El dolor de la lucidez...
Desde Euskadi con cariño
Josep Piqué, ex comunista ex catalanista y ex ministro, tras llamar a Artur Mas y felicitarle por los votos convergentes, ha ofrecido a CiU la abstención del PP pidiendo a Maragall del PSC que haga lo mismo en la sesión de investidura. De esta forma, el PP se decanta por un Gobierno de CiU en minoría, para que no pacte con Esquerra Republicana (ERC). Esto lo hemos leído en prensa y nos hemos quedado tan anchos. ¡Vamos que es justamente la política del PP en Euskadi! ¿O quizá no es exacto el recuerdo de que Mayor Oreja llamó a Ibarretxe, le felicitó por el aluvión de votos y le ofreció la abstención del PP en la investidura, reclamando al PSOE (que casi siempre obedece) que hiciese lo mismo a fin de que PNV-EA gobernase en solitario? Porque dicen que lo bueno de la política del PP es que no es errática e imprevisible como la del PSOE, que cambia según la zona en cuestión. Explica Piqué que mediante la oferta catalana, que cuenta con las bendiciones de la central madrileña del PP, los dos “grandes partidos nacionales” harían un "gran sacrificio" para evitar que un partido al que el PP llama "radical" (ERC) tenga la llave de la política catalana. Quizá ésta sea la gran diferencia: el partido “radical” vasco ya no es problema para el PP ni para el PSOE, tras ilegalizar a sus muchos miles de votantes.
El inenarrable presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha realizado unas declaraciones con la lucidez que le caracteriza para evitar una interpretación torticera de sus palabras sobre la negociación para formar el gobierno catalán y sobre la necesidad de que Aznar se presente a la reelección. Literalmente ha indicado que le importa "un pepino" y "tres leches" lo que pacten en Cataluña, amenazando con no acudir a la reunión del Comité Federal del PSOE porque está "aburrido de la política madrileña y de la política catalana". Desde Euskadi, sin acritud, le rogaríamos de la política vasca le importase la misma cantidad de hortalizas y lácteos, que se aburra de Euskadi (o que se acuerde pero quizá para aprender algo), y que se concentrase en solventar algún problemilla extremeño que mejore su situación como 4ª región europea (como la Guayana francesa)… en la cola del bienestar. Suscribimos, como no puede ser menos, la cita de Ibarra: “Yo soy un estúpido metido a político porque yo pensaba que [con lo dicho] ayudaba a Aznar y a mi país, pero he visto que a este señor no le preocupa la unidad de España sino darle leña a Zapatero, y ponerme en una situación difícil en mi partido, y ya estoy hasta el gorro”.
Desde Euskadi, con todo cariño a extremeños y catalanes, en la esperanza de que encuentren o creen alguna alternativa política a la que representan estos dos políticos del PP y del PSOE. Francamente en caso de que no descubran ellos y hallemos todos otras posibilidades en partidos con más coherencia y menos autoritarismo, da escalofríos pensar qué puede pasar en marzo de 2004 con estos Rodríguez (Zapatero e Ibarra) y con la saga Aznar-Rajoy. Si no rectifican y al paso que van, en unas décadas el PP seguirá gobernando… en Madrid (capital y comunidad, tránsfuga arriba o tránsfuga abajo), y difícilmente se asociará libremente con ellos nadie,… excepto quizá Extremadura si Ibarra sigue hartándose de seguir siendo… Rodríguez.
Consejos de un funcionario viejo a un gobierno nuevo
- "Jamás te olvides que estás para servir a quienes te han elegido,... y a todos los demás. No trates de salvar, ni siquiera de cambiar, el mundo (eso no lo espera nadie); basta con mejorar algunos aspectos decisivos del mismo en el área y en la escala que te correspondan".
- "Cuando subas por una escalera recuerda con quienes te cruzas, porque te los volverás a encontrar cuando desciendas. El responsable de un Departamento o de una tarea depende de sus colaboradores y del electorado, mucho más que en sentido recíproco".
- "No entiendas que la verdadera oposición es el funcionariado: Simplemente ellos estaban allí antes, acumulan mucha experiencia (y alguna inercia... que no siempre es negativa) y ya han visto tropezar a otros políticos muchas veces con obstáculos parecidos. Hazles copartícipes de tu visión, trabaja conjuntamente y seréis más eficaces".
- "Desconfía de los funcionarios-corcho que siempre que levantan el dedo para ocuparse de todo sin plantear dificultades: Nunca resuelven nada y te harán perder el tiempo".
- "Escucha a quienes ya lo intentaron antes y comparte con ellos tus argumentos y soluciones, aceptando las modificaciones que recibas si te parecen convenientes".
- "El éxito de la gestión con grandes estructuras y miles de colaboradores depende de saber delegar, marcando líneas, confiando en los equipos establecidos y evaluando los resultados".
- "Evita la concentración de poder y los cuellos de botella en las decisiones. Si la ciudadanía se cuentan por varios millones y el funcionariado por bastantes decenas de miles, quienes resuelven día a día deben ser muchos centenares".
- "Ten siempre presente una perspectiva de medio y largo plazo, conociendo la historia anterior para apuntar hacia un futuro más allá de una o dos legislaturas".
- "Sólo alcanzan un cierto grado de permanencia los sistemas que cuestan cambiar. Lo fácil es modificar los detalles para que el fondo siga inalterado, pero un gobierno se elige para tomar decisiones no triviales que creen un futuro mejor, con medidas que, probablemente, no serán ni evidentes ni populares".
