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El joven bandolero y el viejo monje

Una tarde, un desarrapado salteador de caminos esperaba al acecho cuando vio aparecer a un anciano monje tibetano. Sin esperar ningún tesoro, con hambre y sin nada para cenar, decidió abordarle para quitarle lo único que tal vez portaría: Algún fruto seco para el viaje.

Saltó frente al sabio, blandiendo un cuchillo en la mano. Amenazante, gritó:

  •  Dame todo lo que lleves.
  • Toma esta gema, que encontré anoche junto a un pozo, respondió el caminante, que amablemente le dio tras rebuscar en su túnica.

Sorprendido el bandido, tomó la joya, la admiró por un instante e, inmediatamente, se fue corriendo para huir del lugar. Cuando al cabo de muchos minutos se detuvo a gran distancia, escondido tras unos arbustos. ¡Qué inesperado botín que le había brindado tan singular personaje!

Las sombras de la noche cayeron, las estrellas celestiales florecieron, pero el huérfano jovenzuelo no conseguía dormir. Junto a la alegría por la valiosa alhaja, le inquietaba algo que no acababa de entender. Algo rondaba por su cabeza hasta que el alba le dio la clave,…

Corrió en busca del anciano, mirando a ambos lados del sendero por si aún dormía el monje. No lograba verle, por lo que -nervioso- prosiguió la ruta. Al final pudo verle. Corrió a su encuentro, se puso delante, se arrodilló ante aquel maestro y le ofreció el rubí, diciendo:

  • No quiero la joya que ayer te robé, sabio lama.
  • Es para ti, joven amigo, te la concedí al igual que fue un regalo para mí su hallazgo.
  • No, maestro, yo quiero algo más admirable que tú posees.
  • Todo lo mío es tuyo, lo compartiré con alegría, aunque nada tenga.
  • Quiero tu sentido de la vida, esa actitud de bondad que todo lo concede.

Así fue. Cuando llegó al monasterio, el monje venía acompañado de un nuevo discípulo que quería aprender qué es lo trascendente de la vida. Un día después, una caravana encontró en la vereda dos extraños objetos juntos y abandonados: Un cuchillo oxidado y un brillante rubí.

"El planeta corazón", cuento de Marta Pascua Istúriz

"El planeta corazón", cuento de Marta Pascua Istúriz
La mayor sorpresa entre los regalos navideños ha sido un libro de Marta Pascua: El planeta corazón. Una cuidada y limitada edición delicadamente escrita por Marta Paskua en Alcoy (Alicante). Cuenta con unas deslumbrantes ilustraciones de un niño de 9 años (Mario Muñoz Pedrós) que han sido coloreadas por su hermano de cinco años (Rubén Muñoz Pedrós). La hija de la autora, Janire Paskua @JanirePaskua, ha realizado la maquetación del libro con su gran talento artístico.
"El planeta corazón", cuento de Marta Pascua Istúriz
Marta Pascua tuvo una idea provocada por el confinamiento y la pandemia: Crear un cuento infantil que lleva por nombre 'El planeta corazón' que entremezcla realidad y ficción. El sugerente título promete que con ayuda de la infancia, y del resto de generaciones, podremos cambiar el mundo hasta hacerlo más humano y fraternal. Todo ello con mensajes de ecología, de optimismo y que promueven a la acción colectiva para construir un planeta más solidario y sostenible.
27 de abril del 2020, el día que la infancia salió del confinamiento
27 de abril de 2020, el primer día en el que los niños salieron del confinamiento.

Su intención es poder ir por los colegios alcoyanos explicando de forma teatralizada su contenido, algo que le gustaría hacer en un futuro cercano cuando se normalice la situación provocada por la pandemia. Pascua explicó su proyecto en Hoy por Hoy Alcoy de Radio Alcoy, que o aconsejamos escuchar.
Con Marta y Janire Paskua
Con Janire (maquetadora del cuento) y su madre Marta hace diez años en Alicante. 
Algunas imágenes más de este cuento, en un ejemplar dedicado a nuestros nietos.

