Para entender algunos de los universos infantiles, necesitamos un resumen del mundo y personajes compañeros de Hello Kitty, que oficialmente se llama Sanrio’s Hello Kitty’s World y se ha ido ampliando desde 1974. Veamos los datos esenciales:
La "suspensión de la incredulidad" es un concepto literario y cinematográfico que se refiere a la disposición del espectador o lector para aceptar elementos fantásticos o improbables en una obra de ficción, sin cuestionarlos o criticarlos desde una perspectiva racional. Esta actitud de compromiso con la ficción permite que la audiencia se sumerja en la historia, disfrutando de la narrativa aunque se presenten situaciones o conceptos que, en la vida real, serían difíciles de creer.
Samuel Coleridge puso el término sobre la mesa a principios del Siglo XIX cuando reflexionaba sobre géneros como la fantasía, cuya naturaleza exige este compromiso a quien quiera entregarse al disfrute de sus historias. Sin embargo, es un concepto que se aplica prácticamente a todos los ámbitos de la ficción pero cuya ejecución presenta más dificultad cuanto más realista sea su apariencia.
Por ejemplo, cuando vemos una película de ciencia ficción con viajes espaciales a velocidades inhumanas, la suspensión de la incredulidad nos ayuda a dejar de lado las limitaciones del mundo real para disfrutar de la historia. Es un acuerdo tácito entre el creador y el receptor de la obra para vivir momentáneamente en un universo donde las reglas habituales pueden no aplicarse.
Películas de ciencia ficción: En Star Wars, la audiencia acepta la existencia de la Fuerza, una energía mística que guía a los personajes, a pesar de su carácter fantástico. En Avatar, el público se sumerge en el mundo alienígena de Pandora y cree en la biología y ecología única de sus criaturas, a pesar de lo imaginativo del entorno.
Literatura fantástica: En El Señor de los Anillos, los lectores aceptan la existencia de razas como elfos, enanos y hobbits, así como la magia, sin cuestionar la plausibilidad de estos elementos. En Harry Potter, se da por sentado que un mundo oculto de magos y criaturas mágicas coexiste con el mundo real, permitiendo que la historia se desarrolle de manera fluida.
Cómics y novelas gráficas: Las aventuras de superhéroes en cómics, donde personajes como Superman o Spider-Man realizan hazañas sobrehumanas, se basan en la suspensión de la incredulidad para que el público acepte estos poderes extraordinarios.
Estos ejemplos demuestran cómo, al dejar de lado el escepticismo, el espectador o lector puede disfrutar plenamente de una narrativa, aunque incluya elementos que desafíen las leyes de la lógica o la física.
¿Por qué estamos dispuestos a «apagar» la razón? - La suspensión de la incredulidad o por qué creemos en lo improbable https://t.co/hEmqx50Qqh
«Hasta 1817, la suspensión de la incredulidad era un concepto sin nombre, un mecanismo necesario para el éxito de la ficción que todo buen narrador conocía, pero al que nadie había puesto nombre».
Su autor, Maurice Leblanc (1864-1941), fue contemporáneo de Arthur Conan Doyle, y la popularidad que alcanzó el personaje de Arsène Lupinen Francia puede ser comparada con la del detective británico Sherlock Holmes en los países anglosajones. Por todo ello es uno de los elegidos por nuestros nietos que leen preferentemente en la lengua de Molière.
Es una especie de Robin Hood de los bajos fondos. ducho en derecho, medicina, artes marciales (su padre fue profesor de esgrima o boxeo, entre otros) y prestidigitación al más puro estilo Houdini, además de ser un auténtico seductor con las damas que no tiene nada que envidiar a James Bond. Un héroe de los bajos fondos, culto que habla latín, en definitiva, a cuya perspicacia nadie escapa, pues Leblanc aprovechó en sus novelas para hacer un retrato irónico de la policía francesa.
Netflix ha relanzado este personaje (que ya estaba entre nuestros preferidos) con una serie francesa 'Lupin', que se estrenó hace unas semanas (véase un trailer al final del post). Incluso ha confirmado ya una segunda temporada en Netflix tras el éxito apabullante de la primera. El carismático Omar Sy ('Intocable') protagoniza el que está siendo el fenómeno de estos días, la historia de Assane Diop, un hombre que encuentra un libro sobre Arsène Lupin que tiene el poder de concederle riqueza y recursos.
La serie Lupines un constante homenaje al personaje, al autor y a sus libros. Maravilloso el legado del libro que pasa de abuelo, a padre y a hijo en un guiño intergeneracional donde un formato moderno recupera una historia que cuenta con más de un siglo. Hay que aprender de los franceses en esta forma de recuperar a sus clásicos del folletín para crear obras de arte contemporáneas. Sin desvelar ningún spoiler, la obra completa sobre Arsène Lupinaparece reiteradamente desde el primer capítulo como algo que forma parte del legado cultural del protagonista desde niño y de su padre, de uno de los policías que encuentra la relación,...
