No dejo de sorprenderme cuando invalidáis mi discurso por relacionarme con personas de otra ideología/pensamiento. Las ideas propias si no se enfrentan con otras se empobrecen y se dogmatizan. Así que sí, me enriquece y seguiré tomándome cañas con gente de muchos colores 🤷.
— Rocío Vidal (@SchrodingerGata) August 12, 2019
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Esclavos de nuestras propias opiniones, o el sesgo de confirmación
El arte y el placer de ahorrar
Foto de una playa, que algunos decimos "cajas de ahorro", porque pasas todo el día sin gastar nada,...
- "Ahorra siempre, parte de lo que ganes". Ganar sin ahorrar es casi no ganar. Fácil de entender, pero cuesta convertirlo en una rutina, sin excepciones.
- "Compra solamente lo necesario; lo superfluo, siempre es caro". Por ejemplo: Algunos preferimos solamente un lapicero, a tener dos en la mesa, porque es más fácil de elegir y te ahorras unos céntimos.
- "Nunca gastes tu dinero antes de tenerlo". No pagues intereses a nadie. Excepto mi primer coche, aquel memorable Seat 127 con 12 letras avaladas por el tío Félix y una mínima hipoteca de la primera casa, jamás hemos pedido un crédito. Hay que pensar al revés: "No ahorres lo que te queda después de gastar, sino que gasta lo que te queda después de ahorrar".
- "El camino hacia la riqueza depende es doble: trabajo y ahorro o inversión". No hay otra vía, esforzarse mucho y administrar bien. A menos, que no es nuestro caso, que seas alguien que hereda y que pregona que "el ahorro es una cosa muy hermosa, especialmente cuando tus antepasados lo han hecho por ti".
- "No jugar a loterías, es ganancia segura". Una vez más repetimos una certeza matemática: Es una pésima inversión apostar a cualquier juego de azar, donde únicamente gana el gestor y la hacienda. Ni siquiera los pocos afortunados, porque es una fortuna no merecida, que suele dilapidarse.
Aniversario de 43 años de matrimonio
Adivinanza: Momentos memorables, una medida de la felicidad
Síndrome de Laura (4/4 Peter Pan, Wendy y Simon )
El Síndrome de LAURA se corresponde en mujeres al Síndrome de SIMON en hombres, pero con características diferenciales. LAURA es un acrónimo que resume Liberada, Autónoma, Universitaria, que Racionaliza el Amor.
Valoran la Libertad y la Liberación, huyendo del compromiso, sin apego a un hombre para asegurarse la independiente. Buscan la Autonomía para que que nadie las controle, expresado autosuficiencia. Eligen vivir solas, para sólo ellas decidan sobre qué hacer o no, para que nadie les impide disfrutar de sus emociones.
Con alta cualificación Universitaria y prestigio profesional, llegan a Racionalizar el Amor, eligiendo la soltería y sin compromisos amorosos o de pareja. Algo que desvirtúa la componente emocional de toda relación humana significativa. El Amor es propio, amor a sí mismas, de manera que piensan en ellas y en nadie más. Prefieren que el mundo gire a su alrededor, eligiendo sus placeres y sin necesitar de un hombre en especial para obtener y disfrutar con sus emociones.
Valoran la Libertad y la Liberación, huyendo del compromiso, sin apego a un hombre para asegurarse la independiente. Buscan la Autonomía para que que nadie las controle, expresado autosuficiencia. Eligen vivir solas, para sólo ellas decidan sobre qué hacer o no, para que nadie les impide disfrutar de sus emociones.
Con alta cualificación Universitaria y prestigio profesional, llegan a Racionalizar el Amor, eligiendo la soltería y sin compromisos amorosos o de pareja. Algo que desvirtúa la componente emocional de toda relación humana significativa. El Amor es propio, amor a sí mismas, de manera que piensan en ellas y en nadie más. Prefieren que el mundo gire a su alrededor, eligiendo sus placeres y sin necesitar de un hombre en especial para obtener y disfrutar con sus emociones.
Puede el Síndrome de Laura parecer un espejo del Síndrome de Simón, porque son personalidades coetáneas. Pero ser una Laura no es divertido como ser un Simón, aunque es sicológicamente es mucho más sana esta personalidad. Las mujeres suelen ser más inteligentes y piensan más en lo que hacen. Las causas de dichos síndromes suelen ser debidas a que en su infancia nunca fueron corregidas por sus padres ("Síndrome de la Emperatriz"). Pero toda esta fachada demuestra que dentro de todo hay seres bastante indefensos en los Simón y en las Laura.
