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Sobre tablets en educación para DEIA

Josu Garro defendiendo el iPad
1. ¿En cuántos centros públicos y concertados de la CAV se están utilizando actualmente las tablets? ¿Cuántos centros se sumarán a los que ya lo usan el próximo curso?

Desde Sare_Hezkuntza Gelan este curso se han seleccionado 35 centros públicos y otros 35 concertados que están en una fase avanzada de virtualización y aprendizaje innovador con recursos digitales. No siempre son dispositivos digitales en la proporción 1:1, y no siempre abarcan todos los niveles educativos. Tampoco necesariamente son tabletas digitales, pero sí dispositivos unipersonales como tabletas (Android o iOS), equipos tipo Chromebook, ordenadores portátiles o convertibles,…

La Orden de Ayudas para la adquisición de Dispositivos Digitales del alumnado becario de estos 70 centros está en fase de tramitación, sin que se haya resuelto y comunicado de modo definitivo.

2. ¿En qué cursos están implantados actualmente? ¿Se extenderá a todos los cursos en los próximos años?

Este curso 15-16 se han concentrado los esfuerzos en los diez cursos comprendidos entre 1º de Primaria y 4º de ESO. Para el próximo curso 16-17 se prevé ampliar este abanico con los dos cursos de Bachillerato, abarcando doce niveles desde los 6 hasta los 18 años.

Se prevé la extensión a todos los centros públicos y concertados en los cinco cursos académicos comprendidos entre el actual 15-16 y el final de 19-20.

3. ¿Para qué se usan, en qué materias, sustituyen totalmente a los libros de texto o se complementan ambos métodos?

Bajo el principio de respeto a la autonomía de cada Centro educativo, existen fórmulas variadas donde se complementan y/o sustituyen, según la edad dicente, los soportes desde el formato papel hacia “mochilas digitales” con materiales ubicados en Internet, permitiéndose –en muchos casos- operar indistintamente online u offline.

La mayor innovación incorporada es la creciente presencia de Recursos Educativos Abiertos (REA) que permiten crear, cocrear y recrear materiales previos con estrategias de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), donde no se parte cada curso y cada nivel del mismo punto de partida, sino que los proyectos grupo a grupo y curso a curso se van descubriendo, enriqueciendo y compartiendo en repositorios accesibles por toda la comunidad escolar en los diferentes idiomas de aprendizaje.
@spradas reclama más creatividad en aulas con #NeuroCiencia #DigCompOrg #INTEF

4. ¿Qué coste supone que un alumno estudie con tablet? ¿Qué parte sufraga el Gobierno vasco y cuál los padres?

Queda a la elección de los centros escolares la elección del modelo pedagógico (o la combinación de propuestas) de aprendizaje dentro y fuera tanto del centro escolar como de los calendarios y horarios reglados. De ahí se deriva una pluralidad de soluciones tecnológicas, siempre subordinadas a las metodológicas y pedagógicas, que puede abaratar o encarecer el dispositivo unipersonal que conecta a cada alumna o alumno con su comunidad de aprendizaje.

Las ayudas ofrecidas por la Orden destinada al alumnado becario, hasta 200 euros, a las que se suma la beca de equipamiento que anualmente recibe este alumnado permite acceder sin coste adicional de copago familiar a determinadas soluciones de ecosistemas de aprendizaje. Ciertamente los centros, a través de su Órgano Máximo de representación, con familias, profesorado,… pueden optar por otras alternativas más costosas que requerirían una aportación familiar para este “equipamiento curricular” que, no olvidemos queda en entera propiedad de este alumnado becario.

5.  ¿Cuáles son las ventajas y posibles inconvenientes del uso de tabletas en los centros?

La gran ventaja de los dispositivos digitales unipersonales es la oportunidad de mantenerse conectados a la comunidad de aprendizaje de cada alumna o alumno, más allá de las limitaciones de espacio y tiempo. Esto significa aprender o informarse antes y después del tiempo lectivo, en un entorno protegido y acorde a la edad del alumnado, permitiendo que adquiera las competencias digitales progresivamente y sin riesgos.

Además, las metodologías pedagógicas se pueden ampliar y remezclar potenciando estrategias de Aprendizaje Basado en Proyectos reales, en redes de clases, centros y
generaciones sucesivas de quienes aprenden, pudiéndose cocrear y recrear hasta forma parte de enciclopedias (como Wikipedia) en las distintas lenguas de uso.

Los inconvenientes principales radican en la necesidad de proveer y organizar nuevos recursos de los centros, como la conectividad, así como asegurar una genuina inclusión digital del alumnado más desfavorecido, de modo que la diferencia de entorno familiar no amplíe la brecha entre alumnado becario y no becario.

6. ¿Está suficientemente formado el profesorado para su implantación o hay quienes se muestran reacios por desconocimiento?

