El balón vasco

Se ha hablado demasiado de la pelota vasca, pero poco del balón vasco. Cójase un tema cualquiera de origen vasco, como un plan, una película, un cómic, una hoja educativa o una búsqueda en Google y bótese al terreno de juego. En seguida aparecerá un árbitro vestido de negro con gran similitud con algún fiscal general que le dará el primer patadón proclamando el “juego libre”, alguna ministra del ramo chutará, varios foros con más nombres que personas patalearán, se sumará la consabida voz-coz de los contertulios, el puntapié fino del jurista columnista de turno, el agorero economista zancadilleará con alguna encuesta de la Señorita Pepis, un juez estrella sacará un rato para descalificar entre sumario y sumario, algún “buen” socialista presidente autonómico bravuconeará para ver si llega a Ferraz, y los ex-etarras “subidos al caballo” serán quienes más jalearán desde su nuevo papel de “filósofos”.

Y mientras el “respetable” gritará “an-ti-cons-ti-tu-cio-nal” haciendo la ola, y disfrutando de un vibrante partido que se ganará, como siempre, por 15 a 0, tras la expulsión de todo el equipo vasco. Con gritos de totalitarios, etnicistas, racistas, agresores,… ese mismo público se irá luego a casa despistado, seguirá pagando religiosamente el pelotazo inmobiliario, sobrevivirá con un salario mínimo vergonzoso y los zapatos pringados de chapapote, pero sintiéndose galáctico cuando realmente sigue donde siempre estuvo: a la cola de Europa. Porque esto es lo que se oculta en la gran España: que después del glorioso reinado del “zar” sigue siendo el ÚLTIMO Estado europeo en salario interprofesional, en investigación más desarrollo, en gasto de salud por habitante, en empleo a los discapacitados, en tasa de natalidad, en inversión en familia e infancia, en acceso a Internet, en formación continua de los trabajadores,… y el PRIMERO en tasa de desempleo, en contratación temporal, en consumo de drogas, en absentismo escolar, en fumadores y en muertes por cáncer del tabaquismo, en inflación de los alimentos,… (y esto sólo es lo leído en prensa en la última quincena).

Pero sigue el partido en el estadio. Cuando ya no quede nada de la pelota original, el banquillo de pensadores del entrenador bigotudo lanzará otra nueva pelota, y el tropel de búfalos comenzará de nuevo la función. Pan y circo. Y así ganarán elección tras elección, en su campo claro. ¡Viva el diálogo con los pies!

¡Basta de sembrar odio y abrir trincheras! ¿Por qué tiene que ser así? ¿Me lo puede explicar alguien, y perdonen la exageración y el cinismo del escrito que sólo brota del dolor de la incomprensión mutua? Aquí sólo la buena gente, la de a pie, es cabal, pero ¿dónde están los políticos eficaces que resuelvan problemas, y no los amplían por intereses inconfesables y los arrojan de vuelta a la ciudadanía? ¿Y dónde están los periodistas profesionales que invitan al sosiego y a la reflexión? ¿Dónde los intelectuales que iluminan el camino?

A Terra… dor


Soy un esclavo de Terra, actualmente en la modalidad de ADSL, tras haber logrado –creo- ser redimido de la Tarifa Plana. Olvidando mis anteriores penalidades con la Tarifa Plana, sólo me queda el lamento público para que Terra se apiade de mí, y me indulte de pagar un ADSL que ni quiero, ni consumo, ni tengo como públicamente certifico. En todo caso, quiero alertar a posibles incautos de caer en las garras de Terra.

Me retrotraeré al origen de mi contratación ADSL hace años a través de Telefónica, de donde sin consultarme me pasaron a Terra, y me instalaron en casa un ADSL que funcionaba de maravilla… hasta que, cuando me llegó la primera factura mensual de 92.000 Ptas., me enteré que mi solicitud de una modalidad doméstica se había convertido en una superlínea, propia de una entidad bancaria de tamaño medio. Resolver aquello me costó mucho tiempo y dinero, con advertencias de corte de teléfono por parte de Telefónica, porque Terra y Telefónica son lo mismo o distinto según les convenga. Después el servicio funcionó relativamente bien, con periódicas “ausencias” en las que no funciona Internet.

Hace dos semanas, se “cayó Internet” a las 9:00 y esperé hasta las 11:30. Mi sistema informático es muy fiable, por lo que sólo podía ser la centralita o la línea. Decido llamar, siempre con coste interprovincial, y me comentan que no les consta que hubiese problemas en mi zona. Les indico que, si es así, envíen un técnico, que aparece horas más tarde. Cuando llega comprueba que no hay servicio, pero antes de que efectúe ninguna operación se restablece Internet, sin haber transcurrido ni un minuto ni haber tocado ni el ordenador ni la línea. Le indico que espero que no me cobren una avería que obviamente es externa, y el operario responde que notificará que sólo ha cursado la visita, sin reparar nada. Al llegar la factura siguiente compruebo que de los 48,77€ de tarifa habitual NO me han descontado ni un céntimo por interrumpir el servicio contratado, y que por el contrario me han cargado otros 48,8€ por la visita. Protesto y pongo una queja, pero me advierten que debo pagar o me cortarán la línea ADSL. No les doy la oportunidad: pido la baja de Terra, y ya de paso de Telefónica.

NO ME CONCEDEN DESLIGARME DE TERRA, PORQUE UNILATERALMENTE NO QUIEREN TRAMITAR LA BAJA, por la discrepancia cuya reclamación no ha sido contestada. El operador Pedro Martín en el 902108010, el 30-10-2003 a las 13:45, me indica que no revisan las quejas hasta que se pagan por adelantado. Me niego al abuso manifiesto. Corto la línea, embalo el splitter y el módem para que pasen a recogerlo (porque no hay una dirección postal adonde enviarlos) y les comunico que devolveré las facturas a partir del próximo mes. Me amenazan con que seguirán pasando al cobro la visita más todas las cuotas mensuales, incrementándose la factura hasta el infinito. ¿No es esto un evidente atropello a CLIENTES CAUTIvoS, encadenados con un leonino contrato sin apelación para los desprotegidos usuarios, quienes no pueden liquidar una relación comercial claramente desventajosa?

Cuatro amigos

Ésta es una vieja historia con cuatro personajes llamados TOD, CUA, ALG y NAD. Viven entre nosotros y se comportan como usted, amigo lector, o como yo mismo. Es fácil describirlos: TOD es bueno y agradecido cuando se le trata bien, pero TOD también comete errores y hay que saber perdonárselos. CUA es muy variable, incluso es un insulto que te acusen de ser un CUA. Por el contrario ser ALG es un honor, pero ALG puede ser excelente o pésimo, por lo que conviene vigilarlo. NAD es perfecto y además NAD es más que NAD.

Cuando hay que trabajar, TOD está seguro que ALG lo hará. De hecho, CUA puede hacerlo, pero al final NAD lo hará. ALG se enojará porque ésa es una obligación de TOD, aunque TOD se disculpará alegando que CUA podría haberlo hecho, pero NAD se dio cuenta que TOD no lo haría. Al final TOD recriminará a ALG, cuando NAD hizo lo que CUA pudo haber cumplido.

La vida es así: Todos somos TOD, CUA y ALG, pero la mayor parte de las veces cuando hay que esforzarse nos convertimos en NAD. Por otra parte, NAD nunca tiene la culpa, porque ALG, CUA o TOD deberían responsabilizarse. El reparto es injusto: los derechos y las ventajas siempre son de TOD, pero NAD asume la faena y los deberes.

En una gran organización, o en un pequeño hogar, TOD es importante, pero luego ALG debe cumplir cada función, porque si confiamos en que CUA se haga cargo, al final sucederá lo peor: que NAD lo hará. De ahí que en un equipo, en un grupo humano con un objetivo común, como una familia o una empresa, conviene que CUA y TOD den siempre el primer paso, sin dejarlo para ALG por el riesgo de que NAD lo termine. No hace falta señalar de los nombres completos de los protagonistas son TODO EL MUNDO, CUALQUIERA, ALGUIEN y NADIE. Lo mejor de este cuento es la moraleja de que “cuando TOD es ALG y no un CUA, entonces NAD es NAD”.

Se buscan tránsfugas

URGENTE: se buscan dos tránsfugas del PP a la vista de los resultados del pasado domingo en la Comunidad de Madrid.

Requisitos: Mucha caradura, pocos escrúpulos éticos y deseo de medrar por la vía rápida. Preferible una pareja para mantener la tradición. Uno de los dos deberá saber hablar, procurando mentir con desparpajo y sin que le entre la risa, repitiendo de memoria una cantinela que se le facilitará. La otra basta que mantenga el careto durante la función. Los candidatos pueden inspirarse en Tamayo y Sáez. Se ruega máxima puntualidad (ya se esconderán en los servicios el día que se les indique).

Se garantiza: Absoluta impunidad, pues la fiscalía se ocupará de otros asuntos más substanciales. Buen sueldo vitalicio y trabajo sólo por unos meses, con jubilación anticipada cuando se resuelvan las siguientes elecciones, a las que habrán de presentarse con algún original partido como Nuevo Populismo (no necesitarán ni oficina, bastará un móvil). Notoriedad efímera, pero intensa con dietas adicionales por aparecer en todos los medios de comunicación.

Paz, democracia y periodismo


Resultaría deseable para la inmensa mayoría de lectores bienintencionados e inteligentes, disponer de un periodismo escrito que contribuyese con su decisiva aportación y obligada reflexión a moderar y apaciguar la crispación política que vivimos. Pero parece que esto no sucede entre nosotros. Queda descartada la prensa radical, manifiestamente incapaz de describir la complejidad de un conflicto desde su notoria renuencia a escribir siquiera correctamente los apellidos de los adversarios. ¿Cómo podría nadie comprender la posición del ‘Lendakari’ o de ‘Arzallus’, si el medio transmisor deforma hasta el nombre de los proponentes?

Tristemente, la “gran” prensa del Estado español, EL PAÍS y EL MUNDO, también han optado por alentar la crispación, confundiendo información y opinión. Incluso el cuidadoso EL PAÍS incurre en errores de bulto ‘informando’ en sus portadas que el Parlamento vasco ‘desafía’ al Estado, verbo incorrecto en una sección informativa. Pero el colmo, hasta la fecha, ha sido la “Carta DEL Director” Pedro J. Ramírez del 26-10-2003: No se sabe si para pedir entre líneas el voto hacia el PP en el domingo electoral de la Comunidad de Madrid, termina su alegato donde ha comparado expresamente a Catilina con Ibarretxe, y a Cicerón con Mayor Oreja (¡ahí queda eso!) suscribiendo las siguientes y literales palabras: “Cicerón…consiguió que Catilina y sus seguidores quedaran ilegalizados y desterrados de la ciudad. Ellos se echaron al monte y fueron aniquilados”.

Desde Euskadi, Sr. Ramírez, esperábamos mucho más de su contribución al diálogo y a la paz. Algo más que desear o profetizar el “destierro y aniquilamiento” de personas, aunque sean vascos bárbaros (en el sentido romano del término). Modestamente quisiéramos recordarle que siglos antes y después de la desintegración de su evocado Imperio Romano, en un rincón de Europa pervive un pueblo vasco.

