Hemos acudido a la entrega del Premio «Ignacio Ellacuría» de cooperación para el desarrollo, un galardón creado por el Gobierno Vasco para premiar anualmente a organizaciones locales de países empobrecidos, iniciativas de organizaciones vascas y personas (vascas o del ámbito internacional), que hayan destacado por su trabajo en pro del desarrollo. Ante todo, como de costumbre destaca la conducción experta del acto gracias a la profesionalidad de Pilar Kaltzada @pkaltzada.
El nombre del Premio «Ignacio Ellacuría» rememora al conocido jesuita teólogo de la liberación asesinado por el ejército de El Salvador. El galardón será gestionado por la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo una vez inicie sus actividades (mientras tanto la responsable es la Dirección de Cooperación al Desarrollo).
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha entregado este martes el Premio «Ignacio Ellacuría» de cooperación para el desarrollo a José Ángel Cuerda, primer alcalde de Vitoria de la etapa democrática (1979-1999) y uno de los precursores del concepto del desarrollo sostenible en el País Vasco.
El nombre del Premio «Ignacio Ellacuría» rememora al conocido jesuita teólogo de la liberación asesinado por el ejército de El Salvador. El galardón será gestionado por la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo una vez inicie sus actividades (mientras tanto la responsable es la Dirección de Cooperación al Desarrollo).
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha entregado este martes el Premio «Ignacio Ellacuría» de cooperación para el desarrollo a José Ángel Cuerda, primer alcalde de Vitoria de la etapa democrática (1979-1999) y uno de los precursores del concepto del desarrollo sostenible en el País Vasco.
También ha habido una mención especial para Nerea Pérez-Arrospide. Este galardón, creado por el decreto 189/2008,1 de 18 de noviembre, supone una redefinición y ampliación (geográfica y de objeto) del premio Premio a la persona cooperante vasca, instituido en 1991 con el nombre Premio al Cooperante Vasco,2 que mantuvo hasta que fue cambiado en 2000. En esta primera fase se premiaba a una persona del País Vasco que había destacado por su labor en favor de países y poblaciones en vías de desarrollo.