Gratis, pero no desinteresado

Bokeh con Corazones
En la política vasca está de moda, desde hace dos años, los favores gratis de unos partidos a otros. El PP apoya gratis, sin aparentes contra-prestaciones, al PSE para que gobierne en solitario. Y ahora, Bildu asegura gratis el apoyo al EAJ-PNV en Araba, sin pedir nada a cambio. 

Esta modalidad quizá se debe a un escenario plural y complejo. Aunque complejo no significa nada malo (a menos que quienes gestionan la política sean muy simples), pero parece que nadie lo entiende así, y plural es consustancial a la democracia. 

La gratuidad en los apoyos, siendo optimistas, podría entenderse como una superación del cambalache habitual de tú me apoyas aquí y yo te devuelvo el favor allá. Cosa harto difícil de entender a escala municipal, porque a los habitantes de aquí puede que no votaran para que les cambien los resultados de su municipio por lo suceda allá

Gratis tampoco significa falto de interés. Habitualmente la cesión es un préstamo cuyos intereses se cobran en diferido, o un cálculo para alcanzar una ventaja en un futuro más o menos lejano. También, con carácter general, el ofrecimiento suele ser comprensible por quienes votaron al partido donante. Al menos, deben considerar la concesión como un "mal menor",... frente a las alternativas que se generarían sin ese movimiento. 

La generosidad política siempre se agradece y se recompensa, tarde o temprano, por el electorado. Pero especialmente cuando no trata de distorsionar en demasía la "plural y compleja" voluntad popular. Por ello, si ante la época que nos ha tocado vivir, con fenómenos como los "indignados" cuyo descontento es compartido en diferente grado por muchos, convendría tasar debidamente los "regalos envenenados" que se pueden cruzar los partidos políticos. 

Si la ciudadanía advierte que el poder político está al servicio de otros "poderes fácticos" que imponen decisiones ajenas a las urnas, crecerá peligrosamente la brecha entre la clase política y el electorado. Los partidos pueden y deben valorar las consecuencias sociales y económicas a medio y largo plazo de sus decisiones políticas, pero están al servicio del bien común atendiendo a razones derivadas de la representación que les ha encomendado el pueblo. 

Necesitamos liderazgos políticos, incluso de naturaleza sincera y estricta que pidan y se apliquen la austeridad que requiere el momento histórico. Basta de confiar en que lleguen favorables ciclos económicos exógenos que han de propiciarse y acelerarse tanto como se pueda.

Post que estuvo en borrador desde el 25-5-2011. 
Recuperado retrospectivamente diez años después.

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