Inspirando a ser docentes decentes

Inspirando a ser docentes decentes
Un joven se encuentra con un anciano a quien sin duda recuerda con emoción. Su antiguo maestro. Se dirige a él y, después de saludarle afectuosamente, le pregunta: 
- ¿Se acuerda de mí?
Y anciano dice que no. Entonces el joven dice que fue su alumno. Y el profesor pregunta:
- ¿A qué te dedicas?
- Soy profesor.
- ¡Ah qué bueno! ¿Como yo?
- Sí. Me convertí en maestro porque usted me inspiró a ser también como usted.

Y el alumno cuenta la historia: “Un día, un amigo mío, también estudiante, llegó con un hermoso reloj nuevo, y decidí que lo quería para mí y lo robé, lo saqué de su bolsillo. Poco después, mi amigo notó el robo y se quejó a usted (maestro)". Entonces se dirigió a la clase:
- El reloj de un alumno fue robado. Quien lo robó, que lo devuelva.
- No lo devolví porque no quería hacerlo.

Luego cerró usted la puerta y le dijo a todos que se pusieran de pie y que iría a uno por uno para buscar en los bolsillos de todos hasta encontrar el reloj. Pero les dijo a todos que cerraran los ojos, que haría esto con los estudiantes con los ojos cerrados,... Todos cerraron los ojos y usted fue de bolsillo en bolsillo y cuando llegó al mío encontró el reloj y lo tomó. Continuó usted buscando en todos, y cuando terminó, dijo: 
- "Abran los ojos. Ya tenemos el reloj".

No me dijo usted nada. Nunca mencionó el episodio. Nunca dijo quién había robado a nadie. Y ese día, usted salvó mi dignidad para siempre. Fue el día más vergonzoso de mi vida. Pero también el fue el día que mi dignidad se salvó de no convertirme en ladrón, mala persona, etc. Nunca dijo nada. Me dio una lección moral. Y recibí el mensaje. Y entendí, que esto es lo que debe hacer un verdadero educador.
- ¿Se acuerda de ese episodio, maestro?
Y el profesor responde:
- Recuerdo la situación, el reloj robado, busqué en todos,... Pero no te recordaba. Porque también cerré los ojos mientras buscaba.
Esta es la esencia de la docencia y de la decencia: Si para corregir necesitas humillar, entonces no debes enseñar. Enseñar es el arte de ayudar al prójimo a ser mejor. Un arte que tiene estrategias, a veces, sutiles pero siempre llenas de ingenio, de compasión, de misericordia y de amor. Enseñar es el arte de convertirse en un ejemplo no tanto por lo que se dice cuanto por lo que se siente, se hace y se es.
Bonus: Un TED de una gran docente, Kiran Bir Sethi, desde la India en 2009.
Muchas más conferencias TED en español
Esta entrada proviene de la fusión de dos borradores del año 2015.

Todo saldrá bien, conversaciones de un abuelo y su nieta

Nos ha gustado ‘Todo saldrá bien’, porque es el primer título de una serie especialmente dirigida al público infantil y juvenil de Aprendemos Juntos. Escrito por Albert Espinosa i Puig y narrado por Rafael Álvarez ‘El Brujo’

Porque habla de una nieta y de cómo su abuelo le inspira confianza con su tatarabuela. Porque relata los miedos infantiles y el modo de superarlos. Porque cuenta del 2020, un año que nunca se nos olvidará. 
Las historias del año COVID_19, sin ninguna duda, viajarán a través de distintas generaciones. Ambientado en el año 2115, este cuento de animación comienza en un crucero espacial. Allí, un abuelo comparte con su nieta un recuerdo del año 2020 que será muy importante para ella. "Es un cuento que nace de todo lo aprendido en este año tan complicado. Necesitaba escribir un cuento sobre esas ganancias que hay dentro de las pérdidas, y a través de los ojos de los niños y de las personas sabias que llevan años dentro de este mundo, encontrar la fuerza y la ilusión. Ojalá sea un cuento de esos que curan el alma y devuelven la sonrisa” destaca Albert Espinosa i Puig

Para Rafael Álvarez ‘El Brujo’, es un cuento para niños que tiene una gran enseñanza también para los mayores: “Cuando uno dice ´todo saldrá bien´ hay un acto de afirmación tan poderoso de la voluntad y de la mente humana frente a la adversidad que nos devuelve al contacto con nuestro ser interior”.

