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Libros que despiertan la imaginación de niñas de 12 años

Comenzaremos con 10 Libros (centenares de posts) clásicos fantásticos e imprescindibles para una niña de 12 años con un Kindle a estrenar. Recomendables para niños y niñas, por supuesto.

  1. “Momo” – Michael Ende, véase en otros posts. Aunque más filosófico, es un cuento fantástico sobre el tiempo, la amistad y la vida, con mucho que decir a jóvenes lectores.
  2. “Alicia en el país de las maravillas” – Lewis Carroll, véase en otros postsUn viaje surrealista y lleno de imaginación que sigue fascinando a niños y adultos.
  3. “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” – Lewis Carroll. Continuación de “Alicia en el país de las maravillas”, más absurda y creativa si cabe. 
  4. “El jardín secreto” – Frances Hodgson BurnettUna historia sobre amistad, crecimiento y el poder transformador de la naturaleza.
  5. “Ana de las Tejas Verdes” – L. M. MontgomeryAna es una huérfana soñadora con un corazón enorme. Un personaje entrañable que deja huella.
  6. “Las aventuras de Tom Sawyer” – Mark Twain (en otros posts)Diversión y aventura en el Misisipi. Apto para quienes disfrutan los libros con espíritu travieso.
  7. “Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario” – C.S. Lewis. Niños que viajan a un mundo mágico lleno de criaturas asombrosas y batallas entre el bien y el mal.
  8. “Peter Pan” – J.M. Barrie (posts). Viajes a Nunca Jamás, hadas, piratas, niños voladores… Una historia mágica y melancólica.
  9. “El mago de Oz” – L. Frank Baum (posts). Un camino de baldosas amarillas, un espantapájaros sin cerebro, una niña con zapatos mágicos… pura fantasía clásica.
  10. “Mujercitas” – Louisa May Alcott (posts)Las aventuras de las hermanas March en una época de cambios. Emotivo y formativo.

Proseguimos con otra selección adicional de ocho Libros de gran valor (modernos o contemporáneos), con fantasía, renombre internacional y que pueden resultar inolvidables para una niña de 12 años con gusto por lo mágico, lo épico o lo extraordinario

  1. “La historia interminable” – Michael Ende (posts)Un libro dentro de un libro, con criaturas fantásticas y aventuras que mezclan la realidad con la fantasía. Rico y profundo.
  2. “Wonder. La lección de August” – R.J. PalacioUna historia conmovedora sobre la empatía, la aceptación y el valor de ser uno mismo. Trata sobre un niño con una malformación facial y el impacto que tiene su llegada a una escuela normal. Emocionante y edificante.
  3. “Coraline” – Neil GaimanUna aventura misteriosa y algo inquietante, perfecta para despertar la imaginación.
  4. “El castillo ambulante” – Diana Wynne JonesMagia, humor y aventuras con un estilo encantador. (Inspiró la película del Studio Ghibli.)
  5. “El diario de Greg” – Jeff Kinney (posts)Muy popular y divertido, ideal para enganchar a la lectura con humor cotidiano.
  6. “Harry Potter y la piedra filosofal” – J.K. Rowling (posts)Un clásico moderno de la fantasía. A los 12 años, muchas niñas conectan profundamente con este universo mágico.
  7. “Percy Jackson y los dioses del Olimpo: El ladrón del rayo” – Rick RiordanAventuras, mitología griega y un protagonista adolescente con mucho humor y coraje.
  8. “La materia oscura: Luces del norte (La brújula dorada)” – Philip PullmanFantasía más densa, con mundos paralelos, ciencia, magia y una protagonista valiente.

Momo: Una fábula sobre el inmenso valor del tiempo

Momo es una novela escrita por el autor alemán Michael Ende, publicada en 1972. Es una obra de fantasía dirigida tanto a jóvenes como a adultos, reconocida por su profundidad filosófica y crítica a la sociedad moderna. Podría considerarse una metáfora sobre el valor del tiempo y la conexión humana.

Michael Ende (1929-1995) fue un escritor alemán, conocido principalmente por “Momo” y “La historia interminable”. Su obra combina elementos de fantasía con profundas reflexiones filosóficas y sociales. “Momo” ganó el Premio al Libro Juvenil Alemán en 1974 y ha sido traducido a numerosos idiomas, convirtiéndose en un clásico de la literatura universal.

La historia gira en torno a Momo, una niña huérfana que vive en las ruinas de un anfiteatro en una ciudad sin nombre. Momo posee una cualidad especial: su capacidad de escuchar a los demás con una atención tan plena que las personas encuentran en ella las respuestas a sus problemas. Gracias a su presencia, la comunidad vive en armonía.

Momo, después de escaparse de un orfanato, termina encontrando un hogar en el viejo anfiteatro a las afueras de la ciudad. Rápidamente la comunidad del lugar la encuentra y después de discutirlo entre ellos deciden cuidar de ella entre todos. Es descrita como una niña pequeña que bien podría tener 8 u 12 años, con un pelo negro muy descuidado y unos ojos igual de negros que miraban todo con asombro y amabilidad, siembre anda con el mismo vestido remendado y un chaquetón viejo, grande, que se solía arremangar alrededor de la muñeca.

