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Trilogía de Jon Fosse, el Beckett noruego del siglo XXI

Trilogía (¿Qué nos contamos hoy?) de Jon Fosse reúne tres novelas breves: La otra nombre, Yo es otro y Un nuevo nombreEstas forman la primera parte de su heptalogía conocida como Septología, publicada entre 2019 y 2021. En conjunto, narran la vida interior de un pintor llamado Asle, que vive en la costa oeste de Noruega. Hay dos versiones de Asle: uno vive solo en Dylgja, y el otro, su “doble”, en Bjørgvin (la Bergen literaria de Fosse). Este desdoblamiento entre ambos Asle se convierte en un eje existencial, espiritual y narrativo.

A lo largo de la obra, se profundiza en temas como la soledad, la creación artística y la pérdida, la memoria como flujo de conciencia sin puntuación convencional e, incluso, la fe cristiana, la redención y la muerte. Con un estilo lírico y meditativo, casi hipnótico, Fosse construye una novela que se acerca más a una experiencia mística que a una narración lineal convencional.

Jon Fosse nació el 29 de septiembre de 1959, en Haugesund, Noruega. Escritor, dramaturgo, poeta y traductor. Recibió el Premio Nobel de Literatura: 2023, por “sus obras innovadoras que dan voz a lo indecible”.

Fosse es uno de los escritores contemporáneos más importantes de Noruega y Europa. Su obra se caracteriza por un lenguaje sobrio, repetitivo, musical y profundo. Comenzó como novelista, pero su mayor reconocimiento inicial llegó como dramaturgo, siendo considerado un sucesor espiritual de Henrik Ibsen y Samuel Beckett (otros posts). A lo largo de su carrera ha abordado temas como la muerte, el amor, el silencio y la trascendencia. También es un autor muy vinculado a la espiritualidad cristiana, especialmente en sus últimos años, lo que marca de forma decisiva obras como Septología.

Jon Fosse denominado el Beckett noruego del siglo XXI es el escritor del silencio y el alma y su Trilogía es un viaje hacia lo más hondo del ser, todo un tratado de introspección sobre arte, fe y soledad. 

Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro

José Martí (1853-1895) sentenció que “hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. Martí fue un político y escritor que se convirtió en el gran héroe nacional cubano. Esta cita condensa en tres actos aparentemente simples un ideal de realización personal y trascendencia. Vamos a desarrollar la profundidad de cada elemento:

Plantar un árbol representa el vínculo con la tierra y el futuro. Es un acto de esperanza: el árbol que se planta hoy probablemente dará sombra o frutos a otras personas en el mañana (en la imagen un roble recién plantado). También simboliza:

- Cuidado y paciencia: El árbol no crece de inmediato, necesita tiempo, atención y condiciones favorables, como nuestras metas o relaciones.

- Conexión con la naturaleza: Nos recuerda que somos parte de un ecosistema y que nuestras acciones tienen consecuencias en el entorno.

- Legado silencioso: Un árbol puede durar generaciones. Plantarlo es una forma de dejar algo que continúe viviendo más allá de nosotros.

Tener un hijo se refiere, más que a la reproducción biológica, a la creación y transmisión de vida, valores y cultura. Simboliza:

- Continuidad de la especie y del linaje humano.

- Responsabilidad profunda: Criar a un hijo implica compromiso, educación y amor.

- Inmortalidad simbólica: A través de los hijos, una parte de nosotros (genes, ideas, enseñanzas) sigue adelante.

- Creación de futuro: Aportamos al mundo no solo una vida nueva, sino potencialmente una mejor sociedad si educamos bien

Escribir un libro representa la expresión del pensamiento, la creatividad y la trascendencia intelectual. No necesariamente se refiere a una obra literaria formal, sino a dejar huella con nuestras ideas, experiencias o conocimientos. Simboliza:

- Construcción de identidad: Al escribir, reflexionamos sobre quiénes somos.

- Comunicación con el mundo: El libro es una forma de diálogo entre autor y lector, incluso a través del tiempo. 

- Permanencia en la memoria colectiva: Las palabras pueden sobrevivirnos, influyendo a otros mucho después de nuestra partida.