El profesorado vasco se está formando y perfeccionando en las competencias docentes de la era digital, siendo relativamente más competente a escala personal y familiar que la mayoría de otras profesiones, pero -paradójicamente- sin haber traspasado esas metodologías a su interrelación profesional en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

La realidad escolar se ha rezagado, en cierta medida, de la incorporación masiva e intensiva de pedagogías propias de la era digital que vivimos, por causas múltiples que abarcan desde dificultades de infraestructuras (que se solventarán pronto, esperamos), resistencias más o menos razonables que provienen de intereses legítimos (prudencia en las modulación de cambios) o no tanto (modelos de negocio basados en soportes ya obsoletos, (como el papel a partir de determinadas edades), hasta la convicción de familias y progenitores de favorecer modelos didácticos que reconocen como los vividos en su etapa discente sin advertir la aceleración digital.

7.    ¿Cuáles son los "miedos" de los padres ante estas nuevas tecnologías? ¿Son infundados?

La exigencia y rigurosidad de las familias es perfectamente comprensible y debe ser respetada porque son quienes, en el caso de alumnado menor de edad, deben interpretar y elegir los modelos educativos para sus hijas e hijos.

Cabe, eso sí, mejorar toda la información para que sus decisiones, siempre determinantes, sean más plenamente fundamentadas con realidades que puedan palpar fehacientemente.

Madres, padres y responsables legales del alumnado aciertan cuando comprueban cómo reciben una retroalimentación que jamás antes fue posible. Las APPs o aplicaciones que, quienes así lo prefieran, les permitan empoderarse -al igual que al propio alumnado- del mismo proceso de aprendizaje, de las obras, avances y realizaciones de su hijos, hijas y condiscípulos, pudiendo saber qué están haciendo y aprendiendo,...

Nunca el proceso de descubrimiento de quién es cada una y cada uno, de qué capacidad y talento singular reside en cada ser humano, ha sido tan accesible como lo es hoy en día. La personalización de cada persona, desde su más precoz aprendizaje, la construcción de su red y "entorno personal de aprendizaje", se va haciendo posible, rozando la arcadia del éxito universal, no del académico, sino del éxito personal, familiar, social y laboral que cada miembro del alumnado merece.

Post que estuvo en borrador desde el 23-2-2016. 
Recuperado retrospectivamente cinco años después.

Dispositivos unipersonales: El nuevo "papel" con el que aprender

Para que todo el mundo lo entienda: Las tabletas o los móviles inteligentes son como el papel que compramos con el que están impresos los libros de texto, periódicos, diccionarios,... La única diferencia es que la imprenta de Gutenberg es una tecnología del siglo XV (el papel es una tecnología con más de 22 siglos) y los dispositivos móviles del siglo XXI (aunque ya se han fabricado, sólo en teléfonos móviles, tantos como los 7.100 millones de seres humanos).

Aplicado a los libros de texto,... lo que abundan son intereses creados, aparte de quienes no entienden nada porque distinguen entre tecnologías que preexistían cuando ellos nacieron de las que han surgido durante su vida (un poco como los amish que aceptan tecnologías... pero sólo hasta las del siglo XVII).

Los libros de texto, y los cuadernillos de ejercicios, muy válidos para la educación infantil, son sustituibles a partir de la Educación Primaria con todo tipo de ventajas pedagógicas por los DUPE (Dispositivos Unipersonales Potencialmente Educativos),... si no fuera porque el papel sigue siendo un "modelo de negocio" que deja nutridas rentas... en distintos ámbitos educativos (editores, libreros, gestores de los centros o AMPAS,...).

Las familias, el alumnado, el profesorado y la administración educativa debieran saber que en 2014 resulta absurdo, ridículo y patético invertir en el antiecológico, insano (por las pesadas mochilas escolares), inútil y costoso papel, más allá de las primeras etapas educativas, para dibujar... con determinadas pinturas, o para cuestiones de higiene personal (secado de manos, pañuelos,....).

Cualquier soporte digital, incluso los ebooks, debieran haberse impuesto a esta altura de la historia por razones de lógica, si no imperasen intereses ocultos, visiones tecnológicas obtusas e inercias inaceptables. El coste anual entre 250 y 350 euros por escolar y año entre contenido y soporte papel se puede reducir con dispositivos digitales amortizadas en dos o tres años y mochilas digitales de contenidos curriculares, plataformas de aprendizaje, comunidades de aprendizaje conectadas por Internet,...

Convendría que las instituciones, aparte de atender al alumnado becario para su inclusión digital, ofreciesen fórmulas de financiación blanda (en torno a 12-20 euros al mes) para animar a esta innovación a las familias (propietarias del equipo y de los contenidos).