Al sepelio por el sexenio

La vida está organizada por sexenios: estudias durante 3 sexenios (Infantil 0-6 años, Primaria 6-12 años y Secundaria 12-18 años) hasta la mayoría de edad; si eres universitario te instruyes un 4º sexenio, de los 18 a los 24 años; trabajas luego 6 ó 7 sexenios (equivalentes a 12 ó 14 trienios) hasta los 60 o 66 años. Como jubilado vives otros 3 sexenios, y si eres mujer un sexenio extra. Total: 13 sexenios para los caballeros y 14 para las damas. Visto así parece muy poco. ¿Cuántos sexenios has vivido ya y cuántos te quedan?

Sigue el consejo de una plegaria irlandesa: Date tiempo para leer, es la base de la sabiduría. Date tiempo para pensar, es la fuente del poder. Date tiempo para trabajar, es el precio del éxito. Date tiempo para amar y ser amado, es el privilegio de los dioses. Date tiempo para compartir; la vida es demasiado breve para ser egoísta. Date tiempo para jugar, es el secreto de la eterna juventud. Date tiempo para sonreír, la alegría es la música del alma. Date tiempo para soñar, es el atajo hacia el cielo. Date tiempo para planificar, es la clave para disfrutar tu vida. Recuerda que ‘empo’ no significa nada: Eso es el ‘tiempo’ sin ‘ti’…

¡Hagan algo!


Todo el mundo habla de lo mismo, pero nadie hace nada. Los periódicos y las televisiones dedican secciones enteras, todos los días, pero nada parece mejorar. Realmente es obvio que nadie, ninguna institución, ningún responsable, ningún político propone medidas para atajar este problema, que nos afecta a todos, pero es en el Norte donde el tema está más agudizado, lógicamente. Nadie tiene toda la culpa seguramente, pero lo cierto es que nadie lo resuelve ni parcialmente. ¡Ah, quizás si el gran Mariano, el hombre de su tiempo, estuviese en el Poder…!
En verano parece que todos, al menos cuando estamos de vacaciones, y si no tenemos mala suerte, nos olvidamos por completo. Pero el mal está ahí, acechando para dar sus zarpazos. Cuando se despliega con toda su maligna naturaleza, comprendemos que nunca cambiará. A menudo pensamos: lo dejamos todo y nos largamos al Caribe o a Tahití. Y que les den morcilla… que se queden con lo que han elegido por vivir donde viven, que siempre seguirá rondando, con sus ciclos, sus momentos buenos y malos, con sus periódicas catástrofes, pero sin solventarse el tema de fondo: la inestabilidad, la falta de calidez de nuestras vidas, lo crudo de la situación general, el frío de cada amanecer borrascoso cuando la radio te adelanta las malas noticias de la jornada.

Nadie quiere emprender alguna fórmula de solución que nos facilite la vida diaria. Se hace muy duro salir de casa, cada mañana, comprobando que las cosas están parecidas al año pasado, al decenio pasado y hace un siglo tampoco era muy diferente. Te encuentras en la calle con los amigos, lo comentas, hablas de qué sucederá mañana, y te despides para ir a ver el noticiario donde siempre te dan buenas palabras, a veces malos augurios, pero las predicciones raramente se cumplen. No aciertan en sus pronósticos casi nunca, ninguno de los supuestos expertos. Sinceramente creo que no tienen ni idea, y eso lo dice alguien de la profesión. Siempre promesas: Algún día podremos adelantarnos suficientemente, cuando los ordenadores sean más potentes y calculemos con suficiente anticipación. La sociedad demanda urgentemente que se destinen más recursos para prevenir estos sucesos. Más profesionales, más medios. Porque este tema lo solucionarán, en un futuro lejano, las computadoras. Los humanos hemos sido incapaces, a pesar de que desde los albores de la Historia siempre ha habido hechiceros, nigromantes, adivinos, profetas y agoreros.

¡Hagan algo, por Dios! ¡Ya está bien! ¡Todo el mundo habla y habla, pero nadie hace nada por mejorar el mal… tiempo! (En homenaje a Mariano Medina).

¿Lotería o bobería?

Según datos oficiales de la última Memoria del Juego, entre loterías, quinielas, casinos y máquinas, excluyendo algunas modalidades como hipódromos, en el Estado se han jugado 25.854 millones de euros (4,30 billones de las antiguas pesetas) durante 2002. El gasto real de los jugadores, lo NO recuperado en premios, asciende a 8.335 millones de euros (1,39 billones de pesetas), el 32,24% de lo jugado y que supone los ingresos de los administradores de los juegos.

De lo que se juega y no se recupera en premios, que además se redistribuyen pésimamente en unos pocos ganadores, cada persona en promedio pierde 202,74 € (37.788 pesetas) al año. Esta cantidad se distribuye fundamentalmente en máquinas, lotería nacional (ahora vienen los atracos de la navidad y el niño), bingos, primitiva, casinos, bono-loto y quinielas. Sólo en loterías y apuestas del Estado, lo jugado al año en promedio asciende a 245 € (45.665 pesetas) por cada madrileño, 239 € (44.546 pesetas) por cada valenciano, 216 € (40.259 pesetas) por cada vasco,... que son quienes más dilapidan en juegos de azar, donde el gestor se queda directamente con el 36.37% del importe (reservándose el 30% en la Lotería Nacional y el 45% de primitivas, bono-loto y quinielas), promedio superior al de casinos (23.52%), máquinas B (25%) o bingo (35.58%), pero inferior al de la ONCE (52%).

Estas escandalosas cifras descubren una extendida y arraigada adicción al juego, que además se alienta desvergonzadamente desde los poderes públicos. Una familia media de cuatro miembros “pierde” (descontando los premios que unos pocos ganan) más de 808 € (151.000 peses) al año. Además la gravedad de este infortunio se agrava por el hecho de que quienes más despilfarran son quienes disponen de menos recursos y de menor cultura para comprender de las loterías son una ruina cierta. El juego además provoca un efecto paralizante, porque muchos jugadores y sus desoladas familias dejan pasar su vida a la espera del próximo sorteo, sin dedicarse a mejorar su formación o su trabajo, que son los únicos cauces firmes para el progreso personal y familiar.

La lotería es un impuesto a la estulticia y a la idiotez, que se ceba en los más desvalidos. Se aprovecha de la desesperación de la pobre gente, reduciendo su única esperanza a que les “toque” un premio. Explotan la ignorancia y la superstición de los más débiles, induciéndoles a desperdiciar su contado dinero en una apuesta segura: PERDER EN LA LOTERÍA. El refranero popular abunda en certeros dichos: “El que juega a la lotería, se arruina cada día” o “Trabajo y economía son la mejor lotería”. Jugar sólo trae suerte para la desgracia. Cada uno es artífice de su propia suerte: Cuanto más trabajemos, más suerte tendremos.

Existe un método infalible para ganar en la lotería, cada día, en cada sorteo y con una ganancia del 100%: No jugar, y guardar el dinero sobrante en una hucha, como dijo con más gracejo un personaje de Arniches. El gusanillo del juego se puede disfrutar exactamente igual, imaginando que jugamos al número 12345, o en la loto al 1, 2, 3, 4, 5, 6, que son tan probables como el número que pudimos comprar. Cuando veamos el resultado en televisión, comprobaremos que hemos ganado por no jugar. Quienes llevamos cuarenta años “jugando” así, sin habernos tocado nunca, hemos conseguido mucho dinero, tiempo y felicidad. Recordemos: La solución consiste en un “juego imaginario” y una hucha real, cuyo mejor destino es la educación propia o la de nuestros hijos.

Ilusión

Leyendo la primera plana de “EL PAÍS” de ayer sufrí una alucinación, porque traduje del irlandés al euskera y creí entender: “ETA anuncia un desarme masivo y el rechazo a la violencia. Aznar intenta desbloquear el proceso de paz en Euskadi. Batasuna, brazo político del terrorismo vasco de ETA, denunció ayer la lucha armada como fórmula para lograr objetivos políticos y defendió la democracia como única vía posible. Poco después, ETA, que guarda una tregua desde 2003, anunció su tercera y masiva operación de desarme y aseguró que suscribe la afirmación de Batasuna. Nunca habían llegado tan lejos en su distanciamiento de la violencia”.

¿Fue sólo un sueño?

Madrid: ¡Resiste!

Ahora que Mr. Aznar habla de “acciones de carácter anticipatorio”, ¿por qué no se adelanta la ciudadanía de Madrid a las restantes, y envían preventivamente a toda la tropa del PP a la oposición?

Madrid: ¡Resiste! Que no pasen otra vez, siempre con desertores y ahora con el dinero de los especuladores urbanísticos que roban escandalosamente con hipotecas de 30 años a las jóvenes familias que necesitan una vivienda.

Euskadi no existe

Estimado amigo lector: Euskadi no existe. Únicamente fue la alucinación de un visionario llamado Sabino Arana, quien según algunos contertulios está probado que fue un declarado admirador de Hitler, lo que tiene su mérito porque cuando murió el primero el segundo era un niño de tres años, hijo de un lejano aduanero austriaco.

No existe historia vasca. Cualquier amnésico historiador se lo confirmará. Romanos y árabes dominaron toda la península, y el Derecho Consuetudinario vasco no ha llegado hasta nuestros días, porque tampoco existe el “Derecho Foral”, que solamente es otra denominación del mismo Derecho Romano. Tampoco existió en el siglo XVIII, un Larramendi que definió la "nación vascongada", ni Perochegui publicó el “Origen de la nación vascongada y de su lengua”. Los términos “País Vasco” (Basque Country), o Euskal Herria no existen ni en los diccionarios, ni en las enciclopedias (no consulten la Británica porque se llevarían un chasco). Nunca históricamente ha existido una comunidad vasca a ambos lados del Pirineo con sus leyes propias, tribunales, parlamento, lengua, costumbres y deportes autóctonos. Nunca existieron los aizkolaris, harrijasotzaileak, pelotaris, arrantzales, ni la ballena vasca.

Tampoco se derogaron los Fueros el 25 de octubre de 1839, ni pasaron los Reyes Católicos en julio de 1476 por Ubidea para jurar los Fueros en Gernika, que tampoco fue bombardeada el 28 de abril de 1937 por nazis y fascistas. Tampoco existe ningún cuadro de Picasso sobre tan desconocida localidad, de la que tampoco Rousseau dijo que era “el pueblo más feliz del mundo porque sus asuntos los gobierna una junta que se reúne bajo un roble, y siempre toman las decisiones más justas”. Tampoco existió, ni existe una Casa de Juntas o Parlamento, como tampoco hubo otra en Abellaneda de la misma Bizkaia. Jamás hubo “provincias traidoras”, ni hay “autonomías hostiles”. Jamás existió nada vasco antes de la Constitución de 1978, ni existirá nada después. No existe la Disposición Adicional Primera que podría decir textualmente que “la Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales”.

El euskera no existe. Por tanto nunca se prohibió ni reprimió su uso. En todo caso, es únicamente Íbero, por lo tanto patrimonio europeo lo que se prueba por el cariño con el que se cuida este dialecto, especialmente por el gobierno navarro donde apenas se habla (en el gobierno, me refiero). Tampoco Daudet dijo que “cuando un pueblo es hecho esclavo, mientras conserve su lengua es como si tuviera la llave de su prisión”.