Cuento de la verdad y la mentira

"La gente no quiere oír la verdad incómoda porque no quieren que se destruyan sus ilusiones".
Apuntó Friedrich Nietzsche. Por ello prefieren cómodas mentiras frente a verdades inquietantes.

Jean-León Gérome, el pintor y escultor francés (autor de Pigmalion y Galatea, ver abajo y leer en otros posts sobre el escultor que se enamoró de su estatua) escribió algo allá por 1.900 que hoy puede ser un himno. Cuenta la leyenda que un día la Verdad y la Mentira se cruzaron:

- “¡Buen día!”, dijo la Mentira. “¡Buenos días!”, contestó la Verdad.

- “¡Hermoso día!”, comentó la Mentira. Entonces la Verdad se asomó para ver si era cierto, y lo era. Entonces “¡Hermoso día!”, contestó la Verdad.

- “¡Aún más hermoso está el lago!”, dijo la Mentira. 

Entonces la Verdad miró hacia el lago y vio que la Mentira decía la Verdad, y asintió. Luego corrió la Mentira hacia el agua y dijo “el agua aún está más hermosa, nademos”. La Verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confía en la Mentira. 

Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas, un rato después salió la Mentira, se vistió con las ropas de la Verdad y se fue.

La Verdad fue incapaz de vestirse con las vestimentas de la Mentira y comenzó a caminar sin ropa y todos se horrorizaban al verla. Es así como, aún hoy en día, la gente prefiere aceptar la Mentira disfrazada de Verdad y no la cruda Verdad al desnudo.

Jota Ge, un cuento soñado en fuga de consonantes

Letras y casas. Jota Ge, un cuento soñado en fuga de consonantes

Este desvarío ha sido un sueño, de ahora mismo. Preocupado por las máquinas que nos observan y analizan nuestro lenguaje, este personaJe decidió ir eliminando letras de su vocabulario. Las dos primeras que eliminó del abecedario fueron la Jota y la Ge, que quedaron sustituidas por simples asteriscos. 

Ya no podría reírse con las clásicas carca*adas, pero aquella técnica dificultaba el espiona*e de los robots en la red de Internet. Los lectores de su blo* podrían entender claramente cuando escribía textos como los si*uientes:

- La a*u*a de la brú*ula nos *uz*a  en este *ue*o de la *er*a.

- A *oo*le ni a*ua, que no es *au*a su *ula* de *an*a.

Cuando prosi*uió eliminando consonantes, esas superfluas de de igual pronunciación como la Be y la uVe, los textos se fueron haciendo más crípticos. Iba consumando su *ul*ar  *en*anza de *uz*ado de *uardia. Para concluir la noche de pesadilla, quedaba desprenderse de las redundantes Ce, Ka, Q (cu) y Zeta. 

Fue el final. Ni él mismo entendía sus es*ritos. Apenas eran una *a*a de estrellas que a*o*ia*a, a pesar de su *a*a*e por los mútiples posibles si*nifi*ados de cada pala*ra.

Despertó y volvió gozoso a recuperar todas las 27 letras del alfabeto del español, una vez que la RAE descartó la CH y la LL como letras, considerándolas simples dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema.

El libro total, una biblioteca gratuita que ofrece 50 mil obras

El libro total, una biblioteca gratuita que ofrece 50 mil obras
El Libro Total es la biblioteca digital más grande de América. Comprende 50.000 libros diferentes,  que son audio-libros que pueden escucharse, muchos de ellos traducidos a 13 idiomas, donde el lector tiene a su alcance más de 50 diccionarios distintos para absolver sus inquietudes. 

