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¿PISA o posverdad? Datos y soluciones. 1º/5

@enjakeETB #PISA2015 Mejor ver el vídeo yendo a EITB A la carta, del programa "En Jake" del jueves 16-2-17, a partir de las 13:18 o del minuto de grabación 1:08:00

Con el título de ¿PISA o posverdad? avanzamos una serie de entradas sobre #PISA2015 desgranados tras disponer del Informe #PISA2015 del ISEI-IVEI (ver en este post) de la Comunidad Autónoma Vasca, un dossier de 158 páginas publicado esta semana con muchos gráficos que conviene revisar paso a paso.

Estas entradas tuvieron un primer análisis, a vuelapluma, con aquellas Primeras impresiones sobre el Informe Pisa 2015 en Euskadi (ver post), que hizo surgir dudas sobre aquellas "intuiciones",... que han sido corroboradas por el estudio pormenorizado del ISEI-IVEI.

Creemos en un debate abierto, constructivo, que empodere a la ciudadanía, que le informe y forme,... Reiteramos el ¡GRACIAS PISA!, gracias ISEI-IVEIpor ser un termómetro RIGUROSO Y TRASCENDENTE, que no se puede falsear ni ensayar, que mide la fiebre (aunque hemos de aprender mejor a tomar la temperatura, dónde y cómo poner el termómetro).

En estos textos destacaremos lo mejorable, desde esta DISONANCIA COGNITIVA (¿no teníamos un sistema educativo inmejorable?), porque hemos de felicitarnos por nuestra atención e inversión eeducativas, que queda mucho margen de mejora en Innovación Educativa desde hace 42 años,... No basta hacer cambios meramente superficiales,... Se han de aplicar medias a corto, medio y largo plazo, y si bien los de efecto a largo plazo (como mejorar la formación inicial y continua del profesorados, su acompañamiento y asesoramiento,...) son los más urgentes,... también hemos de aprestarnos a que #PISA2018, en un año, mejore nuestra autoimagen hecha con un selfie de PISA, porque PISA eres tú.

Con cada dato o problemas que extraigamos, aportaremos propuestas de solución, que están en manos de los agentes clave: el alumnado, del profesorado, de la administración educativa, de las familias, la sociedad,… En este post analizaremos dos datos muy significativos, que pudimos comentar en el programa "En Jake" del jueves 16-2-17 de ayer.

1º.- Descenso notable del ISEC (Índice SocioEconómico Cultural) en la CAPV (imagen de la página 21 del informe).
Notable pérdida de ISEC entre #PISA2012 y #PISA2015
En nuestras primeras impresiones hablábamos de precarización de la CAPV. Por distintos canales se nos indicó que era cierto o que no había llegado a la educación. El gráfico sobre este párrafo nos confirma nuestra anticipación, que en 2012 la CAPV estaba en conjunto ligeramente por encima de la media, +0,03, y que en 2015 ambas redes han caído por debajo de la media (la pública, hasta -0,50). En la página 22, ver imagen no anexada, en PISA 2012 en promedio todos los modelos lingüísticos (A, B y D) estaban por encima de la media OCDE.

Es cierto que un alto ISEC no siempre garantiza buenos resultados en PISA (Islandia es la mejor prueba), pero la correlación entre descenso de ISEC y empeorar resultados en competencias es más seguro. Por tanto, si ya antes de PISA 2015 erróneamente confiábamos que nuestro ISEC en el Estado (el segundo ahora tras la Comunidad de Madrid), a futuro con caídas tan importantes hay que adoptar acciones urgentes para evitar los peores presagios.

Soluciones propuestas: Mejorar nuestro ISEC logrando que remonte, con medidas socioeconómicas y culturales. 