No existe cultura vasca, ni literatura vasca. Orixe, Lizardi, Aresti o Atxaga nunca escribieron en íbero. Y la escasa prensa que publicaba en íbero pronto desaparecerá por motivos fiscales, que sólo aparecen en los periódicos íberos, por lo que deben ser asaltados a lo “Harrelson”, no dictar ninguna sentencia firme y al cabo de cinco años que pasen los íberos a limpiar el polvo de la redacción. Tampoco existen medios de comunicación vascos, lo que se demuestra con el omnipresente disco rayado de tertulianos que insultan continuamente lo inexistente.

Vascos, lo que se dice vascos tampoco existen. Excepto los terroristas, los demás son sólo españoles o franceses. Tampoco existe ETA [ojalá fuese así, porque entonces se facilitaría que todo lo demás fuese falso], y de subsistir, mata menos que cualquiera de las mafias que pululan por Madrid y sus cómplices de la ‘kale borroka’ han quemado menos coches en toda la historia que en Valencia capital en un solo año.

Lo vasco no existe. Este término debe ser sustituido por íbero o por español, según el caso. Tampoco existe Gobierno Vasco, ni instituciones vascas. Son efímeras irrealidades que dependen del artículo 155 del Nuevo Testamento. Tampoco en Bizkaia están gobernados por nacionalistas vascos 104 de los 111 municipios, ni en Gipuzkoa 81 de los 88, ni en Araba 42 de 52, ni en Nafarroa 39 de 272,… Nunca existió el nacionalismo vasco, ni hay un millón de votantes de tales opciones. Entonces, si nada de esto existe, ¿cuál es el problema? Tout va très bien, madame la marquise.

Así que si quiere visitar un lugar fantástico y mítico, véngase un fin de semana a Euskadi. Vivirá un cuento que dice: Érase una vez… la realidad. Tag Technorati: .

Duerme rápido

Todos los días trabajo 12 horas, duermo 9 horas y mis restantes funciones vegetativas me ocupan durante 3 horas, coincidiendo los tres períodos. Así que por la noche me despierto pronto. Para un insomne, la vida no es un sueño. Leo las versiones digitales de los periódicos más precoces, los que están en Internet a las 3:00 de la madrugada. Cuando surge una idea con alevosía y nocturnidad, una tontería que otro apuntaría en su libreta de mesilla de cama, estoy tan adormilado que redacto y envío mi crónica clónica diaria a la sección de “Cartas al Director”.

No pienso, luego escribo. Basta lanzar un título y el hilo te conduce hasta el final. Pones en letras grandes “No encuentran La Paz… en Bolivia”, “Gravar el grabar”, “¿Faltan alumnos o sobran colegios?”, “El IVA que venía”, “Jaulas escolares”,… y el contenido surge espontáneamente. Casi nunca lo publican, pero siempre hay un alma caritativa en una redacción que piensa: ¿Y por qué no? Y si usted lo está hojeando demuestra que valía, o que está más dormido leyéndolo que yo escribiéndolo.

Suele convenir algo de actualidad política. Lo malo que es el análisis que prima ahora es muy monótono. Sólo se interpreta las noticias de un modo: Si hay chapapote, algo habrán hecho en el norte; y así todo lo demás. Pero siempre añado alguna cita, y un latinajo que actúe como “Deux ex machina” que justifique el argumento (¡a que no va al diccionario para saber si he utilizado bien la expresión!). Y esos palabros que describen ‘problemos’: Dislate, birlibirloque, fáustico, falacia, histriones, sofismas, resabios,… Y aporto alguna cifra que dignifica a un texto. Esto es fácil cuando se lee todo mezclado: Los aviones Eurofighter realmente han costado 8.755 millones de euros; el utópico transporte gratuito para menores y mayores en Madrid, costaría 190 millones de euros al año. Conclusión: Evidentemente no llega para tonterías.

Deprisa, más deprisa, hay que acelerar el metabolismo informativo. Termino, que me estoy despertando y si lo reviso nunca lo enviaré. Cuando lo relea días después, pensaré: ¡Hala lo que he dicho…! Pero más “daños colaterales” provocan otros… Prueba a dormir rápido y ataca con tus cartas.

Más "Cartas al Director"

Sr. Director:

Somos muchos los lectores que leemos con preferencia esta sección que da la palabra a los lectores de su periódico.

Consideramos que el efecto de la publicación dual, en papel y en Internet, ha significado una duplicación del alcance y difusión de la prensa, que llega a lugares muy distantes enlazando a una comunidad ampliada de lectores.

Apreciamos que periódicos de primera línea como el que usted dirige han adoptado innovaciones meritorias para dar más participación a los lectores, marcando tendencias de futuro con secciones sólo electrónicas de FOROS o MÁS CARTAS AL DIRECTOR.

Apuntamos que el formato de las cartas podría flexibilizarse, ampliando su extensión o admitiendo textos más infantiles, juveniles o desenfadados, incluso “Fotos de los Lectores”, que hablen con imágenes acompañadas de un breve titular.

Opinamos que un diario se destaca y se define por su línea editorial, por sus colaboradores y por su redacción, pero sobre todo por la calidad de sus lectores.

Sugerimos que amplíen esta sección de Cartas al Director, en papel y en web. ¿Por qué no una página entera de la edición impresa? Conceda más espacio a sus lectores. Anticípese a que lo haga la competencia: El tiempo le dará la razón.

Pequeños nacionalismos

Para muchos, porque somos numerosos los que así pensamos, el nacionalismo de verdad, el defensivo que no quiere invadir para crear imperios donde no se ponga el sol, es simplemente una extensión de la libertad personal, simplemente. Nada más, y nada menos. Querer lo propio, lo cercano, cuidar y mantener el patrimonio común recibido, conservarlo y transmitirlo: Nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra identidad. Este nacionalismo es la misma esencia de Europa, un inmenso puzzle de idiomas y países, cuya historia sólo ha sido convulsionada cuando los grandes Estados han diluido la realidad plurinacional y se han enfrentado como Potencias que buscaban la supremacía. Si Prusia no hubiese uniformado a Baviera, Hannover y Hesse-Cassel no hubiese habido una guerra mundial. Si Galiza, Euskadi, Catalunya y Andalucía… hubiesen sido administradas desde una mentalidad menos “imperial”, quizá nos hubiésemos ahorrado una guerra civil tan cruenta.

Europa ha descubierto un camino de futuro democrático, que constituye un modelo mundial de convivencia: La Unión en el respeto a la Diversidad. Muchos europeos creemos que la escala de los Estados, que ha cubierto una etapa histórica poco gloriosa, debe evolucionar hacia un sistema de acuerdos continentales sobre la base del respeto a las dos identidades naturales: la ciudadanía (escala personal y familiar) y las regiones (escala social). Probablemente sea la Confederación Helvética el mejor modelo de organización política de comunidades plurilingües y culturalmente respetuosas entre sí y con los demás.

España y Francia, la primera emulando al centralismo de la segunda, han sido potencias coloniales. Pero su fortaleza real nunca dejó de residir en sus territorios históricos y naciones metropolitanas. Por ello, ahora coexisten dos tendencias políticas, legítimas ambas siempre que se defiendan con métodos democráticos y pacíficos: la centralista que prima el Estado y la federalista que apuesta por las naciones o regiones. Eso es todo. Muchos apostamos por convivir desde nuestra identidad personal y regional, asociándonos voluntaria y libremente con la restante ciudadanía europea y con los pueblos hermanos.

El debate llano sobre estos dos modelos, ambos compartiendo muchos elementos comunes como el respeto a la identidad personal y a la vocación europea, será posible cuando desaparezca en nuestro caso el anacrónico terrorismo brutal de ETA y cese ese vetusto espectro que pide el ¿Arde Gasteiz?, rememorando la novela Paris brûle-t-il de Lapierre y Collins?

No somos alienígenas ni los vascos, ni los gallegos, ni los catalanes, ni los bretones, ni los galeses, ni los venecianos,… Sólo queremos ser como los islandeses, los andorranos, los croatas, los lituanos, los daneses,… Quienes así pensamos, respetando a quienes creen que más que castellanos o europeos son españoles, únicamente podemos decirles que así sea su modelo de asociación si lo prefieren, pero que permitan que otros pueblos nos organicemos solidariamente de otro modo. De común acuerdo, sin presiones ni coacciones. Desde la dinámica legalidad jurídica, aceptando que ésta debe servir a la ciudadanía y no al revés. Las leyes, como todo lo humano, son perfectibles para responder a la voluntad popular que siempre tiene la última palabra en las democracias. Nos toca vivir tiempos de esperanzas y oportunidades, de mayor colorido con naciones pequeñas que embellezcan los mapas, para dejar a nuestros descendientes un planeta un poco más humano y mejor organizado.

Idea para el Ayuntamiento


Paseaba hoy sorteando coches aparcados en esquinas y pasos de cebra, esquivando furgonetas sobre la acera y comprendiendo el furor de los pasajeros que cansados de trabajar esperan llegar a casa si su autobús arrollase a una camioneta de reparto abandonada en doble fila, cuando se me ha ocurrido una propuesta para la Alcaldía: ¿Por qué no permutan a los escasos, distraídos e indolentes policías municipales con los numerosos, laboriosos y eficaces agentes de la OTA?

Estamos hartos de vivir en una sociedad que sólo permite dos tipos de ciudadanos: los sufridos cumplidores que aparcan pagando escrupulosamente so pena de ser multados inmediatamente, y los curtidos sinvergüenzas que evitan la sanción estacionando su automóvil impunemente en cualquier zona prohibida (no vigilada por la OTA), perjudicando gravemente el tránsito de peatones y vehículos.

¡Enhorabuena a la gente de la OTA, que cuida su sector a pie y hace respetar la ley con un sueldo inferior al que merece, ganado con su celo profesional y no comodonamente de los contribuyentes indignados al ver por doquier coches mal aparcados!

¡Vaya valla!

Sr. Víctor Harel, embajador de Israel en España:

Recientemente explicó en la prensa que sería injusta una condena del Consejo de Seguridad de la ONU por la construcción del “muro” de Cisjordania, porque se trata solamente de una “valla de seguridad” donde únicamente son bloques de cemento el 5% y el resto se basa en sistemas de vigilancia electrónicos. Señaló que: ¡Ni “muro” ni “de Berlín”! Finalmente indicó que EE.UU. (sería más exacto decir la administración Bush) sólo cuestiona el trazado de algunos tramos, pero que la Unión Europea se opone mayoritariamente al concepto mismo de “muro”.

La clave de estos posicionamientos quizá resida en algo sucedido hace 40 años. El 26 de junio de 1963, John F. Kennedy visitó Berlín, ciudad sajada por un muro. Pronunció un discurso en el que literalmente proclamó: “Hace dos mil años el mayor orgullo era ‘Civis Romanus sum’ (ser ciudadano romano). Hoy, en el mundo de la libertad, el mayor orgullo es decir ‘Ich bin ein Berliner’ (yo también soy un berlinés)… Hay mucha gente en el mundo que no entiende qué es el mundo libre: ‘Lass' sie nach Berlin kommen’ (Déjenlos venir a Berlín)”.