- "Tienes poco tiempo y mucha tarea. Lo importante que exige cuatro años, empiézalo ya; lo urgente pero no relevante, eso puede esperar a una mejor planificación que se coordine con lo fundamental".
Comunicado de EuskoFederpen ante las Elecciones Autonómicas Vascas del 12-7-2020
Conducir con alma de peatón
Recobremos la lucidez para actuar siempre con "alma de peatón", empatizando con quienes no van rodeados de una armadura metálica y, por ello, son especialmente vulnerables. No dejemos fuera de la carrocería la solidaridad y humanidad de reconocernos como semejantes, sin permitir que las máquinas parezcan que nos controla a nosotros, cuando justamente fueron diseñadas para servirnos y no para amenazarnos.
Educación 2015: Carta a los Reyes Magos
Para cortar el nudo gordiano de esos profusos, confusos y difusos debates sobre currículos, metodologías, "reválidas",... de reformas de aquí y de allá,... para -más aún- cambiar realmente esa íntima relación docente-discente, ese aprendizaje significativo que sólo surge cuando hay una relación de aprecio mutuo,... bastaría con CAMBIAR LA EVALUACIÓN (entre otras sugerencias, como las del “Horizon Report 2014 K12″, ver en imagen anexa).
Nuestros hijos, literalmente desde la primera, vivieron con ordenadores desde su nacimiento,... y nuestros nietos, nacieron con el iPad (desde 2010). Cuando quienes nacieron en este siglo XXI se incorporen al mundo laboral, probablemente habrá acontecido -antes o en torno al 2030- el momento de la singularidad tecnológica (leer enlace). Los padres y madres actuales estuvieron digitalizados, desde su infancia y en su escolarización, y los alumnos y alumnas actuales están CONECTADOS casi permanentemente desde los 9-10 años.
Es tarea urgente, educar en el uso de los medios digitales, en sus grandes posibilidades y en sus riesgos ciertos, tan pronto como se acuerde en cada comunidad escolar. Resulta ridículo, a nuestro juicio, con una mínima perspectiva de futuro tratar de limitar (o impedir, incluso) el uso de los teléfonos inteligentes, y otros dispositivos unipersonales. Ello llevaría, a muy corto plazo, no ya sólo a la necesidad de retirar los smartphones, sino casi a tener que desvestirse antes de entrar en la escuela cuando la propia ropa incorpore vestibles (wearables) propios del Internet de las cosas (IoT).
Resulta patético ignorar y anular la potencia de los smartphones que el alumnado lleva en sus bolsillos (cada día a menor precio), que por su procesador y aplicaciones son centenares de veces más potentes que el famoso supercomputador Deep Blue de IBM que en 1997 derrotó a Kasparov, o más rápidos que los viejos netbooks (ya con 6-7 años), de cuyo costoso mantenimiento es mejor no hablar.
Los centros, sus organizaciones, sus comunidades escolares y sus direcciones, deben aprestarse a realizar una profunda transición hacia la era digital (ver más detalles en otro post de dicho camino y de su posible financiación). Una nueva cultura colectiva de apertura espacio-temporal, de atención en otros horarios y calendarios, de perfeccionamiento digital de sus claustros y familias.
La administración debiera ser vanguardia que salvaguarde y promueva una innovación con garantía de resultados, al tiempo que minimiza errores y costes. En sumario, los poderes públicos debieran: Definir un marco general de coordinación; establecer las competencias educativas (incluidas las digitales) mínimas para alumnado, profesorado y equipos; establecer formación en red para sus agentes; promover centros avanzados que difundan buenas prácticas; garantizar la inclusión digital para alumnado becado en materiales escolares a fin de que se puedan proponer acciones de aprendizaje conjunto fuera del tiempo y espacio escolar; una conectividad universal y segura para aula expandida (en intramuros y extramuros del centro); un PLE personalizado para alumnado (según edad), familias, profesorado, dirección, inspección, servicios apoyo, administración,...; una plataforma integral para la extensión de la documentación personal interactiva y actualizada correspondiente a cada agente con seguridad y confidencialidad; y finalmente, dotando al ciberespacio con recursos de aprendizaje y de comunicación, en nuestras lenguas oficiales, de calidad y con aportación comunitaria que los priorice, dando visibilidad y jerarquía por prescriptores reconocidos de la comunidad escolar.
Confiamos que los Reyes Magos vuelvan a traernos oro, incienso y mirra, que además de hardware (dispositivos), software (APPs, aplicaciones) y conectividad (el "espíritu santo" en laico y prosaico) debieran ser conocimiento, bondad y convivencia.
Curiosidad Radical. En la órbita de Richard Buckminster Fuller
Desde hoy, 4 de abril de 2021 se puede visitar presencial y virtualmente la exposición ‘Curiosidad Radical. En la órbita de Buckminster Fuller’ de manera gratuita hasta el 18 de abril de 2021, en la tercera planta de Espacio Fundación Telefónica (Madrid). Noticia recibida vía Twitter, véase al final del post, gracias a este tuit de nuestro amigo Javier del Monte.
Conocido por algunos como el Leonardo Da Vinci del Siglo XX, Richard Buckminster Fuller (Milton, 1895- Los Ángeles, 1983) dedicó su vida a concebir un mundo que funcionase para el 100% de la humanidad “en el menor tiempo posible mediante la cooperación espontánea, sin perjuicio ecológico o desventaja para nadie”. Investigador inclasificable, Fuller generó un cuerpo de trabajo inabarcable que anticipó con una lucidez sorprendente los desafíos del siglo XXI.