Hay que evitar que se repita en 2018 el grave decrecimiento del ISEC producido en el trienio 2012-2015, en el conjunto de la CAPV de 0,03 al -0.25 respecto a la media de la OCDE, especialmente en la red Pública desde -0.17 a -0.50, pero también en la red Concertada del +0,19 al -0.03. Todo esto significa mejorar rentas familiares, asegurar ingresos mínimos en las familias (especialmente con escolares),... Pero no sólo se trata de datos económicos, sino también culturales, de acceso al conocimiento,... tales como los recursos disponibles en el hogar (número de libros, dispositivos digitales…). De ahí la urgencia en un Plan Lector con Clubs de Lectura Escolar, gamificados y que alcancen al alumnado y a las familias y les impulsen a adquirir hábitos lectores, en todo tipo de soportes, para ganar compresión y velocidad lectoras,...
#PISA2015 según la Lengua de la Prueba
2º.- Laxitud en la recomendación de hacer la prueba en la lengua familiar del alumnado (imagen de la página 25 del informe).

Partiendo de la bondad y necesidad de una educación plurilingüe, de nuestro compromiso como sociedad por la recuperación del euskera (que requiere una mayor inmersión de aprendizaje con esta lengua vehicular),... y de la oportunidad de aprender Ciencia en inglés,... LO CIERTO Y RECOMENDADO EN TODA LA OCDE para alumnado en sociedades bilingües (o trilingües) es que la Prueba PISA se realice en la lengua familiar,... algo que se ha relazado por "opiniones erróneas" de algunos agentes educativos (incluidas las familias quizá inducidas a no ajustarse al cuestionario),... PISA requiere, para Compresión Lectora y para las otras Competencias, velocidad y comprensión lectoras media a los 15 años.

Según el gráfico en #PISA2015 nada menos que un 9,1% del alumnado pasa a realizar la prueba del castellano al euskera hasta el 25%, a pesar de que los hogares euskeldunes bajan en este trienio del 20,6% al 18,2%, pasando los castellano-parlantes del 76,2% al 77.8%, y los de otra L1 (lengua familiar, árabe, rumano, chino, portugués,...) del 3.2% al 4.0%.
Grave error en #PISA2015 por hacer la prueba en euskera a alumnado sin esa lengua familiar.
Este 9,1% que cambia de lengua de la prueba estadísticamente era alumnado con un comparativo alto nivel competencial, que se minusvalora por falta de comprensión y velocidad lectora. El resultado es que penalizan fuertemente, según la lengua de la prueba, a ambos grupos: A quienes realizaban antes en euskera (bien elegidos por sus hogares en 2012) y a quienes respondían en castellano. Si bien la serie desde 2003, con muestra propia es digna de análisis, las bajadas según lengua prueba son escalofriantes: -21,9% al -29.5% en ciencias (imagen no adjuntada), del -1.8% al -25.1% en lectura (imagen anexa ampliada) y del -13.2% al -24.3% en matemáticas (ver imagen no adjuntada).

En 2012 el alumnado que hizo la prueba en euskera era 11,2 puntos MÁS COMPETENTE en lectura que el promedio de quienes la hicieron en castellano (507,5 puntos frente a 496,3). Simplemente relajando que la prueba la hagan en la lengua que prefieran, esa deriva del 9,1% del alumnado hacen que en 2015 se volteen los resultados haciendo que comprendan mejor (ahora son 12,2 puntos superiores los de castellano, 494,5 puntos frente a 482,4 los de euskera). Esto tan claro, que repercute en ciencias y matemáticas porque no se entienden bien y con rapidez los enunciados, ¿lo llegarán a entender algunos prescriptores, docentes, familias,...? Confiemos que no se abunde en este erro en PISA 2018. 

Soluciones propuestas: Esto requiere difusión, explicación de qué es PISA, medición a los 15 años de qué son capaces de entender y hacer nuestros alumnos y alumnas,... en una prueba tasada en tiempo,... Con una respuestas ciertas de las familias, con instrucciones claras y prescritas de elegir la lengua familiar como la de la prueba para recoger más y mejor las competencias discentes, la mejoría en las tres áreas sería más que perceptible (estimativamente en torno a diez puntos, al menos, como mínimo). PISA es algo científico, medido con un método objetivo y sin margen para especulaciones u opiniones no probadas.

En el próximo post analizaremos
otros dos aspectos preocupantes con algunas de las innovaciones para recuperar los resultados que merecemos.

