"El planeta corazón", cuento de Marta Pascua Istúriz
La bruja, los SuperHéroes y PLEO: El cuento de anoche
Nota Bene: Recogemos este cuento porque esta petición de los SuperHéroes sucedía el mismo día en el que fallece su creador: El gran Stan Lee. Sirva este simple post como obituario de su excelsa obra (Excelsior!).
"Un gran poder conlleva una gran responsabilidad".— EL MUNDO (to en el que surge @elmundoes) 12 de noviembre de 2018
DEP Stan Lee (1922-2018). pic.twitter.com/7hKw5VT39B
Todo saldrá bien, conversaciones de un abuelo y su nieta
Nuestro cuento predilecto: La mujer del saco
- Éste es uno de los muchos cuentos que hace casi dos décadas inventamos Carmen y yo para nuestros hijos, Leire y Aitor. No fue el cuento más largo, hubo alguno que duró dos años, con semejanzas con “Dos años de vacaciones” de Julio Verne (puede descargarse gratuitamente en “El Aleph”). Tampoco el más imaginativo, como los de ciencia-ficción que pedían cuando fueron algo mayores; ni el de más personajes, pues hubo alguno en el que intervenía casi toda la amplia familia y algunas amistades transportados a la selva africana; ni quizá el de más miedo, como los que aseguraban emoción y sorpresa con un grito garantizado cada minuto.
Algunas pautas comunes de todas los historias solían ser que los personajes centrales, ¿por casualidad?, siempre eran una niña y un niño de las edades de nuestros hijos; pasaban aventuras arriesgadas, acababan triunfantes con un final feliz y aprendían alguna moraleja. La versión final de los cuentas fue refinada por las preferencias de sus oyentes, que insistían en los detalles minuciosos que alargaban el relato tanto como fuera necesario. La fábula que a continuación se condensa fue descrita –en muchas ocasiones- en narraciones que se extendían por más de una hora, con descripciones completas e historias colaterales. Pasemos a oír el cuento favorito de Leire y Aitor.
Había llegado la navidad y los pequeños habían esperado con ansiedad la visita de los abuelos, pero aquel año no vendrían porque la abuela estaba enferma. Los hermanos se entristecieron porque querían ver a sus abuelos y pasar la nochevieja con ellos. Tanta fue su insistencia, que los padres, que no podían viajar por razones de trabajo, decidieron que los niños tomarían un tren e irían solos en un viaje de una jornada. Les dieron mil consejos de no hablar con extraños, les prepararon la comida y la merienda, y les sentaron juntos en un compartimiento del tren junto con una señora muy guapa y amable que aseguró que les cuidaría durante parte del viaje.
El primer trayecto lo pasaron muy bien y comieron los bocadillos observando y comentando los paisajes. La señora conversó con ellos y antes de bajar en su estación, les recomendó nuevamente que no hablasen con extraños y que se abrigasen bien porque había empezado a nevar y el frío de la tarde se notaba a través de las ventanas del tren. Cuando la señora se fue, los niños se miraron con un poco de miedo al quedarse solos. Cuando vieron que la puerta del camarote se abrió y vieron entrar a una anciana completamente tapada y cubierta de nieve, se alegraron porque les haría compañía. Dejó un pesado saco que traía con ella en el asiento, junto a ella, y se quitó el gorro y la bufanda que traía empapados de aguanieve. Al ver su cara descubierta, los dos hermanitos de 8 y 5 años se asustaron. Parecía una bruja con el pelo blanco y un grano muy grande en la punta de la nariz. Les habló con una voz ronca que también les atemorizó.- ¡Hola! ¿Dónde vais? ¿Viajáis solitos los dos?
- Nos esperan nuestros abuelos en la última estación, pudo responder la niña, que era la mayor, con un hilo de voz.
- No creo que el tren llegue hasta allí esta noche, porque la nevada es muy fuerte y la vía estará cerrada.
