Tener suerte con el dinero es que nunca falte y que tampoco sobre.
Lo preferible es contar con el dinero apropiado, que es ni poco… ni mucho. Ser pobre debe resultar duro, frustrante y limitador, pero también el dinero en abundancia estresa, insensibiliza e idiotiza. El dinero es una bendición para el pobre y una maldición para el avaro. Séneca decía que “La mejor medida para el dinero es aquélla que no deja caer en la pobreza, ni permite alejarse mucho de ella”.
Hay que ser suficientemente rico para no verse atormentado por la penuria y suficientemente pobre para conocer el valor del dinero. El dinero es un bien y un mal en sí mismo. El dinero es la llave y la mancha del mundo. El dinero hace falta para ser honrados y para alimentar mantener el cuerpo y el alma.
Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae. Jean Paul Getty, el multimillonario que decía que si puedes contar tu dinero no eres un verdaderamente rico, señaló: “Cuando no se tiene dinero, siempre se piensa en él; y cuando se posee mucho dinero, sólo se piensa en él”. Está comprobado que el deseo de dinero, la codicia, crece con el dinero mismo.
El dinero que debería servir para alcanzar la felicidad, muchas veces la desbarata. Al dinero no hay que odiarlo, tampoco despreciarlo, sólo relativizarlo. El dinero es un buen sirviente, pero un mal amo. El dinero no debe ser sino el más poderoso de nuestros esclavos. Es mejor cantar que contar: No contemos el dinero, cantemos a la vida. Recordemos que hay gente con dinero y hay gente que es rica. No busquemos la riqueza en el dinero, sino en una forma honrada de adquirirlo y disfrutarlo.
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/dinero.DOC
Mostrando las entradas para la consulta dinero ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta dinero ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Salud, dinero y amor
La canción decía “Tres cosas hay en la vida: Salud, dinero y amor. Y el que tenga estas tres cosas, que le dé gracias a Dios”.
Tras la lotería de navidad que nunca toca, se declara el día de la salud: “Mientras haya salud…”. Y ello recuerda la terna clásica de la felicidad: Salud, dinero y amor. Dos de estos elementos también aparecen entre las tres vivencias que nunca se olvidan: el primer amor, el primer dinero ganado y el pueblo donde se nació. E igualmente, amor y dinero se repiten entre las tres cosas que no pueden ocultarse: el humo, el amor y el dinero.
Muchos consideramos que el orden convencional de estos tres pilares del bienestar no es el correcto: Mejor sería primero el amor, luego la salud y finalmente el dinero. Paul Giraldy señalaba una diferencia: “El joven desea: amor, dinero y salud. Cuando llega a viejo desea: salud, dinero y amor”. Probablemente la salud no preocupa en la juventud y sí en la madurez, pero la primacía del amor y la relatividad del dinero debieran ser constantes en todas las etapas vitales.
El amor es la materia básica de la que está hecha la vida, porque la ciencia de vivir es el arte de amar. El vals de Rodolfo Sciammarella, que se remonta a 1939, insistía: “El que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide”. El amor además da trascendencia a la vida, con sus múltiples formas y dimensiones: amor de pareja, familiar, amistad, solidaridad,… Maurice Blondel señaló “El amor es, ante todo, lo que hace ser”.
La salud ha demostrado ser la mayor preocupación de la población según todas las encuestas, donde entre las circunstancias que más nos inquietan aparecen en los primeros puestos el fallecimiento, una larga o grave enfermedad o la invalidez, mucho antes que el desempleo o el divorcio. Con razón Emerson apuntaba que “la primera riqueza es la salud”.
El dinero es un buen sirviente, pero un mal amo; por ello, hemos de convertir al dinero en el más poderoso de nuestros esclavos. De ese modo, el dinero es algo maravilloso. Puede ser descrito como la energía de la Humanidad en forma portátil. Dispone de poderes que su amo no posee: puede acudir donde su propietario no llega, hablar idiomas que su poseedor desconoce y salvar vidas de quienes su dueño no sabe el nombre. Así mientras trabajamos en nuestra oficina, con un poco de fraternidad podemos estar colaborando mediante ONGs en escuelas, hospitales o asilos de lejanos países.
Lo cierto es que amor, salud y dinero son esenciales porque cuando nos falta alguno de estos factores no podemos pensar en otros objetivos; sólo si los hemos conseguido –en algún grado- podremos plantearnos nuevas metas. ¡Que el año 2005 nos traiga mucho amor, salud y dinero! Por si acaso no vienen por sí mismos, sería aconsejable ponerse a trabajar duramente para descubrirlos allá donde se encuentren.
Tras la lotería de navidad que nunca toca, se declara el día de la salud: “Mientras haya salud…”. Y ello recuerda la terna clásica de la felicidad: Salud, dinero y amor. Dos de estos elementos también aparecen entre las tres vivencias que nunca se olvidan: el primer amor, el primer dinero ganado y el pueblo donde se nació. E igualmente, amor y dinero se repiten entre las tres cosas que no pueden ocultarse: el humo, el amor y el dinero.
Muchos consideramos que el orden convencional de estos tres pilares del bienestar no es el correcto: Mejor sería primero el amor, luego la salud y finalmente el dinero. Paul Giraldy señalaba una diferencia: “El joven desea: amor, dinero y salud. Cuando llega a viejo desea: salud, dinero y amor”. Probablemente la salud no preocupa en la juventud y sí en la madurez, pero la primacía del amor y la relatividad del dinero debieran ser constantes en todas las etapas vitales.
El amor es la materia básica de la que está hecha la vida, porque la ciencia de vivir es el arte de amar. El vals de Rodolfo Sciammarella, que se remonta a 1939, insistía: “El que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide”. El amor además da trascendencia a la vida, con sus múltiples formas y dimensiones: amor de pareja, familiar, amistad, solidaridad,… Maurice Blondel señaló “El amor es, ante todo, lo que hace ser”.
La salud ha demostrado ser la mayor preocupación de la población según todas las encuestas, donde entre las circunstancias que más nos inquietan aparecen en los primeros puestos el fallecimiento, una larga o grave enfermedad o la invalidez, mucho antes que el desempleo o el divorcio. Con razón Emerson apuntaba que “la primera riqueza es la salud”.
El dinero es un buen sirviente, pero un mal amo; por ello, hemos de convertir al dinero en el más poderoso de nuestros esclavos. De ese modo, el dinero es algo maravilloso. Puede ser descrito como la energía de la Humanidad en forma portátil. Dispone de poderes que su amo no posee: puede acudir donde su propietario no llega, hablar idiomas que su poseedor desconoce y salvar vidas de quienes su dueño no sabe el nombre. Así mientras trabajamos en nuestra oficina, con un poco de fraternidad podemos estar colaborando mediante ONGs en escuelas, hospitales o asilos de lejanos países.
Lo cierto es que amor, salud y dinero son esenciales porque cuando nos falta alguno de estos factores no podemos pensar en otros objetivos; sólo si los hemos conseguido –en algún grado- podremos plantearnos nuevas metas. ¡Que el año 2005 nos traiga mucho amor, salud y dinero! Por si acaso no vienen por sí mismos, sería aconsejable ponerse a trabajar duramente para descubrirlos allá donde se encuentren.
Dinero: Sal de mi vida
Hace poco alguien me preguntó directamente cuánto dinero ganaba en mi profesión de educador, con intención de apartarme de mi vocación al proponerme un empleo mejor retribuido. Sólo acerté a responderle que ganaba… lo suficiente y rechacé una oportunidad laboral que me hubiese permitido ciertos lujos que jamás obtendré. Días después, se me ocurrió una respuesta preferible que le hago llegar a través de estas líneas, en la confianza de que las leerá mi interlocutor, que era de ese tipo de personas inteligentes pero despistadas, que se pasan la vida haciendo cosas que detestan para conseguir dinero que no necesitan y comprar cosas que no quieren para impresionar a gente a la que odian.
Al principio me quedó la duda de si había sido justo con mi familia, negándoles algunas oportunidades al optar por permanecer en mi campo profesional, que nunca ha estado bien retribuido en comparación con otras actividades. A lo largo de mi vida sólo he descubierto un modo cierto de conseguir dinero: trabajando, con el único inconveniente de que es cansado. Y cuando has elegido una carrera que te apasiona, ya no es fácil dar saltos profesionales sólo para ganar más dinero.
La misma palabra dinero proviene del ´denario´ romano, al igual que salario procede de la sal, sustancia escasa que desde la edad del hierro se usaba como valor de pago, porque servía tanto para condimentar como para curar heridas y conservar la carne o el pescado. A aquel empresario que creía que el dinero es la lámpara de Aladino, le debía haber repreguntado cuánta sal tenía en su casa. Se hubiese sorprendido, al igual que lo hice yo con pregunta tan absurda, para terminarme respondiendo lo mismo: Suficiente. El dinero debe ser como la sal, o el azúcar… Debes preocuparte si te falta el necesario para vivir, pero obsesionarse con acumular más de la cuenta sólo conduce a la arteriosclerosis o a la diabetes. El dinero es como el tiempo: si no lo pierdes, tienes bastante. Muchos preferimos contar los recuerdos y las gratificaciones que nos aporta nuestro oficio elegido, como si fuera el mejor dinero contante y sonante.
Simbólicas aldeas Potemkin
Existen metáforas ideológicas muy arraigadas que enturbian nuestra convivencia.
Grigori Alexándrovich Potemkin fue un político y mariscal de campo ruso. La emperatriz Catalina II (La Grande) lo eligió como amante y favorito de su corte, nombrándole conde y finalmente príncipe. Destacó por sus victorias administrativas y militares (muriendo en la segunda guerra ruso-turca), construyéndose en su honor un siglo después el “Acorazado Potemkin”, cuyos marinos se amotinaron en 1905, episodio que Sergei M. Eisenstein inmortalizó en su película cumbre de la cinematografía mundial.
Potemkin urdió uno de los engaños más famosos de la historia universal. Mientras Rusia se convertía en una potencia, para que la zarina no viera la miseria en la que vivía el pueblo, cuando viajó en carruaje durante una visita a Crimea en 1787, su ministro le mostró únicamente las tristemente famosas “aldeas Potemkin”, pura fachada de madera y lienzo en una farsa convincente. Había encargado a un ejército de artesanos pintar hermosos e idílicos decorados con casas hermosas y jardines rebosantes de flores delante de los misérrimos poblados para que taparan la indigente penuria en la que vivían los campesinos.
El engaño de las "aldeas felices” ha seguido vigente hasta la actualidad, potenciado por el vasto mundo del poder mediático. El séquito del poder sigue instituyendo frontispicios de engaño con propaganda que embaucan nuestros sentidos y nuestras mentes. No sólo hablamos de pantallas y muros que se erigen por doquier para que nos veamos cómo viven más allá de los barrios elegidos, en Israel o en China, en Europa o en América. Además nos muestran fotos de la “inteligencia militar” con ciudades Potemkin donde los iraquíes supuestamente fabricaban armamento nuclear.
El artificio moderno es más sutil y ha cambiado de protagonistas. Ya no hay que encandilar solamente a un monarca, sino a millones de ciudadanos. Tampoco bastan los espectáculos visuales solamente. Hay que nublar el pensamiento colectivo, con metáforas de aparente simplicidad pero muy elaboradas para mantener el ardid. Son muchas las abstracciones que ya confundimos con cosas reales. Veamos solamente dos, tan trágicas como actuales: el ‘imperio del mal’ o el dinero.