Sr. Harel: Quiero modestamente decirle que, en 2003, yo también soy un palestino… e igualmente un judío. Lamento no poder decírselo en árabe y en hebreo. Parafraseando a Kahlil Gibran, “el muro es una tristeza entre dos jardines”, porque muchos preferimos el diálogo que tiende puentes y puede acercar a las personas, frente al aislamiento y la incomunicación de un puro muro duro, no valla sino muralla.

Con todo el respeto y los mejores deseos de paz de un vasco a un judío, desde Euskadi donde también y todavía unos matan sin piedad y otros intentan levantar muros de separación. Seguiremos dialogando. [Actualización: Cinco años después, este mismo parómino en otro post]

Vocaciones perdidas

¿Qué fue de las vocaciones perdidas? Ésa era la pregunta que insistentemente se planteaba nuestro personaje cuando alcanzó esa edad en la cual se aprecian las etapas de la vida anterior no como los preliminares de un lanzamiento hacia la Luna, sino como las camisas que las serpientes abandonan por cambios estacionales propios de la cronología de la supervivencia. Algunos no están a disgusto con su profesión, pero solamente unos pocos son afortunados que trabajan en lo que más les gusta. El sujeto pensaba que trabajar era algo más que ganarse la vida, por la simple razón de que hasta la fecha había podido "ganarse la vida" y había paladeado eso que llaman "realización". “Quizá sea temerario y futurista pedir realización para todos cuando ni siquiera hay trabajo para muchos”, se decía, pero el incauto proponía esa aspiración a sus alumnos y les inducía a elegir su destino.

Porque él no mantenía opciones imaginarias tomadas de ensoñaciones derivadas de una quiniela, hipótesis por demás absurda en su caso ya que, además de la teoría de las probabilidades, nunca jugaba al azar. Dos eran sus vocaciones predilectas, ambas amadas, aunadas, aliadas y andadas:

- Ser niño. Que siempre creyó era lo más genial, y que deberíamos continuar siéndolo para no reprimir nuestras capacidades de asombro y de aprendizaje; y
- Ser profesor. Que consideraba el máximo honor que la sociedad deposita en los más cabales custodios del mayor tesoro: la infancia que asegura el futuro.

Pero le surgían la nostalgia y la duda. Cada vez más frecuentemente. ¿Estamos acertando con la educación que desplegamos las familias y la escuela? Y recordaba tiempos pasados de eclosión educativa con creciente cariño que le dolía en su interior. Quizá había perdido aquella inocencia de la juventud, que tuvo por orgullo conservar y con la que, en alguna ocasión, hasta creyó que moriría. “Les sucede a todos”, pensó.

¿Acaso fracaso?

Imaginemos que se imponga un control de calidad del trabajo, por el cual se evalúe a todos los empleados y se decida si cobran, si se les rebaja de categoría o si se les obliga a quedarse sin vacaciones. Supongamos que esos exámenes avisados o por sorpresa son inapelables y que diariamente cada rezagado se queda horas adicionales no pagadas para concluir la tarea inacabada o, incluso, se la lleva a casa para terminarla de noche. Imaginemos que si se determina que un asalariado ha sido un gandul, debe permanecer un año entero trabajando sin sueldo, y que es despedido si acumula valoraciones negativas, indicándose en el expediente su incompetencia. Supongamos que los operarios más improductivos son considerados unos inútiles hasta que ellos mismos asumen esa tasación. Imaginemos que toda la sociedad acepta que las inspecciones de trabajo establezcan inequívocamente y para siempre que un tercio del personal es inservible, otra mitad cumple a duras penas y sólo un sexto merece el aprecio colectivo.

¿Habría que rebelarse ante este inaceptable sistema? ¿Una situación tan despótica sería un caso de manifiesta prepotencia y abuso de autoridad? ¿Y si además esto se hiciese con menores de edad, y los hijos de los menos favorecidos estuviesen condenados casi con total seguridad y perpetuamente a ser rechazados y tildados como malos empleados -al igual que sus padres- desde sus primeras experiencias profesionales?

Pues ESTO ES EXACTAMENTE LO QUE SUCEDE con la infancia y la juventud en el sistema educativo. A un adulto, ¿que le parecería que periódicamente debiera llevar a casa un boletín de notas sobre su trabajo, para ser firmado y conocido por toda su familia, que se sentirá también parcialmente inculpada si la valoración no es positiva? Con calificaciones sobre múltiples y variadas tareas de concentración, memoria, razonamiento, idiomas, esfuerzo físico,… que poco o nada tienen que ver con las facultades e intereses del examinado, y que descarnadamente podrían indicar: Actitud, poco dispuesta. Rendimiento, muy deficiente. Observaciones, será expulsado una semana si se despista otra vez en el taller. Deberá recuperar en verano si no progresa adecuadamente, y si aún así fuese insuficiente, se recomienda que repita un año sin sueldo, hasta completar el trabajo encomendado que se corresponde con su edad. Si con todo ello tampoco mejora, deberá abandonará la empresa. Resumen del control: Esta persona es un retrasado laboral y un fracasado social. Su familia, significadamente culpable, deberá ver cómo corrige esta situación, castigándole, enviándole a clases de refuerzo y de ayuda psicológica para que vuelva a examinarse en espera de avances que permitan su reingreso.

Necesitamos modificar profundamente el sistema de evaluación escolar para que no resulte traumático para el alumnado, para que no estigmatice a las familias, y para asegurar el éxito escolar de toda la comunidad escolar. Es inadmisible y desatinado un modelo que ofrece tanto “fracaso” (al concluir la ESO, con O de Obligatoria, el 18% en Euskadi, el 28,6 % en el Estado,…). Estos datos miden bien, pero no al alumnado, sino a las insuficiencias de un sistema escolar que debe ser remodelado, reformulando su didáctica y su sistema de valoración. Quizá una real evaluación continua extensiva en todos los niveles educativos y mediante un sistema de créditos sea la prescripción idónea. Un innovador sistema activo, acorde con cada etapa escolar, analizando aspectos cognitivos, actitudinales, procedimentales, sociales,… Sin abusar de los exámenes convencionales, pero permitiendo al alumnado y a las familias una exacta visualización del progreso escolar. Sólo así apostaremos por una Escuela superadora de desigualdades y ofreceremos un camino real de rescate temprano, verosímil y cierto al alumnado con el “futuro robado”, porque de otro modo ellos y toda nuestra sociedad estaremos predestinados al desastre.
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Aldez aurretik preparaturiko porrota

Eman dezagun gizartearen aurrerabidearen izenean lanaren kalitatearen kontrola ezartzen dela eta, horri segika, hiru hilean behin langile guztien ebaluazioa egiten dela eta horren arabera erabakitzen dela soldata kobratuko duten edo ez, kategoria aldatuko zaien edo ez eta oporrak kenduko zaizkien edo ez. Eman dezagun azterketa horiek lehendik jakinaraziak zein ezustean eginak ezin aldatuzkoak direla eta bizi guztirako ezartzen direla. Are gehiago: makalenak ordu gehiago egin beharko ditu, kobratu gabe, bukatu gabeko lana bukatzeko, eta, behar balitz, etxera eramango du lana, gauean bukatzeko. Eman dezagun oso maiz erabakitzen dela soldatapeko bat alferra izan dela eta, beraz, horren ondorio latzak sufritu beharko dituztela bai berak eta bai familiak: urtebetean kobratu gabe lan egingo du; azkenean, kaleratu egingo dute, ebaluazio ezkor gehiago egiten badizkiote, eta espedientean, gainera, lan egiteko ez duela balio adieraziko dute. Eman dezagun metodo horri segika langilerik ahulenak ezertako ez diren alprojatzat jotzen dituztela ingurukoek, eta azkenerako haiek ere halakotzat jotzen dutela beren burua. Eman dezagun gizarte guztiak onartzen duela lan ikuskarien neurri horiek hutsik egin gabe eta betiko ekar dezaketela hiru langiletik batek ez duela ezertarako balio, bitik batek ozta-ozta betetzen duela lana eta seitik bat bakarrik moldatzen dela ondo, gainerakoek estimatzeko moduan.

Kontra egin beharko litzaioke sistema ezin onartuzko horri? Halako egoera despotikoa agintekeria nabarmenaren erakusgarri izango litzateke? Eta hori adingabeei egingo balitzaie eta pobreenen seme-alabak ia kondenaturik egongo balira beti baztertuak izatera eta langile txartzat hartuak izatera gurasoak bezala, lanean hasi eta segituan?

Bada, horixe egiten zaie haurrei eta gazteei hezkuntza sisteman. Zer irudituko litzaieke helduei tarteka lanari buruzko buletina etxera eraman beharko balute, familia guztiak ikus eta sina dezan familiari ere eragingo dio, neurri batean, balorazioa ez bada baikorra? Kalifikazioak izango lituzke hainbat eta hainbat arlori buruz: kontzentrazioa, oroimena, arrazoitzea, hizkuntzak, ahalegin fisikoa... Horiek, beharbada, ez dute batere zerikusirik izango azterturiko pertsonaren gaitasunekin eta interesekin, baina gordin-gordin esan dezakete: «Jarrera: Ez da saiatzen. Emaitza: Oso txarra. Oharrak: Berriz ere arreta galtzen badu, etxera bidaliko dugu astebeterako. Orain hobera egiten ez badu, udan lan egin beharko du, eta hori aski ez bada, lehengoan urtebete egin beharko du, ezer kobratu gabe, bere adinari dagokion lana bete arte. Hala eta guztiz ere hobera egingo ez balu, enpresatik alde egin beharko du. Kontrolaren laburpena: Urlia lan aldetik atzeratua da, eta gizartean porrot egin du». Familiak hura ere errudun izanik aztertu beharko du nola konpondu arazoa: zigortuz edo sendotzeko eskolak harraraziz eta laguntza psikologikoa emanez, berriz ere azterketa egin eta gainditzeko.

Guztiz aldatu behar dugu eskolako ebaluazio sistema, ikasleentzat trauma iturri izan ez dadin, familiei estigmarik ekar ez diezaien eta eskola komunitate guztiak ondo jardun dezan. Ezin onartuzko okerra da hainbeste porrot ekartzen duen sistema (Derrigorrezko Bigarren Hezkuntza bukatzean, %18 Euskadin, %28,6 Estatuan...). Datu horiek ondo neurtzen dituzte, ez ikasleak, baizik eta eskola sistemaren hutsuneak. Sistema aldatu beharra dago, didaktika eta ebaluazio sistema moldatuz. Beharbada, hezkuntza maila guztietan etengabeko ebaluazio egiazkoa egitea da onena, kreditu sistemaren bitartez. Sistema berritzaile aktiboa behar da, eskola epe bakoitzera egokitua, eta jakintza, jarrera, prozedura, gizarte alderdia eta beste aztertu behar dira. Azterketa arruntak ez dira gehiegi erabili behar, baina modua egin behar da ikasleak eta familiak argi jakin dezaten eskolako bilakaeraren berri. Beste biderik ez dago, aldeak gainditzeko eskola baten alde egiten badugu eta «etorkizuna lapurtu dieten» ikasleei lehenbailehen bidea zuzentzeko aukera egiazkoa eman nahi badiegu. Hala egin ezean, haiek eta gizarte guztiak porrot egingo dute erremediorik gabe.