El niño miraba fijamente el saco, que era muy pesado y estaba lleno con algo que parecía agitarse. Al oído se lo contó a su hermana, quien también quedó petrificada. Dentro del sucio saco, atado con una soga, había algo o alguien que trataba de salir.
- ¿Qué lleva en el saco?, se atrevió a preguntar el niño al final.
- Son sólo varios kilos de patatas que he comprado en el mercado, mintió la vieja dama.
- ¿Los niños pueden pasar la noche en su casa? Tráigalos mañana a las nueve para que reanudemos el viaje.
- No queremos ir con esta señora, protestaron al unísono ambos niños, pero nadie les hizo caso.
La anciana les llevó a su casa y preparó una copiosa cena. Toda la comida estaba deliciosa, y aunque al principio los hermanos no querían probar nada, ni la leche, por temor a ser envenenados, finalmente cenaron de todo y repitieron cada plato y hasta el postre. Cuando se quedaron solos y se acostaron en el cuarto que la anciana les había preparado, comenzaron a hablar y volvieron a preocuparse.
- Nos ha querido engordar como a los pavos de navidad porque nos quiere comer esta bruja, dijo el niño.
- Vamos a estar despiertos toda la noche, dijo la niña, para que no pueda atacarnos cuando estemos desprevenidos.
- Tengo mucho miedo, dijo Aitor.
- Tengo mucho sueño, respondió Leire. Se dieron la mano y aunque quisieron mantenerse en vela, el cansancio y el ajetreo del día pudo con ellos y pronto se durmieron plácidamente.
- ¡Despertaros, o perderéis el tren!
Con la luz vieron que un gato negro, muy gordo, estaba dormido y tumbado encima de la cama justo sobre sus pies. La anciana les dijo:
- No os asustéis del gato Micifuz que compré ayer en el pueblo. Venía metido en el saco porque el revisor no deja transportar animales en los vagones de pasajeros.
Así quedó aclarado el misterio y comprendieron todo. Tras desayunar con gran apetito y antes de subir al tren, dieron un abrazo y un beso muy fuerte a aquella cariñosa anciana que les había cuidado tan bien. Aprendieron que son las obras y no las apariencias las que diferencia a las personas, y que hay mucha gente bondadosa aunque tengan muchas arrugas o un grano feo en la cara. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Precaución con el desconfinamiento del COVID-19
Con peor calidad, pero hay otro vídeo subtitulado al español en este enlace.
Una gran programación (véase aquí) de #BBKsasoiko para esta semana, con el gran chef Fernando Canales @Etxanobe el miércoles 13 de mayo y sobre #CoHousing el viernes 15.
#Lehendakari Jauna: #BiziBerri, bai; aurpegiko #maskarak, ere bai. #MascarillasParaTodos #MasquesPourTous #Mask4All pic.twitter.com/85IvE8ARq6
— ⚡Mikel Agirregabiria💡 Sigo en #Fase0PorqueQuiero (@agirregabiria) May 11, 2020
Cuento eterno para nietos
Esta fórmula de cuento permite reconstruir un sociograma de la clase o de las amistades de cada niño, dado que el verdadero autor es el destinatario y conductor del relato y de sus actores dado que explicita a quién encomienda ser vigía, o responsable de la cocina, pesca,...
4 de julio de 1862, Lewis Carroll lee un cuento a Alice Liddell
This is Alice Liddell, the girl who inspired Lewis Carrol to write Alice in Wonderland. The pic was taken in 1862. pic.twitter.com/4365RHnDWg
— Porfirio Guerrero (@Porfiriogc) May 15, 2014
El personaje creado por Lewis Carrol está inspirado en una niña real, Alice Liddell, hija de su jefe. En 1862, Carroll escribió en su diario alguna de las historias del cuento. La obra final fue un regalo para Alicia.
— Revista Cintilatio (@cintilatio) June 11, 2020
▶ Crítica de la película: https://t.co/pBJhr10NgB pic.twitter.com/LfqWoV1AcW
The real Alice, lived next door to author Lewis Carol, he took the photograph of Alice Liddell, from which John Rae painted this quaint portrait.
