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El peso del alma

Se ha estrenado en el Festival de Venecia una esperada película del director Alejandro González Iñárritu, titulada "21 Gramos" en referencia al peso aproximado que, según ciertas fuentes, pierden las personas en el momento de morir. Para algunos esotéricos esta masa representaría el peso del alma humana que abandona el cuerpo tras la muerte. Esta irrisoria y extravagante explicación que tasa el alma nos causa un manifiesto desasosiego a muchas personas en esta secularizada y descreída sociedad, cuando escuchamos esa cifra de “tara del alma”, porque parece confirmar que existe un alma que se alza con sus alas del alba. Así pues queda despejada la duda de Shakespeare: ¿Existe el alma? La pervivencia de la propia identidad es como la sed del hombre. Sin esta persistencia del "yo" toda la creación no es para él otra cosa que un inmenso "¿Para qué?".

Obviamente este peso corresponde al aire de espirar al expirar, que ya no retorna cuando se exhala el último lamento, pero no deja de ser fastidioso que hasta eso sea aquilatado en tan postrera ocasión. Esos últimos pocos litros de aire, con su nitrógeno, oxígeno, vapor de agua,… se describen más poética y excelsamente por Bécquer como “Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar”, trasponiendo el final “Dime, mujer: cuando el alma (amor) se eleva (olvida), ¿sabes tú a dónde va?”.

Quienes fuimos niños que destripábamos juguetes buscando sin hallar su alma, incluso aunque seamos de ciencias, preferimos creer que incluso en cuerpos pequeños se agitan almas muy grandes, que sobrepasan los 21 gramos, defendiendo que la dimensión del alma sólo es la medida de amor que acumula y que el alma es un océano bajo la piel que sólo se llena con eternidad.
[Estaba cavilando sobre estas disquisiciones cuando mi consorte Carmen me llama para cenar. Le resumo mis reflexiones, pero como se le quema la sartén se vuelve a la cocina rezongando que lo que nadie ha determinado, hasta el momento, es cuánto pierden algunas viudas cuando fallecen sus pesados maridos,… en kilos y en años. Tanto pragmatismo desarma el misticismo de mi liviana alma. Termino para que no se me enfríe la cena. Ya saben: Primum vivere, deinde philosophare.]

Almas cansadas

Hay días en los que el alma clama que está mala

En ocasiones la melancolía, que es la dicha de estar triste, nos envuelve y paraliza con su dulce sopor que nos aproxima al infinito. Hay ciclos de bajamar, y fases de pleamar. Días de llorar, y días de afirmar. El alma se ha humanizado tanto, se ha acoplado tanto al cuerpo, se ha somatizado tanto… que también jadea, también se cansa, también se agota, y también se harta.

¿Por qué? Ni el alma lo sabe. ¡Ah, si sólo fuera por causas como el mal de amor, contratiempo de salud, o problema económico! Pero, a veces, no es eso. Es simple fatiga de viaje, pereza de entraña gastada, falta de más mañanas, asma de alma postrada.

Y entonces, sólo vale la calma, dejar que la danza del alma salga de su arca, con su aria de arpa. Un remedio infalible es “compartir vivencias”, fórmula válida por dos ventajas: La primera cualidad que su verbo (compartir) invoca lo más humano del espíritu, y la segunda virtud que su sustantivo (vivencias) puede embaucar y llevar a la conclusión de que aún… respiramos.

Abracadabra… el alma se alza y anda. Y lanza una carta, una botella al océano de Internet. Un acta al agua, un alma de algas que se aúpa en su barca para buscar lectores al alba. En la farsa del habla vacua, qué carga y qué jaula, pacta una pausa larga. Santa magia. Estar triste es casi siempre… pensar en uno mismo. Hay espacios de tristeza, que sólo el amor llena, porque siendo de dos una tristeza, ya no es pena, es alegría.

Mi alma tiene prisa

Mi alma tiene prisa. Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora,…
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a manipuladores y oportunistas.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, porque mi alma tiene prisa,…
Sin muchos dulces en el paquete,…
Quiero vivir al lado de gente humana,… muy humana.
Que sepa reírse de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de la hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas,…
Gente a quienes los golpes duros de la vida les enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí,… tengo prisa,… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan,…
Estoy seguro de que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos en realidad dos vidas y, la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una,…
Mi alma tiene prisa (Poema Golosinas) es obra de Mário de Andarde (Sao Paulo 1893 – 1945). Poeta, novelista, ensayista y musicólogo. Fue uno de los fundadores del modernismo brasileño.

Beldad, verdad, bondad


La vida suele ser una sucesión de tres etapas: Primero la época de la belleza, seguida del tiempo de la verdad y concluye con la era de la bondad.

Cuando ya son demasiados los objetivos perseguidos y no conseguidos, cuando los fracasos multiplican los éxitos, cuando la fecha de caducidad propia se atisba por el horizonte,… llega la edad de la bondad. Algunos, quizá, hemos descubierto esta secuencia con demasiado retraso. Si quien lea estas palabras descubre esta paradójica trinidad y la asume con juventud de espíritu, se le puede augurar una vida provechosa y feliz. Existen verdades tan grandes que tardan en entrar en algunas mentes, porque las verdades más elevadas y puras no se adquieren mediante la reflexión y la inteligencia, sino por el sentimiento, según Anatole France.

La Belleza: Es aquello que es inteligible sin reflexión y que, según Stendhal, no es más que la promesa de la dicha. La belleza es ese misterio hermoso e indescifrable. La belleza del cuerpo suele ser indicio de la del alma, y casi siempre la belleza de las cosas reside en el espíritu de quien las contempla. Y de la belleza se pasa a la verdad, porque la belleza siempre tiene razón. Según Keats, la belleza es verdad, y la verdad belleza; esto es todo lo que acá abajo sabemos, y necesitamos saber.

