En las playas, como en la del Mil Palmeras, todo perfectamente rotulado,... pero se incumplía sistemáticamente casi todo lo señalado: Desde el hecho de que entraban por la "SALIDA",... hasta las distancias físicas, los juegos, el humo del tabaco,...
En los centros comerciales, como el La Zenia: Lo que menos se respeta es el uso de guantes y el pago por medios electrónicos, aparte de la distancia física no suficiente.
En las comunidades de propietarios: Raramente se usa la mascarilla obligatoria en los espacios comunes, aunque se trate de colectivos muy numerosos y de edades muy variadas.
En las piscinas comunitarias y otros espacios de uso compartido: El aforo en pleno verano, y a pesar de la ausencia de propietarios e inquilinos de origen extranjero, la reducción del aforo se incumple casi a todas horas centrales de los fines de semana. con invitados y otras personas no convivientes.
En resumen: Está siendo una gran época para las empresas de rotulación y una mala etapa para medir el civismo, la responsabilidad y la educación de nuestra sociedad.
Estamos en el centro de un tsunami de doce distopías literarias y cinematográficas. En medio de 1984de George Orwell publicada en 1949 que imagina cómo sería el mundo en 1984,
Soylent Green de 1983 (Cuando el destino nos alcance) supuestamente situada en el 2022,
Tras la explosión de Nagasaki, un estoico niño japonés con su hermano muerto en la espalda espera su turno en el crematorio de pira.
Han pasado 75 años ya de aquel horror que la humanidad fue capaz de generar. Esta fotografía fue tomada por un reportero gráfico estadounidense, Joe O'Donnell, en Nagasaki en agosto de 1945.
Joseph Roger O'Donnellnació el 7 de mayo de 1922 en Johnstown, Pensilvania. Después del instituto, se alistó en los marines, que le enviaron a la Escuela de Fotografía. El 28 de agosto de 1945, su unidad se convirtió en una de las primeras en entrar en Japón. O'Donnell era un sargento de infantería de Marina de 23 años cuando se le encomendó documentar los efectos de los bombardeos, y pasó siete meses fotografiando la devastación de Japón. Su primer objetivo fue la devastada Nagasaki.
Recientemente habló con un entrevistador japonés sobre esta imagen: “Vi a un niño de unos diez años caminando por allí. Llevaba un bebé a la espalda. En esos días en Japón, a menudo vimos niños jugando con sus hermanos o hermanas pequeños sobre sus espaldas, pero este niño era claramente diferente. Pude ver que había venido a este lugar por una razón seria. No llevaba zapatos. Su cara estaba rígida, como para no llorar. La cabecita de su hermanito estaba inclinada hacia atrás como si el bebé estuviera profundamente dormido. El niño permaneció allí durante cinco o diez minutos. Los hombres con máscaras blancas caminaron hacia él y en silencio comenzaron a quitarse la soga que sostenía al bebé. Fue entonces cuando vi que el bebé ya estaba muerto. Los hombres sostuvieron el cuerpo por las manos y los pies y lo colocaron sobre el fuego. El niño permaneció allí derecho sin moverse, mirando las llamas. Se mordía el labio inferior con tanta fuerza que brillaba con sangre. La llama ardía como el sol poniéndose. El niño se dio la vuelta y se alejó en silencio".
Esta imagen inspiró la película animada "La tumba de las luciérnagas". Es considerada por el renombrado crítico cinematográfico Roger Ebert como una de las mejores y más instructivas películas sobre la guerra, quien en 2000, la incluyó en su lista de las mejores películas de todos los tiempos. Además, junto a La lista de Schindler de Steven Spielberg y El pianista de Roman Polanski, es una de las mejores películas antibelicistas de la historia.Muestra cómo la guerra transforma a los niños en hombres y a los hombres en bestias.
Si tuviera que denunciar el horror de la guerra, sería la imagen de este niño lo que usaría. No me interesa saber quién es bueno o quién es malo, sus motivos o sus técnicas: mientras esta fotografía viva en mi cabeza, nadie me convencerá de ninguna forma de violencia.
Basta de contar la historia desde la perspectiva de los militares,... Como el rumbo de ambos aviones norteamericanos B-29, Enola Gay y Bockscar, que aniquilaron Hiroshimay Nagasakiel 6 y el 9 de agosto de 1945.
No es, en absoluto, comparable pero ahora mismo en Beirut los explosivos de guerra han causado este estrago,... Malditas sean todas las guerras y malditos los canallas que las provocan.