— Alice Nebularis (@AliceNebularis) September 14, 2023
In this very blue dress and this same walled garden she heard, first of all, her namesake’s delightful story.#FolkloreThursday pic.twitter.com/bzqelgo6l6
Ainhoa leyendo su cuento nuevo
Nosotros como protagonistas, de Adela Cortina
Cubierto con unas mantas grises para protegerse del frío, oculto en el desván de la escuela, empieza a leer Bastián un extraño libro, robado en la tienda de un extraño librero. Su inquietante título, La historia interminable.
El relato es sobrecogedor. La Nada, una fuerza abismal y caótica, está devorando el Reino de Fantasía, el país de los cuentos infantiles, el mundo imaginario de las grandes gestas y las hazañas memorables. A fuerza de realismo y de pragmatismo, a fuerza de positivismo romo, están dejando de soñar los seres humanos y la Nada va engullendo, inexorable, el reino legendario de Fantasía.
Así nos va relatando Michael Ende esa fantástica historia que, precisamente por fantástica, no es sino una fiel descripción de nuestra ramplona realidad.
Por fortuna, todavía nos queda un remedio para evitar la catástrofe total. La Emperatriz Infantil, la Señora del Reino de la Ilusión, ha pedido a Atreyu, el niño guerrero, que viaje hasta los confines de su reino y le traiga a un humano, capaz todavía de seguir soñando, capaz de mantener con vida el país de los sueños. Y Atreyu, el valeroso guerrero, recorre los caminos del cielo en su dragón volador, buscando un ser humano que salve a su señora y a su reino de las garras implacables de la Nada.
La narración - prosigue Ende la historia - ha llegado a su clímax. Obligado a superar obstáculos sin cuento, Atreyu va a ser sometido a una prueba decisiva: ha de traspasar la Puerta del Espejo Mágico que le devolverá su propia imagen. Pero he aquí que, al intentar traspasarla, no es la imagen de Atreyu, sino la de Bastián la que queda reflejada en el cristal, porque él es el humano invitado a mantener con vida el Reino de Fantasía, él es el llamado a soñar para que no se desvanezca, engullido por la Nada, el país de la ilusión con su Señora de los Deseos, la de los Ojos Dorados.
Y en ese punto del cuento el metarrelato se funde con el relato, y cada lector se sabe retado a asumir el papel de Atreyu, a soñar cuantas quimeras ocurrírsele puedan, a convertirse en protagonista de una historia que, por quedar en manos de cada posible lector, se convierte en una historia interminable. El Reino de Fantasía no tiene confines: no tiene más límites que los que los propios hombres queramos ponerle. La historia de Fantasía no tiene un final: no tiene más término que el que queramos darle.
Como al mundo del sueño le ocurre al mundo moral, en realidad tan poco alejado de él: que no tiene más confines, más límites ni más vida que los que cada uno de nosotros, todos nosotros, queramos darle. No tiene por protagonistas héroes legendarios, ni tampoco exclusivamente políticos, famosos de los medios de comunicación, personajes célebres del mundo de la imagen, sino que son sus creadoras cuantas personas - varones y mujeres - se empeñen en la empresa, en el quehacer compartido, de construir en serio un mundo más humano. Un mundo al que no puedan resultarle ajenos, sino muy suyos, ni los requerimientos del sufrimiento, ni las exigencias de la justicia, ni la aspiración a la felicidad.
Si rehusamos ser los protagonistas de esta historia, podemos tener la certeza de que nadie la hará por nosotros, porque nadie puede hacerla. El viejo dicho de la sabiduría popular “nadie es insustituible” se hace una vez más falso, en el caso de la moral cívica: las personas de carne y hueso - los ciudadanos - somos insustituibles en la construcción de nuestro mundo moral, porque los agentes de moralización, los encargados de formular los juicios morales, de incorporarlos y trasmitirlos a través de la educación, no son los políticos ni los personajes del mundo de la imagen, ni los cantantes, ni el clero, ni los intelectuales, sino todas y cada una de las personas que formamos parte de una sociedad. Por eso puede decirse sin temor a errar que la moral de una sociedad civil - la moral cívica -, o la hacemos las “personas de la calle”, o no se hará, y se disolverá en la Nada como el Reino de la Fantasía.
