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Relectura de “El contador de historias”: Sherezade del siglo XXI

El Contador de Historias (The Hakawati) de Rabit Alameddine: La arquitectura de la narración infinita la reinvención de las Mil y una noches en el siglo XXI.

En una era dominada por la inmediatez digital y la narrativa fragmentada, Rabih Alameddine nos invita a detener el tiempo y volver al origen de la civilización humana: el círculo alrededor del fuego, la voz que se alza en la noche y la frase mágica "había una vez". En su monumental novela, El contador de historias (título original: The Hakawati), Alameddine no solo escribe una historia; teje una alfombra persa donde cada hilo es un mito y cada nudo, una verdad dolorosa sobre la familia y la identidad.

Rabih Alameddine (nacido en Ammán, Jordania, en 1959, de padres libaneses drusos) es una de las voces más singulares de la literatura contemporánea anglófona. Su biografía es tan ecléctica como su prosa: educado entre Kuwait y el Líbano, emigró a Inglaterra y luego a Estados Unidos. Antes de consagrarse a las letras, fue ingeniero y un exitoso pintor, una faceta que se respira en su escritura: visual, barroca y llena de texturas.

Alameddine es un autor de la diáspora que se niega a ser encasillado en el realismo social típico del inmigrante. Obras como La mujer de papel o El ángel de la historia demuestran su capacidad para mezclar la alta cultura occidental con la tradición oral de Oriente Medio, todo ello aderezado con un ingenio mordaz y una sensibilidad queer que desafía los conservadurismos de ambas orillas.

Sinopsis: El regreso al hogar y al mito . La premisa de la novela es, en apariencia, sencilla. Osama al-Kharrat regresa a Beirut desde Los Ángeles tras muchos años de ausencia. El motivo es universal y sombrío: su padre, Farid, está muriendo en un hospital.

Sin embargo, lo que distingue a esta obra es su estructura. La familia de Osama no es una familia cualquiera; son los al-Kharrat, un apellido que literalmente significa "el exagerador" o "el mentiroso" en árabe. Son descendientes de una larga estirpe de hakawatis, los contadores de historias tradicionales del Levante.

Mientras Osama y su familia hacen vigilia en el hospital, la narración se fractura y explota en un caleidoscopio. La realidad cruda del hospital, con sus tubos y silencios, se entrelaza con historias que viajan siglos atrás: - Las aventuras del abuelo de Osama, un hakawati legendario. - Reinterpretaciones de las Mil y una noches- Historias del Corán y el Antiguo Testamento. - Las hazañas de Baybars, el sultán mameluco.

Desde una perspectiva educativa y literaria, El contador de historias es una clase magistral sobre la metaficción . Alameddine nos enseña que somos las historias que nos contamos a nosotros mismos.

La función del mito : El libro argumenta que los mitos no son mentiras, sino verdades emocionales.

Oriente vs. Occidente : El autor desafía los estereotipos orientalistas.

El legado : La muerte del padre simboliza también la muerte de una forma de entender el mundo.

"Escucha. Deja que me presente. Soy el hakawati, el contador de historias. Y en mi mundo, la historia es lo único que importa. El resto es solo información ."

"Volver a Beirut era como abrir un libro viejo y encontrar flores secas entre las páginas: frágil, hermoso y lleno de fantasmas."

Si buscas una lectura que te haga reír, llorar, maravillarte y repensar el mundo, abre El contador de historias. Como dijo Amy Tan: “Rabih Alameddine es nuestro hakawati, y muy pronto todo el mundo sabrá pronunciar su nombre”. Una lectura obligatoria para quien ama no solo los libros, sino el acto mismo de narrar. Quien acepte el desafío encontrará una obra rica, compleja y memorable que, como las mejores historias del hakawati, permanece en la memoria mucho después de que se pronuncie la última palabra.

TheySeeYourPhotos.com: ¿Qué revela a la IA una sola imagen?

Hoy descubriremos algo tan asombroso y simple de utilizar como aterrador por lo que supone. Todo lo que la IA de Google descubre de nuestras vidas a través de una sola fotografía. El título ya es explícito: They See Your Photos / Ellos ven tus fotos. La web promueve una visión educativa para hacernos comprender el poder de la IA (véase en muchos posts).

En un mundo donde las imágenes son el lenguaje universal de la era digital, una sola fotografía puede ser más reveladora que un diario íntimo. Imaginen subir una instantánea casual a la nube: un atardecer en la playa, un retrato familiar o incluso un objeto cotidiano como una máscara de cómic. ¿Qué secretos desvela? ¿Qué inferencias construye una inteligencia artificial sobre nuestra identidad, deseos y vulnerabilidades? 

Esta es la premisa inquietante de They See Your Photos (https://theyseeyourphotos.com/), un sitio web interactivo lanzado en noviembre de 2024 que transforma la curiosidad en una lección magistral sobre privacidad y ética en la inteligencia artificial. Como un espejo distorsionado por algoritmos, este experimento nos confronta con el poder voraz de la visión computacional, recordándonos que, en la red, nada es verdaderamente privado.