¿Qué pasaría si hubiesen dicho que Estados Unidos fue a la guerra de Vietnam a robar sus mujeres jóvenes más bellas? En realidad, el logro final, y el menos malo, fue el de los matrimonios mixtos de soldados con nativas. Pero para ello se destruyeron millones de vidas y se mantuvo el dolor de varias generaciones de la humanidad entera. Nos contaron que se fue a “combatir al comunismo en una guerra fría”. Hoy nos apuntan que hay que mantener el Primer Mundo contra el Tercer mundo para “luchar contra el terrorismo”. Iconografías, sólo símbolos, que actúan como “aldeas Potemkin”, sin permitirnos ver a la gente de carne y hueso que viven tras esas barreras de “países enemigos”. No es de extrañar en una época donde es más delito quemar una bandera (un trapo a fin de cuentas), que envenenar la tierra de una comunidad con contaminantes inextinguibles.
Junto a las ideologías enfrentadas, otra de las peores falsedades de hipocresía es el dinero. Nos han inculcado que es como el oro. El metal, aparte de su uso odontológico, sólo se almacena en cámaras acorazadas. Obviamente no es ilimitado. Por tanto, se nos dice que “no hay dinero para acabar con el hambre en el mundo”. Esto es tan absurdo como decir que no hay “metros cuadrados para hacer viviendas para todos”. El dinero, en sal o en oro, es un medio de medida que permitió superar el sistema de trueque en el comercio de la antigüedad. El dinero no se manipula como una materia: En cada crisis de recesión mundial el dinero desaparece súbitamente, pero el oro planetario, descubierto o no, siempre es constante salvo transmutaciones. Aportando e intercambiando nuestro esfuerzo podemos conseguir un planeta dichoso.
La riqueza y la felicidad pueden crecer, como el amor, la inteligencia o la justicia. No existe una cantidad fija de modo que si los demás tienen más a nosotros nos queda menos. Con un sistema justo, todos podríamos vivir prósperamente, sin pasar necesidad nadie en ningún lugar. Olvidemos las metáforas limitativas. Creamos más en la pura realidad: el bienestar puede ser mundial, la libertad es compatible con la equidad, los que piensan de modo distinto sienten y necesitan lo mismo que nosotros, todos podemos ser hermanos, el bien no necesita del mal, el derecho se puede imponer con la fuerza de la razón y del corazón,...
Somos como la criatura que cae en su cochecito por las escaleras de Odessa, sin control en medio del aplastamiento popular que narra el Acorazado Potemkin. Necesitamos que todos olvidemos las arcaicas “aldeas Potemkin” de símbolos absurdos para dejar de luchar y vernos cara a cara: el soldado y la madre que pide pan. No son un zarista y una insurgente; son dos personas que comparten la misma desesperación. Entonces, cuando traspasemos el decorado de los emblemas y nos reconozcamos como seres humanos, sólo nos quedará la solución de arreglar conjuntamente nuestros mutuos problemas.
Grigori Alexándrovich Potemkin fue un político y mariscal de campo ruso. La emperatriz Catalina II (La Grande) lo eligió como amante y favorito de su corte, nombrándole conde y finalmente príncipe. Destacó por sus victorias administrativas y militares (muriendo en la segunda guerra ruso-turca), construyéndose en su honor un siglo después el “Acorazado Potemkin”, cuyos marinos se amotinaron en 1905, episodio que Sergei M. Eisenstein inmortalizó en su película cumbre de la cinematografía mundial.
Potemkin urdió uno de los engaños más famosos de la historia universal. Mientras Rusia se convertía en una potencia, para que la zarina no viera la miseria en la que vivía el pueblo, cuando viajó en carruaje durante una visita a Crimea en 1787, su ministro le mostró únicamente las tristemente famosas “aldeas Potemkin”, pura fachada de madera y lienzo en una farsa convincente. Había encargado a un ejército de artesanos pintar hermosos e idílicos decorados con casas hermosas y jardines rebosantes de flores delante de los misérrimos poblados para que taparan la indigente penuria en la que vivían los campesinos.
El engaño de las "aldeas felices” ha seguido vigente hasta la actualidad, potenciado por el vasto mundo del poder mediático. El séquito del poder sigue instituyendo frontispicios de engaño con propaganda que embaucan nuestros sentidos y nuestras mentes. No sólo hablamos de pantallas y muros que se erigen por doquier para que nos veamos cómo viven más allá de los barrios elegidos, en Israel o en China, en Europa o en América. Además nos muestran fotos de la “inteligencia militar” con ciudades Potemkin donde los iraquíes supuestamente fabricaban armamento nuclear.
El artificio moderno es más sutil y ha cambiado de protagonistas. Ya no hay que encandilar solamente a un monarca, sino a millones de ciudadanos. Tampoco bastan los espectáculos visuales solamente. Hay que nublar el pensamiento colectivo, con metáforas de aparente simplicidad pero muy elaboradas para mantener el ardid. Son muchas las abstracciones que ya confundimos con cosas reales. Veamos solamente dos, tan trágicas como actuales: el ‘imperio del mal’ o el dinero.
¿Qué pasaría si hubiesen dicho que Estados Unidos fue a la guerra de Vietnam a robar sus mujeres jóvenes más bellas? En realidad, el logro final, y el menos malo, fue el de los matrimonios mixtos de soldados con nativas. Pero para ello se destruyeron millones de vidas y se mantuvo el dolor de varias generaciones de la humanidad entera. Nos contaron que se fue a “combatir al comunismo en una guerra fría”. Hoy nos apuntan que hay que mantener el Primer Mundo contra el Tercer mundo para “luchar contra el terrorismo”. Iconografías, sólo símbolos, que actúan como “aldeas Potemkin”, sin permitirnos ver a la gente de carne y hueso que viven tras esas barreras de “países enemigos”. No es de extrañar en una época donde es más delito quemar una bandera (un trapo a fin de cuentas), que envenenar la tierra de una comunidad con contaminantes inextinguibles.
Junto a las ideologías enfrentadas, otra de las peores falsedades de hipocresía es el dinero. Nos han inculcado que es como el oro. El metal, aparte de su uso odontológico, sólo se almacena en cámaras acorazadas. Obviamente no es ilimitado. Por tanto, se nos dice que “no hay dinero para acabar con el hambre en el mundo”. Esto es tan absurdo como decir que no hay “metros cuadrados para hacer viviendas para todos”. El dinero, en sal o en oro, es un medio de medida que permitió superar el sistema de trueque en el comercio de la antigüedad. El dinero no se manipula como una materia: En cada crisis de recesión mundial el dinero desaparece súbitamente, pero el oro planetario, descubierto o no, siempre es constante salvo transmutaciones. Aportando e intercambiando nuestro esfuerzo podemos conseguir un planeta dichoso.
La riqueza y la felicidad pueden crecer, como el amor, la inteligencia o la justicia. No existe una cantidad fija de modo que si los demás tienen más a nosotros nos queda menos. Con un sistema justo, todos podríamos vivir prósperamente, sin pasar necesidad nadie en ningún lugar. Olvidemos las metáforas limitativas. Creamos más en la pura realidad: el bienestar puede ser mundial, la libertad es compatible con la equidad, los que piensan de modo distinto sienten y necesitan lo mismo que nosotros, todos podemos ser hermanos, el bien no necesita del mal, el derecho se puede imponer con la fuerza de la razón y del corazón,...
Somos como la criatura que cae en su cochecito por las escaleras de Odessa, sin control en medio del aplastamiento popular que narra el Acorazado Potemkin. Necesitamos que todos olvidemos las arcaicas “aldeas Potemkin” de símbolos absurdos para dejar de luchar y vernos cara a cara: el soldado y la madre que pide pan. No son un zarista y una insurgente; son dos personas que comparten la misma desesperación. Entonces, cuando traspasemos el decorado de los emblemas y nos reconozcamos como seres humanos, sólo nos quedará la solución de arreglar conjuntamente nuestros mutuos problemas.
Cuidado con Privilegios en Compras WLY* PRIVICOMPRAS.ES
Timo habitual de estos sistemas / Common scamming of these systems
Os aparecerá en vuestra tarjeta de crédito COMPRA en WLY* PRIVICOMPRAS.ES y un cargo mensual de 15€ desde Suiza,... Se trata de un "servicio" que "podría retornar dinero" y que se te cuela por diversos canales sin que te des cuenta. En mi caso fue tras una compra en Vueling, donde se indicaba que podría obtener una devolución parcial del importe total.
En definitiva: Un oneroso cargo mensual a cambio de... nada en la inmensa mayoría de las "suscripciones". A nosotros nos han facturado desde noviembre de 2016. En total 45€ (más un euro inicial), pero en Internet se comprueba que este gasto se puede prolongar durante años si no se advierte a tiempo.
En definitiva: Un oneroso cargo mensual a cambio de... nada en la inmensa mayoría de las "suscripciones". A nosotros nos han facturado desde noviembre de 2016. En total 45€ (más un euro inicial), pero en Internet se comprueba que este gasto se puede prolongar durante años si no se advierte a tiempo.
La buena noticia es que si no has usado el servicio, no te han retornado nada, y llamas al 900 87 87 10 te devuelven el dinero por "cortesía comercial". Así fue, en tres días hábiles nos devolvieron los 45€.
Estos servicios de cashback (literalmente, devolución de dinero) serán legales, pero seguramente muchos de sus usuarios y pagadores no son plenamente conscientes de su facturación constante en cuotas mensuales. Quizá haga falta más tiempo para que se asiente esta cultura de devolución, que sólo interesará a compradores de alto rango que sepan exactamente cuándo puede obtenerse algún beneficio.
Post en borrador desde 3-2-2017.
Nota final: Este post ha seguido teniendo vida propia, como es habitual en los blogs. Fue citado y enlazado, aunque señalando que soy abogado, por Genbeta el 6-9-22. También recibí una llamada de Euskadi Irratia y me pidieron unas respuestas grabadas que se emitieron en la mañana del 19-10-22. A pesar de mi advertencia, por el error previo, insistieron en que soy "abogado". En fin,... cosas de los mass media frente a los social media,...
El texto de las tres respuestas se recoge seguidamente en castellano y euskara:
1 Privicompras da cashback zerbitzu tipiko bat, oso arriskutsua. "Dirua bueltatzea" esan nahi du. Legala izan ahal da, baina jende gehienak hanka sartzen du. Nahi barik kontratatzen da, konturatu barik. Eta zure kontura hilabetean 15 € fakturatzen dira. / Privicompras es un típico y peligroso servicio de cashback (literalmente, devolución de dinero) que puede ser legal, pero que induce al error a la inmensa mayoría de sus usuarios y pagadores. Se contrata sin darse cuenta y provoca una facturación constante en cuotas mensuales de 15€.
2 Modu oso tranposoan funtzionatzen du, ia ia ez gara konturatzen kontratatzen dugunean. Adibidez, niri agertu zitzaidan 2016 urtean, Vueling-ekin hegazkin billete bat erosi nahi nuenean. Ematen du ez duzula ezer egin, ez dela ezer gertatu. Ze zuk ez duzu ezer jasotzen, baina hilabetero kobratzen dizute. / Funciona de un modo muy tramposo dado que se contrata casi sin darnos cuenta. Por ejemplo, era una opción que a mí en 2016 me apareció al contratar un billete de Vueling. Aparentemente no pasa nada, porque jamás se logra devolución alguna, pero sí el cobro mensual.