La Verdad: Es un alimento como el trigo, es una antorcha que luce entre las tinieblas. Es como el sol, lo hace ver todo y no se deja mirar. La verdad es como la luz: una y diversa; es como la naturaleza: una y fecunda; es como Dios: uno e inmenso. La verdad es grande y prevalece, porque es hija del tiempo, no de la autoridad. La verdad padece, pero no perece. La verdad existe; sólo se inventa la mentira. Y, de nuevo según Víctor Hugo, la verdad está dentro de nosotros, no surge de las cosas de fuera, porque es fundamento de la virtud más sublime,…

La Bondad: Es la flor de la fuerza. La bondad vence a la maldad como el agua al fuego. La bondad, más que cualquier otra cosa, desarma a todos. Pero la bondad si no está en la conducta, sobra en las opiniones. Una prueba no pequeña de la propia bondad, reside en confiar en la bondad de los demás. El círculo de unidad se cierra: beldad, verdad y bondad. La bondad es la belleza del alma, y esta verdad está en marcha y nada puede pararla.

La insignificancia de un ser vivo se alza con la piedad hacia el infinito de la deidad, incluso en la Tierra, ciudad de maldad. Aprendamos a mirar,… a los que tienen menos. En una pared de la impresionante Capilla del Hombre puede leerse: “Yo lloré porque no tenía zapatos,… hasta que vi un niño que no tenía pies”.

La común esencia de belleza, verdad y bondad se llama AMOR, esa sustancia divina a la que esta noche, a lo lejos, alguien canta,... Son los versos más tristes y bellos que pueda imaginarse y que han inspirado este texto. Se oye in crescendo a Yolandita Monge, en http://www.goear.com/listen.php?v=c242fce. Todo lo que dice del amor vale para la vida, porque una vida sin amor no es vida, porque la belleza es la expresión estética del amor. Eso es todo. Escucha y estremécete, si no estás muerto,… ¡Es fabuloso saber que existen personas como tú,…, efímeros supervivientes que han comprendido algunas claves antes del final anunciado!

El amor es un rayo de luz indirecta, / una gota de paz, una fe que despierta, / un zumbido en el aire, un punto en la niebla, / un perfil, una sombra, una pausa, una espera,... / El amor es un suave rumor, que se acerca, / un timbre a lo lejos, una brisa ligera, / una voz en la calma, un aroma de menta, / un después, un quizá, una vez, una meta. / El amor va brotando, entre el aire y el suelo, / y se palpa y se siente y hay quien puede verlo, / y hace que te despiertes y pienses en él, / y te llama despacio, rozando tu piel.

El amor te hipnotiza, te hace soñar, / y sueñas y cedes y te dejas llevar, / y te mueve por dentro y te hace ser más, / y te empuja y te puede y te lleva detrás,…/ Y de pronto te alza, te lanza, te quema, / hace luz en tu alma, hace fuego en tus venas, / y te hace gritar al sentir que te quemas / te disuelve, te evapora, te destruye, te crea,... / Y te hace viajar, en el filo del tiempo, / remontando los ríos de mil universos, / y te lleva a la gloria y te entrega a la tierra / y te mira,... y te ve,... y piensa,... y piensa,...

Y de pronto el amor, es la luz de una llama, / que se empieza a apagar,... y se va,... y se apaga, / es la isla pequeña perdida en la niebla, / una gota, un no sé, una mancha, una mueca. El amor es la hoja caída en la tierra, / un punto en el mar, una bruma que espesa, / un peso en el alma, un sol que se vela, / un porqué, un según, un ya sé, una queja.

El amor va bajando, peldaño a peldaño, / con las manos cerradas y el paso cansado, / te pregunta quién eres, para hacerte saber, / que apenas te conoce, que qué quieres de él,... El amor te hace burla, se ríe de ti, / mientras tú sigues quieto, sin saber qué decir, / y deseas seguirle y decirle que no, / que se quede, que vuelva, que comete un error.

Y el amor desbarata tus grandes ideas, / te destroza, te rompe, te parte, te quiebra, / y te hace ser ese, que tú no quisieras,/ y te empuja a ser malo / y te deja hecho mi**da / Y te arroja de bruces, al último infierno, / arrancándote el alma, pisándote el cuerpo, / y te ahogas de ansia, de volver a la nada, / y de pronto,... se para,... y te ve,... y se apiada,...

Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
A partir de este año 2021, el 25 de enero será el Día Mundial del Robot #WorldRobotDay

Hoy, 25 de enero de 2021, ha sido una fecha esperada. Se cumple un siglo desde que el dramaturgo checo Karel Capek acuñara la palabra 'robot' . Cada aniversario del fallecimiento de Karel Capek (el 25-12-38), se acumulan juguetes-robots en su tumba, en Praga.  

El concepto  'robot' apareció su inmortal obra teatral R.U.R., Rossum's Universal Robots escrita en 1920, que se estrenó en esa fecha. En tan solo dos años, la representación fue traducida a 30 idiomas y se representó con éxito en Londres y en numerosas ciudades de los Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, se realizaron 184 actuaciones en una producción en la que debutaron en Broadway interpretando a robots mudos los actores Spencer Tracy (luego con más de 50 películas en su haber, 2 Oscars y 9 nominaciones) y Pat O’Brien (que haría más de 100 películas en su carrera).

El término 'robottiene su raíz en la Iglesia Tradicional Eslava, siendo su referencia la palabra rabota, que significa servidumbre de trabajo forzado, esclavo, siervo,... Es decir, el término robot tiene ecos en el sistema feudal de explotación de la tierra y, al parecer, fue una sugerencia de su hermano el pintor Josef Ĉapek, que propuso roboti

Con ello, Ĉapek quería referirse a unos trabajadores, producidos por la referida R.U.R., que son capaces de hacer todo lo que puede hacer un ser humano, pero que éste no quiere hacer. Para ello, se les dota de todos los materiales y avances fisiológicos, químicos o biológicos. De todo, menos de alma, de voluntad. La palabra fue traducida como robot al inglés. Es interesante este origen. 