Están categorizados por país de origen pero dentro de cada nivel pueden también buscarse por autor o por título. La biblioteca digital El Libro Total facilita el acceso a mucho material que está disponible, que se presenta bajo licencia Creative Commons, lo cual habilita la copia y distribución gratuita siempre que se mencionen las fuentes.
Conviene hacerse una cuenta personal en El Libro Total, siempre de modo gratuito, para ir seleccionando los libros preferidos, como en la imagen superior. Los libros son versiones de bolsillo, sintetizados y muy orientados a lectores infantiles o juveniles, o a quienes prefieren versiones condensadas.
El abuelo y el nieto, de los Hermanos Grimm
A modo de ejemplo, el cuento de Los Hermanos Grimm, titulado "El abuelo y el nieto"

Había una vez un pobre muy viejo que no veía apenas, tenía el oído muy torpe y le temblaban las rodillas. Cuando estaba a la mesa, apenas podía sostener su cuchara, dejaba caer la copa en el mantel, y aun algunas veces escapar la baba. La mujer de su hijo y su mismo hijo estaban muy disgustados con él, hasta que, por último, le dejaron en un rincón de un cuarto, donde le llevaban su escasa comida en un plato viejo de barro. El anciano lloraba con frecuencia y miraba con tristeza hacia la mesa. Un día se cayó al suelo, y se le rompió la escudilla que apenas podía sostener en sus temblorosas manos. Su nuera le llenó de improperios a que no se atrevió a responder, y bajó la cabeza suspirando. Compráronle por un cuarto una tarterilla de madera, en la que se le dio de comer de allí en adelante.

Algunos días después, su hijo y su nuera vieron a su niño, que tenía algunos años, muy ocupado en reunir algunos pedazos de madera que había en el suelo.

–¿Qué haces? preguntó su padre.

–Una tartera, contestó, para dar de comer a papá y a mamá cuando sean viejos.

El marido y la mujer se miraron por un momento sin decirse una palabra. Después se echaron a llorar, volvieron a poner al abuelo a la mesa; y comió siempre con ellos, siendo tratado con la mayor amabilidad.
El libro total, una biblioteca gratuita que ofrece 50 mil obras
Web oficial: El Libro Total.
Disponible también en versión APP para móviles Android o Apple iOS.

Soñando el presente

Festival de cometas

Para seguir avanzando

puso la mayoría de su nostalgia 

en el futuro, a corto, medio y largo plazo.

 

Porque los “recuerdos” 

pueden ser memorias o proyectos.

Así veía juntos a sus tatarabuelas con sus biznietos.

Unas  habían muerto. Otros aún no nacido.

Siete generaciones entre tres siglos.

 

Hoy es el mejor momento,

para hacer un gran día.

Porque ahora lo ha decidido.

 

El presente une añoranza e ilusión.

El presente ofrece regalo y camino.

El presente suma ánimo y acción.

El presente es el fruto y el destino.


[Post incluido en el blog colectivo: Despertar a la escritura]

¿Por qué? ¿Por qué? La gran pregunta infantil que no debemos olvidar

¿Por qué? ¿Por qué? La gran pregunta infantil que no debemos olvidar
Estos primeros días de septiembre del año COVID, estar un buen rato con nuestros tres nietos es un placer y un gran aprendizaje. La nieta pequeña, con dos hermanos 4 y 8 años mayores, en esa adorable edad de los dos años y medio, ha entrado estos días en la etapa de preguntar constantemente ¿por qué, aitxitxe, por qué?

Su vocecita nos cuestiona al hilo de un cuento, ahora Peter Pan es su preferido, o en medio de cualquier conversación. Nos recuerda a su madre, quien también muy precozmente nos preguntaba el porqué de todo lo que aún no entendía entre lo que le rodeaba. 
¿Por qué? ¿Por qué? La gran pregunta infantil que no debemos olvidar
Quizá esta fase la recuerdo más intensa y prolongada con nuestra hija primogénita más que con nuestro segundo hijo, y también más en esta benjamina que en sus hermanos mayores. 