3 Bai, bertan behera utzi ahal da, kantzelatu ahal da. Normalean errekuperatu daitezke azken hilabeteak. Ez baduzu zerbitzua erabili, normalean hori pasatzen dela, telefono bat dago, eta "kortesia komertzialagatik" dirua bueltatzen dizute. 900 87 87 10 da zenbakia. Eta horrela ebitatzen dute engaño horren kontrako salaketak jasotzea. / Sí, se puede cancelar y recuperar las últimas mensualidades. Si no se ha usado el servicio, lo que es habitual, basta llamar al 900 87 87 10 para que te devuelven el dinero por "cortesía comercial". Así evitan denuncias contra esta fórmula de engaño.
El timo del cerrajero
¿Retorna un nuevo siglo de oro de la picaresca española, ahora con el esplendor de nuevos actores venidos de todo el mundo? La pregunta retórica no es ociosa. Hace unos minutos hemos sido víctimas de un timo bastante elaborado, en el que hemos caído porque utiliza una técnica curiosa. Parece que hay otras variantes con nombres parecidos, como este otro timo del cerrajero. En nuestro caso, el sistema ha sido el siguiente, indicando las pistas que nos han hecho confiar o desconfiar. Ha sucedido así...
Poco después de volver a nuestra casa, con un jardín que da a la calle, nos llaman a través de la reja. Eran las 19:30. Un joven, de unos 32 años, vestido normalmente, nos ha interpelado en inglés, pero pronto ha pasado a un castellano muy aceptable aunque con acento extranjero.
+1 La pregunta inicial era inocua y parecía normal, lográndose establecer la comunicación. ¿Dónde vive el presidente de esta urbanización de viviendas de verano, con una baja ocupación en estas fechas de diciembre? Le hemos indicado que no estaba en este mes, y que para qué quería estar con él.
+1 Nos comenta una noticia que sorprende y confunde a la vez. A ver si sabíamos que a mediodía habían robado en tres viviendas de nuestra fase. Una de ellas la suya, rompiendo un cristal y cogiendo las llaves que estaban sobre una mesa mientras hacían compras.
-1 Nos ha desconcertado tanto robo y no haber tenido noticia de ellos, habiendo estado con varios vecinos durante el día.
+1 Prosigue y se complica el enredo. Su mujer tiene miedo y ha insistido en cambiar la cerradura para evitar sorpresas en estos días de vacaciones que están pasando aquí. Hoy es festivo y sólo un cerrajero de urgencia ha aceptado el trabajo, pero les pide 424 euros. Por el cajero automático sólo les da 400 euros y por el momento les ha dejado en la calle hasta que entreguen los 24 euros que faltan. En realidad, así contado parece un engaño, pero el timador lo ha contado de forma tan compleja que hemos sido nosotros quienes hemos concluido que para resolver el caso le hacían falta 24 euros.
-1 ¿Un cerrajero ha venido y les ha cambiado la cerradura, pero no les deja entrar hasta que paguen? Tampoco estaba con el joven nadie más, ni la esposa, ni los hijos, ni en algún coche cercano donde supuestamente le esperasen. Cuando le preguntamos en qué vivienda, ha indicado la 35 que realmente corresponde a una cercana que se alquila.
+1 Le urgía contar con el dinero porque a las 20:00 el cerrajero ya no estaba y tendrían que pasar la noche en la calle.
-1 Podíamos haberle acompañado por la urbanización hasta ver dónde era realmente, pero la noche estaba caída, y si el caso era real el daño para una familia sería grave. Lo que pedía, sin pedirlo en ningún momento, eran "solo" 24 euros y si se trataba de un timo quizá acompañarle podía ser peor.
+1 Se los hemos dado, sabiendo como lo hemos comentado telefónica e inmediatamente con la familia y algunos amigos que era un timo al 90% de posibilidades.
-1 Se ha despedido sin mucha prisa, tras coger el dinero, algo que nos ha extrañado dado que supuestamente había de volver rápidamente adonde el cerrajero. Nos ha dicho que es holandés (algo que también nos ha extrañado dado que, aunque hay muchas nacionalidades entre los vecinos, ninguno es de esta). Nos ha dicho que volvería en media hora tras resolver el caso y que mañana, hacia las 9:30, nos devolvería el dinero.
+1 Francamente, nos ha podido el "espíritu blogger" y le hemos recompensado con 25 euros (no teníamos cambio) por la excelente representación y el cuidado guión de "Francisco" (como nos ha dicho que se llamaba en holandés). ¡Ah, y porque nos proporcionaba el post de hoy (que el apagado mercadillo de los martes no facilitaba)! Más nos engañan otros (bancos y políticos) y con menos arte...
Conclusión para evitar timos: No dar jamás dinero a extraños, socializar el tema de modo que intervengan más personas (que lo pueden ver con más claridad), hacer alguna mención de la policía (como llamarla, algo que ha descartado al decirnos que venía de denunciarlo) y retrasar la toma de decisión, porque a medida que pasa el tiempo el estafador pierde posibilidades.
Todo se hubiera evitado si: a) No se atiende a extraños que llaman a la puerta, como hacemos en la ciudad, o b) se indica que esperara a que llamásemos a otros vecinos para ver qué hacíamos luego entre todos, o c) si se deriva el problema hacia terceras personas (la policía, el vicepresidente,...), o d) se niega la mayor (no tenemos ese dinero en efectivo).
Esta es una estafa diseñada para extranjeros maduros (el coche de alquiler a la puerta parecía indicarlo) y a quienes no moleste desprenderse de 24 €, preparada en inglés aunque con una soltura en castellano que le permitía ejercer a la perfección su papel de "cuentacuentos". Pistas para su localización: Seguramente es un antiguo vendedor de casas, en inglés y castellano, que ha debido cambiar de sector y rebajar sus "comisiones". De dar con él, se le podría rehabilitar en ventas de casi cualquier cosa.
Hay algún otro post nuestro con timadores veraniegos y más fauna humana, además de historias de timos. La foto superior es de otros gatos negros que hemos visto hoy por la zona, y la inferior de la puerta a través de la cual nos han timado (aunque esta noche estaba peor iluminada).
Poco después de volver a nuestra casa, con un jardín que da a la calle, nos llaman a través de la reja. Eran las 19:30. Un joven, de unos 32 años, vestido normalmente, nos ha interpelado en inglés, pero pronto ha pasado a un castellano muy aceptable aunque con acento extranjero.
+1 La pregunta inicial era inocua y parecía normal, lográndose establecer la comunicación. ¿Dónde vive el presidente de esta urbanización de viviendas de verano, con una baja ocupación en estas fechas de diciembre? Le hemos indicado que no estaba en este mes, y que para qué quería estar con él.
+1 Nos comenta una noticia que sorprende y confunde a la vez. A ver si sabíamos que a mediodía habían robado en tres viviendas de nuestra fase. Una de ellas la suya, rompiendo un cristal y cogiendo las llaves que estaban sobre una mesa mientras hacían compras.
-1 Nos ha desconcertado tanto robo y no haber tenido noticia de ellos, habiendo estado con varios vecinos durante el día.
+1 Prosigue y se complica el enredo. Su mujer tiene miedo y ha insistido en cambiar la cerradura para evitar sorpresas en estos días de vacaciones que están pasando aquí. Hoy es festivo y sólo un cerrajero de urgencia ha aceptado el trabajo, pero les pide 424 euros. Por el cajero automático sólo les da 400 euros y por el momento les ha dejado en la calle hasta que entreguen los 24 euros que faltan. En realidad, así contado parece un engaño, pero el timador lo ha contado de forma tan compleja que hemos sido nosotros quienes hemos concluido que para resolver el caso le hacían falta 24 euros.
-1 ¿Un cerrajero ha venido y les ha cambiado la cerradura, pero no les deja entrar hasta que paguen? Tampoco estaba con el joven nadie más, ni la esposa, ni los hijos, ni en algún coche cercano donde supuestamente le esperasen. Cuando le preguntamos en qué vivienda, ha indicado la 35 que realmente corresponde a una cercana que se alquila.
+1 Le urgía contar con el dinero porque a las 20:00 el cerrajero ya no estaba y tendrían que pasar la noche en la calle.
-1 Podíamos haberle acompañado por la urbanización hasta ver dónde era realmente, pero la noche estaba caída, y si el caso era real el daño para una familia sería grave. Lo que pedía, sin pedirlo en ningún momento, eran "solo" 24 euros y si se trataba de un timo quizá acompañarle podía ser peor.
+1 Se los hemos dado, sabiendo como lo hemos comentado telefónica e inmediatamente con la familia y algunos amigos que era un timo al 90% de posibilidades.
-1 Se ha despedido sin mucha prisa, tras coger el dinero, algo que nos ha extrañado dado que supuestamente había de volver rápidamente adonde el cerrajero. Nos ha dicho que es holandés (algo que también nos ha extrañado dado que, aunque hay muchas nacionalidades entre los vecinos, ninguno es de esta). Nos ha dicho que volvería en media hora tras resolver el caso y que mañana, hacia las 9:30, nos devolvería el dinero.
+1 Francamente, nos ha podido el "espíritu blogger" y le hemos recompensado con 25 euros (no teníamos cambio) por la excelente representación y el cuidado guión de "Francisco" (como nos ha dicho que se llamaba en holandés). ¡Ah, y porque nos proporcionaba el post de hoy (que el apagado mercadillo de los martes no facilitaba)! Más nos engañan otros (bancos y políticos) y con menos arte...
Conclusión para evitar timos: No dar jamás dinero a extraños, socializar el tema de modo que intervengan más personas (que lo pueden ver con más claridad), hacer alguna mención de la policía (como llamarla, algo que ha descartado al decirnos que venía de denunciarlo) y retrasar la toma de decisión, porque a medida que pasa el tiempo el estafador pierde posibilidades.
Todo se hubiera evitado si: a) No se atiende a extraños que llaman a la puerta, como hacemos en la ciudad, o b) se indica que esperara a que llamásemos a otros vecinos para ver qué hacíamos luego entre todos, o c) si se deriva el problema hacia terceras personas (la policía, el vicepresidente,...), o d) se niega la mayor (no tenemos ese dinero en efectivo).
Esta es una estafa diseñada para extranjeros maduros (el coche de alquiler a la puerta parecía indicarlo) y a quienes no moleste desprenderse de 24 €, preparada en inglés aunque con una soltura en castellano que le permitía ejercer a la perfección su papel de "cuentacuentos". Pistas para su localización: Seguramente es un antiguo vendedor de casas, en inglés y castellano, que ha debido cambiar de sector y rebajar sus "comisiones". De dar con él, se le podría rehabilitar en ventas de casi cualquier cosa.
Paga con el smartphone: Olvida el dinero en efectivo y las tarjetas
Entre los Objetivos Smart de este año 2022 figura este apartado: Pagar siempre con el smartphone con tecnología NFC, olvidando el dinero en efectivo e, incluso, las tarjetas de crédito que ya no llevamos en la cartera. Este método con móvil supone la muerte del dinero (en metal, papel o plástico) es mucho más sencillo, higiénico, seguro y más cómodo (aunque las mascarillas impiden el reconocimiento facial).
Cada transacción, con geoposicionamiento, cantidad, fecha, hora, comercio,.. se puede repasar (foto) y consultar en la APP Cartera con el historial de operaciones de Apple Pay en el iPhone. Así no hay necesidad de acudir a la APP bancaria (única o no) para revisar el gasto diario, semanal,...
Pagar con Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay, es fácil y más seguro que por cualquier otro método, y sin comisión alguna. Solamente necesitamos un smartphone con Tecnología NFC, instalar un wallet en nuestro teléfono y vincular una tarjeta compatible (casi cualquiera de cualquier entidad). Se usa en prácticamente todos los comercios que dispongan de TPV contactless, es decir, donde antes pagabas aproximando la tarjeta.