Gran Humano

El susodicho “programa televisivo” cuyos irremediables ecos asuenan por doquier, merece títulos alternativos más fidedignos con su inmundo contenido: gran retrato sesgado, gran retraso gestado, gran mercado medrado, gran descaro seriado, gran mengano pelmazo, gran bellaco mermado, gran verraco herrado, gran peldaño reptado, gran reclamo mellado, gran cercado cerrado, gran mediano restado, gran rebaño tentado o gran rechazo pensado.

Habría que corregir a Orwell: “El Gran Hermano” no nos vigila, nos define como una civilización que consume telebasura. ¿Dónde hemos llegado para convertir la intimidad de los seres humanos en un espectáculo? No existe ni experimento sociológico, ni ninguna polémica porque en este tema sólo hay detractores o borregos. Ni "reality show", ni moda mundial porque la inteligencia remanente también desprecia universalmente a “Big Brother” como “Big Bother” (la gran molestia… de la vulgaridad).

Seguro que una mayoría cabal de televidentes preferiríamos algún espacio con una fórmula que mereciese denominarse Gran Humano Sensato o Gran Hermano Versado, con situaciones reales vividas por héroes cotidianos: amas de casa, educadores, sanitarios, asistentes sociales, voluntariado,... Los telespectadores tenemos la última palabra. Queremos conocer y aplaudir a las muchas personas que se alzan sobre la miseria humana y luchan por un mundo mejor para todos.

Lágrimas en el Metro

En el aséptico y modernista Metro de Bilbao he visto lágrimas en los ojos de algunas viajeras. A veces, sólo brillantes ojos lacrimosos mirando al vacío; otras, llanto silencioso que se derrama incontenible por las mejillas; ayer, una anciana que lloraba sin consuelo. Cada lágrima es un poema de ternura infinita. Y se te hace un nudo en la garganta. Y miras hipnotizado, con disimulo por el gentío, pero sin apartar la mirada de reojo, fingiendo… como los demás. Sabes bien que las lágrimas sólo se secan mezclándolas, y desearías acompañar su pena con tu llanto, porque dos personas que derraman lágrimas sobre una misma desventura ya nunca serán extrañas. ¡Ojalá que nunca se sequen nuestras lágrimas, porque se secarían los ríos del alma!

Dubitativo, decides llorar por dentro, porque no hay mayor causa de desconsuelo que el no poder condolerse. Y te bajas vacilante dos paradas más allá de tu estación, pensando cabizbajo. Hoy no me sacudáis demasiado: Estoy lleno de lágrimas.

Dicen, y con razón, que las lágrimas de una mujer hablan en silencio, y que el derecho de los pobres no es más que su llanto. Los dolores intensos son mudos; se expresan con lágrimas, que son sangre del alma. Mujer, con tu debilidad eres capaz de avasallarlo todo. Mujer, tú rodeas el corazón del mundo, como el mar a la tierra, con el abismo de tus lágrimas. Mujer, recuerda a Tagore: “Si lloras porque se ha puesto el sol, tus lágrimas te impedirán ver las estrellas”. ¡Ah, cómo se aflojaría el hilo de la vida si no estuviera mojado con tantas lágrimas!

Tarifa Plaga

Estimado lector: Déjeme darle un consejo desde mi ruinosa experiencia como usuario de la tarifa plana, que utilizo únicamente en agosto pero que pago durante muchos meses, así como del teléfono que debo abonar todo el año para navegar un solo mes por Internet. Si a usted se le ocurre contratar a TERRA su TARIFA PLANA, será responsable de todo lo que le pueda ocurrir. Darse de alta es un proceso rápido, sencillo e instantáneo vía Internet. Basta indicar sus datos personales y bancarios, et voilà un minuto después ya está usted navegando despreocupadamente, sin advertir que ha quedado apresado como esclavo en las redes de un tinglado timofónico. Sólo percibirá el vasallaje cuando ingenuamente trate usted de rescindir el contrato. El sistema de baja es infinitamente más complicado: “…El Cliente que desee dar por terminado el Contrato, en los supuestos previstos en las presentes condiciones generales deberá comunicar su decisión mediante el envío de un fax, con fotocopia del DNI del titular del Servicio al número de teléfono 91 754 23 92”.

No responden, ni por teléfono ni por e-mail alternativo, de la recepción del Fax de Baja, y si TERRA unilateralmente dice que no lo ha recibido, usted seguirá pagando puntualmente y de por vida la tarifa plaga o plancha que incautamente aceptó. No es posible acudir a ninguna oficina ni enviar una carta con acuse de recibo, sólo el sistema de fax que será admitido cuando les venga en gana. Es indiferente que usted reclame periódicamente llamando al 902404555; sólo conseguirá costear adicionalmente una conferencia interprovincial para que, tras entretenerle y contar su historia dos veces a la operadora inicial y al departamento de administración, le indiquen que siga enviando faxes,… hasta que TERRA quiera darse por enterada. No importa que ellos sepan fehacientemente que con esa identificación nadie ha utilizado ningún servicio en el periodo reclamado o que usted acredite que efectivamente constan las llamadas desde su teléfono-fax al de TERRA, porque el sistema único de baja sólo es verificable por ellos, a menos que usted disponga un espía en las oficinas de TERRA que fotografíe la llegada de su fax en cuestión. Así pues, usted seguirá abonando hasta que le indulten graciosamente reconociendo que recibieron su fax.

Todo ello ha sido reglamentariamente especificado en un leonino contrato que usted firmó con un simple clic, sin detenerse a leer las exactamente 14.483 palabras que lo componen y por el cual usted aceptó su cautiverio. ¡Bravo por el derecho comercial vigente que asegura la equidad entre las partes contratantes! ¡Y viva el gobierno que autorizó este abusivo sistema contra la ciudadanía! ¿O deberíamos decir contra los modernos y digitales siervos de gleba del rampante señor feudal Terra? Y luego se extrañan los dirigentes del PP, ¡olé!, de que en acceso a Internet España ocupe el puesto de cola en Europa.

Endurecidas penas

Ahora que el señor Rodríguez Zapatero, en los casos de sanción por accidentes de tráfico, se apunta a la política del PP de generalizado endurecimiento de penas, algunos ciudadanos creemos que esta aplicación más rigurosa de los códigos de conducta también se la podrían administrar los políticos para consigo mismos.

Es por ello que solicitamos el inmediato cese del presidente que nos metió en una guerra contra la voluntad popular, la destitución del ministro que causó la mayor tragedia ecológica de Europa, la suspensión del ministro que subcontrató aviones fatídicos, la inhabilitación de los ministros y magistrados que confunden los poderes judicial y policial, la retirada de una ministra que reforma la educación sin pactos ni inversiones, la dimisión de los políticos que llevan en sus listas a corruptos o que los compran, el despido de políticos reelegidos que no recuerdan ni de dónde cobran mensualmente... ¡A ver si ponemos un poco de orden!

A todos estos (é)mulos de Arnold Schwarzenegger se les podría recordar que hay un proverbio chino que dice que con el fuego sólo se endurece el barro, porque el oro se ablanda. O, mejor, aquella estrofa del Arcipreste de Hita en "El libro de Buen Amor" de 1330: «Castígate castigando, e sabrás a otros castigar», claro que entonces era más acertado porque castigar significaba aconsejar o enseñar.

Coedución en entredicho

DEBATE ABIERTO. Se ha extendido una polémica sobre las ventajas y los inconvenientes de la educación mixta, con alumnos y alumnas conviviendo en clase. Se contrapone un supuesto déficit de la coeducación con el avance histórico que supuso el pleno acceso de las alumnas a la enseñanza (situación todavía no conquistada en muchos países y aquí encuentra dificultades especialmente para algunas minorías). Actualmente sólo los centros del Opus Dei, que representan el 1% de la población escolar, aplican la enseñanza paralela que separa al alumnado por género para recibir su formación primaria y secundaria.

Recientemente, y más desde ámbitos periodísticos que pedagógicos, se aboga por la educación diferenciada, tanto desde las inmutables posiciones integristas como desde algunas posiciones feministas, alegando que el modo actual de aplicar la coeducación discrimina a las chicas. Se citan experiencias, siempre limitadas cuantitativamente, de Australia, Canadá, Reino Unido o Estados Unidos, arguyendo diversos motivos y resultados académicos.

Es sabido que la maduración física y psicológica de la adolescencia sigue un ritmo dispar en cada sexo. Ello supone que se produzca un verdadero “gender gap”, o desequilibrio de madurez entre los dos géneros, que recomendaría modos didácticos diferenciados. Además del desarrollo madurativo, existen disimilitudes psicológicas (personalidad, afectividad, voluntad,...) y cognitivas (modo de pensar) permanentes entre ambos sexos. Genéricamente las chicas son más tranquilas que sus condiscípulos, desarrollan más el lenguaje, maduran antes, se adaptan mejor al entorno escolar, son más constantes y organizadas, disponen de mejores hábitos de trabajo y un mayor sentido de la responsabilidad,… Además mantienen más confianza en su futuro y un mayor porcentaje de ellas desea culminar los estudios universitarios, ya sean medios o superiores.

Así mismo se advierte que el temor a equivocarse ante los compañeros del sexo contrario es un obstáculo que impide a chicos y chicas participar por igual en clase. Los varones intentan despreocupadamente impresionar a sus condiscípulas, e intervienen en público el doble que ellas, recibiendo más alabanzas y castigos, en definitiva más atención docente tanto de los profesoras como de las profesores. La indisciplina de las clases mixtas puede ser superior a la que resultaría en clases separadas, resultando perjudicadas las niñas que actúan como “mediadoras” para pacificar el grupo. También la coeducación puede propiciar una iniciación sexual prematura, así como el riesgo de acoso.

Quizá todavía la metodología y la orientación pedagógica siguen estando mayoritariamente centradas en un inexistente alumno promedio… masculino, actuando estereotipos como “los chicos son mejores en matemáticas o en ciencias que las chicas”, lo que no favorece el interés de ellas por estas materias. Finalmente el remanente sexismo aún valora como inteligentes a los chicos con buenas notas, mientras que las chicas sobresalientes son consideradas como meramente estudiosas.

ARGUMENTOS en PRO DE LA COEDUCACIÓN.

1º Coeducación para una cultura en valores éticos de plena igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La escuela sigue siendo el entorno vital donde mejor queda asegurada la convivencia equilibrada entre personas de ambos sexos y donde puede difuminarse la inercia histórica de los roles sexistas. La vivencia compartida de las mismas tareas escolares, socializándose y formándose conjuntamente está considerada como la fórmula educativa idónea para garantizar la igualdad. De ahí su generalización como el sistema normalizado en los países más avanzados educativamente. Además coadyuva determinantemente a desclasificar los valores tradicionalmente asignados a un solo sexo, para favorecerlos en todos los seres humanos: La ternura y la fortaleza, la sensibilidad y la eficacia, la pasión y la laboriosidad son valiosos en niños y en niñas, en hombres y en mujeres.