3º.-  Bajísimos porcentajes de alumnado en los niveles de excelencia, especialmente en el nivel 6.

No hay equidad sin calidad, y nuestros raquíticos y decrecientes porcentajes discentes en los niveles 5 y 6, niveles de excelencia, que APELAN a todos nuestros centros, pero singularmente a los de ISEC alto,... Dato actual en el Nivel 6: 0,1% Ciencia (competencia central medida), 0,4% en Comprensión Lectora, y un 1% en Matemáticas.

4º.- Deplorables resultados en la Competencia Científica, en sus valores y en su tendencia.

Son obvias algunas de las causas, como el escaso tiempo curricular dedicado a las Ciencias (que debe mejorar desde Primaria, aparte de lo corregido ya en Secundaria) y otros motivos que el propio ISEI-IVEI descubre en su Informe, página 88: "El alumnado vasco participa con mucha menos frecuencia en actividades extraescolares relacionadas con las ciencias que el alumnado de la OCDE y que la media de España. Solo el 4,9% del alumnado vasco participa en Talleres de ciencias frente al 39,3 de la OCDE y el 38% en Competiciones sobre ciencias que sube hasta el 66,5% en la OCDE". 

Premisas para un Acuerdo Escolar en Euskadi

Han transcurrido muchos años desde el "Pacto Escolar" de 1992, plasmado en dos leyes de "Escuela Pública Vasca" y "Cuerpos Docentes Propios" en 1993.  Aquel acuerdo se planificó, y parecía demasiado entonces, para prolongarse durante siete años, hasta 1999. Quienes participamos en aquellas gestiones internas, aún conservamos las hojas de cálculo (en FrameWork III) con aquellas proyecciones, donde se establecían aportes macroeconómicos.

El Pacto Escolar de 1992 fue inicialmente suscrito únicamente por EAJ-PNV y el PSE-EE, sumándose como tercer apoyo la red de Kristau Eskola. Las motivaciones y los protocolos fueron los propios del momento, con un equilibrio gubernamental inédito, y algunos problemas acuciantes en las redes escolares. Aquel pacto, del que se puede aprender algo aún cuando el contexto es radicalmente diferente, pivotó sobre varias temáticas: la convergencia entre redes para su enmarque en dos formatos de titularidad (pública y concertada, aparte de la anecdótica privada), el ajuste a la implantación de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE, que comenzó a implantarse en 1992), la necesidad de regular los cuerpos docentes transferidos, así como la puesta en marcha del sistema de los tres modelos lingüísticos, actualmente en vigor. 

El devenir de los años conformó un extraño meandro en la historia de la educación vasca, que jamás ha dispuesto de una "Ley de Educación Vasca", a diferencia de todas las demás comunidades autónomas del Estado, la mayoría de las cuales recibió las competencias educativas mucho más tarde.

Desde 1993 ha habido tímidas peticiones, de retomar la búsqueda de un nuevo y amplio Acuerdo Escolar en Euskadi. También figuró en varios Pactos de Legislatura de gobiernos mixtos presididos por EAJ-PNV con gestión departamental de EA, pero donde fue evidente que nunca interesó a este partido minoritario promover este debate, ni le fue demandado por nadie.

Durante la última década, comenzando hacia 2003 se escucharon periódicamente algunas peticiones de retomar la búsqueda de una convergencia en un tema tan estratégico como susceptible de sufrir retrocesos en materia de autogobierno educativo. Por ejemplo, en septiembre del año 2006 el PSE pedía un nuevo "Pacto escolar" a EAJ-PNV, y a EA que gestionaba el Departamento de Educación. En septiembre de 2011 son las ikastolas de Ikastolen Elkartea quienes solicitaban al PSE, a la sazón gestionando educación un acuerdo escolar.