¿Son más curiosas las niñas?, aunque todos pasaron por esa etapa de las preguntas,... A veces también son otros los interrogantes repetidos como ¿para qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿quién?,... 
Siempre procuro, por mi parte, responder sin dejar pasar el momento a todo ¿por qué? Léa se fija mucho en los detalles de los dibujos.  Un caso de hoy mismo: Advierte que Campanilla está enfadada (ver imagen) a pesar de encontrarse en una esquina del dibujo (imagen), y plantea ¿por qué? Le explico la situación que tiene su enredo por el interés que presta Peter Pan a Wendy. Sigue luego,... ¿por qué tiene los ojos cerrados Wendy cuando la retienen los piratas?

La mejor perspectiva de estas constantes y continuas preguntas infantiles sería preguntanos con esa misma insistencia: ¿Por qué dejamos de preguntarnos los porqués de lo que nos rodea, por qué, por qué lo hacemos? 

Acaso ¿la educación disipa nuestra curiosidad, nuestra ansia de conocer los motivos de todo lo que acontece a nuestro alrededor? ¿Por qué somos así, por qué evolucionamos así, por qué?
Capitán Garfio y Campanilla
Libro completo de Peter Pan en PDF. Ilustrada extensaIlustrado breve.
Algunas imágenes de Peter Pan en cuatro idiomas.

La camisa del hombre feliz

En las lejanas tierras del norte, hace mucho tiempo, vivió un zar que enfermó gravemente. Reunió a los mejores médicos de todo el imperio, que le aplicaron todos los remedios que conocían y otros nuevos que inventaron sobre la marcha, pero lejos de mejorar, el estado del zar parecía cada vez peor. Le hicieron tomar baños calientes y fríos, ingirió jarabes de eucalipto, menta y plantas exóticas traídas en caravanas de lejanos países.

Le aplicaron ungüentos y bálsamos con los ingredientes más insólitos, pero la salud del zar no mejoraba. Tan desesperado estaba el hombre que prometió la mitad de lo que poseía a quien fuera capaz de curarle.

El anuncio se propagó rápidamente, pues las pertenencias del gobernante eran cuantiosas, y llegaron médicos, magos y curanderos de todas partes del globo para intentar devolver la salud al zar. Sin embargo fue un trovador quien pronunció:
Yo sé el remedio: la única medicina para vuestros males, Señor. Sólo hay que buscar a un hombre feliz: vestir su camisa es la cura a vuestra enfermedad.

Partieron emisarios del zar hacia todos los confines de la tierra, pero encontrar a un hombre feliz no era tarea fácil: aquel que tenía salud echaba en falta el dinero, quien lo poseía, carecía de amor, y quien lo tenía se quejaba de los hijos.

Sin embargo, una tarde, los soldados del zar pasaron junto a una pequeña choza en la que un hombre descansaba sentado junto a la lumbre de la chimenea:
¡Qué bella es la vida! Con el trabajo realizado, una salud de hierro y afectuosos amigos y familiares ¿qué más podría pedir?

Al enterarse en palacio de que, por fin, habían encontrado un hombre feliz, se extendió la alegría. El hijo mayor del zar ordenó inmediatamente: 
Traed prestamente la camisa de ese hombre. ¡Ofrecedle a cambio lo que pida!

En medio de una gran algarabía, comenzaron los preparativos para celebrar la inminente recuperación del gobernante. Grande era la impaciencia de la gente por ver volver a los emisarios con la camisa que curaría a su gobernante, mas, cuando por fin llegaron, traían las manos vacías:
—¿Dónde está la camisa del hombre feliz? ¡Es necesario que la vista mi padre!
—Señor -contestaron apenados los mensajeros-, el hombre feliz no tiene camisa.

Nota Bene: Cuento de León Tolstoi recordado mientras buscábamos libros clásicos para niños,....

El Aprendizaje hace que cantidad supere a calidad,... incluso en calidad

El Aprendizaje hace que cantidad supere a calidad,... incluso en calidad
Ayer en el Taller de Escritura de BBK Sasoiko nos recordaron una vieja historia, que se puede aplicar a cualquier proceso que busque la excelencia. “Un día, el profesor de cerámica anunció que dividía la clase en dos subgrupos. Unos serían calificados únicamente por la CANTIDAD de vasijas que produjeran, mientras que otros únicamente por la CALIDAD de un único jarrón". 

