Misión Starliner de la NASA y Boeing


La misión Starliner de la NASA y Boeing es un proyecto conjunto para desarrollar una nave espacial capaz de transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI). La nave espacial Crew Space Transportation (CST)-100 Starliner de Boeing se está desarrollando en colaboración con el Programa de Tripulación Comercial de la NASA. 

El Starliner fue diseñado para acomodar a siete pasajeros, o una mezcla de tripulación y carga, en misiones a la órbita terrestre baja. Para las misiones de servicio de la NASA a la Estación Espacial Internacional, transportará hasta cuatro tripulantes patrocinados por la NASA e investigaciones científicas en las que el tiempo es un factor crítico. El Starliner tiene una estructura innovadora sin soldaduras y es reutilizable hasta 10 veces con un plazo de entrega de seis meses. También cuenta con conexión inalámbrica a Internet y tecnología de tableta para las interfaces de la tripulación. 

Aquí tienes algunos detalles recientes sobre esta misión: La NASA y Boeing tienen previsto lanzar la primera misión tripulada de la nave Starliner el próximo miércoles. Este intento se produce después de un intento frustrado el sábado anterior. El problema que causó la suspensión del lanzamiento fue una anomalía detectada por el Secuenciador de Lanzamiento Terrestre cuando faltaban tres minutos y 50 segundos para el despegue. 

Los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams son los seleccionados para esta misión. Si el lanzamiento va bien, se espera que la nave Starliner se acople al módulo Harmony de la EEI. En caso de que no logren mandar la misión la próxima semana, tendrán que posponer todo al menos unos diez días para poder cambiar las baterías del cohete de ULA. 

El objetivo principal de la misión Starliner de la NASA y Boeing es transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI). Esta misión forma parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, una iniciativa que se oficializó en 2014 y que permite a las empresas privadas estadounidenses emprender viajes tripulados al espacio. Desde la suspensión del programa de cohetes de la NASA hace ocho años, la única forma de enviar astronautas a la EEI era a bordo de la nave rusa Soyuz, por un precio de 82 millones de dólares, ida y vuelta. 

Con el éxito de la misión Starliner, Boeing se convertiría en la segunda empresa privada, después de SpaceX, en transportar astronautas hasta la Estación Espacial Internacional. Además, la nave Starliner está diseñada para ser reutilizable hasta en 10 misiones, lo que podría reducir significativamente los costos de los viajes espaciales en el futuro. La cápsula tiene un diámetro de 4,56 metros y está diseñada para transportar hasta siete personas.

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