La conexión de los tres actos. El legado de los tres gestos —plantar, procrear y escribir— son formas distintas de trascendencia, tanto en lo físico como en lo simbólico. Mientras el árbol se relaciona con la naturaleza, el hijo con la continuidad biológica y afectiva, y el libro con la mente y la cultura, los tres comparten una raíz: el deseo humano de perdurar, de contribuir, de dejar huella.

Juntos, proponen una vida equilibrada entre lo natural, lo humano y lo intelectual. Invitan a vivir con sentido, responsabilidad y propósito. 

Hoy en día la cita clásica se transforma en "cuidar un cactus, atender a un sobrino y escribir en Instagram", pero prefiero "plantar árboles, tener hijos y nietos y escribir libros".

Marguerite Yourcenar: Escritura, memoria y eternidad

Ya anunciamos hace poco que teníamos a Memorias de Adriano en nuestro proceso de relecturas. Como homenaje a Marguerite Yourcenar y su relevancia en la literatura contemporánea, especialmente en relación con su enfoque histórico, filosófico y estilístico.

Marguerite Yourcenar (1903–1987) fue arquitecta del alma humana y de la historia y una de las figuras más singulares e influyentes de la literatura del siglo XX. Nacida en Bruselas con nacionalidad francesa y más tarde ciudadana estadounidense, Yourcenar fue mucho más que una novelista: fue una intelectual comprometida, una erudita de la antigüedad y la primera mujer en ingresar a la Academia Francesa en 1980, un hecho simbólico que reconocía la profundidad de su pensamiento en un mundo aún dominado por la voz masculina.

Marguerite Yourcenar es sobre todo recordada por su magistral novela Memorias de Adriano (1951), una obra que no solo revive la voz del emperador romano, sino que humaniza el poder y la fragilidad con una prosa serena, reflexiva y profundamente contemporánea. Esta novela marcó un punto de inflexión en la narrativa histórica, alejándose del espectáculo y acercándose a lo íntimo, lo filosófico.

En Opus nigrum (1968), otra de sus grandes obras, explora el conflicto entre el pensamiento mágico y el científico durante el Renacimiento, encarnado en el personaje de Zenón. Aquí, la autora plantea una meditación sobre la libertad, la herejía y la búsqueda de sentido, anticipando muchas de las tensiones del mundo moderno.

El estilo de Marguerite Yourcenar es sobrio pero profundamente lírico, cuidado hasta el extremo, sin artificios gratuitos. Su prosa transmite una lucidez casi estoica, y cada palabra parece elegida con el rigor de un escultor clásico.

Más que contar historias, Yourcenar interroga la condición humana a través del tiempo, y su literatura se convierte en una forma de meditación. Lo histórico en ella no es decorado, sino herramienta para pensar el presente desde una perspectiva dilatada y sapiencial.

En tiempos donde lo inmediato predomina, Marguerite Yourcenar sigue siendo una autora que invita a la pausa, al pensamiento y al diálogo entre épocas. Su obra representa una forma de resistencia cultural: la creencia en que la literatura aún puede ser sabia, hermosa y necesaria. Su legado no es solo literario, sino ético: nos recuerda que escribir es también un acto de responsabilidad frente al tiempo y la memoria.

Marguerite Yourcenar, cuya frase autobiográfica era “Escribir no cambia el mundo, pero puede evitar que el mundo nos cambie del todo”, nos regaló esta selección de citas destacadas con contexto breve y organizadas por libro, ideales para enriquecer una entrada de blog literario:

Cuentos orientales (1938): “La piedad no cambia el curso de las cosas, pero nos vuelve menos crueles.”

Memorias de Adriano (1951): “Traté de describiros no a un hombre perfecto, sino a un hombre”. “Lo que la filosofía ha buscado en vano, el arte lo ha conseguido: la suspensión del tiempo”. “El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez se lanza una mirada inteligente sobre sí mismo.”

Opus nigrum (1968): “Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”. “El amor a la verdad no impide la fe, pero la purifica.

