Elbira Zipitria, fundadora de la red de ikastolas, nació el 28 de mayo de 1906 en Zumaia, pero pasó buena parte de su niñez en Lazkao, hasta que con 16 años se trasladó a Donostia. Allí estudió Magisterio, y con 20 años comenzó a trabajar como profesora de la ikastola de Miguel Muñoa, en la Parte Vieja. La llegada de la guerra civil en 1936 la obligó a escapar, motivo por el cual en 1939 partió de Sara a Donibane Lohitzune, localidad en la que vivió hasta su regreso a San Sebastián en 1942. En 1946, habiendo conseguido agrupar unos cuantos estudiantes, trasladó su docencia al número 26 de la calle Fermín Calbetón de la capital guipuzcoana. Pronto se vio en la necesidad de solicitar ayuda externa, debido al aumento de pupilos. Elbira sumó a la profesora Itziar Arzelus, de modo que en el curso 1950-51 Itziar empezó a impartir clases a los jóvenes de 3 y 4 años, mientras que Elbira se ocupaba de los mayores de 5. Posteriormente, como practicantes se incorporaron en 1952-53 Karmele Esnal y Jone Forkada. En 1955, alquilaron un local en la calle Pedro Egaña. En 1956 Mari Karmen Mitxelena estuvo de prácticas con Elbira, y abrió una ikastola en el puerto de San Sebastián; en 1957 fue Carmen Lasarte quien estuvo con Elbira, abriendo después otro centro en la casa que poseía en la calle Angel; en 1960 se puso en marcha la ikastola de Pasaia; en 1961 la de la calle Campanario; en 1962 la ikastola Urumea de Hernani,… y así sucesivamente.
Todas eran ikastolas promovidas por las andereños (maestras) que realizaron sus prácticas con Elbira. Las ikastolas fundadas en aquellos años en San Sebastián no tenían nombre, ni siquiera legalidad; en su clandestinidad se ocultaban bajo la apariencia de academias particulares. Elbira impartía sus clases en el salón de su casa, sentada en el suelo. Cabe destacar la escasez de material, ya que no había libros redactados en euskara, por lo que se empleaban los editados antes de la guerra, complementados por copias mecanografiadas para uso de los estudiantes.
A partir del curso 1968-69 fue necesario contar con la Cartilla de Escolaridad, que estos centros no podían emitir. Así que se tomó la decisión de fundar la Ikastola Orixe, designando al párroco de la iglesia de Santa María, de San Sebastián como titular. La legalización llegó en 1970.
En 1984, el Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, creó un premio anual para experiencias pedagógicas realizadas en centros educativos vascos de nivel no universitario, en homenaje a dos pioneras de la pedagogía vasca: Elbira Zipitria y Miren Karmele Alzueta. [Fuente: EuskoNews sobre Elvira Cipitria (grafía castellanizada)]
Todas eran ikastolas promovidas por las andereños (maestras) que realizaron sus prácticas con Elbira. Las ikastolas fundadas en aquellos años en San Sebastián no tenían nombre, ni siquiera legalidad; en su clandestinidad se ocultaban bajo la apariencia de academias particulares. Elbira impartía sus clases en el salón de su casa, sentada en el suelo. Cabe destacar la escasez de material, ya que no había libros redactados en euskara, por lo que se empleaban los editados antes de la guerra, complementados por copias mecanografiadas para uso de los estudiantes.
A partir del curso 1968-69 fue necesario contar con la Cartilla de Escolaridad, que estos centros no podían emitir. Así que se tomó la decisión de fundar la Ikastola Orixe, designando al párroco de la iglesia de Santa María, de San Sebastián como titular. La legalización llegó en 1970.
En 1984, el Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, creó un premio anual para experiencias pedagógicas realizadas en centros educativos vascos de nivel no universitario, en homenaje a dos pioneras de la pedagogía vasca: Elbira Zipitria y Miren Karmele Alzueta. [Fuente: EuskoNews sobre Elvira Cipitria (grafía castellanizada)]
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