Ya no se fabrican netbooks (como el de la imagen anterior), al menos por los principales productores Asus y Acer. Estando desaparecidos de los catálogos los netbooks, urge realizar una rápida pero profunda evaluación del desarrollo de Eskola 2.0, algo que sabemos no se está realizando ni encomendando a ninguna instancia educativa (aparte de análisis en coloquios como los organizados por Ikasbloggers,...).
Algunas de las razones técnicas que también avalan la superación de los netbooks derivan de su operatoria que supone un arranque lento, actualizaciones frecuentes y engorrosas, peso, escasa autonomía, períodos de recarga largos, limitada capacidad de sus procesadores y memorias con muchas aplicaciones educativas,... Tampoco fueron acertadas algunas de las estrategias de Eskola 2.0, ignorando las recomendaciones de grupos como Ikasbloggers, tales como la no cesión de los equipos para un uso personal fuera del centro, de modo que el alumnado (y sus familias) pudiesen acceder en las numerosas horas no lectivas desde sus hogares,... Ello, quizá limitó las roturas o pérdidas, pero retener los equipos en los centros alentó el robo de centenares de netbooks en estos años. El carácter censal, total, para todo el alumnado y todas las aulas de la incorporación de la Pizarra Digital Interactiva (PDI) y de netbooks también es discutible: Correcta, en cuanto que no cabe excusarse para no utilizar este valioso equipamiento, pero que -por contra- pudo rebajar el aprovechamiento medio en función de la actitud, preparación y voluntad del profesorado afectado. Otro fallo, muy resaltado, es que la conectividad (ancho de banda para estos grupos) nunca fue suficiente, a pesar del notable costo económico que supuso.
Ahora llega el momento de anunciar, antes de acabar este curso 12-13, que evolución tendrá Eskola 2.0. Muchos somos quienes apostamos por saltos medidos, pero sin solución de continuidad (sin períodos inactivos). Utilizando la nomenclatura numérica, hablaríamos de un programa Eskola 2.5 (escribiremos con mayor detalle), como un paso antes de llegar a un modelo más global de Reducación o Sarezkuntza.
El mercado ha desahuciado los netbooks con el auge de las tabletas desde el inicio de 2010. Desde el nacimiento del iPad en 2010, el despliegue generalizado las tabletas digitales ha llegado, de pleno, y para quedarse. Las tabletas digitales significan arranque inmediato, peso mínimo, facilidad de actualización, posibilidad de cesión personalizada, pueden establecerse medidas de bloqueo para prevenir robos, bajo y decreciente costo (en India hay modelos escolares por 7, siete, euros),...
Eskola 2.5 debería arrancar de modo inmediato con estas acciones:
- Evaluación externa e interna del programa Eskola 2.0.
- Ensayos con aulas y profesorado avanzado de las tablets en educación, evaluando Apps,...
- Encuentro con las editoriales de materiales escolares para alentar el m-learning (aprendizaje con dispositivos móviles). Aquí es previsible una resistencia numantina (por los intereses económicos que se mueven), aunque se llevan décadas de conversación para conducir un cambio que será imparable.
- Establecer un calendario para este año 2013, de modo que se inicien las especificaciones de estándares (Android,...), tamaño mínimo (10",...) las dotaciones de tablets, comenzando con alguna oferta ventajosa e inmediata para el profesorado.
- Permitir la continuidad del alumnado de 3º de la ESO, una etapa crítica para el éxito escolar, con dotaciones de tablets, conectividad asegurada, y medidas de inclusión digital (quizá con 3G para el alumnado de ISEC -Índice socio-económico y cultural- desfavorecido).
- Una diferencia respecto a Eskola 2.0 podría ser el carácter voluntario de participación por parte del alumnado, las familias y el profesorado. Así se evitaría la infrautilización en los centros (claustro,...) menos proclives, al tiempo que se responsabilizaría más a quienes se animan a participar con esta innovación educativa.
- El coste global debiera, y podría ser bajo, si se procede a la sustitución (y con ventaja) de los soportes en papel de libros de texto (que serían bilingües, al menos), cuadernos de ejercicios,... con el aporte de las familias (que reducirían su inversión anual) o los programas de becas y reutilización.