La pandemia ha acelerado la implementación de este sistema de pago, muy extendido en Corea, Japón,...
Los datos bancarios de estos monederos virtuales no se comparten con el comercio. Además, utilizan un código token de transacción único que identifica la operación.
Los pagos móviles se efectúan mediante la Tecnología NFC, la misma que usan las tarjetas sin contacto para conectarse con el terminal de pago. Este sistema funciona únicamente en distancias muy cortas, de manera que la transacción solo se completa si la distancia entre el TPV sin contacto y el smartphone es de menos de 15 o 10 centímetros. Su corto alcance es una capa de seguridad extra, ya que impide que nuestro móvil pueda aceptar pagos sin que el TPV esté al lado de nosotros.
Otra medida de seguridad que protege a los consumidores son los sistemas de autenticación que incorporan los wallets, Las compras con Apple Pay se validan mediante un código, la huella dactilar (Touch ID) o el reconocimiento facial (Face ID).
¿Qué ocurre si perdemos o nos roban el móvil? Apple Pay, por ejemplo, se suspende si se pone el dispositivo en modo perdido a través del servicio Buscar mi dispositivo. También se puede borrar el contenido del teléfono de forma remota, incluidas las tarjetas que hubiésemos añadido al wallet. Además, siempre tenemos la opción de contactar con los bancos y solicitar que bloqueen las tarjetas.
El pago con Apple Watch queda programado para el año próximo, en el que Carmen y yo cumpliremos 50 años como pareja.
Salud, dinero y amor,… entre redes y bytes
- El encuentro muy bien dirigido por estos magníficos profesionales como son Mónica Mediavilla, Venan Llona y Txente Boraita.
- La organización de eCivis, perfecta, con intervención inicial de Sonia Prieto.
- Buena y atenta audiencia, exclusivamente femenina, aparte de algunos otros invitados.
- Lo único mejorable es que alguien llegó a la decisión de borrarse de todas las redes sociales, sin advertir que, junto a innegables riesgos, también ofrecen oportunidades de calidad.
Pilares de la Silver Economy en el país europeo con mayor esperanza de vida
El envejecimiento de la población está considerado un signo de progreso económico y social, pero ello lleva implícito una transformación de la sociedad a todos los niveles, que a su vez brinda nuevas oportunidades de inversión.
España, con la mayor esperanza de vida de la Unión Europea, es unos países cuya economía debe hacer un mayor esfuerzo para adaptarse y, al mismo tiempo, beneficiarse de esa tendencia denominada como Silver Economy o Generación de Oro .
La Comisión Europea (CE) define como Silver Economy la parte de la economía que implica a los ciudadanos de más edad, lo que incluye todas las actividades relevantes para este segmento de la población y su impacto en otros muchos sectores, como la salud, el ocio, el bienestar, las finanzas, el transporte o la nutrición.
Un impacto que, según las estimaciones será significativo. No en vano, las previsiones apuntan a que la población de más de 60 años gastará en 2020 alrededor de 15 billones de dólares a nivel global frente a los 8 billones de dólares de 2010. De hecho, el gasto de este segmento de la población aportará alrededor del 55% del crecimiento del consumo en Norte América, Europa Occidental y los países del norte de Asia entre 2015 y 2030. Y también será un importante motor del PIB. Según un estudio publicado por la CE, la generación de oro aportará 6,4 billones de euros al PIB europeo en 2025, es decir, un 32% del mismo.
Según la Comisión Europea, se espera que en 2025 la Silver Economy contribuirá con unos 5,7 billones de euros a la economía europea. En el caso concreto de España, según los datos del INE, actualmente la población mayor de 60 años asciende a 8,9 millones – frente a los 7 millones de comienzos de siglo- y prácticamente se ha duplicado su poder adquisitivo, pasando de una pensión de jubilación media de 539 euros a 1.038 euros. Alrededor de esta generación surge todo un mundo de oportunidades, desde los que invierten su dinero en cuidar su salud, en bienestar o en ocio, hasta las necesidades de dependencia que muchos desarrollarán y que demandan mejores servicios y productos sanitarios.
Según la Comisión Europea, se estima que en 2060 uno de cada tres ciudadanos de Europa tendrá más de 60 años.
La Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pone de manifiesto cómo los jubilados españoles cada vez gastan más en partidas que no son vivienda o alimentación. Por ejemplo, el gasto medio de los jubilados en restauración es de 1.011 euros al año, mientras que los gastos relacionados con la salud ascienden de media a 743 euros.
Este último resulta especialmente llamativo si se tiene en cuenta que, en España, la Seguridad Social cubre la mayor parte de las prestaciones sanitarias y farmacéuticas. Sin embargo, también resalta el potencial que tienen estos sectores como inversión, especialmente a medida que la extensa generación de los baby boomers envejezca y requieran mayores cuidados. Así, tanto la medicina, como otras ramas relacionadas con el tratamiento de patologías (fisioterapia, osteopatía, ortopedia…) y, por supuesto, el sector farmacéutico – con la aparición de nuevas enfermedades y el aumento de pacientes crónicos- son algunos sectores con muy buenas perspectivas.
Estrechamente relacionado con el cuidado personal está el papel de las nuevas tecnologías en la medida que sirven como herramienta para mejorar la calidad de vida. Además de la teleasistencia o la telemedicina, ya existen dispositivos dirigidos a este segmento de la población, por ejemplo, el Internet de las Cosas permite monitorizar la vivienda de una persona que necesite asistencia, o también se utilizan ya las plataformas de estimulación cognitiva. Pero esto es sólo la punta del iceberg y este sector cuenta con gran potencial.
Y no sólo lo relacionado con la salud es un valor al alza. Los baby boomers con un buen poder adquisitivo (esta generación gana de media casi un 50% más que los que tienen entre 25 y 34 años, según los datos del INE) disponen también de otra variable clave: tiempo libre. Al contrario que las generaciones anteriores, actualmente emplean dicho tiempo en ocio, viajes, belleza o -aunque pueda parecer paradójico- en cursos y/o estudios que hasta ahora no habían podido realizar.
"El envejecimiento de las poblaciones es una tendencia irrevocable que influirá en última instancia en todas las facetas de la vida moderna". Las empresas están reconociendo rápidamente que los consumidores mayores son más activos, atrevidos y expertos en tecnología de lo que normalmente se les atribuye. "El desafío para los inversores actualmente es identificar aquellas compañías cuyos productos y servicios están bien situados para crear una conexión significativa con sus clientes de más edad", subraya Dani Saurymper, gestor del fondo AXA WF Framlington Longevity Economy.
1.- Todos tenemos derecho a un envejecimiento digno. Debemos orientar todos los sectores para que no se olviden de los mayores y sus familias. El objetivo es conseguir un envejecimiento saludable, más allá de la capacidad económica y desde la igualdad de oportunidades. Se trata de producir y diseñar productos y servicios customer centric, orientados a ganar dinero y ser rentables desde la idea de superar expectativas del mayor y su familia, y mejorar la calidad de vida de todos ellos. Nuestros mayores precisan de un envejecimiento digno Una de las características del envejecimiento es que "el mayor será mayor mucho tiempo", y es importante la fidelización. Luego será mayor su cuidador, siendo de nuevo importante la fidelización.
2.- Ganar dinero en un mundo mejor. Existe la oportunidad de ganar dinero en un mundo donde se mejora la calidad de vida de las personas mayores, de los más vulnerables y de los que se quieren vivir la vida a sorbos. Hay que contribuir a la duración y calidad de sus años con relaciones de apoyo, mejora de la salud y bienestar, estabilidad financiera y trabajo, en su caso. Antes se aceptaba como algo natural que las personas "mayores" (¡los 70 años!) eran "viejas" y tenían que estar, casi necesariamente, en malas condiciones de salud. Hoy, la vida que nos queda a los 65 años es de algo más de 20 años. De los cuales, una buena mitad se disfruta libre de discapacidades y en buenas condiciones de salud (que son dos condiciones distintas).
3.- No existen viejos ni viejas. En un momento en el que cuidar el lenguaje políticamente correcto es importante, conviene también educar sobre los ciclos de vida y el envejecimiento. Se deben proyectar valores en cada expresión: son viejos los muebles; las personas, mayores. Hay que evitar el negativismo al hablar del mayor y todo lo que suene a negativizar la condición, como anciano, abuelo, decrépito, senil, achacoso, longevo... ¿Lo mejor? Hablar de personas, sin adjetivizar, y usando su nombre en lo posible. La madurez debe ser el "aquí" y "ahora" Hay que repetir hasta el cansancio que la madurez es la plenitud de la vida, en que se ha de disfrutar lo logrado interna y externamente. Si la juventud es la era del "espero que", la madurez debe ser el "aquí y ahora". Disfrutar por disfrutar.
4.- Envejecimiento positivo y activo: todos necesitamos aprovechar el tiempo incierto que nos queda. Hay que dejar de ver el envejecimiento como un problema. Se debería ver el envejecimiento como potencial:
5.- La idea de Amparo. Vivimos en una sociedad que negativiza el envejecimiento, admira y premia la autosuficiencia (la identifica con liderazgo) y la autonomía plena ("hacer lo que te da la gana"). Así, cumplir años, nos hace sentir vulnerables, frágiles incluso si no lo somos. Debemos positivizar que es ético ganar dinero ayudando a las personas cuando lo necesitan, dando calidad y calidez, lo que requiere invertir y rentabilizar los esfuerzos.
6.- Es necesario planificar. Vivir más años exige planificar cómo envejecer. Sin obsesionarse porque el futuro no existe, es incierto, hay que planificar escenarios. La Silver Economy tiene un reto por delante desde el punto de vista de la planificación : oportunidad financiera de gestión del ahorro y la gestión patrimonial inmobiliaria.
7.- Servicios digitales para la Silver Economy. Es necesario (urgencia inaplazable) invertir en I+D+i, en tecnología y servicios digitales para la Silver Economy. La evolución social futura se traduce en: incremento de productividad vía la tecnología. Se deben producir bienes y servicios más baratos para que consumidores empobrecidos en una sociedad dual puedan pagarlos. El Estado no podrá hacer frente a "las personas" necesarias para la ayuda a los mayores en dependencia y fragilidad. Quizás sí a los robots y a las ayudas telemáticas que abaraten la prestación de servicios. Telemática. Domótica. Big Data. Realidades virtuales, realidades reales, digitales. Y físicas. Equilibradas para dar lo mejor a las personas cuando más frágiles son. Personas que cuidan personas con la ayuda de la tecnología. En eso, quizás, se puede resumir la Silver Economy.
La «Silver Economy» representa ya el 25% del PIB europeo y supondrá casi el 38% de los empleos en 2025 La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) define la «Silver Economy» o economía plateada como el conjunto de las oportunidades derivadas del impacto económico y social de las actividades realizadas y demandadas por la población mayor de 55 años. Se trata de un concepto clave si tenemos en cuenta que, actualmente, más de ocho millones y medio de personas mayores de 65 años residen en España.
Iñaki Ortega, autor del libro "La revolución de las canas", hace hincapié en la aparición de una nueva etapa vital entre los 50 y 70 años, que se ha bautizado como la Generación Silver. Este nutrido grupo sénior traerá un cambio radical, porque permitirá que millones de personas de esa edad sigan trabajando, ahorrando, creando y consumiendo. “Lo que hará posible que nazcan nuevas industrias para servirles y nuevos emprendedores, muchos de ellos sénior, que encontrarán oportunidades donde nadie pensó que podía haberlas”, aclara el experto. Y cita ejemplos de estas innovaciones: en finanzas, las rentas vitalicias y las hipotecas inversas, en urbanismo, el Silver Housing y en educación, el lifelong learning, entre otros muchos.