Desde la movilidad y la vivienda, hasta la educación y el uso de datos masivos, su pensamiento se anticipó varias décadas a cuestiones como la emergencia climática, los retos habitacionales en las grandes ciudades o la necesidad de repensar la formación académica. Conceptos tan actuales como la visualización de datos, la sostenibilidad o la biomimética hunden sus raíces en este pensador nacido en el siglo XIX.
Esta muestra, comisariada por Rosa Pera y José Luis de Vicente, presenta una mirada a su figura desde la realidad del año 2020, un momento convulso e incierto en el que atravesamos crisis sistémicas sobre las que “Bucky” ya pensó durante más de sesenta años. La exposición reúne los principales trabajos de Fuller en diálogo con propuestas de creadores contemporáneos que han orbitado alrededor de sus ideas, como los arquitectos Abeer Seikaly, Norman Foster y Chuck Hoberman, los diseñadores Neri Oxman y Joris Laarman o los artistas Olafur Eliasson, Ruth Asawa y Tomáš Libertíny.
Si bien el gran icono de Fuller, y el símbolo más reconocible de toda su producción, es la cúpula geodésica -ampliamente representada en la muestra- su verdadero legado no se asienta tanto en sus logros materiales como en su capacidad para inspirar nuevas ideas. La revolución, según Fuller, debía venir del diseño y la invención. “Mis ideas han emergido por emergencia. Cuando la desesperación las hace necesarias, son aceptadas” dijo. La exposición propone un repaso por esas ideas, cuando parecen más necesarias que nunca.
Prototipo de automóvil Dymaxion diseñado por Buckminster Fuller en 1933. Bucky partió de la observación de la naturaleza, concretamente del movimiento de los peces y de su manera de impulsarse gracias a una aleta trasera, para darle un perfil con forma de lágrima que lo hacía aerodinámicamente muy eficiente y le permitía funcionar por tracción trasera. Esta característica le confería una gran maniobrabilidad (podía girar 180º sobre sí mismo), pero hacía difícil su conducción (el manejo era menos intuitivo, al ser inverso al de los vehículos convencionales).
Además, con sus seis metros de longitud, el coche Dymaxion era dos veces más largo que un automóvil convencional, por lo que podía transportar hasta once pasajeros. Aunque el invento no llegó a ser producido a gran escala, y, de hecho, sólo llegaron a construirse tres unidades, su aspecto futurista creado por el escultor Isamu Noguchi revolucionó el diseño automovilístico y tuvo una enorme influencia en otros modelos posteriores.
Devised by Kenneth Snelson and made famous by the architect Buckminster Fuller in 1949, the concept of tensegrity seems counterintuitive, but it simply uses the laws of statics.
— Massimo (@Rainmaker1973) May 12, 2024
This is a gorgeous LEGO version.pic.twitter.com/jLuzPKKnBk
Difícil por la #COVID19 pero me encanta todo lo relacionado con Richard Buckminster "Bucky" Fuller https://t.co/f8PTXtsvRj https://t.co/FampyArNMv pic.twitter.com/WbtOeoQQNd— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) April 3, 2021
... y así nos va,...
La vida nos va como queramos, intentemos y logremos que nos vaya. Hoy que comenzamos unos días vacacionales, la emoción debe disparar nuestras expectativas, amanecer temprano para ampliar y perfilar lo que haremos en las próximas horas, minuto a minuto, persona a persona, cariño a cariño. Uf, esto deriva peligrosamente,... Menos mal que, como decíamos, nadie lee blogs,...
¿O no es así y alguien ha llegado hasta aquí? Si así fuera, os deseamos que vuestros máximos anhelos se cumplan y que os vaya bonito y bien,... ¡Ah, la foto es de las nuevas del continente africano que están apareciendo en público del Flickr de Aitor Agirregabiria!
Propuesta escolar al Lehendakari: Euskal Bekak
Euskal Bekak recoge una idea sobresaliente (tan profunda que la analizaremos en este enlace), quizá sólo al alcance de personas con la creatividad y generosidad de los 11 años, que nos recuerdan a toda la sociedad que la solidaridad de un servicio a los demás es el cultivo de una actitud que merece ser respaldada y favorecida desde la escuela. Los currículos por competencias han de trabajar, con la ejemplaridad de las familias y el profesorado, conocimientos, habilidades y ACTITUDES.
Este equipo de Axular Team sugiere que en la concesión de becas, siempre con criterios de necesidad, justicia compensatoria y mérito, en este último aspecto se valore la participación, desde las edades escolares, en acciones a favor de las personas más desfavorecidas de la ciudadanía. Así se impulsarían y fomentarían buenas prácticas, realizando diferentes talleres que respondan a las diversas necesidades que surgen en nuestro entorno. Al cumplir los 16-18 años, las personas jóvenes que hayan hecho suficientes méritos podrían optar a las Euskal Bekak, promoviendo así una juventud vasca llena de valores sociales.
De su página oficial de Euskal Bekak, hemos recogido los vídeos de su propuesta (abajo) y de la composición de este grupo 6ºB.
Tests políticos
Y es que los políticos razonan y buscan votos, pero nunca simultáneamente. A fin de cuentas, la opinión está más determinada por el sentimiento que por el pensamiento, porque es más corto el camino del corazón a la mente que el inverso. Víctor Hugo dijo: "La grandeza de un pueblo no se mide por su número de habitantes, como la grandeza de un hombre no se mide por su estatura: su medida es la cantidad de inteligencia y de virtud que posee". ¿Esto lo entenderán nuestros serios estadistas de talla mundial? ¡Más talento y más ética, por favor!
