La fidelidad a ultranza en algunas personas, entre las que creemos incluirnos, es más que una virtud... un rasgo asentado en la personalidad. Hemos de reconocer que, desde nuestra limitada experiencia, la fidelidad no es un mérito, sino un tipo de perfil casi genético. Algunos somos fieles incluso a nuestras corbatas, y cuando nos regalan una -porque raramente sentimos la necesidad de desprendernos de ninguna anterior- la usamos de continuo,... una vez que las hayamos admitida como propia.
No se debe confundir la fidelidad con la constancia. Cierto que en el amor, ambas cualidades son necesarias y hermanas cuando aparecen. En el resto de la vida, la amistad, el trabajo, la política,... la fidelidad es un lujo al que sólo los más sibaritas hemos sabido acceder, renunciando a la alternancia y la promiscuidad. Lo que no vale, porque es una simple constancia, es esa falsa fidelidad de algunos hombres basada en la pereza pura,... o las de algunas mujeres sostenida por la mera costumbre. Menos aún es fidelidad la obediencia debida, la sumisión impuesta o aceptada, porque la única lealtad válida es la se ejerce desde la libertad... de no mantenerla. Desde la libertad, la fidelidad es un placer inmenso e incomparable.
No se debe confundir la fidelidad con la constancia. Cierto que en el amor, ambas cualidades son necesarias y hermanas cuando aparecen. En el resto de la vida, la amistad, el trabajo, la política,... la fidelidad es un lujo al que sólo los más sibaritas hemos sabido acceder, renunciando a la alternancia y la promiscuidad. Lo que no vale, porque es una simple constancia, es esa falsa fidelidad de algunos hombres basada en la pereza pura,... o las de algunas mujeres sostenida por la mera costumbre. Menos aún es fidelidad la obediencia debida, la sumisión impuesta o aceptada, porque la única lealtad válida es la se ejerce desde la libertad... de no mantenerla. Desde la libertad, la fidelidad es un placer inmenso e incomparable.
Dicen que donde hay honor, la fidelidad es cosa sagrada. Porque nada de lo que nos haya apasionado puede dejar de ser parte de nuestras vidas. La fidelidad es el esfuerzo, mínimo en quien nace con esa predisposición, por igualarse y engrandecerse con otra persona o con una causa más grande que uno mismo.
Por último, aunque la fidelidad sea intrínseca, siempre hay algún ámbito de nuestro comportamiento donde no se manifiesta. Quizá por no haber hallado un elemento que merezca nuestra lealtad. En nuestro caso, jamás hemos repetido en las marcas de coches. Simca, Seat, Opel (aquí sí ha habido alguna repetición derivada), Renault, Ford, Audi,... y nuestro futuro anhelo que apunta hacia otras alternativas como Toyota o Lexus,... En ningún caso anterior nuestra elección se sintió correspondida, especialmente en nuestro amor fallido hacia Audi, que se truncó en 2009.
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