Teléfono de hilo para hablar con los nietos en confinamiento
Hoy ha sido un día feliz. Nos hemos visto nietos y abuelos, aquellos desde la calle en su primer día de salida desde el 12 de marzo y nosotros desde el balcón.
La curva en U de la felicidad
La felicidad entendida como el bienestar subjetivo percibido es algo que puede ser medido. De hecho se realizan mediciones individuales y también estudios para medir la felicidad de distintos países. Desde la Segunda Guerra Mundial se ha perfeccionado muchísimo la forma de medir el estado de bienestar de las personas. Aún más, comienza a ser un parámetro a tener en cuenta por la estructura política de cualquier país avanzado del planeta.
Según distintos estudios, entre ellos el del profesor de Economía de la Universidad de Warwick, Andrew Oswald, el máximo bienestar se percibe en el alba y en el ocaso de la vida, por lo que durante la madurez y la vejez somos mucho más felices que durante la juventud, y mucho más que en la edad media entre los 40 y 50 años.
Resulta que la ciencia valida mi percepción de estar viviendo lo mejor del proceso vital. La famosa "crisis de los 40" es una realidad estadística, si bien el rango de edad oscila levemente según se trate de países desarrollados o en desarrollo.
Según distintos estudios, entre ellos el del profesor de Economía de la Universidad de Warwick, Andrew Oswald, el máximo bienestar se percibe en el alba y en el ocaso de la vida, por lo que durante la madurez y la vejez somos mucho más felices que durante la juventud, y mucho más que en la edad media entre los 40 y 50 años.
Resulta que la ciencia valida mi percepción de estar viviendo lo mejor del proceso vital. La famosa "crisis de los 40" es una realidad estadística, si bien el rango de edad oscila levemente según se trate de países desarrollados o en desarrollo.
Es clave distinguir entre "nivel de vida" y "calidad de vida". Entendemos como nivel de vida al ingreso económico que puede tener un individuo o una familia. En cambio entendemos por calidad de vida a la brecha que percibe la persona entre lo que tiene (realidad vivencial) y lo que desearía (expectativa). Cuando esa diferencia entre la realidad vivencial y expectativas es muy alta entonces se impone una clara insatisfacción que determina una baja calidad de vida y por el contrario cuando la diferencia es relativamente corta entonces la calidad de vida de la persona es buena. Quizá con el pragmatismo de la edad, se rebajan las expectativas y la felicidad crece.
La añorada juventud fue el primer pico de bienestar, que se percibe aproximadamente a la edad de 20 años, Las personas jóvenes sienten que se encuentran en un camino de ida, con sueños, con proyectos, con expectativas nuevas, con desafíos, con ideas por realizar, y con toda una cantidad de posibilidades que el destino le ofrece. Según pasa el tiempo se va imponiendo necesariamente la realidad vital.
Durante las dos décadas siguientes se la curva de la felicidad es descendente. Se viven en ese paréntesis de los 45 -54 años crisis, cuestionamientos de orden vital, análisis sobre los logros obtenidos, valoración de la condición de vida alcanzada, visualización concreta de haber alcanzado o no los logros preestablecidos. Se nos aparece el gap vital, la diferencia que existe entre la expectativa que uno tenía sobre su destino y la realidad concreta a la cual uno ha llegado.
Posteriormente, superados los 50 años, se comienzan a valorar cuestiones que hasta entonces parecían baladíes. Las personas, acorde van recorriendo la quinta, sexta, séptima década de la vida o más, comienzan a percibir factores tales como la salud, la familia, los hijos, los nietos, los amigos, el tiempo libre,... valores esenciales que la sabiduría de la vida acredita. Es una etapa en la que se valora lo que ya se tiene, y no lo que pueden conseguir.
Durante las dos décadas siguientes se la curva de la felicidad es descendente. Se viven en ese paréntesis de los 45 -54 años crisis, cuestionamientos de orden vital, análisis sobre los logros obtenidos, valoración de la condición de vida alcanzada, visualización concreta de haber alcanzado o no los logros preestablecidos. Se nos aparece el gap vital, la diferencia que existe entre la expectativa que uno tenía sobre su destino y la realidad concreta a la cual uno ha llegado.
Posteriormente, superados los 50 años, se comienzan a valorar cuestiones que hasta entonces parecían baladíes. Las personas, acorde van recorriendo la quinta, sexta, séptima década de la vida o más, comienzan a percibir factores tales como la salud, la familia, los hijos, los nietos, los amigos, el tiempo libre,... valores esenciales que la sabiduría de la vida acredita. Es una etapa en la que se valora lo que ya se tiene, y no lo que pueden conseguir.