Detrás de esta herramienta se encuentra Ente, una plataforma de almacenamiento de fotos de código abierto y cifrada de extremo a extremo, fundada por Vishnu Mohandas, un ingeniero de software indio que abandonó Google en 2020 por motivos éticos. Mohandas, quien se formó en programación autodidacta en Bengaluru, se desilusionó al descubrir la colaboración de Google con proyectos militares de IA, como el análisis de imágenes de drones para el Departamento de Defensa de EE.UU. "Quería crear algo más privado, wholesome y confiable", declara en entrevistas, impulsando Ente como alternativa a Google Photos, con más de 100.000 usuarios enfocados en la privacidad. Sin embargo, convencer al público masivo de migrar de la comodidad de Google a un ecosistema cifrado resultó un desafío. Aquí entra They See Your Photos, ideado por un becario de Ente como un "golpe de marketing" que usa la arma del adversario contra sí mismo: la API de Visión de Google Cloud.

El funcionamiento es sorprendentemente simple, pero sus implicaciones, profundas. El usuario sube una imagen —o selecciona una de las muestras proporcionadas, como un paisaje andino o una figura de Warhammer— y el sitio la envía al motor de visión computacional de Google. En segundos, recibe un informe exhaustivo de tres párrafos: una narración detallada que disecciona el contenido con precisión quirúrgica. No se limita a identificar objetos (un caballo, un pincel, una máscara); infiere emociones, demografías, contextos socioeconómicos y hasta inclinaciones políticas. 

Por ejemplo, una foto de una persona sola en un paisaje desolado podría describirse como "indicando una experiencia individualista o solitaria", ignorando que alguien más podría haber tomado la imagen. Otro caso: una imagen de un modelo de miniaturas de fantasía es etiquetada como perteneciente a alguien aficionado a la jardinería, la destrucción y la contaminación, alineado con el Partido Verde —una proyección absurda que roza lo cómico, pero ilustra el sesgo inherente en los modelos de IA entrenados en datos masivos y no auditados.

Estas deducciones no son meras curiosidades técnicas; son el combustible de la economía de la vigilancia. Google Photos, con sus 1.800 millones de usuarios activos, accede a nuestras bibliotecas visuales para entrenar modelos de IA y perfilar anuncios personalizados. Aunque los usuarios pueden desactivar algunas funciones de análisis, no hay forma de impedir el escrutinio total, ya que las imágenes no están cifradas de extremo a extremo. El sitio de Ente expone esta realidad: una foto tomada con un Pixel 8 a las 13:38 del 4 de diciembre de 2024 revela no solo el dispositivo, sino intereses en ciencia ficción, gaming y posiblemente impresión 3D, proyectando un perfil de "adulto joven con aficiones en fantasía". En foros como Reddit y Hacker News, los usuarios reportan asombro y alarma: "Esto enseña por qué la privacidad importa", comenta un redditor, mientras otro bromea sobre usarlo en r/roastme para autodesprecio algorítmico.

Desde una perspectiva educativa y científica, They See Your Photos es un artefacto pedagógico invaluable. En el cruce de la ciencia de la computación y la ética de la IA, ilustra conceptos clave como el reconocimiento de patrones en redes neuronales convolucionales (CNN) y los riesgos de sesgos en datasets como ImageNet, que perpetúan estereotipos raciales y de género —por ejemplo, asumiendo siempre un fotógrafo caucásico de clase alta, independientemente del contexto. En aulas de tecnología o talleres de IA, podría usarse para debates sobre el "derecho al olvido" o regulaciones como el RGPD europeo, que exigen transparencia en el procesamiento de datos. Además, resalta avances en multimodalidad: la API de Google no solo "ve", sino que narra, integrando visión con procesamiento de lenguaje natural (PLN), un pilar de modelos como GPT-4o.

Un año después de su lanzamiento —en este noviembre de 2025—, el sitio mantiene su vigencia en un panorama donde la IA generativa acelera la extracción de datos. Publicaciones como WIRED y PetaPixel lo alabaron por democratizar el conocimiento sobre vigilancia, pero también advierten: las fotos subidas al sitio se envían a Google, por lo que Ente urge leer su política de privacidad antes de experimentar. Ente, por su parte, ofrece importación desde Google Takeout, sincronización local y ML acelerado, posicionándose como baluarte contra esta erosión de la intimidad.

En última instancia, They See Your Photos no es solo un juguete interactivo; es un llamado socrático a la introspección digital. Nos obliga a cuestionar: ¿estamos dispuestos a ceder nuestra narrativa visual a algoritmos opacos? En una era de deepfakes y perfiles predictivos, recuperar el control —mediante herramientas como Ente— no es lujo, sino imperativo ético. Suban una foto, lean el veredicto y reflexionen: la IA no solo ve; interpreta, y en esa interpretación reside nuestro futuro compartido, o fragmentado.

¿Qué podemos hacer? Algunos medios y expertos sugieren medidas concretas para mitigar riesgos:

- Evitar la sincronización automática de las fotos con plataformas que puedan analizarlas sin tu control.
- Eliminar metadatos de las imágenes (por ejemplo, con herramientas como Exiftool) antes de subirlas o compartirlas.
- Utilizar servicios de almacenamiento más privados, como Ente o Proton Drive, que cifran los datos de extremo a extremo.
- Aplicar prácticas de alfabetización digital: educar a usuarios (especialmente jóvenes) sobre qué tipo de inferencias puede hacer una IA a partir de una imagen.