El tiempo, ese gran escultor (1983): “Todo lo que ha sido pensado existe en alguna parte”. “La historia es el polvo de los siglos, pero también su luz.”

Viento del norte: dando voz al alma gallega en la posguerra

Hoy recorreremos una historia de amor imposible entre muros de piedra y viento. Un amor marcado por el viento, la tierra y la mirada ajena: Marcela y Álvaro, atrapados en su tiempo.  Un amor que, cuando ella lo descubre y reconoce, ya es tarde. Hablamos de Viento del norte de Elena Quiroga

La protagonista, Marcela, es una joven criada abandonada desde bebé y criada por Ermitas en el pazo. El dueño del pazo, Álvaro de Castro, un hidalgo culto y mayor, se enamora de ella y acepta casarse pese a la gran diferencia social, la oposición de su familia y el rumor popular. La comunión entre ambos se ve bloqueada por la desconfianza, la envidia de los criados y la presión social. Marcela es internada en un convento previamente a la boda y, aunque la pareja tiene un hijo, el vínculo no fluye.

Un accidente deja a Álvaro paralítico y marcado por la culpa. Finalmente él muere, y sólo en ese momento Marcela comprende lo profundo de su amorLa novela Viento del norte destaca por su profunda atmósfera gallega, el uso de modismos y gallego popular en el castellano, y por explorar temas como el deseo, la incomunicación, el silencio y el peso del entorno rural en la identidad de los personajes.

La autora, Elena Quiroga (1921–1995), nació en Santander, en 1921. Pasó parte de su infancia en Valdeorras (Galicia). Falleció en A Coruña en 1995. En 1950 ganó el Premio Nadal con esta obra, lo que la colocó como segunda mujer en acceder a la Real Academia Española.

Fue una de las figuras más destacadas de la narrativa de posguerra en España, junto a Carmen Laforet o Ana María MatuteSu estilo se caracteriza por una prosa lírica, rica en modismos gallegos y metáforas ligadas al paisaje, la tradición rural y las tensiones sociales. Otros títulos notables de su obra incluyen Soledad sonora, La sangre, Tristura y Presente profundo.

Gatos parlantes y realidades paralelas: el universo de Murakami

Hoy nos centraremos en un autor esencial: Haruki MurakamiNacido en Kioto, Japón, en 1949, es uno de los autores contemporáneos más influyentes del mundo. Su estilo combina lo cotidiano con lo surrealista, fusionando influencias de la cultura japonesa con la literatura occidental, el jazz y la soledad moderna. 

Antes de dedicarse a escribir, Murakami dirigía un bar de jazz en Tokio, lo cual marcó profundamente su narrativa. Su obra ha sido traducida a más de 50 idiomas y ha sido galardonado con múltiples premios internacionales. 

Haruki Murakami ofrece la magia de lo cotidiano: así conquista lectores en todo el mundo. Del jazz al surrealismo: así escribe. Es el escritor que convirtió la introspección en bestseller¿Realidad o sueño? Ese es su estilo inconfundible, propio de un eterno candidato al Nobel que ya ganó a sus lectores

Veamos algunos de sus mejores libros (imperdibles):

- Tokio Blues (Norwegian Wood) – Un nostálgico viaje por la juventud, el amor y la pérdida. Fue la novela que lo catapultó al éxito internacional.

- Kafka en la orilla – Una historia onírica con gatos parlantes, lluvias de peces y adolescentes en busca de sí mismos.

- 1Q84 – Una ambiciosa trilogía que entrelaza realidades paralelas, amor, sectas y literatura, en un Tokio alternativo.

- Crónica del pájaro que da cuerda al mundo – Un misterio psicológico con elementos fantásticos y oscuros pasajes históricos.

🎷 Después del terremoto / Hombres sin mujeres – Recopilaciones de cuentos breves con temas como la soledad, la pérdida y la introspección.

Nos centraremos en Tokio Blues”, que es una novela íntima y melancólica sobre el paso a la adultez, el amor y la pérdida. La historia sigue a Tōru Watanabe, un estudiante universitario en el Tokio de los años 60, quien recuerda su juventud al escuchar la canción “Norwegian Wood” de los Beatles.

