Cuatro siglos ante los ojos del nieto

Con mi nieto Julen
Todo niño debe conocer cómo fueron sus tatarabuelos,... para que pueda imaginar cómo serán sus tataranietos... 

Nuestro nieto Julen ha cumplido 3 meses, pesa 6 Kg y mide 61 cm. Quien esto suscribe, su abuelo materno, es 3 veces mayor en estatura, 16 veces más pesado y ha vivido 170 veces más,... Desde los primeros días de su vida le relatamos cuentos, algunos clásicos, otros inventados para cada uno de nuestros hijos y, los mejores, creados sólo para él. Julen nos mira fijamente con sus ojos de recién nacido, con pocas semanas de vida, cada día con más atención. Cuando gorjea, nos callamos, le escuchamos y le animamos a que balbucee nuevamente y se oiga a sí mismo. 

Desde el primer día hemos sentido la necesidad de hablarle de sus antepasados, de Ezequiel y Leona, nuestros únicos abuelos que conocimos en vida y de quienes aprendimos mucho. Más aún, debíamos empezar por el principio, por nuestros bisabuelos Pedro Aldasoro e Isabel Larrea, quienes nacieron hacia 1865 y de quienes guardamos un recuerdo indeleble. Aún les vemos sentados, exactamente como en la foto superior con Julen, con esas mismas vestimentas en el fuego bajo en Ubidea con los adornos en la chimenea, el calendario y el fuelle, sólo que había una mesa de madera con mantel de hule y asientos corridos, una cocina económica y un fregadero con agua de manantial. 

Pedro e Isabel nacieron a mediados del siglo XIX, las siguientes tres generaciones en el siglo XX, Julen pertenece al siglo XXI y, quizá, llegue a ver el siglo XXII,... tal vez desde la Luna. Los siglos se acortan ante un bebé que aprende y explicándole cuán maravillosa es la vida, como abuelos se revive todo por tercera vez tras la propia infancia y la paternidad. Así se descubre el devenir de la historia, a través de la propia familia, y quizá hasta se vislumbra un futuro de esperanza, que siempre renace con cada niño que viene al mundo.
Con mi nieto Julen
Con los nietos siempre se piensa en generaciones (varios posts).

El futuro no está en manos ajenas, de Juan Ignacio Pérez Iglesias

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Por su interés, reproducimos el artículo "Todos somos responsables" de Juan Ignacio Pérez Iglesias, ex rector de la Universidad del País Vasco, en los diarios del grupo Vocento.

Echar la culpa a otros de lo que nos ocurre difícilmente nos pondrá en disposición de encontrar solucione.

