"Por encima del Talento están los valores más comunes: Amor, Disciplina, Lealtad, Alegría y Trabajo, pero -sobre todo- tenacidad". |
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Perseverancia, valor trascendental
Goles y votos
Hay grandes clubes de fútbol, que seguramente son mucho más que un club. Tú, y sólo tú, sabes cuál es tu equipo predilecto: Athletic, Real Madrid,... Serás un forofo que lo pregona a todas horas, o un simple seguidor que cada domingo consulta los resultados. Todos sabemos que hay otros equipos casi tan importantes: Barcelona, Manchester, Milan, Bayern... y otros clubes que -aunque sus vitrinas estén menos llenas de trofeos- para sus seguidores también lo son todo.
Detrás de un equipo de fútbol hay muchísima gente: los socios que pagan cuotas; los espectadores que compran regularmente u ocasionalmente entradas para ir al estadio; los televidentes o radioyentes que no se pierden ningún partido; y los seguidores que sienten sus colores como un elemento de alegría, a veces de pena, y siempre de lealtad. Tu equipo favorito es algo que forma parte de tu vida, que te define, que te diferencia de otros y te funde con tu afición, incluso que te acerca a los aficionados contrarios por el hobby común. Pero muy pocos viven realmente de este deporte, sólo los jugadores (que son profesionales sólo un breve período de su vida), el entrenador... Para la ingente masa de los hinchas, el equipo de su preferencia es sólo un elemento más de identidad, en la complejidad de cada ser humano.
La mayoría de nosotros somos de un equipo, toda la vida, seguramente en función del lugar de nacimiento. Algunos tienen una doble afición, un equipo grande y otro más local y modesto. Es legítimo y puede dar dobles satisfacciones, pero también puede crear conflictos internos en sus encuentros, a menos que militen en categorías diferentes. Otros, muy pocos, se cambian de equipo, por los malos resultados, o porque ellos evolucionan. No están bien vistos, ni en el nuevo equipo, pero están en su derecho. Por último, los peores, son los falsos seguidores. Son activos espectadores, que se agrupan en una zona del campo, y que con su violenta actitud insultan y protagonizan hechos lamentables. A pesar de que incluso hay asesinos entre ellos, como lo prueban algunos trágicos crímenes de inocentes seguidores adversarios, sólo se puede confiar en que serán reducidos por la justicia y la policía, y definitivamente reeducados por la presión de una sociedad que repudia sus actos.
Los matones de Ultrasur, con sus desmanes y actitudes fascistas, e incluso con los abominables crímenes que se cometen en las inmediaciones del estadio, no menoscaban la validez y legitimidad de la afición merengue. La existencia de esos contados asesinos, y de sus adláteres delincuentes que destrozan el mobiliario urbano, en nada beneficia a su club. Pero su contraproducente proceder no debe criminalizar a toda la afición, a pesar de que todos ellos compartan el mismo objetivo: que gane el equipo de sus amores.
No son lo mismo los asesinos que los marginales y peligrosos gamberros, o que los exaltados que les jalean, y todos éstos poco se parecen a la multitud, en la que se escudan, compuesta por apacibles ciudadanos que son fervientes aficionados del juego limpio. Tampoco es lo mismo ETA, que Batasuna; ni es lo mismo Batasuna, que EAJ-PNV, o que el sentimiento abertzale. La vil existencia de ETA no deslegitima, únicamente entorpece, las aspiraciones del pueblo vasco, sean éstas las que democrática y libremente se expresen.
Esta metáfora, como siempre, tiene sus limitaciones, sobre todo porque apela a la emoción, al tiempo que a la razón. Además, aquí y ahora, hasta hemos llegado a que los fanáticos amenacen con dinamitar a las otras peñas, o que los árbitros y los comentaristas nos vengan con el uniforme del otro equipo. Pero la inmensa mayoría del fair play se impondrá y disfrutaremos con grandes partidos, a veces ganando, otras veces empatando y, en muchas ocasiones, perdiendo.
Este símil no pretende explicarlo todo, pero los educadores y los padres contamos historias y fábulas para que podamos entendernos mejor los unos con los otros, y comprender que la vida es más que el fútbol, y mucho más que la política.
Detrás de un equipo de fútbol hay muchísima gente: los socios que pagan cuotas; los espectadores que compran regularmente u ocasionalmente entradas para ir al estadio; los televidentes o radioyentes que no se pierden ningún partido; y los seguidores que sienten sus colores como un elemento de alegría, a veces de pena, y siempre de lealtad. Tu equipo favorito es algo que forma parte de tu vida, que te define, que te diferencia de otros y te funde con tu afición, incluso que te acerca a los aficionados contrarios por el hobby común. Pero muy pocos viven realmente de este deporte, sólo los jugadores (que son profesionales sólo un breve período de su vida), el entrenador... Para la ingente masa de los hinchas, el equipo de su preferencia es sólo un elemento más de identidad, en la complejidad de cada ser humano.
La mayoría de nosotros somos de un equipo, toda la vida, seguramente en función del lugar de nacimiento. Algunos tienen una doble afición, un equipo grande y otro más local y modesto. Es legítimo y puede dar dobles satisfacciones, pero también puede crear conflictos internos en sus encuentros, a menos que militen en categorías diferentes. Otros, muy pocos, se cambian de equipo, por los malos resultados, o porque ellos evolucionan. No están bien vistos, ni en el nuevo equipo, pero están en su derecho. Por último, los peores, son los falsos seguidores. Son activos espectadores, que se agrupan en una zona del campo, y que con su violenta actitud insultan y protagonizan hechos lamentables. A pesar de que incluso hay asesinos entre ellos, como lo prueban algunos trágicos crímenes de inocentes seguidores adversarios, sólo se puede confiar en que serán reducidos por la justicia y la policía, y definitivamente reeducados por la presión de una sociedad que repudia sus actos.
Los matones de Ultrasur, con sus desmanes y actitudes fascistas, e incluso con los abominables crímenes que se cometen en las inmediaciones del estadio, no menoscaban la validez y legitimidad de la afición merengue. La existencia de esos contados asesinos, y de sus adláteres delincuentes que destrozan el mobiliario urbano, en nada beneficia a su club. Pero su contraproducente proceder no debe criminalizar a toda la afición, a pesar de que todos ellos compartan el mismo objetivo: que gane el equipo de sus amores.
No son lo mismo los asesinos que los marginales y peligrosos gamberros, o que los exaltados que les jalean, y todos éstos poco se parecen a la multitud, en la que se escudan, compuesta por apacibles ciudadanos que son fervientes aficionados del juego limpio. Tampoco es lo mismo ETA, que Batasuna; ni es lo mismo Batasuna, que EAJ-PNV, o que el sentimiento abertzale. La vil existencia de ETA no deslegitima, únicamente entorpece, las aspiraciones del pueblo vasco, sean éstas las que democrática y libremente se expresen.
