En definitiva, nos descubre el secreto de la felicidad: Mantener bajas expectativas sobre nuestras propias vidas, de modo que las sorpresas sean gratificantes,... Todo ello condensa el concepto de la eficiencia de Pareto, también conocido como óptimo de Pareto u optimalidad de Pareto. Como concluye Barry Schwartz, todas las personas necesitamos una pecera, con sus posibilidades y sus limitaciones. Atención a la broma en el minuto 6:24 sobre el wifi que no funcionada en su hotel.
A partir del minuto décimo cita casos educativos donde se desconfía del profesorado y se pauta absolutamente todo lo que decir, y cuándo y cómo enseñarlo. Ello quizá previene desastres, pero sólo asegura algo: la mediocridad. Sobre reglas concluye que quizá sí hacen falta más para los banqueros, pero muchas menos para quienes tocan jazz.
Sobre los incentivos Barry Schwartz nuevamente nos aclara una paradoja: En ocasiones, los incentivos en lugar de reforzar la responsabilidad que preexiste sin ellos, su presencia debilita la voluntad humana. La excesiva dependencia de incentivos llega a debilitar la genuina profesionalidad. Suplantan la razón de hacer lo correcto, la inspiradora ética del trabajo por sí misma, y devienen en perseguir lo más productivo.
Necesitamos celebrar los casos donde la ética prima sobre cualquier otra consideración, con héroes morales como Atticus Finch (de la obra "Matar a un ruiseñor"). Hay muchos otros como Aaron Feuerstein, un empresario que mantuvo la nómina de sus 3.000 trabajadores cuando un incendio destruyó su fábrica. Y más como Ray Anderson, a quien se puede ver en otra conferencia TED defendiendo la sostenibilidad ecológica, porque saber que se hace lo correcto es inspirador y motivador, o Willie Smits (también visible en TED).
Todo un canto a los "héroes cotidianos, gigantes comunes" con quienes nos tropezamos todos los días y que hacen el mundo mucho mejor. Toda labor que implique interacción con seres humanos, por modesta que sea, es un trabajo moral. Concluye citando a Bill Gates, quien recomendó un modelo educativo referencial como Kipp, donde el objetivo esencial para el alumnado es educar el carácter. Aprender a respetarse a sí mismos, a sus condiscípulos, a su profesorado y al aprendizaje mismo. Apelación final a la sabiduría popular, a la honestidad, al valor, a la empatía,... Y un mensaje final para las instituciones y empresas: Desarrollen la inteligencia de sus personas, en lugar de coartarla o limitarla.
Más conferencias TED subtituladas (ya hay muchas charlas traducidas).