Esta cuarta videoconferencia organizada por Nagusiak.org, como siempre a las cinco de la tarde de un primer o tercer miércoles de mes, responde a una solicitud que proviene de Centros Sociales de Personas Mayores de Bizkaia sobre cómo ahorrar a escala familiar en las facturas de los servicios de electricidad, gas, telefonía, seguros, banca,...
Hoy, lunes 14 de diciembre de 2020, al igual que el resto de días laborables tenemos a nuestra disposición una gran variedad de propuestas formativas a nuestro alcance vía videoconferencias de modo gratuito y organizado por entidades muy cercanas en este caso (o no, en otras fechas).
El pasado 4 de diciembre de 2020 falleció nuestro Tío Félix Aguirre. En el funeral recordábamos muchas anécdotas del pasado, de cuando coincidíamos en la casa familiar de la calle María Muñoz de Bilbao (véase foto). Allí donde nuestra madre enferma
estuvo dos años hasta que falleció bajo el cuidado de sus hermanas y hermanos.Aquellas comidas eran memorables, en las que
nos vigilaba el tío Félix a los cinco primos mayores Aguirre: Juan Carlos, Juan Mari,
yo mismo Txemi (José Miguel, Mikel), Mari Pili y Javi.
El tío Félix era el encargado de
la mesa en aquellos primeros años de los '60. Teníamos que comernos todo de todos los platos, incluidas las habas,
que algunos odiábamos. Al final aprendimos, de por vida, a comer de todo. En
justa reciprocidad y a él le exigíamos que comiese hígado, sabiendo que no era
de su agrado. Y lo hacía, demostrando que la firmeza era para todos. Por cierto, dos platos que han desaparecido de nuestros menús.
Aquellas gloriosas comidas quedaron grabadas por la felicidad que
emana de la familia,… Quienes más nos reíamos, sin saber exactamente de
qué, éramos los dos más traviesos o niños,
Mari Pili y yo, que ya criamos nietos y seguro les hemos contado
aquellos almuerzos,… o las meriendas-cenas antes de salir a jugar a los Auxiliares (Plaza Unamuno) a
la vuelta del colegio.
El tío Félix nos daba su paga, si bien
creo que toda ella la ahorrábamos en una hucha común de arcilla que, finalmente, un inolvidable día
rompimos. Buena práctica para valorar el ahorro con aquella peseta o eran
cincuenta céntimos, que ahora nuestros nietos no sabrían ni expresar en menos
de un céntimo de euro.
Un aprendizaje directo del tío Félix, útil para toda la vida, fue sobre cómo elegir el mejor pastel de una bandeja. Recuerdo exactamente la escena en la amplia cocina de aquella casa, encima del frigorífico de hielo, que se rellenaba con barras de hielo que cada semana traía a casa el hielero o heladero (ver otra imagen).
Aquella nevera ¿quizá una Gelat?(no confundir con la fresquera con su malla para ventilar) medía poco más de un metro porque no tenía maquinaria alguna ni se enchufaba, y encima estaba la docena de pasteles entre los que debíamos elegir,...
El tío Félix zanjó la dificultad de elegir (“l'embarras du choix”, como dicen los franceses), sobre todo para un niño entre aquellos manjares dulces, con un criterio objetivo: Selecciona por el peso. Todos los pasteles son deliciosos, de modo que el que tenga más masa o cantidad será el más placentero por degustarlo más tiempo. Una fórmula aplicable en muchas casos y momentos diferentes.
Una heladera en la época de la depresión repartiendo hielo.
Se trata de un post preparado mientras esperábamos la llegada de nuestro TeslaModel 3, entre mediados de diciembre de 2018 cuando pagamos y el 28 de febrero de 2019 que lo recibimos.
Lo hemos recuperado casi dos años después. Comprobando que los vídeos y el tuit siguen funcionando lo publicamos finalmente el 11-12-20, si bien pronto probablemente lo resituemos cronológicamente por las fechas que corresponden.