Dicen que Zapatero, el pasado 13 de mayo, en respuesta a un parlamentario de ERC, responsabilizó a «los mercados» (aunque quizás fue a los especuladores o, para el caso, al lado oscuro de la fuerza) de las medidas que se había visto obligado a tomar. Difícilmente puede encontrarse mejor imagen de una epidemia que se ha extendido por todo el cuerpo social: ésa que consiste en eximirnos de toda culpa y endosar a otros la responsabilidad de lo que hacemos. Es como si las decisiones que han conducido a que España tenga en la actualidad el enorme déficit público que tiene las hubiesen tomado entes ajenos al Gobierno. O como si decisiones tales como gastar 400 euros por contribuyente en alegre piñata, arreglar aceras y paseos en pueblos y ciudades o ayudar al personal a cambiar de coche y cocina hubiesen sido forzadas por esos malos tan malos que nos acechan sin descanso.
La desleal oposición culpa de todos los males a Zapatero y recuerda, con fingida añoranza, los años que estuvo en el poder. Pero lo cierto es que también a ellos cabe asignar su parte de responsabilidad en la situación que hoy vivimos: entre 1996 y 2004 malgastaron la oportunidad que brindaba la prosperidad de entonces para renovar la economía española y reorientarla hacia sectores más intensivos en conocimiento. En vez de apostar por la innovación, se acomodaron en la adormidera del ladrillo.
Pero los políticos no son diferentes del resto de ciudadanos. Al fin y al cabo, no son sino muestra representativa del conjunto de la población. También el común de los mortales echa la culpa a los demás de lo que le ocurre. Ahora resulta que la gigantesca deuda que acumulan España y los españoles debe de ser también culpa de otros. Cuenta el economista Tano Santos (en el blog Nada es gratis) que la deuda privada española es superior al 300% del PIB (para comparar, la pública se queda, de momento, cerca de un modesto 60%). Los deudores máximos son empresas no financieras (sospecho que muchas serán de la construcción), pero los particulares no nos hemos quedado atrás: acumulamos unas deudas que representan el 87% del PIB. Es, al parecer, la lógica consecuencia de la famosa burbuja inmobiliaria cuya existencia negaban nuestras autoridades contra toda evidencia.
Pues bien, habrá que suponer que de esa burbuja también tienen la culpa los malísimos especuladores. Como la deben de tener de que tantos y tantos ciudadanos hayan decidido pedir préstamos para cambiar de vivienda o de coche, que de todo hay. Cuando pidieron los préstamos pocos pensaron que el trabajo quizás no era para siempre. Porque se da la circunstancia de que no todos los ciudadanos que se endeudan son funcionarios o tienen uno de esos empleos fijos que con tanto ardor defienden los sindicatos. Sé que todos tenemos derecho a una vivienda digna, pero la cuestión es otra: nadie nos ha obligado a adquirir esto o aquello, y tampoco a endeudarnos de forma tan extravagante.
Esto de asignar responsabilidades a los demás y, a poder ser, a malignos entes de consistencia difusa y siempre ajenos o lejanos, se ha puesto muy de moda en asuntos de naturaleza económica, dadas las dramáticas circunstancias que vivimos. Pero tenemos otros ejemplos más habituales, aunque ahora los hayamos relegado a un cierto olvido. Pienso en la educación, por ejemplo. En eso no andamos muy bien que digamos, tampoco en Euskadi, aunque prefiramos mirar para otro lado. Los profesores universitarios echamos la culpa al Bachillerato de lo mal preparados que nos llegan los jóvenes. Claro que los profesores de Bachillerato hacen lo propio con los de ESO y éstos, a su vez, con los de Primaria. La cadena no acaba ahí: finalmente son los de Infantil los que los malean con tanto juego y tanta payasada. En resumen: nadie tiene la responsabilidad ni, claro está, el mérito. Y es curioso, porque a pesar de esa sensación general -justificada o no- de que nuestros jóvenes tienen ciertas carencias formativas, resulta que a las escuelas se les plantean cada vez mayores demandas y cada vez más absurdas, como si la escuela debiera ocuparse de todo y padres y madres sólo estuviésemos para procrear.
Echar la culpa a otros de lo que nos ocurre tiene un problema. Me contaba una amiga algo que, allá en los duros años 80, oyó a la madre de un adicto a la heroína en un pueblo de la costa vizcaína. El contexto era una reunión de madres de drogadictos, en la que había quienes afirmaban que la culpa de que sus hijos tuviesen aquella desgracia era de la Guardia Civil. Aquella madre, con coraje y clarividencia, dijo a las otras que la culpa de que su hijo fuera heroinómano la tenía, en primer lugar, el propio hijo, y después, quizás, su marido y ella. Dijo también que no quería engañarse a sí misma, y que si lo que le ocurría a su hijo era responsabilidad de otros, entonces también la solución estaría en manos de esos otros y que, por lo tanto, poco podría hacer por ayudarle. En definitiva, que quien piensa que la responsabilidad de algo es ajena a uno mismo, difícilmente se encontrará en la disposición adecuada para encontrar la debida solución. El corolario es que esa actitud escapista, por serlo, deviene fatalista, y nos conduce a pensar, con el lógico pesimismo, que el futuro está en manos de fuerzas que nos son ajenas, que no depende de nosotros.
Por esa razón, porque me parece que ésa es la peor de las maneras posibles de actuar ante los problemas, he querido traer aquí unas palabras de mi admirado Karl Popper, de la introducción a El mito del marco común. Dice: «El futuro está abierto. No está predeterminado y no se puede predecir, salvo accidentalmente. Las posibilidades que encierra el futuro son infinitas. Cuando digo tenéis el deber de seguir siendo optimistas, no sólo incluyo en ello la naturaleza abierta del futuro, sino también aquello con lo que todos nosotros contribuimos a él con todo lo que hacemos: todos somos responsables de lo que el futuro nos depare. Por tanto, nuestro deber no es profetizar el mal, sino más bien luchar por un mundo mejor».
«Todos somos responsables de lo que el futuro nos depare». Estaría bien que todos compartiésemos esas palabras y, sobre todo, que nuestros líderes las hiciesen suyas y actuasen en consecuencia.

