Cuando la noticia es la
apertura del plazo de prematrícula de toda la educación (infantil, primaria y secundaria en centros públicos y concertados de la CAPV, conviene no entremezclar papeles por parte de la Administración Educativa, aunque sean roles cruciales como son:
1º Responder a las demandas educativas vascas con opciones de calidad y equidad, y
2º Gestionar la red de titularidad propia a fin de asegurar plazas y centros escolares para todo el alumnado. La primera función es indelegable por parte de la Administración Educativa, que debe velar por el derecho a la educación de todo el alumnado. La segunda función puede ser gerenciada por un organismo público (concepto de
Hezikidetza) que represente y promueva toda la capacidad de los centros de titularidad gubernamental.
Así las noticias, incluso
las filtradas por periodismo especializado, confunden a la opinión pública señalando que se abre "
el plazo de matrícula para los centros públicos", cuando no es así. El
BOPV de 16 de enero de 2013 establece el calendario común de presentación de solicitudes y plazos de admisión, y se aprueban las Instrucciones para la admisión de alumnos y alumnas para el curso académico 2013-2014, en Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria,
en centros públicos dependientes del Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura, y
en centros privados concertados de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
En la Comunidad Autónoma del País Vasco, y esta característica es
una de sus singulares fortalezas, existe una gran pluralidad de ofertas educativas.
Se reparten, descontando la anecdótica red privada (sólo un 1% formado
por los centros extranjeros, francés, alemán, americano o inglés), a
partes iguales entre la red pública y la red concertada, que a su vez se
diversifica en redes de
Kristau Eskola,
Partaide,
AICE-IZEA, EIB,...
Cuando
se lanza el hito académico de cada curso con la apertura del plazo de prematrícula conviene no azuzar sino la necesaria y preexistente cooperación entre redes educativas complementarias, con largas trayectorias de innovación constante, permitiendo presentar un rico espectro de posibilidades para que madres y padres elijan.
El nivel de equidad de la escuela surgida de la iniciativa social es un inmejorable parámetro de la pujanza de la sociedad civil y de la trascendencia que una sociedad otorga a la educación. Simultáneamente,
el nivel de excelencia de la escuela directamente tutelada por los poderes públicos es la mejor medida de la responsabilidad y del cuidado que una ciudadanía garantiza al conjunto de sus componentes, incluso de quienes nacieron con desventajas familiares o personales.
No cabe equidad sin excelencia, ni viceversa; como no cabe prestigio en ninguna red escolar sino se produce en un sistema que la promueve en su conjunto. A cada red, a cada centro, a cada aula y a cada miembro del alumnado hay que proporcionarle, entre toda la comunidad escolar y social todo aquello que le lleve (que nos lleva) a la plenitud personal y colectiva.