Es cierto que el mercado de los dispositivos digitales de aprendizaje es muy dinámico y cambiante, pero se advierten ya algunas realidades poco cuestionables y claras tendencias. Proponemos algunas ideas, a fecha de hoy, 13 de abril de 2014:
  • ERA POST-PC. Se advierte el fin, no ya del papel, si no incluso a medio plazo del concepto de PC. Vivimos ya la era post-PC, y la escuela no puede ser el último (y tonto) cliente de las últimas variedades de PC (como lo fue de los netbooks hasta que desaparecieron del mercado).
  • TabletPC. A edades educativas de bachillerato, los tablets o portátiles convertibles, quizá con sistema operativo Microsoft Windows 8.1 son una magnífica opción, que aúnan una tableta desprendible para movilidad (aunque algo pesada) junto a un equipo que no envidia a un PC. Un ejemplo sería el Asus Transformer Book T100 Asus Transformer Book T100TA 32GB+500GB, con un precio individual de 379 euros.
  • Tabletas. Desde Educación Infantil (en este caso junto a soporte papel y en modalidad de uso ocasional de tabletas compartidas y rugerizadas), a partir de la Educación Primaria (desde los 6 años) se puede recomendar el uso de tabletas unipersonales, livianas y estándares, similares a las que se expanden a escala doméstica. El sistema operativo Android destaca (si bien iOS de Apple también se ha interesado por desplegarse en un rico ecosistema educativo), y existen numerosas opciones como el esperado para julio de 2014 Nexus 8 con Android 4.5, con 8,9 pulgadas y 220 € (300$).
  • Móviles inteligentes. Son una opción muy respetable, aunque con la limitación de tamaño, si bien están creciendo por encima de las 5" o llegando a ser phablets. Por un lado están en los bolsillos discentes, a partir de edades tempranas, son ubicuos, potentes, con capacidades crecientes,... si bien faltan APPs educativas que exploten sus potencialidades.
  • Descartados. Han quedado fuera de opción las opciones de ebooks, o doble pantalla (una con tinta electrónica), las memorias USB para su uso en PCs (¿alguien las usa todavía, y no sabe que existe la nube?),... [Actualizando, tras el comentario de Celes Arteta. En nuestra modesta opinión, también desestimaríamos los ChromeBooks, porque si bien conjugan algunas ventajas de los TabletPC a mejor precio, siguen sin comercializarse para la realidad doméstica (donde no encuentran mercado), son relativamente caros (los nuevos ChromeBook 2 de Samsung están a 314$) y carecen de la movilidad de una tableta,... No obstante, nos gustaría formarnos una impresión más real viendo alguna experiencia educativa en nuestro entorno.]
  • Esperados. Los dispositivos vestibles pronto serán más accesibles y se harán omnipresentes, pero por ahora sólo pueden ser objeto de investigación y análisis. Algunos ejemplos son las Google Glass (ya libremente a la venta por unos 1.078€) y los smart-watches (relojes o pulseras inteligentes),...
Pronto analizaremos con más detalle los pros y contras de algunos dispositivos.

Dispositivos Unipersonales Potencialmente Educativos (DUPE)

Proponemos un neologismo, DUPE, como acrónimo de Dispositivos Unipersonales Potencialmente Educativos. Con DUPE pretendemos condensar un concepto que define algo intermedio que ni es un equipamiento escolar propiamente, ni un mero dispositivo personal. Con el adverbio "potencialmente" remarcamos un acento humorístico o sarcástico, porque creemos que casi todo, por no decir todo, es "potencialmente" educativo.

Son muestras de equipamiento escolar las PDIs (Pantallas digitales interactivas) o los ordenadores del centro que figuran en los inventarios de la institución, y dada su propiedad son mantenidos  por sus titulares. Los netbooks o ultrabooks de programas como Eskola 2.0 eran y son equipamiento escolar, cedido en su caso a los centros concertados o públicos.

En las aulas, escondidos en las mochilas o en los bolsillos del alumnado (o dejados en casa), hasta la fecha pocas veces y en pocos centros escolares autorizados a ser empleados en horario lectivo, se cuentan por millares los dispositivos personales utilizados para comunicarse, relacionarse, jugar,... como son los smartphones (móviles inteligentes), tablets (tabletas), phablets (tabléfonos),...

Vivimos un momento bisagra de la educación, con paradojas como evaluar la competencia digital en dispositivos móviles,... que raramente son permitidos a ser utilizados en las horas lectivas. Adicionalmente, hay una fuerte división entre el mismo profesorado, entre quienes se oponen a la entrada de esos artilugios en sus clases y quienes lo creen positivo en determinados momentos y a partir de una edad.

Como diría el poeta, así del salón (de clase) en el ángulo oscuro, así duerme tanto y tanto DUPE (Dispositivo Unipersonal Potencialmente Educativo), a la espera,... Y siguen los metafóricos versos,... ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas! ¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz como Lázaro espera que le diga «Levántate y anda»!

¡Ah, las administraciones, no saben qué hacer con los DUPE! Cofinanciar al alumnado becario, quizá,... ¿Y perder los inmensos inventarios? ¿Equipos tan económicos como 18 euros (con Firefox OS) para aprender? Mientras tanto, los dispositivos multifuncionales seguían reuniendo tareas, fotografiar, grabar, orientar, guiar, comprar, participar, empoderar,.... ¿Alguna vez alcanzarían el aprendizaje?

