. No saben qué fue la Guerra Fría, ni recuerdan cuando la Unión Soviética se desintegró, y solamente han conocido una Alemania, un único Papa,… Creen que el sida y ETA han existido toda la vida, como el CD, el Walkman, el ordenador y casi el teléfono móvil.

Tratados como principitos en casa y en Primaria, se transforman en déspotas domésticos y demonios escolares en Secundaria. Frecuentemente desmotivados para todo lo que sea el deber, se oponen sistemáticamente a recibir órdenes e incluso ­en casos minoritarios­ adoptan actitudes violentas.

Los padres nos plegamos a su dictadura consumista, en la que les embarcamos por ser demasiado complacientes y por ofrecerles todo lo que creímos no haber tenido. Y luego con fatalismo nos asombramos por la adopción fervorosa que hacen de marcas y modas. Perplejos, atribulados y desorientados, los padres, a veces, quisiéramos presentar la dimisión. Hemos pecado de exceso de permisividad y empleado exclusivamente estímulos positivos (demasiados premios). A la hora de exigir hemos sido cada vez menos exigentes: Sólo, y a veces ni eso, se les requiere el aprobado en los estudios.

Los profesores luchamos a brazo partido. El resultado es esperable si consideramos que la ESO reúne turbas de adolescentes asilvestrados e insoportables, a menudo incluso para ellos mismos por la insatisfacción con la que viven su transformación, por otro lado completamente necesaria para alcanzar su madurez. Los tutores, como los padres, debemos brindarles un apoyo incondicional y, desde la afectividad no exenta de autoridad, evitar que cometan errores irreversibles como elegir caminos de droga o violencia, o frustrar sus mejores opciones de futuro personal y profesional.

La sociedad, en su conjunto, y las instituciones, los medios de comunicación, los hábitos sociales no ayudan demasiado. Una ciudadanía “adolescéntrica”, que elige a prescriptores adolescentes como modelos de pensamiento y actuación, que idolatra a cantantes o deportistas de éxito temprano con mínimo esfuerzo, y que parece proclamar no ya que el modelo ideal es la juventud, sino que erige a la irresponsabilidad como pauta de actuación. Prima la cultura “teenager”, el País de Nunca Jamás donde todos seamos “Peter Pan” para divertirnos y ser felices.

Los adolescentes se enrocan y eligen convertirse en adultos cada vez más lentamente. La adolescencia se extiende, adelantándose y prorrogándose, incluso se transmuta: ya no es una estación de paso, sino un destino terminal. Parecemos una sociedad de “adultescentes”, y la mejor prueba son esos parques acuáticos o temáticos, donde los padres barrigones se convierten en “gamberros” con una felicidad vergonzosa para los pocos lúcidos.

¿Y cómo hemos llegado hasta aquí? Reconozcámoslo: Si los jóvenes y adolescentes han tomado el poder, es porque los adultos se lo hemos cedido, más que porque ellos lo desearan poseer. Del pater familias, se pasó a una equilibrada división de la autoridad entre padre y madre, que consultaba y escuchaba la opinión de los hijos. El autoritarismo de las aulas y los “educastradores” fueron completamente repudiados, por la insufrible experiencia vivida en el pasado. Pero el péndulo no quedó ahí.

Fuimos olvidando la “educación” y pasamos a la “seducción”. Teníamos que convencerles, cuando todavía apenas podían discernir, y creímos que nuestro error era no motivarles, cuando se trataba de enseñarles a asumir sus responsabilidades. Incluso los padres y madres tratamos de ganarnos el cariño de los hijos, aspirando a convertirnos en sus amigos o colegas más que el embrollo de ser sus padres. De la equilibrada igualdad entre padre y madre, y entre hijo e hija, pasamos al erróneo igualitarismo de padres e hijos. Perdimos la autoridad que nos correspondía, y no llegamos a ser la referencia que ellos necesitaban, aunque no la pidieran expresamente. Toleramos sus caprichos, y por negociar y evitar el conflicto, cedimos a sus demandas primarias que condujeron a la “cultura de la litrona”, llegando a un momento donde el peligro de drogas y el riesgo de suicidios es mayor que nunca.

El sistema social y el subsistema educativo se organizan democráticamente por estamentos. Pero ni la relación paterno-filial, ni docente-discente deben ser “democráticas”, porque las funciones de padres y profesores no son equiparables a las de hijos y alumnos. La ausencia de autoridad paternal y docente no libera al adolescente, por el contrario le sume en una tiranía más despiadada. Ellos consideran, mayoritariamente, que sus padres y profesores son poco severos, y ­en el fondo­ aprecian y respetan más a los más exigentes. A menudo ­con su comportamiento inaceptable­ sólo están demandando el cariño y la atención que los adultos dejamos de prestarles. Los jóvenes, realmente, esperan que nosotros, los adultos, les guiemos, y en caso extremo repudian más la indiferencia y el “laissez faire” que el rigor.

El diálogo se complementa con la disciplina, la libertad con la autoridad, y las madres y los padres, que estamos cada día más comprometidos con la educación de nuestros hijos e hijas, debemos prescribir y sancionar, positiva y negativamente. Nuestros hijos nos escuchan más de lo que creemos, y nos quieren tanto como nosotros a ellos.

¡Ah, pero el verano siempre es adolescente! Y es legítimo añorar la juventud, y recordar la sentencia de Horacio, válida para cualquier edad, Carpe Diem! (¡Vive intensamente cada instante!). Y como decían en el “Club de los Poetas Muertos”: “Examínate de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado tu capacidad de amar y dar vida”.

Versión original: mikel.agirregabiria.net/2002/elpais8.htm

Versión en PDF: mikel.agirregabiria.net/2002/vuelveeso.pdf

La vida en un momento

Hay bajo el cielo un momento para todo.

"Esencia de Mujer" es una película desigual, aunque cuenta con algunos parajes memorables. Al Pacino interpreta a Frank Slade, un retirado militar ciego y amargado que, antes de suicidarse, emprende un breve viaje final. En una inolvidable escena, Frank invita a bailar a una bella joven. Ésta se excusa: “No puedo, porque mi novio llegará en un momento”. Él responde: “En un momento, ¡se vive una vida!”, al tiempo que la conduce a bailar un tango.

En el diálogo, el protagonista comenta: "En el tango uno no se equivoca. No es como en la vida. Si uno se equivoca o se enreda, sigue bailando". Podríamos corregirle: la vida es como el tango. Acertando, equivocándose o, lo más frecuente, enredándose, hemos de seguir viviendo la vida y aprovechando al máximo cada instante.