Cuando llegó el momento de calificar y todos se sorprendieron: las obras de más alta calidad, TODAS, fueron producidas por el grupo calificado por CANTIDAD. Parece que si bien el grupo de 'cantidad' estaba ocupado trabajando - y aprendiendo de sus errores - el grupo de 'calidad' se había sentado teorizando sobre la perfección, y al final tenía poco más que mostrar por sus esfuerzos que grandiosas teorías y una elaborada pila de arcilla muerta.
La excelencia es una búsqueda constante y no una meta
La perfección surge de la práctica, de la mejora gradual y de la búsqueda continua. El experto y la maestría no nace, se hace.  ¡Huyamos del perfeccionismo, de la parálisis por el análisis! No busquemos la excelencia en todo lo que hagamos. Vayamos aportando calidad paso a paso, en cada ensayo, en cada fase,... 

Ese aprendizaje constante marcará el progreso. El talento nace de la experimentación. La práctica hace al maestro. Si quieres aprender calidad, practica con cantidad y ve aprendiendo de tus errores y éxitos parciales. La excelencia no es un acto, sino un hábito. Somos lo que hacemos día a día, y hagas lo que hagas, hazlo bien y hoy mejor que ayer.

Napoleón y el coronavirus

Napoleón y el coronavirus
Hay metáforas del pasado que explican realidades del presente y del futuro. La anécdota del campanario es apócrifa, y se atribuye a distintos personajes, en diversos lugares y diferentes épocas. Pero dado que a nuestros nietos, medio franceses, les gusta Napoleón, situamos la historia en la época gloriosa de los avances imparables de los ejércitos del Emperador Bonaparte.

Se había instaurado la costumbre ya protocolaria de que cuando las tropas de Napoleón cruzaban por cualquier población, doblasen las campanas para anunciar su gloriosa presencia. Pueblos y ciudades repicaban desde sus campanarios, dando noticia de las conquistas del Imperio.

En cierta ocasión, sin embargo, nada resonó desde desde una aldea por cuyas inmediaciones pasaron las tropas incumpliendo la norma ya generalizada. Mandaron oficiales a recoger al párroco del lugar  para recriminar su conducta. Ante uno de los 26 mariscales que tuvo Napoleón, el cura de aquel poblacho se atrevió a defenderse, aduciendo que había cien razones para que las campanas no sonaran.

Le conminaron a que contase, uno a uno, los cien argumentos. El curilla expuso que, primero, la trascendencia eterna de la iglesia no se somete al poder temporal de los hombres, aunque sean reyes,... Siguió desgranado explicaciones,... Cuando llegaba al final, ya casi sin más ideas, apuntó que no había campanero, ni soga para voltear las campanas. El enfurecido general que le interrogaba, vociferó que aquellas 99 excusas eran improcedentes. El clérigo, con voz casi inaudible, ante el solemne tribunal militar solamente acertó a susurrar una razón última y, quizá, definitiva: "Las campanas no resonaron... porque no existen en nuestra ermita sin campanario".

Esta historieta me resuena cada vez que escucho a los responsables políticos y sanitarios explicando que las mascarillas son convenientes pero no necesarias, o recomendables pero no obligatorias. ¿Por qué no dicen, desde hace ya meses y semanas, que no exigen la obligatoriedad de las mascarillas  cuando estemos en cualquier lugar público simple y llanamente porque NO TENEMOS mascarillas para todos? 

Seguimos con la campaña de  #MascarillaObligatoria #MasquesPourTous #Mask4All.
Concluimos con la videoconferencia BBKsasoiko de hoy sobre "Relaciones laborales y COVD-19" con Francisco Javier Arrieta Idiakez.

Por la tarde, "El sentido de la escuela" del Canal YouTube de la Fundación SantillanaSimultáneamente, entre las 17 y las 19 horas, nos hemos asomado a otras CINCO conferencias como hemos ido tuiteando en nuestra cuenta @agirregabiria.