Obviamente la coeducación es un recurso metodológico cuya legitimidad procede de su eficacia pedagógica, que persigue objetivos cognoscitivos, actitudinales y afectivos. De ahí que no se deba poner en entredicho un progreso histórico de la envergadura de la coeducación, por controvertibles diferencias de matices académicos, que probablemente proceden más del selectivo input de las escuelas elitistas tomadas como muestra que de la influencia del propio factor coeducativo.

2º Coeducación para superar una realidad social sexista. Para preparar al alumnado a interrelacionarse en una sociedad formada por hombres y mujeres, nada es más efectivo que la convivencia temprana. Así se eliminan estereotipos y discriminaciones por razón de género, para la libre elección de estudios o destinos profesionales.

La educación mixta se presenta como el camino óptimo para alcanzar la igualdad entre los sexos, desde la vivencia como grupo de niños y niñas que juntos caminan hacia su desarrollo personal y colectivo, en una sociedad donde perduran prejuicios sexistas y subyacen tendencias de discriminación por género. Urge arrinconar las anacrónicas manifestaciones de un sexismo palpable en los espacios sociales. El intramuros escolar con rigor pedagógico puede generar modelos y cánones de actuación no sexista, con superioridad sobre los patrones ofrecidos por el contexto existencial del estudiantado: familia, barrio, amistades, medios de comunicación,…
3º Coeducación para la plena integración educativa. El mayor reto de la educación del presente radica en la integración no sólo entre géneros, sino desde orígenes y culturas variadas. Se requiere un sistema educativo que capacite para vivir en un mundo intercultural, plurilingüe e intercomunicado. La igualdad de oportunidades y la compensación de desniveles por razones de género, familia, cultura o lengua, sólo pueden alcanzarse con acertadas políticas con múltiples y complejas medidas para ofrecer una oportunidad real de éxito escolar a la totalidad del alumnado. Muchas disposiciones serán de discriminación positiva, incluyendo protecciones con cuotas de participación o recursos humanos y materiales de apoyo a los menos favorecidos.

Merecen una singular atención de género las alumnas provenientes de culturas con precaria escolarización femenina, velándose especialmente desde la administración educativa y la comunidad escolar para impedir el riesgo de exclusión femenina por razones étnicas, culturales, o religiosas.

RECOMENDACIONES FINALES.

1ª Adaptación de una Coeducación renovada que despliegue tiempos y espacios escolares con agrupamientos flexibles, también por género, para aplicar perfiles pedagógicos diferenciados. Una mejorada ceducación debe reconocer que el diferente ritmo de maduración puede aconsejar la inclusión de metodologías diferenciadas por género, de modo que manteniendo la convivencia del alumnado coetáneo se optimice su logro académico y se recupere un grado mayor de disciplina escolar. Parece razonable que se experimenten programas híbridos con agrupamiento mixto para determinadas materias y modalidad paralela para otras, por ejemplo en las etapas iniciales de matemáticas, ciencias o informática.

Es sabido que, con independencia del estilo de educación por el que nos decantemos, ningún alumno o alumna es igual al resto, por lo que no una educación de calidad atenderá todas las facetas de la persona humana, respetando su particularidad, fortaleciendo sus capacidades y superando sus deficiencias, tanto a escala personal como grupal.

2ª Apuesta decidida por la Coeducación como sistema preferente de escolarización, con pleno respeto a otros modelos de educación separada si son demandados por las familias. Por los fundamentos expuestos anteriormente la coeducación aparece como el mejor modelo organizativo. Esta preferencia no debe ser objeto de imposición como sistema único por parte de la administración, sino que una oferta plural de centros escolares favorecerá la libre elección de las familias sobre la educación que prefieran para sus hijos e hijas.

Hace 33 años todavía estaba vigente aquella Ley de Educación Primaria de 1945, que dictaba que "La educación primaria femenina preparará especialmente para la vida del hogar, artesanía e industrias domésticas." Aún pueden rastrearse rasgos sexistas en algunas facetas escolares y en materiales didácticos, que siguen primando la transmisión de un modelo machista en el que han sido educadas las generaciones precedentes. Por tanto, la coeducación es plenamente necesaria, si bien deberá adoptar una perspectiva más flexible en su aplicación. La escuela debe mantener su acción coeducadora de vanguardia social. Desarraigar los patrones sexistas requiere actuaciones de toda la comunidad escolar, desde la revisión de los recursos pedagógicos hasta la composición de los claustros, con una escrupulosa política de género en las ejemplificaciones que se importan de la realidad social, que deberá ser analizada y corregida en la escuela. El mismo equilibrio por sexos se impulsará entre los agentes educativos, desde el profesorado de todos los niveles hasta la participación proporcionada de padres y madres, sin olvidar a abuelos y abuelas.
Los aspectos curriculares también deberán reformarse, si queremos construir una sociedad más justa e igualitaria, en tres áreas básicas: A) Corresponsabilidad en la vida familiar, integrando en el currículum escolar aspectos relacionados con el hogar, a fin de que chicas y chicos desarrollen habilidades y actitudes que contribuyan a una contribución doméstica desde su etapa estudiantil preparatoria de la futura vida adulta. B) Convivencia interpersonal, para aprender el funcionamiento de las relaciones chicos-­chicas y de pareja, sin que sólo la mujer asuma la tarea de generar bienestar para los demás. C) Ética del cuidado de la casa, atención de menores, mayores o personas dependientes, cuyas funciones físicas y psicológicas, todavía se atribuyen al rol femenino suponiendo el sacrificio de sus proyectos personales y profesionales para muchas mujeres.

Una genuina política educativa de género va mucho más allá de la precisión gramatical en las descripciones de colectivos, y puede subsanar los perversos efectos sexistas, desde los primeros pasos educativos, con actuaciones tempranas en las actividades lúdicas de socialización, siguiendo con un uso gramatical exacto que reconozca la paridad y llegando a una orientación escolar y profesional que corrija las opciones desequilibradas por las que se inclina el alumnado en función de su sexo. Por ejemplo, la tasa de escolaridad para la franja de 18 a 21 años es del 41,1% para las mujeres, frente a un 36,5% de hombres, con la opción de FP mayoritaria para los alumnos. En ambos casos, universidad o FP, las especialidades masculinas cuentan con una mayor demanda laboral, lo que provoca una penalización suplementaria para la población femenina en un panorama de desempleo juvenil inaceptablemente alto. Queda demostrado que persisten factores sexistas que requieren una perentoria regeneración para ofrecer el máximo de opciones académicas y profesionales a todo el alumnado. La coeducación potenciada parece ser la mejor vía de avance social en pro de una igualdad de género.

Nostalgia de Pulitzer

Joseph Pulitzer nació en Hungría en 1847, donde recibió una selecta educación. Abandonó su hogar tratando de alistarse en el ejército austriaco, en la legión extranjera de Francia y en la armada inglesa, siendo rechazado por la “debilidad ocular” y por el asma que padecía desde su infancia. Supo que en EE.UU el Ejército de la Unión solicitaba voluntarios para la Guerra de Secesión, por lo que emigró y logró enrolarse en la caballería de Cork, adquiriendo la ciudadanía estadounidense. Fascinado por el periodismo, comenzó a trabajar en un periódico alemán, el Westliche Post, de San Luis (Missouri), llegando a director. Tras licenciarse en Derecho y trabajar como corresponsal del New York Sun, compró el Evening Post y el St. Louis Evening Dispatch, que fusionó para fundar el Post-Dispatch. En 1887 adquirió el New York World, que bajo su dirección se convirtió en un periódico distinguido, célebre por sus revelaciones, sus cruzadas anticorrupción, sus extensos y detallados reportajes, y por su opinión editorial. Continuó comprando diarios locales hasta crear una cadena editorial. El poder mediático de Pulitzer, en rivalidad con el imperio de William Randolph Hearts, fue paradigmático de una época en la que sensacionalismo llegó incluso a inventar noticias.

En 1902 Pulitzer propuso fundar la Escuela de Periodismo en la Universidad de Columbia (Nueva York), con el fin de contribuir a elevar la calidad informativa estableciendo un código deontológico orientado a dignificar la profesión periodística. Esta institución creó los prestigiosos premios Pulitzer, tras su muerte y donación de un millón de dólares.

Pulitzer proponía a sus redactores un consejo cuádruplo: “Un artículo debe ser breve para ser leído, sencillo para ser entendido, original para ser recordado y sincero para ser creído”. Pero también declaraba que un periodista nunca debe darse por satisfecho sólo con dar noticias, porque contar lo que pasa es sólo el comienzo y lo más elemental en periodismo. Una noticia que se comunica reducida a su mínima expresión, sólo a la luz de los sentidos, es una versión incompleta, empobrecida y sospechosamente semejante a un chisme, cuando debería llegar al lector enriquecida con la inteligencia de una mirada múltiple y amplia de análisis, ofreciendo una comprensión perspicaz y panorámica de los antecedentes y consecuentes del hecho relatado. Pulitzer: ¡Cuánto te añoramos en este siglo XXI, donde a veces parece que sólo la trivialidad compite con la manipulación!

Un día, una vida

Hoy también, con suerte, dispondremos de 86.400 segundos para ser irrepetiblemente nosotros mismos,… para amar a los nuestros… y a los demás, para ayudar a los necesitados… y a los demás, para disfrutar de los gozos… y de los recuerdos, para saborear lo dulce… y lo amargo. Sonriamos siempre, porque todo ello, a lo sumo, apenas… durará… un día, hasta que el sueño… nos abrace… de nuevo… Y llegará una noche, antes de lo que creemos, que el ensueño… será… eterno.

Dedicado a Yukichi Chuganji, el anciano japonés que vivió más de 41.600 días y que ahora descansa en paz. Su recuerdo nos ayuda a vivir con intensidad cada jornada que se nos escurre entre los dedos, a veces sin dejar memoria. No lo permitamos: Cada día es una vida, diferente, singular, nueva, a estrenar. Amigo lector: ¿Qué haremos hoy?

Policía protegida

Se ha celebrado en Benidorm la 72ª Asamblea General de Interpol entre los días 29 de septiembre y 2 de octubre. Esta Asamblea es el órgano supremo de esta Organización, que cuenta con 181 estados miembros, siendo el organismo internacional de mayor participación después de la ONU. Han asistido más de 1.300 delegados de distintos países, incluidos los de algunas nuevas naciones que pasarán a formar parte de Interpol. Para garantizar la seguridad de los asistentes, se han dispuesto medidas "excepcionales" como la presencia de más de mil agentes de uniforme, a los que hay que añadir un número indeterminado de efectivos de paisano. Este "gran despliegue policial" también ha sido reforzado por unidades en helicóptero, de caballería, especializadas en subsuelo y otros variados grupos de protección.

Simultáneamente fue noticia que un delegado de la policía del Chad que se dirigía a esta Asamblea fue atracado por dos ‘sirleros’ en Madrid, abordándole con sendas navajas. El comisario de 48 años sufrió heridas leves al intentar resistirse, sin poder evitar que le sustrajeran el maletín con documentos y su placa policial. Tras formalizar la denuncia el policía, comunicó que desistía de acudir a la reunión y que regresaba de inmediato a su país centroafricano.