Esta metáfora, como siempre, tiene sus limitaciones, sobre todo porque apela a la emoción, al tiempo que a la razón. Además, aquí y ahora, hasta hemos llegado a que los fanáticos amenacen con dinamitar a las otras peñas, o que los árbitros y los comentaristas nos vengan con el uniforme del otro equipo. Pero la inmensa mayoría del fair play se impondrá y disfrutaremos con grandes partidos, a veces ganando, otras veces empatando y, en muchas ocasiones, perdiendo.
Este símil no pretende explicarlo todo, pero los educadores y los padres contamos historias y fábulas para que podamos entendernos mejor los unos con los otros, y comprender que la vida es más que el fútbol, y mucho más que la política.
Plan, sí; plantes, no
El Lehendakari Ibarretxe presentó en el debate sobre política general de Euskadi, el viernes 27 de septiembre de 2002, su “Nuevo Pacto Político para la Convivencia”, conocido popularmente como el “Plan Ibarretxe”. Fue un discurso de 44 páginas, que tardó dos horas y 10 minutos en exponer, y al que pudimos asistir en directo a través de ETB. Su contenido fue una sorpresa, que algunos vivimos emocionadamente como la anhelada reacción del líder elegido por la sociedad vasca ante el impasse de una Euskadi trabada por la violencia y por la extrema confrontación política. Se recuperaba la iniciativa política ante el anonadamiento impotente que se respiraba en la sempiterna espiral del cruento mantenimiento de la sinrazón de ETA y de la política de “enfrentamiento sin cuartel” desde Madrid, con la Ley de Partidos y la suspensión judicial de Batasuna, e incluso con la demonización del nacionalismo gobernante, y que continúa con los graves ataques a la lengua y cultura vascas, como el cierre de “Euskaldunon Egunkaria”.
La centralidad del planteamiento del Lehendakari en el espectro de partidos quedó verificada por el doble plante que recibió desde los dos extremos políticos: la censura desdeñosa e injustificada del PP y de sectores del PSOE, calificándolo de “proyecto soberanista” o “plan trampa” (Oreja dixit), sólo fue comparable con la rotundidad absoluta de Batasuna, que lo denominó “plan regionalista”. Así mismo, el frontal rechazo de ETA el 5 de diciembre pasado, declarando que “ese fraude autonomista trae la guerra" y "la sumisión a España", llevó nuevamente al Lehendakari a convocar una manifestación bajo el lema 'ETA kanpora!' que, el 22 de diciembre, reunía a más de 200.000 personas en Bilbao. La contundencia del mensaje y la pactada ausencia de referencias al diálogo consiguieron el masivo apoyo de todas las formaciones políticas del arco parlamentario vasco, excepto nuevamente Batasuna y el PP.
Cabe reseñar el impecable recorrido de Juan José Ibarretxe por la vereda de la paz, que es tan indiscutible como los hitos que lo jalonan. Los más recientes son “Un camino para la Paz” (conferencia del 1-6-2000), “Una Iniciativa para la Paz y la Convivencia” (comparecencia ante el plenario parlamentario del 19-10-2000), “Un compromiso ético en defensa del derecho a la vida y de las libertades de todas las personas” (Gernika, el 20-12-2000), “Por un Compromiso Social en favor de la No-violencia y el Diálogo. Un camino de solución” (8-2-2001), “Pacificación, Normalización política y diálogo” (tras la conmoción del 11-S de New York, el 28-11-2001), “Manifiesto Institucional en defensa del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de todas las personas” (19-10-2001),… Su obsesiva apuesta por el “diálogo hasta el amanecer” resulta entrañable, y merecedora de mejores resultados, pero ya se sabe que para pactar hacen falta, como mínimo, dos voluntades.
Está anunciada la presentación, en el plazo de un año, de un texto articulado del Plan que se tratará de negociar con el Estado y que, con o sin acuerdo, será sometido a referéndum, aunque éste sólo se llevará a cabo "en ausencia de violencia". Desde entonces el emplazamiento a partidos, sindicatos, asociaciones,… ha producido decenas de encuentros bilaterales o multilaterales para presentar, perfeccionar y, en su caso, alcanzar este "nuevo pacto político".
Quienes nos dedicamos a la educación, enseñamos que los problemas deben ser abordados con serenidad, con rigor, con amplitud de miras, con creatividad, con inteligencia y con resolución. Creemos en la palabra, en las ideas plurales, en el intercambio de opiniones sin vetos, en la negociación democrática, en un diálogo multipartito sin exclusiones que fructifique en planes convenidos y acordados. Basta de plantones y de posiciones cerradas que esquivan el entendimiento y la reconciliación. El “conflicto vasco”, como algunos lo bautizaron, tiene solución. Nos aplicaremos, entre todos, a encontrar un camino y, después, lo seguiremos. Y si ese sendero no existe, lo abriremos, pero es seguro que nuestro destino hallará su curso. Si sabemos adónde vamos, es seguro que alguna travesía nos llevará. Además, y como dice el proverbio: “En los largos caminos, se conocen los amigos”.
El espíritu de Euskadi no puede vagar por los rumbos trillados que trazan el terror y la represión. Entre varias rutas, la vía más segura es la del medio, la de la paz, la de la libertad, la de la lealtad para con nosotros mismos. ¿El Plan Ibarretxe puede ser el camino? Todos debemos analizar en detalle qué propone este Nuevo Pacto para la Convivencia, para modificarlo y mejorarlo, si es posible, con nuestras modestas aportaciones, individual o colectivamente. Por ello, la Asociación de Profesorado Vasco, “IRAKASTEN ELKARTEA”, ha cursado una invitación formal al Lehendakari, que ha accedido amablemente, para que nos presente su “Nueva Propuesta Política para la Convivencia”, en un acto público, que se celebrará en el Salón de Actos del Instituto Central de Bilbao, IES Miguel de Unamuno, el próximo 19 de marzo, a las 18:30. Este coloquio estará destinado específicamente a los docentes de todos los niveles de enseñanza, desde Educación Infantil hasta la Universidad. Posteriormente, nuestra website http://www.irakasten.org/ recogerá el desarrollo de la conferencia en un documento gráfico y documental, con todas las aportaciones, preguntas y respuestas.
