A estas alturas del milenio, si no llevas una pulsera inteligente en la muñeca, no puedes presumir de friki (si ese fuera tu propósito). Estos dispositivos vestibles, wearables (y abrimos una categoría para ellos, tras las Google Glass,...) destacan las pulseras orientadas al fitness, que monitorizan nuestros pasos, escalones subidos, actividad intensa, calidad del sueño,... de modo automático, y que también -con más atención del usuario- pueden ir recopilando datos sobre las calorías ingeridas, agua bebida,...
La compañía Fitbit es líder (hasta que arrasen las de fabricantes como LG,...) en estos dispositivos orientados a la salud y a monitorizar toda la actividad física. Ya probamos, durante unas semanas, el modelo Fitbit Flex, y ahora -mientras esperamos nuestra LG G Watch, compartimos la experiencia de seis meses de uso y más de un millón de pasos con el modelo Fitbit Force, que se comercializa en Amazon (81€, aunque no lo trajeron de EE.UU. por un precio algo menor),... y nos permite cuantificar pasos, distancias, calorías, calidad del sueño, alturas, ... y un sin fin de datos relacionados con nuestro físico.
Se conecta vía Bluetooth con nuestro móvil, o con el ordenador -incluye un microUSB específico para ello. Nos ha convencido, por las razones que se exponen seguidamente, y somos entusiastas que nunca más irán por el mundo sin una pulsera inteligente.
Se conecta vía Bluetooth con nuestro móvil, o con el ordenador -incluye un microUSB específico para ello. Nos ha convencido, por las razones que se exponen seguidamente, y somos entusiastas que nunca más irán por el mundo sin una pulsera inteligente.
Conclusiones:
- Resultan eficaces por la (auto-) gamificación que inducen, siendo finalmente más generadoras de actividad física que un perro a quien sacar a pasear o un mero recordatorio pegado en el frigorífico.
- Hemos duplicado el tiempo de andar, pasando de pasear una media de 5.000 pasos diarios (lo habitual... en Estados Unidos, muy poco) a duplicar esa cifra casi todos los días, incluidos los del fin de semana.
- Sorprendentemente, en nuestro caso, no hemos establecido "competiciones" con amistades en la red, porque el reto es más con uno mismo.
- En todo caso, desde las tres últimas semanas y acompañado de una dieta hipocalórica (una que nos facilitó nuestro gran médico de cabecera, Alejandro, y que podéis ver en esta imagen) está logrando una consideble reducción de peso.
- Por su poco peso y discreta apariencia, no molesta llevarla en todo tiempo, incluso a la piscina, y esto lo dice alguien incapaz de llevar sobre la piel un reloj tradicional, alianza, cadena,... ni siquiera una tirita.
- Basta una carga semanal, incluso dura más pero conviene establecer una rutina, y avisa con antelación de baja batería en caso de olvidarnos.
- El único inconveniente que hemos apreciado ha sido una pequeña rotura en la sujeción de la pulsera Fitbit Force (ver foto), fruto de algún esfuerzo puntual. No es visible, pero abre un poco más de lo debido la separación entre la pantalla y la correa.