La madurez y la vejez son etapas en que se da mucho más valor a los sentimientos y a las experiencias de vida, más que simplemente al hecho de mantener bienes materiales. El presente se vuelve a apreciar en toda su grandeza, sin incursiones hacia el pasado que no se olvida ni hacia el futuro con el que no se cuenta demasiado.
Middle age misery: This study finds 47.2 is the age of peak unhappiness in the developed world pic.twitter.com/fYO2IuaOzz— QuickTake by Bloomberg (@QuickTake) March 8, 2020
Death Cafe, para conversar sobre la muerte sin tabúes y aprender a vivir
Agradecer es la clave de la felicidad
Muchos más posts que nos enseñan a ser agradecidos.Millones de GRACIAS a todos por estar ayudando a compartir nuestro mensaje de Navidad sobre el AGRADECIMIENTO y así, entre todos, intentar hacer un mundo mejor. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS desde el corazón #reilusionarsehttps://t.co/yQFdwCxrBl— Luis Galindo (@luisgalindo_lg) December 27, 2019
¡Felices Navidades entre 2019 y 2020!
Kairós, el tiempo cualitativo
Kairós (en griego antiguo καιρός, kairós) es un concepto de la filosofía griega que representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede. Su significado literal es «momento adecuado u oportuno», y en la teología cristiana se lo asocia con el «tiempo de Dios». La principal diferencia con cronos (en griego antiguo, kρόνος, krónos) es que, mientras Kairós es de naturaleza cualitativa, Cronos es cuantitativo. Como dios, Kairós era semidesconocido, mientras que Cronos era la divinidad por excelencia de la época.
Aunque el término utilizado en la antigüedad varía en los diferentes textos y aparece con significados ligeramente distintos. Así, Hesíodo lo define como «todo lo que es mejor que algo», y Eurípides dice que es «el mejor guía en cualquier actividad humana». Sin embargo, no se pueden unificar todos sus usos y el significado exacto debe extraerse del contexto. Ni siquiera siempre es asociado con el tiempo, pero sí con la eficiencia y aparentemente siempre juega un papel decisivo en las situaciones imprevisibles e inusuales y es una condición necesaria para lograr el éxito en una empresa.
Es una vieja obsesión nuestros numerosos escritos sobre la felicidad, vivir el momento o, simplemente, Carpe Diem. También es la esencia de nuestra #AlicanTerapia (miles de Tuits, decenas de Posts, 525 Fotos,...).
Los tres niveles de decisión
Reflexión vía Mercedes López pic.twitter.com/ObnyTB3bkF— Dr. Alberto Blázquez (@Dr_Blazquez) 9 de septiembre de 2018
Los tres niveles de decisión son:
- Dónde se pone el foco de atención,...
- Cómo se interpreta lo que se percibe,...
- Qué acción se emprende,....
Disculpen mi ausencia de este blog,...
Durante unos días hemos sido demasiado felices para poder dedicar ni siquiera un minuto a este blog de encuentro con quienes nos leen. Nietos y nieta, hija e hijo, playa, piscina y nuevamente playa,desayunos, comidas y cenas, amistades y labores de hogar, junto al espíritu de la AlicanTerapia (ver en fotos) nos han ocupado tan plena como maravillosamente.
Ya en septiembre recobraremos el ritmo de publicación, pero ya sin prisas,...
Nuevos conceptos de felicidad, riqueza,...
El sábado de la vida
Hace dos meses, el 3 de abril de 2018, cumplimos 65 años y "nos" jubilaron. Comprendimos que habíamos entrado en "el sábado de la vida" o la madurez de la existencia.
Una larga (y ancha) vida puede analizarse en períodos de 13 años. No sufrimos de triscaidecafobia, esa manía o miedo, en cualquier caso irracional, al número 13.
El lunes de la vida son los primeros 13 años, el ciclo desde el nacimiento hasta el décimo tercer año. Conforma lo que conocemos como la infancia. Es una etapa feliz, tanto como lo son las demás, si bien esta depende más de la suerte que se tenga al nacer,... Las siguientes dependen, sobre todo, de las decisiones de cada persona.
El martes de la vida abarca de los 14 a los 26 años, ambos inclusive. Podemos hablar de la adolescencia (sí, ahora se vive más, y se retrasa la juventud). Otro tramo que se añora cuando ha pasado, que marca la transición entre los (primeros) estudios y el paso a la etapa laboral.
El miércoles de la vida va desde los 27 a los 39 años, cuando vivimos la juventud, tardía en la era contemporánea. Sí, ese estado que se trata de prolongar, incluso que se sobrevalora en exceso, pero que concluye cuando se cumplen los malditos cuarenta años. Si antes era el momento de ser "hijos o hijas", ahora es cuando nos convertimos en padres o madres,...