Vivamos el presente, el regalo de cada día. Que cada momento sea eterno. Sintamos la vida y el amor en cada segundo. Que cada segundo sea profundo. Después de todo, vale la pena vivir la vida. Para bailar un tango, para vivir un amor, para descubrir lo que nos depara cada momento futuro. Quizá ya habremos vivido grandes momentos, pero seguro que nos quedan aún momentos gloriosos.
Versión .DOC para imprimir

Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/momento.htm

Sergio Dalma: Bailar Pegados...

Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
A partir de este año 2021, el 25 de enero será el Día Mundial del Robot #WorldRobotDay

Hoy, 25 de enero de 2021, ha sido una fecha esperada. Se cumple un siglo desde que el dramaturgo checo Karel Capek acuñara la palabra 'robot' . Cada aniversario del fallecimiento de Karel Capek (el 25-12-38), se acumulan juguetes-robots en su tumba, en Praga.  

El concepto  'robot' apareció su inmortal obra teatral R.U.R., Rossum's Universal Robots escrita en 1920, que se estrenó en esa fecha. En tan solo dos años, la representación fue traducida a 30 idiomas y se representó con éxito en Londres y en numerosas ciudades de los Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, se realizaron 184 actuaciones en una producción en la que debutaron en Broadway interpretando a robots mudos los actores Spencer Tracy (luego con más de 50 películas en su haber, 2 Oscars y 9 nominaciones) y Pat O’Brien (que haría más de 100 películas en su carrera).

El término 'robottiene su raíz en la Iglesia Tradicional Eslava, siendo su referencia la palabra rabota, que significa servidumbre de trabajo forzado, esclavo, siervo,... Es decir, el término robot tiene ecos en el sistema feudal de explotación de la tierra y, al parecer, fue una sugerencia de su hermano el pintor Josef Ĉapek, que propuso roboti

Con ello, Ĉapek quería referirse a unos trabajadores, producidos por la referida R.U.R., que son capaces de hacer todo lo que puede hacer un ser humano, pero que éste no quiere hacer. Para ello, se les dota de todos los materiales y avances fisiológicos, químicos o biológicos. De todo, menos de alma, de voluntad. La palabra fue traducida como robot al inglés. Es interesante este origen. 

Claro que antes se llegaron a construir entidades mecánicas, articuladas y con más o menos aspecto antropomórfico como los autómatas de ajedrez (ved el post El Turco); pero eran concebidas como juguetes para élites exclusivas, o como entretenimiento de ingeniosos técnicos y científicos. En cualquier caso, lo que destacaba de ellas es su parecido con el ser humano. La divina ambición humana de crear un hombre, de adquirir las competencias de un dios. Ĉapek, además de darles nombre, los pasó del juego, la feria o el entretenimiento, al campo del trabajo. 

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Eran esclavos de los hombres y, con ello, deja caer la crítica al momento histórico en el que vive: los robots somos nosotros, es como nos están produciendo industrialmente a nosotros, para que, a su vez, trabajemos industrialmente. Eran los tiempos en que el concepto sociedad de masas se concreta, en el que la producción industrial de bienes duraderos estandarizados –sin alma, desde la perspectiva artesanal- toma las riendas de la economía, y, sobre todo, de ideologías (futuristas, en cuanto línea artístico-estética) totalitarias como el comunismo y el nacionalsocialismo. 

De hecho, se ha interpretado la obra de Ĉapek como una sutil e irónica crítica a estos regímenes políticos. A partir de aquí, el imaginario de los robots se nos ha mostrado atravesado de ambivalencias, que nos llegan a lo más profundo, como sociedad y como seres humanos. Algunos esquemas se repiten. Es el caso de la reflexión especular entre ser humano y robot. Los segundos como reflejo desalmado de los primeros. Pero, a la vez, la creación de seres desalmados solo puede ser obra de seres desalmados. Los robots nos devuelven nuestra imagen. 

Como en toda dialéctica, se desemboca en la síntesis, en una convergencia entre tesis y antítesis, entre humanos con alma y robots desalmados. Esto llega a la actualidad. Así, se puede interpretar la reflexión del filósofo John Danaher, al analizar la relación que se establece con los robots sexuales. Se establece una dialéctica entre deshumanización, inicial de los robots, que lleva a la deshumanización de los propios hombres –aunque parezca paradójico- que tiende a resolverse con la humanización de los robots, proyectando sobre ellos unos sentimientos de los que carecían de fábrica. 

Tal esquema es el que puede atribuirse a la mítica película Blade Runner de Ridley Scott, aunque no exactamente con robots, sino con androides: los replicantes –esclavos fabricados por Tyrell Corporation- son fabricados para ser más humanos que los humanos; pero sin sentimientos y para llevar a cabo las funciones y misiones más peligrosas. Son declarados ilegales, tras un motín, lo que ya indicaba un límite a su subordinación y, sobre todo, que no estaban carentes de sentimientos y dignidad. 

Incluso, más sentimientos y dignidad que la de sus creadores y, posteriormente, perseguidores. Ahí está también el otro esquema frecuentemente utilizado, el de la rebelión de los robots. Al fin y al cabo, se hace eco de su origen, de la rebelión de los esclavos, de los siervos. Esquema que está en la popularizada propuesta de Asimov y sus leyes, que eran una especie de venda antes de la herida, ante el potencial peligro de rebelión de los robots: ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra daño; todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos, a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley, y todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.

Leyes lógicas de protección, salvo por un pequeño problema: los seres humanos son contradictorios y hacen robots para ir a la guerra y acabar con la vida de otros seres humanos, bajo el argumento de que estos últimos seres humanos amenazan de muerte a los primeros. Las reglas de los robots saltan por los aires.
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Hoy, 25 de enero, también se cumple el aniversario de la primera muerte causada por un robot en 1979. Robert Williams, de Michigan, fue el primer humano asesinado por un robot. Tenía 25 años. El accidente en la Ford Motor Company dio lugar a una demanda de 10 millones de dólares. El jurado deliberó durante dos horas y media antes de anunciar la decisión contra Unit Handling Systems, una división de Litton Industries. Ordenó al fabricante del robot de una tonelada que mató a Williams que pagara a su familia 10 millones de dólares. Williams estaba sacando una pieza de un almacén cuando el brazo del robot le golpeó en la cabeza, matándolo al instante. En la demanda, la familia alegó que el robot no tenía ningún mecanismo de seguridad, ni siquiera un ruido de advertencia para avisar a los trabajadores de que estaba cerca.

En nuestros días de Cuarta Revolución Industrial, los robots han dejado de ser un juguete y han saltado de la ficción a la realidad. Están aquí, aun cuando equipados con las mismas amenazas que describieron escritores y cineastas. La inteligencia artificial es ya más eficaz y, en cierta forma, más inteligente para muchas tareas que muchos seres humanos. Si lo que se quiere es una respuesta inteligente, pregunta a Siri, en lugar de a tu cuñado. 

