Al fin hemos podido acudir a una asamblea del
#15m, tras varias intentonas. En anteriores ocasiones llegamos tarde. Por ejemplo, sólo pudimos acercarnos al mediodía, a la primera convocatoria que tuvo lugar en Bilbao, en la explanada del
Museo Guggenheim Bilbao, anterior a la que luego se reunió en el Teatro Arriaga. Hemos seguido de cerca este fenómeno social de trascendencia previsible, aunque inimaginable a fecha de hoy. Nos sumamos al meme
Yo #soy15m y confiábamos que también se diseminaría la red hasta llegar a Getxo.
Nos acercamos, escuchamos y pudimos obtener algunas imágenes (que hemos incorporado al post) tras pedir la autorización al grupo reunido. Al fondo, pero muy cerca de la asamblea convocada por
#15m, se reunió un rato otro grupo, de parecidas dimensiones y que se retiró cantando bastante antes, solicitando el acercamiento de presos. Todo transcurrió con máximo respeto. Por un momento pensamos que, ahora que
Bildu entra en las instituciones (y que sea para bien en cuanto a la normalización política), son otros colectivos los que van ocupando el centro de las pa¡lazas públicas, reactivando el ágora de la democracia.
El grupo reunido en esta tercera ocasión (ver
actas de las anteriores asambleas), ver
algunas fotos de los minutos finales, era muy heterogéneo. Desde niños y niñas que se sentaron por un rato a oír lo que allí se conversaba, hasta personas de todas las edades. Tres o cuatro personas informaron de las dos asambleas anteriores en Getxo, así de otras asambleas en Erandio, Santurtzi,...
El debate fue muy correcto y las diferentes personas que intervinieron, superior a la docena, se expresaron muy bien, con ideas no siempre coincidentes, con un alto nivel de compartir y escuchar, de un modo claramente superior al habitual en los parlamentos (y lo decimos por experiencia como oyentes en ambos foros). Se utilizó, por parte de los más avezados, el gesto de agitar las manos mostrando las palmas para
asentir, como una forma respetuosa y silenciosa de aplaudir sin interrumpir. No se vio el gesto de cruzar los antebrazos para expresar disconformidad.
Fue objeto de la reflexión el punto crítico del movimiento
#15m: Cómo lograr mayor alcance sin recurrir a las estructuras ordinarias. Hay un rechazo general, por la "corrupción potencial" que encierran, a formalizarse en asociación, partido político,... Esto fue algo patente también en Areeta, pero al tiempo se reconoce que sin algún modo de estructura la capacidad de favorecer los cambios urgentes para perfeccionar la democracia representativa, cuyas insuficiencias padecemos y sentimos.
Parecen dos premisas a priori que no se quiere promover ni nuevas opciones partidistas, ni señalar o prioriza a las ya existentes. Esto retarda y limita el efecto de la indignación acumulada que es patente y alcanza a todas las capas de la sociedad. Alguien apuntaba que es preciso hallar algún elemento "aglutinante" para que el rechazo generalizado se ordene en alguna dirección. En definitiva, el quid de la cuestión -en nuestra opinión- se halla en lograr
entrometer la redarquía social en la jerarquía política que controla el poder de todo lo público.
Se
organizaron tres comisiones: De
Comunicación, encargados de las comunicaciones por correo, el blog, la página de Facebook,… (en la que nos apuntamos); de
Acción de calles, para la colocación de carteles, creación de pancartas, buzoneo,…; y de
Programa y debate, que se ocupan del orden del día, charlas, foros abiertos,…
La reunión duró unos 90' manteniéndose estable un grupo de unas 35 personas, y acercándose o participando incluso durante un tiempo menor otras muchas personas. Quizá llegamos a ser unos 65 en el momento de mayor reunión. Vimos algunas caras conocidas, incluso algún reciente concejal getxotarra electo (no les citamos hasta que ellos lo comenten, porque son microbloggers muy activos). Nos reconoció Luis Arbide, el blogger de "
Mis aspiraciones en la vida", y nos
desvirtualizamos aprovechando la ocasión.