Tōru mantiene una relación complicada con Naoko, una chica emocionalmente frágil marcada por el suicidio de su novio y que lucha contra sus demonios internos. A lo largo del libro, aparece Midori, una joven vivaz y extrovertida que representa una alternativa más luminosa y libre a la tristeza que envuelve a Naoko.

La novela explora temas como la salud mental, la soledad, el duelo y las decisiones que marcan el rumbo de nuestras vidas. Con un tono nostálgico y profundo, Murakami crea una atmósfera poética y realista a la vez. 

Pensamos que Tokio Blues es su mejor libro porque combina emociones humanas universales con una escritura simple pero poderosa. Es el más accesible de sus libros, sin elementos fantásticos, y con una honestidad emocional que lo ha convertido en un fenómeno internacional.

Concluimos con una mini historia al estilo Murakami, con un toque onírico, melancólico y, por supuesto, un gato parlanteEl gato que sabía dónde estaban las cosas perdidas. 


Cuando terminé de desayunar, encontré una nota escrita con tinta azul sobre la mesa de la cocina. La letra era mía, sin duda, pero no recordaba haberla escrito. Decía: Ve al parque a las 11:46. Lleva una moneda de 100 yenes. Pregunta por Soseki.” No tenía ningún plan para ese día, y la hora escrita en la nota me parecía curiosamente precisa, como si alguien supiera que a las 11:46 exactas algo muy específico iba a suceder. Así que fui. El parque estaba vacío, salvo por un gato negro sentado en el banco de piedra bajo el árbol de ginkgo. Me acerqué con la moneda en el bolsillo, sintiéndome un poco ridículo.


¿Eres tú Soseki? —pregunté, intentando que mi voz sonara firme. El gato bostezó y me miró con unos ojos amarillos como faroles encendidos. —Depende —dijo—. ¿Trajiste la moneda?

Se la di sin decir nada. El gato la tomó con la garra como si fuera una antigüedad frágil. La inspeccionó, la olió, y luego la dejó caer en el suelo con un suave “clink”.

¿Qué has perdido? —preguntó. No supe qué decir. Pensé en mis llaves, mis gafas de sol, incluso una bufanda vieja que no encontraba desde el invierno pasado. Pero ninguna de esas cosas me parecía verdaderamente perdida.

No lo sé —contesté al fin—. Pero siento que me falta algoSoseki asintió con solemnidad. Es lo más común. La gente siempre pierde cosas que no sabe que ha perdido. Cosas que no tienen nombre. Un momento de claridad. Una posibilidad. Un recuerdo de cuando aún soñabas con ser otra cosa. Una canción que te hizo llorar sin saber por qué.

Me quedé en silencio, sintiendo que algo en mi interior se removía lentamente, como una hoja atrapada en la corriente de un río subterráneo. Ven mañana a la misma hora —dijo el gato—. Si tienes suerte, quizás te devuelva algo. Y se marchó caminando con elegancia, perdiéndose entre los árboles como si nunca hubiera estado allí.

Un tráiler de la película basada en este libro.

¿Quién soy yo? Hesse responde en Demian

Hoy retomamos uno de nuestros autores favoritos, Hermann Hesse, y en esta ocasión con su libro Demian (1919). Es una novela de aprendizaje o “bildungsroman. Se centra en el desarrollo psicológico y espiritual de un joven llamado Emil SinclairLa historia narra la lucha interna de Sinclair por encontrar su identidad. Vive inicialmente en un “mundo luminoso” de valores tradicionales y religiosos, pero pronto se siente atraído por un “mundo oscuro” de tentaciones, dudas y descubrimiento personal.

El personaje clave en esta transición es Max Demian, un joven misterioso e intelectualmente avanzado que empuja a Sinclair a cuestionar las normas sociales y religiosas. A través de él, Sinclair empieza a explorar ideas filosóficas, espirituales y simbólicas, como el concepto del dios Abraxas, que representa la unión de lo divino y lo demoníaco.

Los temas principales son la dualidad entre el bien y el mal, la búsqueda del yo auténtico, la influencia del inconsciente y los sueños, la rebelión contra los valores tradicionales y el despertar espiritual y la auto-comprensión. Sinclair termina por aceptar la necesidad de integrar todas las partes de su ser —luz y sombra— en su identidad. 