El jueves de la vida es ese intermedio existencial que va desde los 40 a los 52 años. Podríamos definirlo como la primera madurez. Necesitamos un neologismo para delimitar eso que conocemos como la fase de las personas cuarentonas,...
El viernes de la vida el el tramo desde los 53 a los 65, algo como la segunda madurez. Es una estación, de paso como todas, donde se vislumbra una transición que deje atrás la vida laboral a plena jornada,... Con suerte por estas fechas, nosotros con 56 años, nos estrenamos como abuelos y abuelos.
El sábado de la vida es la primera vejez, una andadura gloriosa (de puro senderismo) desde los 66 hasta los 78 años (si la salud lo permite). Nuestro eslabón temporal preferido, simplemente porque es el que nos toca vivir ahora. Es una edad maravillosa, cuando cada jornada al despertar se entiende que todos los días de la semana son sábados, un día perfecto, precedido de un día inmejorable y seguido de otro día insuperable. Os recomendamos llegar hasta aquí, entender que esta "abuelescencia" es un pack de todo en uno: lo mejor de la infancia, de la adolescencia, de la juventud y de la madurez con tiempo libre para disfrutarlo,..
El domingo de la vida es el estadio final, de llegada (y salida) o la segunda vejez entre los 79 y los 91 años,... Quizá algunos años más, lo que cada individuo pueda sobrevivir, la propina que los afortunados,... Si todo ha ido bien, quizá alcancemos la categoría de bisabuelos, incluso tatarabuelos,... Todo será como un domingo, pero al anochecer se recuerda lo que viene y no es algo cíclico como las semanas ordinarias,... ¿o sí (y creemos en la reencarnación)?
El lunes de la vida son los primeros 13 años, el ciclo desde el nacimiento hasta el décimo tercer año. Conforma lo que conocemos como la infancia. Es una etapa feliz, tanto como lo son las demás, si bien esta depende más de la suerte que se tenga al nacer,... Las siguientes dependen, sobre todo, de las decisiones de cada persona.
El martes de la vida abarca de los 14 a los 26 años, ambos inclusive. Podemos hablar de la adolescencia (sí, ahora se vive más, y se retrasa la juventud). Otro tramo que se añora cuando ha pasado, que marca la transición entre los (primeros) estudios y el paso a la etapa laboral.
El miércoles de la vida va desde los 27 a los 39 años, cuando vivimos la juventud, tardía en la era contemporánea. Sí, ese estado que se trata de prolongar, incluso que se sobrevalora en exceso, pero que concluye cuando se cumplen los malditos cuarenta años. Si antes era el momento de ser "hijos o hijas", ahora es cuando nos convertimos en padres o madres,...
El jueves de la vida es ese intermedio existencial que va desde los 40 a los 52 años. Podríamos definirlo como la primera madurez. Necesitamos un neologismo para delimitar eso que conocemos como la fase de las personas cuarentonas,...
El viernes de la vida el el tramo desde los 53 a los 65, algo como la segunda madurez. Es una estación, de paso como todas, donde se vislumbra una transición que deje atrás la vida laboral a plena jornada,... Con suerte por estas fechas, nosotros con 56 años, nos estrenamos como abuelos y abuelos.
El sábado de la vida es la primera vejez, una andadura gloriosa (de puro senderismo) desde los 66 hasta los 78 años (si la salud lo permite). Nuestro eslabón temporal preferido, simplemente porque es el que nos toca vivir ahora. Es una edad maravillosa, cuando cada jornada al despertar se entiende que todos los días de la semana son sábados, un día perfecto, precedido de un día inmejorable y seguido de otro día insuperable. Os recomendamos llegar hasta aquí, entender que esta "abuelescencia" es un pack de todo en uno: lo mejor de la infancia, de la adolescencia, de la juventud y de la madurez con tiempo libre para disfrutarlo,..
El domingo de la vida es el estadio final, de llegada (y salida) o la segunda vejez entre los 79 y los 91 años,... Quizá algunos años más, lo que cada individuo pueda sobrevivir, la propina que los afortunados,... Si todo ha ido bien, quizá alcancemos la categoría de bisabuelos, incluso tatarabuelos,... Todo será como un domingo, pero al anochecer se recuerda lo que viene y no es algo cíclico como las semanas ordinarias,... ¿o sí (y creemos en la reencarnación)?