🚨 GIGANTESCA EXPLOSIÓN EN BEIRUT 🚨
Un depósito de explosivos ubicado en Beirut, capital y principal puerto marítimo del Líbano 🇱🇧, estalló hace unas horas. ⚠ Hay cientos de personas heridas según informo el ministro de salud Hamid Hassan. pic.twitter.com/SHo5G7dGGD
Al final, entre lecturas diversas a los diez años parece que triunfan comics rebeldes. como Seuls y Adèle (parece que ya no importa que la protagonista sea una chica, incluso para un lector chico). Ambos dos captados de algunos de todos los episodios comprados en Kindle a través de Amazon. Unos seis euros por capítulo, de los más de diez que cuentan por el momento cada colección. Todo el estilo de "El diario de Greg", lecturas obligadas previas a estas, y sobre el que me sorprende no haber escrito anteriormente (aunque sí lo he fotografiado en varias ocasiones).
“La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse”.
Ernesto Sabato#Fuedichopic.twitter.com/S9NWLkfjgK
'La mejor y cosa más segura es mantener un equilibrio en tu vida, reconocer el gran poder que hay a nuestro alrededor. Si puedes vivir de esa manera, eres una persona sabia' (Eurípides) #FelizLunespic.twitter.com/hgVkdcqUTb
Mamá (Maman en francés) es el nombre que recibe una gran escultura con forma de araña de la artista francesa-americana Louise Bourgeois (1911-2010). Está realizada en bronce, acero inoxidable y mármol. Pesa 22 toneladas, y mide 10 metros de altura y 10 de diámetro. La autora, reconocida internacionalmente por su capacidad para reflexionar plásticamente sobre temas profundos y dolorosos de la naturaleza humana, llamó a la escultura "Maman" en homenaje a su madre, capaz de tejer la tela de los afectos y también quedar atrapada en ellos.
Es una de las esculturas de arte contemporáneo que forman parte de la colección permanente del Museo Guggenheim de Bilbao. Las arañas, que Bourgeois presenta como un homenaje a su madre, que era tejedora, ponen de manifiesto la duplicidad de la naturaleza de la maternidad: la madre es protectora y depredadora al mismo tiempo. La araña utiliza la seda tanto para fabricar el capullo como para cazar a su presa, así que la maternidad encarna fortaleza y fragilidad.
Estas ambigüedades se ven intensamente reflejadas en esta Mamágigantesca, que se sostiene ominosamente sobre unas patas que semejan arcos góticos y que funcionan al mismo tiempo como jaula y como guarida protectora de una bolsa llena de huevos que se encuentran peligrosamente adheridos a su abdomen. La araña provoca pavor y miedo pero su gran altura, sorprendentemente equilibrada sobre unas ligeras patas, transmite una vulnerabilidad casi conmovedora.
Pocas personas saben que la impresionante araña, en la parte trasera del museo Guggenheim Bilbao, cuenta una historia real, la de la artista franco-estadounidense, Louise Bourgeois.
En realidad es un homenaje a su madre, que como todas las arañas era tejedora. La escultora mantuvo una afectuosa pero complicada relación con sus padres.
El padre, contradictorio, engreído, cruel y autoritario, al caer su mujer enferma, introdujo a su amante en el hogar como institutriz de Bourgeois y sus hermanos.
Sobre aquellos lamentables hechos, la artista hablaba así «De niña, me daba mucho miedo cuando en la mesa del comedor mi padre no dejaba de alardear y se jactaba una y otra vez de sus logros. Cuanto más grande quería volver su figura, más insignificantes nos sentíamos sus hijos. Mi fantasía era que le agarrábamos entre todos mis hermanos, le poníamos sobre la mesa, le troceábamos y le devorábamos,…».
Para Louise, que adoraba a su madre, fue un episodio traumático que influyó en su obra. Su madre aunque era cariñosa, también era posesiva y controladora con su hija, esto se percibe en su escultura “Mamá”.
La maternidad es el tema central de la obra y pone de manifiesto la duplicidad y ambigüedad: la madre es protectora y depredadora al mismo tiempo, teje la seda tanto para fabricar el capullo como para defenderse de los depredadores.
La maternidad puede ser frágil y fuerte al mismo tiempo, sentimientos complicados que presenta la madre hacia sus hijos y los hijos hacia la madre y la protección que les terminará debilitando para defenderse en la vida.
Las patas arqueadas de la araña simulan una jaula, y también la guarida protectora de una bolsa con huevos, que se encuentran adheridos a su vientre de una manera un tanto peligrosa.
La araña provoca en el espectador miedo y pavor, pero debido a la altura de sus patas y lo frágiles que parecen proyecta una conmovedora ternura.
Cuando preguntaban a Louise el significado de su obra está respondía: “Es una Oda a mi madre, era ella mi mejor amiga”. La Mamá envuelta en sedosas conjeturas, hila, teje, cuida, protege secretos… y nos inquieta.
La madre de Louise Bourgeois nunca pudo ver su obra, ella empezó a estudiar arte después de que esta falleciera.
“Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido”.