Los límites de las finanzas en el Grupo Vasco del Club de Roma
"Los límites de las finanzas: Su rostro humano" es el título de la ponencia que presentará D. Joan Antoni Melé, prestigioso analista, físico y economista barcelonés, cuya profesión en los últimos 30 años se ha desarrollado dentro de la "Banca Ética Triodos Bank", como Subdirector General para España. Compagina esta actividad con numerosas colaboraciones en cursos y seminarios universitarios o escuelas de negocios, así como con conferencias y charlas sobre temas de economía social, finanzas éticas y humanidades.
Joan Antoni Melé, nacido en Barcelona, ha realizado estudios de Economía y Dirección Financiera y ha asistido a múltiples cursos y seminarios sobre comunicación, relaciones humanas, técnicas directivas, análisis de riesgos bancarios, ... Durante veinticinco años fue director de una Caja de Ahorros en Barcelona, para pasar, en 2006, a la Banca Ética Triodos Bank, actividad que compagina con la colaboración en cursos y seminarios en diversas universidades y escuelas de negocios y con una intensa actividad como conferenciante en foros y charlas sobre temas de economía social, finanzas éticas y humanidades.
Joan Antoni Melé es autor del libro “Dinero y Conciencia. ¿A quién sirve mi dinero?” de Plataforma Editorial y que ha alcanzado ya su 6ª edición, y del blog “Dinero y Conciencia” (www.dineroyconciencia.es). Colabora con diversas entidades no lucrativas, dedicadas a la promoción de la banca ética y a la cooperación al desarrollo en proyectos de Latinoamérica.
Tras su exposición se debatirá sobre el papel de la Universidad en la génesis y difusión del conocimiento ante el Grupo Vasco del Club de Roma el próximo viernes, 18 de mayo de 2012 de 13:30 a 17:30 horas en la Sociedad Bilbaína (calle Navarra, 1, Bilbao, mapa). De su canal en YouTube tomamos y embebemos uno de sus vídeos. La inscripción al debate y comida puede realizarse en la web oficial. Otros posts sobre el Grupo Vasco del Club de Roma. Informaremos del evento, acudiendo y reportando el máximo de información posible, incluida si fuera posible la grabación de la conferencia y el debate posterior a la comida.
Joan Antoni Melé, nacido en Barcelona, ha realizado estudios de Economía y Dirección Financiera y ha asistido a múltiples cursos y seminarios sobre comunicación, relaciones humanas, técnicas directivas, análisis de riesgos bancarios, ... Durante veinticinco años fue director de una Caja de Ahorros en Barcelona, para pasar, en 2006, a la Banca Ética Triodos Bank, actividad que compagina con la colaboración en cursos y seminarios en diversas universidades y escuelas de negocios y con una intensa actividad como conferenciante en foros y charlas sobre temas de economía social, finanzas éticas y humanidades.
Joan Antoni Melé es autor del libro “Dinero y Conciencia. ¿A quién sirve mi dinero?” de Plataforma Editorial y que ha alcanzado ya su 6ª edición, y del blog “Dinero y Conciencia” (www.dineroyconciencia.es). Colabora con diversas entidades no lucrativas, dedicadas a la promoción de la banca ética y a la cooperación al desarrollo en proyectos de Latinoamérica.
Tras su exposición se debatirá sobre el papel de la Universidad en la génesis y difusión del conocimiento ante el Grupo Vasco del Club de Roma el próximo viernes, 18 de mayo de 2012 de 13:30 a 17:30 horas en la Sociedad Bilbaína (calle Navarra, 1, Bilbao, mapa). De su canal en YouTube tomamos y embebemos uno de sus vídeos.
[Post reubicado junto a su crónica con imágenes y fotografías. ]
Animando a aprender con Quora en español
Ya en 2013 animamos a usar Quora, entonces sólo en inglés, fundada por Adam D'Angelo en 2010. Pero ahora que el desarrollo de Quora en español (es.quora.com) es espectacular (y único segunda idioma que llegó en 2016) os recomendamos involucraros en la gran web de las grandes preguntas.
Lo mejor para mostrar su interés es una reciente y profunda cuestión que elegimos e incorporamos para vuestro aprendizaje. ¿Cuáles son algunos buenos hábitos de gente muy rica? Y una respuesta que hemos valorado muy positivamente.
Lo mejor para mostrar su interés es una reciente y profunda cuestión que elegimos e incorporamos para vuestro aprendizaje. ¿Cuáles son algunos buenos hábitos de gente muy rica? Y una respuesta que hemos valorado muy positivamente.
Gerardo Ortega, +5 años involucrado en Tecnología, Start-ups e Inversión
Actualizado viernes · 19 votos positivos de Mikel Agirregabiria, Danny Nancay, Ril Rodas, Jorge Chuy, (más)
A pesar que no soy muy rico (por ahora), trataré de profundizar en mi respuesta, ya que a mi parecer los hábitos de algunas personas destacadas quienes entran en la categoría de muy rica, nos pueden ayudar a todos a llevar una vida mejor, y porque no? A convertirnos en muy ricos algún día.
Mi lista se basa en un grupo limitado de gente muy rica a quienes estudio y leo.
- A la gente muy rica le encanta leer. Por ejemplo, Bill Gates lee al menos un libro a la semana[1], Warren Buffett invierte alrededor del 80% de su día leyendo [2], cuando le preguntaron a Elon Musk cómo aprendió sobre cohetes espaciales, respondió: ¨leo [muchos] libros¨ [3]. Mark Zuckerberg lee un libro cada dos semanas[4], y la lista es extensa.
- La gente muy rica planifica. Después de todo, el dinero no puede comprar tiempo extra, así que no tienen tiempo para perder. Es usual que lleven un control de sus actividades, además tienen calendarizados los eventos importantes y se plantean metas a corto, mediano y largo plazo.
- …escucha audiolibros. Siguiendo con el hecho que valoran enormemente su tiempo, aprovechan actividades triviales como conducir o viajar por avión para escuchar audiolibros de su interés.
- …se levanta temprano. Éste quizá sea menos popular, pero es un común denominador en muchas personas exitosas y adineradas. Muchos de ellos se levantan de 2 a 3 horas más temprano de lo normal, y es tiempo que dedican a reflexionar, leer, tomar decisiones sobre lo que harán en el día o ejercitarse.
- …ven poco o nada de televisión. Algo que tienen en común es lo productivo que hacen del día, y en lugar de invertirlo viendo televisión lo usan para cosas más importantes como leer o meditar.
- …llevan una vida saludable. Steve Jobs dijo: “No importa ser el hombre más rico en el cementerio…” Y tenia toda la razón, por eso la gente muy rica lleva una vida saludable, hacen ejercicio regularmente, etc… para continuar haciendo cosas geniales.
Ahora me voy a centrar en los hábitos de mi grupo de gente muy rica favorito: inversionistas.
- Piensan a largo plazo y entienden el poder del interés o capitalización compuesta. Si estudias cerca la vida de Warren Buffett o Charlie Munger, verás que no hicieron sus “billones” de la noche a la mañana. Todo fue parte de un largo proceso, y en el centro de eso eso proceso está el interés compuesto. Albert Einstein dijo [5]“el interés compuesto es la octava maravilla del mundo, quien lo entiende, lo gana… y quien no… lo paga”. Y no es para menos, a cómo explicaba en mi respuesta a ¿En qué invertir 100 dólares?, el interés compuesto es el secreto que puede convertir cientos en miles, y porque no? millones a largo plazo.
- Aprenden a vivir por debajo de sus posibilidades. Después de todo, ya no trabajan por dinero, sino que ponen el dinero a trabajar por ellos. Así que imagina que malgastarán $100,000. En base al punto anterior, esa cantidad bien invertida podría convertirse en decenas de millones en algunos años. Esto a su vez reforzado por su pensamiento a largo plazo, les ayuda a medir y controlar sus gastos, por pequeños que sean o parezcan. Imagina que ahora obtienes un plan telefónico por $100 mensuales; aunque en principio no parece mucho, equivale a $12,100 en 10 años (y eso que sin invertirlos, si los inviertes a una tasa de 9.8% de retorno anual obtendrías unos $20,682). Con eso puedes comprar tu libertad financiera por más de un año. La gente muy rica, ahorra, invierte y reinvierte.
Construyendo una "nueva normalidad" más humana
La cuarentena nos ha obligado a revisar nuestro modo de vida. Y hemos descubierto mejores formas de convivir. Ahora se está reabriendo nuestro entorno, las limitaciones se están levantando. Algunas personas comenzamos a sentir que podemos vislumbrar una "nueva normalidad" más justa, más solidaria y más sostenible. Apostatamos de la "vieja normalidad", tras analizarla y ver sus contradicciones. Ya nunca volveremos hacia atrás. La pandemia nos ha cambiado.
Tantas muertes y tantas secuelas provocadas con el COVID-19, en lo sanitario, lo laboral y lo social, no han podido ser en vano. El confinamiento nos ha descubierto lo que es ESENCIAL y merece la pena preservar. También ha detectado lo superfluo, lo injusto, lo absurdo de muchos de nuestros comportamientos previos. Tras habernos cuestionado los fundamentos mismos de lo que era "normal", que aceptábamos sin pensar, llega el momento de elegir nuevas vías para un futuro mejor.
Hemos reflexionado sobre aquellos tesoros necesarios que hacían privilegiados, sin advertirlo ni valorarlo, como la salud, el mismo trabajo, la movilidad, los abrazos, los encuentros y las reuniones cara a cara,... Han emergido, de igual modo, los banales excesos de la prisa, de huir de lo cercano, de optar por lo remoto,...
Ha llegado el tiempo de establecer y seguir a rajatabla nuevos hábitos y nuevos estilos de vida.
1) Reducción del consumismo. Esta fue, con mucho, la respuesta más popular. Muchos me dijeron que quieren gastar menos dinero comprando nuevos bienes materiales como artilugios y ropa. Un largo período de estar encerrado y no gastar tanto ha llevado a la comprensión de que gran parte de nuestro comportamiento del consumidor se trata de gratificación instantánea, no de felicidad duradera. Varias personas también notaron que planean comer con menos frecuencia en los restaurantes. Comer durante el encierro les ha permitido ahorrar dinero, y algunos han descubierto el gusto por las comidas caseras. Algunos dijeron que buscarán "reparar y arreglar" más a menudo. En situaciones en las que eso no es posible y tendrán que comprar algo nuevo, los encuestados me dijeron que quieren tener más en cuenta dónde gastan su dinero. "Creo que estaré más inclinado a dirigir mi consumo hacia las pequeñas empresas locales", dijo Nora Zeid, una ilustradora y diseñadora de 23 años en los Emiratos Árabes Unidos. "Me rompe el corazón cuánto han sufrido últimamente y cómo, a diferencia de las grandes corporaciones, tienen menos probabilidades de sobrevivir".