Deben darse las condiciones precisas, en una conjunción no producida ni sentida en los veinte años durante los cuales si ha habido pactos globales, ni se han sentado nuevas bases de marco legislativo para relanzar la educación en la CAPV. Podríamos enumerar algunas premisas necesarias, quizá no suficientes, para que se inicie en 2013 alguna negociación en este ámbito:
  • Un liderazgo directo desde Lehendakaritza que fije este objetivo para la actual legislatura.
  • Una dedicación continua desde la titular del Departamento de Educación, Política Lingüística Cultura y Cultura.
  • Un ámbito de encuentro con los principales partidos políticos, aceptando el marco de debate y los temas a incluir en el acuerdo.
  • Un foro profesional con patronales educativas, sindicales, profesorado y representantes de las familias.
  • Un calendario acordado del proceso que establezcan hitos intermedios para ir acotando acuerdos que sumen agentes e instancias escolares.
  • Una fórmula de comunicación que vaya socializando el debate y la progresión, acorde con las tendencias de transparencia propias del siglo XXI.
Mesa Redonda Educación Vasca 
La imagen inferior corresponde a una reciente Mesa Redonda con partidos políticos.

1ª Tertulia "La Grúa Carola"

Para concluir una intensa jornada (parece que cada jueves es el fin del mundo), hemos acudido de 20:00 a 21:30 (la realidad es que hemos concluido a las 23:00), a una primera convocatoria de la Tertulia "La grúa Carola", que organizan Nati de la Puertas (Jaio) y Ricardo Ibarra (Erikenea).

El tema elegido, la educación, así como los "ponentes" - Alorza & Txipi - lo merecían. Más específicamente señalaban en la convocatoria que, en esta fecha en la que concluían las pre-matrículas, se podría conversar sobre (copia literal de la convocatoria):
  • Los modelos lingüísticos: ¿qué nos interesa y qué nos falla en el actual sistema, cuál podría ser el idóneo? ¿bilingüe, trilingüe, etc...?
  • Signos/iconos religiosos en las aulas: ¿signos externos presentes en la escuela, sí o no? ¿según cuándo y cómo?, ¿según quién? ¿y la libertad...?
  • La integración del alumnado diferente: ¿es justo "café para todos"? ¿y quienes se ven obligados a ir en el pelotón pero tienen otras necesidades, por arriba o por abajo del nivel de conocimientos?
Foto panorámica de la Tertulia "La Grúa Carola"

Hemos acudido a esta primera tertulia, en el orden de la mesa: Nati de la Puerta, Carmelo Pérez, Josu Garro, Ugutz Txipitea, Iratxe Molinuevo, Alorza, Txipi, Miguel Angel Vadillo, Jorge de la Herrán, Josi Sierra, Venan Llona, Ricardo Ibarra y quien fotografía, Mikel Agirregabiria (foto de prueba). Lugar de la tertulia: Restaurante Marinela, Alameda San Mamés, 43 Bilbao, 48011.

Fue una charla amistosa, con matices de divergencia en un marco común de entendimiento, entre personas inteligentes, dialogantes y aprendices permanentes. Se cumplió sobradamente el objetivo de formarnos y ampliar perspectivas sobre aspectos educativos tan trascendentes como controvertidos.

A pesar de extender el debate hasta las 23 horas, duplicando la duración prevista, sólo pudieron tratarse los dos primeros temas. Tampoco fue fructífero el concienzudo intento de Nati de la Puerta (Jaio) de obtener algunas conclusiones finales compartidas. El formato de la cena no iba encaminado hacia ello, porque se trataron demasiados aspectos correlacionados, muchos de ellos sobre la situación sociolingüística más que sobre la actuación educativa a lo largo de las últimas décadas.

Como corresponde a un diálogo entre bloggers lo personal y lo familiar estuvo presente, sumándose lo emotivo a lo racional, porque "la realidad" es una fusión de análisis sumados y complementados. Lo anecdótico no crea corpus de conocimiento, pero las vivencias forman parte de nuestras reflexiones. En definitiva, pasamos un buen rato y aprendimos algo más de estas materias sumamente complejas.

Blog oficial, gruacarola.com, de esta asociación gastronómica-cultural. Fotos nuestras del encuentro y las mejores imágenes, en el álbum de Josu Garro (abajo).

Innovación educativa: ¿excesiva e inconexa?