Nos interesa a los educadores la inclusión explícita del Punto Sexto, en el contenido de la Propuesta, reivindicando una competencia exclusiva en el ámbito de la cultura, la lengua y la educación, en toda la dimensión de representación con voz propia en Europa y en el mundo, aspecto también señalado en el Punto Décimo. Así mismo, son preocupaciones de IRAKASTEN la actuación conjunta de todo el profesorado vasco, desde Iparralde hasta la CAPV pasando por Nafarroa, en un Espacio Educativo Europeo que reconozca la singularidad de nuestro sistema educativo propio, surgido y constructor de la identidad vasca común. Deseamos conocer el criterio del Lehendakari Ibarretxe sobre estas y otras cuestiones educativas, por lo que el acto estará organizado de modo que tras su exposición inicial, se reservará un tiempo de coloquio e interpelaciones. Trataremos de estudiar la Propuesta, observando sus puntos fuertes y sus debilidades, sin prejuicios y contrastando libremente las perspectivas de un colectivo tan extenso y pluralista como el profesorado.
Todo ello, por el bien de nuestra educación, creyendo en la educación como la óptima “solución vasca”, reflexionando y debatiendo, eso sí, siempre educadamente.
La centralidad del planteamiento del Lehendakari en el espectro de partidos quedó verificada por el doble plante que recibió desde los dos extremos políticos: la censura desdeñosa e injustificada del PP y de sectores del PSOE, calificándolo de “proyecto soberanista” o “plan trampa” (Oreja dixit), sólo fue comparable con la rotundidad absoluta de Batasuna, que lo denominó “plan regionalista”. Así mismo, el frontal rechazo de ETA el 5 de diciembre pasado, declarando que “ese fraude autonomista trae la guerra" y "la sumisión a España", llevó nuevamente al Lehendakari a convocar una manifestación bajo el lema 'ETA kanpora!' que, el 22 de diciembre, reunía a más de 200.000 personas en Bilbao. La contundencia del mensaje y la pactada ausencia de referencias al diálogo consiguieron el masivo apoyo de todas las formaciones políticas del arco parlamentario vasco, excepto nuevamente Batasuna y el PP.
Cabe reseñar el impecable recorrido de Juan José Ibarretxe por la vereda de la paz, que es tan indiscutible como los hitos que lo jalonan. Los más recientes son “Un camino para la Paz” (conferencia del 1-6-2000), “Una Iniciativa para la Paz y la Convivencia” (comparecencia ante el plenario parlamentario del 19-10-2000), “Un compromiso ético en defensa del derecho a la vida y de las libertades de todas las personas” (Gernika, el 20-12-2000), “Por un Compromiso Social en favor de la No-violencia y el Diálogo. Un camino de solución” (8-2-2001), “Pacificación, Normalización política y diálogo” (tras la conmoción del 11-S de New York, el 28-11-2001), “Manifiesto Institucional en defensa del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de todas las personas” (19-10-2001),… Su obsesiva apuesta por el “diálogo hasta el amanecer” resulta entrañable, y merecedora de mejores resultados, pero ya se sabe que para pactar hacen falta, como mínimo, dos voluntades.
Está anunciada la presentación, en el plazo de un año, de un texto articulado del Plan que se tratará de negociar con el Estado y que, con o sin acuerdo, será sometido a referéndum, aunque éste sólo se llevará a cabo "en ausencia de violencia". Desde entonces el emplazamiento a partidos, sindicatos, asociaciones,… ha producido decenas de encuentros bilaterales o multilaterales para presentar, perfeccionar y, en su caso, alcanzar este "nuevo pacto político".
Quienes nos dedicamos a la educación, enseñamos que los problemas deben ser abordados con serenidad, con rigor, con amplitud de miras, con creatividad, con inteligencia y con resolución. Creemos en la palabra, en las ideas plurales, en el intercambio de opiniones sin vetos, en la negociación democrática, en un diálogo multipartito sin exclusiones que fructifique en planes convenidos y acordados. Basta de plantones y de posiciones cerradas que esquivan el entendimiento y la reconciliación. El “conflicto vasco”, como algunos lo bautizaron, tiene solución. Nos aplicaremos, entre todos, a encontrar un camino y, después, lo seguiremos. Y si ese sendero no existe, lo abriremos, pero es seguro que nuestro destino hallará su curso. Si sabemos adónde vamos, es seguro que alguna travesía nos llevará. Además, y como dice el proverbio: “En los largos caminos, se conocen los amigos”.
El espíritu de Euskadi no puede vagar por los rumbos trillados que trazan el terror y la represión. Entre varias rutas, la vía más segura es la del medio, la de la paz, la de la libertad, la de la lealtad para con nosotros mismos. ¿El Plan Ibarretxe puede ser el camino? Todos debemos analizar en detalle qué propone este Nuevo Pacto para la Convivencia, para modificarlo y mejorarlo, si es posible, con nuestras modestas aportaciones, individual o colectivamente. Por ello, la Asociación de Profesorado Vasco, “IRAKASTEN ELKARTEA”, ha cursado una invitación formal al Lehendakari, que ha accedido amablemente, para que nos presente su “Nueva Propuesta Política para la Convivencia”, en un acto público, que se celebrará en el Salón de Actos del Instituto Central de Bilbao, IES Miguel de Unamuno, el próximo 19 de marzo, a las 18:30. Este coloquio estará destinado específicamente a los docentes de todos los niveles de enseñanza, desde Educación Infantil hasta la Universidad. Posteriormente, nuestra website http://www.irakasten.org/ recogerá el desarrollo de la conferencia en un documento gráfico y documental, con todas las aportaciones, preguntas y respuestas.
Nos interesa a los educadores la inclusión explícita del Punto Sexto, en el contenido de la Propuesta, reivindicando una competencia exclusiva en el ámbito de la cultura, la lengua y la educación, en toda la dimensión de representación con voz propia en Europa y en el mundo, aspecto también señalado en el Punto Décimo. Así mismo, son preocupaciones de IRAKASTEN la actuación conjunta de todo el profesorado vasco, desde Iparralde hasta la CAPV pasando por Nafarroa, en un Espacio Educativo Europeo que reconozca la singularidad de nuestro sistema educativo propio, surgido y constructor de la identidad vasca común. Deseamos conocer el criterio del Lehendakari Ibarretxe sobre estas y otras cuestiones educativas, por lo que el acto estará organizado de modo que tras su exposición inicial, se reservará un tiempo de coloquio e interpelaciones. Trataremos de estudiar la Propuesta, observando sus puntos fuertes y sus debilidades, sin prejuicios y contrastando libremente las perspectivas de un colectivo tan extenso y pluralista como el profesorado.
Todo ello, por el bien de nuestra educación, creyendo en la educación como la óptima “solución vasca”, reflexionando y debatiendo, eso sí, siempre educadamente.