"Si quieres cambiar el mundo, comienza el día haciéndote tú mismo la cama", es la primera recomendación de Willian H. McRaven. Fue en un célebre discurso de graduación de la generación 2014 de la Universidad de Texas el 21 de junio de 2014, a cargo de este almirante retirado de la Marina de los Estados Unidos, que sirvió como Comandante de todas las Fuerzas Especiales.
Willian H. McRavenen 1977 se graduó como Periodista de la Universidad de Texas, en Austin, y un año después ingresó a la Marina, donde se ofreció como voluntario SEAL.
Este entrenamiento es una capacitación de seis meses en la que se realizan distintas actividades extenuantes como carreras en la arena, sesiones nocturnas de natación en las heladas aguas de San Diego, pistas de obstáculos, ejercicios físicos interminables, se pasa días sin dormir y se convive con una sensación eterna de frío, humedad y tristeza.
El discurso puede contener apreciaciones erróneas, como suponer tras su consulta al buscador Askque una persona solamente puede conocer a otros 10.000 seres humanos en su vida, ahora que existe Internet. Lo que merece apreciarse es que McRavensabecondensar en ocho lecciones un protocolo para transformar el mundo:
Lección 1: Si quieres cambiar al mundo, comienza por tender tu cama.
Esta lección sugiere que todas las tareas son importantes y deben hacerse a la perfección, incluso tender la cama. Pero además, qué de realizar con éxito las primeras y simples tareas cotidianas, podremos realizar con empeño todas las demás.
Lección 2: Si quieres cambiar al mundo, encuentra a quienes te ayuden.
Esta lección propone que para que el bote llegue a su destino, todos deben remar. Destaca la importancia del trabajo en equipo y de lo fundamental que resulta contar con las personas indicadas para realizar con éxito cualquier actividad.
Lección 3: Si quieres cambiar al mundo, mide a las personas por el tamaño de su corazón, no por el tamaño de sus aletas.
Aquí McRaven habla que para cambiar el mundo, no se debe juzgar a las personas por lo que vemos en ellos, que lo que en realidad importa es la constancia que se lleva en la voluntad. Por eso, antes de emitir opiniones intenta conocer más a las personas.
Lección 4: Si quieres cambiar al mundo, debes asumir que la vida va a ser muy dura. En el entrenamiento SEAL los instructores siempre tenían una excusa para castigar a los estudiantes por cualquier motivo. Esa era la prueba para demostrar que no importa lo bien que hagas una cosa, siempre vas a recibir una crítica.
Lección 5: Si quieres cambiar al mundo, no tengas miedo al error que te exige más esfuerzo.
En el entrenamiento SEAL, un “circus” son dos horas adicionales de duro entrenamiento que ningún estudiante quería hacerlos. Sin embargo todos en algún momento pasaban por ahí, dejando en evidencia que quienes hacían las dos horas extras de ejercicios con más frecuencia se hacían más y más fuertes.
Lección 6: Si quieres cambiar al mundo, algunas veces tienes que lanzarte de cabeza.
Para cambiar al mundo, dice McRaven hay que intentar hacer cosas nuevas. Pues muchas veces para alcanzar la meta conviene tomar decisiones peligrosas o hacer cosas riesgosas como lanzarte de cabeza, por ejemplo.
Lección 7: Si quieres cambiar al mundo, tienes que ser la mejor versión de ti en los momentos más duros.
Esta lección sugiere que es en los momentos más difíciles de la misión, es donde uno debe estar más calmado y controlado, ya que para que todos los conocimientos tácticos, poder físico y fortaleza interior puedan salir a flote la persona debe mantenerse ecuánime y centrada.
Lección 8: Si quieres cambiar al mundo, nunca, NUNCA, te rindas.
En el entrenamiento SEAL hay una campana. Una campana de bronce que cuelga en el centro del lugar, a modo de que todos los estudiantes la puedan ver. Para renunciar a todo, cuenta Willian H. McRavenlo único que se tiene que hacer es sonar la campana, algo que en verdad nunca, pero nunca deberías hacer.