Claro que antes se llegaron a construir entidades mecánicas, articuladas y con más o menos aspecto antropomórfico como los autómatas de ajedrez (ved el post El Turco); pero eran concebidas como juguetes para élites exclusivas, o como entretenimiento de ingeniosos técnicos y científicos. En cualquier caso, lo que destacaba de ellas es su parecido con el ser humano. La divina ambición humana de crear un hombre, de adquirir las competencias de un dios. Ĉapek, además de darles nombre, los pasó del juego, la feria o el entretenimiento, al campo del trabajo. 

25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Eran esclavos de los hombres y, con ello, deja caer la crítica al momento histórico en el que vive: los robots somos nosotros, es como nos están produciendo industrialmente a nosotros, para que, a su vez, trabajemos industrialmente. Eran los tiempos en que el concepto sociedad de masas se concreta, en el que la producción industrial de bienes duraderos estandarizados –sin alma, desde la perspectiva artesanal- toma las riendas de la economía, y, sobre todo, de ideologías (futuristas, en cuanto línea artístico-estética) totalitarias como el comunismo y el nacionalsocialismo. 

De hecho, se ha interpretado la obra de Ĉapek como una sutil e irónica crítica a estos regímenes políticos. A partir de aquí, el imaginario de los robots se nos ha mostrado atravesado de ambivalencias, que nos llegan a lo más profundo, como sociedad y como seres humanos. Algunos esquemas se repiten. Es el caso de la reflexión especular entre ser humano y robot. Los segundos como reflejo desalmado de los primeros. Pero, a la vez, la creación de seres desalmados solo puede ser obra de seres desalmados. Los robots nos devuelven nuestra imagen. 

Como en toda dialéctica, se desemboca en la síntesis, en una convergencia entre tesis y antítesis, entre humanos con alma y robots desalmados. Esto llega a la actualidad. Así, se puede interpretar la reflexión del filósofo John Danaher, al analizar la relación que se establece con los robots sexuales. Se establece una dialéctica entre deshumanización, inicial de los robots, que lleva a la deshumanización de los propios hombres –aunque parezca paradójico- que tiende a resolverse con la humanización de los robots, proyectando sobre ellos unos sentimientos de los que carecían de fábrica. 

Tal esquema es el que puede atribuirse a la mítica película Blade Runner de Ridley Scott, aunque no exactamente con robots, sino con androides: los replicantes –esclavos fabricados por Tyrell Corporation- son fabricados para ser más humanos que los humanos; pero sin sentimientos y para llevar a cabo las funciones y misiones más peligrosas. Son declarados ilegales, tras un motín, lo que ya indicaba un límite a su subordinación y, sobre todo, que no estaban carentes de sentimientos y dignidad. 

Incluso, más sentimientos y dignidad que la de sus creadores y, posteriormente, perseguidores. Ahí está también el otro esquema frecuentemente utilizado, el de la rebelión de los robots. Al fin y al cabo, se hace eco de su origen, de la rebelión de los esclavos, de los siervos. Esquema que está en la popularizada propuesta de Asimov y sus leyes, que eran una especie de venda antes de la herida, ante el potencial peligro de rebelión de los robots: ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra daño; todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos, a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley, y todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.

Leyes lógicas de protección, salvo por un pequeño problema: los seres humanos son contradictorios y hacen robots para ir a la guerra y acabar con la vida de otros seres humanos, bajo el argumento de que estos últimos seres humanos amenazan de muerte a los primeros. Las reglas de los robots saltan por los aires.
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
Hoy, 25 de enero, también se cumple el aniversario de la primera muerte causada por un robot en 1979. Robert Williams, de Michigan, fue el primer humano asesinado por un robot. Tenía 25 años. El accidente en la Ford Motor Company dio lugar a una demanda de 10 millones de dólares. El jurado deliberó durante dos horas y media antes de anunciar la decisión contra Unit Handling Systems, una división de Litton Industries. Ordenó al fabricante del robot de una tonelada que mató a Williams que pagara a su familia 10 millones de dólares. Williams estaba sacando una pieza de un almacén cuando el brazo del robot le golpeó en la cabeza, matándolo al instante. En la demanda, la familia alegó que el robot no tenía ningún mecanismo de seguridad, ni siquiera un ruido de advertencia para avisar a los trabajadores de que estaba cerca.

En nuestros días de Cuarta Revolución Industrial, los robots han dejado de ser un juguete y han saltado de la ficción a la realidad. Están aquí, aun cuando equipados con las mismas amenazas que describieron escritores y cineastas. La inteligencia artificial es ya más eficaz y, en cierta forma, más inteligente para muchas tareas que muchos seres humanos. Si lo que se quiere es una respuesta inteligente, pregunta a Siri, en lugar de a tu cuñado. 

Ahora bien, si lo que se busca es una respuesta emocional, la cosa está más igualada. Cien años después de su nacimiento en los diccionarios, los robots amenazan con quitar el trabajo a millones de personas. Cuando, desde el Foro Económico Mundial, su fundador Klaus Schwab apunta los empleos del futuro, serán aquellos que, de momento, todavía serán inaccesibles a la capacidad laboral de los robots. Una sociedad en la que la mayor parte de la producción está en manos de los robots es una sociedad muy distinta a la actual. 
25 enero 2021: Hoy se cumplen 100 años de la palabra ROBOT
La cuestión está ahí y pone patas arriba cuestiones como la fiscalidad, la relación entre renta (para vivir) y trabajo, las relaciones personales y un largo etcétera de prácticas, reglas, instituciones y perspectivas de análisis que, hoy, nos parecen casi naturales. Se empiezan a discutir, por ejemplo, los derechos de los propios robots, empezando por los derechos laborales. 