Tu rostro leído por la IA predice tu salud futura y longevidad

¿Tu cara revela la edad biológica? Nueva frontera de la longevidad

La promesa de la longevidad ha acompañado a la humanidad desde los alquimistas medievales hasta los laboratorios biotecnológicos del siglo XXI. Pero hoy, un nuevo actor ha entrado en escena: la inteligencia artificial. En laboratorios europeos, desde Berlín hasta Copenhague, los algoritmos ya no se limitan a procesar datos médicos: observan, aprenden y “leen” nuestros rostros para estimar cuánto ha envejecido realmente nuestro cuerpo, más allá de los años que marca el calendario.

El proyecto FAHR-Face, desarrollado por un consorcio europeo de investigadores, ha analizado más de 40 millones de imágenes faciales para construir un modelo de edad biológica visual. Según sus resultados preliminares, la IA puede predecir la edad real de nuestros tejidos y órganos con una precisión notable, incluso anticipando riesgos de salud y mortalidad. No se trata, por tanto, de un simple espejo digital, sino de un nuevo “reloj de arena” biométrico, que calcula no cuánto tiempo hemos vivido, sino cómo lo hemos hecho.

La cara como espejo del cuerpo (y del tiempo)

La idea es tan poética como perturbadora: el rostro como mapa del envejecimientoLa IA no mira arrugas o canas, sino patrones complejos —tensión cutánea, microtexturas, coloraciones imperceptibles— que correlacionan con procesos internos como el estrés oxidativo, la inflamación o el metabolismo celular. En estudios paralelos de la revista Aging-US, se ha comprobado que ciertos algoritmos predicen incluso la “resiliencia biológica”: la capacidad del organismo para recuperarse del estrés o de una enfermedad.

Esta tecnología, nacida en un contexto clínico, pronto podría extenderse a revisiones médicas rutinarias o programas personalizados de salud. Pero también abre una serie de preguntas incómodas: ¿Queremos que un algoritmo nos diga si envejecemos “bien”? ¿Qué hará una aseguradora con ese dato? ¿Y cómo afecta psicológicamente saber que, según tu cara, tu cuerpo tiene diez años más de los que creías?

Del laboratorio a la ética pública

Europa, cuna de la bioética moderna, se enfrenta ahora a un nuevo desafío moral¿Hasta dónde debe llegar la cuantificación de la vida? Proyectos como FAHR-Face o el Longevity AI Consortium de Oxford y Heidelberg buscan establecer marcos transparentes, garantizando que los datos biométricos sean tratados con la misma dignidad que los datos genéticos. Porque si el rostro es la parte más visible de nuestra identidad, convertirlo en un indicador de salud puede rozar la frontera de la privacidad existencial.

Las instituciones educativas y sanitarias tienen aquí un papel crucial. La alfabetización digital no consiste solo en aprender a usar dispositivos, sino en entender qué significan los datos que nos devuelven. Enseñar a interpretar nuestra edad biológica requerirá la misma sensibilidad que enseñar a leer poesía: leer entre líneas, distinguir lo humano de lo mecánico, lo probable de lo esencial.

Europa ante la biotecnología del envejecimiento

Mientras Silicon Valley y Shenzhen invierten miles de millones en la “inmortalidad tecnológica”, la respuesta europea es más mesurada, filosófica y comunitaria. Frente al discurso de la “eterna juventud”, los proyectos europeos de longevidad se centran en la “vida buena” y la “edad saludable”El envejecimiento se concibe como una etapa de aprendizaje, no una enfermedad a erradicar. La IA, bien orientada, puede ayudar a prolongar la autonomía, prevenir patologías y diseñar entornos educativos y sociales adaptados al envejecimiento activo.

De hecho, varias universidades —como la de Aarhus o la de Roma La Sapienza— están incorporando módulos sobre longevidad digital y ética del envejecimiento en programas de medicina, educación y filosofíaEl futuro de la salud no solo pasa por los hospitales, sino por aulas donde se enseñe a vivir (y envejecer) con inteligencia artificial.

Hacia una pedagogía de la edad

En última instancia, la IA aplicada a la longevidad no nos invita a escapar del tiempo, sino a reconciliarnos con élQuizás la enseñanza más profunda del proyecto FAHR-Face no sea médica, sino educativa: aprender a leer nuestro propio rostro como texto vital, como biografía que la tecnología puede ayudarnos a comprender, pero no a sustituir.

Y aunque el algoritmo vea un número, somos nosotros quienes damos sentido a los añosLa longevidad no será una cifra, sino una nueva forma de cultura: la de quienes saben vivir más y mejor, con consciencia y con límite.

Papa León XIV sobre el despliegue de la inteligencia artificial

Confiamos mucho en el prometedor  Papa León XIV. Todavía sin el carisma de su predecesor Papa Francisco (posts previos), que le eligió quizá para ser un potencial sucesor. Agustino, de alto CI (145), habla 7 idiomas, ex-profesor, licenciado en matemáticas y teología,  misionero en Perú durante más de 10 años y primer papa estadounidense. Reconocido por su humildad y sus altas capacidades intelectuales. No es solo un Papa: Es una de las personas más inteligentes que han existido. Y preclara ha sido la elección del visionario tema elegido en su primera intervención mundial.