El lema de esta convocatoria ha sido "Investigando la criminalidad en el siglo XXI". Los temas tratados han sido las "nuevas formas de delincuencia" como la organizada y la económica, el terrorismo, la inmigración clandestina, la seguridad aérea, las drogas sintéticas y el cibercrimen. Quizá hubiese sido interante que se analizase un paradójico fenómeno contemporáneo, desconocido hace unas décadas: la creciente necesidad de autoprotegerse por parte de la misma policía. Recuerda a un cartel que me impactó en mi infancia y que únicamente anunciaba: “Prohibido tirar piedras a este cartel”. Había perdido función social y sólo le restaba auto-preservarse. Benidorm no fue una ciudad más segura por los 1.300 policías reunidos, ni porque otros 1.300 les escoltase a ellos mismos mientras se congregaban. El famoso lema “Proteger y servir” parece que ahora se adapta con el añadido de “… Primero a nosotros mismos”. Tristes tiempos para la seguridad ciudadana…

Nos enseñan a aprender

El domingo, día 5 de octubre, se celebra el Día Mundial de los Docentes que promueve la UNESCO. Esta conmemoración es de carácter general para todo el profesorado, adicionalmente a las festividades específicas por niveles educativos: San José de Calasanz o “Fiesta del Maestro” (27 de noviembre), Santo Tomás de Aquino (28 de enero, Ens. Secundaria), San Juan Bosco (31 de enero, FP), San Alberto Magno (15 de noviembre, Universidad), Santa Cecilia (22 de noviembre, Conservatorios),…

El profesorado que cuenta con un talento singular, dispone de unos polvos mágicos que cambian la vida del alumnado: la tiza. Con ella y con sus preguntas, más que con sus respuestas, adiestran al alumnado en lo que necesitarán para vivir y para ganarse la vida en el siglo XXI: Aprender. Gradualmente se van haciendo menos necesarios, porque los educadores abren la puerta del futuro, pero son los alumnos quienes deben entrar solos. El profesorado no sólo enseña, sino que ante todo despierta.

Como docentes, y en mi caso profesor de profesores en la Escuela de Magisterio de Bilbao, mi esposa Carmen y yo hemos vivido decenas de anécdotas que corroboran la grandeza y el privilegio de la labor del profesorado. Pero siempre preferimos dos sencillas historias que vivimos en casa, desde la perspectiva de padres con niños recién escolarizados, hace ya muchos años. Nuestros hijos compartieron en la Escuela Pública de Artaza una magnifica ‘andereño’ Itziar, a la que adoraban. Cuando Aitor estaba a cargo de esta maestra, ella hubo de pedir la baja por un problema de cuerdas vocales causado por educar y enseñar en una lengua nueva a casi treinta niños de tres años. Eduardo, fue el profesor de EGB sustituto que remplazó a la titular como maestro de nuestro hijo. Sólo fueron unos meses y luego Itziar regresó, lo que alegró a todos, incluido Aitor que estaba contentísimo con ella. Semanas después Aitor comentó que Eduardo ya no venía porque también estaba “enfermo de la voz”, pero que volvería cuando se curase. Su hermana Leire, de seis años, lo desmintió diciendo que nunca regresaría porque sólo había ido como suplente, y Aitor comenzó a llorar porque no podía creer que su ‘maisu’ ya no volvería para estar con toda la clase junto a Itziar. Aitor quería a sus profesores y lo expresaba así, sin ambages. Años antes, cuando Leire llevaba apenas un mes en su primer colegio, San Agustín, un día al salir de clase nos dijo alborozada que quería a su maestra tanto como a nosotros, sus padres.

Profesorado: ¡Gracias en nombre de todas las familias y del alumnado! Sin vosotros no sería posible esperar y construir un mundo mejor cada día.

Plan, flan y clan

Plan: Que exactamente es una propuesta del Lehendakari vasco, en nombre de tres partidos PNV, EA y EB (IU), para un nuevo Pacto Político para la Convivencia. Algo impecablemente democrático presentado en sede parlamentaria, con un respaldo inicial de quienes eligieron a Ibarretxe y una aceptación futura que ya se determinará cuando la ciudadanía lo valore tras conocerse su contenido íntegro. ¿Secesionista? Por lo visto hasta ahora, no. ¿Válido? La historia lo dirá, pero lo que resulte en un sentido o en otro siempre será un avance si es decisión soberana del electorado.

Flan: Al que se asemeja el comportamiento nervioso de la reacción provocada por el Plan. Por un lado está la legítima desaprobación política que otros partidos pueden declarar, pero también incluye por parte de algunos una descalificación apriorística basada en mentiras manifiestas, como que es el “Plan de ETA”. El abuso de la incomunicación interpartidista e intergubernamental y la dogmática negación de diálogo con posiciones autoritarias, no favorecen el entendimiento. Tampoco la confusión de poderes institucionales, concentraciones mediáticas y los omnipresentes intereses económicos.

Clan: Que mata, extorsiona y persigue con una absoluta falta de ética. Cuya existencia es reprobada por prácticamente toda la sociedad y cuyo único efecto es actuar de perversa rémora para el bienestar y para la libertad de todas las personas, que sufrimos en grado mayor o menor un injustificable terrorismo como una violación total de los derechos humanos, que es abominable política y humanamente.

Todos coincidimos en que el primer objetivo es el fin de la violencia y de su instrumentación partidista. Primero la paz. Luego, como no puede ser de otro modo, lo que en libertad y democracia decida la ciudadanía.

Dirigentes Digitales

Son una raza aparte los designados a dedo, quienes triunfan frecuentemente en la administración y en las grandes empresas donde no interesan los resultados o no importan los clientes. Son el producto más elaborado de la ineficacia colectiva y la prueba más contundente de la mediocridad galopante en los monopolios y centros oficiales (donde llegan a ‘menistros’ si se han aprendido el disco rayado contra la oposición): Mutaciones que se alzan sobre el mismo “Principio de Peter” y que asombran por la altura de su ineptitud.

Los dirigentes digitales (DD) son distinguibles por su aspecto. Su perdida mirada vidriosa de inteligencia recóndita, inexplorada e ignota, es la característica más destacable. Una expresión facial que explícitamente dice: "de esto que me hablas hoy, tampoco tengo ni la más remota idea". Ello resulta muy tranquilizador para la alta dirección, que reiteradamente los reeligen sin pensárselo dos veces. Sus cerebros son pozos insondables capaces de tragarse cualquier problema, por complejo que sea, con la plena seguridad de que allí nadie logrará desenterrarlo. Los administrados rápidamente advierten que es imposible no ya dialogar, sino incluso responder a semejantes personajes. Al traspasarles una problemática nueva, los DD corroboran su perfecta idiotez mediante una técnica insuperable: hacen un breve resumen de lo que creen haber entendido, que obviamente no tiene nada que ver con lo solicitado, pero con tal convicción y tozudez que obliga a desistir a cualquiera que no reúna la paciencia de Job con la inteligencia de Einstein. Estos "agujeros negros" digieren cualquier dificultad, transmitiendo tranquilidad a sus jefes, que saben que jamás les volverán con temas a resolver relativos a la temática cedida, dado que se encuentra soterrada bajo la plúmbea losa de la estulticia supina e infranqueable.

Los DD son manifiestamente simpáticos. Por su torpeza, claro está. Resultan imposibles de imitar por los humanos lúcidos, porque la insinceridad aparecería. Su tosquedad es patente hasta en su movilidad y motricidad elementales. Caminan con dificultad, pensando: "ahora el pie izquierdo, ahora el derecho, el izquierdo,...". No son multitarea. Si caminan, no mastican chicle, porque acabarían liándose. Aunque de formas muy diversas, sus cabezas mismas ya manifiestan a las claras su cortedad de entendimiento. Ello queda realzado en su rostro con un permanente rictus de sorpresa por las cosas más simples. Son gente que cae bien, nunca "enteradillos que se las saben todas". Siempre son los últimos en enterarse y casi nunca del todo. Son capaces de sorprenderse con cuestiones triviales, porque su coeficiente de inteligencia comparable al de un cachorro les depara alegrías cotidianas. Una fuente inagotable de sorpresa son sus propias responsabilidades: después de años en una dirección pueden continuar con la retahíla de ¡Ah!, pero eso… ¿también es competencia nuestra?

Los DD son gente leal, fiel y, sobre todo, agradecida. Desde lo más profundo de su corazón y desde lo menos dormido de su mente no aciertan a comprender porqué ellos están allí, y no dejan de ponerlo de manifiesto. En su ausencia de malicia, son plenamente sinceros en sus constantes muestras de gratitud e incluso de servilismo ante quien los nombró, que a su vez se siente más seguro en su puesto dada su manifiesta superioridad respecto a sus DD y, como con los demás no tratan, acabar por creerse seres superiores por la referencia con los cretinos que han logrado reunir a su alrededor para darse la justa medida de sus capacidades.

Los DD aceptan cualquier reto y cualquier responsabilidad. En su ausencia absoluta de capacidad para discriminar entre lo justo y lo arbitrario, entre lo debido y lo que no procede, pueden admitir cualquier "marrón" y son los "chivos expiatorios ideales" si las circunstancias lo requieren. Normalmente su torpeza y estupidez les ahorra gran cantidad de enemigos, porque la talla de los adversarios mide a sus oponentes, y es sumamente difícil encontrar enanos espirituales de tal calibre.

Los DD son gente amistosa. El mundo circundante suele ser considerado con la lógica que les aporta la metáfora familiar. La despreocupación que demuestran en su actividad profesional se compensa con su reiterado interés por todos los familiares de sus interlocutores. Si alguien espera que sugieran soluciones o acepten consejos no obtendrá sino buenas palabras sobre cómo criar a los niños. En su área de conocimiento preferida, donde creen haber triunfado,..., por lo menos hasta que sus hijos tienen siete años y comienzan a no poderles seguir ni en sus razonamientos, ni menos aún en sus deberes escolares.

Los DD son felices y transmiten alegría. Jamás se les ve agobiados con problemas o sumergidos en la depresión. Pueden llegar a sentir alguna forma liviana de estrés en su esfuerzo por comprender algo, pero la bienaventurada naturaleza que les guía y les protege, a falta de una racionalidad desarrollada, pronto les hace desistir en su intento de superar su propio umbral de discernimiento del entorno más elemental.

Los DD son prudentes y fiables. Prefieren las soluciones convencionales, porque barruntan que podrán alcanzar a entenderlas de algún modo. Para apartar los métodos innovadores suelen recurrir a un par de aforismos de entre la media docena de refranes que conocen y que suele constituir todo su bagaje cultural. "Primero organizar y luego informatizar", por ejemplo, pueden llevar diciéndolo desde hace veinte años, y seguir utilizándolo sin muestras de desgaste. Con técnicas de dilación encadenadas suelen hurtarse de cometer errores, y raramente se equivocan porque nunca deciden nada y menos por sí mismos.

Los DD son polivalentes. Dado que no valen para nada y que ya han estado ocupando otra plaza de responsabilidad durante lustros, igualmente son trasladables a cualquier otro puesto sin riesgo alguno de que lo hagan peor. Su inoperancia universal les valida para ocupar cualquier destino sin detrimento de eficacia, habida cuenta de que siempre parten del grado ínfimo.