Gu protagonista
Manta grisekin hotzetik babestuta, eskolako ganbaran izkutatuta, Bastian liburu saltzaile berezi bati erositako liburu berezi bat irakurtzen hasi da. Izenburu erakargarria dauka, Amaigabeko istorioa.
Kontakizuna hunkigarria da. Eza, infernuko indar suntsitzailea, Fantasiako Erresuma irensten ari da. Ume-ipuinen herria, egitada eta gertaera gogoangarrien balizko mundua arriskuan dago. Errealismo eta pragmatismoz, prositibismo hutsez jokatuta, gizakiak amets egiteari utzi dio, eta Eza Fantasiaren legendazko mundua suntsitzen ari da.
Horrela kontazen du Michael Endek istorio fantastikoa, fantastikoa delako, hain zuen, gure errealitatearen deskribapena baino ez dena.
Zorionez, oraindik sasoiz gaude hondamendiari aurre egiteko. Enperatriz Haurrak, Ilusioaren Erresumako Andereak Atreyu ume borrokalariari erresumaren ertzetaraino joateko eskatu dio, eta oraindik amets egiteko, ametsen munduari bizirik eusteko gai den gizaki bat ekartzeko. Eta Atreyu borrokalari ausartak zeruko bideak herensuge hegalariaren gainean ibilti ditu, bere anderea eta bere erresuma Ezaren atzaparretatik salbatuko dituen gizakiaren bila.
Narrazioa -jarraitzen du Endek- maila gorenera heldu da. Benetako traba gogorrak gainditzera behartuta, Atreyuk proba erabakigarriari aurre egin behar dio: Izpilu Magikoaren Atea igaro behar du, irudia itzul diezaion. Orduan, ordea, atea igarotzen saiatzean, Atreyuren irudiaren ordez Bastianena geratu da kristalean, bera delako Fantasiako Erresumari bizirik eutsi behar dion gizakia. Bastian aukeratu dute amets egiteko, Gurarien Anderea, Urrezko Begiduna eta haren ilusio mundua gal ez daitezen Ezak irentsita.
Eta une horretan metakontakizunak bat egiten du kontakizunarekin. Hortik aurrera irakurle bakoitzak Atreyuren zeregina betetzeko erronka hartzen du, ahal duen beste amets egin, istorio horretako protagonista bihurtu, irakurle bakoitzaren esku geratzen den istorioa delako istorio amaigabean sartu egingo da. Fantasiako Erresumak ez dauka mugarik, gizakiok jarri nahi dizkiogun ertzak baino ez ditu. Fantasiako istorioak ez dauka azkenik, ez dauka beste amaierarik guk emango dioguna baino.
Amets mundua eta moral mundua oso hurbil daude elkarrengandik, eta hark bezala, moral munduak ere ez dauka beste mugarik, beste bizitzarik gutariko bakoitzak eta guk denok emango dioguna baino. Moralaren protagonistak ez dira heroi ospetsuak, ez politikoak, ez komunikabideetako famosoak, ez irudi munduko pertsonaia ezagunak. Haren sortzaileak benetako mundu humanoagoa egiten parte hartzen duten pertsona, gizon eta emakume guztiak dira. Sufrimentuaren eskariak, justiziaren beharrak eta zorionerako helburua bere-bereak egingo dituzten gizakiek osatutako mundua egitea da helburua.