Así parece opinar Michael Fullan (Vía: La Mirada Pedagógica), quien considera que una de las principales dificultades para la mejora de las escuelas de los países occidentales no es la ausencia de innovación, sino más bien la presencia de demasiados proyectos novedosos, compartimentados y no acordados. A las reformas estructurales estatales, LOGSE, LOCE, LOE,... se suman y superponen cambios de marco europeos (generalmente bien orientados, currículos de competencias básicas) y otras muchas innovaciones autonómicas. En nuestro caso, nuevo currículo vasco, revisión de los modelos lingüísticos, mapas escolares,... más planes, programas y líneas prioritarias (hasta 17 en el último trienio),... ¿Está siendo asimilada e incorporada a la práctica real de las aulas... y de las casas... tanta renovación pedagógica poco evaluada y nada explicada a las familias?
¿No convendría en un ámbito tan esencial como la educación una mayor prudencia, análisis y evaluación de experiencias anteriores o externas antes de proyectar tantos y tan variados cambios superpuestos, relacionados y simultáneos?

Niveles educativos mínimos

Al fijarse los niveles mínimos, los típicos rígidos imponen dígitos cínicos, y los míticos líricos preferimos límites nítidos, lícitos y cívicos.

El establecimiento de niveles académicos mínimos y de pruebas diagnósticas generalizadas y periódicas efectuadas por evaluadores internos y externos ha demostrado una eficacia indiscutible en todos los sistemas de enseñanza. En nuestro caso, desde la desaparición en 1970 de las pruebas de Ingreso al Bachillerato y de sus correspondientes reválidas en 4º y 6º, sólo disponemos de la Selectividad como prueba común.

Sus efectos son sumamente positivos en los dos cursos actuales de la enseñanza secundaria post-obligatoria, apremiada por la medición individual y colegial que supone. Ello, a pesar de algunas deficiencias quizás no tanto basadas en el hecho de que su corrección sea competencia exclusiva de profesorado público, sino en no asegurarse rigurosamente el anonimato del alumnado y del centro de origen, ni una doble corrección independiente y contrastada.

En este momento, el sistema educativo vasco se encuentra ante una encrucijada, donde han de reconsiderarse y resolverse dos elementos centrales de la enseñanza: el currículum escolar y los modelos lingüísticos. Las comisiones técnicas que han analizado ambos aspectos llevan muchos meses de trabajo preparatorio para la elaboración de sus opciones, y ahora serán los políticos quienes hayan de convenir las propuestas definitivas.

El nuevo Currículum Vasco es un tema de una complejidad que excede la extensión de este artículo. En lo referido a los niveles mínimos para la universalidad discente, únicamente hemos de señalar el potencial riesgo que supone la construcción parcelada por áreas temáticas, introduciéndose por separado pero aditivamente y con el doble enfoque de competencias y contenidos mínimos. La suma de todos ellos, con el doble origen de un 55% marcado por la LOE y el 45% definido desde la Comunidad Autónoma de Euskadi, podría resultar excesiva para una minoría significativa del alumnado. Especialmente si apostamos por una educación que no favorezca el fracaso, que no deje atrás a nadie, como preconizan y logran las sociedades más comprometidas y solidarias.

La revisión de los Modelos Lingüísticos puede significar, igualmente, un latente peligro si se confundiesen objetivos y/o plazos en lo relativo a los niveles mínimos exigibles. El incumplimiento de la Ley de Normalización del Euskera, de 1982, deriva –en parte- de su desmesurada meta en el Artículo 17: “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria”… (finalización que entonces, antes del BUP, sucedía a los 14 años).

Veinticinco años después de la Ley 10/1982, las evaluaciones del ISEI-IVEI concluyen que si se establece el nivel B2 como terminal en la actual ESO, sólo el 47,3% de nuestro alumnado de 16 años supera este nivel (el porcentaje sube al 53,7% incluyendo la expresión oral), repartido según los actuales modelos en 57,2% del D, el 27,5% del B y siendo inapreciable el porcentaje en modelo A.