¿Llegaremos a jugar y aprender con el mismo gadget?  Muchas personas creemos que sí,... Otras personas aún no saben que el smartphone ya es el primer ordenador para la mayoría de la población mundial. Para muchos el primero que conocerán, y para otros muchos el que más utilizarán,... hasta que los wearables (vestibles o ponibles) hagan que al vestirnos (incluso antes con pulseras como FitBit,...) estemos conectados. 

Diez tendencias, previsiones y propuestas educativas

El debate educativo es escaso en nuestros tiempos, y aún más extraño si no está trufado de intereses políticos, económicos, corporativos, sindicales,... Abundan las opiniones contundentes, descalificatorias de quienes no piensan exactamente igual, propiciadas por la defensa de colectivos que no son exactamente los destinatarios del esfuerzo social que debiera estar dirigido solamente por la búsqueda de lo mejor... para el alumnado

Todo el mundo parece saber de educación, porque -y esto es bien cierto- todas las personas han recorrido trayectos educativos y, en muchos casos, han debido decidir sobre la educación de los suyos. Pero no es tan habitual disponer de una perspectiva más general, abierta y completa sobre la complejidad del extenso sistema educativo. Y, lo que es peor, aún habiendo muchos actores que sí disponen de tal capacidad, no todos ellos son capaces de hablar y escribir con sinceridad sobre sus conclusiones, por las consecuencias que se derivarían de su atrevimiento.

Con ánimo de aportar algunas ideas sobre la materia, en época de inicio de año, en plena madrugada, pensando quizá más como abuelo que como educador, con el máximo de honestidad, sin buscar ningún provecho personal, y sin temer nada por la franqueza, enumeraremos los que creemos son vectores de innovación educativa, enunciando la proyección, la predicción y la proposición en cada apartado.

Procuraremos equilibrar las expectativas en estas diez tendencias, previsiones y propuestas educativas, enfocadas hacia las enseñanzas básicas. Seremos relativamente optimistas en las tendencias, que quizá no se produzcan con la celeridad que señalamos. Corregiremos con algo de pesimismo las previsiones, porque son muchas las décadas en las que la inercia de los mecanismos educativos han frenado la innovación. Y, a modo de centralidad, intentaremos ser realistas en las propuestas, muchas veces iniciales o parciales, que convendría adoptar con urgencia. Esas medidas corresponderán no sólo a los poderes públicos y a la administración escolar, sino al conjunto de la ciudadanía.