Camino canino
¿Alguien conoce a un perro infeliz? No existe, puede estar cansado o envejecido, pero un chucho es un ser alegre y los humanos podemos aprender el método perruno hacia la felicidad. Se ha demostrado que las personas que desarrollan los patrones característicos de la gente feliz, son efectivamente más dichosos. Veamos cuatro recetas de filosofía canina.
1º Un perro salta y juega diariamente, nunca deja pasar la oportunidad de salir a pasear y se alegra con el simple placer de una caminata. El camino de la felicidad pasa necesariamente por el mundo de la acción. Las personas felices llenan sus vidas de actividad en compañía de otros, en tareas que les parecen agradables que suelen ser significativas, no individuales, gratuitas y con algún esfuerzo físico. Las personas radiantes saben apreciar la felicidad, con esas pequeñas alegrías que diariamente brinda la vida si se observa con intuición y sensibilidad. Los más dichosos saborean el presente, sin fijar su atención en los pesares del pasado o en las incertidumbres del futuro, y parecen extraer el máximo placer a las oportunidades cotidianas. La felicidad se encuentra más fácilmente en el aquí y en el ahora.
2º Un can se mantiene siempre alerta, pero tranquilo y sin angustia. No se entristece ni guarda rencor, aunque sea censurado y en esos casos corre a refugiarse entre sus amigos. De evitar disgustos se compone la felicidad. La gente feliz se agobia poco, porque la inquietud o la inseguridad conducen a la desdicha. La mayoría de las incertidumbres no se cumplen, pero estas fútiles preocupaciones pueden superar nuestra capacidad de control. Debemos distinguir entre ansiedad y planificación, de modo que, con organización adecuada e inquietud mínima, superemos los sentimientos negativos. Una mentalidad positiva es quizá el rasgo más característico de la gente feliz, porque el bienestar queda determinado por el tipo de pensamiento que ocupa nuestra mente. El optimismo es una interpretación favorable de los acontecimientos, con una actitud que se centra en los aspectos positivos de lo que acontece. La ilusión es una predicción que se auto-realiza, favorecida por creencias del tipo "voy a ser feliz, ocurra lo que ocurra". Sean cuáles sean las circunstancias, la interpretación no es necesariamente dictada por la situación. Siempre somos potencialmente libres para escoger hasta qué punto vamos a ser felices. Y en los momentos difíciles recurramos a la familia y a los amigos.
3º Un chucho trota para saludar a cualquier conocido, dando alegría y dejando que le acaricien, siendo leal siempre. Del mismo modo que no tenemos derecho a malgastar riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin generarla. Para los humanos una vida social satisfactoria es el mejor factor de felicidad. La mayor repercusión de esa vida en común se refiere a relaciones cercanas e íntimas, pero también contribuyen manifiestamente nuestras relaciones sociales. Un alto grado de participación, tanto a nivel formal (organizaciones, asociaciones,...) como a nivel informal (familia extensa, amigos, vecinos, colegas,...), contribuye a crear sentimientos de satisfacción, de pertenencia que se suman a su sensación general de felicidad. Además del optimismo, otro rasgo de personalidad frecuente en la gente feliz es la extroversión que se cultiva sonriendo y simpatizando con los demás. La continuidad y la lealtad afianzan las interacciones sociales y nos transportan a la felicidad.
4º Un perro nunca pretende ser algo que no es, ni aspira a metas inalcanzables. El placer puede basarse en la ilusión, pero la felicidad descansa en la verdad. Las personas felices son auténticas, naturales, espontáneas, sinceras, honestas, expresivas, abiertas,… Ser uno mismo sólo ofrece ventajas: hace más cómoda y fácil la vida diaria, y permite hallar gente que pueda amarnos "tal como somos". Nuestro grado de felicidad en la vida no descansa únicamente en lo ocurrido, sino también en lo anticipado. Es conveniente adecuar correctamente las expectativas, tanto aspiraciones cotidianas como ambiciones a largo plazo. Pretensiones demasiado elevadas rara vez se cumplen y desembocan en la decepción; en cambio, expectativas moderadas conducen a una satisfacción mayor de la prevista. Las desilusiones y las satisfacciones poseen un efecto acumulativo, por lo que conviene alcanzar conquistas parciales. El “gran triunfo” incide menos de lo que se piensa en la felicidad. Se piensa equivocadamente que la felicidad es el resultado de una vida exitosa y, dado que solamente tras años de sacrificio y suerte podría tardíamente alcanzarse, muchos quedan a la espera de que esa apoteosis final se cumpla. Los dichosos no caen en esa trampa; no esperan en absoluto la oportunidad de ser felices, sino que consideran que la felicidad es “el viaje más que la meta”.
Existe una ecuación prometedora de dos expertos británicos, Carol Rothwell y Pete Cohen: F = P + 5E + 3A. F es la felicidad, P corresponde a Personal (actitud, adaptabilidad y flexibilidad); E para Existencia (salud, amistades y estabilidad) y A representa Alta (autoestima, expectativas y esperanzas). Otros preferimos sintetizar la felicidad en tres niveles perrunos: 1) Tratemos de llenar la vida de pequeñas alegrías, compartiéndolas y recordándolas con los demás (como un Schnauzer vivo, valiente y afectuoso). 2) Conozcamos nuestras propias virtudes y facultades, reconstruyendo nuestra vida para ponerlas en práctica al máximo (un terrier diría: “corro y persigo ardillas, luego existo”). 3) Pongamos nuestros talentos personales al servicio de una causa más grande que nosotros mismos, para dar sentido y trascendencia a nuestra propia vida (un San Bernardo busca entre las nieves un amo a quien servir).
2º Un can se mantiene siempre alerta, pero tranquilo y sin angustia. No se entristece ni guarda rencor, aunque sea censurado y en esos casos corre a refugiarse entre sus amigos. De evitar disgustos se compone la felicidad. La gente feliz se agobia poco, porque la inquietud o la inseguridad conducen a la desdicha. La mayoría de las incertidumbres no se cumplen, pero estas fútiles preocupaciones pueden superar nuestra capacidad de control. Debemos distinguir entre ansiedad y planificación, de modo que, con organización adecuada e inquietud mínima, superemos los sentimientos negativos. Una mentalidad positiva es quizá el rasgo más característico de la gente feliz, porque el bienestar queda determinado por el tipo de pensamiento que ocupa nuestra mente. El optimismo es una interpretación favorable de los acontecimientos, con una actitud que se centra en los aspectos positivos de lo que acontece. La ilusión es una predicción que se auto-realiza, favorecida por creencias del tipo "voy a ser feliz, ocurra lo que ocurra". Sean cuáles sean las circunstancias, la interpretación no es necesariamente dictada por la situación. Siempre somos potencialmente libres para escoger hasta qué punto vamos a ser felices. Y en los momentos difíciles recurramos a la familia y a los amigos.
