Paranoia de paradojas

Reflexiona antes de pensar y elige la paradoja para mostrar la lógica.

Las frases paradójicas abundan, y más en lo relativo a algunos temas. Sobre religión, Luis Buñuel confesó: “Yo aún soy ateo, gracias a Dios”. Otros opinan: “Como Dios no exista estamos apañados; pero anda que como exista…” o “hay muchos creyentes a quienes les estaría muy bien empleado que Dios existiera”. La ética se explica con paradojas, como “la ‘vida fácil’ suele ser la más difícil” o “mucho mejor que arrepentirse es no tener que arrepentirse”. Muy válidas porque todos “sabemos que sólo vivimos una vez, pero lo ignoramos”.

En ciencia también se acumulan las paradojas explicativas, como cuando Albert Einstein afirmó: “Lo más incomprensible del universo es que resulte comprensible”. El gran matemático George Pólya señaló: “Este principio es tan general que no es posible aplicarlo a ningún caso particular”. La Rochefoucauld apuntó que “conservar la salud merced a un régimen excesivamente severo constituye una verdadera enfermedad”, para gente “que dice que el apetito viene comiendo, sin conocer el apetito que viene... no comiendo”.

Más contradictoria es la política, de la que se afirmó: “Parece imposible, pero la política es el arte de lo posible”. Stephen Jay Gould proclamó: “Muchísimos son liberales para todas las libertades ya conseguidas y conservadores para las que aún hay que alcanzar”. Con todo no existe mayor contrasentido que el de “Si quieres la paz, prepara la guerra”, porque “si las guerras sirvieran para algo, debería de haber más guerras” como creen quienes opinan que “a los violentos había que matarlos a palos”.

Existen muchas otras gloriosas paradojas sobre temas variados, como la de Pablo Picasso, “el arte es una mentira que permite darnos cuenta de la verdad”. El escritor Alphonse Allais solía decir: “Mi holgazanería no me deja tiempo libre para nada”. Hasta el propio Platón apuntó: “El sexo débil es generalmente el sexo fuerte debido a la debilidad que siente el sexo fuerte por el sexo débil”.

Por último, los juegos de palabras paradójicos son los más divertidos. Como los Hermanos Marx en la película "Sopa de Ganso": “Si nos encuentran, estamos perdidos”. U otras: “Asistimos a un encierro bastante abierto”, “los fuegos artificiales fueron muy naturales”, “el dinero sólo sirve para todo, pero para nada más”, o ”ya nadie va a ese lugar, porque siempre está lleno de gente”. Acabo porque se me ha quedado la mente en blanco y lo veo todo negro.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/paradojas.DOC

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Publicado en Diario de Noticias de Navarra, el domingo 6-5-2007.

Saludos

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