
Nuestro sueño perdura,... tras 38 años casados

Los días de cada mes y sus recuerdos asociados

- Día Internacional de las personas Mayores. Nacimiento de mi suegra Esperanza. Mayo 1925
- Dos de Mayo, una fecha histórica y la calle de Bilbao donde nuestro padre trabajaba. Mayo 1808.
- Repaso personal, en el día que nací yo mismo. Abril 1953
- Lanzamiento del Sputnik 1. Octubre de 1957.
- Nacimiento de nuestro hijo Aitor y de nuestra sobrina Amaia. Junio 1986 y Septiembre 1987
- Muerte de mamá. Abril 1961
- Nacimiento de nuestra nieta Léa. Diciembre 2017
- Nacimiento de nuestra sobrina Ane. Mayo 1989
- Día de Europa. Mayo 2000.
- Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo. Noviembre 2002. #ScienceDay.
- Día Mundial de la Población. Julio 1990.
- Día Internacional de la Juventud. Agosto 1999.
- Día Mundial de la Radio. Febrero 1946. #RadioDay.
- Boda de nuestra hija Leire. Julio 2007
- Nacimiento de Napoleón Bonaparte. Agosto 1769.
- Nacimiento de nuestra hija Leire. Junio 1983
- Día Mundial de Internet. Mayo 2005.
- Nacimiento de mi suegro Manuel. 1921
- Nacimiento de mi hermano Juan Ma. Abril 1952
- Llegada del primer ser humano a la Luna. Julio 1969
- Nacimiento de mi hermano Javi. Enero 1956
- Día Mundial del Agua. Marzo de 1993.
- Día Internacional del Libro. Abril 1989.
- Nacimiento de nuestro nieto Julen. Febrero 2010
- Nacimiento de mi esposa Carmen. Enero 1955
- Nacimiento de nuestra nieto Mateo y de nuestra boda. Febrero 2014 y Agosto 1977
- Nacimiento de nuestro padre Juan. Diciembre 1920
- Día de los Santos Inocente. Diciembre Año 2.
- Nacimiento de Miguel de Cervantes. Septiembre 1547.
- Día Internacional de la Amistad. Julio 2011.
- Día Internacional de la Solidaridad. Agosto 2000.