3º Un chucho trota para saludar a cualquier conocido, dando alegría y dejando que le acaricien, siendo leal siempre. Del mismo modo que no tenemos derecho a malgastar riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin generarla. Para los humanos una vida social satisfactoria es el mejor factor de felicidad. La mayor repercusión de esa vida en común se refiere a relaciones cercanas e íntimas, pero también contribuyen manifiestamente nuestras relaciones sociales. Un alto grado de participación, tanto a nivel formal (organizaciones, asociaciones,...) como a nivel informal (familia extensa, amigos, vecinos, colegas,...), contribuye a crear sentimientos de satisfacción, de pertenencia que se suman a su sensación general de felicidad. Además del optimismo, otro rasgo de personalidad frecuente en la gente feliz es la extroversión que se cultiva sonriendo y simpatizando con los demás. La continuidad y la lealtad afianzan las interacciones sociales y nos transportan a la felicidad.
4º Un perro nunca pretende ser algo que no es, ni aspira a metas inalcanzables. El placer puede basarse en la ilusión, pero la felicidad descansa en la verdad. Las personas felices son auténticas, naturales, espontáneas, sinceras, honestas, expresivas, abiertas,… Ser uno mismo sólo ofrece ventajas: hace más cómoda y fácil la vida diaria, y permite hallar gente que pueda amarnos "tal como somos". Nuestro grado de felicidad en la vida no descansa únicamente en lo ocurrido, sino también en lo anticipado. Es conveniente adecuar correctamente las expectativas, tanto aspiraciones cotidianas como ambiciones a largo plazo. Pretensiones demasiado elevadas rara vez se cumplen y desembocan en la decepción; en cambio, expectativas moderadas conducen a una satisfacción mayor de la prevista. Las desilusiones y las satisfacciones poseen un efecto acumulativo, por lo que conviene alcanzar conquistas parciales. El “gran triunfo” incide menos de lo que se piensa en la felicidad. Se piensa equivocadamente que la felicidad es el resultado de una vida exitosa y, dado que solamente tras años de sacrificio y suerte podría tardíamente alcanzarse, muchos quedan a la espera de que esa apoteosis final se cumpla. Los dichosos no caen en esa trampa; no esperan en absoluto la oportunidad de ser felices, sino que consideran que la felicidad es “el viaje más que la meta”.
Existe una ecuación prometedora de dos expertos británicos, Carol Rothwell y Pete Cohen: F = P + 5E + 3A. F es la felicidad, P corresponde a Personal (actitud, adaptabilidad y flexibilidad); E para Existencia (salud, amistades y estabilidad) y A representa Alta (autoestima, expectativas y esperanzas). Otros preferimos sintetizar la felicidad en tres niveles perrunos: 1) Tratemos de llenar la vida de pequeñas alegrías, compartiéndolas y recordándolas con los demás (como un Schnauzer vivo, valiente y afectuoso). 2) Conozcamos nuestras propias virtudes y facultades, reconstruyendo nuestra vida para ponerlas en práctica al máximo (un terrier diría: “corro y persigo ardillas, luego existo”). 3) Pongamos nuestros talentos personales al servicio de una causa más grande que nosotros mismos, para dar sentido y trascendencia a nuestra propia vida (un San Bernardo busca entre las nieves un amo a quien servir).
Últimos cartuchos
Batasuna no entendió a Salomón: Cree que finalmente partió al niño en dos. Felizmente hoy muchos se han quedado sin cartuchos.
Soy de esos aficionados a la política, como los futboleros que ven mucho deporte aunque no practiquen ninguno. En Euskadi hay grandes oportunidades para conversar de política, porque el panorama partidista aquí es muy plural y variado. La abundancia de parlamentos forales, autonómico, estatal y europeo ofrece frecuentes debates como en pocos lugares del mundo. Además, aquí hay una gran vocación de discusión política entre “entendidos de café”, generalmente dentro de una sana y eterna rivalidad, lamentablemente sólo teñida por la intolerancia violenta de unos pocos (que no merecen ser citados).
Hoy, 30 de diciembre de 2004 y día vacacional para algunos, hemos asistido a través de ETB-1 a un apasionante debate bilingüe de más de diez horas en el Parlamento Vasco, donde finalmente ha quedado aprobada por mayoría absoluta el nuevo Estatuto Político para Euskadi. Los detalles de la sesión serán publicadas en las próximas horas, por lo que quizá lo mejor sea recoger las propias sensaciones de un observador atento e inevitablemente parcial. Diez trazos para el recuerdo:
1. La sorpresa general ante la aprobación de la Propuesta.
2. El último invento de Batasuna, tras pregonar lo contrario y haber agotado todas las demás posibilidades de votar sí, no, en blanco o abstenerse: La partición salomónica de 3 votos favorables y 3 desfavorables. Sólo les queda patentar el voto individual en porciones ‘Baserria’ (El Caserío).
3. Con un poco de optimismo pudiera vislumbrarse un atisbo de despegue de Sozialista Abertzaleak de su tutela armada, cediendo finalmente al sentido político al no poder justificar en modo alguno ante sus últimos simpatizantes una negativa al Plan apoyando las tesis del PP – PSOE.
4. La posición diferenciada y digna de Ezker Batua (IU) en resplado del nuevo proyecto desde una visión federalista y republicana del Estado como nación de naciones.
5. Las reiteradas exposiciones y leves matices propios de la posición de Eusko Alkartasuna, con plena lealtad al programa presentado por Ibarretxe, e intitulado coloquialmente con su apellido.
6. La posición sugerente y pragmática defendida por el Partido Nacionalista Vasco desde el rigor de una extensa experiencia de gestión y desde una cuidadosa definición de un objetivo alcanzable bien definido y planificado.
7. El descoloque del PSOE que no se lo esperaba, y cuyas contradicciones internas en Euskadi y en el Estado les puede llevar a la desorientación total, tras haber encomendado su ponencia política a un tránsfuga del PNV como Guevara.
8. La vuelta al disco rayado del PP, dando protagonismo a la “banda terrorista”, y que probablemente con el apoyo de los medios de comunicación de Madrid asegurarán los mejores resultados electorales de la Historia… para el nacionalismo democrático vasco.
