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Una foto diaria... en vacaciones

Mil Palmeras (Pilar de la Horadada, Alicante) FOTO SIGUIENTE...
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La vida de los otros

Somos tan ridículos que, a veces, olvidamos...
"¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que alguien tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y porque su príncipe tenga una querella con el mío, aunque yo no la tenga con él?" |
Blaise Pascal. |
El escandaloso patio de Monipodio

"Estando en esto entraron en la casa dos mozos de hasta casi veinte años cada uno, vestidos de estudiantes, y de allí a poco, dos de la esportilla y un ciego; y sin hablar palabra ninguno, se comenzaron a pasear por el patio. No tardó mucho, cuando entraron dos viejos de bayeta, con antojos, con sendos rosarios de sonoras cuentas en las manos Tras ellos entró una vieja halduda, y sin decir nada, se fue a la sala, y habiendo tomado agua bendita, con grandísima devoción se puso de rodillas ante la imagen, y a cabo de una buena pieza, habiendo primero besado tres veces el suelo, y levantando los brazos y los ojos al cielo otras tantas, se levantó y echó su limosna en la esportilla, y se salió con los demás al patio.
En resolución, en poco espacio se juntaron en el patio hasta catorce personas de diferentes trajes y oficios. Llegaron también, de los postreros, dos bravos y bizarros mozos, de bogotes largos, sombreros de grande falda, cuellos a la valona, medias de color, ligas de gran balumba, espadas de más de marca, sendos pistoletes cada uno en lugar de dagas, y sus broqueles pendientes de la pretina, los cuales, así como entraron, pusieron los ojos de través en Rincón y Cortado a modo de que los extrañaban y no conocían". MIGUEL DE CERVANTES:

Personajes de este lectura de verano: Pedro Rincón (Rinconete): Es un muchacho de unos quince años marginado. Hijo de un bulero. Es capaz de timar con juegos de cartas a cualquiera dondequiera sin las cartas marcadas, esta habilidad le proporciona el pan de cada día. Además influye de manera intensa en Cortadillo. Diego Cortado (Cortadillo): El otro personaje principal de la primera parte de la obra. Es un muchacho un poco más joven que Rinconete, hijo de un sastre y calcetero, aprendió a robar desde pequeño y esta es su gran habilidad que le da de comer. Monipodio: El jefe de la mafia sevillana. Tiene unos cuarenta y cinco años, y es el más rústico y incoherente bárbaro del mundo. Él suministra y reparte el trabajo para su gente y además los oculta pero siempre quedando honrado y dejando una parte a vírgenes y santos.
Convertidos todos en los Simpsons...


Finalmente, nos ha atendido (segunda imagen pequeña) y

Mapamundi... de Bilbao (la villa mundial)

Por si alguien no lo conocía todavía... Ahora que, desde la distancia, añoramos Bilbao, retomamos algunas curiosidades, como su agua de Bilbao, sus baldosas, su diccionario, su alfabeto,...
Y una cita del naturalista Guillermo Bowles en 1782: "Bilbao es un pueblo donde se puede vivir con mucha comodidad y gusto, por el extendido comercio que en él se hace, por su clima, por sus frutos, por el agrado de sus habitantes, y por la cordura con que están hechas sus leyes civiles y de comercio. Entre ellas hay una contra la ingratitud, a cuyo delito señala castigo" (Recogida por Carlos Puertas)
Un consejo para iniciar las vacaciones

El propósito de trabajar es llegar a descansar
"Una persona bien comida y bien dormida puede permanecer varias semanas... sin trabajar". |
Oído entre Murcia y Alicante... |
Un lento despertar