2) Disminuir la velocidad y estresarnos menos. Estar atrapados en nuestras casas nos ha hecho darnos cuenta de que hemos pasado años corriendo por la vida, presionándonos para obtener los trabajos "correctos" y asistir a los eventos "correctos", incluso si toda esa persecución de estado nos estaba haciendo sentir miserables. “La cuarentena me ha obligado a reducir la velocidad en formas que no lo he hecho desde que era un niño. Desde la escuela secundaria y la universidad, hasta mis 20 años y un programa de maestría, he estado en constante movimiento durante la mitad de mi vida. Siempre dije que me gustaba estar ocupado, pero los últimos dos meses de desaceleración forzada realmente me han llamado a pensar en cómo quiero que sea mi vida en el futuro ", dijo un lector de Vox en los Estados Unidos que prefirió permanecer en el anonimato. "Estoy tratando de descubrir cómo sería construir intencionalmente un espacio en mi vida para respirar, reflexionar y centrarme en los aspectos más importantes de la vida: las personas que te rodean que hacen que todo valga la pena". Algunos encuestados más jóvenes me dijeron que quieren ejercer menos presión profesional sobre ellos mismos porque ahora se dan cuenta de que el trabajo no es lo más importante en la vida. Un par de adultos mayores me dijeron que habían estado considerando retirarse antes de que Covid-19 apareciera; la pandemia los empujó a hacerlo finalmente. E incluso para algunos que ya estaban retirados, el ritmo de vida más lento creado por el bloqueo ha sido un alivio. Después de la pandemia, el objetivo será "no llenar cada momento de vigilia con un compromiso de algún tipo", dijo Patricia Murray, quien vive en Savannah, Georgia. “Incluso las personas jubiladas, como yo, necesitan tiempo libre. Parece que trabajo tanto como voluntario como en trabajos remunerados; desacelerar es el mayor cambio que he hecho y se siente bien”. Una vez más, vale la pena señalar que la capacidad de reducir la velocidad conlleva una gran cantidad de privilegios. Millones que han sido expulsados de la fuerza laboral desearían poder trabajar más, no menos. Y algunas personas mayores e inmunocomprometidas han tenido que volver a trabajar, incluso si aún no se sienten seguras, porque necesitan los ingresos y el seguro de salud proporcionado por el empleador.
3) Priorizar familiares y amigos. Cuando las fichas están bajas, ves quién realmente aparece por ti. Varias personas me dijeron que han llegado a apreciar a los miembros de la familia y amigos que han estado allí para ellos durante este momento difícil, y que mucho después de que el coronavirus muera, es en este grupo en el que quieren volver a aumentar su inversión. "La cuarentena ha reforzado la necesidad de decirle a la gente cómo te sientes acerca de ellos", dijo Andrew Goldberg, un recién graduado de la Universidad de Syracuse. “Con el distanciamiento social y las órdenes de quedarse en casa, es más fácil que nunca sentirse aislado del mundo. Pero a medida que los días se convierten en semanas, he decidido que la única forma en que podré mantener mi ánimo en alto es asegurándome de que las personas que me importan sepan exactamente cómo me siento acerca de ellos ”. Otros enfatizaron que la naturaleza extraña y sin precedentes de esta pandemia global les ha permitido llegar a personas con las que no han hablado en años. De repente, se han encontrado en Zoom con familiares separados o antiguos compañeros de cuarto de la universidad al otro lado del mundo. "He hablado más con mis sobrinos mayores en las últimas semanas de lo que he hablado con ellos en años", dijo Nancy Skinner Ringier, una patóloga retirada del habla y el lenguaje, y agregó que ahora comparten recetas y chistes.
4) Acción ética y activismo en nuestro mundo altamente interconectado. Este fue quizás el conjunto de respuestas más alentador: la gente me dijo que la crisis mundial de salud les mostró cuán interconectados estamos todos y que quieren seguir haciendo más por los demás después de que termine la pandemia. Están donando más a causas benéficas, esforzándose más por reducir su huella de carbono y participando en más activismo político. "Me gustaría mantener mi hogar como sede de las tres coaliciones de ayuda mutua del condado con las que estoy afiliado", dijo Erin Brown, del condado de Tazewell, Illinois. “Actualmente tengo donaciones almacenadas aquí que voluntarios de entrega y personas necesitadas vienen a recoger. Mi teléfono fijo, que es parte de mi paquete de Internet, nunca se usó antes, pero ahora es un número de contacto de ayuda mutua. Estoy en una buena ubicación, cerca de los tres condados, y sospecho que la ayuda mutua será vital por algún tiempo ”. Las protestas contra la brutalidad policial también han impulsado a millones a luchar por la justicia racial. “Durante mucho tiempo, no me mantuve al día con las noticias actuales. No es difícil ver por qué: nuestro mundo es una mierda y mi salud mental es lo suficientemente mala como es ", dijo Adrian DeRoy, un lector de 27 años en los Estados Unidos. "Pero la comunidad negra que se alzó una vez más para enfrentar sus desafíos me hizo mirar, y al ver el mundo lenta pero seguramente comenzar a caer al paso de las protestas aquí, las voces gritando como una sola ... me da una pequeña apariencia de esperanza. Espero que podamos superar todo esto y salir mejor que antes ”.
5) Hacer ejercicio diariamente. Esta fue otra respuesta muy común. Muchas personas que anteriormente no estaban en buena forma física han comenzado a correr, hacer yoga y otras actividades como una forma de lidiar con el bloqueo. Y se asombraron de cuánto ejercicio diario puede mejorar la vida. “Desesperado por cualquier excusa para salir de la casa, finalmente he podido mantener una rutina diaria de ejercicio. ¡Es increíble la diferencia que hace un trote corto cada mañana! Katie Reynolds, me lo contó. “Mi sueño es mejor, mi cerebro se siente más claro, mi estado de ánimo mejora y se siente más fácil mantener otros buenos hábitos. Definitivamente mantendré este hábito, al menos hasta que haya hielo en el suelo nuevamente ".
6) Horneado, cocina vegetariana y cultivo de hierbas. Sí, la obsesión de la masa madre es real. Varias personas me escribieron en términos brillantes sobre sus entrantes. “Creo que mantendré mi masa madre de arranque. Es como otra mascota de la familia en este momento ", dijo Matthew Schreiber, que vive en Nueva Orleans. Además de hornear pan, las personas también mencionaron que planean seguir fermentando cosas como el chucrut y, en general, cocinar más de sus propias comidas para poder comer menos alimentos procesados. Específicamente, las personas quieren cocinar más comidas vegetarianas y no comer carne. El impulso parece provenir no solo del hecho de que hay escasez de carne en algunas tiendas de comestibles de EE. UU., Sino también del conocimiento de que un mercado de animales vivos en China puede haber dado lugar al coronavirus y que las fábricas gigantes que abastecen El 99 por ciento de la carne de Estados Unidos también es un riesgo de pandemia . Muchos también me dijeron que les gusta cultivar hierbas como la menta y el cilantro en sus patios, o cultivar vegetales como el apio y la cebolleta en pequeños vasos en los alféizares de sus ventanas. No es realmente sorprendente que la crisis del coronavirus haya provocado esta reacción. Es una reminiscencia de la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuando los estadounidenses cultivaban sus propias frutas y verduras en los "jardines de la victoria". El impulso de volver a la naturaleza ofrece comodidad psicológica en un momento de gran incertidumbre, así como una protección práctica contra los problemas de la cadena de suministro: si las tiendas se quedan sin alimentos, ¡al menos tendremos nuestras verduras!
7) Pasar más tiempo en la naturaleza. Salir al aire libre ha sido, para muchos de nosotros, una forma crucial de mantener nuestra cordura durante el cierre. En particular, los padres han querido darles a sus hijos encerrados la oportunidad de correr y liberar algo de energía (que, francamente, es probablemente tan crucial para la salud mental de los padres como para los niños). “He desarrollado una rutina matutina que implica 'escuchar en silencio' en el porche con los niños. Es una excelente manera de comenzar la calma con mis pequeños salvajes ”, dijo Sharon Lapin, una pintora en Atlanta. Otros simplemente están disfrutando la oportunidad de reconectarse con el mundo natural. Sus ritmos y resistencia pueden ayudar a calmar nuestras mentes ansiosas. "Quiero quedarme en esta zona menos distraída y disfrutar el tiempo que tengo con mi esposo aprovechando el mundo natural (senderismo, kayak) y haciendo viajes en nuestra caravana", dijo Camille Costa Nerney del norte del estado de Nueva York.
8) Trabajar desde casa, si es posible. Los bloqueos en todo el mundo llevaron a millones de personas a trabajar repentinamente desde casa, ¿y adivina qué? Resulta que podemos hacer muchos trabajos tan bien en la comodidad de nuestros hogares (y pantalones deportivos) como en nuestras oficinas. Por supuesto, para muchas personas, esto no es una opción. Es un privilegio poder trabajar desde casa. Dicho esto, el mito de que el trabajo remoto no es tan práctico como un trabajo de oficina de 9 a 5 ha demostrado ser solo eso: un mito. Algunos están descubriendo que trabajar desde casa en realidad ofrece beneficios únicos. “Soy psicólogo consejero y he estado haciendo trabajo con clientes de forma remota. ¡Creo que lo seguiré haciendo de forma remota! Es bastante conveniente ”, dijo Raphael Doval-Santos. "Mi práctica también se vuelve más global, y mis nuevos clientes ya no están solo dentro de mi ciudad". Varios encuestados dijeron que les encanta ya no tener que viajar al trabajo. Significa que no hay contaminación, más horas de sueño y menos estrés. “En realidad me gusta esto ahora; es mejor así ", dijo Hermee Sorneo, una líder de equipo de servicio al cliente de 36 años de una empresa de gestión de datos en Filipinas. "Hay muchos beneficios en trabajar desde casa, y creo que el mundo debería hacerlo voluntariamente, con o sin pandemia, al menos una vez cada 10 años durante al menos tres meses".
El punto "con o sin pandemia" plantea una pregunta clave. Muchos de nosotros decimos que queremos mantener nuestros nuevos hábitos en un mundo postpandémico, pero ¿lo haremos realmente? Como cualquiera que haya intentado una resolución de Año Nuevo sabe, mantener nuevos hábitos es difícil. Pero los psicólogos que se especializan en el cambio de comportamiento dicen que hay cosas que puede hacer ahora para que sea más probable que tenga éxito en el futuro. Por ejemplo, puede mejorar su entorno, ya sea estableciendo una donación mensual recurrente automáticamente o colocando zapatillas para correr junto a su cama para empujarlo a correr esa mañana. También es bueno recompensarte cada vez que te involucras en el comportamiento objetivo, pero conviértelo en una recompensa intrínseca, no extrínseca. Entonces, en lugar de buscar un batido después de cada carrera, haz una pausa para saborear la energía y la fuerza extra que sientes. Finalmente, es importante tener en cuenta que si no se sale de esta pandemia con nuevos hábitos, eso está absolutamente bien. A veces sobrevivir es un logro en sí mismo. “Con mi cuarentena, surgieron buenos hábitos. Pero quiero que otros sepan que está bien si salió bien, mal o nada de esta cuarentena”, dijo Farishta Saifi, una asistente de salud en el hogar de 23 años. "El mundo es un lugar aterrador en este momento, y solo vivir un día más es lo suficientemente excelente".
Tantas muertes y tantas secuelas provocadas con el COVID-19, en lo sanitario, lo laboral y lo social, no han podido ser en vano. El confinamiento nos ha descubierto lo que es ESENCIAL y merece la pena preservar. También ha detectado lo superfluo, lo injusto, lo absurdo de muchos de nuestros comportamientos previos. Tras habernos cuestionado los fundamentos mismos de lo que era "normal", que aceptábamos sin pensar, llega el momento de elegir nuevas vías para un futuro mejor.
Hemos reflexionado sobre aquellos tesoros necesarios que hacían privilegiados, sin advertirlo ni valorarlo, como la salud, el mismo trabajo, la movilidad, los abrazos, los encuentros y las reuniones cara a cara,... Han emergido, de igual modo, los banales excesos de la prisa, de huir de lo cercano, de optar por lo remoto,...
Ha llegado el tiempo de establecer y seguir a rajatabla nuevos hábitos y nuevos estilos de vida.