En el actual contexto tecnológico, la Iglesia católica vuelve a plantear el profundo interrogante sobre el humanismo frente a la técnica, y el pontificado de Papa León XIV está dotando de nueva urgencia este debate. Al asumir el papado, León XIV no solo mantuvo la tradición de su predecesor, sino que puso sobre la mesa el impacto que la revolución de la inteligencia artificial (IA) está teniendo en la dignidad humana, el trabajo, la justicia y la convivencia social.

En su primer gran discurso ante el Colegio de Cardenales, el Papa explicó que la elección de su nombre no era casualidad: al tomar “León XIV” evocaba a su homólogo del siglo XIX, León XIII, cuyas reflexiones sobre la “cuestión social” (como en la encíclica Rerum Novarum) respondían a la revolución industrial. Ahora, en nuestros días, el “otro salto industrial” que representa la IA exige una mirada semejante desde la doctrina social de la Iglesia. 

Los ejes de su reflexión

  1. Dignidad humana: El Papa subraya que la IA debe estar al servicio de la persona, no reemplazarla. En un discurso dirigido a políticos reunió estos conceptos: “la inteligencia artificial funcionará como gran ayuda para la sociedad, siempre que su empleo no menoscabe la identidad y la dignidad de la persona humana y sus libertades fundamentales.” 

  2. Trabajo, justicia y bien común: Siguiendo la línea social de la Iglesia, León XIV afirma que la IA plantea nuevos “desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo”. En su discurso indicó que el legado del siglo XIX frente a la maquinaria industrial ahora debe adaptarse a la era de los algoritmos. 

  3. Formación humana y sabiduría frente a datos : Una de las ideas más lúcidas del Papa es que “el acceso a datos — por extenso que sea — no debe confundirse con inteligencia. La sabiduría auténtica tiene más que ver con reconocer el verdadero sentido de la vida que con pilas de información.” 

  4. Juventud, desarrollo intelectual y neurológico: En un encuentro dedicado a la ética de la IA, dirigió particular atención a los jóvenes: “Todos nos sentimos concernidos por los niños y jóvenes y las posibles consecuencias del uso de la IA en su desarrollo intelectual y neurológico … nuestra juventud debe ser ayudada, no obstaculizada, en su camino hacia la madurez y la auténtica responsabilidad.” 

  5. Teología, antropología y tecnología: El Papa no limita su discurso a una ética de “haz esto / no hagas aquello”, sino que exige que la reflexión sobre la IA sea antropológica: ¿Qué es el ser humano? ¿Cuál es su dignidad irreductible ante una entidad digital? En un seminario dijo que “una visión exclusivamente ética del complejo mundo de la inteligencia artificial no es suficiente; se necesita una visión antropológica arraigada en la dignidad humana”. 

Implicaciones y desafíos

La posición del Papa implica tanto advertencias como esperanzas. No se trata de demonizar la tecnología — de hecho, reconoce su “inmenso potencial” — pero sí de redirigirla hacia el bien común, la libertad auténtica, el desarrollo de las personas. 

Por ejemplo, hay escenarios laborales donde la IA puede suplantar o automatizar tareas humanas, lo cual plantea una amenaza para el trabajo digno. También hay riesgos de que tecnologías de IA intensifiquen desigualdades, excluyan aún más a los vulnerables o reduzcan la persona a un dato manipulable. El Papa lo ve así y pide una regulación global, un foro ético internacional, quizá un tratado que oriente la IA hacia los valores humanos.

Por otro lado, la llamada a que la juventud se forme críticamente frente a la avalancha de información y algoritmos es central: no basta con “usar IA”, sino con mantener viva la curiosidad, la ética, la sabiduría, la capacidad de preguntarse “¿por qué?” y “¿para qué?”.

Desde la perspectiva de la enseñanza religiosa, esto supone que la Iglesia asuma un rol más activo en comunidades digitales, que forme a agentes de pastoral tecnológica, que promueva la alfabetización digital con una mirada humana, y que articule la espiritualidad con el compromiso social en la era digital.

¿Por qué es importante para un público educativo y culto?

Porque la IA no es solo un asunto de ingenieros o tecnólogos: es una cuestión de antropología, de ética, de cómo queremos vivir juntos, de qué visión del hombre y del mundo queremos transmitir a la próxima generación. La voz del Papa marca una brújula moral que puede ayudar a profesores, investigadores, creyentes o simplemente personas interesadas en la cultura digital a reflexionar con profundidad.

Además, el hecho de que un día la Iglesia planteara cuestiones ante la máquina de vapor, y hoy ante el algoritmo, muestra la continuidad de su misión: no cerrar la modernidad, sino integrarla con la verdad del ser humano, para que la técnica sirva, no domine.