Ahora bien, si lo que se busca es una respuesta emocional, la cosa está más igualada. Cien años después de su nacimiento en los diccionarios, los robots amenazan con quitar el trabajo a millones de personas. Cuando, desde el Foro Económico Mundial, su fundador Klaus Schwab apunta los empleos del futuro, serán aquellos que, de momento, todavía serán inaccesibles a la capacidad laboral de los robots. Una sociedad en la que la mayor parte de la producción está en manos de los robots es una sociedad muy distinta a la actual. 
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
La cuestión está ahí y pone patas arriba cuestiones como la fiscalidad, la relación entre renta (para vivir) y trabajo, las relaciones personales y un largo etcétera de prácticas, reglas, instituciones y perspectivas de análisis que, hoy, nos parecen casi naturales. Se empiezan a discutir, por ejemplo, los derechos de los propios robots, empezando por los derechos laborales. 

 Como en otros muchos aspectos relacionados con la transformación digital, la pandemia ha acelerado la demanda de robots, de máquinas inatacables por un ente biológico –como un virus- que hubieran sido capaces, de haberse acelerado su producción, de cosas como traernos la comida a casa, llevar a cabo las denominadas tareas esenciales, realizar tareas sanitarias, dar aire para la respiración de los más necesitados o incluso investigar las evoluciones del virus y su propagación o, tal vez algo más accesible y sin connotaciones de ciencia ficción, como mantenernos constantemente informados del estado de nuestros próximos internados en las urgencias de un hospital o una residencia de ancianos. Como en el caso del cuñado, nos darían información; pero no comunicación,... O sí, como los hace el avatar de Empathic Project (véase el post de hace unos días). 

Hashtags: #WorldRobotDay #I_Robot_100 #Robotics #AI #ArtificialIntelligence
Muchos más posts sobre ROBOTS.

Entrevista al Presidente de AUVE en ElDiario.es

Es un gran error comprar en este momento un coche de motor de combustión, incluso un híbrido”, asegura Mikel Agirregabiria, Presidente de la 
Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE).

Reconoce que “el precio es uno de los obstáculos "para que se extienda el uso del vehículo eléctrico, pero recuerda que “el mantenimiento es casi nulo” y cada vez tienen más autonomía. “Ya no hay que planificar los viajes en función de la recarga”, asegura

La transición hacia el vehículo eléctrico es ya una realidad imparable, aunque todavía está por ver la velocidad que tendrá ese cambio en nuestra forma de movilidad. La decisión del Parlamento Europeo de prohibir la venta de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035 no ha gustado por igual a todo el mundo, ya que desde algunos sectores se considera una fórmula de transición apresurada. El propio Gobierno vasco se ha manifestado en esta misma dirección. 

“El coche eléctrico tiene grandes defensores, pero muchísimos detractores”, asegura Mikel Agirregabiria, Presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), que cree que hay “muchos bulos” entorno a la electrificación que hay que desmontar, porque se trata de un proceso que ya no tiene vuelta atrás. AUVE celebra entre los días 24 y 27 de marzo, entre Bilbao y Vitoria, el primer congreso nacional de usuarios de estos vehículos en el que intentarán despejar, “desde la base de la ciencia y la ingeniería”, las dudas sobre la movilidad eléctrica.
 
 ¿Hay muchos mitos sobre el coche eléctrico?

Hay que desmentir muchos bulos, porque es un tema que está de actualidad pero con un debate muy polarizado. Hay grandes defensores, pero muchísimos detractores. Queremos que sea la ingeniería, la inteligencia artificial o la ecología las que hablen de esta realidad. De ahí el congreso de usuarios que vamos a celebrar. La realidad es que se trata de una transformación que es inevitable y que se va a producir muy pronto. El ritmo es la única incógnita que puede haber.

Voy a hacer un poco de 'abogado del diablo'. ¿Un eléctrico no es demasiado caro para estar al alcance de cualquier ciudadano medio?

Es verdad que todavía en el vehículo eléctrico, comparado con su espejo convencional, como es el de gasolina o el diésel, aún en las gamas más económicas, hay un sobrecoste de adquisición al que no todas las familias, por desgracia, a día de hoy pueden optar. Es lo que estamos pidiendo desde AUVE, que para conseguir que la primera opción de compra sea un eléctrico, se utilicen fórmulas de subvención, que en vez de ser iguales para quien compra un coche de 30.000 euros que para el que lo compra de 60.000, sean fiscalmente más profresivas, de forma que haya una grandísima ayuda en los coches muy económicos, y que incluso el IVA pudiese ser súper reducido o nulo, como se ha hecho en países centroeuropeos y ha funcionado.

Pero hoy en día no se fabrican muchos eléctricos económicos.

Así es. Pedimos por eso a los fabricantes que hagan vehículos más económicos, con marcas más económicas, como está sucediendo con algunos con origen de fabricación en China. Y por eso pedimos a la industria española y a la industria europea que actúen, porque si no, se va a perder un mercado que es importante en estas gamas. El precio es uno de los obstáculos que queremos que nos ayuden a solventar. Pero luego también hay que tener claro que los costes de operación y el mantenimiento de un vehículo eléctrico es casi nulo, y el coste de la energía es mucho más barato que en sus equivalentes de combustión.

¿Quiere decir que es una inversión que se amortiza rápidamente?

Así es. Un vehículo eléctrico no tiene revisión, no hay nada, no hay fluidos, no hay aceites. Un motor de combustión tiene del orden de 2.000 piezas que se mueven cuando está funcionando. Un motor eléctrico tiene apenas 15 o 20 piezas que no rozan unas con otras. Son motores mucho más compactos, de durabilidad grande y donde no caben reparaciones, en todo caso, sustituciones.

Ahora todos los eléctricos tienen autonomía suficiente, no hay que planificar el viaje en función de la recarga
Mikel Agirregabiria, Presidente de AUVE
Pero, hoy por hoy todavía no tienen suficiente autonomía como para ser rentables ¿no?

