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La geología vota: Un mar cretácico sigue influyendo en Alabama

A veces, el pasado más remoto deja huellas inesperadas en el presente. Un ejemplo asombroso se encuentra en Alabama (EE. UU.), donde una antigua línea costera de hace 100 millones de años sigue influyendo en cómo votan sus habitantes hoy. Durante el Cretácico, gran parte del sur estadounidense estaba cubierto por un mar interior. Al retirarse, dejó tras de sí una franja de tierra oscura y fértil: la Black Belt (“Franja Negra”). Ese suelo excepcionalmente rico se convirtió en el corazón de la agricultura del algodón en el siglo XIX.

El mapa de 1860 muestra cómo las zonas más fértiles coincidían con la mayor concentración de población esclavizada. El algodón generaba enormes beneficios, pero dependía de la mano de obra forzada de los afroamericanos. Así, un fenómeno geológico antiguo dio origen a una estructura económica y social profundamente desigual.

Cuando la esclavitud fue abolida, muchos descendientes de las personas esclavizadas permanecieron en la Black Belt. Más de un siglo después, el mapa de la población afroamericana en 2010 muestra que esas comunidades siguen concentradas en la misma región. Las oportunidades económicas, el acceso a la educación y las infraestructuras siguen siendo desiguales, reflejando una persistencia estructural que conecta el pasado con el presente.

El sexto mapa, el de las elecciones de 2020, completa el círculo: los condados con mayoría afroamericana (la Black Belt) votan mayoritariamente demócrata, mientras que el resto del estado se inclina hacia el Partido Republicano. El color del suelo marca el color del voto.

La geología, la historia y la política se alinean en una cadena sorprendente: Mar prehistóricoSuelos fértilesAlgodónEsclavitudDemografía afroamericanaPatrón electoral actual. Así, un paisaje modelado por un mar cretácico sigue determinando, de forma indirecta, la geografía política de Alabama.

De los mares fósiles al voto moderno: la prehistoria que aún decide elecciones. Este caso es una lección fascinante para la educación: muestra cómo los procesos naturales pueden influir en la historia humana, y cómo las decisiones políticas del presente están enraizadas en la tierra que pisamos. La geología, la economía y la memoria colectiva se entrelazan en una misma historia: el eco largo de la Tierra en la sociedad. 

Conclusión: La larga sombra de la causalidadLa historia del Black Belt de Alabama es un poderoso recordatorio de que las divisiones y alianzas del presente a menudo tienen raíces que se hunden mucho más profundo de lo que imaginamos. El viaje desde el plancton del Cretácico hasta la urna del siglo XXI es un ejemplo asombroso de causalidad a largo plazo, una cadena ininterrumpida de consecuencias que abarca la geología, la biología, la economía, la sociología y la política.

Este caso de estudio ilumina varios conceptos profundos. Ilustra la dependencia de la trayectoria (path dependency, que se desarrolla en el post siguiente), la idea de que los acontecimientos y las condiciones iniciales —en este caso, la ubicación de un suelo fértil— pueden establecer una trayectoria para una sociedad que es extraordinariamente difícil de alterar. También ofrece una visión matizada del determinismo ambiental. La geología no decretó la esclavitud, pero creó presiones y oportunidades que una sociedad humana, con sus propias tecnologías y jerarquías, explotó de una manera particular. El suelo no hizo inevitable la esclavitud, pero sí hizo que una economía basada en la esclavitud fuera devastadoramente exitosa y rentable en ese lugar específico.

En última instancia, la franja azul de Alabama es un testimonio del pasado vivo. Demuestra que la historia no es un telón de fondo estático, sino una fuerza activa y moldeadora que sigue influyendo en el presente. La geografía política de un estado moderno es incomprensible sin entender su geología, su suelo y la historia profunda y a menudo dolorosa que se ha escrito sobre esa tierra. En el Black Belt, el pasado no solo se recuerda; se vota en cada elección.

Violencia visible e invisible: la filosofía incómoda de Žižek

Ante todo la biografía de Slavoj ŽižekNació el 21 de marzo de 1949 en Liubliana, entonces Yugoslavia (hoy Eslovenia). Estudió filosofía y sociología en la Universidad de Liubliana. Posteriormente, realizó investigaciones en París, donde profundizó en la obra de Jacques LacanŽižek presenta al capitalismo entre la utopía y la catástrofe.

Este filósofo pop que une Lacan, Marx y Hollywood ha sido Profesor en la Universidad de Liubliana y en universidades internacionales (Nueva York, Londres, Chicago, Columbia). Actualmente es investigador en el Instituto de Sociología y Filosofía de la Universidad de Liubliana.

Se le considera uno de los filósofos contemporáneos más mediáticos y polémicos, conocido por su estilo provocador, su capacidad para mezclar teoría filosófica con referencias de la cultura popular, y su defensa de una nueva lectura del marxismo en clave psicoanalítica y cultural.

