
Esta sexista frase ('
Women and children, first') , que hoy habría de decirse "
niñas y niños primero, luego mujeres y hombres ;-)", tuvo su origen en el hundimiento del barco HMS Birkenhead en la costa de Sudáfrica el 26 de febrero de 1852. Transportaba 480 soldados británicos, junto a 26 mujeres y niños. El Coronel Seton ordenó: "las mujeres y los niños, primero". Y se salvaron en los escasos botes salvavidas, mientras la mayoría de la tropa y la marinería se ahogó. En el hundimiento del
Titanic (1912), se repitió esta memorable frase. Afortunadamente, hoy día, hay plazas de supervivencia suficientes para todas las personas en los barcos, pero los niños y niñas (y, en general, los más débiles, como los enfermos o los ancianos) merecen una protección y cuidados preferentes.