Hay metáforas del pasado que explican realidades del presente y del futuro. La anécdota del campanario es apócrifa, y se atribuye a distintos personajes, en diversos lugares y diferentes épocas. Pero dado que a nuestros nietos, medio franceses, les gusta Napoleón, situamos la historia en la época gloriosa de los avances imparables de los ejércitos del Emperador Bonaparte.
Se había instaurado la costumbre ya protocolaria de que cuando las tropas de Napoleón cruzaban por cualquier población, doblasen las campanas para anunciar su gloriosa presencia. Pueblos y ciudades repicaban desde sus campanarios, dando noticia de las conquistas del Imperio.
En cierta ocasión, sin embargo, nada resonó desde desde una aldea por cuyas inmediaciones pasaron las tropas incumpliendo la norma ya generalizada. Mandaron oficiales a recoger al párroco del lugar para recriminar su conducta. Ante uno de los 26 mariscales que tuvo Napoleón, el cura de aquel poblacho se atrevió a defenderse, aduciendo que había cien razones para que las campanas no sonaran.
Le conminaron a que contase, uno a uno, los cien argumentos. El curilla expuso que, primero, la trascendencia eterna de la iglesia no se somete al poder temporal de los hombres, aunque sean reyes,... Siguió desgranado explicaciones,... Cuando llegaba al final, ya casi sin más ideas, apuntó que no había campanero, ni soga para voltear las campanas. El enfurecido general que le interrogaba, vociferó que aquellas 99 excusas eran improcedentes. El clérigo, con voz casi inaudible, ante el solemne tribunal militar solamente acertó a susurrar una razón última y, quizá, definitiva: "Las campanas no resonaron... porque no existen en nuestra ermita sin campanario".
Esta historieta me resuena cada vez que escucho a los responsables políticos y sanitarios explicando que las mascarillas son convenientes pero no necesarias, o recomendables pero no obligatorias. ¿Por qué no dicen, desde hace ya meses y semanas, que no exigen la obligatoriedad de las mascarillas cuando estemos en cualquier lugar público simple y llanamente porque NO TENEMOS mascarillas para todos?
Se había instaurado la costumbre ya protocolaria de que cuando las tropas de Napoleón cruzaban por cualquier población, doblasen las campanas para anunciar su gloriosa presencia. Pueblos y ciudades repicaban desde sus campanarios, dando noticia de las conquistas del Imperio.
En cierta ocasión, sin embargo, nada resonó desde desde una aldea por cuyas inmediaciones pasaron las tropas incumpliendo la norma ya generalizada. Mandaron oficiales a recoger al párroco del lugar para recriminar su conducta. Ante uno de los 26 mariscales que tuvo Napoleón, el cura de aquel poblacho se atrevió a defenderse, aduciendo que había cien razones para que las campanas no sonaran.
Le conminaron a que contase, uno a uno, los cien argumentos. El curilla expuso que, primero, la trascendencia eterna de la iglesia no se somete al poder temporal de los hombres, aunque sean reyes,... Siguió desgranado explicaciones,... Cuando llegaba al final, ya casi sin más ideas, apuntó que no había campanero, ni soga para voltear las campanas. El enfurecido general que le interrogaba, vociferó que aquellas 99 excusas eran improcedentes. El clérigo, con voz casi inaudible, ante el solemne tribunal militar solamente acertó a susurrar una razón última y, quizá, definitiva: "Las campanas no resonaron... porque no existen en nuestra ermita sin campanario".
Esta historieta me resuena cada vez que escucho a los responsables políticos y sanitarios explicando que las mascarillas son convenientes pero no necesarias, o recomendables pero no obligatorias. ¿Por qué no dicen, desde hace ya meses y semanas, que no exigen la obligatoriedad de las mascarillas cuando estemos en cualquier lugar público simple y llanamente porque NO TENEMOS mascarillas para todos?
Seguimos con la campaña de #MascarillaObligatoria #MasquesPourTous #Mask4All.
Concluimos con la videoconferencia BBKsasoiko de hoy sobre "Relaciones laborales y COVD-19" con Francisco Javier Arrieta Idiakez.
Por la tarde, "El sentido de la escuela" del Canal YouTube de la Fundación Santillana. Simultáneamente, entre las 17 y las 19 horas, nos hemos asomado a otras CINCO conferencias como hemos ido tuiteando en nuestra cuenta @agirregabiria.
Concluimos con la videoconferencia BBKsasoiko de hoy sobre "Relaciones laborales y COVD-19" con Francisco Javier Arrieta Idiakez.
Por la tarde, "El sentido de la escuela" del Canal YouTube de la Fundación Santillana. Simultáneamente, entre las 17 y las 19 horas, nos hemos asomado a otras CINCO conferencias como hemos ido tuiteando en nuestra cuenta @agirregabiria.
0 comments:
Publicar un comentario