Son visiones que se solapan, se entrecruzan y se potencian unas con otras, apuntando convergentemente hacia un futuro que podemos imaginar.
  1. Primacía del aprendizaje sobre la enseñanza. Si el siglo XX algún día será reconocido por ser la centuria de la educación, sin duda el siglo XXI lo será del aprendizaje (incluido el aprendizaje invisible) o de la "educación expandida". Esta querencia es tan perceptible como imparable, pero se enfrenta a toda una era de escolarización con currículos y estructuras diseñadas en el XIX y un profesorado del XX. La trayectoria a seguir es la apuesta decidida desde las familias y la sociedad por la conjunción del aprendizaje formal (en un sistema educativo renovado) con el creciente aprendizaje  informal y no formal. Este complemento educacional (el calendario escolar apenas cubre a lo sumo entre 950 ó 1.050 horas anuales de las 8.760 posibles), creciente por la implicación de otras instituciones y la digitalización que lo favorece, habrá de contar con mejor reconocimiento, validación y acreditación (como ya sugieren algunas Directrices de la UNESCO). En este concepto cabe la irrupción de emprendizajes que potencien los aprendizajes en horarios y calendarios suplementarios, bajo pautas lúdicas canalizadas por redes sociales en las distintas competencias a desarrollar.
  2. Creciente trascendencia (y debate) social de la educación. A pesar de que sus efectos siguen el lento ritmo de la naturaleza que exige paciencia y perseverancia, la educación y el aprendizaje son tan importantes que no pueden quedar sólo en manos de la política, o de la administración, o de patronales y sindicatos, o del profesorado, o del alumnado, o de las familias,... Es un tema clave de la totalidad de la ciudadanía, que debe ser vigilante con cuánto requiere y cómo ser gestiona, como la mejor inversión social. Por desgracia, la educación raramente es una prioridad cuando se analiza a corto plazo (la tragedia de la política), pero debe ser una constante sometida a la crítica y a la mejora continua. Hay demasiado desconocimiento, simplificación y condescendencia con nuestra eficacia escolar, con el logro de la equidad y la calidad académica que se alcanza. Convendría más examen sosegado, autocrítico, constructivo, ilusionante,... sobre el rendimiento del esfuerzo que la sociedad dedica a su educación.
  3. Todo el sistema educativo debe primar y centrarse en el alumnado (y sus familias mientras el alumnado sea menor de edad). Porque el alumnado es el núcleo de atención sobre el que articular las propuestas de aprendizaje. Toda la acción de la docencia y de la administración ha de estar al servicio del alumnado. Los derechos profesionales o laborales de los agentes escolares han de estar subordinados a su razón de ser: el alumnado (y sus familias). Esto ha de traducirse en un seguimiento docente más continuado, de forma que se fije el profesorado a etapas discentes (bianuales, como mínimo), involucrándose y responsabilizándose de modo más estrecho con el éxito escolar de cada alumno o alumna. 
  4. Una educación del siglo XXI debiera avalar como un nuevo derecho humano el éxito escolar universal (en las enseñanzas básicas y obligatorias) de todas las alumnas y alumnos. Ya no basta que una sociedad se contente con ofrecer un pupitre a cada escolar, sino que ha de asegurar que - a lo largo de su trayectoria de escolarización- cada miembro del alumnado descubrirá su talento personal y elegirá su opción vital para convertirse en una persona integralmente formada (y ello también significa, con un destino profesional factible).  Para todo lo cual deben generarse centros educativos diversificados con modelos variados que sean del agrado y permitan elegir a las familias (incluso, y especialmente, en un sistema público no homogéneo). También es preciso vincular más al profesorado con el éxito académico del alumnado a su cargo, secuenciando las metas competenciales a alcanzar en cada etapa. Al igual que un padre o una madre no acepta que alguno de sus hijos e hijas quede atrás, el profesorado comprenderá las circunstancias particulares del alumnado y buscará un camino que le lleve al máximo de sus potencialidades.
  5. Una cultura de evaluación constante se abrirá paso en todo el sistema educativo. Porque sólo una evaluación combinada (externa e interna) y contextualizada, general de todos los protagonistas (alumnado) y agentes, podrá garantizar la equidad y la calidad de todo el alumnado, de todas las aulas, de todos los centros, de todas las redes, así como de la administración, inspección, servicios de apoyo,... Siempre se consideró, pero luego no se aplicó, la diferenciación entre quien instruye (ahora diríamos mejor conduce el aprendizaje) y quien evalúa el proceso. Las evaluaciones diagnósticas, las evaluaciones externas, basadas en competencias y en contenidos, y desde la Educación Primaria, pueden ser un instrumento válido y esencial de mejora que establezca los refuerzos necesarios para que todo el alumnado progrese en conjunto, porque los desniveles se corrigen cuando son pequeños. Así se eliminarían, y a ultranza, las repeticiones de curso que se han demostrado inútiles.
  6. El currículum formal ha de concentrarse en los lenguajes y metalenguajes, para el limitado calendario de la educación formal. Las competencias (como la de aprender a aprender), los lenguajes naturales (euskera, castellano, inglés,...) y los metalenguajes matemático, científico, tecnológico y digital son la columna vertebral del currículo de las primeras etapas educativas. Para su debida consecución deben establecerse niveles y objetivos perfectamente definidos antes de finalizar las sucesivas etapas escolares. Los Boletines Oficiales, o las Leyes Orgánicas como la LOMCE, deben establecer niveles mínimos finales de las distintas etapas educativas, tales como el nivel de conocimiento de los idiomas oficiales o extranjeros, y según un baremo objetivo y mensurable. Y pueden hacerlo a escala de Estado, o mejor a nivel incluso continental, como el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). Pero no han de entrometerse en las metodologías pedagógicas para alcanzar dichos niveles, por razones tan obvias como la singularidad del alumnado, que hace difícil recomendar estrategias de aplicación general.
  7. La educación digital (reducación o sarezkuntza) debe transformar y mutar la escuela actual, potenciando nuevas realidades de aprendizaje transmedia con una comunidad abierta por el cauce de un Internet omnipresente y accesible a través de dispositivos móviles (smatphones, tablets,...), que debiera estar a nuestro alcance en todo momento y lugar. Su generalización abrirá el entorno escolar a las familias y al conjunto de la sociedad, que podrá participar por nuevas vías. Estas tecnologías han producido efectos inimaginables hace pocos años en las poderosas "industrias de la información", y muestran la misma oportunidad (y potencialidad de crisis) en las "instituciones de la formación". Su vertiginosa evolución (o red-volución) determina que lo que pudo ser una medida positiva como la distribución masiva de netbooks en Primaria y Secundaria ya no sea posible. Simple y llanamente, porque el mercado ha dejado de fabricarlos en favor de las tabletas digitales, lo que supone una vuelta a un super-pizarrín que pone en entredicho toda la historia de libros de texto, pesadas mochilas, diccionarios,... Y ya no caben excusas de costes, porque su abaratamiento (en continente y contenido) hace inexorable una inmediata tabletización con textos multilingües (tan beneficiosos para alumnado y familias), acceso inmediato y duradero, movilidad, inclusión digital universal,...
  8. Atención a la pluralidad de ofertas escolares (con diversidad de titularidades, modelos pedagógicos,...). El derecho a la educación, y al éxito educativo, reside en el alumnado, y en sus familias en tanto aquel es menor de edad. Debe ser objeto de atención y extremo cuidado el favorecer la multiplicidad de elección escolar, siempre que encuentre refrendo por parte de quienes se matriculan. Es una peculiaridad que puede dinamizar la innovación, mejorar la gestión y permitir la cooperación. Esa pluralidad debe protegerse con medidas que apoyen la adecuación a las demandas del alumnado (y de sus familias), que son quienes deben regir la planificación educativa. Para que la red de titularidad pública, la mayor de las actuales, actúe como una red educativa (como otras concertadas como Kristau Eskola, Partaide,...) debiera quedar organizada como una “Hezikidetza”, poniendo en juego la totalidad de sus recursos humanos. Así, la administración educativa general (con alguna semejanza con la sanitaria) velaría por el conjunto de la educación vasca mediante programas y conciertos a través de sus diferentes redes escolares, cuidando que la red de titularidad pública sea garante de la escolarización universal.
  9. Reordenación y aprendizaje permanente del profesorado, de las direcciones escolares, y del conjunto de los servicios de apoyo e inspección, así como de la administración educativa. El profesorado y las direcciones escolares, en pro de una máxima responsabilidad y autonomía de centros, son las piezas esenciales para que una sociedad se dote de una correcta y eficiente educación, con una amplia capacidad de autonomía a nivel de centro, departamento, etapa,... y de colaboración intrared o interredes escolares. La formación inicial y continuada, así como la carrera profesional, son aspectos a cuidar en la organización de la enseñanza, a fin de reconvertir a docentes en knowmads (nómadas del conocimiento). La administración debe simplificarse al tiempo que se hace más abierta y transparente para familias y agentes educativos. Los recursos humanos destinados a la educación han de reagruparse en torno a las aulas y los centros, actuando en proximidad máxima con el alumnado a fin de promover su éxito, en formatos presenciales o virtuales para compensar desigualdades socio-culturales de las familias a las que pertenezcan. Pervive demasiada estructura y jerarquía cuando nos encaminamos hacia un escenario de "Educación 3.0", basado en un aprendizaje más horizontal (entre iguales), un conocimiento aplicado contextualmente, unas relaciones menos jerarquizadas (en redarquías),...
  10. Urge un amplio "Acuerdo Escolar". En el caso de la Comunidad Autónoma del País Vasco que abarque a todo el sistema educativo vasco, algo no alcanzado tras 30 años de autogobierno, y que complete el "pacto escolar" de 1993 (que sólo cubría la mitad del sistema con una "Ley de la Escuela Pública Vasca" y que estaba programado para durar, a lo sumo, siete años). La génesis de este Acuerdo, extensible también a nivel de Estado y de Europa, debe propiciar una mínima regulación de modo que se confíe en las comunidades escolares que alientan cada centro, pero fijando metas medibles de resultados discentes. Ya han pasado 20 años desde el "pacto escolar" y han cambiado, afortunadamente mejorado, las condiciones. Ahora no basta una negociación sólo entre dos partidos, ni siquiera a escala exclusivamente política. Un nuevo acuerdo debe dimensionarse socialmente, escuchando especialmente a los agentes escolares -y en primer lugar a los prescriptores como lo son las familias-.