1) Reducción del consumismo. Esta fue, con mucho, la respuesta más popular. Muchos me dijeron que quieren gastar menos dinero comprando nuevos bienes materiales como artilugios y ropa. Un largo período de estar encerrado y no gastar tanto ha llevado a la comprensión de que gran parte de nuestro comportamiento del consumidor se trata de gratificación instantánea, no de felicidad duradera. Varias personas también notaron que planean comer con menos frecuencia en los restaurantes. Comer durante el encierro les ha permitido ahorrar dinero, y algunos han descubierto el gusto por las comidas caseras. Algunos dijeron que buscarán "reparar y arreglar" más a menudo. En situaciones en las que eso no es posible y tendrán que comprar algo nuevo, los encuestados me dijeron que quieren tener más en cuenta dónde gastan su dinero. "Creo que estaré más inclinado a dirigir mi consumo hacia las pequeñas empresas locales", dijo Nora Zeid, una ilustradora y diseñadora de 23 años en los Emiratos Árabes Unidos. "Me rompe el corazón cuánto han sufrido últimamente y cómo, a diferencia de las grandes corporaciones, tienen menos probabilidades de sobrevivir".
2) Disminuir la velocidad y estresarnos menos. Estar atrapados en nuestras casas nos ha hecho darnos cuenta de que hemos pasado años corriendo por la vida, presionándonos para obtener los trabajos "correctos" y asistir a los eventos "correctos", incluso si toda esa persecución de estado nos estaba haciendo sentir miserables. “La cuarentena me ha obligado a reducir la velocidad en formas que no lo he hecho desde que era un niño. Desde la escuela secundaria y la universidad, hasta mis 20 años y un programa de maestría, he estado en constante movimiento durante la mitad de mi vida. Siempre dije que me gustaba estar ocupado, pero los últimos dos meses de desaceleración forzada realmente me han llamado a pensar en cómo quiero que sea mi vida en el futuro ", dijo un lector de Vox en los Estados Unidos que prefirió permanecer en el anonimato. "Estoy tratando de descubrir cómo sería construir intencionalmente un espacio en mi vida para respirar, reflexionar y centrarme en los aspectos más importantes de la vida: las personas que te rodean que hacen que todo valga la pena". Algunos encuestados más jóvenes me dijeron que quieren ejercer menos presión profesional sobre ellos mismos porque ahora se dan cuenta de que el trabajo no es lo más importante en la vida. Un par de adultos mayores me dijeron que habían estado considerando retirarse antes de que Covid-19 apareciera; la pandemia los empujó a hacerlo finalmente. E incluso para algunos que ya estaban retirados, el ritmo de vida más lento creado por el bloqueo ha sido un alivio. Después de la pandemia, el objetivo será "no llenar cada momento de vigilia con un compromiso de algún tipo", dijo Patricia Murray, quien vive en Savannah, Georgia. “Incluso las personas jubiladas, como yo, necesitan tiempo libre. Parece que trabajo tanto como voluntario como en trabajos remunerados; desacelerar es el mayor cambio que he hecho y se siente bien”. Una vez más, vale la pena señalar que la capacidad de reducir la velocidad conlleva una gran cantidad de privilegios. Millones que han sido expulsados de la fuerza laboral desearían poder trabajar más, no menos. Y algunas personas mayores e inmunocomprometidas han tenido que volver a trabajar, incluso si aún no se sienten seguras, porque necesitan los ingresos y el seguro de salud proporcionado por el empleador.
3) Priorizar familiares y amigos. Cuando las fichas están bajas, ves quién realmente aparece por ti. Varias personas me dijeron que han llegado a apreciar a los miembros de la familia y amigos que han estado allí para ellos durante este momento difícil, y que mucho después de que el coronavirus muera, es en este grupo en el que quieren volver a aumentar su inversión. "La cuarentena ha reforzado la necesidad de decirle a la gente cómo te sientes acerca de ellos", dijo Andrew Goldberg, un recién graduado de la Universidad de Syracuse. “Con el distanciamiento social y las órdenes de quedarse en casa, es más fácil que nunca sentirse aislado del mundo. Pero a medida que los días se convierten en semanas, he decidido que la única forma en que podré mantener mi ánimo en alto es asegurándome de que las personas que me importan sepan exactamente cómo me siento acerca de ellos ”. Otros enfatizaron que la naturaleza extraña y sin precedentes de esta pandemia global les ha permitido llegar a personas con las que no han hablado en años. De repente, se han encontrado en Zoom con familiares separados o antiguos compañeros de cuarto de la universidad al otro lado del mundo. "He hablado más con mis sobrinos mayores en las últimas semanas de lo que he hablado con ellos en años", dijo Nancy Skinner Ringier, una patóloga retirada del habla y el lenguaje, y agregó que ahora comparten recetas y chistes.
4) Acción ética y activismo en nuestro mundo altamente interconectado. Este fue quizás el conjunto de respuestas más alentador: la gente me dijo que la crisis mundial de salud les mostró cuán interconectados estamos todos y que quieren seguir haciendo más por los demás después de que termine la pandemia. Están donando más a causas benéficas, esforzándose más por reducir su huella de carbono y participando en más activismo político. "Me gustaría mantener mi hogar como sede de las tres coaliciones de ayuda mutua del condado con las que estoy afiliado", dijo Erin Brown, del condado de Tazewell, Illinois. “Actualmente tengo donaciones almacenadas aquí que voluntarios de entrega y personas necesitadas vienen a recoger. Mi teléfono fijo, que es parte de mi paquete de Internet, nunca se usó antes, pero ahora es un número de contacto de ayuda mutua. Estoy en una buena ubicación, cerca de los tres condados, y sospecho que la ayuda mutua será vital por algún tiempo ”. Las protestas contra la brutalidad policial también han impulsado a millones a luchar por la justicia racial. “Durante mucho tiempo, no me mantuve al día con las noticias actuales. No es difícil ver por qué: nuestro mundo es una mierda y mi salud mental es lo suficientemente mala como es ", dijo Adrian DeRoy, un lector de 27 años en los Estados Unidos. "Pero la comunidad negra que se alzó una vez más para enfrentar sus desafíos me hizo mirar, y al ver el mundo lenta pero seguramente comenzar a caer al paso de las protestas aquí, las voces gritando como una sola ... me da una pequeña apariencia de esperanza. Espero que podamos superar todo esto y salir mejor que antes ”.
5) Hacer ejercicio diariamente. Esta fue otra respuesta muy común. Muchas personas que anteriormente no estaban en buena forma física han comenzado a correr, hacer yoga y otras actividades como una forma de lidiar con el bloqueo. Y se asombraron de cuánto ejercicio diario puede mejorar la vida. “Desesperado por cualquier excusa para salir de la casa, finalmente he podido mantener una rutina diaria de ejercicio. ¡Es increíble la diferencia que hace un trote corto cada mañana! Katie Reynolds, me lo contó. “Mi sueño es mejor, mi cerebro se siente más claro, mi estado de ánimo mejora y se siente más fácil mantener otros buenos hábitos. Definitivamente mantendré este hábito, al menos hasta que haya hielo en el suelo nuevamente ".
6) Horneado, cocina vegetariana y cultivo de hierbas. Sí, la obsesión de la masa madre es real. Varias personas me escribieron en términos brillantes sobre sus entrantes. “Creo que mantendré mi masa madre de arranque. Es como otra mascota de la familia en este momento ", dijo Matthew Schreiber, que vive en Nueva Orleans. Además de hornear pan, las personas también mencionaron que planean seguir fermentando cosas como el chucrut y, en general, cocinar más de sus propias comidas para poder comer menos alimentos procesados. Específicamente, las personas quieren cocinar más comidas vegetarianas y no comer carne. El impulso parece provenir no solo del hecho de que hay escasez de carne en algunas tiendas de comestibles de EE. UU., Sino también del conocimiento de que un mercado de animales vivos en China puede haber dado lugar al coronavirus y que las fábricas gigantes que abastecen El 99 por ciento de la carne de Estados Unidos también es un riesgo de pandemia . Muchos también me dijeron que les gusta cultivar hierbas como la menta y el cilantro en sus patios, o cultivar vegetales como el apio y la cebolleta en pequeños vasos en los alféizares de sus ventanas. No es realmente sorprendente que la crisis del coronavirus haya provocado esta reacción. Es una reminiscencia de la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuando los estadounidenses cultivaban sus propias frutas y verduras en los "jardines de la victoria". El impulso de volver a la naturaleza ofrece comodidad psicológica en un momento de gran incertidumbre, así como una protección práctica contra los problemas de la cadena de suministro: si las tiendas se quedan sin alimentos, ¡al menos tendremos nuestras verduras!
7) Pasar más tiempo en la naturaleza. Salir al aire libre ha sido, para muchos de nosotros, una forma crucial de mantener nuestra cordura durante el cierre. En particular, los padres han querido darles a sus hijos encerrados la oportunidad de correr y liberar algo de energía (que, francamente, es probablemente tan crucial para la salud mental de los padres como para los niños). “He desarrollado una rutina matutina que implica 'escuchar en silencio' en el porche con los niños. Es una excelente manera de comenzar la calma con mis pequeños salvajes ”, dijo Sharon Lapin, una pintora en Atlanta. Otros simplemente están disfrutando la oportunidad de reconectarse con el mundo natural. Sus ritmos y resistencia pueden ayudar a calmar nuestras mentes ansiosas. "Quiero quedarme en esta zona menos distraída y disfrutar el tiempo que tengo con mi esposo aprovechando el mundo natural (senderismo, kayak) y haciendo viajes en nuestra caravana", dijo Camille Costa Nerney del norte del estado de Nueva York.
8) Trabajar desde casa, si es posible. Los bloqueos en todo el mundo llevaron a millones de personas a trabajar repentinamente desde casa, ¿y adivina qué? Resulta que podemos hacer muchos trabajos tan bien en la comodidad de nuestros hogares (y pantalones deportivos) como en nuestras oficinas. Por supuesto, para muchas personas, esto no es una opción. Es un privilegio poder trabajar desde casa. Dicho esto, el mito de que el trabajo remoto no es tan práctico como un trabajo de oficina de 9 a 5 ha demostrado ser solo eso: un mito. Algunos están descubriendo que trabajar desde casa en realidad ofrece beneficios únicos. “Soy psicólogo consejero y he estado haciendo trabajo con clientes de forma remota. ¡Creo que lo seguiré haciendo de forma remota! Es bastante conveniente ”, dijo Raphael Doval-Santos. "Mi práctica también se vuelve más global, y mis nuevos clientes ya no están solo dentro de mi ciudad". Varios encuestados dijeron que les encanta ya no tener que viajar al trabajo. Significa que no hay contaminación, más horas de sueño y menos estrés. “En realidad me gusta esto ahora; es mejor así ", dijo Hermee Sorneo, una líder de equipo de servicio al cliente de 36 años de una empresa de gestión de datos en Filipinas. "Hay muchos beneficios en trabajar desde casa, y creo que el mundo debería hacerlo voluntariamente, con o sin pandemia, al menos una vez cada 10 años durante al menos tres meses".