9. La serenidad final del Lehendakari, con algún rasgo emotivo, cuando ha señalado los siguientes pasos previstos.
10. Una impresión final de que la violencia hoy ha terminado en Euskadi. Han quedado mojados e inutilizados definitivamente los últimos cartuchos para impedir que la voluntad libre de la ciudadanía vasca se exprese sobre su futuro. Hasta los más radicales lo deben haber entendido: Una inmensa mayoría de Euskadi anhela la paz y quiere decidir por sí misma. También algunas opciones políticas que únicamente se valían del rechazo de ETA habrán de buscar argumentos para una sociedad normalizada donde debe regir el juego democrático y respetuoso de mayorías y minorías sociales, y donde el sentir nacionalista vasco es muy superior a los números derivados del 25-25-25 (Bizkaia, Gipuzkoa y Araba) de parlamentarios en Gasteiz.
Hoy es un gran día que inicia la etapa democrática en paz de Euskadi, Mañana decidiremos cómo seguimos o cómo mejoramos, pero sólo por nuestra democrática decisión sin vetos ni coacciones.
Soy de esos aficionados a la política, como los futboleros que ven mucho deporte aunque no practiquen ninguno. En Euskadi hay grandes oportunidades para conversar de política, porque el panorama partidista aquí es muy plural y variado. La abundancia de parlamentos forales, autonómico, estatal y europeo ofrece frecuentes debates como en pocos lugares del mundo. Además, aquí hay una gran vocación de discusión política entre “entendidos de café”, generalmente dentro de una sana y eterna rivalidad, lamentablemente sólo teñida por la intolerancia violenta de unos pocos (que no merecen ser citados).
Hoy, 30 de diciembre de 2004 y día vacacional para algunos, hemos asistido a través de ETB-1 a un apasionante debate bilingüe de más de diez horas en el Parlamento Vasco, donde finalmente ha quedado aprobada por mayoría absoluta el nuevo Estatuto Político para Euskadi. Los detalles de la sesión serán publicadas en las próximas horas, por lo que quizá lo mejor sea recoger las propias sensaciones de un observador atento e inevitablemente parcial. Diez trazos para el recuerdo:
1. La sorpresa general ante la aprobación de la Propuesta.
2. El último invento de Batasuna, tras pregonar lo contrario y haber agotado todas las demás posibilidades de votar sí, no, en blanco o abstenerse: La partición salomónica de 3 votos favorables y 3 desfavorables. Sólo les queda patentar el voto individual en porciones ‘Baserria’ (El Caserío).
3. Con un poco de optimismo pudiera vislumbrarse un atisbo de despegue de Sozialista Abertzaleak de su tutela armada, cediendo finalmente al sentido político al no poder justificar en modo alguno ante sus últimos simpatizantes una negativa al Plan apoyando las tesis del PP – PSOE.
4. La posición diferenciada y digna de Ezker Batua (IU) en resplado del nuevo proyecto desde una visión federalista y republicana del Estado como nación de naciones.
5. Las reiteradas exposiciones y leves matices propios de la posición de Eusko Alkartasuna, con plena lealtad al programa presentado por Ibarretxe, e intitulado coloquialmente con su apellido.
6. La posición sugerente y pragmática defendida por el Partido Nacionalista Vasco desde el rigor de una extensa experiencia de gestión y desde una cuidadosa definición de un objetivo alcanzable bien definido y planificado.
7. El descoloque del PSOE que no se lo esperaba, y cuyas contradicciones internas en Euskadi y en el Estado les puede llevar a la desorientación total, tras haber encomendado su ponencia política a un tránsfuga del PNV como Guevara.
8. La vuelta al disco rayado del PP, dando protagonismo a la “banda terrorista”, y que probablemente con el apoyo de los medios de comunicación de Madrid asegurarán los mejores resultados electorales de la Historia… para el nacionalismo democrático vasco.
9. La serenidad final del Lehendakari, con algún rasgo emotivo, cuando ha señalado los siguientes pasos previstos.
10. Una impresión final de que la violencia hoy ha terminado en Euskadi. Han quedado mojados e inutilizados definitivamente los últimos cartuchos para impedir que la voluntad libre de la ciudadanía vasca se exprese sobre su futuro. Hasta los más radicales lo deben haber entendido: Una inmensa mayoría de Euskadi anhela la paz y quiere decidir por sí misma. También algunas opciones políticas que únicamente se valían del rechazo de ETA habrán de buscar argumentos para una sociedad normalizada donde debe regir el juego democrático y respetuoso de mayorías y minorías sociales, y donde el sentir nacionalista vasco es muy superior a los números derivados del 25-25-25 (Bizkaia, Gipuzkoa y Araba) de parlamentarios en Gasteiz.
Hoy es un gran día que inicia la etapa democrática en paz de Euskadi, Mañana decidiremos cómo seguimos o cómo mejoramos, pero sólo por nuestra democrática decisión sin vetos ni coacciones.
Odias y amas
El desarrollo de la inteligencia emocional era una de las áreas básicas de aquel innovador proyecto educativo que significó el Centro KIDEAK. Una prometedora metodología para su aprendizaje fue la redacción por parte del alumnado de sus preferencias y animadversiones, a fin de conocerse mejor a sí mismos y a sus compañeros. Se les pedía una rápida introspección escrita en apenas cinco minutos, sin pensárselo demasiado, de aquello que más odiaban, más les displacía, más les gustaba, más amaban y más les encantaba. En ese orden, desde el odio al amor. He aquí, tres resúmenes verídicos de tres alumnas.
Soy Y. (14 años). ODIO PROFUNDAMENTE... que el profesor de euskera nos mire a las tres que estamos en la esquina como si quisiera que le diéramos el visto bueno a lo que ha dicho; las comparaciones entre las personas; las mentiras; que la gente sea impaciente; hacer daño; la deslealtad; la política; la espera; las discusiones por tonterías; las injusticias; la alergia; que la gente crea que no es capaz de hacer algo; el ir andando con alguien que lleva el paraguas en el brazo que te va dando en la pierna; las generalizaciones. Odiaría ser minero; la humedad; renunciar a algo antes de intentarlo; los contestadores; el sonido del teléfono.