Historia horretako protagonista izateari uko egiten badiogu ziur egon beste inork ez duela egingo, beste inork egin ezin duelako. Herri jakintzako esaera "inor ez da ordezkaezina" gezurra da oraingoan, moral zibikoaren arloan: hezur-haragizko gizakiok -herritarrok- ordezkaezinak gara gure moral mundua eraikitzeko, moralizaziorako agenteak, moral epaiak egin, hezkuntzan sartu eta hedatzen dituztenak ez dira politikoak, ez irudi munduko pertsonaiak, ez kantariak, ez apaizak, ez intelektualak, gizartea osatzen dugun pertsona guzti-guztiok baizik. Horregatik, zalantza handirik gabe esan daiteke gizarte zibilaren morala -moral zibikoa- edo "jende arruntak" egiten dugu edo ez dela egingo, eta Ezaren lainoan galduko dela Fantasiako Erresuma bezala.
La jubilación es un triunfo, o El cuento de las comadrejas
El cuento de las comadrejas (anteriormente titulada Regreso triunfal) es una película argentina de 2019 coescrita, coproducida y dirigida por Juan José Campanella, adaptación de Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976). Protagonizada por un reparto coral compuesta por Graciela Borges, Oscar Martínez, Marcos Mundstock y Luis Brandoni. También interviene una creíble Clara Lago en la piel de una modélica trepa porteña. Fue estrenada el 16 de mayo de 2019 en Argentina y el 12 de julio del mismo año en España.
Una escena, titulada como la soberbia de la juventud, vale la pena analizar en tres minutos.
Una bella estrella de la época dorada del cine, un actor en el ocaso de su vida, un escritor cinematográfico frustrado y un viejo director hacen lo imposible por conservar en el mundo que han creado en una vieja mansión-sarcófago ante la llegada de dos jóvenes aventureros que representan una inminente amenaza.
Hablan con eufemismos tipo de "establecimientos de retiro planificado", que por aquí los denominan "hogares de jubilados", pero son residencias geriátricas de quienes el edadismo rampante considera almacenan seres humanos amortizados a quienes hay que ayudar a bien morir.
Un film ameno, pero que reduce su potencial a un conflicto tan simple como eterno, la tradición versus la modernidad. La verdadera innovación social que hemos de construir reside en un pacto de solidaridad intergeneracional, donde utopía y experiencia se fusionen para proyectarnos hacia una humanidad plena de entendimiento y prosperidad universal.
El elefante Elmer, cuento de David Mckee
Para educar en la diferencia, en la singularidad de cada ser humano.
Jota Ge, un cuento soñado en fuga de consonantes
Este desvarío ha sido un sueño, de ahora mismo. Preocupado por las máquinas que nos observan y analizan nuestro lenguaje, este personaJe decidió ir eliminando letras de su vocabulario. Las dos primeras que eliminó del abecedario fueron la Jota y la Ge, que quedaron sustituidas por simples asteriscos.
- La a*u*a de la brú*ula nos *uz*a en este *ue*o de la *er*a.
- A *oo*le ni a*ua, que no es *au*a su *ula* de *an*a.
Cuando prosi*uió eliminando consonantes, esas superfluas de de igual pronunciación como la Be y la uVe, los textos se fueron haciendo más crípticos. Iba consumando su *ul*ar *en*anza de *uz*ado de *uardia. Para concluir la noche de pesadilla, quedaba desprenderse de las redundantes Ce, Ka, Q (cu) y Zeta.
Fue el final. Ni él mismo entendía sus es*ritos. Apenas eran una *a*a de estrellas que a*o*ia*a, a pesar de su *a*a*e por los mútiples posibles si*nifi*ados de cada pala*ra.
Despertó y volvió gozoso a recuperar todas las 27 letras del alfabeto del español, una vez que la RAE descartó la CH y la LL como letras, considerándolas simples dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema.