La expulsión de lo distinto: el coste humano de la hiperconexión

Si hay un filósofo actual cuya obra completa hay que leer, ése es Byung-Chul Han (ver en otros muchos posts). Hoy analizaremos su libro La expulsión de lo distinto (2016). Byung-Chul Han desarrolla una potente crítica a la sociedad actual, caracterizada por la desaparición de la alteridad. Vivimos en una cultura de la positividad, donde lo diferente, lo extraño, lo contradictorio o lo negativo —todo aquello que incomoda o interpela— es eliminado, neutralizado o absorbido por una lógica homogénea del “yo”.

Para Han, la sociedad contemporánea tiende al narcisismo, al consumo de lo idéntico y a una hipervisibilidad digital que borra la profundidad del otro. Esta expulsión simbólica y real de la diferencia provoca una pérdida de sentido, de comunidad, de experiencia e incluso de amor verdadero.

El pensamiento del surcoreano, influenciado por la tradición continental europea (Hegel -posts-, Heidegger -posts-, Lévinas), nos advierte del peligro de una sociedad transparente, sin opacidad ni misterio, donde todo es igual a sí mismo, repetido y digerido por algoritmos y redes sociales. La consecuencia: aburrimiento, ansiedad, intolerancia y soledad.

Es un libro breve pero profundo, que debe leerse despacio y discutirse con otros. Una obra crítica, incómoda, y, por eso mismo, necesaria. La expulsión de lo distinto es una advertencia lúcida y contundente sobre el rumbo de nuestras sociedades hipermodernas. Con un estilo filosófico sobrio y afilado, Han propone repensar nuestras formas de vida, de amar, de comunicarnos y de relacionarnos con lo otro. Nos recuerda que sin alteridad no hay humanidad, sin misterio no hay sentido, y sin negatividad no hay libertad.

Byung-Chul Han (Seúl, 1959) es un filósofo y ensayista surcoreano afincado en Alemania. Estudió metalurgia en Corea antes de trasladarse a Europa, donde se doctoró en filosofía en la Universidad de Friburgo. Ha enseñado en universidades de Basilea, Karlsruhe y Berlín. Han es uno de los filósofos contemporáneos más leídos y citados, con un estilo sobrio, aforístico y lúcido. Sus obras abordan con mirada crítica los efectos culturales, sociales y psicológicos del capitalismo tardío, la digitalización, la transparencia, el rendimiento y la pérdida de lo sagrado.

Otras obras destacadas de Han son La sociedad del cansancio (2010, post nuestro de 2024)La sociedad de la transparencia (2012), Psicopolítica (2014), La agonía del eros (2012), La desaparición de los rituales (2019) y No-cosas (2021, post nuestro de 2022).

El libro La expulsión de lo distinto, breve pero denso y aforístico, se construye en torno a contraposiciones esenciales: el yo frente al otro, la identidad frente a la diferencia, la positividad frente a la negatividad, la transparencia frente al misterio, la hipervisibilidad digital frente a la presencia encarnada, y la comunicación instantánea frente a la relación dialógica auténtica.

Han sostiene que la sociedad actual no reprime mediante la censura ni la prohibición, sino mediante la saturación, el exceso de positividad y visibilidad, lo cual termina siendo igualmente opresivo.

La sociedad de la positividad y la autoafirmación. Parte de la idea ya desarrollada en La sociedad del cansancio: la lógica del rendimiento y la positividad ha sustituido a la lógica disciplinaria. Ya no hay un “deber”, sino un “puedo”; ya no hay amo, sino autoexplotación. A esta lógica se suma la del narcisismo digital, donde los sujetos sólo quieren verse reflejados, reconocidos, “likeados”. Todo debe ser inmediato, familiar, cómodo, digerible. Y por eso la diferencia, lo ajeno, lo negativo, lo que desafía, es eliminado. La sociedad actual ya no es disciplinaria, sino una sociedad del rendimiento, del ego, de la autoexplotación.”

El otro como amenaza. El otro, el diferente, el no-asimilable, es visto hoy como potencialmente peligroso o inútil. La alteridad exige esfuerzo, interpretación, tiempo, tolerancia… cosas que la cultura digital inmediata y acelerada no tolera. Esto se manifiesta en fenómenos como: El miedo al inmigrante o al disidente, la sobreprotección de las identidades frágiles, la intolerancia a la crítica o al pensamiento complejo o la reducción de la alteridad a diferencia de consumo. Señala que incluso el multiculturalismo actual tiende a reducir lo distinto a lo exótico, lo folclórico, lo decorativo. No hay verdadera experiencia del Otro, sino una estetización superficial. La diferencia, cuando se tolera, es siempre domesticada.”

El infierno de lo igual. El resultado de esta lógica es la instalación de una especie de “infierno de lo igual”: una sociedad sin conflicto real, sin silencio, sin misterio, sin eros. El otro no es negado de manera violenta, sino absorbido, estetizado, neutralizado. Todo lo que no puede ser traducido a términos positivos o de rendimiento es expulsado. Esto afecta también al pensamiento, que necesita contradicción, negación, espera y ambigüedad. En una sociedad de la inmediatez y el algoritmo, pensar se vuelve sospechoso. La negatividad es el elemento esencial del pensamiento.”