La novela culmina en un contexto bélico (la Primera Guerra Mundial), simbolizando la muerte del viejo mundo y el nacimiento de uno nuevo a través del sufrimiento y la transformación. Algunos de los titulares podrían ser Demian: El despertar del alma y la búsqueda del yo auténtico”, “Entre la luz y la sombra: el viaje iniciático de Emil Sinclair”, “Hermann Hesse y el nacimiento del hombre nuevo”, “Abraxas y la integración de los opuestos: claves simbólicas en Demian”, “Demian, o cómo escapar del mundo convencional para encontrarse a uno mismo", “La influencia de Jung en Hesse: psicología y misticismo en Demian” o Del colegio a la guerra: el rito de paso de Emil Sinclair”.

Demian  es un libro que marcó a generaciones de jóvenes inconformes, una novela que desafió la moral burguesa de su tiempo. Fue, y sigue siendo, una guía literaria para la autoexploración, y un grito silencioso contra la hipocresía social. Demian es una novela sobre el despertar espiritual e individual de Emil Sinclair. A lo largo de la obra, se enfrenta a la dualidad entre el bien y el mal, simbolizada por dos mundos: el “luminoso” (la moral tradicional) y el “oscuro” (los instintos, lo prohibido, lo verdadero). El mensaje de Hesse es que solo aceptando ambos polos se puede alcanzar la totalidad del ser.

El personaje de Demian representa la conciencia interior o guía espiritual, que impulsa a Sinclair a cuestionar las normas y a buscar su verdadero yo. El dios Abraxas, que une luz y sombra, simboliza esa integración necesaria de los opuestos. Otros símbolos importantes incluyen: La marca de Caín, como señal de autenticidad espiritual. Eva, la figura femenina sabia, que representa la parte intuitiva y completa del alma. La guerra, como metáfora de la transformación personal y colectiva. En resumen, Demian es una invitación a romper con las convenciones, a escuchar la voz interior y a emprender un camino profundo hacia la autenticidad y la plenitud del alma.

Hermann Hesse (ver en otros postsfue un escritor, poeta y pintor alemán-suizo, conocido por explorar en su obra temas como la espiritualidad, la identidad y el desarrollo interior. Hijo de misioneros protestantes, desde joven se sintió en conflicto con la religión institucional y con las estructuras sociales. 

En 1946, Hermann Hesse recibió el Premio Nobel de Literatura por su obra profundamente humanista y su impacto duradero en la literatura mundial. Su nombre completo era Hermann Karl Hesse, nacido el 2 de julio de 1877 en Calw, Alemania y fallecido el 9 de agosto de 1962 en Montagnola, Suiza.

Tras sufrir varias crisis personales, incluyendo depresiones, rupturas matrimoniales y conflictos durante la guerra, Hesse encontró consuelo en la filosofía oriental, la psicología junguiana y el arte. Sus obras más destacadas son Demian (1919), Siddhartha (1922, post)El lobo estepario (1927), Narciso y Goldmundo (1930) y El juego de los abalorios (1943).

“Lo raro es vivir”: Viaje íntimo por la memoria y el amor perdido

Muchos deliciosos podcasts como en estos canales tipo "Un libro, una hora".

Solemos recomendar más libros o ensayos sobre actualidad y futuro, pero hoy hablaremos de uno de ficción con un enredo intergeneracional que hemos releído casi 30 años después: "Lo raro es vivir" de Carmen Martín Gaite. Es una novela que explora la extrañeza de la existencia a través de la vida de Águeda, una mujer que, tras la muerte de su madre, se enfrenta a la necesidad de reconstruir su vida y encontrar un lugar en el mundo. La novela, publicada en 1997, profundiza en temas como la pérdida, la búsqueda de identidad, el amor, la memoria y la adaptación a la vida después de la muerte de un ser querido. 