 Como en otros muchos aspectos relacionados con la transformación digital, la pandemia ha acelerado la demanda de robots, de máquinas inatacables por un ente biológico –como un virus- que hubieran sido capaces, de haberse acelerado su producción, de cosas como traernos la comida a casa, llevar a cabo las denominadas tareas esenciales, realizar tareas sanitarias, dar aire para la respiración de los más necesitados o incluso investigar las evoluciones del virus y su propagación o, tal vez algo más accesible y sin connotaciones de ciencia ficción, como mantenernos constantemente informados del estado de nuestros próximos internados en las urgencias de un hospital o una residencia de ancianos. Como en el caso del cuñado, nos darían información; pero no comunicación,... O sí, como los hace el avatar de Empathic Project (véase el post de hace unos días). 

Hashtags: #WorldRobotDay #I_Robot_100 #Robotics #AI #ArtificialIntelligence
Muchos más posts sobre ROBOTS.

Quizá el mejor poema de Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Conducir con alma de peatón

Alma De Peatón
Quienes conducimos solemos comportarnos de modo diferente en nuestro barrio respecto a cuando transitamos por otros lugares. En aquellas calles por las que paseamos como viandantes y cruzamos los pasos de cebra, vemos en persona cómo el tráfico invade y molesta en nuestra faceta de peatones. Sin embargo, al circular en coche por municipios de paso parece que mutamos a conductores descerebrados, regidos sólo por la prisa, que tratan de soslayar a los seres humanos que viajan a pie, como si fuesen entes fantasmagóricos que molestan y deben ser driblados.

Recobremos la lucidez para actuar siempre con "alma de peatón", empatizando con quienes no van rodeados de una armadura metálica y, por ello, son especialmente vulnerables. No dejemos fuera de la carrocería la solidaridad y humanidad de reconocernos como semejantes, sin permitir que las máquinas parezcan que nos controla a nosotros, cuando justamente fueron diseñadas para servirnos y no para amenazarnos.

¡Adiós, profe!

Acabó el curso, y ellos, los alumnos y las alumnas, se despiden con un alegre “¡Adiós, profe!”. Y los educadores nos vamos también de vacaciones, a descansar,… y a echarles de menos. Sobre todo, cuando les has visto crecer, madurar (hasta un cierto hervor no definitivo) y luego, romper amarras, y seguir el curso de cada una de sus vidas, tan frescas, tan centelleantes, tan por escribirse. Pasan los años, y te reencuentras con ellos, tan mayorcitos, tan formales, tan respetuosos… que añoras aquella insolencia fervorosa y obstinada que surgía, quiero pensarlo, de cuánto te apreciaban ocultamente y de cómo habían de negarte ante los demás por tu ascendencia sobre su vida, todavía antes necesitada de referencias.

Los profesores debemos invertir tiempo, mucho tiempo, hablando con los niños y con los jóvenes, con la excusa de nuestra asignatura o en las tutorías, animándoles a hablar de sus intereses y preocupaciones ante los demás y ante ese adulto representativo que significa cualquier profesor que ame la docencia.

Los estudiantes pueden llegar a descubrirse, a comentarte sus inseguridades. Se preguntan y les aterra ¿qué hacer con su vida? Lo viven con un problema insoluble, para el que no se sienten preparados. Y te escriben un e-mail, ya terminado el curso, con pocas frases pero mucha angustia. Y debes contestarles en unos minutos, porque ellos son los verdaderos “minute-(wo)men” surgidos del Messenger…

¡Ah, mi entrañable A. (nombre de pila), CoCo (su pseudónimo por ella elegido)!

Estaba a punto de cerrar el ordenador, y por pura rutina lanzo el Outlook. Et voilà! Un mensaje del más allá, nada rutinario, con una pregunta final como un piano. ¡Ah, c'est la vie! Faltan años para que sepáis cuánto recuerdo el foro que representaba tu grupo, pero tu vivificante cuestión es un bálsamo para mi nostalgia.

A. del alma, con tus “casi” dieciséis años preguntas nada menos que por la “inseguridad”. Si hubiese que elegir la gran pregunta en tu etapa vital, la atormentada adolescencia, ésa sería la incógnita clave. Debo meditar (diría que incluso rumiar una respuesta de la altura de tu pregunta), y que alcance todo el calado que encierra. Pero también debo contestarte con premura una primera aproximación. Y quiero señalarte, A. (prefiero tu nombre verdadero), que lo que quizás vivas como un problema (la inseguridad, en ti, en los demás, en lo que te rodea, en los apoyos que crees tener o no,...), todo eso, creo que es UNA GRAN VENTAJA, UNA GRAN OPORTUNIDAD, y te hablo desde la experiencia que dan los años, que no la sabiduría (que de ésa tú posees mucho más). Y te trataré de explicar por qué. La seguridad, que sí es completamente necesaria para una niña, porque debe sentirse arropada, incondicionalmente querida por ‘todo el mundo’, y que sólo en un contexto de cariño puede desplegarse plenamente, luego PUEDE SER UN LASTRE.

A. vas a cumplir 16 años la próxima semana. Tú estás comenzando a sentir, seguramente más precozmente que otros condiscípulos y amigos, que te estás enfrentado con otro concepto de peso, LA LIBERTAD. Estás sintiendo, interna y tal vez dolorosamente, que la emancipación puede asustar inicialmente. La libertad de quien es consciente, no es algo trivial, es algo desconcertante, que asusta o, al menos, despierta recelo. Tú lo estás percibiendo, y eso me demuestra que estás en el mejor camino, el de la madurez personal que no todos ni todas recorren con valentía.

