A quienes nos ha gustado y trabajado la innovación (ver aquí muchos casos), sabemos que lo difícil casi nunca es elegir qué incorporar, sino qué conservar. La prudencia del cambio, esa es la lección eterna de la “valla de Chesterton” (Chesterton’s Fence). Lo obvio es comprender su razón y sentido original antes de cambiar nada. Deriva de un respeto intergeneracional, hacia nuestros predecesores.
En el pensamiento social y político, una de las metáforas más citadas de G. K. Chesterton (1874–1936) es la llamada “valla de Chesterton”. Aparece en su ensayo The Thing (1929) y se ha convertido en una regla de oro para quienes piensan en reformas, políticas públicas o cambios organizativos.
Chesterton (ver otros posts sobre él) plantea una situación sencilla: alguien encuentra una valla en medio de un camino y, al no ver inmediatamente su utilidad, propone derribarla. La respuesta prudente es clara: “No quiten nunca una valla hasta saber por qué se puso.” La enseñanza es evidente: antes de eliminar una institución, norma o costumbre, debemos entender su razón de ser original. Incluso si parece obsoleta, puede que cumpla una función que no percibimos a primera vista.
Algunos ejemplos de aplicación de la valla de Chesterton:
- Política y leyes. Una ley antigua puede parecer innecesaria, pero tal vez fue diseñada para proteger a minorías o evitar abusos. Antes de abolir un impuesto, conviene entender qué servicios financia y a quién beneficia. En el vídeo inicial se explica el caso de China con la reforma agraria de 1949.
- Gestión empresarial y organizacional. Un procedimiento burocrático puede parecer excesivo, pero quizás asegura trazabilidad y previene errores críticos. Reglas laborales que parecen rígidas pueden ser fruto de luchas históricas por derechos básicos.
- Ciencia y tecnología. En informática, eliminar un estándar de compatibilidad por “anticuado” puede romper sistemas enteros que dependen de él. En medicina, descartar una práctica sin comprender su origen puede hacer perder una barrera de seguridad invisible.
- Vida cotidiana y cultura. Una tradición familiar o comunitaria puede parecer absurda, pero en ocasiones mantiene la cohesión social. Incluso en urbanismo: una rotonda, un semáforo o una señal extraña suelen responder a un accidente o riesgo pasado.
Por último, algunas citas relacionadas:
"Don't ever take a fence down until you know the reason it was put up."
— G.K. Chesterton (@chesterton100) June 2, 2016
- G.K. Chesterton pic.twitter.com/5jyGpLxdki
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