Quizá fue aquel rayo de luz, propio de un sol de mediodía, a finales del mes de junio. Desde aquella pupila que apenas veía el mundo exterior, llegó al fondo del tuétano y le despertó. Fue un lento proceso que duró tres días, pero una transformación vertiginosa para aquel ser humano al muchos médicos daban por muerto en el mundo consciente.
Primero fueron las sensaciones, como la luz cegadora que le obligó a cerrar los ojos. Luego el ruido del entorno y el olor a tierra mojada. Más tarde, la visión de quienes le rodeaban, todos vestidos de blanco, los viejos y los jóvenes. Durante años había padecido frío, poco o mucho frío, pero siempre frío. Aunque ahora la brisa era templada y tranquilizante. Tampoco le dolía nada, no sentía ninguna de aquellas magulladuras que durante tanto tiempo le habían acompañado.
Más tarde, quizá al día siguiente, llegaron las palabras. No eran las que escuchaba provenientes del exterior, aunque aquel galimatías -del que hacía tiempo se había desentendido- empezaba a serle inteligible. Fueron las voces interiores, las que le susurraron nuevas emociones. Musitó “padre”, y los ojos se le humedecieron con alguna olvidada remembranza. Luego, surgió “madre”, y las lágrimas le anegaron el rostro. No entendía muy bien el porqué de la fuerza de aquellos mensajes vocalizados. También susurró “sol”, “luna”, “aire”, “agua”, “pan”,… y llegó a mascullar otras que le dolieron por dentro cuando se las repetía, una y otra vez, “ido”, “idiota”, “loco”,…
Por último, aparecieron los recuerdos. Eran memoria de tiempos muy lejanos, de su desvanecida infancia. Jugando en alguna playa, saltando sobre las olas, merendando con sus padres,… Poco a poco, desde la neblina del olvido, fue asomándose otra figura querida. Alguien a quien amó, desde que ambos eran niños. Alguien a quien perdió, cuando ella se hizo mujer, cuando ella le rechazó y lo abandonó. Entonces llegó a comprender lo que le había llevado hasta aquel hospital mental. Ya no le dolía tanto,… Seguramente tantos años de demencia habían borrado, en parte, la herida.
También adivinó que no sólo había sido aquel rayo de sol lo que le había devuelto la cordura. Había sido la música que se escuchaba en el jardín del sanatorio, puesta por alguna desconocida mano caritativa. Alguien, con sabia intención, le había cuchicheado al oído: “La buena música borra los malos recuerdos”. Hasta se dijo a sí mismo, en pleno proceso de recuperación: “Una bella teoría, tan útil como incierta”.
Se propuso comunicar a los demás su mejoría. Debía superar la prueba del tribunal médico y salir a buscar a aquella amada que apartó sus vidas. Tenía que decirle “algo”, si llegaba a encontrarla… Cuando se convirtió en un hombre con un plan, un brillo en su mirada delató su recobrada inteligencia… y su decidida resolución. Sin él advertirlo, una leve sonrisa apareció en su cara. La primera expresión de felicidad en más de una década… (Quizá continúe.)
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/despertar.DOC
Atlas de las religiones

La frágil perfección

Si ya la vida resulta de una inexplicable inestabilidad, quien aspire a una existencia perfecta está condenado a vivir sólo breves episodios de placidez. Por eso, a quienes peinamos canas la felicidad nos asusta un poco, por lo que puede significar de preludio de sombras. La perfección es algo, a un tiempo, deseado y temido.
El gran pensador que fue Napoleón, manifestó que “si la perfección no fuese quimérica, no tendría tanto éxito”. La perfección total no es de este mundo. La perfección no existe; comprenderlo constituye un triunfo de la inteligencia humana; ambicionar su posesión representa la más peligrosa de las locuras. La perfección subsiste, en todo caso, sólo en la mente humana. El afán de perfección hace a algunas personas totalmente insoportables. “La perfección llevada al exceso muere de plétora”, sentenció Shakespeare.
La búsqueda de la perfección absoluta detendría el progreso. El único tipo de perfección asequible y duradera consiste en eliminar todo lo superfluo. Quienes con perspicacia reconocen la limitación de sus facultades, están muy cerca de llegar a la auténtica y genuina perfección. La perfección es una continuada, pulida y recordada colección de… errores. Más aún, muchos creen como señaló Witold Gombrowicz, que “la belleza es la (leve) imperfección”. Ojalá que nuestro innato anhelo de perfección sea motivo de sonrisa, y que la búsqueda con buen humor se vuelva el motivo perfecto.
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/perfecto.DOC
Si la riqueza midiese la felicidad,...

De la tortuga LOGO al robot ASIMO

El segundo, Asimo, no deja de recordarnos a su antecesora del Lenguaje Logo. ¿Cuándo habrá un Asimo escolar?
Estudiar es rentable, también económicamente

Caligramas: textos poéticos dibujados

Calcula tu "Huella Humana"

Nuevas funcionalidades de Blogger (in Draft)

Canción infantil: Tiburón a la vista
La favorita de Ainhoa, que esta noche hemos cantado unas veinte veces... Versión de Luis Pescetti.
Abierto por vacaciones...

¿blog vivo?,
esperemos...
que también.
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en contacto.
Ojalá sea siempre así

Entonces recogí una nota que me gustaría regalarle a mi hija el día de su boda, con este título: “Ojalá sea siempre así”, con un marco donde se vea una ajada hoja amarillenta escrita por ella misma y donde puede leerse con sus peculiares trazos infantiles: “Casi pierdo el autobús a la mañana y llego tarde al examen, y además he tenido que ir al dentista. Ha sido el peor día de toda mi vida”.
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