Yo tengo la completa certeza de que tú, apreciada A., sabrás superar esta transición. Sólo te pido algo que quizá te resulte paradójico ahora: “NO PIERDAS NUNCA UNA DOSIS DE INSEGURIDAD”, o dicho sin tantas negaciones, “GUARDA SIEMPRE EN TU ALMA UNA PORCIÓN DE INCERTIDUMBRE”.

Para mañana igual se me ocurre algo más. Ahora sólo queda decirte desde la perspectiva de mi edad, parecida a la de tus padres, cómo se puede llegar a envidiar aquello (la inseguridad de la adolescencia) que se vivió con desasosiego en su momento.

(Y a la mañana siguiente, otro mensaje casi consecutivo, tras su segundo e-mail)

Mi inefable CoCo – A.:

Te debía una contestación al último emilio y ahora con tu segundo envío paso a dar cumplida respuesta a ambos, como se merece tu disciplinada pertinencia. Y debo aplicar un tono profesoral en la respuesta, aún a riesgo de requerir con ello que debas aplicarte a acudir al diccionario para mejor consulta de sus siempre rigurosas clarificaciones.

¡Ah! La hondura de sus acertadas interpelaciones, perennemente enmascaradas en formulaciones ilusoriamente simples por su palmaria apariencia, me supera y debo repensar con extrema circunspección la respuesta. Por otro lado, el mismo epígrafe de encabezamiento Mikel vs. Aristóteles sólo puede aturdirme ante la sola posibilidad de que tú, incluso como chanza, puedas enfrentarme a tamaño cíclope de la filosofía.

Pero... ¡acepto el envite! Y SÍ, tú tienes razón, si TÚ estás conmigo, ambos nos enfrentaremos al molino aristotélico para combatir contra tan insuperable adversario. Las disquisiciones metafísicas no son blancas o negras. La fijación de una meta puede conducir a la infelicidad, que no es sino la medida de la distancia entre lo anhelado y lo conquistado, pero los SERES HUMANOS, quienes como tú aspiran a VIVIR, no pueden triunfar en tal hazaña sin METAS, que son el alma, las entrañas de la vida. Sin objetivos, no se vive, se muere meramente.

Pero la fortaleza no reside en imponerse metas, sino en el firme propósito de superar los desmayos, los inevitables errores, las continuas caídas, los avatares de la vida. ¡Imponte metas, CoCo-A.! Puede que otros sean más infelices con ello, por no alcanzarlas plena y puntualmente. Pero tú estás llamada a proponértelas, seguro que a intentarlas porfiadamente y a conseguirlas. En ello consiste el reto y la consecución gradual que es la verdadera vida.

Tu profe, Mikel

Nota final: Si has llegado a leer hasta aquí sin dormirte, es que ya colmas todas mis esperanzas en ti depositadas, que no pueden ser mayores.

Queimada anual en "Casa Carlos"

Queimada en Casa Carlos
Como todos los años, hemos celebrado nuestra queimada de amistad.
Es un ritual que nos bebemos pasada la medianoche en un sobremesa tras la cena de la Virgen de la Paloma, en casa de Carlos y Gloria.
En gallego
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas;
demos, trasnos e diaños;
espíritos das neboadas veigas,
corvos, pintegas e meigas;
rabo ergueito de gato negro
e todos os feitizos das menciñeiras...
Podres cañotas furadas,
fogar de vermes e alimañas,
lume da Santa Compaña,
mal de ollo, negros meigallos;
cheiro dos mortos, tronos e raios;
fuciño de sátiro e pé de coello;
ladrar de raposo, rabiño de martuxa,
oubeo de can, pregoeiro da morte...
Pecadora lingua de mala muller
casada cun home vello;
Averno de Satán e Belcebú,
lume de cadáveres ardentes,
lumes fatuos da noite de San Silvestre,
corpos mutilados dos indecentes,
e peidos dos infernais cus...
Bruar da mar embravecida,
agoiro de naufraxios,
barriga machorra de muller ceibe,
miañar de gatos que andan á xaneira,
guedella porca de cabra mal parida
e cornos retortos de castrón...
Con este cazo
levantarei as chamas deste lume
que se asemella ao do inferno
e as meigas ficarán purificadas
de tódalas súas maldades.
Algunhas fuxirán
a cabalo das súas escobas
para iren se asulagar
no mar de Fisterra.
Ouvide! Escoitade estos ruxidos...!
Son as bruxas que están a purificarse
nestas chamas espiritosas...
E cando este gorentoso brebaxe
baixe polas nosas gorxas,
tamen todos nós quedaremos libres
dos males da nosa alma
e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume!
a vós fago esta chamada:
se é verdade que tendes máis poder
ca humana xente,
limpade de maldades a nosa terra
e facede que aquí e agora
os espiritos dos amigos ausentes
compartan con nós esta queimada.
En castellano
Búhos, lechuzas, sapos y brujas;
Demonios, duendes y diablos;
espíritus de las vegas llenas de niebla,
cuervos, salamandras y hechiceras;
rabo erguido de gato negro
y todos los hechizos de las curanderas...
Podridos leños agujereados,
hogar de gusanos y alimañas,
fuego de la Santa Compaña,
mal de ojo, negros maleficios;
hedor de los muertos, truenos y rayos;
hocico de sátiro y pata de conejo;
ladrar de zorro, rabo de marta,
aullido de perro, pregonero de la muerte...
Pecadora lengua de mala mujer
casada con un hombre viejo;
Averno de Satán y Belcebú,
fuego de cadáveres ardientes,
fuegos fatuos de la noche de San Silvestre,
cuerpos mutilados de los indecentes,
y pedos de los infernales culos...
Rugir del mar embravecido,
presagio de naufragios,
vientre estéril de mujer soltera,
maullar de gatos en busca gatas en celo,
melena sucia de cabra mal parida
y cuernos retorcidos de castrón...
Con este cazo
elevaré las llamas de este fuego
similar al del Infierno
y las brujas quedarán purificadas
de todas sus maldades.
Algunas huirán
a caballo de sus escobas
para irse a sumergir
en el mar de Finisterre.
¡Escuchad! ¡Escuchad estos rugidos...!
Son las brujas que se están purificando
en estas llamas espirituales...
Y cuando este delicioso brebaje
baje por nuestras gargantas,
también todos nosotros quedaremos libres
de los males de nuestra alma
y de todo maleficio.
¡Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego!
a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder
que los humanos,
limpiad de maldades nuestra tierra
y hacer que aquí y ahora
los espíritus de los amigos ausentes
compartan con nosotros esta queimada.
Textos recogidos de Wikipedia.
Imágenes adicionales de nuestras queimadas.