Reglar el nivel B2 como mínimo en un plazo programable (planificado a 6-10 años) resulta inverosímil de alcanzar, ni siquiera para el 80% del alumnado, a pesar del éxito reconocido internacionalmente que ha significado la euskaldunización del profesorado y de las familias, y el avance sociolingüístico de nuestro entorno formativo, mediático y social. Bastaría considerar el mapa donde se concentra la tarea pendiente, áreas metropolitanas del Gran Bilbao y Vitoria-Gasteiz, para comprender que el nivel B1 universal al acabar la ESO es un reto considerable, si se desea alcanzarlo realmente y no como una declaración de principios generacional, que se logrará… pero un plazo mayor.

Concluiríamos que los niveles educativos deben escalonarse en su currículum debidamente con tres referencias: niveles mínimos exigibles, niveles recomendables medios y máximos niveles de excelencia, que serán los que se definan desde la autonomía de las redes y centros escolares, muchos de los cuales aseguran para su alumnado cotas muy altas en resultados lingüísticos y curriculares. Los niveles mínimos deben atender a una premisa de equidad que no instituya un fracaso insuperable, mientras que los niveles recomendables nos sitúen en convergencia con los países más avanzados educativamente y el porcentaje de quienes alcanzan los niveles máximos establezcan la calidad del sistema que, entre todos, hemos de apoyar e impulsar.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/minimos.DOC

Pormenores del fracaso escolar

Ilustración de Ripa con la que DEIA acompañaba a este artículo el día 4-11-2006¿Cómo aumentar el éxito escolar de aquellos colectivos que cosechan peores resultados académicos?

Las estadísticas globales encubren aspectos esenciales de un problema, como el del fracaso escolar que persiste en el Estado español de modo muy superior a la media europea. Según los datos de 2004, el 75% del alumnado supera la ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria). Pero existen diferencias importantes entre los chicos y las chicas: Ellas aprueban en un 85% y ellos en sólo un 65%. El éxito escolar es muy dispar en los diferentes centros y de origen multifactorial. Incluso se observan enormes diferencias geográficas. Vascos, navarros y asturianos obtienen los mejores resultados, con un fracaso inferior a la mitad del que sufre el alumnado canario, balear, extremeño y murciano. Pero siguen siendo promedios demasiado generales.

Analicemos más detenidamente los datos de 4º de la ESO en Bizkaia del penúltimo curso 2004-2005, sobre un total de 8.676 alumnos y alumnas. Ellas representan el 50,25% del total, pero son menos en la enseñanza pública, el 49,48%, mientras en la enseñanza concertada las alumnas representan el 51,63%. Dado que en la enseñanza concertada promociona el 87,72% del alumnado frente a sólo el 80,16% de la pública (la media es del 84,62%), esta mayor presencia discente femenina en la concertada puede ser un factor coadyuvante.

Género.

Alumnas, son el 50,25% del total del alumnado; fracaso medio, 12,24%.
Alumnos, son el 49,75% del total del alumnado; fracaso medio, 18,61%.
Diferencial, 6,36% a favor de las alumnas.

Un análisis por género, vuelve a manifestar que las chicas son mejores alumnas que sus compañeros, aprobando la ESO el 84,19% en la pública (ellos, sólo el 76,21%), y en la enseñanza concertada, ellas el ¡90,13%! (ellos, sólo el 85,15%). Simplificando, se podría decir que en la C.A.V. el fracaso medio fue el pasado curso de, exactamente, el 15,38% (diez puntos menos que en el Estado), pero que en cuatro subgrupos podría matizarse indicando que las alumnas de centros privados concertados sólo ‘fracasaron’ en un 9,87%, mientras que los alumnos de centros públicos ‘fracasaron’ en un 23,79%.

Titularidad del centro.

En centros Concertados, está el 59,05% del total del alumnado; fracaso medio, 12,28%.
En centros Públicos, está el 40,95% del total del alumnado; fracaso medio, 19,84%.
Diferencial, 7,56% a favor de la enseñanza concertada.

La titularidad del centro, con todo lo que conlleva de “mochila familiar”, fue más determinante que el género, porque incluso los alumnos de la concertada ‘fracasaron’ significativamente menos (el 14,85%) que las alumnas de la pública (el 15,81%).