La educación en primavera...

Una lección de la mejor educación en la película "La lengua de las mariposas", dirigida por José Luis Cuerda, actuando Fernando Fernán Gómez (como Don Gregorio, el maestro) y Manuel Lozano (como el niño Moncho). Sigue un ejemplo de integración del nuevo alumno: Recibirlo con un aplauso colectivo de toda la clase, profesor incluido.

La película se basa en tres relatos del libro ¿Qué me quieres, amor? (1996) de Manuel Rivas: La lengua de las mariposas, Un saxo en la niebla y Carmiña. El que sirve como base de toda la película es La lengua de las mariposas dentro del cual se insertan los otros tres relatos, cuyo nexo de unión será Moncho, protagonista de La lengua de las mariposas.

TED contra homeopatía y otras pseudociencias

Nueva lección de esa excelente Universidad Global de TED, en este caso con James Randi y su alegato contra los timadores que se aprovechan de la credulidad de la gente ignorante. Demuestra el nulo valor de la homeopatía o, peor aún, de los poderes paranormales de supuestos psíquicos que contactan con los muertos,... Su Web oficial de la Fundación Educacional para combatir estos fraudes: randi.org. Más conferencias TED subtituladas (ya hay muchas charlas traducidas). Activar "spanish" en "view subtitles". Vía: Fogonazos. Abajo, otro vídeo de Tim Minchin es un comediante, actor, músico y escéptico.

Comida con Josu Jon Imaz organizada por CyberEuskadi

Josu Jon Imaz con el Grupo Vasco del Club de Roma
Este viernes 4 de junio de 2010 comeremos con Josu Jon Imaz un grupo bloggers en un restaurante de Bilbao. Acudiremos junto a José A. del Moral y varios de los siete editores de CyberEuskadi (Iñaki Quintana, David, Blogorri,...) los siguientes elegidos: Mikel Agirregabiria, Gabriel Aldamiz-echevarria, Iker Merodio, Sergio Monge, Marta Moreno, Iñaki Murua, Imanol Ormaetxea y Maçià Segarra. 

La selección ha sido realizada, según indican literalmente en los e-mails directos, "porque blogueáis/tuiteáis, sois emprendedores y tenéis un estilo independiente que coincide con los valores de sociedad abierta y moderna que tratamos de transmitir desde CyberEuskadi, al margen de la ideología personal de cada uno". Como ya anunció su organizador José A. del Moral en la IV Cita GetxoBlog este comida forma parte de una serie de convocatorias con personas muy relevantes de Euskadi. 

El programa prevé una breve ronda de presentación, aunque nos conocemos casi todos. Después, Josu Jon Imaz hará un repaso de su visión de la actualidad vasca. Seguirá un debate confidencial, sin grabación, a fin de favorecer la máxima transparencia. No obstante, publicaremos sendos resúmenes de tan interesante encuentro. Prometemos una crónica fotográfica y un resumen de las ideas tratadas. La foto superior nuestra corresponde a una reciente convocatoria similar en la que coincidimos con Josu Jon Imaz, aunque en aquel caso fue organizado por el Grupo Vasco del Club de Roma.


Post que estuvo en borrador desde el 4-6-2010. 
Recuperado retrospectivamente once años después.

Nuestro Decálogo Blogger

Quienes se sienten bloggers, a nuestro juicio, debieran cumplir algunas reglas autoimpuestas. Os sugerimos que quienes lean este post se animen en un meme a compartir cuáles consideran que son las esenciales e indispensables. A nuestro juicio, todo blogger ha de cumplir los siguientes diez mandamientos:

1º.- Te presentarás y firmarás tus opiniones, facilitando al máximo tus características y trayectoria personal y profesional a fin de ofrecer una visión completa de tu identidad.
2º.- Priorizarás la difusión máxima por Internet con la propia narrativa blogger, aunque puedas compatibilizar su extensión por otros canales, soportes y formatos más convencionales.
3º.- Contarás lo que vives y te apasiona, con sinceridad y sencillez, desde tu particular perspectiva, con ánimo positivo y constructivo, subjetivamente pero sin aceptar condiciones que limiten tu autonomía y tu libertad.
4º.- Defenderás a ultranza el debate permanente, pero con absoluta cortesía políRica, el diálogo entre complementarios, el respeto a las opiniones ajenas en pro de una gran conversación.
5º.- Acudirás y propiciarás preferentemente a eventos abiertos, desde donde luego puedas contar lo sucedido sin cortapisas ni limitaciones.
6º.- Anunciarás dónde y para qué estarás anticipadamente, comunicarás desde el suceso (si es factible) y reportarás una crónica lo más exhaustiva posible tan pronto como se pueda, enlazando los restantes relatos de otras personas.
7º.- Relatarás con toda la dimensión multimedia que alcances, acompañando los textos con fotos, imágenes, sonidos, grabaciones,... para ofrecer la visión más amplia y exacta de lo acontecido.
8º.- No pagarás, ni cobrarás, por tu actividad blogger. Si quienes organizan algo desean contar con relatos bloggers no deberán cobrar su entrada, ni quienes cuentan su desarrollo aceptarán honorarios o regalos que puedan mediatizar su mensaje.
9º.- Serán de libre y gratuita difusión tus entradas, reconociendo y linkando la autoría de todos tus contenidos y detallando las aportaciones que se mencionen.
10º.- Respetarás estrictamente las condiciones aceptadas de la organización de lo que sea objeto de tu atención, siempre que este precepto no entre en colisión con los mandatos anteriores.

Estas normas pueden flexibilizarse ante razones de fuerza mayor, o por simple sentido común en determinadas ocasiones, pero su espíritu debe reflejarse en cada línea escrita de post o micropost. Todo ello se condensa parafraseando y pacificando a Julio César y su cita "veni, vidi, vici"("fui, vi, vencí"), en el que sugerimos sea nuestro "lema blogger: Fui, viví y compartí".

La gran diferencia entre periodistas y bloggers es que en los primeros se sobreentiende que el secreto de las fuentes es básico y la reserva su modo de operar, mientras que en los segundos la exposición personal y de las fuentes es lo que se supone. Los bloggers ofrecemos antes difusión que discreción, por lo que os pedimos que con nosotros no compartáis secretos, sino proyectos en los que creamos y con los que podamos cooperar.

Vídeo humorístico
de los 15 10 mandamientos de Mel Brooks.

Conducción y educación

Charlábamos sobre viajes al extranjero dos generaciones, entre jóvenes veinteañeros formados en diversos países y maduros cincuentones con mucho turismo. Coincidíamos sobre lo que se aprende viajando,... y en los propios modos de compartir trayecto. Simplemente, al caminar por las aceras se puede determinar el nivel educativo del país en cuestión. En países anglófonos (Reino Unido,..) puede que nos empujen si tienen prisa, pero siempre se acompaña de una sonrisa y un "excuse me" (excúseme). Lo mismo sucede en países francófonos, donde no falta el "je suis desolé/e" (estoy desolado/a). En nuestro caso, raramente se escucha disculpa alguna. Peor indicativo aún del más retrasado tercermundismo es la gente que va comiendo piras o cacahuetes por los paseos, arrojando cáscaras al suelo.

El transporte público es otro observatorio de modales. La atención y cuidado hacia quienes más lo necesitan casi ha desaparecido. Ni se ceden asientos a personas mayores, ni a mujeres embarazadas o con niños pequeños,... ni se les facilita la entrada o salida. E incluso se hace ostentación de la mala educación, algo que avergüenza a cualquier persona con un mínimo de educación... o de sensibilidad.

La circulación en vehículos, aunque sean bicicletas, adolece de la misma agresividad y falta de civismo que se aprecia en otras latitudes. El respeto a los pasos de cebra, sin driblar a viandantes ni acercarse a ellos rugiendo, es absoluto incluso en países como Estados Unidos, donde hemos visto que los coches se paraban... sólo para no interferir en alguna foto que íbamos a obtener. La calma de conducir en otros países, índice perfecto de cultura general, es algo que se añora al circular por la jungla en la que hemos convertido a nuestras ciudades y carreteras.

Todo esto se echa de menos aquí, debido a siglos de incultura, décadas de dictadura y lustros de una educación laxa (quizá como reacción a la dictadura).... Conclusión: La educación para la ciudadanía, o los buenos modales aplicados a la convivencia cotidiana, necesita un urgente repaso general.

Ciberactivismo explicado

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Post resucitado de su estado de borrador, para no perder su referencia.