Flamantes cincuentones
Aquel nuestro año 1953 finalizó la Guerra de Corea, Franco firmó el Concordato con el Vaticano y los primeros acuerdos económicos y militares con los EE.UU., llegó la Coca-Cola, se escaló en Everest, se demostró la relación entre cáncer y tabaco, se descubrió la estructura en doble hélice del ADN, se simplificó la famosa ecuación de Einstein a E=m.c2, se inventó el bolígrafo Bic y se pusieron de moda los pantalones vaqueros. Murieron Stalin, el compositor Prokófiev, el poeta Dylan Thomas,…, pero ahora lo que importa es cómo fuimos, y cómo somos los que entonces nacimos –más exactamente, los que todavía quedamos-.
Nosotros nos criamos a lo bestia. Hacíamos lo que jamás permitimos luego a nuestros hijos. Corríamos en pequeñas e inadecuadas bicicletas sin casco, los columpios eran de metal roñoso y con esquinas en pico, y jugábamos a ver quien era más bruto. Construimos goitiberas para bajar por las cuestas y descubríamos que habíamos olvidado los frenos. Jugábamos a "chorro, morro, pico, tallo, qué" (no pregunten eso qué significaba), procurando caer en plan bomba, y nadie sufrió dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos al anochecer. Nadie podía localizarnos por ningún móvil. O hacíamos una fogata para asar patatas y contarnos historias de miedo. Nos abríamos la cabeza jugando a “guerra de piedras” y no pasaba nada, eran “cosa de niños” y se curaba con Mercromina y un cachete adicional de castigo. Comíamos moras, pipas de melón y porquerías, bebiendo aquel refresco de color butano, pero no fuimos obesos. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. No tuvimos Playstation, Nintendo, películas en vídeo, móviles, computadores ni Internet: sólo un canal de televisión en blanco y negro,.. en casa de algún amigo rico. Siempre recordaremos nuestros escasos juguetes, pero nos sobraban los amigos y primos. Quedábamos con ellos en el parque más cercano. O ni siquiera quedábamos, con la merienda íbamos a la plaza y allí nos encontrábamos. Ligábamos con las chicas persiguiéndolas, no en un chat tecleando ;-D. Y jugábamos a las chapas, a las canicas, al “hinque” con clavos herrumbrosos, con pólvora,... en fin, con tecnología punta. Bebíamos agua directamente del grifo, cazábamos lagartijas y gorriones con la "chimbera de balines", sin adultos vigilándonos. En los juegos del patio, no todos participaban en los equipos; debías ser elegido. Los otros tuvieron que aprender a superar la decepción. Los menos estudiosos, repetían curso y les ponían a trabajar prematuramente de “botones”… en una Caja de Ahorros y cuando pasadas las décadas te los reencontrabas, te denegaban el crédito.
Viajábamos en minúsculos coches sin cinturones de seguridad ni air-bag, durante viajes de 8 horas con cuatro adultos y cuatro niños en un 600, sin síndromes de la clase turista. Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. Si transgredíamos alguno de los numerosos preceptos, nuestros padres no sólo no nos protegían, sino que además nos castigaban aparte. Tuvimos media libertad, mucho fracaso, poco éxito y moderada responsabilidad, pero aprendimos a crecer con todo ello.
Ha pasado la mayor parte, pero quizá no la mejor, de la vida familiar y profesional. Nuestros hijos son insufribles y eternos adolescentes, nuestra pareja ha engordado casi tanto como nosotros, y ya estamos plenamente instalados en esa burguesía postmoderna y acomodada,… que tanto se parece a la de nuestros abuelos y que fue mejor que la de nuestros sufridos padres. Nuestros rutinarios paseos con la parienta, esos recorridos de café con leche en café con leche (descafeinados por supuesto), con muchas paradas, permiten a los comerciantes poner en hora sus relojes cuando nos ven desfilar puntualmente cada atardecer. Nuestra carrera laboral ya ha acumulado suficiente mediocridad como para no quitarnos el sueño las pasadas aspiraciones, que han envejecido más prematuramente que nosotros. Ya sabemos adónde vamos a llegar, y eso con suerte: a la prejubilación. Pero nos sentimos bien, nada de esa "sensación de que la vida se me está escapando". Chispeantes, seguimos creciendo. Los pies, por ejemplo, cada vez están más lejos y cada día te cuesta más llegar hasta ellos, sobre todo el izquierdo. Cierto que ya no podemos pasar de los tres platos en las alubiadas, y que crecen los periféricos de ayuda (gafas de presbicia, y pronto audífonos), pero hay otras ventajas: Vas perdiendo la vergüenza, y desarrollándose una “cara dura” con la edad,…, y disminuye drásticamente el riesgo de morir… joven.