Resumen de la novela: Águeda Luengo, una mujer de treinta y cinco años, se enfrenta a la muerte de su madre y a la dificultad de encontrar un equilibrio entre las heridas del pasado y la sed de presente. La novela se estructura como un paréntesis en la vida de Águeda, donde debe hacerse pasar por su madre para visitar a su abuelo, quien no se ha enterado de la muerte de su hija. 

A lo largo de la narración, Águeda reflexiona sobre su propia vida, sus relaciones y la extrañeza de seguir viva, experimentando un viaje de introspección y maduración. La protagonista, a través de sus indecisiones y "tomar indecisiones", se enfrenta a la dificultad de elegir un camino y de construir una nueva realidad. El final de la novela muestra cómo Águeda consigue, de alguna forma, reconciliar el pasado y el presente, aprendiendo a aceptar la muerte y a seguir adelante. 

Carmen Martín Gaite (1925-2000) fue una destacada escritora española, autora de novelas, ensayos y obras teatrales. Publicó obras como "El balneario", "Entre visillos", "Ritmo lento", "Retahílas", "Fragmentos de interior" y "El cuarto de atrás", entre otras. 

Sus obras se caracterizan por su estilo narrativo, su capacidad para explorar la condición humana y su enfoque en temas como el amor, la muerte y la memoria. Gaite también fue reconocida por sus ensayos, como "Usos amorosos de la postguerra española", que le valió el Premio Anagrama de Ensayo. En 1950 se traslada a Madrid y se introduce en el círculo literario de la Generación del 55. 

Las pequeñas virtudes arruinan las grandes, de Natalia Ginzburg

"Las pequeñas virtudes" (leer en PDF) es una obra escrita por la autora italiana Natalia Ginzburg, publicada por primera vez en 1962. Se trata de un conjunto de ensayos autobiográficos y reflexivos, escritos entre 1944 y 1960, en los que Ginzburg combina experiencias personales con observaciones sobre la vida, el amor, la educación y la sociedad.

El libro está compuesto por once ensayos, cada uno independiente pero unidos por un tono íntimo, sobrio y a la vez profundamente humano. Ginzburg explora temas cotidianos, pero con una mirada que revela aspectos universales de la experiencia humana.

Entre los ensayos más destacados están:

- "El zapato roto": Reflexión sobre la pobreza y la dignidad, a través de imágenes de la posguerra.
- "Retrato de un amigo": Homenaje al escritor Cesare Pavese, con quien tuvo una estrecha amistad. 
"Las pequeñas virtudes" (último ensayo que da nombre al libro): Una crítica a la educación que enfatiza virtudes "menores" (como la prudencia, la obediencia, el ahorro), en lugar de fomentar las grandes virtudes como la generosidad, el coraje o la pasión por la verdad.

En este ensayo central, Natalia Ginzburg sostiene que educar solo en "pequeñas virtudes" forma personas temerosas y conformistas, mientras que las "grandes virtudes" permiten vivir con más plenitud y sentido ético.

Natalia Ginzburg (1916–1991) fue una escritora, ensayista y política italiana. Su obra abarca desde la novela hasta el ensayo, con un estilo sobrio, directo y lleno de humanidad. Fue miembro activa de la resistencia antifascista y vivió de cerca la persecución política (su esposo, Leone Ginzburg, fue asesinado por los nazis).

Su literatura destaca por su mirada lúcida sobre las relaciones humanas, el dolor, la memoria y los vínculos familiares. "Las pequeñas virtudes" es una de sus obras más conocidas y representa bien su capacidad de abordar lo íntimo desde una perspectiva social y ética.

Natalia Ginzburg (1916–1991) fue una escritora, ensayista y política italiana. Su obra abarca desde la novela hasta el ensayo, con un estilo sobrio, directo y lleno de humanidad. Fue miembro activa de la resistencia antifascista y vivió de cerca la persecución política (su esposo, Leone Ginzburg, fue asesinado por los nazis).

Su literatura destaca por su mirada lúcida sobre las relaciones humanas, el dolor, la memoria y los vínculos familiares. "Las pequeñas virtudes" es una de sus obras más conocidas y representa bien su capacidad de abordar lo íntimo desde una perspectiva social y ética.