Últimas palabras famosas

CLIC para leer más...- Pardonnez-moi, monsieur. (Discúlpeme, señor) María Antonieta Cuando se aproximaba a la guillotina, condenada a ser decapitada por traición, tropezó accidentalmente con el pie del verdugo.

- Condenada a ser decapitada por presunto adulterio y alta traición, Ana Bolena fue llevada al cadalso, donde le dijo a su verdugo: “No le dará ningún trabajo: tengo el cuello muy fino".

- Napoleón: "France, armée (ejército), Joséphine", o, según la versión de las memorias de Santa Helena "...tête...armée...Mon Dieu !". Tenía entonces 52 años.

Lágrimas en el Metro

En el aséptico y modernista Metro de Bilbao he visto lágrimas en los ojos de algunas viajeras. A veces, sólo brillantes ojos lacrimosos mirando al vacío; otras, llanto silencioso que se derrama incontenible por las mejillas; ayer, una anciana que lloraba sin consuelo. Cada lágrima es un poema de ternura infinita. Y se te hace un nudo en la garganta. Y miras hipnotizado, con disimulo por el gentío, pero sin apartar la mirada de reojo, fingiendo… como los demás. Sabes bien que las lágrimas sólo se secan mezclándolas, y desearías acompañar su pena con tu llanto, porque dos personas que derraman lágrimas sobre una misma desventura ya nunca serán extrañas. ¡Ojalá que nunca se sequen nuestras lágrimas, porque se secarían los ríos del alma!

Dubitativo, decides llorar por dentro, porque no hay mayor causa de desconsuelo que el no poder condolerse. Y te bajas vacilante dos paradas más allá de tu estación, pensando cabizbajo. Hoy no me sacudáis demasiado: Estoy lleno de lágrimas.

Dicen, y con razón, que las lágrimas de una mujer hablan en silencio, y que el derecho de los pobres no es más que su llanto. Los dolores intensos son mudos; se expresan con lágrimas, que son sangre del alma. Mujer, con tu debilidad eres capaz de avasallarlo todo. Mujer, tú rodeas el corazón del mundo, como el mar a la tierra, con el abismo de tus lágrimas. Mujer, recuerda a Tagore: “Si lloras porque se ha puesto el sol, tus lágrimas te impedirán ver las estrellas”. ¡Ah, cómo se aflojaría el hilo de la vida si no estuviera mojado con tantas lágrimas!

¡Dios, Él es, Oíd!

Un remoto amigo, webmaster de publicaciones con difusión mundial por Internet, sugiere que hablemos de Dios. Esta petición es muy difícil, porque exige prudencia y cuidado en lo expuesto para lograr la exactitud y el rigor que la magnitud del tema exige. Pero, podemos convertirlo en algo fácil, si compartimos simplemente ideas muy sencillas, pero muy sentidas por cada uno de nosotros.

Hay muchas razones para creer en Dios, en mi opinión. Citaré solamente dos. Un argumento racional, definitivo a mi juicio, sería que los seres humanos, todos, tenemos una ansiedad de espiritualidad, de trascendencia, de inmortalidad. Este deseo es generalizado, y sólo caben dos posibilidades: O somos seres espirituales con una breve existencia humana, o sólo somos personas mortales con falsas pretensiones de eternidad. Lo segundo no somos, ¡no podemos ser!, sólo “entes engañados” por un afán inalcanzable de infinitud. Sólo podemos ser “realidades con alma imperecedera” que ahora vivimos una breve fase terrenal.

Una segunda demostración, más emocional e íntima, sería ese “hombrecillo” que llevamos dentro y que descubrimos con los años. El “hombrecillo” somos nosotros mismos, que miramos a través de unos ojos gastados la imagen reflejada en el espejo y que casi no nos reconocemos, porque nos empezamos a parecer no ya a nuestro padre, sino incluso a nuestro abuelo. Pero ese “personajillo” que transportamos en nuestro interior no cambia. Nos sentimos con 50 años como éramos con 30, con 15 o con 5 años. “Nosotros” somos el mismo, aunque nuestro aspecto haya envejecido. Los que vamos hacia la edad de ser abuelos, a menudo sentimos la urgencia de subir al camarote y montar el “corralito infantil” de nuestros hijos, para meternos dentro y volver a sentirnos bebés que quieren escapar de ese vallado para descubrir el mundo. Aquel niño que fuimos, desde donde recordamos, y el anciano que seremos son el mismo “ser”, que no siente el paso del tiempo. Con la edad vamos entendiendo que el “yo” no puede ser nuestro físico, que este “yo” de la madurez es exactamente el mismo “yo” que descubrió el amor filial y familiar con 3 años, el amor humano de una mujer con 18 años, la vocación profesional con 22 años, el amor paternal con 30,… Ese “yo” no puede ser mi cuerpo, ni mi cerebro, ni mi consciente,… Ese “yo” es mi alma.