El amor y el eros en crisis. Uno de los capítulos más intensos del libro está dedicado a la crisis del amor. El amor verdadero, sostiene Han, nace del encuentro con el otro, con su opacidad, su distancia, su inasimilabilidad. Pero en la era digital, lo que predomina son los vínculos narcisistas, líquidos, gestionados por aplicaciones que eliminan la alteridad: se busca lo similar, lo útil, lo cómodo. Así, el amor se convierte en consumo afectivo, en algoritmo predictivo que sustituye al misterio. Ya no hay espera ni entrega, sino optimización del deseo. El amor muere donde no se encuentra con el otro.”

La pérdida de lo ritual y lo comunitario. 

Han también señala cómo la expulsión de lo distinto ha acabado con los rituales, que eran formas de relación repetitiva y simbólica con el otro, con la comunidad, con el tiempo. Hoy, en cambio, vivimos en el presentismo, la interrupción constante, la ansiedad de la notificación. La comunidad ha sido sustituida por redes sin profundidad.

Política y vigilancia. Finalmente, Han advierte que este “infierno positivo” no es inocente. En un mundo donde todo debe ser visible, comunicable, eficiente y transparente, la vigilancia se vuelve omnipresente y voluntaria. No hace falta represión cuando la gente se autoexpone por voluntad propia. La transparencia, lejos de ser garantía de democracia, puede ser una nueva forma de control totalitario, ya que elimina el espacio interior, la intimidad, la crítica.

Otras citas destacadas: “La comunicación digital no tolera el silencio. Expulsa toda negatividad”. “La sociedad del cansancio ha dado paso a la sociedad de la autoexplotación del yo”. “La desaparición de la distancia destruye también el respeto”. “El infierno de lo igual comienza cuando lo distinto se vuelve sospechoso.”

¿Cómo combatir el fascismo que aún fascina en el siglo XXI?

El extemporáneo y horrendo fascismo sigue fascinando (en su primera acepción) a determinadas personas en pleno siglo XXI en distintas partes del mundo. Es preciso determinar cuáles son esas razones, muchas de ellas relacionadas con factores psicológicos, sociales y políticos. Aquí hay algunos puntos clave que explican su extraña persistencia en formatos de fascismo originario, el neofascismo, el transfascismo o formas de populismo variopinto:

1. Crisis y miedo al cambio: El fascismo suele resurgir en momentos de crisis económica, social o política. La incertidumbre y el miedo llevan a muchas personas a buscar soluciones autoritarias y simplistas, que prometen orden y estabilidad a cambio de libertad.

2. Nacionalismo y sentido de pertenencia: En un mundo globalizado, donde muchas personas sienten que sus identidades nacionales, culturales o sociales están amenazadas, el fascismo ofrece una narrativa de orgullo nacionalista. Promueve la idea de una comunidad fuerte, unida y con un enemigo común.

3. Promesas de orden y autoridad: Muchas personas sienten que las democracias liberales son ineficientes y corruptas. El fascismo se presenta como una alternativa "eficaz", donde un líder fuerte toma decisiones sin las restricciones de la democracia.

4. Manipulación emocional y propaganda: El fascismo utiliza discursos que apelan a las emociones en lugar de la razón. La propaganda, especialmente en redes sociales, explota el miedo, la nostalgia y la ira para movilizar a las masas.

5. Búsqueda de héroes y líderes carismáticos: El fascismo tiende a ofrecer figuras mesiánicas que prometen "rescatar" a la nación. En tiempos de crisis, muchas personas prefieren creer en un líder fuerte en lugar de confiar en instituciones democráticas.

6. El enemigo como excusa: El fascismo crea enemigos ficticios o exagera amenazas para justificar su existencia. Puede ser una minoría étnica, inmigrantes, ideologías opuestas o "élites corruptas".

7. Uso de nuevas tecnologías: Aunque el fascismo del siglo XX dependía de la radio y la prensa, en el siglo XXI se ha adaptado a las redes sociales, los algoritmos y las campañas de desinformación para atraer seguidores.

8. Desconfianza en las élites políticas: Muchos ciudadanos sienten que los gobiernos democráticos han fallado en mejorar sus condiciones de vida. Esto genera terreno fértil para movimientos autoritarios que prometen barrer con la "vieja política".

9. Romanticismo del pasado: El fascismo suele idealizar un pasado mítico donde la nación era "grande y pura". Esto atrae a quienes sienten que han perdido su identidad en un mundo cambiante.

10. Radicalización y tribalismo: En la era digital, la radicalización ocurre más rápido. Las redes sociales crean burbujas ideológicas donde los discursos extremistas encuentran eco y refuerzo.

El fascismo fascina porque promete soluciones simples a problemas complejos, ofrece identidad y propósito en tiempos de incertidumbre, y explota las emociones humanas más primarias: miedo, orgullo y odio. Sin embargo, la historia ha demostrado que sus promesas conducen a la represión y el sufrimiento.

La cuestión clave es : ¿Cómo combatir esa fascinación por el fascismo?

Combatir la fascinación por el fascismo requiere una combinación de estrategias educativas, políticas, sociales y culturales. Aquí algunas formas efectivas de hacerlo:

1. Educación crítica y memoria histórica

  • Enseñar la historia del fascismo con ejemplos concretos de sus consecuencias devastadoras (Holocausto, dictaduras, guerras).
  • Promover el pensamiento crítico para que las personas puedan identificar discursos autoritarios y populistas.
  • Fomentar la educación cívica para fortalecer el compromiso con la democracia y los derechos humanos.