Descubre el secuestro secreto
En 1969, el escritor Georges Perec publicó un folletín (de título “El eclipse”), en el que sugiere el descubrimiento homólogo de un supuesto procedimiento del mismo timo. Sólo en el último episodio se descubre lo que se desdibujó en el contexto desde el primer inicio y que persistió como el hilo conductor de todo el cuento de ficción, y que no se exhibe ni descubre sino concluyendo los últimos conceptos del libro, escrito con un perfecto discurso que se extiende en todo momento de este monumento retórico y poético. Porque el hecho consistió en omitir con intrépido frenesí y en todo el texto el repertorio y los giros que contienen un preciso signo, símbolo distinguido como el de superior repetición y frecuente fenómeno, del que existen numerosos ejemplos en el periodismo de trucos mentirosos. Otros repitieron el experimento, y yo mismo recientemente lo presento, como testimonio de que se evitó un decidido término, propio de que quien publicó precedentemente u hoy mismo con el insistente cuento.
Y si con todo lo escrito y siendo muy curioso no lo puede resolver, debe responderse que, o es un ciego que no ve ni lo que tiene enfrente, o usted y su entendimiento no exceden en erudición y conocimiento, porque pueden prescindir tristemente del mejor y superior héroe: Ese portentoso, invencible, típico y primer quijote en el método de escribir en este complejo revoltijo que gruñimos muchos elocuentes vocingleros, y que no es otro que ese dibujo que en el léxico reconocido se describe como “a”.
[15-12-2008: Podcast por Non sequitur]
Un cuento sobre el valor de una persona
- ¿Puedo hablar con usted, maestro?
El viejo, amablemente, respondió:
- Por supuesto, mis puertas están abiertas para ti siempre. Dime lo que te atormenta porque veo que tu corazón sufre.
- Sufro porque dice mi padre que soy un inútil, porque mi jefe desconfía de mi capacidad, sufro porque todo lo que hago parece que lo hago mal. Mientras otros, esforzándose menos, son aplaudidos, yo me debato entre las dudas y los miedos que me atenazan, y mis trabajos no sirven, no gusta lo que digo ni lo que pienso.
- En esto no puedo ayudarte. Nadie puede decidir por ti, ni otro puede asumir tus dudas. Pero ya que estás aquí sí puedes ayudarme. Quisiera que fueras al mercadillo del pueblo y vendieras esta sortija por más de 100 monedas. Confío en tus dotes de negociación.
A las dos horas volvió el joven aún más deprimido que antes.
- Maestro, he comprendido que tienen razón los que desconfían de mí. No he podido vender tu sortija, sólo me han ofrecido 20 monedas. Perdóname y adiós.
- ¡Espera! -dijo el sabio-. Necesito urgentemente dinero y sólo tengo mi sortija. Negocia con el joyero Rabí y pídele el precio que estaría dispuesto a pagar e incrementa en 100 monedas más, y no vengas hasta lograr esa cifra, pero no se lo vendas.
- ¿Acaso quieres burlarte de mí? Eso es imposible.
- Tú vete y haz lo mejor que sepas el encargo.
Al poco rato volvió alborozado:
- ¡Maestro, es increíble! Me ha ofrecido 2.000 monedas y al subir yo a 2.100 él ha aceptado sin discutir.
- Joven, los del mercadillo desconocían el verdadero valor de la joya y no han aprovechado la oportunidad de poseerla, pero el joyero hubiera pagado gustoso mucho más que 2.000 monedas. No confíes tu valía a quienes no saben tasar a las personas. Mira en tu interior e intenta poner precio a tu dignidad: ese será el valor que debes negociar en el mercdo de la vida. [Recogido de Artesanía en Red]
Olentzero, irtenbiderik gabe
Obituario de Alice Munro, la Nobel del cuento
- Nunca debemos subestimar el poder de la imaginación.
- La verdad puede ser dolorosa, pero también nos ayuda a crecer.
- La belleza está en los detalles, en las pequeñas cosas de la vida.
- El amor puede ser hermoso, pero también puede ser destructivo.
- El arte de contar historias consiste en sacar a la luz lo escondido.
- La vida no sigue un camino lineal, está llena de giros inesperados.
- El coraje no es la ausencia de miedo, sino la acción a pesar del miedo.
