Andrea Mia Ghez, cuarta mujer Premio Nobel de Física

Conferencia de la ganadora del Premio Nobel de Física 2020, Andrea Mia Ghez, y su trabajo sobre agujeros negros supermasivos en una conferencia TED. La astrónoma norteamericana Andrea M. Ghez logra el Premio Nobel de Física 2020, junto al astrofísico alemán Reinhard Genzel. La otra mitad del premio es para el físico-matemático británico Roger Penrose (quizás si el físico teórico Stephen Hawking hubiera estado vivo lo habría compartido con Penrose).

Andrea Ghez es profesora en la Universidad de California, @UCLA, es la cuarta mujer Premio Nobel de Física, junto a 207 varones físicos en los 117 años de historia de este galardón. Una historia que no ha sido muy cómplice con el género femenino, si bien no ha habido que esperar demasiado para volver a escuchar un nombre de mujer entre los premiados por la Academia: el último lo consiguió Donna Strickland en 2018, gracias a su método para generar los pulsos de láser más cortos e intensos creados por la humanidad (y que se utilizan en operaciones de oftalmología, entre otras aplicaciones). 

Sin embargo hay que remontarse bastante más para encontrar a la segunda galardonada con el Nobel de Física: en 1963 lo recibía Maria Goeppert-Mayer por proponer el modelo de capas nuclear. Y, antes que ellas dos, el capítulo donde una física era reconocida con este premio solo se había producido una vez más: allá por 1903, cuando Marie Curie fue premiada por sus hallazgos sobre la radiación. En números totales, Ghez es la mujer número 53 en conseguir un Nobel y la 18 en ser premiada en la categoría de ciencias.

Andrea Mia Ghez nació en Nueva York, el 16 de junio de 1965. Se licenció en Físicas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 1987 e hizo su doctorado en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) en 1992. Durante casi treinta años, Ghez ha liderado un equipo de astrónomos que han cartografiado con precisión en centro de nuestra Vía Láctea, con equipos cada vez más refinados, intentando escudriñar esa «maraña» de polvo estelar que fue indescifrable durante mucho tiempo. De forma paralela, su compañero Reinhard Genzel -del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching (Alemania) y la Universidad de California, Berkeley (EE.UU)- hacía lo mismo. Y ambos equipos llegaban a la misma conclusión: existe un objeto invisible y extremadamente pesado en el centro de la Vía Láctea que hace girar a las estrellas de forma vertiginosa. La mejor evidencia que tenemos de que un agujero negro supermasivo domina nuestro centro estelar.
Hashtag: #NobelPrize2020

Actualización, al día siguiente, con los Nobel de Química.

La más bella profesión: Aprender juntos a tratar con el incesante universo

La más bella profesión: Aprender juntos a tratar con el incesante universo
5 de octubre de 2020 – Día Mundial de los Docentes – 
Docentes: líderes en tiempos de crisis, reinventando el futuro. Posts del 5 de octubre de años anteriores.
Hashtag: #DiaMundialDeLosDocentes

Otros tiempos, para los nietos desde Twitter

Para los nietos desde Twitter
Bisabuelos y abuelos sí que tuvieron unos malos años,... Aprende algo del tiempo y de quienes lo pilotan,... Las personas mayores, como los Papas o los Presidentes de USA, gozan de "inteligencia cristalizada" (no fluida), según el neurocientífico Daniel J. Levitin. Algo más distendido, sobre vuestras grandes cualidades

Animales en Twitter, no mascotas

Cuarta litotricia en 12 años, y no será la última

Cuarta litotricia en 12 años, y no será la última
Esta manía de fabricar piedras de oxalato cálcico es un serio engorro. Parece que mi dieta abundante en tomate  (para mí lo más sabroso del mundo) y lechuga no es lo más sano a estos efectos.  Este pasado viernes 2 de octubre de 2020 pasé por mi favorito litotriptor extracorpóreo Dornier Gemini de la Clínica IMQ de Zorrozaurre. Con su generador electromagnético me han aplicado  un total de 1.500 ondas a una intensidad que oscila entre los 10 y los 15 kiloVoltios.

A día de hoy, domingo 4, creo que me ha fallado mi evolucionado y sofisticado Dornier Gemini. Porque hay cero restos de cálculos renales. La tecnología avanza (análisis consultables por web), pero parece que más progresa la dureza o la capacidad de esconderse de mis "pedruscos", siempre en el maniático riñón izquierdo (¿será porque duermo hacia ese lado?).

Además en el año del COVID donde los análisis precedentes de radiaciones a tutiplén se amplían con una obligatoria prueba PCR,... Muchas horas de espera, la mayor parte fuera del edificio y tiempo de repensar. Fruto de ello, algunas reiteradas reflexiones sobre las que mantengo anteriores consideraciones ya expuestas en este mismo blog. Como estas que ahora recuerdo:
  • La profesión sanitaria es digna de toda mi admiración, por su entrega que vuelvo a comprobar a pesar de la tensión y trastornos de este maldito año. Si algo tengo claro es que su dedicación en ese tipo de entornos es algo que jamás hubiera podido elegir para mí. Algo que solamente sucede con los músicos profesionales, cuya maestría me parece mágica o celestial.
  • Hay que estar muy sano para ponerse enfermo. Debe ser la edad, pero es un mareo total la profusión de papeleo y de vueltas que hay que dar para una consulta e intervención de lo más trivial. Quizá los 43 años de trabajo en burocracia inevitable hayan despertado esta animadversión por el trajín de historiales, idas y vueltas,... 
  • Estas ocasiones, aunque sea con una sedación que no hace perder la consciencia,  obligan a pensar en la fragilidad de la vida y la inexorable tendencia a morir. Y se despierta ese fallido anhelo de eternidad, ¿qué dejamos después de desaparecer? Y hacemos el recuento de lo que quedará, por un tiempo limitado pero trascendente: Los hijos, los nietos, el recuerdo de las amistades, el alumnado que algo aprendió contigo,... y ese reguero de textos, posts, artículos, libros,... ¿Por qué esa necesidad de legar algo que nos sobreviva? Todo esto sugiere el pánico al Oblivion (olvido, purgatorio,...) pero ello será pronto otro post.
Posts de las anteriores litotricias: Una en 2009, dos en 2012 y una en 2020.
Me temo que esto continuará, al menos una quinta litotricia o vaya usted a saber.