También se ha exagerado esto. Es verdad que los más bataratos tienen que ahorrar en capacidad de batería, pero casi todos los vehículos eléctricos de cualquier gama actual, que con las ayudas que pueden ser de hasta 7.000 euros pueden suponer un coste de 22.000 euros después de cobrar la ayuda, tienen autonomías suficientes. Otra cosa son los que se vendían diez años u ocho años. Pero ahora son coches que tienen en carretera unos 350, 400 kilómetros de autonomía y en ciudad más. Porque un vehículo eléctrico consume solamente por resistencia al aire, cuando va a alta velocidad. Es también un concepto diferente a los de los coches de combustión. La autonomía puede ser algo menor que con la combustión, pero desde siempre está recomendado parar cada cierto tiempo cuando se conduce. Y nuestros usuarios, casi 6.000 usuarios, nos dicen que ya no hay que planificar como antes los viajes en función de la recarga. Antes había algo que se llamaba el 'síndrome de la avioneta', que cuando despega, tiene que saber a dónde va. Ahora ya no hace falta. Hay puntos de recarga y se puede cargar a gran velocidad, en sólo 15 minutos. Aunque lo normal es que un vehículo eléctrico esté recargando varias horas en el domicilio donde se vive, en el parking propio o alquilado, o bien en los puntos de trabajo y recargar a lo largo de la noche. No hay que cambiar la potencia contratada del hogar, no hay que modificar los contratos de la compañía. Y sales de casa con el coche cargado.

Pero hay una queja generalizada de que no hay suficientes puntos de carga como para que haya un despliegue.

Se ha exacerbado este problema. Lo cierto es que España es el tercer país europeo por número de puntos de recarga respecto a la flota de vehículos eléctricos, porque, lamentablemente, hay pocos coches. De manera que esto que se dice de que hay colas en las electrolineras o en los puntos de recarga, no es cierto. El despliegue de puntos de recarga es vertiginoso, se está instalando puntos rápidos de una forma muy rápida. Y además, hay una serie de normativas y un real Decreto, que dicho sea de paso, no se está sancionando su incumplimiento, que obliga a todos los aparcamientos no residenciales, de centros comerciales, de colegios, de restaurantes, de todo lo que no sea viviendas, a tener puntos de carga, lo que van a generar un despliegue que debiera estar siendo cumplido desde el 1 de enero de este año. Y por ello, va a ver muchas soluciones de recarga lenta, en dónde vive la ciudadanía y también a lo largo de la itinerancia, cuando se viaja en todas las vías principales. Incluso en la España más despoblada .Hay multitud de infraestructuras específicamente destinadas a este negocio porque, aunque de momento aún no tiene suficiente volumen porque no hay muchos coches, es una apuesta de inversión muy importante.

¿De cuántos eléctricos hablamos en España y en Euskadi?

Aproximadamente hay 230.000 vehículos eléctricos bien familiares o bien de reparto de última milla. No hablamos de autobuses ni de transporte pesado. El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico prevé que para el año 2030 haya cinco millones de vehículos eléctricos en España, y tres de ellos en manos de usuarios particulares. Es algo que va a crecer. Y en Euskadi aproximadamente puede haber un 6% o un 5% de este total de vehículos, unos 10.000.

Las zonas de bajas emisiones (ZBE) en las ciudades darán un impulso al eléctrico, porque no te podrás mover por la ciudad con otro vehículo

Mikel Agirregabiria, Presidente de AUVE
¿Cuánta es la vida útil de un coche eléctrico?

Un coche eléctrico tiene una capacidad de duración mayor que un coche convencional. Su motorización es sumamente simple, no necesita mantenimiento, es algo muy robusto. Es cierto que las baterías hace una década todavía no estaban debidamente climatizadas, no era tan eficiente y se producía una cierta degradación. Pero hoy en días las baterías suelen tener unas garantías denal menos ocho años, y cuando acaba la garantía, no quiere decir que el coche no siga siendo válido. Casi nadie se desprende de un vehículo eléctrico, a menos que necesite otro más potente y con más autonomía, o más moderno o de más capacidad. Y esos coches que se dejan prácticamente no se han reciclado ninguno, porque todos tienen segundos o terceros usos. Que esa es una idea que hay que trasladar, la reutilización. 

Hoy en día es un error comprar un motor de combustión, incluso un híbrido, porque no va a tener ningún valor de reventa. Y otra cosa, desde el 1 de enero de este año también se deberían poner en marcha en 149 municipios de España de más de 50.000 habitantes, es decir en Getxo, en Irún, en Barakaldo, en las capitales vascas y en muchos puntos de España, las zonas de bajas emisiones, que restringen la capacidad de circular o de aparcar prácticamente para tres de cada cuatro coches actuales, porque no tienen la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico. Como estas zonas de bajas emisiones quedan bajo regulación municipal y han coincidido unas elecciones municipales en este año, nadie se ha dado mucha prisa. Pero hemos visto que el impacto que han tenido en los pocos municipios en torno a Barcelona o a Madrid, ha hecho que el motor eléctrico hayan tenido un impulso increíble. 

Hay que tener en cuenta que estos 149 municipios pueden parecer pocos en la inmensidad de España, pero es donde reside el 53% de la población española. Esto hace que, además de los que fuimos pioneros por razones ecológicas y por razones tecnológicas también, se sumen ahora al eléctrico muchas personas por pura economía y por pura reflexión pragmática, de que es necesario porque si no no te podrás mover por la ciudad con otro motor. Nosotros no insistimos en estas medidas coercitivas, pero la Organización Mundial de la Salud dice que el 90% de la humanidad estamos respirando mal.

Ya se está probando que en zonas de California, donde la electrificación ha ido muy rápida, han disminuido los casos de asma en toda la población

Entonces entiendo que está de acuerdo con con la decisión del Parlamento Europeo de prohibir que se vendan vehículos de combustión en 2035.

Por supuesto. Demuestra estar bien informado, más allá de colores políticos. La emergencia climática requiere medidas que unas van dirigidas a reducir el CO2, que es lo que produce el efecto invernadero, y otras van dirigidas a salvaguardar la salud de quienes vivimos en las zonas urbanas. Ya se está probando que en zonas, por ejemplo de California, donde la electrificación ha ido muy rápida, los porcentajes de incidencia de ataques de asma en toda la población, no sólo infantil, sino de toda la población, han decrecido. Esto no va de que afecte al planeta o a las generaciones venideras, que también. Afecta en primer lugar a quien adquiere ese coche y a sus propios hijos, sus nietos. Hay que despertar a la ciudadanía para decir esto no puede ser así.

Pues aquí en Euskadi ni la consejera Tapia ni el lehendakari Urkullu están de acuerdo con esa prohibición.

Bueno, nosotros somos neutrales, con marcas y también con opiniones políticas. Somos conscientes también de que hay que preservar la industria y el empleo, y hay que saber la estructura de cada comunidad autónoma. Que se pida una transición ordenada, pues bien, pero esto es algo que es inevitable y hay que vivirlo como una oportunidad. Seguir hablando de la combustión es un error e incluso de los híbridos. Solo cabe el eléctrico. Nosotros recomendamos no comprar ahora ningún vehículo que tenga combustión. Entiendo que es un difícil equilibrio salvar la situación actual, los talleres de reparación, la industria... pero no se puede correr el riesgo de perder el tren del futuro.

Síndrome FOMO, Fear Of Missing Out, y otros miedos

Transtormo FOMO o nomofobia
El Síndrome FOMO (Fear of missing out) es una patología psicológica descrita como «una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente». Este tipo de ansiedad social​ se caracteriza por «un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo».  

Queremos vivir intensamente y sublimamos lo que hacen los otros o lo que creemos que hacen. El peligro de esta idealización, de ese miedo a perdernos algo, es vivir eternamente insatisfechos y alejarnos más de la felicidad.
JOMO versus FOMO
Para enfrentarse a ese Síndrome FOMO de enfocarse únicamente en el momento actual y en lo que verdaderamente importa, surge un nuevo concepto llamado JOMO, Joy Of Missing Out, el placer de perderse las cosas, en español, y que invita a vivir distintas experiencias sin pensar en la cantidad de likes que tendrá o siquiera en compartir algo relacionado al tema.

Una de las primeras personas en acuñar este término fue la escritora y oradora Christina Crook. En el año 2014 publicó su libro The Joy of Missing Out: Finding Balance in a Wired World (La alegría de perderse: encontrar el equilibrio en un mundo conectado). En su escrito, la autora plantea que estar siempre conectado puede traer efectos negativos y que en cambio, vivir con opciones alternativas puede traer recompensas y actitudes positivas en nuestro día a día.

Sobre JOMO indica: “Siempre les digo a las personas que deben superar esto de sentir que su vida es aburrida por una publicación de una persona. Hay que ir a un lugar porque realmente quiero ir, no porque está de moda en redes sociales, quiero comprar algo porque me encanta no porque lo usan todas en su Instagram. Lo importante es no verse envueltos en un mundo de mentira”.
FUD, Miedo al caos para engañarnos
Otra estrategia de manipulación relacionada es FUD: 'Fear, Uncertainty and Doubt'. La táctica F.U.D. (es decir “miedo, incertidumbre y duda”) es una estrategia comercial consistente en “diseminar información negativa, vaga o sesgada con el objeto de perjudicar a un competidor.” Es decir, desinformar y atemorizar de forma planificada y calculada. 

 Por extensión, la táctica FUD es utilizada por quien quiere presentar su opinión, sus planes y su punto de vista como los únicos sensatos y viables, frente a otras propuestas, a las que se califica de “excéntricas, irreales e insensatas”. La táctica F.U.D. aprovecha uno de los sesgos cognitivos más frecuentes: La inclinación a la negatividad, un mecanismo curioso a la vez mental y social, por el cual es muy común que el aspecto negativo de las cosas sea más atractivo que lo positivo. Basta sembrar dudas que parezcan razonables sobre las alternativas para atraer a la gente temerosa y desinformada al terreno del manipulador interesado (que abunda por doquier).

Cuando Gene Amdahi abandonó IBM en 1970 para montar Amdahl Corp y hacerles la competencia, los vendedores de IBM se dedicaron a infundir miedo, incertidumbre y duda (FUD) sobre los clientes que podían tener en mente consumir productos de Amdahi Corp. Se dice que esta es la primera vez que se define el término FUD, Fear, Uncertainty and Doubt.

El FUD institucional en los últimos años hacia Bitcoin y el mercado de las criptomonedas es un gran ejemplo: blanqueo de capitales, narcotraficantes, estafas, terroristas, tulipanes… poco menos que ‘el dinero de Lucifer’. No es de extrañar, pues muchas empresas se han visto amenazadas con la llegada de un sistema alternativo que les reta desde la descentralización, algo que no pueden controlar. Bancos, proveedores de pagos, gobiernos… son muchos los que han lanzado mensajes interesados en desprestigiar a una industria con la que, pese a todo, no han logrado acabar. Algunos de ellos han acabado incluso subiéndose posteriormente al carro que habían pisoteado. Ya se sabe, si no puedes con tu enemigo…

Así son los mercados: mientras con una mano se siembra incertidumbre y miedo, con la otra se compra y se acumula el activo que se difama para luego, una vez que se ha conseguido lo que se quiere, volver a hablar bien de él con la intención de que el precio suba. Así, mientras desde JP Morgan tachaban a Bitcoin de “fraude” y prohibían a sus trabajadores comerciar con él bajo amenaza de ser despedidos, ahora ofrecen a sus clientes productos basados en aquello que llamaron “fraude”. ¿Simplemente cambiaron de opinión o compraban mientras lo difamaban? Cualquier opción es posible.
FOMO, Fear of missing out, miedo de quedarse fuera
La industria de las criptomonedas vive casi de forma permanente entre el FOMO y el FUD. Aunque una pueda parecer positiva y la otra negativa, ambas logran desencadenar efectos devastadores. Y las dos, a su vez, pueden resultar incluso positivas si saben identificarse a tiempo.

Lo cierto es que es algo que se repite en cada ciclo, entre las fases de euforia y depresión: antes de llegar a los casi 20.000 dólares en 2017 la gente intentaba entrar al mercado a toda costa (FOMO). Pero una vez concluye la tendencia y el precio corrige fuerte el mensaje que cobra fuerza es que Bitcoin y el resto de las criptomonedas se van a ir a cero, que van a desaparecer y que solo las usan los delincuentes (FUD). Durante ese tiempo el precio llega a su punto más bajo y poco a poco vuelve a remontar. Nadie se fía aún, podría tratarse solo de un rebote, uno más, para seguir a la baja hasta su desaparición. Pero el precio comienza a subir y a dar signos de fortaleza. Desde los 3.000 dólares acaba volviendo a los 20.000, luego a los 40.000 y el precio toca los 60.000. Aparecen cifras que predicen precios desorbitados en distintas publicaciones, en canales de YouTube o en cuentas de Twitter mientras las noticias positivas rodean de nuevo al mercado. El FOMO, una vez más, ha vuelto a escena.
Un anuncio que activa el Síndrome FOMO, invitando a jugar la lotería.

“Sarezkuntza”: Por una “REDucación” expandida

Evolución de programas vascos de Educación Digital
Hace muchos años, en 1985, el Departamento de Educación, Universidades e Investigación hizo una apuesta educativa arriesgada cuando lo dirigía el equipo del Consejero Juan Churruca y el Viceconsejero (único) de Educación, Pedro Mendieta

Era la época de la aparición de los primeros micro-ordenadores. Aquel Gobierno de José Antonio Ardanza optó por homologar los costosos PCs (Personal Computers) como equipamiento homologado en Educación Primaria y Secundaria. Fue el sistema educativo vasco el primero que acertó, ignorando las opciones vigentes en países como EE.UU., Israel o Catalunya que prefirieron terminales “tontos” enlazados con un miniordenador o sistemas domésticos básicos de 8 bits como Japón. 