La paradoja tecnológico - familiar

Julen, la generación que nació con el iPad
Describimos algo que sucede en muchos hogares de nuestro entorno, en dos momentos de cada jornada de lunes a viernes.

8:00 a.m. Progenitores y descendientes se preparan para un día normal. Al salir de casa cada uno hacia su destino, el padre lleva todo lo necesario para su labor diaria viajando y reuniéndose con frecuencia en su móvil inteligente, un Android, y la madre en un iPhone, al que adiciona un iPad debido a su profesión que implica más relación interpersonal y grupal. Por el contrario, la hija y el hijo, escolarizados respectivamente en enseñanza secundaria y primaria deben cargar con sendas mochilas pesadas (con ruedas afortunadamente) para transportar todos los libros de texto y cuadernos de papel. En el centro escolar les espera una prohibición de usar móviles (en todas sus funciones) y un acceso ocasional al "aula de informática", mientras aguardan que llegue un netbook a su generación, un equipamiento que las administraciones educativas han comprado en su postrera fase comercial como últimos clientes de un producto que va a desaparecer .

8:00 p.m. Tras regresar al hogar y juntarse de nuevo toda la familia, y antes de cenar, los hijos utilizan los smartphones de sus padres con mucha más soltura y mediante servicios avanzados, algunos de los cuales son desconocidos por sus progenitores. Nada de lo que hagan con estos terminales, aprender, relacionarse, conectarse, cooperar,... les servirá como tarea escolar, dado que sus deberes han de devolverse en papel.