El punto "con o sin pandemia" plantea una pregunta clave. Muchos de nosotros decimos que queremos mantener nuestros nuevos hábitos en un mundo postpandémico, pero ¿lo haremos realmente? Como cualquiera que haya intentado una resolución de Año Nuevo sabe, mantener nuevos hábitos es difícil. Pero los psicólogos que se especializan en el cambio de comportamiento dicen que hay cosas que puede hacer ahora para que sea más probable que tenga éxito en el futuro. Por ejemplo, puede mejorar su entorno, ya sea estableciendo una donación mensual recurrente automáticamente o colocando zapatillas para correr junto a su cama para empujarlo a correr esa mañana. También es bueno recompensarte cada vez que te involucras en el comportamiento objetivo, pero conviértelo en una recompensa intrínseca, no extrínseca. Entonces, en lugar de buscar un batido después de cada carrera, haz una pausa para saborear la energía y la fuerza extra que sientes. Finalmente, es importante tener en cuenta que si no se sale de esta pandemia con nuevos hábitos, eso está absolutamente bien. A veces sobrevivir es un logro en sí mismo. “Con mi cuarentena, surgieron buenos hábitos. Pero quiero que otros sepan que está bien si salió bien, mal o nada de esta cuarentena”, dijo Farishta Saifi, una asistente de salud en el hogar de 23 años. "El mundo es un lugar aterrador en este momento, y solo vivir un día más es lo suficientemente excelente".
Juega a Euromillones… esta semana
Quienes venimos predicando que las loterías son un impuesto a quienes no saben matemáticas, esta semana cambiamos el discurso.
En todas las fórmulas de sorteos, quinielas y demás loterías lo habitual es que sólo un porcentaje se dedique a premios, destinándose el resto a cubrir los gastos y a impuestos. Por tanto, la mejor opción que asegura el “dinero atrás” es NO jugar y recibir el premio colectivo de lo cubierto con dichos impuestos, aportado por la gente más modesta y desinformada que gasta su escaso dinero en hacer un nuevo rico y pagar un tributo más.
No es preciso saber estadística para conocer que por el importe de cualquier boleto nos ofrecen una probabilidad que es menor en dinero. Por ejemplo, Euromillones destina a premios sólo el 50% de la recaudación, por que por los 2 euros apenas nos dan una probabilidad media de 1 euro,… en general.
Este viernes se producirá una situación inhabitual y favorable a los jugadores. El sistema de “bote acumulado” del primer premio, no acertado en las últimas semanas, ha dado como resultado que un único acertante recibiría unos 180 millones de euros (unos 30.000 millones de pesetas). Dado que la probabilidad de acertar una combinación de cinco números del 1 al 50 y dos estrellas del 1 al 9, es de 1 entre 76.275.360 (=50*49*48*47*46/[5*4*3*2*1]*9*8/2), y que por 2 euros se pueden obtener 180 millones, esta semana la «esperanza matemática» del juego es positiva (90 a 76).
Conclusión: Lo mejor es no apostar nunca a juegos de azar, y no dejarse la paga extra en el sorteo de navidad. Pero si alguien va a jugar, que aproveche esta semana. Un sistema sería agruparse para “comprar el bote” jugando los 76 millones de combinaciones posibles (de paso se ganarían los premios menores que suman otros 76 millones de euros adicionales), con un beneficio neto de 104 millones de euros, libres de impuestos… Pero siempre podría pasar, y es probable que pase, que otro u otros jugadores con una apuesta baja coincidiesen y se repartiesen el goloso primer premio. Lo mejor, juegue un boleto de 2 euros… y a soñar.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/euromillones.doc
En todas las fórmulas de sorteos, quinielas y demás loterías lo habitual es que sólo un porcentaje se dedique a premios, destinándose el resto a cubrir los gastos y a impuestos. Por tanto, la mejor opción que asegura el “dinero atrás” es NO jugar y recibir el premio colectivo de lo cubierto con dichos impuestos, aportado por la gente más modesta y desinformada que gasta su escaso dinero en hacer un nuevo rico y pagar un tributo más.
No es preciso saber estadística para conocer que por el importe de cualquier boleto nos ofrecen una probabilidad que es menor en dinero. Por ejemplo, Euromillones destina a premios sólo el 50% de la recaudación, por que por los 2 euros apenas nos dan una probabilidad media de 1 euro,… en general.
Este viernes se producirá una situación inhabitual y favorable a los jugadores. El sistema de “bote acumulado” del primer premio, no acertado en las últimas semanas, ha dado como resultado que un único acertante recibiría unos 180 millones de euros (unos 30.000 millones de pesetas). Dado que la probabilidad de acertar una combinación de cinco números del 1 al 50 y dos estrellas del 1 al 9, es de 1 entre 76.275.360 (=50*49*48*47*46/[5*4*3*2*1]*9*8/2), y que por 2 euros se pueden obtener 180 millones, esta semana la «esperanza matemática» del juego es positiva (90 a 76).
Conclusión: Lo mejor es no apostar nunca a juegos de azar, y no dejarse la paga extra en el sorteo de navidad. Pero si alguien va a jugar, que aproveche esta semana. Un sistema sería agruparse para “comprar el bote” jugando los 76 millones de combinaciones posibles (de paso se ganarían los premios menores que suman otros 76 millones de euros adicionales), con un beneficio neto de 104 millones de euros, libres de impuestos… Pero siempre podría pasar, y es probable que pase, que otro u otros jugadores con una apuesta baja coincidiesen y se repartiesen el goloso primer premio. Lo mejor, juegue un boleto de 2 euros… y a soñar.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/euromillones.doc
¿Lotería o bobería?
Según datos oficiales de la última Memoria del Juego, entre loterías, quinielas, casinos y máquinas, excluyendo algunas modalidades como hipódromos, en el Estado se han jugado 25.854 millones de euros (4,30 billones de las antiguas pesetas) durante 2002. El gasto real de los jugadores, lo NO recuperado en premios, asciende a 8.335 millones de euros (1,39 billones de pesetas), el 32,24% de lo jugado y que supone los ingresos de los administradores de los juegos.
De lo que se juega y no se recupera en premios, que además se redistribuyen pésimamente en unos pocos ganadores, cada persona en promedio pierde 202,74 € (37.788 pesetas) al año. Esta cantidad se distribuye fundamentalmente en máquinas, lotería nacional (ahora vienen los atracos de la navidad y el niño), bingos, primitiva, casinos, bono-loto y quinielas. Sólo en loterías y apuestas del Estado, lo jugado al año en promedio asciende a 245 € (45.665 pesetas) por cada madrileño, 239 € (44.546 pesetas) por cada valenciano, 216 € (40.259 pesetas) por cada vasco,... que son quienes más dilapidan en juegos de azar, donde el gestor se queda directamente con el 36.37% del importe (reservándose el 30% en la Lotería Nacional y el 45% de primitivas, bono-loto y quinielas), promedio superior al de casinos (23.52%), máquinas B (25%) o bingo (35.58%), pero inferior al de la ONCE (52%).
Estas escandalosas cifras descubren una extendida y arraigada adicción al juego, que además se alienta desvergonzadamente desde los poderes públicos. Una familia media de cuatro miembros “pierde” (descontando los premios que unos pocos ganan) más de 808 € (151.000 peses) al año. Además la gravedad de este infortunio se agrava por el hecho de que quienes más despilfarran son quienes disponen de menos recursos y de menor cultura para comprender de las loterías son una ruina cierta. El juego además provoca un efecto paralizante, porque muchos jugadores y sus desoladas familias dejan pasar su vida a la espera del próximo sorteo, sin dedicarse a mejorar su formación o su trabajo, que son los únicos cauces firmes para el progreso personal y familiar.
La lotería es un impuesto a la estulticia y a la idiotez, que se ceba en los más desvalidos. Se aprovecha de la desesperación de la pobre gente, reduciendo su única esperanza a que les “toque” un premio. Explotan la ignorancia y la superstición de los más débiles, induciéndoles a desperdiciar su contado dinero en una apuesta segura: PERDER EN LA LOTERÍA. El refranero popular abunda en certeros dichos: “El que juega a la lotería, se arruina cada día” o “Trabajo y economía son la mejor lotería”. Jugar sólo trae suerte para la desgracia. Cada uno es artífice de su propia suerte: Cuanto más trabajemos, más suerte tendremos.
Existe un método infalible para ganar en la lotería, cada día, en cada sorteo y con una ganancia del 100%: No jugar, y guardar el dinero sobrante en una hucha, como dijo con más gracejo un personaje de Arniches. El gusanillo del juego se puede disfrutar exactamente igual, imaginando que jugamos al número 12345, o en la loto al 1, 2, 3, 4, 5, 6, que son tan probables como el número que pudimos comprar. Cuando veamos el resultado en televisión, comprobaremos que hemos ganado por no jugar. Quienes llevamos cuarenta años “jugando” así, sin habernos tocado nunca, hemos conseguido mucho dinero, tiempo y felicidad. Recordemos: La solución consiste en un “juego imaginario” y una hucha real, cuyo mejor destino es la educación propia o la de nuestros hijos.
De lo que se juega y no se recupera en premios, que además se redistribuyen pésimamente en unos pocos ganadores, cada persona en promedio pierde 202,74 € (37.788 pesetas) al año. Esta cantidad se distribuye fundamentalmente en máquinas, lotería nacional (ahora vienen los atracos de la navidad y el niño), bingos, primitiva, casinos, bono-loto y quinielas. Sólo en loterías y apuestas del Estado, lo jugado al año en promedio asciende a 245 € (45.665 pesetas) por cada madrileño, 239 € (44.546 pesetas) por cada valenciano, 216 € (40.259 pesetas) por cada vasco,... que son quienes más dilapidan en juegos de azar, donde el gestor se queda directamente con el 36.37% del importe (reservándose el 30% en la Lotería Nacional y el 45% de primitivas, bono-loto y quinielas), promedio superior al de casinos (23.52%), máquinas B (25%) o bingo (35.58%), pero inferior al de la ONCE (52%).
Estas escandalosas cifras descubren una extendida y arraigada adicción al juego, que además se alienta desvergonzadamente desde los poderes públicos. Una familia media de cuatro miembros “pierde” (descontando los premios que unos pocos ganan) más de 808 € (151.000 peses) al año. Además la gravedad de este infortunio se agrava por el hecho de que quienes más despilfarran son quienes disponen de menos recursos y de menor cultura para comprender de las loterías son una ruina cierta. El juego además provoca un efecto paralizante, porque muchos jugadores y sus desoladas familias dejan pasar su vida a la espera del próximo sorteo, sin dedicarse a mejorar su formación o su trabajo, que son los únicos cauces firmes para el progreso personal y familiar.
La lotería es un impuesto a la estulticia y a la idiotez, que se ceba en los más desvalidos. Se aprovecha de la desesperación de la pobre gente, reduciendo su única esperanza a que les “toque” un premio. Explotan la ignorancia y la superstición de los más débiles, induciéndoles a desperdiciar su contado dinero en una apuesta segura: PERDER EN LA LOTERÍA. El refranero popular abunda en certeros dichos: “El que juega a la lotería, se arruina cada día” o “Trabajo y economía son la mejor lotería”. Jugar sólo trae suerte para la desgracia. Cada uno es artífice de su propia suerte: Cuanto más trabajemos, más suerte tendremos.
Existe un método infalible para ganar en la lotería, cada día, en cada sorteo y con una ganancia del 100%: No jugar, y guardar el dinero sobrante en una hucha, como dijo con más gracejo un personaje de Arniches. El gusanillo del juego se puede disfrutar exactamente igual, imaginando que jugamos al número 12345, o en la loto al 1, 2, 3, 4, 5, 6, que son tan probables como el número que pudimos comprar. Cuando veamos el resultado en televisión, comprobaremos que hemos ganado por no jugar. Quienes llevamos cuarenta años “jugando” así, sin habernos tocado nunca, hemos conseguido mucho dinero, tiempo y felicidad. Recordemos: La solución consiste en un “juego imaginario” y una hucha real, cuyo mejor destino es la educación propia o la de nuestros hijos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)