Un resumen en español del personaje original en los cómics.
Un precedente real que quizá inspiró el personaje de Arsène Lupin existió. Su nombre fue Alexandre M. Jacob (mejor conocido como Marius Jacob). Ha sido, hasta la fecha, uno de los más célebres bandidos anarquistas de todos los tiempos. Nació el 28 de septiembre de 1879 en Marsella (el personaje de Lupin, por su parte, nace en Blois en 1874), en el seno de una familia obrera, y su vida fue, sin duda, digna de ser relatada. A los 12 años se enroló como aprendiz de marinero en un viaje que le llevaría a Sídney y después desertó de la tripulación, hasta convertirse en pirata.
Marius Jacob volvería a Marsella en 1897 renunciando a la vida marina y acompañado de unas fiebres frecuentes que sufriría el resto de su vida. "Vi el mundo y no es hermoso". Más tarde, siendo aprendiz de tipógrafo, acudiría a reuniones anarquistas, fue pillado con explosivos tras una serie de robos menores y condenado a seis meses de prisión, tras los cuales tuvo dificultades para reintegrarse. Tras huir del manicomio de Aix-en-Provence (había fingido sufrir alucinaciones para evitar una pena de cinco años de prisión), organizó una banda que se hacía llamar Los trabajadores de la noche (Travailleurs de la nuit).
Habían de cumplir una serie de principios para poder formar parte de la banda de Marius Jacob: no asesinar, excepto para proteger la propia vida o escapar de la policía, robar solo a los parásitos sociales (empresarios, jueces, soldados y el clero), y nunca a aquellos con profesiones consideradas útiles (artistas, arquitectos, médicos...), y donar un porcentaje de dinero a la causa anarquista.
Para saber si la persona en cuestión a la que pretendían atracar se encontraba en su domicilio, Jacob y compañía introducían trozos de papel bajo la puerta y volvían al día siguiente para comprobar si estos seguían en su sitio. También entraban en las casas por el suelo, desde el techo del piso inferior. Entre 1900 y 1903, Los trabajadores de la noche efectuaron más de 105 robos en París, aunque con el paso del tiempo Jacobs empezaba a pensar que su causa no tenía sentido.
Detenido en 1905, se salvó de la guillotina, pero fue condenado a trabajos forzados en Cayena (en la Guayana francesa), hasta que regresó a Francia en 1928. Después vivió trabajando como vendedor ambulante de telas. El resto de su vida es un misterio.
Se cree que en 1936 estuvo en Barcelona ayudando a la CNT y finalmente se suicidó el 28 de agosto de 1954 en Bois-Saint-Denis, donde residía. "Sois demasiado jóvenes para poder apreciar el placer que proporciona irse gozando de excelente salud, burlándose de todas las enfermedades que acechan a la vejez. Allá están todas estas asquerosas reunidas, listas para devorarme. Pero voy a defraudarlas. Yo he vivido y ya puedo morir", le escribiría a sus amigos antes de fallecer.
'Por qué he robado y otros escritos', en español en la editorial Pepitas de Calabaza, narra las pericias vitales de este particular personaje, que ha salido a la palestra de nuevo gracias a la serie de Netflix, un Robin Hood que se defendería así: "Antes que verme enclaustrado en una fábrica como en una cárcel, antes que mendigar aquello a lo que tengo derecho, he preferido sublevarme y combatir metro a metro a mis enemigos, haciendo la guerra a los ricos (...). Prefiero ser un cínico consciente de sus derechos que un autómata o una estatua".
Los niños necesitan historias y relatos para ir completando su imaginario personal. A los abuelos nos gusta la literatura clásica y obras como "La isla del tesoro" de Robert Louis Stevenson. Contiene personajes y parajes muy ricos en matices, como el "malo pero no tanto" John Silver el Largo o la escena del barril de manzanas (minuto 10' 20" de la grabación inicial, 43' del vídeo inferior, o capítulo 11 del libro en red).
"La isla del tesoro" es una novela de aventuras escrita por el escocés Robert Louis Stevenson, que comenzó a escribir con sólo 17 años y fue su primer éxito como novelista. A nuestro nieto le gustan estas dos versiones. La primera es un abreviado cortometraje de dibujos animados, más cuidado para una visión infantil, realizado por el murciano José María Candel en 2005. La segunda versión de 1990 protagoniza por Charlton Heston.
Fue publicada en libro en Londres en 1883 (publicada originalmente por entregas en la revista infantil Young Folks, entre 1881 y 1882 con el título de The Sea Cook, or Treasure Island).
Esta obra ha sido fuente de inspiración en el cine, en la televisión, en la literatura, en cómics e incluso en videojuegos. La novela adopta un tono crítico y una reflexión moral del protagonista hacia el dinero y la ambición,... [fuente Wikipedia].