Propuesta: ¿No convendría repensar una "reducación" que revise la trascendencia de la competencia digital para toda la sociedad (pero especialmente en la infancia y la juventud alentando sus oportunidades y advirtiendo de sus riesgos), el equipamiento didáctico de los centros en la era post-PC (reordenando espacios y tiempos), el soporte físico de los materiales de aprendizaje incorporando toda la interactividad y socialización posible, la formación inicial del Magisterio en estos ámbitos, el perfeccionamiento del profesorado en activo (por ejemplo, animándoles a ser usuarios de los servicios en red de los móviles inteligentes,... ¿alguna operadora se anima?), la conectividad a Internet facilitada para todo hogar con escolares (por la inclusión digital), el aprovechamiento de las redes sociales para aprender con todo el mundo y en todo tiempo,...?

Queridas Editoriales: Existe Internet...

Queridas editoriales: Casi todos tenemos una cosa llamada “Internet” (para combatir la exclusión digital ya sugerimos medidas), así que por favor dejen de desperdiciar materiales y cargar nuestras pesadas mochilas escolares. Queremos libros, sí, pero en soportes electrónicos, contemporáneos, líquidos, editables, linkables, editables, personalizables,...
Así nos ahorraremos los cientos de euros anuales por escolar, evitaremos malgastar en soporte papel, haremos el planeta más ecológico, conservaremos para el futuro nuestros recursos de aprendizaje, podremos estudiar donde estemos, evitaremos dolores de espalda,...
No pidan más tiempo para adecuar su negocio. Ya les adelantamos la misma idea en 2008 con No compre libros de texto, sino un ordenador, en 2007 con ¡Adiós mochilas, hola memoria USB!,... y hasta en 2003 Libros de texto: Sí y no (en papel, no),... El célebre precedente fue con las "páginas amarillas" que insisten en publicar...
[Actualización con un interesante artículo sobre el tema: Carta a los editores de libros de texto de Jordi Adell.]

¡Adiós mochilas, hola memoria USB!

Mientras en Italia se impone una limitación en el peso de las mochilas escolares, en Francia, los escolares reemplazan las pesadas mochilas por llaves USB con software libre. Vía NoticiasDot, sabemos que las autoridades educativas de la región de Île-de-France han distribuido 213.000 llaves USB entre 175.000 estudiantes y 40.000 profesores.
Además de fomentar la cultura tecnológica entre los alumnos la llave USB viene cargada de herramientas y aplicaciones basadas en el software libre como el navegador Firefox, el visualizador VLC, la serie ofimática OpenOffice, el gestor de correo Thunderbird, el calendario Sunbird, Sumatra PDF, Miranda, Fullsync, entre otras. Todas las herramientas vienen ya instaladas en una memoria de 1 GB por lo que el alumno solamente debe conectarlo a su equipo para usarlas.“La elección innovadora de proponer programas informáticos libres demuestra el compromiso de la Región en el sentido de reequilibrar la oferta informática que tienen disponible los alumnos y profesores entre soluciones propietarias y libres”, señaló el Consejo Escolar en un comunicado. Aplauso por esta decisión factible, barata y eficaz.

Políticos en la Escuela

Que los políticos hablen de educación es un indicio seguro de elecciones.

El profesorado, las familias y la ciudadanía en su conjunto sabemos que un signo inequívoco de próxima convocatoria electoral es que los políticos hablen de educación. Sólo se acuerdan de la enseñanza en períodos inmediatamente preelectorales. El PSOE de Zapatero ha elevado esta usanza al máximo: “el nombre del programa electoral es Educación, y el apellido Cultura”. Estaba obligado frente a la política de Atila-Aznar, de los “hunos” o los “unos”: un líder, un partido, una nación (mejor un imperio), un “pensamiento” único,… un extravío paranoico con un exponente paradigmático: un sistema educativo uniformado por la LOU, la LOCE,… cuando el Estado ya no tiene competencias educativas y sin destinar presupuesto alguno para las reformas.

Conste que los educadores deseamos que se debatan en sociedad los temas educativos, pero con rigor y sin frivolizar hasta extremos horripilantes. Las consignas electoralistas siempre son simplistas: mejor hablan de dos alumnos por ordenador que de reformar el currículum para no ser el hazmerreír de Europa con una informática educativa optativa, o de libros de texto gratuitos mientras se dictan apuntes desde Primaria e Internet brilla por su ausencia para que las mochilas carguen libras de libros. ¿Por qué no hablar de atajar el insoportable “fracaso escolar” o, incluso más grave aún, del mismo absentismo cuyo promedio estatal –por no señalar diferencias entre autonomías- es el más alto de la OCDE (el 34% del alumnado de 15 años falta injustificadamente a clase)?

Alguna esperanza brilla en Catalunya donde han comenzado su nueva legislatura con medidas y presupuestos de refuerzo educativo en los departamentos segregados de Enseñanza y Universidades, gestionados ambos por ERC (Joseph Bargalló y Carles Solà). Es demasiado pronto para valorar su acierto, pero no es mera palabrería: obras son amores y no buenas razones. En Euskadi el panorama de confrontación, que tan bien instrumentaliza el PP con el seguidismo del PSOE… de Madrid, ha bloqueado lamentablemente cualquier mínimo preliminar del proyectado “Acuerdo Educativo”, que preveía el programa de gobierno tripartito como renovación del “Pacto Escolar” suscrito en 1993 entre el PNV y el PSOE.