Carpe diem. pic.twitter.com/TLVJ9JsHXi
— Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) November 6, 2023
Twitter para la Felicidad
¡Disfruta tus triunfos! pic.twitter.com/IqU95rhqHp— Humanitas (@UHumanitas) 11 de julio de 2015
Cuánto nos sobra para ser felices... pic.twitter.com/jwzlnHzbzC— MartaEme (@martamj32) 19 de abril de 2018
Anthony de Mello y la felicidad pic.twitter.com/KkwJHJnMcR— Cultura Inquieta (@culturainquieta) 21 de abril de 2018
— Cristina Caro (@Caro69cr) 21 de abril de 2018
Experimento del Mashmallow, o la gratificación diferida
Los adultos también podemos aprender de este experimento del malvavisco. Hemos de postergar la necesidad de la gratificación inmediata por nuestra conducta, o al menos la urgencia en recibir el fruto de nuestra actitud y esfuerzo. Sólo así sabremos perseverar en el trabajo duro y mantenido, única senda de logro.
La felicidad es una interpretación de la realidad
Vive en la zona de aprendizaje y crecimiento
Dicen, y parece razonable, que hay una zona intermedia entre la zona de confort y la zona de pánico, caos o no experimentada. Permanecer en la zona de confort durante largos períodos de tiempo conduce a la mediocridad, el estancamiento y la falta de crecimiento.
Alrededor de tu zona de confort se encuentra tu zona de aprendizaje, esta es la zona a la que sales con el fin de ampliar tu visión del mundo y lo haces mientras aprendes nuevos idiomas, viajas a países desconocidos, tienes nuevas experiencias, enriqueces tus puntos de vista, modificas tus hábitos, conoces otras culturas, o te encuentras con nuevos clientes. Por ello se indica que la zona de aprendizaje o "la verdadera vida comienza donde termina tu zona de confort".
Es la zona de aprendizaje y crecimiento donde observar, experimentar, comparar, aprender y disfrutar. Hay personas que sienten pasión por el aprendizaje, y por eso frecuentan su zona de aprendizaje. Para otros sin embargo, es una cosa que les da miedo hacer, y para evitarlo, sólo se moverán dentro de su zona de confort, ya que salir de él, lo consideran peligroso.
El personaje superfluo
La vida se experimenta como un relato. La felicidad no es sino un modo de relatarse lo que nos acontece y cómo reaccionamos ante ello. El modo de contarnos lo que vivimos es decisivo, para mejorar nuestras sensaciones y percepciones, así como animar al tipo de acciones con las que situarnos en nuestro contexto vital.
Y en un relato son imprescindibles los personajes. No importa qué tipo de relato elijamos, aun en la inmensidad de seres humanos, siempre hay un personaje constante con mayor o menor protagonismo, que seguidamente desvelaremos.
La actualidad puede definirse como la era del ensimismamiento, individual y colectivo,... El tiempo de las sociedades y electorados rebeldes, que añoran pasados descritos y recordados con benevolencia frente a los turbios presagios de futuros inciertos. Una época donde los arraigados británicos ("somewheres") votan BrExit, donde los descontentos norteamericanos eligen a Trump con su "American First",... Un momento de mirarse el ombligo con demasiada insistencia, y tanto entre las personas más viejas como entre las más jóvenes,...
Nuestra propuesta es que esa figura redundante pierda peso frente a los demás figurantes, para de ese modo lograr mayor realización y mayor felicidad, aunque pueda parecer paradójico. Nuestra tesis predica que no nos detengamos con obsesión en detallar los matices de ese personaje, por sería en detrimento de descubrir y disfrutar de la grandeza del resto de intervinientes,...
Como habréis deducido a estas alturas de la narración el personaje superfluo somos cada uno de nosotros. Si nuestro relato vital focaliza en quienes nos acompañan, en quienes nos ayudan y en quienes ayudamos, en lugar de centrarnos en nuestra modesta figura, la vida real se nos mostrará en toda su magnificencia y con todas las oportunidades que generosamente nos brinda.
Abundar en el personaje superfluo, ese yo que nos empequeñece, nos conduciría al "hombre superfluo" definido en la literatura rusa. Aquellos inútiles soñadores, príncipes como Oneguin de Alexandr Pushkin o el Oblómov de Iván_Goncharov, incluso como el mismo Hamlet o los héroes byronianos quienes a pesar de su talento y formación caían en el nihilismo de ser incapaces de mejorar su vida, la de su familia y la de su sociedad,...
¡Despertemos y arrinconemos al nimio personaje superfluo, ese irrisorio yo ruin (que re-interpretaría a Ortega y Gasset como "yo soy yo y mi mascota, mis viajes,..."), que nos sumerge en una espiral de intrascendente aburrimiento!
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