Cuarenta años de matrimonio: Bodas de rubí


Carmen, tú eres mi Google
Uno de los días más felices... de cada año
Carmen y Mikel en la actualidad (verano del 2011). Foto de su hijo menor, Aitor.
Viento del norte: dando voz al alma gallega en la posguerra
La protagonista, Marcela, es una joven criada abandonada desde bebé y criada por Ermitas en el pazo. El dueño del pazo, Álvaro de Castro, un hidalgo culto y mayor, se enamora de ella y acepta casarse pese a la gran diferencia social, la oposición de su familia y el rumor popular. La comunión entre ambos se ve bloqueada por la desconfianza, la envidia de los criados y la presión social. Marcela es internada en un convento previamente a la boda y, aunque la pareja tiene un hijo, el vínculo no fluye.
Un accidente deja a Álvaro paralítico y marcado por la culpa. Finalmente él muere, y sólo en ese momento Marcela comprende lo profundo de su amor. La novela Viento del norte destaca por su profunda atmósfera gallega, el uso de modismos y gallego popular en el castellano, y por explorar temas como el deseo, la incomunicación, el silencio y el peso del entorno rural en la identidad de los personajes.
La autora, Elena Quiroga (1921–1995), nació en Santander, en 1921. Pasó parte de su infancia en Valdeorras (Galicia). Falleció en A Coruña en 1995. En 1950 ganó el Premio Nadal con esta obra, lo que la colocó como segunda mujer en acceder a la Real Academia Española.
Fue una de las figuras más destacadas de la narrativa de posguerra en España, junto a Carmen Laforet o Ana María Matute. Su estilo se caracteriza por una prosa lírica, rica en modismos gallegos y metáforas ligadas al paisaje, la tradición rural y las tensiones sociales. Otros títulos notables de su obra incluyen Soledad sonora, La sangre, Tristura y Presente profundo.
"Ladraban los perros. Primero fue el mastín, bronco y pausado, quien lanzó el alerta. Después, fueron uniéndose a su desgarrado ulular los cortos y rabiosos chillidos de los perros de caza". Así comienza "Viento del Norte", la novela de Elena Quiroga que ganó el Nadal en 1950 pic.twitter.com/aEQT41tsmC
— Biblioteca Castro (@Fund_Castro) July 1, 2020
Aclaraciones y conclusiones de "Ocho apellidos vascos"
- Hemos tenido que ir a ver "Ocho apellidos vascos" para que no nos la contasen por enésima vez todo tipo de amistades, especialmente las de fuera de Euskadi (andaluces, madrileños, murcianos, alicantinos,... e incluso algunos extranjeros).
- Quizá estemos algo predispuestos (aunque cualquiera sabe en qué sentido) porque tenemos 8, 16 y hasta donde recordamos todos los apellidos son vascos (pero tampoco tenemos la culpa de eso).
- Hemos preferido ir a verla en zona neutral, ni Andalucía ni Euskadi, así que Neocines de San Javier (Murcia), justo encima de un Eroski. Este Centro Comercial Dos Mares ha sido el lugar perfecto.
- No cabía un alfiler en la sala 6 de más de 500 plazas, con personas de todas las edades, pero se escuchaba bien el sonido y la visión era perfecta.
- Hacía años que no vamos al cine, porque preferimos ver las películas en casa, pero la presión para comentarla era insufrible y hemos cedido (y aquí está la crónica).
- No nos ha acompañado nadie a Carmen y a mí, porque todos nuestros amigos desde 6 a 93 años la han visto (alguno incluso dos veces).
- Es una moda y un fenómeno de masas que ya había triunfado en Francia, Italia,... con películas como "Bienvenidos al norte" (2008) o "Bienvenidos al sur" (2010).
- Tiene su gracia (aunque haya quien no se la encuentre) ver cómo una madrileña como Clara Lago interpreta el personaje vasco de esta Amaia. Salvando distancias, nadir puso reparos a la sueca Ingrid Bergman representando a Ilsa Lund en Casablanca.
- Recomendable ver. Nos lo hemos pasado muy bien, aunque ya nos sabíamos casi todas las escenas. Es una película divertida donde incluso sus contradicciones extremas resultan hilarantes (Amaia, la abertzale de estética radical, elige un vestido de boda propio de una andaluza pija, o la abundancia de matrículas de BI -Bizkaia o Bilbao-).
- Hemos descubierto esas palomitas caramelizadas (antes eran de colores).
- La película "Ocho apellidos vascos" batirá récords (ya lo está haciendo logrando ser la más vista en sólo 6 semanas de proyección) y dará mucho que hablar (incluso en el Senado).
- Zeviya (la de nuestro amigo Juan José Calderón a quien hemos de devolverle la visita) existe y es Sevilla, pero Argoitia no existe.
- La película anima a visitar Sevilla y el País Vasco, incluso los lugares exactos de rodaje como Leitza en Navarra y el resto en Gipuzkoa, como Getaria, Zumaia, Arrasate o Mondragón, Zarautz, Lasarte y Donostia-San Sebastián (con enlace los imprescindibles).
- Para quienes hemos disfrutado con "Vaya semanita" en ETB (aunque se pueden ver muchos capítulos en Internet) las sorpresas son menores. Este humor que entraba en los hogares vascos ha desmontado comandos tanto como las policías de todo el mundo.
- El mejor y el más sano humor se basa en la autocrítica, cuando nos reconocemos en nuestros excesos. Resulta una catarsis que relaja, una obra llana que libera de tanta tontería.
- Quienes no son andaluces o vascos,... ya están reclamando su propia versión humorística o perderán identidad colectiva.
Mesas en el cementerio
A algunos nos gusta pasear por los cementerios. Para recordar a nuestros seres queridos y para reconocer la que será nuestra morada, más pronto o más tarde, pero con certeza inexorable. El cementerio de Derio, cerca de Bilbao, es un hermoso camposanto, que aporta serenidad y trascendencia a quien lo visita. Allí hemos visto duelos y otras reuniones familiares, como unos recién casados en una visita rápida en el mismo día de su boda.
En una ocasión, nos impresionó una conversación que pudimos entreoír al pasar camino de nuestro panteón. Se trataba de un grupo de 6 ó 7 adultos, hombres y mujeres que parecían hermanos. Estaban resolviendo alguna herencia. Obviamente era una cita posterior al entierro de algún antepasado, y se habían reunido ante su nicho para hablar con calma y sinceridad entre ellos, gracias al respeto compartido hacia la persona enterrada.
Seguramente se trataba de alguna cuestión espinosa, conflictiva pero terrenal. Y habían convenido que ante su padre o madre muertos nadie trataría ni de aprovecharse, ni de mentir, ni de dejar de pensar con altura de miras. Nunca supimos si llegaron a un acuerdo, porque una hora después seguían susurrando entre ellos, pero no había resentimiento en sus rostros.
Ahora en vacaciones hemos ido a visitar otros cementerios. Verificamos que en ningún otro lugar se manifiestan mejores sentimientos (y peor gusto). Después, Carmen y yo hemos comentado que quienes negocian temas políticos graves y que han causado tantas y tantas víctimas, obtendrían mejores resultados si eligiesen un lugar de encuentro como Derio. Para no olvidar el sufrimiento ajeno y, en lo propio, recordar que todos los cementerios del mundo están llenos de gente que se consideraba imprescindible.
Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/cementerio.htm