Lo dicho: Por motivos electoralistas los elefantes de la política han entrado nuevamente en la cristalería de la educación. Cuidado con los escolares, que son muy frágiles.

Libros de texto: Sí y no

1º No al alumnado con “Libras de textos”: Según un reciente estudio científico realizado entre escolares de toda la Unión Europea, se ha constatado que los niños y niñas de 11 años (con un peso medio de 43 kilos) cargan cada día mochilas con un peso promedio de 9,3 Kg., que determinados días llegan a alcanzar los 11,5 Kg. Ello representa entre el 21,6% y el 26,7% de su peso corporal y equivaldría a que un hombre adulto (de 80 Kg.) transportase cada día entre 17 y 21 Kg. de peso o una mujer (de 60 Kg.), 13 y 16 Kg., lo que supera los límites legales que establece la normativa laboral vigente. Es decir, nuestros escolares soportan literalmente una carga libresca muy superior a la que admitiríamos para los trabajadores.

Igualmente es recomendable reducir el uso generalizado de cuadernos exclusivos para cada área, evitando los de tapa dura y prefiriendo los de anillas con adición de hojas, para colaborar junto a la administración de los libros de texto disponibles en las bibliotecas de aulas, a la reducción del peso de las mochilas escolares, que serán preferentemente de arrastre, prohibiéndose los diseños menos ergonómicos para las edades escolares.

2º No al profesorado “Libre de textos”: El pleno respeto a la “libertad de cátedra” debe compatibilizarse con el seguimiento docente de un libro de texto por asignatura, coordinándose y comprometiéndose los equipos directivos y docentes con la selección de un texto único por materia en cada curso académico, mantenido durante varios años y que constituirá el referente curricular y memoria para el alumnado de cada etapa escolar.

Los libros de texto, junto a otros recursos didácticos interactivos por Internet, deben permitir la superación del indeseable abuso prematuro de apuntes que se ha producido. La metodología de fotocopias en los niveles de Enseñanza Primaria y Secundaria debería erradicarse, anulándose la extendida lacra omnipresente de apuntes, a menudo manuscritos, enmendando o sustituyendo al Libro de Texto. Según CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos), la entidad que gestiona los derechos de unos 6.000 autores en el Estado, anualmente se fotocopian 2.504 millones de páginas de libros literarios o didácticos, la mayoría de modo ilegal, siendo la enseñanza el ámbito donde abunda más la reproducción indiscriminada. En el sistema educativo se hacen al año 1.531 millones de páginas. De ellos, 698 millones corresponden a la Universidad, ¡528 a las enseñanzas medias y 305 millones de páginas a Infantil y Primaria!

3ª Sí al “Libro de texto” obligatorio, compartido y de seguimiento fiel por el profesorado y el alumnado. En los niveles de enseñanza Primaria y ESO, el libro de texto debiera ser de reconocido seguimiento como elemento central de la enseñanza y del aprendizaje, y de uso preferente en la Enseñanza Secundaria post-obligatoria, Bachillerato o Formación Profesional. Los libros de texto y de consulta son y seguirán siendo el núcleo vertebral de la dotación de recursos didácticos del alumnado de los niveles obligatorios de enseñanza. Su incomparable validez como recurso básico debe ser resaltada, siempre que se instituya como elemento esencial por la metodología docente mediante una aplicación rigurosa de todas sus inmensas posibilidades. La dotación anual de libros de texto supone un enorme volumen de conocimiento, y desgraciadamente de despilfarro económico en numerosas ocasiones por el bajo uso que algunas prácticas didácticas le otorgan en la actual realidad escolar.

Los libros de texto deberían ser compartidos y gratuitos, como sucede ya en algunas comunidades autónomas, así como en casi toda Europa (excepto Irlanda, Portugal y algunos estados alemanes). Esta recomendación se fundamenta en el objetivo de reducir costes compartiendo recursos, y no en la negativa a la cofinanciación del esfuerzo educativo. La trascendencia del “recurso didáctico por excelencia” debe asegurarse por igual para la totalidad del alumnado, con independencia de su situación familiar. Los libros de texto deberían ser gestionados por la comunidad escolar de cada centro, y puesta inmediatamente a disposición de todo el alumnado, pudiendo ser reutilizados en cursos posteriores. Sólo debería abonarse su coste si su utilización o desgaste no fuesen correctos. En cualquier caso, urge una Directiva Europea que fije el régimen de los precios fijos en el mercado del libro, cuya comercialización es muy singular. Los acuerdos entre la Administración Educativa y las empresas editoriales podrían mejorar significativamente los materiales, adaptarlos y digitalizarlos, así como abaratar los inmensos costes sociales que actualmente suponen con un aprovechamiento manifiestamente mejorable.