2. Fortalecimiento de la democracia

  • Gobiernos más transparentes y eficaces que respondan a las necesidades de la gente para evitar la desconfianza en la democracia.
  • Fomentar la participación ciudadana en movimientos sociales, organizaciones comunitarias y procesos electorales.
  • Luchar contra la corrupción para eliminar el argumento de que “la democracia no funciona”.

3. Combatir la desinformación

  • Regular la propaganda y las fake news en redes sociales sin caer en la censura.
  • Fomentar el periodismo independiente que exponga los peligros del autoritarismo.
  • Educar a las personas sobre manipulación mediática y cómo verificar fuentes de información.

4. Crear narrativas alternativas

  • No solo criticar el fascismo, sino ofrecer visiones positivas de la democracia, la diversidad y la justicia social.
  • Reforzar el sentido de comunidad con discursos que promuevan la cooperación en lugar del odio.
  • Incentivar el orgullo por los valores democráticos en lugar del nacionalismo excluyente.

5. Construcción de una economía justa

  • Reducir la desigualdad económica, ya que el fascismo se nutre del resentimiento de los más desfavorecidos.
  • Ofrecer seguridad y oportunidades a quienes se sienten abandonados por el sistema.
  • Garantizar derechos laborales y acceso a servicios básicos para evitar que el autoritarismo se aproveche del malestar social.

6. Fomentar la diversidad y el diálogo

  • Promover la integración de minorías en la sociedad para combatir el miedo a “lo diferente”.
  • Facilitar espacios de diálogo entre distintos sectores de la sociedad para reducir la polarización.
  • Combatir el discurso de odio con políticas claras y educación en empatía y tolerancia.

7. Responsabilidad de líderes y figuras públicas

  • Políticos, artistas e intelectuales deben tomar postura clara contra el fascismo.
  • No normalizar el discurso autoritario en los medios y la cultura.
  • Crear leyes que impidan la apología al fascismo, como sucede en países donde está penalizado negar el Holocausto.

8. Construcción de una identidad colectiva democrática

  • Reivindicar valores como la libertad, la justicia y la igualdad como parte de la identidad nacional.
  • Transformar el concepto de patriotismo para que no sea excluyente ni basado en el odio.
  • Incentivar modelos de liderazgo democráticos en lugar de figuras autoritarias.

Conclusión: 
La infame fascinación por el fascismo se combate con educación, participación democrática, justicia social y discursos alternativos basados en la cooperación y la diversidad. Es un trabajo constante, pero necesario para evitar que el autoritarismo vuelva a imponerse.

Obituario de David Linch, que redefinió el cine surrealista

David Lynch nació el 20 de enero de 1946 en Missoula, Montana, EE. UU. y ha muerto en Los Ángeles el 15 de enero de 2025. Fue un cineasta, guionista, actor, músico y artista visual ampliamente reconocido por su estilo único y surrealista. Su obra abarca desde el cine y la televisión hasta la música, la pintura y la fotografía. Lynch es considerado uno de los directores más influyentes e innovadores de la historia del cine contemporáneo.

Lynch creció en un entorno rural en varios estados de EE. UU., lo que influyó en su sensibilidad estética. Su infancia estuvo marcada por una mezcla de tranquilidad suburbana y una sensación inquietante de extrañeza, elementos recurrentes en su trabajo. Estudió artes visuales en la Escuela de Bellas Artes de Pensilvania, donde comenzó a experimentar con el cine como una extensión de su trabajo artístico.

Su primera película notable fue el cortometraje The Grandmother (1970), un trabajo experimental que exploraba temas de alienación y fantasía. Lynch pasó varios años desarrollando su primer largometraje, Eraserhead (1977), un proyecto profundamente personal que combina lo grotesco con lo surrealista. Aunque tuvo un lanzamiento limitado, la película se convirtió en un clásico de culto. Se trata de una obra profundamente inquietante que explora la ansiedad existencial y los temores relacionados con la paternidad. Su atmósfera oscura y su diseño sonoro único definieron su estilo temprano.

The Elephant Man (1980), basada en la historia real de Joseph Merrick, esta película obtuvo ocho nominaciones al Oscar y consolidó a Lynch como un director reconocido. Mezcla lo macabro con una sensibilidad humanista. Blue Velvet (1986), es una exploración de la oscuridad que acecha bajo la superficie de la vida suburbana. La película es ampliamente considerada una de las obras maestras de Lynch. 

Twin Peaks (1990-1991, 2017): fue la influyente serie de televisión que combina misterio, surrealismo y melodrama. Twin Peaks redefinió la narrativa televisiva, mezclando lo mundano con lo extraño. Mulholland Drive (2001) otra obra maestra del surrealismo cinematográfico que explora los sueños, las ilusiones y las pesadillas de Hollywood. La película es frecuentemente citada como una de las mejores de todos los tiempos. Inland Empire (2006), fue una exploración experimental y profundamente abstracta de la identidad y la narrativa, filmada con un estilo digital.
 