Ahora, en 2011, asistimos a la eclosión de Internet móvil y a la aparición de “smartphones” (móviles inteligentes) a precios asequibles, especialmente por el advenimiento de sistemas operativos como Android en sistemas móviles y la popularización de Internet móvil vía la telefonía de tercera generación, 3G, y siguientes (4G). 

No se trata únicamente de avances de tecnología o de mercado, sino que su expansión planetaria ha generado profundos cambios sociales, políticos y culturales. Quizá hayan sido los ámbitos educativos formales quienes menos han aprovechado la virtualidad de todo un universo potenciado por formas muy expandidas de relación, de comunicación y de organización basadas en el poder de la red. Por el contrario, asistimos pasivamente como últimos grandes clientes al reparto de netbooks con una conectividad no asegurada en todo tiempo como si de una panacea se tratase. Y, aún así, con dificultades de asimilación por parte del profesorado que no ha sido motivado ni formado para su aplicación didáctica. 

Algunas administraciones caen en la trampa de adquirir los últimos microordenadores vendibles, que no de última tecnología, semejantes a los diseñados… para el Tercer Mundo (como el OLPC de Negroponte). Y se siguen remedando viejas pedagogías con pizarras “ahora digitales” pero con la misma estructura de aula e incrementando la brecha digital, al no asegurar la disponibilidad de acceso en banda ancha a Internet en horario familiar. 

Repartir equipos de pronta desaparición no basta para actualizar la educación que necesita un mundo que ya vive dentro de Internet. Parecen estrategias lampedusianas de cambiar algo,… para perpetuar que nada de lo sustancial cambie. Como advertía Castells la educación sigue siendo la sempiterna divisoria de la historia, entre quienes conocen todas las posibilidades disponibles… y quienes no. 

La realidad denominada 2.0, o la esperada 3.0 semántica, y la generalización de las redes sociales digitales, siguen esperando su entrada en el ámbito de las grandes decisiones macroeducativas. Se ignoran la disponibilidad el mercado de las tabletas, madurando en estándares de software libre, y la llegada de los móviles inteligentes cuya masiva distribución será marcada por su abaratamiento definido por las inexorables leyes del mercado, que marcan el despliegue de la electrónica de consumo individual y familiar, sin anticipación ni previsión alguna desde una vanguardia educativa que no es escuchada en los despachos burocráticos de quienes determinan hoy día la política educativa. 

Tampoco se advierte ninguna previsión en asegurar que, al menos, el profesorado sea un usuario avanzado de estas tecnologías que están revolucionando la formación en todas las edades y ámbitos. Sin aspirar a que todo el profesorado sea early adopter, cuando menos se debiera impulsar una utilización intensiva, masiva y avanzada con estos recursos (básicamente centrado en las posibilidades de los smartphones), favoreciéndose al máximo la comunicación profesional entre docentes (y, en su caso, con toda la comunidad) a través de las nuevas posibilidades que ofrecen derivadas de su ubicuidad que potencia lo social, lo local y lo móvil (en todas las relaciones humanas). 
Mikel Agirregabiria en un curso en el Berritzegune de Durango

Queremos reivindicar una POLÍTICA EDUCATIVA como lo hicimos en 2005 con “Hezkuntza XXI: Liburu Zuria, Libro Blanco para la Educación Vasca del Siglo XXI". Una educación diferente, creativa, anticipada a las tendencias marcadas por las multinacionales de hardware y de telefonía. Nos rebelamos ante una administración timorata que, por un lado dice apostar por la competencia digital del alumnado, pero que en la práctica pospone su evaluación ante los previsibles malos resultados que arrojaría cualquier diagnóstico objetivo. 

No nos conformamos con un remiso desarrollo de esa Eskola 2.0 (cada año alcanzando sólo a la generación de quienes llegan a 5º de Primaria), que ignora al resto de promociones en las diferentes etapas desde la Educación Infantil a la Universitaria, o a la EPA (Educación de Personas Adultas) o la de crítica de la FP (Formación Profesional) en todas sus modalidades de enseñanza reglada, ocupacional o continua. 

Hemos de mutar toda nuestra realidad educativa, pasar de unas apocadas aulas con netbooks y pizarras digitales, más o menos interactivas, a preparar una comunidad escolar (alumnado, profesorado y familias) plenamente interconectadas, abiertas y comunicadas dentro y fuera del calendario y de horario escolar (que apenas suma mil horas anuales de las 8.760 horas posibles). 

La educación digital, conteniendo todo la significación de e-learning, por la que apostamos con urgencia, no está circunscrita a la etapa entre 5º de Primaria y 2º de la ESO en toda una legislatura, sin más previsión en edades más precoces o las críticas generaciones que concluyen la enseñanza obligatoria o las enseñanzas destinadas a su inserción laboral. 

Una genuina educación 2.0 exige un cambio conceptual profundo de toda la estructura administrativa, docente y discente. Se potencia el aprendizaje entre iguales, se facilita la participación de toda la comunidad escolar, e incluso de toda la sociedad, y se abren centros y aulas para mostrar la trascendencia de la educación y para facilitar la colaboración general. 

La educación formal revaloriza su función, derivando aspectos informativos hacia otros tiempos de aprendizaje, que se producen en todo tiempo y múltiples espacios físicos. El poder de la red es inimaginable aún, pero sumamente prometedor, en su aplicación a los diversos entornos escolares, con MICs (Metodologías de la Información y la Comunicación, no viejos procesos traspasados a las TICs). 

Necesitamos mejores Entornos de Aprendizaje Personalizados (PLEs), más Aprendizaje Basado en Proyectos (PLBs), mayor presencia de nuestra lengua y cultura propias en la red,… Todo ello debe situar al alumnado en un plano más de igualdad, de ser escuchados, de aceptar más responsabilidades y aporta más esfuerzo en su etapa de formación obligatoria, de ir acumulando desde edades tempranas un portfolio personal que recoja sus logros compartidos,... 

Una premisa básica para prepararse a vivir en la hipersociedad actual (o en la definida como “sociedad aumentada” y no sólo por la “realidad aumentada”), con una ciudadanía consciente de su dimensión digital y en una democracia 2.0, será la omnipresencia de Internet (con especial énfasis en Internet móvil) en todos los ámbitos escolares a fin de preparar al alumnado para un futuro laboral y de convivencia donde lo hallarán. 

Ello implicará un modo diferente de evaluar, con conectividad constante en todo momento, incluidos los tiempos de exámenes desde las evaluaciones diagnósticas hasta las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU, o antigua selectividad). Sarezkuntza3-50 Hoy, más que nunca, necesitamos una educación pionera, prospectiva, proactiva hacia el cambio, abierta a la colaboración, que libere recursos sin aceptar inercias corporativas, ni reticencias a la innovación. 