A pesar de su falta de escolarización, Momo es una niña muy inteligente y se le daban muy bien los acertijos, es muy imaginativa, amable y "sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le  ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera o preguntara algo que llevara a los demás a pensar  esas ideas, no; simplemente estaba allí y escuchaba con toda su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro  con sus grandes ojos negros y el otro en cuestión notaba de inmediato cómo se le ocurrían pensamientos que nunca hubiera creído que estaban en él. Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería. O los tímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O los desgraciados y agobiados se volvían confiados y alegres. Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones, y que no importaba nada y que se podía sustituir con la misma facilidad que una maceta rota, iba y le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultaba claro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo había uno entre todos los hombres y que, por eso, era importante a su manera, para el mundo.

Un día, aparecen los Hombres Grises, misteriosas criaturas que representan una organización que roba el tiempo de las personas. Convencen a la gente de ahorrar tiempo depositándolo en un banco del tiempo, prometiendo que podrán usarlo en el futuro. Sin embargo, en realidad, estos hombres se alimentan del tiempo ahorrado, dejando a las personas vacías, apresuradas y desconectadas de la vida.


Momo, con la ayuda de su amigo Beppo Barrendero, el niño Gigi Cicerone, la tortuga Casiopea y el sabio Maestro Hora, se enfrenta a los Hombres Grises para recuperar el tiempo robado. Con su valentía y amor, logra desbaratar sus planes, devolviendo el equilibrio y la alegría a la comunidad. Como temas principales se abordan ideas sobre la importancia del tiempo y cómo se vive, la conexión humana frente al aislamiento o la crítica al consumismo y la prisa en la vida moderna. 


Otros posts nuestros sobre Momo.

Nosotros como protagonistas, de Adela Cortina

[Un texto que admiro de La ética de la Sociedad Civil de Adela Cortina. Aparece también traducido al euskera.]

Cubierto con unas mantas grises para protegerse del frío, oculto en el desván de la escuela, empieza a leer Bastián un extraño libro, robado en la tienda de un extraño librero. Su inquietante título, La historia interminable.

El relato es sobrecogedor. La Nada, una fuerza abismal y caótica, está devorando el Reino de Fantasía, el país de los cuentos infantiles, el mundo imaginario de las grandes gestas y las hazañas memorables. A fuerza de realismo y de pragmatismo, a fuerza de positivismo romo, están dejando de soñar los seres humanos y la Nada va engullendo, inexorable, el reino legendario de Fantasía.

Así nos va relatando Michael Ende esa fantástica historia que, precisamente por fantástica, no es sino una fiel descripción de nuestra ramplona realidad.

Por fortuna, todavía nos queda un remedio para evitar la catástrofe total. La Emperatriz Infantil, la Señora del Reino de la Ilusión, ha pedido a Atreyu, el niño guerrero, que viaje hasta los confines de su reino y le traiga a un humano, capaz todavía de seguir soñando, capaz de mantener con vida el país de los sueños. Y Atreyu, el valeroso guerrero, recorre los caminos del cielo en su dragón volador, buscando un ser humano que salve a su señora y a su reino de las garras implacables de la Nada.

La narración - prosigue Ende la historia - ha llegado a su clímax. Obligado a superar obstáculos sin cuento, Atreyu va a ser sometido a una prueba decisiva: ha de traspasar la Puerta del Espejo Mágico que le devolverá su propia imagen. Pero he aquí que, al intentar traspasarla, no es la imagen de Atreyu, sino la de Bastián la que queda reflejada en el cristal, porque él es el humano invitado a mantener con vida el Reino de Fantasía, él es el llamado a soñar para que no se desvanezca, engullido por la Nada, el país de la ilusión con su Señora de los Deseos, la de los Ojos Dorados.

Y en ese punto del cuento el metarrelato se funde con el relato, y cada lector se sabe retado a asumir el papel de Atreyu, a soñar cuantas quimeras ocurrírsele puedan, a convertirse en protagonista de una historia que, por quedar en manos de cada posible lector, se convierte en una historia interminable. El Reino de Fantasía no tiene confines: no tiene más límites que los que los propios hombres queramos ponerle. La historia de Fantasía no tiene un final: no tiene más término que el que queramos darle.

Como al mundo del sueño le ocurre al mundo moral, en realidad tan poco alejado de él: que no tiene más confines, más límites ni más vida que los que cada uno de nosotros, todos nosotros, queramos darle. No tiene por protagonistas héroes legendarios, ni tampoco exclusivamente políticos, famosos de los medios de comunicación, personajes célebres del mundo de la imagen, sino que son sus creadoras cuantas personas - varones y mujeres - se empeñen en la empresa, en el quehacer compartido, de construir en serio un mundo más humano. Un mundo al que no puedan resultarle ajenos, sino muy suyos, ni los requerimientos del sufrimiento, ni las exigencias de la justicia, ni la aspiración a la felicidad.