La combinación de adolescencia y sus complejas relaciones interpersonales (incluidas las de "ligar"), un cuidado guión y alta calidad de interpretación han logrado convertirse en una nueva serie de culto. Esta serie se puede ver por Internet, en castellano también, pero es imposible encontrar un vídeo incrustable en YouTube. Más entradas sobre Físicay sobre Ciencia, en general.
Buena educación y alta formación no siempre son equivalentes. Basta conocer a grandes personas con una excelente educación para mejorar la vida de su entorno, a pesar de que apenas tuvieron oportunidad de formarse en el sistema educativo. Y también hay otras personas con elevada cualificación académica y profesional que, por desgracia, no demuestran una buena educación en su trato con quienes les rodean. La buena educación se aprende en casa, en la calle, también en la escuela, pero siempre por el ejemplo y el modelo de referentes que saben comportarse en sociedad.
Buena educación es ser amable con quienes tratamos, sonreír desde el amanecer y no perder el optimismo durante la jornada. La buena educación nos obliga a ser solidarios, a ayudar a mejorar la vida de los demás, a respetar sus ideas y peculiaridades, a ser exquisitos en nuestras relaciones sociales, a comprender y perdonar los inevitables fallos que todos los seres humanos sufrimos.
Todos deseamos vivir en una sociedad culta y tolerante, cuya ciudadanía goce de la máxima formación posible, pero -ante todo- de una buena educación. Hay lugares y momentos, estos días en la piscina comunitaria, donde se aprecia lo que podría ser un mundo con buena educación. Gentes de lugares muy diversos, de diferentes edades, que demuestran y comparten su felicidad (y seguramente guardan sus penas), sin reservas hacia nadie, con generosidad a raudales, procurando el cuidado de los demás, colaborando para crear una atmósfera común de bienestar. ¿Proseguimos formándonos y, sobre todo, educándonos más y mejor entre todos? ¡Vale la pena!
En esa extraordinaria Universidad Global de TED, la presentadora del canal Al Jazeera International Shereen El Feki demuestra cómo algunas culturas árabes están tomando sellos característicos de la cultura popular occidental--videos musicales, cómics, hasta una Barbie re-vestida o Fulla-- dándoles un toque culturalmente apropiado. Más conferencias TED subtituladas (ya hay muchas charlas traducidas).
Algunas ventajas de toondoo.comderivan de su simplicidad de uso y variedad de posibilidades. Un serio inconveniente es el no soporte de acentos. Otros generadores de cómics que hemos referenciado.
Un informe presentado por Alasne Martín (derecha de la foto) y las autoras del estudio, Marian Ispizua y Cristina Lavía (izquierda y centro), profesoras del Departamento de Sociología de la UPV-EHU, por encargo de Alhóndiga Bilbao y con la colaboración de Euskoiker. A la espera de su próxima publicación, esta presentación inicial destinada a los centros participantes adelantó o refrendó algunas interesantes ideas sobre la lectura en estas edades, a partir de una encuesta realizada sobre una muestra de 13.014 adolescentes de Bilbao con edades entre 12 y 16 años:
En el tiempo de ocio las actividades que más gustan son, en orden decreciente, salir con amigos, ver la TV, hacer deporte, chatear, Internet, discoteca o conciertos, cine o ver películas, hablar por teléfono o con SMS, leer (antepenúltima opción), jugar a la consola y no hacer nada. Los chicos hacen más deporte y juegan más con la consola o el ordenador, y las chicas hablan más por teléfono y envían más SMSs.
La lectura es un hábito social, que se adquiere preferentemente en hogares donde los progenitores leen y cuentan con estudios universitarios. Hijos de lectores habituales pueden serlo con más facilidad que de no lectores, o de lectores inhabituales. La figura materna es, incluso, más determinante que la paterna en esta herencia.
Las chicas leen más, y leen más libros y revistas además frente a prensa y cómics, que son los más preferidos por los chicos. Los géneros preferidos de las chicas son novela y relatos cortos, mientras que cómic e historias gráficas gustan más a los chicos. Entre las lecturas minoritarias, los libros científicos y técnicos son más elegidos por los chicos, frente a la poesía o teatro por los que optan más chicas.
Quienes más leen son, así mismo, quienes más quisieran leer y quienes leen más según pasan los años. En definitiva, a leer se aprende leyendo y degustando la lectura se gana hábito, velocidad, estímulo y placer. La lectura es un hábito que se realimenta a sí mismo. Quienes leen lo hacen porque disfrutan y quienes no leen lo dejan de hacer porque no les gusta.
A modo de síntesis, el reto es lograr que entre familia, sociedad y escuela se instale el hábito de la lectura entre nuestra infancia y juventud. Leer mucho es la mejor condición y el más claro indicador de éxito académico y profesional. Casi podríamos asegurar que para una vida dichosa no existe mejor predictor que el amor a la lectura, en todo tipo de formatos y soportes (incluido Internet).