AMO APASIONADAMENTE... que la gente escuche y sea leal; conseguir los objetivos; las cristaleras; la luz; los colores; comparar los jardines; viajar; aprender; los niños; la naturaleza; el silencio; las fresas; el atardecer; el olor a mar; los olores agradables, como el del pan; levantarme por la mañana con el canto de los pájaros; oír ruidos; asomarme por el balcón; la noche; la luz de la luna; mirar el cielo oscuro en las noches calurosas de verano; advertir las formas de las nubes blancas con el azul celeste de fondo; recordar momentos agradables; imaginar; el ambiente por las mañanas primaverales; el silencio del autobús de la mañana cuando todos van dormidos; observar a un niño mientras duerme; mirar por la ventanilla de un avión; que todo salga como se había esperado; la sonrisa; la amabilidad; el compañerismo; la alegría; el no sentirte solo; sacar fotos; recordar viajes o lugares visitados mediante las fotos; escuchar música significativa; ver a la gente contenta; ver a extranjeros o gente de otros sitios visitando el lugar donde vives; la curiosidad; las buenas sorpresas; comprar regalos,…
Soy I. (16 años). LO QUE MÁS ODIO: Odio profundamente sentirme impotente; que los profesores de este año exijan muy por encima de lo que explican; que la gente pida a otros lo que no está dispuesta a cumplir; madrugar; el no poder confiar en alguien; la hipocresía; la sobrevaloración de las matemáticas; a las señoras que van de cuatro en cuatro por la acera y jamás se apartan para que; los actores/actrices y cantantes que basan toda su fama y fortuna en su físico. No me gustaría ser forense, enterrador, empleado de funeraria, carnicero, pescador, juez... No me gusta hablar por teléfono.
LO QUE MÁS ME GUSTA: El olor del mar; pasear por la orilla del mar; ver un puesto de frutas; los amigos; la coherencia; la seguridad en una misma; el ser consecuente con las ideas; los crepes de mantequilla y azúcar; ver muchos chupa-chups juntos; la niebla que se levanta entre las montañas; las casas con mucha luz; vivir en un ático; la diversidad de personas en el metro; preguntarme qué hacen y de dónde vienen las personas con las que me cruzo; ver reír a un bebé; el David de Miguel Ángel; las mujeres embarazadas; los padres con niños en la bici; los libros antiguos; la pasta italiana. Me gustaría conducir sin rumbo, recorrer Europa en coche con amigos. Me gusta leer; oler algo y recordar un lugar en el que has estado. Recibir cartas. La lluvia. El sol. El anochecer. El silencio. Tumbarme en la hierba. Los ríos. La luna. El cielo. La filosofía. Sorprenderme. El cine. Groucho Marx. Ver que todo encaja, que todo tiene sentido. Mirar por las ventanas. Volar. Llegar a otro país. Imaginar. Encontrarme con alguien que hacía mucho que no veía. Discutir ideas. Poder ayudar a alguien.
Soy L. (16 años). ODIO ponerme roja; las mentiras y los incumplimientos; las prisas; el insomnio; la soberbia y la hipocresía; las generalizaciones. Odiaría ser cobrador de autopista, veterinario, enterrador o marinero. Odio que me chillen al oído; los prejuicios y la incoherencia; dejar mensajes en el contestador; los espacios pequeños; el alboroto; estar quieta.
ADORO la lealtad, el dulce, el amanecer y el crepúsculo, el mar, la luna, el sol, las olas, el cielo; viajar, las ventanas grandes. Me gustaría vivir frente al mar y poder tener las cortinas descorridas. Me gusta observar a la gente, hablar, mirar a los ojos de un bebé, ver a los niños sentados en los carros de la compra. Quiero conducir ya. Me gusta relajarme y pensar. Reconocer olores. Recibir cartas. Me gusta la niebla, acompasarme a la respiración de quien está dormido; andar; el agua. Adoro las estrellas. Me gusta aprender cosas útiles y ayudar a los demás. Me gusta mirar por la ventana del coche y ver las hileras de los huertos (encaja, no encaja...). Me gusta soñar despierta. Me encanta hablar en otros idiomas y conocer gente distinta; encontrar la relación entre los fenómenos, las personas, las cosas,…
¿Por qué no escribimos también nosotros estas sensaciones? Empecemos por aquellas cosas que nos desagradan, para ir dando paso a todo aquello que nos hace felices. Después podremos tirar a la basura los odios, y dedicarnos toda la vida a aquellas tareas que nos placen y que, seguramente, son también las que hacen dichosos a quienes conviven con nosotros.
Soy Y. (14 años). ODIO PROFUNDAMENTE... que el profesor de euskera nos mire a las tres que estamos en la esquina como si quisiera que le diéramos el visto bueno a lo que ha dicho; las comparaciones entre las personas; las mentiras; que la gente sea impaciente; hacer daño; la deslealtad; la política; la espera; las discusiones por tonterías; las injusticias; la alergia; que la gente crea que no es capaz de hacer algo; el ir andando con alguien que lleva el paraguas en el brazo que te va dando en la pierna; las generalizaciones. Odiaría ser minero; la humedad; renunciar a algo antes de intentarlo; los contestadores; el sonido del teléfono.
AMO APASIONADAMENTE... que la gente escuche y sea leal; conseguir los objetivos; las cristaleras; la luz; los colores; comparar los jardines; viajar; aprender; los niños; la naturaleza; el silencio; las fresas; el atardecer; el olor a mar; los olores agradables, como el del pan; levantarme por la mañana con el canto de los pájaros; oír ruidos; asomarme por el balcón; la noche; la luz de la luna; mirar el cielo oscuro en las noches calurosas de verano; advertir las formas de las nubes blancas con el azul celeste de fondo; recordar momentos agradables; imaginar; el ambiente por las mañanas primaverales; el silencio del autobús de la mañana cuando todos van dormidos; observar a un niño mientras duerme; mirar por la ventanilla de un avión; que todo salga como se había esperado; la sonrisa; la amabilidad; el compañerismo; la alegría; el no sentirte solo; sacar fotos; recordar viajes o lugares visitados mediante las fotos; escuchar música significativa; ver a la gente contenta; ver a extranjeros o gente de otros sitios visitando el lugar donde vives; la curiosidad; las buenas sorpresas; comprar regalos,…
Soy I. (16 años). LO QUE MÁS ODIO: Odio profundamente sentirme impotente; que los profesores de este año exijan muy por encima de lo que explican; que la gente pida a otros lo que no está dispuesta a cumplir; madrugar; el no poder confiar en alguien; la hipocresía; la sobrevaloración de las matemáticas; a las señoras que van de cuatro en cuatro por la acera y jamás se apartan para que; los actores/actrices y cantantes que basan toda su fama y fortuna en su físico. No me gustaría ser forense, enterrador, empleado de funeraria, carnicero, pescador, juez... No me gusta hablar por teléfono.