Slavoj Žižek es un pensador interdisciplinar que combina marxismo, psicoanálisis lacaniano, crítica cultural y teoría política. Los temas principales de su estudio son:

- Crítica ideológica: analiza cómo la ideología se oculta en la vida cotidiana, desde la política hasta el cine.

- Psicoanálisis lacaniano: interpreta la cultura y la política a través de los conceptos de Lacan (el deseo, lo real, lo imaginario, lo simbólico).

- Marxismo contemporáneo: actualización crítica del pensamiento marxista frente al capitalismo global.

- Cultura popular: utiliza películas, series y chistes para explicar complejas teorías filosóficas.

Sus obras destacadas son:

  1. El sublime objeto de la ideología (1989). Obra clave donde articula Lacan y Marx para analizar cómo funciona la ideología en el mundo contemporáneo.
  2. Mirando al sesgo (1991). Ensayos de teoría crítica, psicoanálisis y cultura popular.
  3. Bienvenidos al desierto de lo real (2002)Reflexiones sobre el 11-S, la virtualidad y la política global.
  4. Violencia (2008). Diferencia entre violencia visible (terrorismo, guerra) e invisible (estructuras sociales y económicas). Es la filosofía incómoda de Žižek
  5. Menos que nada (2012). Un monumental análisis de Hegel y su relevancia para el siglo XXI.
  6. El coraje de la desesperanza (2017)Diagnóstico del capitalismo global y sus contradicciones.
  7. Pandemic! (2020)Reflexiones sobre la pandemia de COVID-19 y sus efectos sociales, políticos.
  8. El cielo en desorden (2025).  Provocador, paradójico, perspicaz y lenguaraz como acostumbra, Žižek pone su pensamiento filosófico al servicio de repensar el presente y soñar el futuro. 

Ser progresista podría sumar años a tu vida

No es la primera vez que escribimos sobre esta idea, corroborada en Estados Unidos con los colectivos de electores demócratas y republicanos (ver en este post). La tesis que afirma que las personas progresistas tienden a ser más longevas que las conservadoras es sugerente y ha sido objeto de investigación en diversas disciplinas (epidemiología, sociología, psicología política). 

Aunque hay matices importantes y diferencias entre países, se puede desarrollar y fundamentar esta idea con argumentos basados en datos empíricos sobre salud y mortalidad, estilos de vida asociados a ideologías, así como por factores socioeconómicos, culturales y territoriales.

¿Por qué podría haber una diferencia de esperanza de vida entre progresistas y conservadores? La ideología política no es solo una opinión: se asocia a hábitos, entornos, actitudes frente al riesgo y a la ciencia, todos ellos relacionados con la salud y la longevidad. En general, los progresistas tienden a valorar más la prevención y la atención sanitaria pública, mantener estilos de vida más saludables, vivir en entornos urbanos con mejor acceso a servicios, y mostrar mayor apertura al conocimiento científico y cambios en salud pública.

Evidencia empírica basadas en estudios en Estados Unidos (más abundantes):

- Political affiliation and life expectancy. Estudio de Lee y Shapiro (2022) publicado en Health Affairs. Hallazgo: Los condados que votan mayoritariamente demócrata (progresista) tienen una esperanza de vida significativamente más alta que los condados republicanos. Diferencia acumulada: Hasta 4 años de diferencia en algunos casosCausa principal: Diferencias en acceso a salud, vacunación, tabaquismo, obesidad, políticas públicas.

Political ideology and health outcomes.  – Barry et al. (2014), American Journal of Public Health. Conclusión: Las personas liberales (progresistas) muestran mejor salud autodeclarada y mayor esperanza de vida, aunque también mayor ansiedad (parcialmente atribuida al contexto político hostil).

Factores explicativos de esta realidad multifactorial:

a) Estilos de vida y salud preventiva. Los progresistas tienden a apoyar medidas de salud pública como vacunas, mascarillas, dieta saludable, reducir conductas de riesgo (menos consumo de tabaco o armas, más ejercicio físico) y usar más el sistema de salud preventivo. Los conservadores, en especial en contextos rurales o religiosos, pueden mostrar desconfianza hacia la medicina científica, o defender la responsabilidad individual como única guía, lo cual retrasa diagnósticos y tratamientos.

b) Lugar de residencia y entorno social. En Europa y América, las personas progresistas suelen vivir en zonas urbanas, con más acceso a servicios sanitarios, mejor infraestructura y asistencia social, así como más posibilidades de educación y concienciación en salud. Las zonas rurales, con mayor voto conservador, tienen peor acceso a médicos, mayor obesidad y enfermedades crónicas y una pobreza estructural en muchos países.

c) Educación y nivel socioeconómico: La ideología progresista está correlacionada con niveles más altos de estudios, lo que mejora la comprensión y adherencia a pautas médicas y se asocia a mejores condiciones laborales y de vida. Las personas conservadoras, en algunos países, muestran promedios educativos algo inferiores, lo que se traduce en más vulnerabilidad social y sanitaria.

d) Actitudes frente al cambio y la ciencia: Los progresistas aceptan mejor el cambio y la innovación (incluida la médica) y confían en la comunidad científica y en políticas públicas de salud. Los conservadores muestran mayor desconfianza en instituciones y un rechazo más frecuente a avances (como vacunas nuevas, terapias experimentales, cambios en el sistema de salud).