Comenzamos a adivinar lo que se nos avecina en las próximas décadas. Los ruiditos que nos acompañan a cada movimiento, sobre todo de alzada. Disfrutamos de ese sueño “camembert”, plagado de periodos de insomnio, y cuando te levantas recuerdas eso de que si no te duele nada, es que ya estás muerto… El tango dice que “veinte años no es nada”, pero “cincuenta años” otorgan una madura lucidez,… que estremece. Nosotros que fuimos testigos de la carrera por la Luna, pertenecemos a la maldita “generación sándwich”, de selectividades dobles, de “mili” larga, siendo jóvenes cuando se llevaban los veteranos y llegando a expertos cuando mandan los novatos. Fuimos obedientes con nuestros padres y con las demás autoridades de turno, y ahora nos tienen en jaque nuestros hijos a los que, en general, malcriamos por miedo a repetir nuestra historia. Debimos aprender a liberarnos de muchos prejuicios y cuando lo conseguimos, resulta que estábamos cargados de años. Pero disfrutamos de regalos tardíos, como redescubrir y recuperar la música de los ’70 por Internet y ver a la siguiente generación cometer nuestros mismos errores. La nostalgia empieza a invadirnos y cada vez nos parecemos más a nuestros progenitores, e incluso a nuestros abuelos. Pronto añoraremos cuando hablábamos… todo seguido, y no recordaremos a ese tal “Al..zheimer”, y se acerca el día en el que ingresaremos en esos grupos de “ancianas de los dos sexos”. - “Es cruel”, digo, y mi mujer replica: - “Sí, para ellas”.
La vejez es lo más inesperado que le sucede al hombre y llega sin ser invitada. Sólo comienza cuando se pierde la curiosidad y cesa de indignación por todo lo que está mal a nuestro alrededor. La madurez, incluso la vejez bien llevada, puede ser el tiempo de nuestra dicha. La felicidad es el antídoto de la edad. ¡Seamos felices!
Lastre de sangre
Temas de la máxima trascendencia social son esgrimidos como tácticas electoralistas baratas, como saldos en rebajas ante el día de las urnas, insultando la inteligencia de un sumiso electorado que va aprendiendo a discernir. También ha habido solemnes declaraciones institucionales, donde gobernantes con visión de Estado (especialmente en Euskadi y Catalunya) rechazan el nauseabundo y repugnante comercio sectario de la sangre y se comprometen en el único pacto posible, con diálogo entre todos los demócratas, para la definitiva desaparición del terrorismo sin esperar misérrimas ventajas partidistas.
Los violentos, sin formación política alguna que les respalde, deben saber que toda el agua de los ríos no basta para lavar la mano ensangrentada del homicida; que la única salida viable es dejar de matar a sangre fría; y que su lastre de sangre no es negociable.
Pero también ya basta de instrumentalizar la sangría. Machado aseguró que “Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden. El pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre” y Byron señaló que “La sangre sirve solamente para lavar las manos de la ambición”. No pueden hacerse cuentas con la sagrada sangre, ni deben manipularse votos con la sangre humana derramada.
Ojalá la ciudadanía ignore a cruentos encapuchados y a quienes se alimentan de la misma bazofia de sangre y cieno. Toda lucidez es una pausa de la sangre, dijo Ciorán. La cordura exige abandonar como canje el lastre y el parche de la sangre.
Publicado en EL MUNDO (19-2-2004, con recortes y modificaciones), CyberEuskadi (Columna diaria, 18-2-2004), Kaos en la Red (18-2-2004), El Debate (IblNews, 18-2-2003), Foro Republicano (18-2-2004), Sr. Director (18-2-2004), Vistazo a la Prensa (18-2-2004), Portal Miami (18-2-2004), Foros EITB (18-2-2004), Uribe Kosta Digitala (18-2-2004), Revista Hasten + Cultura (18-2-2004), El Confidencial Digital (19-2-2004), PP Nunca Más (19-2-2004), Estrella Digital (19-2-2004), Info-TK (22-2-2004), Página Digital (Argentina, 23-2-2004), Sin Columna (Columnista, 23-2-2004), DIARIO VASCO (23-2-2004), Ávila Digital (7-3-2004),...
La educación de Natascha Kampusch
El drama de Natascha ha sido espeluznante, por culpa del criminal secuestrador que la retuvo en cautiverio. Por sus propios medios y sin la menor ayuda exterior, Natascha, logró quedar libre el pasado 23 de agosto. Cuando comparece ante los medios de comunicación, ansiosos por conocer los detalles de su rapto, sorprende a todos por su mirada, talento, carácter y lucidez. Expertos y espectadores nos hemos asombrado de su inteligencia cultivada, su perfecta dicción y deslumbrante retórica, así como de la notable fuerza de voluntad de esta joven. Características todas ellas que, en ese mismo grado, raramente exhiben sus coetáneos europeos que han disfrutado una existencia normalizada, sin aislamiento y una escolarización más convencional.
Ello puede llevar a preguntarnos qué podríamos mejorar de nuestros sistemas educativos y sociales, al tiempo de desear a Natascha una completa recuperación en su socialización plena tras su traumática adolescencia, confiando que su entereza, voluntad y buen juicio se lo facilitarán. El caso de Natascha cuestiona, en alguna medida, no sólo nuestros sistemas de seguridad, sino que ponen en tela de juicio nuestros sistemas educativos e incluso sanitarios, dado que estuvo ocho años sin (necesidad de) que la viera ningún médico. Por el contrario, parece revalidarse el peso de los medios de comunicación unidireccionales impresos y audiovisuales, a los que sí tuvo acceso, y que le permitieron formarse autodidácticamente conectándola con el mundo exterior. Parece que teléfono o Internet no tuvieron efecto alguno, dado que le fueron inasequibles por completo.
Cabe aducir que un caso aislado no debe extrapolarse. Que sólo la fortuna impidió que una enfermedad se cruzase en la salud de Natascha, y que un delito irresuelto no refuta la eficacia policial. Pero la dimensión escolar provoca una reflexión obligada: ¿Cómo el interés personal de Natascha, junto al seguimiento de un raptor, pudo compensar o superar la acción convergente de variados profesionales, influyentes condiscípulos, costosos recursos didácticos y todo un complejísimo sistema educativo?