Modelos lingüísticos.

En modelo D, está el 38,39% del total del alumnado; fracaso medio, 11,92%.
En modelo B, está el 16,95% del total del alumnado; fracaso medio, 15,64%.
En modelo A, está el 43,34% del total del alumnado; fracaso medio, 18,46%.
En modelo X (colegios extranjeros), está el 1,31% del total del alumnado; fracaso medio, 11,40%.
Diferenciales, 3,72% a favor del modelo D sobre el B, y 6,54% a favor del modelo D sobre el A.

Si introducimos un tercer factor, el modelo lingüístico, el intervalo del ‘fracaso escolar’ se abre aún más. En la ESO existen tres modelos, el A, B (A reforzado en datos estadísticos) y el D, con presencia creciente del euskera como lengua de aprendizaje. Sin entrar en detalles, que pueden verse en el gráfico anexo, los alumnos en A públicos fracasan en un escalofriante 35,89%, mientras que las alumnas de D concertado ‘sólo’ en un 6,02%. ¡Seis veces menos, en el mismo sistema educativo, y financiado con los mismos presupuestos públicos!

Sumariamente, para los progenitores el promedio de fracaso no predice nada para el caso específico de su prole, pero las últimas estadísticas señalan que el ‘fracaso escolar vasco’ se escalona así: 6,02% Chicas, modelo D, concertado; 10,25% Chicos, modelo D, concertado; 10,92% Chicas, modelo B, concertado; 10,96% Chicas, modelo D, público; 11,40% Chicas, modelo A, concertado; 15,25% Chicos, modelo B, concertado; 16,56% Chicas, modelo B, público; 17,06% Chicos, modelo A, concertado; 18,53% Chicos, modelo D, público; 21,02% Chicos, modelo B, público; 27,15% Chicas, modelo B, público; y 35,89% Chicos, modelo A, público.

Algunas sugerencias finales pueden extraerse de estos porcentajes de graduación en ESO, la principal prueba de medida de calidad en evaluaciones internacionales.

1. El factor modelo lingüístico se correlaciona directamente con el éxito académico. El modelo A debe ser revisado, dado que provoca una indeseada acumulación de un alumnado predestinado a las dificultades escolares graves, especialmente en la enseñanza pública y para los alumnos varones, que denominamos “dique de marginación discente”.
2. El factor titularidad (público o privado concertado) denota que el muy diferente bagaje sociocultural de las familias es determinante, y que la enseñanza pública no logra compensar apenas el déficit de partida. Ello cuestiona el modelo de calidad, y el de equidad, que hemos establecido y que requiere más eficacia y eficiencia.
3. El factor género está abriendo un desfase inaceptable que requiere acciones inmediatas semejantes a las que se desplegarían si las chicas fracasasen un 20% más que los chicos. Entre las medidas necesarias, es preciso revisar el efecto de la feminización docente, que ha desequilibrado todos los niveles de educación infantil y primaria, que alcanza a la secundaria y superior, y que generará una sociedad donde entre la población universitaria las mujeres representen 40% más que los hombres (70% vs 30%).

No bastan simplezas de predeterminismo biológico o sociológico que condena a los más desfavorecidos, ni explicaciones manidas de que las alumnas, ante la mirada del profesorado predominantemente femenino, tienden a ser “más ordenadas, cumplidoras y se adaptan mejor a las normas escolares” que sus condiscípulos masculinos. Hemos de corregir, antes de que sea irreversible y principalmente en los alumnos, la escasa lectura, el insuficiente dominio de la lengua vehicular, y el exiguo esfuerzo de estudio en todas las etapas. Hemos de orientar mejor, especialmente a las alumnas, en sus opciones académicas de optativas, ciclos y grados.

Ningún país puede permitirse no desarrollar al máximo las capacidades de su ciudadanía. Ni las niñas, ni los niños, están por naturaleza mejor o peor dotados para estudiar. Tampoco los escolares ricos o pobres, o quienes eligen un modelo público, un centro religioso, o una ikastola. Pero sus resultados académicos, tempranos, medios y finales, son inaceptablemente diferentes, hasta el punto de requerir medidas urgentes que competen a las autoridades educativas y al conjunto de la sociedad que se juega su futuro en ello.