¡Hoy creo en Dios!, como dijo Bécquer. Creer es muy fácil. Lo verdaderamente difícil es ser coherente con Dios, porque en ese compromiso no caben medias tintas. Éste es un mensaje de ida y vuelta, capicúa o palindrómico, como el título y la frase final: “Sólo Dios o ídolos”.

Tiempo de ser

¿Elegiremos ser personas o autómatas?

Corren tiempos extraños: Lo “políticamente correcto” es no ser demasiado radical, no ser demasiado religioso, no ser demasiado de izquierdas ni de derechas, no ser demasiado sindicalista ni empresarial, no ser demasiado defensor de ninguna cultura, de ninguna lengua,… En definitiva, se “lleva” no ser casi nada. Incluso los “sabios” reunidos por Chirac recomiendan no excesivas cruces, ni exagerados velos, ni innecesarios “kippa” (gorro judío).

Muchos no aceptamos nunca que se decrete la muerte de Dios y el fin de la Humanidad, marginando todas las creencias, todas las identidades en pro de una monótona uniformidad propia de autómatas clónicos. Nunca permutaremos las inmensas esencias y los plurales matices de cada ser humano por la neutral indiferencia y el “miedo al diferente” privativo de espectros hechos de etérea vacuidad.

Un individuo sólo es una persona integral si pertenece a una familia a la que engrandece; si demuestra poseer un alma que busca la trascendencia con su religión, un espíritu de defensa de su tierra y de sus lenguas con su cultivo, de la sociedad que le protegió con su trabajo; si escucha a su corazón para creer y practicar alguna fe; si encuentra energía para militar por alguna utopía política, solidaridad para asociarse sindicalmente y fraternidad para socorrer a los desheredados de la raza humana.

La alternativa actual no se establece entre laicismo o religiosidad, ni entre neutralidad o militancia, sino entre “hombres o robots”. Esta época también es tiempo de “seres humanos”, complejos, paradójicos, buscadores de ideales, desde la diversidad, desde la complementariedad, desde el esfuerzo por la convivencia con pleno respeto a la pluralidad. No pidiendo inadmisibles renuncias a los demás, sino desde la tolerancia máxima hacia todas las religiones (agnosticismo incluido), todas las ideologías, todas las culturas, tradiciones, símbolos o vestimentas. Cada persona es alguien irrepetible, que se auto-describe con esas visibles opciones religiosas, culturales, lingüísticas, políticas y sindicales.

Hagamos que sea realidad en cada uno de nosotros aquel desafío del poeta W. E. Henley: “Yo soy dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma”. Apuraremos la vida terrenal con pacifismo militante, con defensa activa de los demás, desarrollando y transigiendo con todas las infinitas capacidades de los seres humanos.

Panorámica de campanario

Todos somos campanas, unos de bronce, otros de barro. A veces repicamos juntos, otras por separado. Nuestro tilín o tolón es tan variado...

Todos sonamos, pero no hay dos campanas que suenen igual. El refrán asegura que cada campana suena según el metal del que está hecha. Incluso la misma campana no suena igual todos los días. Algunos se creen campanarios de comarca; otros nos sabemos campanillas de hojalata. Todos sonamos distintos, pero todos somos campanas.

Somos sonajeros, cascabeles y cencerros. Sonidos que se entrecruzan, condescendientes con la diversidad de los tañidos. Si la campana de la intolerancia doblase por uno, doblaría por todos. Somos campanas que se suman, que se comprenden, que se aceptan, y que se necesitan. El poeta inglés John Donne apuntó: "Nadie es una isla; cada persona es una parte de la Tierra; la muerte de cualquiera me disminuye, porque estoy ligado a la Humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

Las campanas nos saludan al nacer, y nos acompañan al cementerio. Las campanas, al igual que los vinos añejos, se afinan al envejecer. Su canto se torna más amplio y más sutil; pierden sus sonidos agrios y sus tonos verdes. Cuanto más alto es el campanario, más puro es el sonido de la campana. Un alma se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios. Pongamos nuestra campana, grande o pequeña, en alto.

Todos somos campanas, a veces calladas, o cansadas, quizás calmadas, acaso paradas, tal vez cantadas, pero nunca calcadas. Todos oímos campanas y no sabemos de dónde provienen. Una procede de muy dentro, del recóndito interior de nuestra alma. Dejemos que resuene limpia, propia, firme y clara. Versión .DOC para imprimir


Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/campanas.htm

Urgente: gente inocente

Aprendamos a descubrir y a reconocer a esas personas tiernas, intensas y emotivas, gigantes en inocencia, una cualidad en retroceso y en peligro de extinción.

La inocencia es algo más que sencillez, bastante más que ingenuidad y mucho más que puerilidad. La inocencia jamás es afectación, tampoco sensiblería, nunca debilidad. La inocencia no exige inteligencia, no requiere formación, no precisa recursos, no se expresa con palabras, no necesita explicaciones, porque nace de lo profundo de cada alma, donde anida desde que nacemos. La inocencia es más que una virtud, más que una condición, más que una vocación, más que una ilusión.

La inocencia es una trayectoria, un destino, una deontología, una potencialidad, una pasión, una ideología, una convicción, una conducta, una bendición. La inocencia es candor, naturalidad, espontaneidad y pureza, el primigenio estado óptimo del ser humano. La inocencia subyace innata en el fondo del corazón, y sobrevive si no se pervierte al velarse con la amarga realidad.