David Lynch es conocido por su estilo surrealista, que mezcla lo familiar con lo perturbador. A menudo explora los sueños y el inconsciente, el contraste entre la apariencia idílica y la oscuridad subyacente, la psicología humana y sus aspectos más oscuros, así como la música y el diseño sonoro como elementos narrativos fundamentales.

Aparte del cine, en música Lynch ha lanzado varios álbumes como solista (Crazy Clown Time, 2011) y ha colaborado con músicos como Julee Cruise y Angelo Badalamenti. En pintura y fotografía es un pintor prolífico, influido por el expresionismo. Su obra visual es inquietante y extrañamente hermosa, como su cine. Lynch fundó la David Lynch Foundation, que promueve la meditación como herramienta para combatir el estrés y la ansiedad.

MuseoTIK, portal de los museos de Euskadi

MuseoTIK, museotik.euskadi.eus, es el catálogo colectivo de los museos de Euskadi, una propuesta digital del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, que es posible gracias a cada uno de los museos que lo componen. 

A través de la catalogación digital y colectiva de los 37 museosMuseoTIK tiene como objetivo la interpretación y difusión del patrimonio, integrando a todos los agentes implicados en la actividad museística, dotando de valor añadido al patrimonio de los museos vascos, y generando nuevas narrativas que destaquen nuestra identidad cultural. Busca experiencias interpretativas más emocionales y cercanas, relacionadas con nuestro patrimonio, nuestra historia y nuestro territorio. 

Según explicaron en la presentación, el portal "MuseoTIK" nace como una evolución de la página web EMSIME, una aplicación impulsada por el Departamento de Cultura y Política Lingüística que integra el inventario general de fondos de los museos y colecciones de Euskadi. Ahora es "más accesible, más diverso, y más inclusivo" y facilitará la difusión de las colecciones y demás actividades a unos 300 trabajadores y representantes de los museos para completar sus estrategias de difusión individual. Es también un espacio para todas las personas, grupos y/o agentes culturales que "sienten el deseo de conocer, disfrutar y colaborar con el patrimonio vasco".

Hemos visitado casi todos los museos reunidos en MUSEOTIK, pero antes de acabar este año nos proponemos completar algunos pendientes. 

Criterios generales para votar con acierto, querida anietada

Criterios generales para votar con acierto, querida anietada
Antes de ser abuelos, Carmen y yo, recibimos un entrenamiento previo con dos "anietados", que son lo mismo que ahijados (que también los tenemos) pero de una generación menor. Nuestra anietada/hijada, Ainhoa, va a votar por primera vez en estas elecciones del 28 de mayo de 2023. Faltan menos de cinco años para que pueda votar nuestro nieto mayor, por lo que esto es otra preparación para ese acontecimiento futuro.

Se trata de una ocasión muy especial para ella, que vota en Alcantarilla (Murcia). Mientras nosotros ahora estamos en Alicante (el cartel superior es de Pilar de la Horadada) y -por primera vez en cinco décadas- no podremos votar en Getxo (Bizkaia), por no haber hecho a tiempo el papeleo de voto por correo. Un anacronismo en la era digital, teniendo DNI electrónico y pudiendo hacer de todo con el móvil, pero eso es otra historia que algunos defendían para garantizar la validad cuando el escándalo de la compra masiva de votos en Melilla demuestra que no. 

Pero Ainhoa, una brillante universitaria en meses, nos ha pedido ideas sobre cómo votar y, sin tratar de influir pero sí de educar en cultura política, vamos a sugerir algunas recomendaciones:
  • Olvida a quienes crispan la campaña con agresividad y creando división ciudadana. Verifica la credibilidad y la integridad de las candidaturas. Revisa su historial, su reputación y cualquier escándalo o acusación pasada. Evalúa si han cumplido con sus promesas anteriores y si se han comportado de manera ética y transparente en el pasado.
  • Desconfía de quienes no hablan de problemas reales de tu entorno, y desvían la atención sobre otras cuestiones fuera de lugar o tiempo para lo que se debate (elecciones municipales, forales o autonómicas). Azuzar los miedos y el patrioterismo se usaba hace 25... siglos, como relató Pericles y ya lo contamos aquí hace 20 años.
  • Rechaza a quienes proponen soluciones simples y mágicas para abordar necesidades complejas. Comprende los problemas y desafíos que han de superarse en tu municipio, comunidad o país como metodologías realistas, viables y coherentes.
  • Fíate más de quienes hablan más de su programa y acciones, que de quienes vilipendian e insultan a sus adversarios, porque no tienen nada que ofrecer. Y no solamente de lo que prometen en campaña, sino de lo que suelen hacer cuando tocan poder,...
  • Analiza las cuestiones clave, como son la educación, la salud, la protección de las personas vulnerables, la igualdad, la sostenibilidad o la economía, entre otros. Comprender los problemas te permitirá evaluar mejor las soluciones propuestas por los partidos.
  • Valora lo que vota tu entorno familiar y social, pero decide con plena consciencia desde tu propia y singular identidad.
Por último, vota, vota siempre, elección a elección,... Es tu derecho y tu deber de ciudadanía responsable. Y luego, asume el resultado de la votación.