Rogamos la lectura completa, pero destacamos algunas de sus mejores citas:

-"Las pequeñas virtudes no deben enseñarse, sino que deben derivarse de las grandes. Enseñar las pequeñas virtudes significa hacer del cálculo la base de la vida. Debemos enseñarles el amor por la vida, no el temor al dolor."

- "No debemos enseñar a nuestros hijos el ahorro, sino la generosidad. Debemos enseñarles el valor, no la prudencia. Es mejor enseñar a los hijos a no tener miedo del fracaso, a no avergonzarse del fracaso."  

"Los padres no debemos mirar a nuestros hijos como algo que nos pertenece. Somos los padres quienes pertenecemos para siempre a los hijos."

- "Los niños se educan observando, no oyendo nuestras palabras. La costumbre de la generosidad, del abandono, de no calcular, no se enseña, se vive. Queremos que nuestros hijos estén preparados para la vida, pero no hay preparación posible fuera del vivir mismo.

Las Pequeñas Virtudes Natalia Ginzburg by Cristobal Florenzano

Cuestionario de Proust: Descubre quién eres en 25 preguntas

El Cuestionario de Proust es un famoso conjunto de preguntas personales diseñado para revelar la personalidad, gustos y aspiraciones de quien lo responde. A pesar de llevar el nombre del escritor francés Marcel Proust, él no fue su creador, sino uno de los primeros en responderlo y hacerlo célebre.

El Cuestionario de Proust tiene sus raíces en un juego social de salón muy popular en la Inglaterra victoriana llamado “confession album” o “álbum de confesiones”. Este era un cuaderno que circulaba entre los asistentes a reuniones sociales y que contenía preguntas prediseñadas para que los invitados las respondieran, revelando así aspectos de su carácter y preferencias.

Marcel Proust respondió este tipo de cuestionario dos veces en su adolescencia. La versión más famosa la contestó alrededor de 1890 (leer aquí), cuando tenía unos 19 años, en un álbum perteneciente a su amiga Antoinette Faure, hija del futuro presidente francés Félix Faure. En ese momento, el título del cuestionario era “An Album to Record Thoughts, Feelings, etc.”.

Décadas después, las respuestas manuscritas de Proust fueron redescubiertas y publicadas, ganando notoriedad por la profundidad e ingenio de sus respuestas. Desde entonces, el cuestionario pasó a conocerse como el Cuestionario de Proust, en homenaje a su participación.

El Cuestionario de Proust ha sido adoptado y adaptado por muchos medios modernos. Un ejemplo célebre es su uso recurrente en la revista Vanity Fair, donde personalidades del mundo del arte, la política y el espectáculo lo han respondido.

Pronto iremos respondiendo a una Versión Moderna del Cuestionario de Proust:

  1. ¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta?
  2. ¿Cuál es tu mayor miedo?
  3. ¿Qué rasgo deploras más en ti?
  4. ¿Y en los demás?
  5. ¿Qué persona viva admiras más?
  6. ¿Cuál es tu mayor extravagancia?
  7. ¿Cuál es tu viaje soñado?
  8. ¿Cuál consideras tu mayor logro?
  9. ¿Cuál es tu posesión más preciada?
  10. ¿Cuál es tu ocupación favorita?
  11. ¿Cuál es la cualidad que más te gusta en una persona?
  12. ¿Qué palabra o frase usas con demasiada frecuencia?
  13. ¿Qué talento te gustaría tener?
  14. Si pudieras cambiar algo de ti, ¿qué sería?
  15. ¿Qué consideras la mayor virtud?
  16. ¿Qué consideras el colmo de la miseria?
  17. ¿En qué ocasiones mientes?
  18. ¿Qué persona viva te desagrada más?
  19. ¿Qué o quién es el gran amor de tu vida?
  20. ¿Cuándo y dónde has sido más feliz?
  21. ¿Qué personaje histórico admiras más?
  22. ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
  23. ¿Cuál es tu mayor pesar?
  24. ¿Cómo te gustaría morir?
  25. ¿Cuál es tu lema o filosofía de vida?
 
Un ejemplo respondido por el chef Juan Mari Arzak (más posts).