En el contexto europeo y español, aunque la brecha ideológica en salud no es tan marcada como en EE. UU., existen diferencias relevantes en esperanza de vida y salud percibida según territorio, clase social y orientación política. En España las zonas urbanas con voto progresista (Madrid centro, Barcelona, Euskadi, Navarra) tienen esperanza de vida más alta que zonas rurales o más conservadoras (como algunas áreas de Castilla-La Mancha, Andalucía rural o Murcia). La Encuesta Nacional de Salud y los informes del INE confirman que el nivel educativo y la actitud hacia la prevención están fuertemente asociados con mejores indicadores de salud.

En Europa, en países como Suecia, Países Bajos o Alemania, donde el voto progresista suele coincidir con políticas de bienestar y sanidad universal fuerte, la esperanza de vida es más alta. Donde dominan posturas conservadoras antiestatistas (ej. Hungría, Polonia rural), los datos de salud pública son más pobres.

Algunos matices y contraargumentos: Algunos grupos conservadores de alto nivel socioeconómico (ej. conservadores británicos o alemanes) tienen acceso excelente a salud privada y buena longevidad. En países con sanidad universal fuerte, la ideología influye menos directamente, pero indirectamente sigue marcando estilos de vida. La religión conservadora puede tener efectos ambivalentes: protege del alcohol y promueve comunidad, pero puede dificultar acceso a salud reproductiva o vacunación.

En conclusión, aunque la longevidad está influida por muchos factores (genéticos, ambientales, económicos), la ideología política se relaciona indirectamente con la esperanza de vida: Las personas progresistas tienden a vivir más años porque adoptan estilos de vida más saludables, confían en la ciencia médica, acceden mejor a servicios de salud y viven en entornos urbanos con mayores recursos.

Algunas frases a modo de resumen: Los progresistas no sólo piensan en el futuro… también lo viven más tiempo. Las ideas abiertas no solo abren mentes… también prolongan vidas. Tu ideología puede estar en tu historial médico.

PS: Este es un post más de una larga serie dedicada a la longevidad que iniciamos el domingo 17-9-23. La longevidad ha sido un tema recurrente en este blog.

El pobre de derecha o el Síndrome del Joker

Imprescindible perspectiva para este fenómeno mundial

El pobre de derecha -La venganza de los bastardos es una obra del sociólogo brasileño Jessé Souza que analiza el fenómeno de los sectores empobrecidos que apoyan opciones políticas de derecha, incluso cuando estas promueven políticas que podrían perjudicar sus propios intereses. Otros, como el escritor Michael Laub, creen que todo proviene de aquellos lejanos lemas de Roy Cohn en lo que ha definido como la "psicología del desastre".

Jessé Souza introduce el concepto del Síndrome del Jokerpara explicar cómo la humillación, el falso moralismo y la necesidad de reconocimiento de los perdedores sociales influyen en estas decisiones políticas. 

Basándose en el personaje de la película “El Joker”, de 2019, plantea que sus características son más habituales que las que se supone en este mundo neoliberal en el que vivimos: este antihéroe es pobre, cuida de una madre enferma y es constantemente humillado en casa, en el trabajo y en la calle. Humillado por su madre, por sus colegas, por el gobierno, por los otros. Y es humillado finalmente, por la atroz soledad que le hace vivir una vida sin imaginación ni fantasía.

Según el autor Jessé Souza, las élites económicas y mediáticas manipulan a las clases populares, dirigiendo su frustración y resentimiento hacia chivos expiatorios aún más pobres como beneficiarios de programas sociales o inmigrantes, desviando la atención de las causas estructurales de la desigualdad. 

Nos habla Souza de un Falso Moralismo que las elites construyen para legitimar un nuevo racismo, esta vez no apuntado a la raza, sino a las diferencias culturales, que de ese modo habilitan un trato agresivo hacia los más débiles, sin culpas ni rastros de incorrección. Quienes carecen de mapa cognitivo encuentran en el racismo una forma simple de entender el mundo. Se erige una disparatada dicotomía moral entre "nosotros / pobres honestos" y "ellos / pobres delincuentes". Ya lo dijo Max Weber: "En ausencia de sentido de la vida cualquier cosa es aceptada y se la considera una verdad".

El libro "O Pobre de Direita: A Vingança dos Bastardos"  de 2024  invita a una reflexión profunda sobre la construcción de sociedades más equitativas y la importancia de reconocer el valor intrínseco de cada individuo como trabajador.