Androcles, el cuento de la gratitud

Androcles, un pobre esclavo de la antigua Roma, en un descuido de su amo, escapó al bosque. Buscando refugio seguro, encontró una cueva y al entrar, a la débil luz que llegaba del exterior, el joven descubrió un soberbio león. Se lamía la pata derecha y rugía de vez en cuando. Androcles, sin sentir temor, se dijo: -“Este pobre animal debe estar herido. Parece como si el destino me hubiera guiado hasta aquí para que pueda ayudarle. Vamos, amigo, no temas, te ayudaré”. Así, hablándole con suavidad, Androcles venció el recelo de la fiera y tanteó su herida hasta encontrar una flecha clavada profundamente. Se la extrajo y luego le lavó la herida con agua fresca.
Androcles y el león agradecido
Durante varios días, el león y el hombre compartieron la cueva hasta que Androcles, creyendo que ya no le buscarían se decidió a salir. Varios centuriones romanos armados con sus lanzas cayeron sobre él y le llevaron prisionero al circo. Pasados unos días, fue sacado de su pestilente mazmorra. El recinto estaba lleno a rebosar de gentes ansiosas de contemplar la lucha. Androcles se aprestó a luchar con el león que se dirigía hacia él. De pronto, con un espantoso rugido, la fiera se detuvo en seco y comenzó a restregar cariñosamente su cabezota contra el cuerpo del esclavo. –“¡Sublime! ¡Es sublime! ¡César, perdona al esclavo, pues ha sometido a la fiera!” -gritaban los espectadores. El emperador ordenó que el esclavo fuera puesto en libertad. Sin embargo, lo que todos ignoraron era que Androcles no poseía ningún poder especial y que lo que había ocurrido no era sino la demostración de la gratitud del animal.
TÉCNICA PARA LEER CUENTOS: Por supuesto que no vale repetir el texto palabra a palabra. Nuestros nietos pertenecen a una generación audiovisual y adivinarían el final antes de pronunciarlo. En este caso, por ejemplo, yo alargo la historia más de 20 minutos. Separo temporalmente el momento inicial del encuentro de Androcles con el león, cuando era un niño de una edad parecida a la media de mis nietos, y un leoncito el animal. Incorporo tensión dramática a la escena final en el anfiteatro romano, enlazando con el Coliseo de Roma que conocen,... y citando algún detalle de ternura como que cuando el león se abalanza sobre nuestro héroe, que estaba dispuesto a luchar, se para en seco y se arrodilla ante él. Luego el emperador duda sobre la posición del dedo pulgar, pero todo el público exige benevolencia para el gladiador y la fiera,...

La bruja, los SuperHéroes y PLEO: El cuento de anoche

PLEO y PLEÍTO, los dinosaurios robot
Este es un relato del cuento de anoche, del contexto en el que surge y de cómo se construye entre sus narradores. Mientras la pequeña L. de casi un año se duerme con sus amatxu (madre) y su amama (abuela), en un lapso de apenas diez minutos (porque ya casi son las 22 horas), mis dos nietos mayores me piden (a su aitxitxe, abuelo) el cuento del día.

J., con 8 años siempre pide un capítulo más de nuestra versión libre y perpetua de "Dos años de vacaciones". M. de 4 años prefiere, una vez superada la etapa Peppa Pig, elegir los personajes y si el cuento será de aventura, terror,...Esta vez pide que los personajes sean una bruja mala, los SuperHéroes de Marvel (dice M.). J. reclama que intervengan dos PLEOs que van a pedir al Olentzero (Papá Noel o Reyes Mayos,...), mientras me guiña un ojo porque él ya sabe "el secreto", pero su hermano no.

Así que comenzamos otro cuento, con interrupciones infantiles que nos guían en su desarrollo. Lo primero es personalizar los personajes, con nombres resonantes que algún día reconocerán. El relato se resume así, pero la oralidad, las voces, los silencios,... sólo se aprecian en la semioscuridad con las manos enlazadas y hasta quedarse dormidos (a veces, todos).

Una bruja malvada llamada la Bruja Piruja (aquí no me lo curré demasiado), tenía un terrorífico gato de nombre Mefistófeles (les gusta que sea difícil de pronunciar, porque son los fáciles de recordar). Asolaban la Tierra asustando a los niños todas las noches, así que hubo que llamar a los SuperHéroes de Marvel para que pusieran a buen recaudo a Piruja y Mefistófeles. 