- La vida es una serie de despedidas, pero también de nuevos comienzos.
- La compasión y la empatía son fundamentales para una sociedad más justa.
- El miedo es una emoción poderosa, pero no debemos permitir que nos controle.
- El pasado siempre está presente en nuestras vidas, aunque tratemos de ignorarlo.
- Las apariencias pueden engañar, nunca juzgues a alguien por su apariencia externa.
- Las historias son como las personas; en cuanto a veces podemos hacerles frente, siempre se nos quedan cortas.
- La verdad está en el ojo de quien la mira, y cada uno tiene su propia verdad.
- La vida está llena de pequeños milagros, solamente hay que aprender a verlos.
- Las palabras tienen el poder de sanar y el poder de destruir. Las personas son mucho más complejas de lo que aparentan.
- Cada elección que hacemos tiene consecuencias, incluso las más insignificantes.
- Las mayores lecciones de la vida a menudo provienen de los momentos más difíciles.
- Las historias nos conectan con los demás y nos ayudan a comprendernos mejor a nosotros mismos.
- La felicidad no se encuentra en la perfección, sino en aceptar nuestras imperfecciones.
- El tiempo es un concepto relativo, a veces parece moverse lento y otras veces muy rápido.
- El destino tiene una forma misteriosa de entrelazarse en nuestras vidas.
- El perdón no siempre es fácil, pero es esencial para liberarnos del pasado.
- La memoria es a menudo selectiva, recordamos solo lo que queremos recordar.
- Las palabras no siempre son suficientes para expresar lo que sentimos.
- El amor no conoce fronteras, puede trascender el tiempo y el espacio.
- La vida es un constante balance entre el pasado, el presente y el futuro.
- Las mejores historias son aquellas que nos hacen reflexionar y cuestionarnos a nosotros mismos.
We are deeply saddened to hear of the death of Alice Munro, a Booker Prize shortlistee and International Booker winner in 2009.
— The Booker Prizes (@TheBookerPrizes) May 15, 2024
Her work highlighted the beauty in the everyday, and she leaves behind an extraordinary legacy. We extend our condolences to her family. pic.twitter.com/Z053LssSb4
Alice Munro recibió el Premio Nobel de Literatura en 2013 por «su maestría en el arte del relato». La recordamos con algunas de nuestras citas favoritas, de algunas de sus obras más emblemáticas. ¿Cuáles son las vuestras? 👇🧶#AliceMunro pic.twitter.com/XdCmq7NIvM
— Penguin España 🐧📚 (@penguinlibros) May 15, 2024
Cuento de la verdad y la mentira
Jean-León Gérome, el pintor y escultor francés (autor de Pigmalion y Galatea, ver abajo y leer en otros posts sobre el escultor que se enamoró de su estatua) escribió algo allá por 1.900 que hoy puede ser un himno. Cuenta la leyenda que un día la Verdad y la Mentira se cruzaron:
Los hombres que no amaban a las mujeres
El mago de Oz
- Dorothy, una joven huérfana de 14 años que vive en Kansas con su tía Emma, su tío Henry y su perro Totó, arrastrada por un tornado desde el Estado de Kansas y dejada en una fantástica tierra donde habitan brujas buenas y malas,... donde encuentra a tres amigos,...
- Un espantapájaros olvidado por los granjeros y sin cerebro,...
- Un hombre de hojalata, oxidado por el paso del tiempo, y sin corazón,...
- Un león cobarde, que apenas come ratones por vivir sin valor,...
Esta es la metáfora que nos parece más válido, aunque la obra tuvo atribuidas otras alegorías directas de la lucha política y económica entre los partidarios del patrón oro y los del bimetalismo en Estados Unidos a fines del siglo XIX. Según algunos, la carretera de ladrillos amarillos es la falsa promesa del oro, Kansas el Estado agrícola endeudado, los zapatos de plata el camino de vuelta a casa, y Oz, la medida de peso del oro (oz. = onza).