La inocencia es el juego de la existencia y un sinónimo de la gran libertad. La inocencia es la materia original de la que fuimos hechos. La inocencia es consubstancial a la más hermosa y suprema dignidad. La inocencia es la vida, es la verdad; la inocencia es la “verdad de la vida”. La inocencia es inherente a la naturaleza humana. La inocencia es el sustrato del que estamos hechos, nuestra original y primera piel. La inocencia es la superioridad del más débil. La inocencia es la primera forma de amor. La inocencia es belleza. La inocencia es, ante todo, felicidad.

La inocencia no es inconsciencia, ni ignorancia, sino ver, saber y comprender mucho mejor la vida. La inocencia es la huella más pura del conocimiento. La inocencia es la visión limpia y auténtica del mundo y de sus habitantes. La inocencia es amar a quienes tenemos cerca porque son necesarios, únicos y sagrados. La inocencia es un estado del alma limpia de culpa. A la inocencia la dicen locura, quienes perdieron su cordura, porque la inocencia es madre de la curiosidad, de la creatividad, de la solidaridad, de la alegría.

Es común la nostalgia de la inocencia, pero es mejor saber que la inocencia es recuperable. La infancia es la época de la inocencia, pero quieren acortarnos la niñez, y con ello la inocencia. La inocencia es la marca de los grandes, el atributo de los niños y de esas antorchas humanas que algunos toscamente designan como “Síndrome de Down”. Ellos fueron bautizados, mucho antes, por alguien muy superior, como los más nobles, perfectos e insuperables inocentes. Sólo ellos conocen las claves. Si comprendiéramos sus códigos de inocencia, hallaríamos el camino de vuelta al paraíso de la inocencia, del juego y del recreo.

La inocencia es un territorio a ocupar, a invadir de modo permanente. La inocencia es la utopía acurrucada entre nuestros brazos. La inocencia es un ideal factible, que podemos creer, crear y propagar. La inocencia es instinto transformador, poderoso, necesario, aplicable, oportuno. La inocencia ilumina, actúa sin calcular, sin esperar, sin desesperar, sin dejar de perdonar. La inocencia es empezar de nuevo. La inocencia es una irrenunciable actitud de esperanza, de reafirmación ante el mundo, de rebeldía ante la injusticia. Ojalá que en el futuro a nadie, jamás, le sea usurpada nuestra primera naturaleza: la inocencia.

La inocencia es un tesoro a preservar, porque se agotan sus reservas mundiales. La historia ha degollado a demasiados inocentes. Hay que hacer algo: Comprendamos que todos somos presuntos inocentes. Ha llegado la hora de declararnos culpables de inocencia. Recordemos que la fuerza más poderosa de todas es un corazón inocente. Ya nadie sufrirá el trágico fin de la inocencia, que es eludible. Sólo los dotados de un corazón inocente merecen habitar la tierra. Para la supervivencia es necesario que el universo se cubra, por fin, de inocentes.

VIII Cita GetxoBlog con Julen Iturbe-Ormaetxe

Julen Iturbe-Ormaetxe, "Consultoría Artesana en Red" en el 4º Encuentro GetxoBlog en BiscayTIK
Hemos convocado, como todas las actividades de GetxoBlog con entrada libre, la Octava Cita GetxoBlog con Julen Iturbe-Ormaetxe, el blogger de "Consultoría Artesana en Red". Será el sábado 26 de enero de 2013 de 17:00-19:00 en el Centro de Conocimiento de BiscayTIK, ubicado en la finca de  Bake Eder, c/ Zugazarte, 32, Getxo, cerca de Metro Areeta (acceso).

En la actualidad Julen Iturbe-Ormaetxe es consultor independiente, creador del proyecto Consultoría Artesana en Red. También es docente e investigador en Enpresagintza, Facultad de Empresariales de Mondragón Unibertsitatea y en MIK desde 2003.

Con el formato habitual de una exposición inicial seguida de un debate, Julen Iturbe-Ormaetxe nos propone como título "Conversaciones alrededor de un blog". Julen es el [alma] pater y primer miembro (honor irrepetible) del colectivo Aprendices, blogger de post diario tempranero y uno de los más reconocidos consultores de la blogosfera vasca. Célebre por sus presentaciones sobrias e impactantes, lo mismo se le encuentra de trabacaciones con su bicicleta TRW o con sus lecturas acompañado de otra reconocida blogger, su esposa Noemí Pastor (Boquitas pintadas).
IV Encuentro GetxoBlog por ALEX CERDEÑO
Imagen exterior de Bake Eder, BiscayTIK, en una de cuyas sus salas nos reuniremos.
Se puede ver LAS 10 IDEAS A COMPARTIR que nos avanza Julen Iturbe-Ormaetxe.

Formulario retirado, una vez finalizado el plazo de inscripción..

Sé tú quien aparta la piedra del camino,...

La primera cita: "El aprendizaje de un idioma fue siempre una aventura fascinante, el mejor de todos los viajes y el llamado más leve y más penetrante que hacemos a las puertas ajenas, en busca, no de mesa ni lecho, sino de coloquio, de diálogo entrañable".

Algunas citas de Gabriela Mistral (n Vicuña, 7 de abril de 1889 - m. Nueva York, 10 de enero de 1957) Fue poetisa, diplomática yprofesora chilena, cuyo verdadero nombre era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Primera latinoamericana en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1945. Falleció en Estados Unidos a la edad de 67 años.

  • "Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino." 
  • "El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde."
  • "En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas."
  • "Hay sonrisas que no son de felicidad, sino de un modo de llorar con bondad."
  • "La experiencia es como un billete de lotería comprado después del sorteo. No creo en ella."
  • "Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo."
  • "No digas lo que piensas, pero piensa lo que dices."
  • "Nosotros somos culpables de muchos errores y muchas faltas, pero nuestro peor crimen es el abandono de los niños negándoles la fuente de la vida. Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy."