Libros de verano para nuestros nietos (en francés)
Todos estamos aprendiendo a vivir
“La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse”.— Fuedicho (@fuedicho) August 1, 2020
Ernesto Sabato#Fuedicho pic.twitter.com/S9NWLkfjgK
'La mejor y cosa más segura es mantener un equilibrio en tu vida, reconocer el gran poder que hay a nuestro alrededor. Si puedes vivir de esa manera, eres una persona sabia' (Eurípides) #FelizLunes pic.twitter.com/hgVkdcqUTb— Becario en Hoth (@becarioenhoth) August 3, 2020
Reflexión del día vía @PauloCoelhoDice pic.twitter.com/mveGFdv0lS
— Dr. Alberto Blázquez (@Dr_Blazquez) August 3, 2020
Tranquilidad... vía @SusReflexiones pic.twitter.com/OPVQKNcgb1— Dr. Alberto Blázquez (@Dr_Blazquez) August 3, 2020
Mama, la araña de Bilbao junto al Museo Guggenheim
La madre de Louise Bourgeois nunca pudo ver su obra, ella empezó a estudiar arte después de que esta falleciera. “Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido”.
La parábola de las naranjas
La parábola de las naranjas es una metáfora clásica del sabio consejo de Pítaco de Mitilene, "Hagas lo que hagas, hazlo bien" ("Whatever you do, do it well"). Se puede escuchar en el vídeo superior, Un relato breve sería el siguiente.
Había un joven que tenía la aspiración de trabajar para una empresa porque pagaba muy bien y era muy prestigiosa. Preparó su Curriculum Vitae y tuvo varias entrevistas. Al final le dieron un puesto de inicio. Entonces su aspiración la convirtió en su siguiente meta—un puesto de supervisor que le daría aún mayor prestigio y salario. De manera que completó las tareas que le daban. Llegaba temprano algunas mañanas y se quedaba tarde, para que el jefe viera que trabajaba jornadas largas.
Después de cinco años, se abrió un puesto de supervisor; pero, para tristeza del joven, otro empleado, que llevaba trabajando para la empresa sólo seis meses, obtuvo el puesto. El joven estaba muy enojado y fue al jefe para exigirle una explicación. El sabio jefe le dijo: “Antes de responder a tus preguntas, ¿me podrías hacer un favor?” “Sí, claro”, dijo el empleado. “¿Puedes ir a la tienda a comprarme unas naranjas? Las necesita mi esposa”. El joven aceptó y fue a la tienda.
Cuando regresó, el jefe le preguntó: “¿Qué clase de naranjas compraste?” “No sé”, respondió el joven. “Usted sólo dijo que comprara naranjas; y éstas son naranjas. Aquí tiene”. “¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, no estoy seguro”, fue la respuesta. “Usted me dio treinta dólares. Aquí está su recibo; y aquí tiene su cambio”. “Gracias”, dijo el jefe. “Ahora, por favor, toma asiento y presta mucha atención”.
Entonces el jefe llamó al empleado que había conseguido la promoción y le pidió el mismo favor. Aceptó sin reparos y fue a la tienda.
Cuando regresó, el jefe le preguntó, “¿Qué clase de naranjas compraste?”
“Bueno”, contestó, “la tienda tenía diferentes variedades—navelinas, Valencia, sanguinas, mandarinas y muchas más; y no sabía cuál de todas comprar; pero me acordé que dijo que su esposa necesitaba las naranjas, así que la llamé. Me dijo que iba a tener una fiesta y que iba a hacer jugo de naranja; por lo que le pregunté al señor de la tienda cuál de todas sería la mejor para hacer jugo. Me dijo que la naranja Valencia era muy jugosa y dulce, así que ésa es la que compre. Las dejé en su casa antes de volver a la oficina. Su esposa estaba muy contenta”.
“¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, ése fue otro problema. No sabía cuántas comprar, así que volví a llamar a su esposa y le pregunté a cuántas personas calculaba recibir. Dijo que 20. Así que le pregunté al de la tienda cuántas naranjas harían falta para hacer jugo para 20 personas; y eran muchas. Entonces le pregunté si me haría un descuento por cantidad, ¡y me lo hizo! Estas naranjas normalmente cuestan 75 centavos cada una, pero las pagué sólo a 50 centavos. Aquí tiene el cambio y el recibo”. El jefe sonrió y le dijo: “Gracias; ya se puede retirar”.
Miró al joven que había estado contemplando la conversación. El joven se levantó, bajó los hombros y dijo: “Entiendo lo que quiere decir”, mientras salía desanimado de la oficina.
Había un joven que tenía la aspiración de trabajar para una empresa porque pagaba muy bien y era muy prestigiosa. Preparó su Curriculum Vitae y tuvo varias entrevistas. Al final le dieron un puesto de inicio. Entonces su aspiración la convirtió en su siguiente meta—un puesto de supervisor que le daría aún mayor prestigio y salario. De manera que completó las tareas que le daban. Llegaba temprano algunas mañanas y se quedaba tarde, para que el jefe viera que trabajaba jornadas largas.
Después de cinco años, se abrió un puesto de supervisor; pero, para tristeza del joven, otro empleado, que llevaba trabajando para la empresa sólo seis meses, obtuvo el puesto. El joven estaba muy enojado y fue al jefe para exigirle una explicación. El sabio jefe le dijo: “Antes de responder a tus preguntas, ¿me podrías hacer un favor?” “Sí, claro”, dijo el empleado. “¿Puedes ir a la tienda a comprarme unas naranjas? Las necesita mi esposa”. El joven aceptó y fue a la tienda.
Cuando regresó, el jefe le preguntó: “¿Qué clase de naranjas compraste?” “No sé”, respondió el joven. “Usted sólo dijo que comprara naranjas; y éstas son naranjas. Aquí tiene”. “¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, no estoy seguro”, fue la respuesta. “Usted me dio treinta dólares. Aquí está su recibo; y aquí tiene su cambio”. “Gracias”, dijo el jefe. “Ahora, por favor, toma asiento y presta mucha atención”.
“¿Cuánto cuestan?” preguntó el jefe. “Bueno, ése fue otro problema. No sabía cuántas comprar, así que volví a llamar a su esposa y le pregunté a cuántas personas calculaba recibir. Dijo que 20. Así que le pregunté al de la tienda cuántas naranjas harían falta para hacer jugo para 20 personas; y eran muchas. Entonces le pregunté si me haría un descuento por cantidad, ¡y me lo hizo! Estas naranjas normalmente cuestan 75 centavos cada una, pero las pagué sólo a 50 centavos. Aquí tiene el cambio y el recibo”. El jefe sonrió y le dijo: “Gracias; ya se puede retirar”.
Miró al joven que había estado contemplando la conversación. El joven se levantó, bajó los hombros y dijo: “Entiendo lo que quiere decir”, mientras salía desanimado de la oficina.
Whatever you do, do it well pic.twitter.com/41o3E7hJdN
— Farbod Saraf (@farbodsaraf) August 2, 2020
Hagas lo que hagas, ¡hazlo bien! https://t.co/2vb6pQxrGH— ⚡Mikel Agirregabiria💡 (@agirregabiria) August 2, 2020
Generaciones que conviven en el año 2020
Este post está dedicado a las generaciones que aún conviven con nosotros en este año 2020. Son válidas estas "biografías colectivas" para el mundo occidental, incluso con matices diferenciadores entre Europa y Estados Unidos. Las observaremos desde el análisis objetivo y desde la perspectiva familiar para una mejor identificación.
La Teoría generacional de Strauss–Howe, creada por los autores William Strauss y Neil Howe, fue desarrollada para describir la historia de los Estados Unidos, incluidas las 13 colonias y sus antecedentes británicos, y aquí es donde se ha realizado la investigación más detallada. Sin embargo, los autores también han examinado las tendencias generacionales en otros lugares el mundo y describen ciclos similares en varios países desarrollados.
Strauss y Howe definen una generación social como el conjunto de todas las personas nacidas en un lapso de aproximadamente veinte años o aproximadamente la duración de una fase de la vida: la infancia, la edad adulta joven, la mediana edad y la vejez.
Los autores dicen que dos tipos diferentes de épocas y dos ubicaciones de edad formativa asociadas a ellos (infancia y juventud) producen cuatro arquetipos generacionales que se repiten secuencialmente, con el ciclo de Crisis y Despertares. En Generaciones, Strauss y Howe se refieren a estos cuatro arquetipos como idealistas, reactivos, cívicos y adaptativos.
En The Fourth Turning (1997) cambian esta terminología a Profetas, Nómadas, Héroes y Artistas. Dicen que las generaciones en cada arquetipo no solo comparten una ubicación por edad similar en la historia, sino que también comparten algunas actitudes básicas hacia la familia, el riesgo, la cultura, los valores, y el compromiso cívico. En esencia, las generaciones formadas por experiencias similares de la vida infancia y juventud desarrollan personajes colectivos similares y siguen trayectorias de vida similares.
Hasta la fecha, Strauss y Howe han descrito 25 generaciones en la historia angloamericana, cada una con su correspondiente arquetipo. Desde la Generación Arthuriana, heroica-cívica de 1433-1460 hasta la Generación Z o del hogar, artista-adaptativa, de 2005 o o la posterior Generación T hasta la actualidad.
La primera de las generaciones del siglo XX entre 1901 y 1927 se conoce como la "Generación (más) Grandiosa", Greatest Generation o la generación militar. Quedan muy pocas personas vivas en la actualidad. Mi esforzado padre hubiera sido uno de ellos.
1ª Generación perdida. Personas nacidas entre el periodo que va desde el final de la Primera Guerra Mundial en 1918, hasta la Gran Depresión en el año 1929. En Europa denominada como generación de 1914, es decir, el año en que comenzó la guerra. En Francia, país en el que se asentaron muchos de estos expatriados, también se les conoce como la génération du feu.
La Teoría generacional de Strauss–Howe, creada por los autores William Strauss y Neil Howe, fue desarrollada para describir la historia de los Estados Unidos, incluidas las 13 colonias y sus antecedentes británicos, y aquí es donde se ha realizado la investigación más detallada. Sin embargo, los autores también han examinado las tendencias generacionales en otros lugares el mundo y describen ciclos similares en varios países desarrollados.
Strauss y Howe definen una generación social como el conjunto de todas las personas nacidas en un lapso de aproximadamente veinte años o aproximadamente la duración de una fase de la vida: la infancia, la edad adulta joven, la mediana edad y la vejez.
Los autores dicen que dos tipos diferentes de épocas y dos ubicaciones de edad formativa asociadas a ellos (infancia y juventud) producen cuatro arquetipos generacionales que se repiten secuencialmente, con el ciclo de Crisis y Despertares. En Generaciones, Strauss y Howe se refieren a estos cuatro arquetipos como idealistas, reactivos, cívicos y adaptativos.
Hasta la fecha, Strauss y Howe han descrito 25 generaciones en la historia angloamericana, cada una con su correspondiente arquetipo. Desde la Generación Arthuriana, heroica-cívica de 1433-1460 hasta la Generación Z o del hogar, artista-adaptativa, de 2005 o o la posterior Generación T hasta la actualidad.
La primera de las generaciones del siglo XX entre 1901 y 1927 se conoce como la "Generación (más) Grandiosa", Greatest Generation o la generación militar. Quedan muy pocas personas vivas en la actualidad. Mi esforzado padre hubiera sido uno de ellos.
Gentes que se acercan o son centenarias, como mi suegra la culta bisabuela Esperanza, con una consciencia plena de un mundo que ha cambiado en cien años,... Algunas trabajaron por cuenta ajena, ella fue maestra, pero la maternidad, con varios hijos, la llevó a su hogar donde aún vive con algún apoyo.
Como cohorte generacional, cada cual en sus circunstancias personales, sufrieron el pesimismo y desconcierto, la inutilidad y la crueldad de la guerra, los felices años veinte, la era del jazz, la depresión económica y la doble corriente de Liberalismo y Radicalismo.
3ª Baby boomer en el período contemporáneo y posterior a la Segunda Guerra Mundial, entre los años 1946 y 1965.
4ª Generación X. o 13ª, entre 1965 y 1979 aproximadamente. Aunque no existe un rango universal con fechas exactas, el término suele incluir a las personas nacidas en los años 1960 y hasta principios de los 80.
5ª Generación Y, los millenials o milénicos se les llama a veces eco boomers debido a un aumento importante de las tasas de natalidad en las décadas de 1980 y 1990 (cuando nacieron nuestros hijos).
6ª Generación Z o postmilenial, desde la mitad de la década de 1990 a mediados de la década de 2000.
7ª Generación T, generación Tecnológica o generación Alfa, la primera plenamente digital, es la cohorte demográfica que sigue a la generación Z o postmilenial. La generación táctil nace en torno al año 2010 (a partir del cual nacieron nuestros nietos) y se prevé que acabe en 2025.
Ranking U.S. Generations on Their Power and Influence Over Society https://t.co/VfGywDcK48
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) May 6, 2021
Historias del tatarabuelo Ezequiel contadas a sus tataranietos
Desde que nació nuestro primer nieto en 2010, su existencia desata en sus abuelos un cúmulo de recuerdos de nuestros antepasados que son sus ancestros. A medida que han venido al mundo otros nietos, ya son tres, las anécdotas tan verídicas como recreadas, se van acumulando.
Estos días de vacaciones estivales con los tres nietos es un momento impagable para que al aitxitxe (abuelo) me pidan, una y otra vez, que les cuente -exactamente como siempre, palabra a palabra-, cómo era su tatarabuelo Ezequiel Aguirregabiria Usabiaga.
El gigantesco tatarabuelo Ezequiel ocupaba siempre dos banquetas para sentarse, su chaqueta o kaiku vasco era enorme,... También era célebre cuando compró kilos y kilos de carne de ballena que llegó al Mercado de la Rivera y, tras probarla solamente él, hizo que la tirasen a la basura sin que nadie más pudiera catarla,...
La historia que más les gusta era la de cómo su tatarabuelo Ezequiel nos llevaba a todos sus nietos varones y mayores (Jesús Jaime, Juan Mari, José Miguel -yo, Mikel-, Juan Andrés, Francisco Javier, Iñigo,... de paseo todos los domingos. El inmejorable programa de aquellas mañanas de principios de los años '60 siempre era el mismo:
- Primero, a ver una película en el cine Actualidades, de la calle Buenos Aires, 9, de Bilbao.
- Segundo, a comer barquillos y andar en bicicletas alquiladas en el kiosko del Parque de Doña Casilda.
Al concluir la hora, ¿o eran treinta minutos?, el aitite Ezequiel, mi abuelo y el tatarabuelo de mis nietos, bebía el último trago de su cerveza, se ponía despaciosamente la boina), se la ajustaba y... levantaba el dedo índice, bajándolo de golpe al tiempo que nos convocaba:
- ¡¡¡ Todoooos,... aquííííííí !!!
Esto les hace mucha gracia a mis nietos, porque ya entienden que yo no he heredado el poder de convocatoria de mi aitite Ezequiel cuando les llamo y les pido que se reúnan conmigo para recogernos en casa.
Como ya nos sabíamos el protocolo, estábamos atentos para acudir sin perder un segundo a su vera, devolver triciclos y bicicletas y de la mano volver de la mano con él a nuestra casa común, la del aitite, en la calle Cruz, número 6, cuarto piso. Por cierto, un piso célebre porque en él había nacido en 1904 el primer Lehendakari José Antonio Agirre Lekube.
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