Una gran metáfora como es "el elefante en medio de la sala que nadie quiere ver ni mencionar" nos ofrece . Es una variante del Tabú, Polite fiction, un elefante en una cristalería, esqueletos en el armario o El traje nuevo del emperador, cuyo origen se remonta al "Conde Lucanor" de Don Juan Manuel en 1335 aunque la historia fuese después realmente popularizada por el escritor Hans Christian Andersen en 1837.
Bansky pintó un elefante del mismo color de la pared, como parte de su primera exposición en EEUU en 2006, aludiendo al problema de la pobreza global. Fue obligado a “despintarlo”. En inglés, elephant in the room («elefante en la habitación») es una expresión metafórica, una verdad incontrastable que es ignorada o quiere pasar inadvertida. También se aplica a un problema o riesgo obvio que nadie quiere aceptar y discutir.
Se basa en la idea de que sería imposible pasar por alto la presencia de un elefante en una habitación. Las personas fingen que el elefante no está ahí, para no lidiar con el enorme problema que implica. Sin embargo, la propia presencia de una situación tan grande y obvia se vuelve incómoda para todos los involucrados, quienes, a pesar de ello, continúan evitando atender o hablar del problema.
Fue en 1814 cuando Ivan Andreevich Krylov, un poeta y escritor ruso, publicó una fábula titulada «El hombre inquisitivo». En ella se refería a un hombre que recorría un museo y notaba todo tipo de pequeños detalles pero, asombrosamente, no percibió un elefante. Aquel concepto no murió allí. Fiódor Dostoievski la retomó en su novela “Los endemoniados” cuando escribió: “Belinsky era como el hombre inquisitivo de Krylov, que no se dio cuenta del elefante en el museo.
Finalmente, fue Mark Twain quien perfiló mejor el concepto en “El robo del elefante blanco” (leer en PDF), haciendo referencia a la ineptitud y falta de lógica que subyace a ese comportamiento. Más tarde,
Finalmente, fue Mark Twain quien perfiló mejor el concepto en “El robo del elefante blanco” (leer en PDF), haciendo referencia a la ineptitud y falta de lógica que subyace a ese comportamiento. Más tarde,
The New York Times recogió la frase, que luego pasó a convertirse en una expresión popular que se utiliza para referirse a algo obvio que pasa desapercibido o de lo que nadie quiere hacerse cargo. La expresión indica una verdad evidente que es ignorada, aunque también puede tratarse de un problema que nadie quiere discutir o un riesgo que nadie está dispuesto a asumir.
Existen en nuestro entorno muchos elefantes que no queremos ver, de esos temáticas tan enormes que hay que reconocer, debatir y consensuar, tales como:
- El alcoholismo socialmente aceptado (vídeo sobre este párrafo),...
- El gran ajuste económico que seguirá a la pandemia,...
- Racismo omnipresente en muchas versiones,...
- Líderes malos, tristes, coléricos,...
- El libro electrónico en la industria editorial.
- La aparición de problemas graves en las amistades, divorcios, enfermedades,...
- La obsolescencia programada para lograr clientes permanentes.
- El sostenimiento del sistema de pensiones en los países de baja natalidad.
- ... En los comentarios podéis sugerir los elefantes que no queráis ignorar...
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