Convendría un análisis exhaustivo sobre el profundo efecto educativo alcanzado mediante la lectura de libros, periódicos y revistas, radio y la televisión, así como las conversaciones con un único contertuliano que era su sicótico carcelero. Obviamente la educación incluye aspectos trascendentales ajenos a la mera instrucción, como una adecuada socialización y la adopción de valores, pero el esfuerzo y capacidad de Natascha parece que ha sabido suplirlos. El caso de Natascha puede alentar colateralmente las fórmulas de “homeschooling”, si sus defensores verifican determinadas posibilidades incluso en tan tardías etapas críticas de la adolescencia.
Merecería la pena un estudio comparativo de las ventajas y carencias en la educación de Natascha, que pudiese conducir a mejoras en los resultados académicos y personales del conjunto del alumnado. Probablemente, se detectaría el inmenso efecto beneficioso derivado de un cúmulo de factores como una lectura diaria, de un continuado interés por aprender, de una perseverancia férrea,… y de unas condiciones de vida reguladas, manteniendo hábitos regulares cotidianos. Quizá el dato clave para su sobresaliente formación, fue que Natascha asumió pronto y en persona la responsabilidad de su propia educación. Comprendió desde el principio la trascendencia de su proceso educativo, algo que progenitores y profesorado no siempre logramos inculcar en nuestros hijos y alumnos.
Natascha, junto con el deseo natural de viajar y de recuperar el tiempo perdido, ha manifestado su voluntad de aprobar la prueba de bachillerato para proseguir sus estudios universitarios a fin de ser abogada, periodista, psicóloga o actriz. Natascha mantiene intacto su idealismo y esperar colaborar en proyectos de la envergadura de combatir el hambre en África o erradicar la tragedia de las mujeres raptadas y violadas en Ciudad Juárez (México). Deseamos y auguramos un feliz futuro a Natascha, dado que durante su encierro acreditó un inmejorable talante y un envidiable tesón de superación.
Inmaduro Aznar
Aznar, en su última entrevista por muchos años dedicada a su incondicional COPE, acusó a Rodríguez Zapatero de “falta de madurez”. El noqueado ex-presidente ha vuelto a su improperio preferido: inmaduro. Antes así acusó a la ciudadanía vasca tras las elecciones de Euskadi en 2001, luego a Catalunya y ahora injuria del mismo modo a su sucesor en Madrid, ya que no puede ultrajar a todo el electorado.
Miquel Roca Junyent acertó, hace ya muchos años, al vaticinar que “los gobernadores civiles caerán como fruta madura”. Del mismo modo, por su propio peso, ha caído Aznar y su intolerante PP. El trasnochado y anacrónico “líder que quiso pasar a la historia” nunca alcanzó la lucidez política, ni en su despedida, porque la madurez se define como aquella edad en que uno ya no se deja engañar por sí mismo.
Dos reflexiones, la primera de William Shakespeare para el tenebroso pasado crepuscular: “De hora en hora maduramos y maduramos, y luego, de hora en hora también, pudrimos y pudrimos... y aquí se acaba el cuento”. La segunda de Federico García Lorca para quienes respiramos aliviados tras la aurora del nuevo siglo: “Esperando, el nudo se deshace y la fruta madura”.
Humanidad familiar
La reciente muerte de una abuela, madre de una buena amiga de la familia, nos ha hecho recapacitar a todos sobre el significado de la maternidad. Esta anciana, con una envidiable lucidez mental mantenida hasta los últimos minutos de sus 89 años, nos legó una lección de humanidad en la clínica donde, tras un rápido proceso de dos semanas, murió serenamente arropada por su fe.
Prefirió no preguntar qué le pasaba, a pesar de los alarmantes síntomas, y su único interés era atender a su familia y a las amistades que la visitábamos, bromeando sobre la imposibilidad de tomar un café con leche. Con una entereza inigualable supo disimular una despreocupación suprema, justamente para hacernos creer que desconocía la gravedad de su enfermedad. Madre hasta la muerte, se levantaba de noche para abrigar a la hija que le cuidaba, e insistía en que sus hijos y nietos debían seguir con sus tareas sin alterar sus horarios para acompañarla. Su interés fue siempre el cuidado de los demás, y su infinito cariño se desbordada hasta alcanzar a amigos y vecinos.
La fraternidad fue un lema cristiano y revolucionario, y Dios se nos presenta como un Padre en muchas religiones. Pero quizá todo sería mejor si nos comportásemos con los demás como cualquier madre trata a sus hijos, y atendiéramos a quienes nos rodean como los progenitores cuidan a los suyos. Todos somos hijos, muchos tenemos hermanos, pero sólo con la paternidad o la maternidad se llega a entender de verdad lo que es el amor incondicional, abnegado y sublime cuando se mezcla con la admiración por los hijos amados. Con razón se dice que de las muchas maravillas que hay en el universo, la obra maestra de la creación fue el corazón materno. Pongamos un poco más de maternidad o paternidad en nuestros endurecidos corazones de jóvenes, adultos, mayores o ancianos.
El último Scott Fitzgerald
Mucho se ha escrito de Francis Scott Fitzgerald y de su obra. Hay quienes creen que su inseguridad crónica le impulsó hacia un ansia de gloria desde muy joven y hasta su prematura muerte a los 44 años. Conoció la consagración literaria máxima con "El gran Gatsby" a los 29 años, para descender a los infiernos del olvido pocos años después.