Los DD son grandes “solucionadores” de problemas, porque cuentan con una habilidad difícilmente localizable en los otros mortales: No sólo pueden "pudrir" cualquier temática, sino que incluso llegan a olvidarse enteramente de su existencia, con lo cual no apesadumbran a quien los nominó con las contrariedades inevitables que las resoluciones de problemas suelen requerir. Generalmente los mismos jefazos llegan a extraviar por completo el problema, e incluso los afectados acaban comprendiendo que no se ocupará de su asunto el DD, dado que ya estará en vías de olvidarse del siguiente tema. Su velocidad de tratamiento de conflictos es, por lo tanto, muy elevado, dirigiéndolos primero al congelador y luego a la papelera.

Los DD crean equipos fuertemente compenetrados. Sus subordinados alcanzan un mayor nivel de integración que bajo la batuta de directores responsables, debido a que deben defenderse de la obtusidad del directivo digital. Además, y por regla general, los DD promueven un "pelotilla manducón", género poco catalogado pero reconocible porque gratuita y desinteresadamente asume competencias que no le corresponden, con el único ropaje de la complacencia del DD quien delega en él gran parte de la gestión que nunca ha comprendido ni llegará a comprender. El resquemor común y generalizado hacia el mandón más que hacia el propio DD, y el esfuerzo de apechugar con el caos provocado, actúa como aglutinador de los subalternos, llegándose a crear un clima jovial y lúdico ante el desconcierto del desbarajuste cotidiano.

Los DD son perdurables y dejan huella de su desatinada gestión. Su contrastada ineficacia les asegura una vida profesional dilatada y su ausencia total de resultados les reporta un recuerdo imborrable entre sus apesadumbrados subordinados, e incluso entre sus pacientes y desesperados administrados. Su actuación monolítica, sin fisuras ni alteraciones, sin estar sometidas a vaivenes, dado su inmovilismo mental incapaz de mudar un criterio propio porque nunca existió ni podría existir, deja de ellos una memoria nada borrosa y aunque su mandato resulte corto, para sus sufridores siempre les habrá parecido una eternidad.

Los DD son pacientes y complacientes con sus subordinados. Siempre les dedican tiempo y parecen intentar descifrar sus reivindicaciones. Con una parsimonia desmedida que perdura hasta que los subalternos comprenden que en aquella mollera abstrusa nunca penetrará la luz del conocimiento, los DD mantienen su máximo esfuerzo de comprensión del que son capaces para intentar entender a aquellos extraños seres que también trabajan en la misma oficina, pero cuyos necesidades e intereses (y no digamos los de los administrados o lejanos clientes) resultarán para siempre completamente velados para los pusilánimes DD, quienes se deben en cuerpo y alma a servir a quien graciosamente los nombró.

Aznar ya ‘ajunta’

El presidente más famoso por su “no te ajunto” que dispensaba a diestro y siniestro, está cambiando en su despedida. Antes era serio y no se ajuntaba más que con sus amigos ‘Busshh’ y ‘Blaaiirr’, pero en las últimas semanas y tras designar a su delfín Rajoy está desconocido y panderetero. ¡Esto es el fin! El mes de septiembre ha sido el de la mutación: el 17 sonríe al secesionista Ibarretxe en la recepción real (parece que no fue un trucaje fotográfico), el 18 se abraza con el pacifista Gaddafi (quien le regala un caballo para montar en la intimidad) y el 30 se reúne (sí, han leído bien), con los revolucionarios Fidalgo y Méndez. Dado que Saddam Hussein está escondido donde nunca le hallarán (con las armas de destrucción masiva), sólo le queda Fidel Castro de enemigo, pero Aznar no podrá correr a su encuentro porque no se lo perdonarían sus cuarenta millones de votantes potenciales (obviamente, los hispanoparlantes de USA).

El ínclito presidente está radiante, sin problemas de mentiras y espías como sus amiguetes, porque su gobierno trabaja de “oído” ante un electorado olvidadizo que clama ¡Basta de realidades, queremos promesas! Aznar ha salvado sus trastos personales y se busca el siguiente ‘currelo’ en las Américas (del Norte, of course!). Al resto siempre nos quedará, aparte del chapapote, el equipo suplente de Mariano y Mayor para el ¡Santiago y cierra España!, a fin de evitar el insidioso influjo franco-alemán de esa vieja Europa, que impide el novedoso y ‘pepero’ acercamiento natural de la patria grande y única hacia las colindantes Polonia, Texas, Florida y la nueva Irak, que estamos democratizando. Nunca fue más cierto aquello de que la política es el arte de obtener dinero de los ricos y votos de los pobres, con el fin de proteger a los unos de los otros.

Colmenas o praderas

¿Por qué no se puede edificar en horizontal en la Comunidad Autónoma del País Vasco? ¿Por qué es imposible construir a precios razonables pequeños chalets adosados o individuales con parcelas de 50 ó 100 m2 de jardín? ¿Por qué el 95% de la ciudadanía ha de vivir masificada y concentrada con densidades de 17.000 habitantes/Km2, cuando al lado existen pueblos de densidad demográfica casi nula? ¿Por qué existe un Portugalete y un Gueñes casi al lado y nadie se asombra? ¿Por qué se favorece la escandalosa fuga de capital y de actividad en el sector de la construcción (que dicen es el sector locomotora) hacia Iparralde, Cantabria, Burgos o La Rioja? ¿Por qué millares de vascos deben realizar millones de kilómetros de desplazamientos hacia otras zonas o comunidades, exportando capitales nunca cuantificados, para escapar de la urbe hacia una segunda vivienda cada “fin de semana” para respirar un poco de aire, en lugar de vivir en una casita como en Urrugne, Saint Jean de Luz o Hendaye? ¿Por qué huir a Iparralde se paga carísimo por la autopista, pero es gratis fugarse a Cantabria?

¿Por qué los vascos, excepto una exigua minoría, hemos descartado vivir con una mayor calidad de vida en zonas más dispersas y debemos apretujarnos en un minúsculo cinturón del Gran Bilbao, Donostialdea o Gasteiz? ¿Por qué las Instituciones responsables se empecinan en negar actualmente este "derecho natural a la tierra" a la mayoría de sus contribuyentes, para luego no poder atender los gravísimos problemas que cotidianamente sufrimos con vías de comunicación colapsadas, lacras sociales derivadas de la vida despersonalizada en suburbios,...? ¿Por qué han de establecerse en Castro o Laredo muchos matrimonios jóvenes de Bizkaia?

Queremos que nos descubran qué o a quién se quiere proteger: ¿A los propietarios de tierras, o a la agricultura que ha disminuido su aportación en los últimos lustros y que significa menos del 4% del P.I.B. (incluida Pesca)? ¿Cuál es el coste económico y humano de la descapitalización humana y económica por emigración hacia viviendas horizontales fuera de la CAPV?

¿Cuáles son las razones políticas o estructurales para que estemos condenados a vivir en colmenas con pisos de 90 m2, a menos de que dispongamos de una parcela de 10.000 m2 para construir una sola vivienda unifamiliar? ¿Es un problema irresoluble? ¿A quién corresponde abordarlo, al Gobierno, a las Diputaciones o a los Ayuntamientos? ¿Qué medidas normativas o reguladoras se están adoptando para paliar o resolver este asunto? ¿No resultaría más razonable que cuidásemos y disfrutásemos todos de nuestro patrimonio natural y mantuviésemos la identidad rural o “baserritarra” de nuestra historia viviendo con una menor concentración urbana? ¿Es que no es posible soluciones intermedias entre 90 y 10.000 m2 para cada familia? Muchos no podemos entenderlo. ¿Quién nos lo explica?

Eludir elegir

¡Cómo nos complicamos la vida moderna! Han sido los franceses, como en otros muchos casos, quienes han creado la expresión óptima para definir el engorro de elegir: “l'embarras du choix” (l'ennui de choisir). Antes vivíamos en una realidad donde la capacidad de elección era mucho más reducida, en todos los ámbitos. La vida cotidiana se ha transmutado por la multiplicación infinita de opciones. Antes el pan era pan, y se medía en barras. Ahora hay que hacer un curso sobre las modalidades y variantes de panecillos, dispensados en toda suerte de formas, pesos y gustos. Las marcas, los modelos, las modas,… han surgido hasta complicar cualquier decisión por la diversidad y sobreabundancia de posibilidades. 

Antes los vehículos eran moto Sanglas, cochecito Biscuter, coche 600 y supercoche 1500, a elegir de color blanco o negro. La “tele” era la única cadena, la cerveza era una (de barril), el agua una (de grifo), el vino uno (¡a saber de dónde!), y las bebidas alcohólicas coñac para los hombres y anís para las mujeres. Ahora se usan agendas electrónicas para las cosechas de vinos y los coches los hacen personalizados, por lo que o te conviertes en experto de todo o te buscas un asesor personal para cada tema. 

Hasta las decisiones más importantes las resolvías sin las actuales plétoras de opciones. Estudiabas lo mismo que tu hermano mayor por aquello de aprovechar los libros, o no estudiabas; y veraneabas siempre en el pueblo yendo el mismo día 24 de junio y volviendo el 30 de septiembre. Claro que en cualquier referéndum de la época te facilitaban el dilema, permitiéndote escoger entre "Sí, que se quede" o "No, que no se vaya". 

Ya sabemos que en política siempre hay que elegir entre dos males, y es de aplicación el aforismo “De duobus malis, semper minus est eligendum” (Entre dos males, elegir el menor). Tampoco el verdadero drama reside en elegir entre el bien y el mal; sino entre el bien y el bien. Ahí radica el enredo… Es cierto que la libertad de elegir es agradable y nos permite diferenciarnos unos de otros, pero también puede ser agotador el elixir de elegir. Te ofrecen decenas de variantes de comidas, de bebidas, de cortes de pelo (eso de ¿cómo lo cortamos hoy?, ¡pues como siempre por el extremo libre…!). Lo peor es que estamos educando a los niños a que elijan las tonterías mayores (¿cuándo querrá el nene tomarse la medicina?), y luego nos sorprendemos de que se conviertan en unos caprichosos maniáticos de hacer todo de una manera concreta, con una marca determinada y cuando les dé la gana. 

Debo terminar esta disquisición porque me enfrento a la elegía de elegir entre una docena de periódicos distintos mientras escojo entre treinta variantes de infusiones para tranquilizarme antes de comparar las cuarenta tarifas de coste telefónico para llamar y seleccionar entre dos mil destinos turísticos diferentes, y finalmente comprobar cómo el pasaje de avión me ha costado el triple que a mi compañero de viaje. A veces resulta agotadora tanta pluralidad. 
Choice hellhole,  l'embarras du choix, el enojo de elegir
Algunos comenzamos a cansarnos con aquella triple pregunta del barbero: ¿Silencio o conversación? ¿Fútbol o toros? ¿Favor o en contra?, y terminamos de hartarnos después de emplear veinte minutos respondiendo a un obsequioso maître, que está retrasando nuestra pitanza con un intrincado cuestionario gastronómico que exigen un doble doctorado como chef y sommelier para no hacer el ridículo. “¡O tempora, o mores!"