LO QUE MÁS ME GUSTA: El olor del mar; pasear por la orilla del mar; ver un puesto de frutas; los amigos; la coherencia; la seguridad en una misma; el ser consecuente con las ideas; los crepes de mantequilla y azúcar; ver muchos chupa-chups juntos; la niebla que se levanta entre las montañas; las casas con mucha luz; vivir en un ático; la diversidad de personas en el metro; preguntarme qué hacen y de dónde vienen las personas con las que me cruzo; ver reír a un bebé; el David de Miguel Ángel; las mujeres embarazadas; los padres con niños en la bici; los libros antiguos; la pasta italiana. Me gustaría conducir sin rumbo, recorrer Europa en coche con amigos. Me gusta leer; oler algo y recordar un lugar en el que has estado. Recibir cartas. La lluvia. El sol. El anochecer. El silencio. Tumbarme en la hierba. Los ríos. La luna. El cielo. La filosofía. Sorprenderme. El cine. Groucho Marx. Ver que todo encaja, que todo tiene sentido. Mirar por las ventanas. Volar. Llegar a otro país. Imaginar. Encontrarme con alguien que hacía mucho que no veía. Discutir ideas. Poder ayudar a alguien.
Soy L. (16 años). ODIO ponerme roja; las mentiras y los incumplimientos; las prisas; el insomnio; la soberbia y la hipocresía; las generalizaciones. Odiaría ser cobrador de autopista, veterinario, enterrador o marinero. Odio que me chillen al oído; los prejuicios y la incoherencia; dejar mensajes en el contestador; los espacios pequeños; el alboroto; estar quieta.
ADORO la lealtad, el dulce, el amanecer y el crepúsculo, el mar, la luna, el sol, las olas, el cielo; viajar, las ventanas grandes. Me gustaría vivir frente al mar y poder tener las cortinas descorridas. Me gusta observar a la gente, hablar, mirar a los ojos de un bebé, ver a los niños sentados en los carros de la compra. Quiero conducir ya. Me gusta relajarme y pensar. Reconocer olores. Recibir cartas. Me gusta la niebla, acompasarme a la respiración de quien está dormido; andar; el agua. Adoro las estrellas. Me gusta aprender cosas útiles y ayudar a los demás. Me gusta mirar por la ventana del coche y ver las hileras de los huertos (encaja, no encaja...). Me gusta soñar despierta. Me encanta hablar en otros idiomas y conocer gente distinta; encontrar la relación entre los fenómenos, las personas, las cosas,…
¿Por qué no escribimos también nosotros estas sensaciones? Empecemos por aquellas cosas que nos desagradan, para ir dando paso a todo aquello que nos hace felices. Después podremos tirar a la basura los odios, y dedicarnos toda la vida a aquellas tareas que nos placen y que, seguramente, son también las que hacen dichosos a quienes conviven con nosotros.
Jornada de reflexión
¿Quiénes decide el penúltimo día, justo antes de la jornada electoral? ¿Por qué vale la pena definirse aunque sea tan tardíamente?
Quien duda, reflexiona; quien reflexiona, descubre; y se aleja de la perplejidad y del error. La reflexión actúa como el ojo del alma, pero requiere una accesible pero inusual condición: La soledad como preámbulo de la reflexión. No en vano, la vida, el amor, la voluntad,… son meros conflictos entre los instintivos reflejos y las reflexiones cabales.
La antesala de los días electorales se define como la “jornada de reflexión”. Quizá merecería llamarse también el “día de la emoción”. Las campañas, los programas y los mensajes electorales ya han proporcionado información al electorado. Sólo queda rumiarla, a fin de decantarse por alguna de las opciones disponibles. Al llegar esta fecha, la mayoría del electorado -que se estima en las tres cuartas partes- ya ha decidido su voto, seguramente más por lealtad, consecuencia y confianza en su candidatura distinguida durante años, que por nuevos argumentos escuchados recientemente.
Por tanto, toda la publicidad y el debate multipartito se dirige hacia quienes oscilan en su voto, y sobre todo hacia quienes no se han decidido a votar. Esta ciudadanía, la quinta parte del total, debe hallar un motivo que le estimule a ir a las urnas, venciendo probablemente la inercia de anteriores abstenciones.
Un buen argumento para animar a participar podría ser que no cabe excusa alguna para justificar la apatía. No vale que ninguna opción partidista sea satisfactoria, porque el voto en blanco o nulo puede expresar ese rechazo generalizado. Tampoco que todos los partidos sean parecidos, porque siempre hay matices de preferencia que merecen ser reconocidos.
Las elecciones son una decisión conjunta que requiere la máxima participación social, para que una comunidad se reconozca conjuntamente y se comprometa con una apuesta unida y decidida por aquellas soluciones de convivencia colectiva que resulten preferidas en las urnas.
La conclusión es evidente: Hoy es día de pensar y de sentir, mañana de acudir y votar, y pasado mañana de analizar comprender, porque la insolente realidad social se mostrará en todo su esplendor. Nos aguardan las ya prestas urnas nocturnas, que pronto serán diurnas.
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/jornada.htm
Quien duda, reflexiona; quien reflexiona, descubre; y se aleja de la perplejidad y del error. La reflexión actúa como el ojo del alma, pero requiere una accesible pero inusual condición: La soledad como preámbulo de la reflexión. No en vano, la vida, el amor, la voluntad,… son meros conflictos entre los instintivos reflejos y las reflexiones cabales.
La antesala de los días electorales se define como la “jornada de reflexión”. Quizá merecería llamarse también el “día de la emoción”. Las campañas, los programas y los mensajes electorales ya han proporcionado información al electorado. Sólo queda rumiarla, a fin de decantarse por alguna de las opciones disponibles. Al llegar esta fecha, la mayoría del electorado -que se estima en las tres cuartas partes- ya ha decidido su voto, seguramente más por lealtad, consecuencia y confianza en su candidatura distinguida durante años, que por nuevos argumentos escuchados recientemente.
Por tanto, toda la publicidad y el debate multipartito se dirige hacia quienes oscilan en su voto, y sobre todo hacia quienes no se han decidido a votar. Esta ciudadanía, la quinta parte del total, debe hallar un motivo que le estimule a ir a las urnas, venciendo probablemente la inercia de anteriores abstenciones.
Un buen argumento para animar a participar podría ser que no cabe excusa alguna para justificar la apatía. No vale que ninguna opción partidista sea satisfactoria, porque el voto en blanco o nulo puede expresar ese rechazo generalizado. Tampoco que todos los partidos sean parecidos, porque siempre hay matices de preferencia que merecen ser reconocidos.
Las elecciones son una decisión conjunta que requiere la máxima participación social, para que una comunidad se reconozca conjuntamente y se comprometa con una apuesta unida y decidida por aquellas soluciones de convivencia colectiva que resulten preferidas en las urnas.
La conclusión es evidente: Hoy es día de pensar y de sentir, mañana de acudir y votar, y pasado mañana de analizar comprender, porque la insolente realidad social se mostrará en todo su esplendor. Nos aguardan las ya prestas urnas nocturnas, que pronto serán diurnas.
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/jornada.htm
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