Hemos de repensar todo el sistema educativo, y esta reformulación corresponde a toda la sociedad, abierta a una reflexión crowdsourcing del conjunto de la ciudadanía, que comienza a moverse con un activismo postdigital inédito y propio de la gente interconectada. Nos corresponde liderar un nuevo mundo surfeando por encima de la ola que conduce hacia el futuro, anunciando una web social y móvil que ya vislumbramos en sus profundas y fértiles consecuencias, sin desdeñar los riesgos que comporta. 

Educar y aprender, aún bajo el hito de la personalización a ultranza (y ello sin connotación negativa), sigue siendo el viejo arte de descubrir y cultivar una identidad personal propia, también en su proyección digital. Persona, etimológicamente proviene de “per sonare”, en referencia a la careta que utilizaban los actores griegos (y posteriormente romanos) en sus representaciones teatrales, la que cumplía la doble función de ampliar el volumen de las voz y de mostrar el rol asumido en cada momento por el reducido número de actores que representaban todos los papeles. 

Hoy, el ser humano como animal hipersocial está alcanzando niveles ignotos con anterioridad. El reto es asegurar para las jóvenes generaciones, y para el conjunto de la sociedad, una ciudadanía multicultural, plurilingüe y multialfabetizada en los metalenguajes básicos de la realidad de este siglo. 

Quienes ingresan en el sistema educativo conocerán un siglo XXII que hoy no podemos ni entrever. De ahí deriva la urgencia de apreciar las tendencias contemporáneas y conducirlas en lo posible desde la inmensa palanca social de la educación. Nos ha correspondido vivir y construir una etapa histórica sumamente interesante, de cambio cuántico de época, donde la educación debe mutar para hallar su encaje ante el riesgo presente de una sociedad desescolarizada, que renuncie a una estructura tan compensadora y eficaz como lo ha sido en el pasado,… si no encuentra su nuevo cauce en todos sus niveles (desde la Educación Infantil a la Universitaria) en esta primera década del siglo XXI.

Confiamos en nuestra capacidad como sociedad, con sentido de la historia, con experiencia en situaciones críticas, con voluntad política capaz de consensuar y de crecerse desde la enriquecedora pluralidad, desde el esfuerzo conjunto y desde la inteligencia colectiva.

Post que estuvo en borrador desde el 5-7-2012. 
Recuperado retrospectivamente nueve años después.

El obispo Iceta en Fórum Europa, Tribuna Euskad

En el “Fórum Europa, Tribuna Euskadi”, organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, hoy se ha contado con el Obispo Auxiliar de Bilbao, Mario Iceta Gavicagogeascoa (referencia en Wikipedia). Avanzamos su intervención central en el vídeo superior, además de la presentación inicial del Obispo Ricardo Blázquez (vídeo) y la sesión de preguntas finales en el coloquio (vídeo). Nos habla de la vida humana, de la singularidad y originalidad de cada ser humano ("seres personales" con "personidad"), de la diferencia entre reproducirse (los animales) y procrear (los seres humanos), de las paraolimpíadas, de la época que vive la Iglesia, de "la crisis económica que tiene el fundamento de una crisis de valores", apelando a la “creatividad” de los legisladores de la política más actual y cercana,...

El obispo Iceta opina que “hace falta una verdadera educación sexual integrada en la vocación al amor de la persona”, porque "la vida humana se gesta en un acto recíproco que expresa el amor del hombre y de la mujer". Ha indicado que la educación no es una “simple instrucción”, sino “adquirir aquellos hábitos operativos (lo que los clásicos llamarían "virtudes") que nos hacen ser una persona buena”. Preguntado sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, afirmó que “ojalá tuviéramos una ética común”, para lo cual “deberíamos llegar a un consenso, un cuerpo de conocimientos, tanto antropológicos como éticos, que pueden ser el contenido de esa asignatura”.


El obispo ha reconocido el paso desde que Europa era "la Cristiandad", y no ha rehuido la falta de vocaciones sacerdotales, parcialmente compensada por las vocaciones laicales, manifestando que “la Iglesia tiene mucho que mejorar en comunicación” y que “Dios nos ha enviado a predicar, y tenemos que mejorar la comunicación a todos los niveles”. Ha comparado la situación de la Iglesia católica con los ciclos de las mareas: "Estoy convencido de que aunque estemos en marea baja, estamos ante una primavera de la Iglesia, estamos ante un momento de profundo cambio y es preludio de una nueva primavera”. En este sentido, Iceta se mostró optimista y calificó de “apasionante” el momento actual por el que pasa la institución a la que pertenece. “Para vivir hoy nuestra fe necesitamos tener una profunda experiencia y conocimiento de Dios”, ha comentado. Ha incluido un mensaje post-Kantiano: "El amor (la fe, la teología,...) es fuente de conocimiento como la ciencia"...
Respecto al cambio de gobierno en Euskadi, declaró que respeta lo que los ciudadanos han dicho a través de las urnas y comentó que “el futuro tenemos que mirarlo con esperanza” y no permitir que la desesperanza y el derrotismo se instalen en la sociedad. “Tenemos que darnos cuenta de que el gobierno es importante, pero también lo es la oposición; todos tienen grandes responsabilidades que asumir para el bien en la sociedad”, dijo Iceta en una declaración netamente políRica, añadiendo que “todos debemos seguir implicados para buscar soluciones a los problemas graves que atañen a nuesta sociedad”. Fotos y vídeos del evento (, y en cuyo minuto 5:45 leen la pregunta doble que planteé por escrito).

El sábado de la vida

Hace dos meses, el 3 de abril de 2018, cumplimos 65 años y "nos" jubilaron. Comprendimos que habíamos entrado en "el sábado de la vida" o la madurez de la existencia.

Una larga (y ancha) vida puede analizarse en períodos de 13 años. No sufrimos de triscaidecafobia, esa manía o miedo, en cualquier caso irracional, al número 13.

El lunes de la vida son los primeros 13 años, el ciclo desde el nacimiento hasta el décimo tercer año. Conforma lo que conocemos como la infancia. Es una etapa feliz, tanto como lo son las demás, si bien esta depende más de la suerte que se tenga al nacer,... Las siguientes dependen, sobre todo, de las decisiones de cada persona.

El martes de la vida abarca de los 14 a los 26 años, ambos inclusive. Podemos hablar de la adolescencia (sí, ahora se vive más, y se retrasa la juventud). Otro tramo que se añora cuando ha pasado, que marca la transición entre los (primeros) estudios y el paso a la etapa laboral.

El miércoles de la vida va desde los 27 a los 39 años, cuando vivimos la juventud, tardía en la era contemporánea. Sí, ese estado que se trata de prolongar, incluso que se sobrevalora en exceso, pero que concluye cuando se cumplen los malditos cuarenta años. Si antes era el momento de ser "hijos o hijas", ahora es cuando nos convertimos en padres o madres,...

