La jubilación es un triunfo, o El cuento de las comadrejas

Las personas jubiladas somos triunfadoras, más las mujeres que los hombres, porque a cierta edad se comprende la grandeza de la vida y que su mejor parámetro de medida es la edad. Sí, edad larga... y ancha, porque la edad es la cifra de años que hemos gozado de la vida.

El cuento de las comadrejas (anteriormente titulada Regreso triunfal) es una película argentina de 2019 coescrita, coproducida y dirigida por Juan José Campanella, adaptación de Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976). Protagonizada por un reparto coral compuesta por Graciela Borges, Oscar Martínez, Marcos Mundstock y Luis Brandoni. También interviene una creíble Clara Lago en la piel de una modélica trepa porteña. Fue estrenada el 16 de mayo de 2019 en Argentina y el 12 de julio del mismo año en España.

Una escena, titulada como la soberbia de la juventud, vale la pena analizar en tres minutos.

Una bella estrella de la época dorada del cine, un actor en el ocaso de su vida, un escritor cinematográfico frustrado y un viejo director hacen lo imposible por conservar en el mundo que han creado en una vieja mansión-sarcófago ante la llegada de dos jóvenes aventureros que representan una inminente amenaza. 

Hablan con eufemismos tipo de "establecimientos de retiro planificado", que por aquí los denominan "hogares de jubilados", pero son residencias geriátricas de quienes el edadismo rampante considera  almacenan seres humanos amortizados a quienes hay que ayudar a bien morir.

Un film ameno, pero que reduce su potencial a un conflicto tan simple como eterno, la tradición versus la modernidad. La verdadera innovación social que hemos de construir reside en un pacto de solidaridad intergeneracional, donde utopía y experiencia se fusionen para proyectarnos hacia una humanidad plena de entendimiento y prosperidad universal.
Película íntegra, mientras dure, en Facebook (en el minuto 43 la secuencia anterior).

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