Se ha hecho breve la síntesis del relato, a pesar de la hora de duración. He lamentado que, habiéndose grabado en las Calzadas de Mallona, al fondo de la imagen, no se hayan tomado y seleccionado unos planos del lugar de nacimiento del "Lendakari" José Antonio Agirre Lekube: La calle Cruz, número 6, piso 5º, piso que posteriormente perteneció a nuestro abuelo paterno Ezequiel Agirregabiria Usabiaga.
Según datos transmitidos por la familia, José Antonio Agirre nació en el cuarto señalado en la imagen siguiente, en una habitación sin luz natural, pero antecedida por un salón cuya ventana es la que figura junto al mirador de madera y la terraza (una de las únicas del Casco Viejo de Bilbao).
Según datos transmitidos por la familia, José Antonio Agirre nació en el cuarto señalado en la imagen siguiente, en una habitación sin luz natural, pero antecedida por un salón cuya ventana es la que figura junto al mirador de madera y la terraza (una de las únicas del Casco Viejo de Bilbao).
Este documental cita, muy de pasada, alguno de los episodios más negros de aquella guerra fratricida. El 25 de septiembre de 1936, parece que en realidad en las primeras horas del 26, pocos días antes de constituirse el primer Gobierno Provisional Vasco, el salvajismo recíproco provocó el asesinato de personas inocentes en el barco-prisión Altuna Mendi (y en el Cabo Quilates) que estaba fondeado en Axpe-Erandio. Entre los 28 muertos sin causa ni condena estaba nuestro abuelo materno Norberto Aguirre Gardeazabal (pronto un merecido post, para un ferviente católico como lo fue José Antonio Agirre). Quedaron viuda y siete huérfanos menores de edad, póstuma la última, la tía Carmentxu, que nunca conoció a su padre.
El 7 de octubre de 1936 cuando José Antonio Agirre Lekube es oficialmente Lehendakari, una de las primeras medidas que adoptó fue el traslado de los presos nacionales que se hacinaban en los barcos prisión anclados en la ría de Bilbao a diferentes edificios habilitados como cárceles en la misma ciudad. La intención era que no se volvieran a repetir las lamentables matanzas indiscriminadas ocurridas en estos barcos bajo responsabilidad de la extinta Junta de Defensa de Bizkaia semanas antes con motivo de bombardeos aéreos nacionales.
Pero estas "sacas de presos" no cesaron y las amenazas, llevadas a su fin, de acabar con la vida de los presos en ilegítima represalia a las muertes y destrucción ocasionadas por la aviación franquista, desembocaron en los asaltos a las cárceles terrestres en Bilbao el día 4 de enero de 1937 y en el asesinato de 224 personas. Al final de la retirada tras la Batalla de Bilbao, José Antonio Agirre y su Consejero de Justicia Jesús María Leizola (a quien sustituiría como Lendakari a su muerte en 1960), a última hora de la tarde del 17 de junio de 1937 decidieron entregar al enemigo los presos políticos que todavía se encontraban en manos republicanas para evitar que quedasen sin vigilancia.
Pero estas "sacas de presos" no cesaron y las amenazas, llevadas a su fin, de acabar con la vida de los presos en ilegítima represalia a las muertes y destrucción ocasionadas por la aviación franquista, desembocaron en los asaltos a las cárceles terrestres en Bilbao el día 4 de enero de 1937 y en el asesinato de 224 personas. Al final de la retirada tras la Batalla de Bilbao, José Antonio Agirre y su Consejero de Justicia Jesús María Leizola (a quien sustituiría como Lendakari a su muerte en 1960), a última hora de la tarde del 17 de junio de 1937 decidieron entregar al enemigo los presos políticos que todavía se encontraban en manos republicanas para evitar que quedasen sin vigilancia.