Cualquiera de los SuperHéroes podría acabar con la bruja y su gato, pero no lograban encontrarla, a pesar que que sabían que vivían en su castillo, pero si entraban todo se desvanecía. Tras muchas intentonas, Iron Man propuso un truco: Utilizar los PLEOs de mis nietos para entrar en el castillo con una estrategia de "Caballo de Troya". Para ello tuvieron que venir a su casa.

Cuando llamaron al portero automático y amatxu preguntó quién era, respondió Hulk con su vozarrón que eran los SuperHéroes. Amatxu no les creyó, a pesar de que insistieron todos (Superman, Spiderman,...), así que tuvieron que acercarse por las ventanas del salón para que les reconocieran. Se sentaron en el salón, y les pidieron por un día a PLEO y a PLEÍTO, las dos mascotas de J. y M.

M. les pidió que un favor a cambio del préstamo, que le ayudasen si en el Colegio le pegaba uno de los dos niños abusones. J. que les llevasen con ellos para ver cómo vencían a la bruja y su gato. A ambos les concedieron sus deseos. Así pudieron ver (resumimos las batallas) cómo Mefistófeles se burló de los amistosos robots si apreciar su inteligencia artificial y así concluyó la era del miedo cuando encerraron a la bruja con su felino,...

Nota Bene: Recogemos este cuento porque esta petición de los SuperHéroes sucedía el mismo día en el que fallece su creador: El gran Stan Lee. Sirva este simple post como obituario de su excelsa obra (Excelsior!).

Cuentos de Peter H. Reynolds narrados por Beatriz Montero

 
  Dos cuentos de Peter H. Reynolds, "El punto" (The Dot) y "Casi", narrados respectivamente por las excelentes cuentacuentos Beatriz Montero y Adriana Loera.

El primer relato, "El punto", es un cuento encantador para darnos cuenta que la creatividad no está marcada por unos patrones, que la inseguridad no tiene cabida a la hora de desarrollar nuestra singularidad y que debemos confiar en nuestras propias posibilidades.
El segundo libro, "Casi", nos ofrece un mensaje muy inspirador para cualquier edad, porque todo ser humano es casi perfecto, casi divino, casi insuperable,...

StoryLineOnline, maravillosa colección de cuentos en vídeo

 
Difundidos por Rocío, Directora de Properly Idiomas, hemos descubierto Storylineonline.net. Es una fascinante colección de cuentos animados e inéditos cuentos en vídeo, en inglés pero subtitulados en español (de México). 

Cada uno de los relatos de Storylineonline.net está leído por un personaje célebre,... en Estados Unidos. A modo de ejemplo recogemos dos vídeos. El primero de ellos, que trata de la importancia de leer cuentos en familia. El segundo vídeo, destaca lo agradable de escuchar cuentos, ... ¡y de leerlos a otros en voz alta!
StoryLineOnline, maravillosa colección de cuentos en vídeo
Resultan muy recomendables para deleitar la imaginación y aprender inglés.
Tanto en casa,... como en clase.
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Micifuz y Zapirón, la fábula de los gatos escrupulosos

Micifuz y Zapirón
¡Qué dolor, por un descuido!
Fábula de Félix María Samaniego, alavés de Laguardia.

Micifuz y Zapirón, 

se comieron un capón,

en un asador metido.

Después de haberse lamido

trataron en conferencia

si obrarían con prudencia

en comerse el asador.

¿Lo comieron? -¡No, señor!

Era caso de conciencia.

Este es uno de los cuentos que recito, modifico y amplío para mis nietos. Su bisabuela de 90 años, que ejerció de maestra, aún la recita de memoria. Encierra una metáfora del riesgo de ser demasiado atrevido (y llegara a pensar en comerse todo el asador). Otra versión extensa de la fábula "Los gatos escrupulosos", con la escritura de "Micifuf", terminado en f. La imagen proviene de la Enciclopedia Álvarez Segundo Grado - Página 111