Fitzgerald, el autor más representativo de la 'Generación Perdida' con Faulkner y Hemingway, tuvo una vida fallida, según algunos críticos, aunque reconocen que en ella alumbró algunas de las obras maestras de la literatura de todos los tiempos. Su existencia fue una fábula sensible y satírica sobre la persecución del éxito y el colapso del 'sueño americano'. Su existencia se deslizó raudamente desde una niñez de escritor precoz en internados católicos, un breve pase por Princeton y su servicio militar en Alabama, donde se enamoró de Zelda, la flapper arquetípica que representaría, con él, la historia glamorosa del jazz y el charlestón.
La doble biografía de la escandalosa pareja Fitzgerald fue corta y trágica ("Nuestro amor fue único en un siglo"). Intérpretes de los felices años '20, su historia resume buena parte del espíritu contradictorio del siglo XX: del esplendor a la miseria, de la gloria a la desintegración. Protagonistas de un ascenso fulminante a los laureles literarios, todo hacía augurar una larga y feliz existencia, habitual en los escritores bendecidos. Pero el "crack del 29" también se cruzó en su camino. Mientras dilapidan frívolamente el dinero, Zelda va deslizándose hacia la locura y él se alcoholiza. El 21 de diciembre de 1940, Scott muere exhausto frente a la máquina de escribir.
El corazón humano posee esperanzas, ambiciones y anhelos infinitos imposibles de satisfacer, y sigue luchando a pesar de obstáculos y fracasos. De ahí que la tragedia de estos dos artistas, además de despertarnos temor y piedad, también nos inspire admiración y coraje. La última etapa del Scott Fitzgerald maldito, fue la de la sabiduría profunda, no en sus actos, sino en sus escritos. El heterodoxo Scott describe su particular infierno: "Todos los dioses muertos, las guerras combatidas y la fe en el hombre destruida". Aún en plena decadencia, persiste en relatarnos su vitalidad ("El amor a la vida es esencialmente tan incomunicable como el dolor"), con clarividentes consejos que resuenan como puñetazos luchando contra la maldición de saberse autodestruido.
Sus citas son tan expresivas como los títulos de sus obras. Recordemos algunas: "En la noche negra del alma siempre son las tres de la madrugada", que invariablemente nos atormenta a los insomnes; "Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia"; "El dinero ha aniquilado más almas que el hierro cuerpos", ¡cuán cierta!; "Y así vamos adelante, botes contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado", lírica y gráfica; "Es preferible fiarse del hombre equivocado a menudo, que de quien no duda nunca"; "En las cosas no existe la esperanza, y, sin embargo, hay que estar decidido a cambiarlas"; o "La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar"
Alegre y despreocupado en la etapa del sueño realizado, cuando parecía un triunfador enamorado de la opulencia, su prodigiosa capacidad residía ocultamente en un concienzudo y persistente esfuerzo por escribir extrayendo del lenguaje tonos más exquisitos y puros que los nunca antes logrados. Suya es la frase: "Puedes acariciar a la gente con palabras". Su mejor lección nos la transmitió en una carta a su adorada y única hija Scottie: "Prescinde de la opinión de la gente. No te preocupes por el pasado. No te preocupes por el futuro. No te preocupes por el triunfo. No te preocupes por fracaso,… a menos que sea culpa tuya".
Supresión de la televisión
Una semana de vacaciones, deliberadamente sin Internet, ha sido suficiente para comprender que el principal riesgo para niños y adultos proviene de esas aparentemente inocuas televisiones genéricas. Lo que pretendía ser una “semana blanca” retrasada, con el mal tiempo reinante en Alicante, se convirtió en un tiempo para analizar los contenidos televisivos reinantes en la España del siglo XXI. La conclusión más obvia es que casi toda la oferta de las programaciones es altamente desaconsejable para mantener una lucidez mínima, un elemental sentido común y algún tipo de código ético aplicable a la vida cotidiana. El daño que incontestablemente causa a los más jóvenes resultará incurable a pesar de los denodados esfuerzos familiares y educativos que se apliquen, si no es con la condición previa de restringir o apagar la televisión actual.
El panorama matutino comienza en TVE, A3 y Tele5 con debates políticos de pesados “sabihondos contertulios”, preferentemente de Madrid, que sólo repiten las frases sacadas de contexto de los políticos nacionalistas, tanto de Euskadi como de Catalunya. Siguen insufribles programas del corazón, con las mil y una anécdotas irrelevantes de personajes anodinos que han sido encerrados en alguna casa de Somosierra o en algún corral de Kenia, además de la panda habitual de famosillos que viven del cotilleo de sus insignificantes “sucedidos”.
Los informativos, aparte del peculiar equilibrio y selección de lo “noticiable” que merecería un análisis y valoración extenso, son un escaparate de “periodistas populares”, que llegan a llenar toda la pantalla con su nombre y cara (dura). Hasta el propio McLuhan se sorprendería de que ahora el “mensaje es el periodista”, cuyo primer plano acerca hasta la menor arruga (Angels Barceló es el caso límite de lo que una mala realización puede perpetrar, porque no todos los días los poros faciales presentan su mejor imagen) o que es entrevistado por sus colegas en los debates en profundidad. Incluso los corresponsales “de provincias” aparecen en medio de la imagen, tapando el incidente del que supuestamente pretenden informar.