Si rehusamos ser los protagonistas de esta historia, podemos tener la certeza de que nadie la hará por nosotros, porque nadie puede hacerla. El viejo dicho de la sabiduría popular “nadie es insustituible” se hace una vez más falso, en el caso de la moral cívica: las personas de carne y hueso - los ciudadanos - somos insustituibles en la construcción de nuestro mundo moral, porque los agentes de moralización, los encargados de formular los juicios morales, de incorporarlos y trasmitirlos a través de la educación, no son los políticos ni los personajes del mundo de la imagen, ni los cantantes, ni el clero, ni los intelectuales, sino todas y cada una de las personas que formamos parte de una sociedad. Por eso puede decirse sin temor a errar que la moral de una sociedad civil - la moral cívica -, o la hacemos las “personas de la calle”, o no se hará, y se disolverá en la Nada como el Reino de la Fantasía.

Gu protagonista

Manta grisekin hotzetik babestuta, eskolako ganbaran izkutatuta, Bastian liburu saltzaile berezi bati erositako liburu berezi bat irakurtzen hasi da. Izenburu erakargarria dauka, Amaigabeko istorioa.

Kontakizuna hunkigarria da. Eza, infernuko indar suntsitzailea, Fantasiako Erresuma irensten ari da. Ume-ipuinen herria, egitada eta gertaera gogoangarrien balizko mundua arriskuan dago. Errealismo eta pragmatismoz, prositibismo hutsez jokatuta, gizakiak amets egiteari utzi dio, eta Eza Fantasiaren legendazko mundua suntsitzen ari da.

Horrela kontazen du Michael Endek istorio fantastikoa, fantastikoa delako, hain zuen, gure errealitatearen deskribapena baino ez dena.

Zorionez, oraindik sasoiz gaude hondamendiari aurre egiteko. Enperatriz Haurrak, Ilusioaren Erresumako Andereak Atreyu ume borrokalariari erresumaren ertzetaraino joateko eskatu dio, eta oraindik amets egiteko, ametsen munduari bizirik eusteko gai den gizaki bat ekartzeko. Eta Atreyu borrokalari ausartak zeruko bideak herensuge hegalariaren gainean ibilti ditu, bere anderea eta bere erresuma Ezaren atzaparretatik salbatuko dituen gizakiaren bila.

Narrazioa -jarraitzen du Endek- maila gorenera heldu da. Benetako traba gogorrak gainditzera behartuta, Atreyuk proba erabakigarriari aurre egin behar dio: Izpilu Magikoaren Atea igaro behar du, irudia itzul diezaion. Orduan, ordea, atea igarotzen saiatzean, Atreyuren irudiaren ordez Bastianena geratu da kristalean, bera delako Fantasiako Erresumari bizirik eutsi behar dion gizakia. Bastian aukeratu dute amets egiteko, Gurarien Anderea, Urrezko Begiduna eta haren ilusio mundua gal ez daitezen Ezak irentsita.

Eta une horretan metakontakizunak bat egiten du kontakizunarekin. Hortik aurrera irakurle bakoitzak Atreyuren zeregina betetzeko erronka hartzen du, ahal duen beste amets egin, istorio horretako protagonista bihurtu, irakurle bakoitzaren esku geratzen den istorioa delako istorio amaigabean sartu egingo da. Fantasiako Erresumak ez dauka mugarik, gizakiok jarri nahi dizkiogun ertzak baino ez ditu. Fantasiako istorioak ez dauka azkenik, ez dauka beste amaierarik guk emango dioguna baino.

Amets mundua eta moral mundua oso hurbil daude elkarrengandik, eta hark bezala, moral munduak ere ez dauka beste mugarik, beste bizitzarik gutariko bakoitzak eta guk denok emango dioguna baino. Moralaren protagonistak ez dira heroi ospetsuak, ez politikoak, ez komunikabideetako famosoak, ez irudi munduko pertsonaia ezagunak. Haren sortzaileak benetako mundu humanoagoa egiten parte hartzen duten pertsona, gizon eta emakume guztiak dira. Sufrimentuaren eskariak, justiziaren beharrak eta zorionerako helburua bere-bereak egingo dituzten gizakiek osatutako mundua egitea da helburua.

Historia horretako protagonista izateari uko egiten badiogu ziur egon beste inork ez duela egingo, beste inork egin ezin duelako. Herri jakintzako esaera "inor ez da ordezkaezina" gezurra da oraingoan, moral zibikoaren arloan: hezur-haragizko gizakiok -herritarrok- ordezkaezinak gara gure moral mundua eraikitzeko, moralizaziorako agenteak, moral epaiak egin, hezkuntzan sartu eta hedatzen dituztenak ez dira politikoak, ez irudi munduko pertsonaiak, ez kantariak, ez apaizak, ez intelektualak, gizartea osatzen dugun pertsona guzti-guztiok baizik. Horregatik, zalantza handirik gabe esan daiteke gizarte zibilaren morala -moral zibikoa- edo "jende arruntak" egiten dugu edo ez dela egingo, eta Ezaren lainoan galduko dela Fantasiako Erresuma bezala.