El jueves de la vida es ese intermedio existencial que va desde los 40 a los 52 años. Podríamos definirlo como la primera madurez. Necesitamos un neologismo para delimitar eso que conocemos como la fase de las personas cuarentonas,...

El viernes de la vida el el tramo desde los 53 a los 65, algo como la segunda madurez. Es una estación, de paso como todas, donde se vislumbra una transición que deje atrás la vida laboral a plena jornada,... Con suerte por estas fechas, nosotros con 56 años, nos estrenamos como abuelos y abuelos.

El sábado de la vida es la primera vejez, una andadura gloriosa (de puro senderismo) desde los 66 hasta los 78 años (si la salud lo permite). Nuestro eslabón temporal preferido, simplemente porque es el que nos toca vivir ahora.  Es una edad maravillosa, cuando cada jornada al despertar se entiende que todos los días de la semana son sábados, un día perfecto, precedido de un día inmejorable y seguido de otro día insuperable. Os recomendamos llegar hasta aquí, entender que esta "abuelescencia" es un pack de todo en uno: lo mejor de la infancia, de la adolescencia, de la juventud y de la madurez con tiempo libre para disfrutarlo,..

El domingo de la vida es el estadio final, de llegada (y salida) o la segunda vejez entre los 79 y los 91 años,... Quizá algunos años más, lo que cada individuo pueda sobrevivir, la propina que los afortunados,... Si todo ha ido bien, quizá alcancemos la categoría de bisabuelos, incluso tatarabuelos,... Todo será como un domingo, pero al anochecer se recuerda lo que viene y no es algo cíclico como las semanas ordinarias,... ¿o sí (y creemos en la reencarnación)?
Cientos de posts sobre infanciaadolescenciajuventudmadurez y vejez.

Adolescente Euskadi

A veces no entendemos la política, porque la complejidad de los temas sociales es creciente y las incertidumbres abundan, e incluso se fomentan desde instancias interesadas en propagar verdades… a medias. Quizá una metáfora pueda ayudar.

Sustento la teoría de que “Euskadi es un país adolescente”, ubicado en su momento crucial para la configuración de su ulterior personalidad propia, de modo autónomo e independiente. Ahora se están definiendo aspectos de gran trascendencia para la vida futura de esta pequeña y hermosa nación. Es en esta etapa cuando, desde la herencia recibida, se forja la identidad: la propia e irrepetible individualidad nacional, reconociéndose y convirtiéndose en sí misma. Este desarrollo se verifica con cambios en el esfuerzo de síntesis y descubrimiento del yo, con ciclos de sobreestimación y subestimación.

Esta joven Euskadi, formada por su plural ciudadanía, lleva su propio camino, adoptando continuas decisiones diarias, que conforman su modo de crecimiento y maduración. Cotidianamente se encuentra afrontando y resolviendo los problemas que le acechan. Es razonable que experimente periódicas crisis menores y que muestre algún rasgo aislado de perplejidad, ya que debe establecer un logro de identidad, definiendo los aspectos claves de sí misma y de su relación con los demás.

Euskadi se quiere emancipar, quiere asumir su propia responsabilidad. Se cree suficientemente fuerte para abrirse su camino en el mundo, apoyando a los demás y apoyándose en ellos. Quizá sea osada, pero sólo desde la audacia medida se puede alcanzar el éxito, cuando se ha llegado ya una fase en la que vive apasionadamente todo, y el deseo de libertad es imparable.

Al igual que un adolescente, una joven patria debe desplegar varios niveles de desarrollo previo. Sus instituciones comienzan a acometer nuevas formas y funciones (como relatan las recientes noticias de cambios en la Acción Exterior del Gobierno Vasco), al tiempo que sus modelos simbólicos de referencia se erigen y centran en esquemas propios, en todos los ámbitos (cultural, lingüístico, educativo, mediático, sindical, laboral, social, político,…). Incluso la memoria histórica y la percepción colectiva del futuro en común se transforman, se desvinculan de ligaduras anteriores mediante un proceso de ardiente búsqueda que necesita ser declarado y compartido.

Un país adolescente requiere una población rejuvenecida en espíritu, con una imagen idealista del mundo. Esta característica propia de los púberes se hace presente no sólo en la conducta práctica, sino también en la actitud y en la elección de respuestas frente a las realidades del exterior. Los jóvenes, en ocasiones, se consideran a sí mismos demasiado importantes, se encierran en sus sentimientos, sobrestiman su vivencia, y dictan sus juicios creyéndolos el "summum" de la sabiduría. Por ello es tan esencial la autoformación y la reflexión, a fin de madurar y materializar el “desideratum”. Otro factor clave es la elección del garante ético, que identifique el código de valores morales aceptado y asumido comunitariamente.

La formación de un ideal, el despertar de la esperanza, el crecimiento arraigado de las estructuras, la maduración social, y la consolidación del sentimiento de sí mismo, son las señales de transición y los hitos de cristalización del espacio propio de un pueblo capaz de persistir y evolucionar, principalmente como resultado de la Educación y de la Investigación. Porque en estas dos áreas indelegables, trascendentes, verdaderas y únicas para actuar como catalizadoras del futuro se precisa el máximo esfuerzo.

Solamente una política inteligente y asentada democráticamente es capaz de gestionar este rumbo, aplicando en cada paso aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible, porque “la política es la historia que se está haciendo, o que se está deshaciendo”. Y la generosidad de la política se expresa en la única respuesta humana ante el conflicto, allí donde los animales sólo encuentran dos reacciones posibles, huir o luchar, el ser humano inventa la tercera vía: la palabra, el diálogo desde la comprensión mutua, rehusando la intolerancia y el enfrentamiento propio de seres irracionales.

Euskadi ha rechazado mayoritariamente las propuestas retrógradas, que desde un estado de dependencia conducen a destinos de contradependencia, donde se adoptan comportamientos oscilantes entre luchar y huir, para caer en la codependencia, donde competir con otros en forma destructiva. La cabal ciudadanía vasca ha elegido, en su asombroso proceso de progreso desde una tradición y cultura milenarias, avanzar desde la dependencia hacia la interdependencia venidera en el escenario europeo, superando el estadio de una anacrónica e imposible independencia decimonónica.

Euskadi es el chico rebelde e inconformista; Catalunya, el hermano formal; Galiza, el benjamín. Otros primos en Europa ya se han liberado: Litunia, Letonia, Estonia, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia,… El Plan Ibarretxe quizá sea una buena oportunidad para construir el sueño que resuena tras cada “Gora Euskadi Askatuta”.