La tarde se llena con programas de entrevistas a “personas de la calle”, que sorprendentemente sólo presenta las miserias de caraduras de uno u otro género que se rejuntan en inimaginables fórmulas de seudo-convivencia, con mayoría de “gente que trabaja la noche” y todo tipo de esperpentos personales, familiares y sociales en pleno horario infantil de tarde-noche. El mensaje tácito que se transmite es que si quieres ser “famoso”, lo que parece ser el ideal de vida contemporánea, sólo has de ser más “anormal” que los ya bastante estrambóticos especimenes que se presentan como modelos ejemplares de nuestra era.
Las series de “producción propia” son muestras del paradigma preconizado, que es lo más marginal que se pueda imaginar: Un programa de “éxito” presenta una “modélica” comunidad de vecinos donde no existe una sola familia convencional. En pro de la tolerancia que nadie discute, tienen cabida toda suerte de “unidades familiares”… menos la familia “a secas”. Negando y renegando de la estadística más elemental, no aparece ni un solo matrimonio, con o sin hijos; únicamente algún resto de matrimonio liado con algún otro resto.
Una sociedad que se traga sin rechistar semejantes bodrios aderezados con anuncios de estúpidos productos, la mayoría de los cuales son absoluta y manifiestamente innecesarios, corre un riesgo cierto de acabar idiotizada, masificada y sin capacidad de reacción, lo que parece ser el objetivo último de tanta basura tele-distribuida.
La información que proviene de Internet es infinitamente más variada, complementaria, especializada y juiciosa que esta predominante bazofia televisiva, que ni entretiene, ni informa, y menos aún “forma”. La prensa escrita se recoge en hemerotecas y sus opiniones vienen debidamente firmadas, siendo mucho más plurales a pesar de la concentración de los “grandes grupos”. Consejo final: Si quieren ser más cultos, más honestos y más humanos, eviten toda forma y modalidad de televisión, con alguna insólita excepción como la información meteorológica, películas sin cortes o esos escasos espectáculos deportivos poco comentados.
Acertijo infantil
A varias clases de Educación Primaria, con alumnos de seis años, se les preguntó: "¿En qué dirección viaja el autobús del dibujo?" Todos ellos, en grupos o por separado, pronto respondieron acertadamente. A su edad, el grado de abstracción de su inteligencia puede llevarles a pensar que la Luna está más cerca que China, porque la Luna se puede ver. Pero, esa misma ingenuidad les permite resolver instantáneamente esta adivinanza.
Los adultos dudamos cuando tratamos de averiguar la solución, aunque sólo caben dos únicas posibles respuestas, que son hacia la izquierda o hacia la derecha. Vale la pena dedicar tres minutos para saber si la edad nos ha cegado. ¿Lo adivinamos? En caso afirmativo, enhorabuena, todavía disponemos de esa inigualable lucidez infantil.
Todos los escolares contestaron que viaja hacia la izquierda el autobús, porque no se ven sus puertas de entrada. La inteligencia infantil, así como las mentes entrenadas para mantener esa clarividencia, analizan tanto lo que se observa como lo falta en un cuadro o en una situación. Definitivamente, casi siempre lo más revelador no es lo que se ve, sino lo que se oculta.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/acertijo.htm
¿Conoces a Joe Black?
Esta película de 1998, dirigida por Martin Brest, relata la jubilación de Bill Parrish (Anthony Hopkins), un magnate de las comunicaciones. Fuera del planificado programa, por esas fechas recibe la visita de un inefable personaje, Joe Black (Brad Pitt), quien viene a llevarle de este mundo. La trama retrasa la hora suprema del empresario, al surgir el amor entre este curioso invitado y Susan (Claire Forlani), una hija del anfitrión. El relato deriva hacia las vivencias de Joe Black, al tomarse unas vacaciones terrenales para experimentar las percepciones, sensaciones, alegrías y penurias que vivimos los seres humanos.
Lo más memorable de la historia es el peculiar pacto suscrito con Joe Black (una vaga representación de la muerte) por Parrish, y cómo afronta serenamente sus últimas jornadas. El guión, quizá insuficientemente apurado, obvia un planteamiento definido sobre la trascendente dimensión humana, o si cabe esperar algo en el más allá. Con ello evita entrar en opciones de fe, y se concentra en la peculiar circunstancia de una persona que tiene la plena y secreta certeza de morir en breve.
Este preludio del fin de nuestros días es algo que todos estamos viviendo, con más o menos lucidez según la edad y el entendimiento, casi siempre con incertidumbre sobre la cercanía o lejanía del momento final. El multimillonario Parrish, con su inmenso poder e incalculable fortuna no es una figura a la podamos equipararnos con facilidad, pero su postrera clarividencia marca una pauta vital que podríamos asumir.
Seguramente cambiaríamos mucho si, a partir de esta fábula, pudiéramos imaginar que un Joe Black está observando toda nuestra dedicación, otorgándonos unos días adicionales de vida, hasta que nos ponga la mano en el hombro y diga: "Es la hora". Cuánta vanidad efímera, jactancia fatua, oportunismo ridículo, avaricia fútil, ambición necia, odio estéril, violencia infame,… desaparecerían de súbito y para siempre de la faz de la tierra.
La muerte sólo será triste para los que nunca hayan pensado en ella. Nosotros todavía estamos a tiempo de ser recordados por lo esforzados, generosos y nobles que podemos ser, y por todo lo que aún podemos construir, solucionar, animar, ayudar, amar, legar,... Sólo así la muerte, cuando llegue, será una victoria sublime al alcance de cualquiera.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/joe.htm