Nunca hubo un científico como Richard Feynman, Premio Nobel de Física en 1965 por su contribución en electrodinámica cuántica de las partículas elementales, que supiese más de la vida y de la educación. Ni que fuera más popular, ni mejor conferenciante o profesor.
Entre sus numerosas y memorables citas destaca una dedicada a la educación, la preferida de muchos: "El poder de la instrucción es, en general, poco eficaz, excepto en las felices ocasiones en que es casi superfluo".
Nuestra preferida es ésta: “La Física es como hacer el amor: Puede producir efectos prácticos, pero no es por eso por lo que la hacemos.”
Paradójico, profundo, desentrañando la esencia del proceso de enseñar y aprender. Como nota final, una nota suya: "Querida Sra. Chown, ignore los intentos de su hijo de enseñarle Física. No es la cosa más importante. La cosa más importante es el amor. Mis mejores deseos, Richard Feynman".