Hemos de reducir esos índices de “fracaso social” (que no sólo fracaso del estudiantado, sino también del profesorado, de las familias, de los responsables políticos,…). En todas sus categorías. Todavía pueden rendir más las alumnas de los modelos en euskera de la enseñanza concertada, pero otros colectivos aún deben mucho superarse más. A las y los docentes, a las madres y padres, y a la administración educativa, nos corresponde un impulso mucho mayor para corregir estos desequilibrios. Se requieren decididas medidas específicas de género, de red, y de modelo lingüístico.

Para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/pormenores.doc

Secuelas del monolingüismo

Ante algunas paradójicas manifestaciones, la integración del alumnado inmigrante es un inmenso reto que requiere urgentes reformas educativas.

El pasado 8 de octubre comenzó el curso académico con un total de 288.330 escolares en la Comunidad Autónoma Vasca. Aquel día el alumnado de origen alóctono alcanzaba la cifra de 14.999 escolarizados. Una semana después se habían incorporado más de dos centenares de escolares recién llegados, que fueron ubicados por las comisiones de escolarización territoriales atendiendo, en la medida de lo posibles, sus preferencias de modelo lingüístico, titularidad de centro y ubicación.

Los progenitores de este alumnado recién incorporado optaron por el modelo A en un 48%, mientras que el 27% eligió el modelo B y el 25% el modelo D. Todo ello en un panorama general de la educación vasca donde la presencia de los modelos bilingües, D y B, está presente de forma mucho más mayoritaria que la elección de estas familias de origen externo.

Es comprensible que, al venir con hijos e hijas de edades variadas y -a menudo- con algún déficit de escolarización previa, algunos padres y madres decidan optar por la preferencia hacia el castellano, más aún si prevén posibles reubicaciones en otras comunidades castellano parlantes.

Sin embargo, asombra que sean las familias latinoamericanas (que suponen el 63% del total, según datos de 2005), quienes demuestran –en promedio- menor interés por el dominio de las dos lenguas oficiales, a pesar de la gran ventaja que supone conocer y hablar en su entorno familiar una de ellas. Sorprende que quienes poseen otras lenguas de origen, portugués-brasileño (13%), árabe y berebere (12%), rumano (7%), chino (5%), o minoritarias lenguas centroeuropeas… afronten con mayor interés el reto de un nuevo bilingüismo en pro de una mejor integración en la sociedad vasca.

Dos conclusiones se derivan de esta realidad:
1º Es preciso trasladar de modo más convincente a la mentalidad de todas estas esforzadas familias una idea básica para la educación contemporánea: Vivimos en sociedades plurilingües e interculturales, donde la peor lacra sería egresar de las etapas obligatorias educativas siendo monolingües (por poderoso que sea el idioma hablado, inglés, español,…).
2º Urge remodelar el sistema de modelos lingüísticos, que ha cubierto eficazmente una larga etapa de 24 años, pero que -tras los avances conseguidos en la euskaldunización del sistema educativo- provoca ahora graves e indeseados efectos de fracaso escolar agudizado por el “dique de marginación discente” que supone en muchos casos el modelo A.
Versión .DOC para imprimir

Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/monolinguismo.htm

Modelos lingüísticos en la educación vasca

Una reflexión ante el compromiso asumido por el Parlamento vasco para que el Gobierno estudie, junto con todos los agentes de la comunidad escolar, una reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza antes de febrero de 2007. Este debate debiera basarse en criterios socioeducativos más que en prejuicios ideológicos o políticos.

Situación actual.

- La "Ley Básica de Normalización del Uso del Euskara" del 24-11-1982 establecía en su artículo 17 que “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria,…”. Todo ello con independencia del modelo A, B ó D elegido libremente por las familias. Este mandato institucional se mantiene incumplido 23 años después, si bien es de reconocer que ha sido la Educación, la comunidad escolar, las familias, el profesorado y el alumnado quienes más se han esforzado por su consecución,… aún no alcanzada plenamente.